Uno de estos libros puede ser el publicado por Talavera (Confessional o avisación de todas las maneras en que podemos pecar contra los diez mandamientos, en M. Menéndez Pelayo (dir.), op. cit., pp. 3-31 así como el catecismo que el discípulo de Talavera, Fray Pedro de Alcalá incluye en el Arte para ligeramente saber la lengua arabiga especialmente dirigido para ayudar a la población morisca al ser bilingüe.

L. Resines, La «Breve Doctrina»..., p. 116: Si se ouiere de casar: ha de ser por mano de su cura o clerigo que para ello tenga licencia de recebir las velaciones e bendiciones antes que se ayunte con su muger e confessarse para ello. Coincide con las indicaciones que dará a los vecinos del Albaicín: Que sean desposados por mano de sus clérigos y cuando se casen reciban las bendiciones en la iglesia que, entre los cristianos, se llaman velaciones (Memorial, op. cit., p. 162).

Sorprende el que al referirse al matrimonio destaque que éste debe realizarse ante clérigo con las debidas licencias. De esta forma, las disposiciones de Talavera se adelantan en el tiempo a las del Concilio de Trento, aunque bien es verdad, ya se encontraban dentro de la práctica de la Iglesia (cf. A. Sarmiento, El matrimonio cristiano, Navarra, 2001, pp. 190-191).

Sínodo, título II, const. LXII.

Para comprender la problemática y entender las normativas del Sínodo de Guadix y la legislación civil desde la toma de Granada en 1492: A. Gallego y Burin, A. Gamir Sandoval, op. cit., pp. 45 -56

L. Resines, La «Breve Doctrina»..., p. 117.

Ibidem.

Ibidem: Soberbia que es desordenado o demasiado amor de excellencia. Cobdicia que es desordenado o demasiado amor de auer e tener bienes temporales. Luxuria que es desordenado o demasiado amor de los deleytes de los cinco sentidos corporales. Gula que es desordenado o demasido amor de comer e beuer. Yra que es desordenado deseo de vengança. Enbidia que es desordenado placer del mal ageno e desordenado pesar del bien del proximo. Accidia que es negligencia o floxura en el bien que se deue hacer y emplear el tiempo en hablas demasiadas o en cosa sin prouecho.

Ibidem, pp. 117-118: Ha de ayunar la quaresma e las quatro temporas y las vigilias de la ascension de pascua del spiritu santo y de pascua de la nauidad. Y de la natiuidad: y de la assumpcion de nuestra señora, y de su purificación que vulgarmente dicen de la candelaria y de sant juan baptista, y de santo lorenço, e de la fiesta de todos sanctos, y de todos los apostolos. Saluo las de sant iuan euangelista, y de sant felipe, y de sant barnabe y esto desde edad de veynte e vn años hasta sesenta, y antes y despues segund mas y menos touiere para ello disposicion.

Como información complementaria a estas festividades encontramos en Fiestas que se son de guardar: son cuatro temporas que se han de ayunar el miércoles y viernes y sábado después del primero domingo de cuaresma: é miércoles y viernes y sábado después de la Pascua del Espíritu Santo: y miércoles y viernes y sábado después de la fiesta de Sancta Cruz de setiembre, la cual es á catorce dias, y miércoles y viernes y sábado después de la fiesta de Santa Lucía, la cual es a trece de diciembre.