61
«Más sobre literatura nacional.» En: El criollismo..., p. 7.
62
Orlando Araujo dedicó un ensayo, premiado por la Universidad del Zulia, a analizar, desde un ángulo del compromiso revolucionario eludido, la obra de Díaz Rodríguez. Lo tituló, precisamente, La palabra estéril. Maracaibo, Edics. de la Universidad del Zulia, 1966.
63
Cf. Fernando Alegría: Breve historia de la novela hispanoamericana. México, Ediciones de Andrea (3ª ed.), 1966.
64
Pedro Emilio Coll: «Manuel Díaz Rodríguez.» En: Palabras. (1896). Caracas, Edics. de la Academia Venezolana de la Lengua (Clásicos Venezolanos, 14), 1966. p. 83.
65
Fernando Alegría: Op. cit., p. 122.
66
Arturo Torres Rioseco valoró así la obra y la ejecutoria artística de Díaz Rodríguez: «Para que el Modernismo no se limitara a la poesía hacía falta un crítico, un novelista y un dramaturgo, que aplicaran a estos géneros los principios de la nueva escuela. Ese crítico fue José Enrique Rodó, ese novelista, Manuel Díaz Rodríguez.» En: Novelistas contemporáneos de América. Santiago de Chile, Nascimento, 1939. Lowell Dunham, varios años después, llegaría a la valoración más completa: Manuel Díaz Rodríguez. Vida y obra. México, De Andrea, 1959.
67
Carta a Rufino Blanco Fombona. En: El doctor Bebé, Madrid, Edit. América, 1917, pp. 7-8. En la misma carta le dice: «Leí, casi de lance, El hombre de oro. Yo no puedo decirle otra Cosa: sólo aspiro a seguir los claros rumbos que desde El hombre de hierro, modestamente llamado novelín por su autor, viene tomando nuestra literatura, a pesar de las trescientas ocas americanas que nos son ya familiares y hasta indispensables para vivir...» (p. 7).
68
«A un amigo.» En: El doctor Bebé, p. 10.
69
«In memoriam.» Cartas hiperbóreas. En Obras Selectas, Caracas, Edime, 1956, p. 1496.
70
R. Díaz Sánchez. «Tres ciudades iluminadas por un novelista venezolano.» RNC. Nº 98 (1953), páginas 7-21.