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241

En su alocución del 7 de mayo de 1811, desde Coro, Zamora se dirige a la población para invitarla a que «enarbolemos el estandarte de nuestros padres, de los patriotas de 1811.» (V. Pensamiento Político.... vol. 11, p. 339.) El aspecto programático de otra proclama fechada también en Coro el 25 de febrero, ya había advertido que «daría la espalda a las tiranías,   —219→   a las dictaduras, a todos los disfraces de la detestable autocracia». (Ibíd., p. 337.)

 

242

Gil Fortoul en su ensayo «Adolfo Ernst». (Obras Completas, vol. IV, p. 480), sostiene esta afirmación y en nota al pie cita como fuente «Life and letters» por Francis Darwin. Investigaciones efectuadas en Londres en la correspondencia de Darwin   —220→   indican que no existen cartas cruzadas con la firma de Ernst.

 

243

Arturo Ardao dedicó un excelente ensayo al estudio del tema: «El supuesto Positivismo de Bolívar». En: El movimiento emancipador de Hispanoamérica. Actas y ponencias, vol. IV, pp. 149-180.

 

244

Cf. Juan Vicente González, «Ernesto Renán. Ensayos de moral y crítica. Estudios de historia religiosa. Cántico de los cánticos. El libro de Job. Origen del lenguaje. Historia general de las lenguas semíticas. Averroes. Vida de Jesús». En: Revista Literaria (ed. facsimilar de 1956), pp. 132-135; 150-152; 231.

 

245

Remito a mi trabajo: «El socialismo utópico, hilo transicional del romanticismo al positivismo.»

 

246

R. Villavicencio, «Discurso pronunciado ante la Ilustre Universidad en el acto de la repartición de premios, el 8 de diciembre de 1866.» El texto, originalmente publicado en El Federalista (Caracas, 11 y 12 de dic. de 1866), apareció más tarde en folleto y está reproducido en: Pensamiento Político Venezolano..., vol. 13, pp. 45-60. La cita, en v. 13, pp. 46-47.

 

247

«Vosotros, los unos en el poder, los otros en la opinión pública, tendréis mañana en vuestras manos los destinos de la patria; no olvidéis que las ciencias y las artes han importado definitivamente la idea del progreso al lado de la idea del orden sólo conocida de los antiguos. La sociedad tiene dos necesidades igualmente superiores, el orden y el progreso; es uno tan anárquico cuando pone trabas al progreso, como cuando perturba el orden. Dos grandes partidos han dividido la dirección de la humanidad: el partido del orden y el partido del progreso.

En todo fenómeno natural, y la sociedad es uno, la intervención humana no es eficaz sino a condición de conocer la ley; no hay pues, gobierno verdaderamente sólido si no es el que satisface al orden, al progreso.» (...) (Ibíd., p. 58.)

 

248

«Discurso pronunciado en el acto de repartición de premios de la Ilustre Universidad, el 8 de enero de 1869.» (Loc. cit., pp. 61-79.) El párrafo textual, p. 62.

 

249

Ibíd., p. 63.

 

250

Ibíd., pp. 72-73.