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61

Véase n. 63, in fine.

 

62

Así también en el ms. 4004. ¿Será errata por el helenismo «fotóstico» = «adecuado para alumbrar»? Tratándose de Vulcano, no parece aventurada tal hipótesis. Si Huerta «deja desierta» la fragua de Vulcano es porque la Envidia «convoca del hondo Averno / quanta inmunda Furia y Peste / de atormentar a infelices / forma su infernal deleite». (Endecasílabos... citados en la n. sig., versos 209-212).

 

63

En el romance primero de Jovellanos (vv. 225-228) se dice que gracias a Arizcun, favorecedor de Huerta, «...Hespaña con H / alcanzó tan estupendas / victorias como hoy publican / los eruditos horteras»; pero creo que se trata más bien de una alusión a los Endecasílabos con motivo del bombardeo de Argel [...] en el presente mes de agosto de 1783 (M., Sancha, 1783), en que se exalta la que a pesar de todo se consideró victoria del teniente general Barceló -el «capitán Tempesta» del citado romance- en su primera expedición, y / o (según suelen escribir hoy para ahorrar tiempo) al Elogio del Excmo. Sr. D. Antonio Barceló con motivo de la expedición contra Argel en julio de 1784 (M., Hilario Santos Alonso, 1784), y quizás mejor aún al Oráculo de Manzanares, recitado el 17 de julio del mismo año en un acto oficial, y por lo tanto, durante la batalla de Argel, en que el autor (o por mejor decir, el río), pronostica la estupenda victoria del Teniente General, agregando ingenuamente en la segunda ed. de sus Poesías (1786) que «la Relación inserta en la Gazeta de Madrid de 20 de julio de aquel año confirma el acierto del oráculo»... (p. 158, n. 1).

En el segundo poema citado, de tonalidad tan pomposa, por no decir delirante, como los demás, se nos dice que «...el móvil Vesubio [la armada española que hace fuego] /...por cien bocas desprende / el fuego que pyracmón / encerró en su horrendo vientre», y una nota benévola informa a los beocios de que se trata de «uno de los Cyclopes de Vulcano». Se advertirá que en el Romance de Lirgandeo es palabra llana o grave (o, por complacer a los hispanistas cultos de mi tierra, paroxítona).

 

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Alusión al principio de la Égloga piscatoria, 28 ago. 1760, en Obras poéticas, 1778, pp. 140 y ss., a no ser que se trate de los Endecasílabos..., en que el autor escribe que «el miedo del incurso del corsario / desvela al pescador en su cabaña» (vv. 121-122).

 

65

El «vaharí» es, según el diccionario de Terreros, una especie de halcón, y el propio Huerta, en su Registro de las numerosas mentecatadas... enunciadas según él por Vargas Ponce, dedica una página entera a la definición, etimología, etc., de dicha ave rapaz de categoría inferior (véase Guillermo Guastavino Gallent, Los bombardeos de Argel en 1783 y 1784 y su repercusión literaria, M., C.S.I.C.. 1950, Apéndice V. p. 131 y ss.: se trata del examen de la «mentecatada 18», pp. 145-146); en el Elogio de Barceló, D. Vicente los califica «de bastardos baharíes / que los escollos guarnecen».

 

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Nuevas alusiones al segundo Elogio; en los dos mss. se ha subrayado la palabra «entenebrezco», eco, sin duda, de los versos 191-192 de Huerta: «...Y el humo denso y las llamas / la atmósphera entenebrecen», contradicción aparente de la que se burló Vargas Ponce y que Huerta, en su respuesta, justifica acudiendo a Las Troyanas, de Séneca, y a su traductor Jusepe Antonio González de Salas (ed. cit., p. 148).

 

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«Alecto y Chronos a un tiempo
los erguidos cuellos tienden,
a saludar las vanderas
de los amigos vaxeles»

(Elogio..., vv. 89-92; por una nota del autor nos enteramos de que se trata de «dos montes de Cartagena, así llamados de los antiguos Geógrafos»). Las «máquinas y las cuerdas» son alusión a las contemporáneas comedias de magia, en las que se producían semejantes «portentos» gracias a la habilidad de los tramoyistas.

 

68

«en decasílabos» en el ms. RM.

 

69

En el texto de las poesías de circunstancias suele Huerta escribir los nombres de reyes y príncipes en letra mayúscula.

 

70

Francisco de Macedo, jesuita portugués, después franciscano (Coimbra 1596-Padua 1681); el recuento que hace de sus escritos la Enciclopedia Espasa es tan impresionante como el de la nota correspondiente del ms., aunque no hay perfecta concordancia entre ambas: son 60 discursos latinos, 53 panegíricos, 32 oraciones fúnebres, 2.600 poemas heroicos, 3.000 epigramas, 48 poemas épicos, 132 elegías, y 700 cartas...