Uno de los trozos
de camino más difíciles de señalar, entre los
comprendidos en el Itinerario de
Antonino y en su parte de España, es el de
EMÉRITA á
TOLÉTUM, primera
sección del que sigue á CAESARAVGVSTA; la distancia
marcada de 111 millas romanas, ó de 121 según una
variante, es desde luego más corta, al menos en una cuarta
parte, de la que media en línea recta entre ambas ciudades,
y es forzoso suponer que se han equivocado algunas cifras, que se
suprimieron mansiones ó deben suponerse empalmes con otras
vías conocidas. La circunstancia de haberse identificado
últimamente, y de un modo seguro, la población de
AVGVSTÓBRIGA con Talavera
la Vieja, lejos de facilitar la solución viene á
complicarla, en cierto modo, mezclándose á las dudas
que produce el texto del Anónimo de Ravenna, donde hay
otro nombre, el de Turcálion, evidentemente
TVRGÁLIVM, que
también se sabe hoy corresponde á Trujillo. Las
soluciones propuestas por varias personas, pocas veces con
suficiente conocimiento del territorio y de las distancias,
así como las que pueden
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––––––––
establecerse nuevamente, abarcan un espacio considerable y en
él hay muchos restos indudables de caminos y puentes
romanos, é indicios suficientes de otros, pudiendo
señalarse desde luego siete vías distintas entre
Mérida y Toledo, con varias modificaciones parciales y otros
ramales importantes. El espacio á que me refiero se halla
encerrado al Oeste y Norte por la carretera general de Extremadura,
que va desde Mérida por Trujillo, Almaraz, Navalmoral de la
Mata y Calzada de Oropesa á Talavera de la Reina, y por otra
carretera de este punto á Toledo; al Este por un camino
antiguo, llamado de la
Plata, desde la última ciudad á Luciana y
Almadén, y al Sur por el de esta población á
Mérida, trozo indudable de otra vía romana y de las
que menos dudas y dificultades presentan. Voy á analizar los
trazados de las diferentes vías antiguas en este gran
cuadrilátero, y así podrá señalarse la
situación de las mansiones dudosas, según los varios
supuestos; por mi parte confieso que ninguna de las
hipótesis que presento me satisface, y que me inclino
todavía á la que propuse, á fines de 1874, en
mi discurso al ingresar en la Real Academia de la Historia.
Para el trabajo
actual he consultado multitud de libros antiguos y modernos sobre
la historia y geografía de España; los manuscritos
que existen en la Academia antes citada, en la Biblioteca Nacional
y algunos otros; muchos mapas ó planos publicados y los
numerosos originales que poseo, muy principalmente los itinerarios
y reconocimientos de mis comisionados para la formación del
Atlas de España. Con todos estos datos he podido
señalar los puntos donde existen vestigios de caminos y
puentes romanos ó antiguos, los restos de poblaciones,
campos atrincherados, castillos, torres é inscripciones,
consignando también los nombres de pueblos, caseríos,
despoblados, sitios, dehesas, ríos ó montañas
que pueden ser indicios del paso de antiguas comunicaciones y de
sus defensas. Para estos detalles han servido principalmente las
relaciones topográficas del tiempo de Felipe II, los
Diccionarios geográficos de Miñano y Madoz, el
Nomenclátor oficial, el notable libro de Hübner sobre inscripciones
de España y los nombres locales de los mapas, planos
é itinerarios. No he podido mencionar estas fuentes sino en
casos muy contados é
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––––––––
importantes, porque de otro modo las citas serían
interminables y las notas ocuparían casi tanto como el
texto. Debo hacer una advertencia importante sobre este punto: las
ruinas romanas ó inscripciones, los restos de torres
ó fortalezas y los nombres indicadores de caminos, de sus
obras defensivas ó de combates, que pudieron tener lugar al
lado de ellos, se presentan muy rara vez, en las zonas respectivas,
fuera de los pueblos ó sitios donde se han mencionado en
esta reseña: así constituyen una prueba más
completa de la existencia de antiguas comunicaciones en el sentido
y según el trazado que se les atribuye.
Antes de proceder
al examen de cada uno de los caminos en la zona indicada,
consignaré los datos del Itinerario de Antonino con sus
principales variantes: en el que llama alio itinere ab EMÉRITA CAESARAVGVSTAM,
cuya longitud total es de 348 millas, que coincide con la suma de
las parciales, señala á LACIPEA, á 20;
LEVCIANA ó LEVTIANA, á 24;
AVGVSTÓBRIGA ó
AVGVSTOBRIA, á 12
ó 22, y TOLÉTUM,
á 55. Necesario es poner los datos de otro itinerario de
Mérida á Zaragoza, con longitud total de 458 millas,
también de acuerdo con las parciales, y en el que dice
per LVSITÁNIAM, aunque solo
unas cuantas millas de su principio se hallan en esta provincia;
las distancias y mansiones que nos interesa tener á la
vista, hasta la de MARIANA, antes
de LAMINI, y que está bien
identificada, son las siguientes: de EMÉRITA á
CONTOSOLIA, 12 ó 15
millas; á MIRÓBRIGA, 36, 26
ó 35; á SISALONE
ó SISAPO, 13 á 14; á
CARCVVIVM, 20; ad TVRRES, 26, y al citado
MARIANA, 24. Además
citaré el itinerario de CÓRDVBA á
EMÉRITA que pasaba por
MELLARIA, ÁRTIGI y METELLÍNVM,
hallándose esta última mansión á 24
millas de EMÉRITA. Indispensable es señalar
también las poblaciones nombradas por el Ravenate en esta zona, y que son:
Toléton, Lébora,
Augustabria, Lomundo ó Lomondo, Turcálion,
Ródacis y Lacipea, debiendo advertir que,
según mi opinión, la cual sostuve en el citado
discurso, pueden pertenecer estos pueblos á dos itinerarios
que apareciesen contiguos en el documento gráfico de donde
parecen sacadas estas noticias, y mucho más si fuese cierta
la existencia de dos Augustóbrigas en aquel
territorio: al uno podrían corresponder las de Augustabria y Lacipea, y al otro las restantes.
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––––––––
Sentados estos
precedentes, voy á describir las diferentes vías
entre Mérida y Toledo, empezando por los fragmentos bien
marcados que existen en dos sentidos, especialmente á la
salida de la primera ciudad. Cornide, en sus numerosos apuntes
manuscritos, existentes en la Academia de la Historia; Víu,
en las Antigüedades de
Extremadura; Hübner, en
sus Inscriptiones
Hispaniae latinae, y otros varios, además de lo que
consta en algunos planos originales que poseo, están
conformes en señalar los vestigios indudables de vía
romana entre Mérida y Trujillo: empezando á la salida
de la colonia AVGVSTA
EMÉRITA se prolongan al Este entre
Trujillános y Valverde de Mérida, por el lado de San
Pedro de Mérida y van torciendo al Nordeste hasta Santa
Amalia: en Valverde hay ruinas romanas y se encontraron monedas y
medallas; en Santa Amalia se vieron restos de población y
sepulcros, al fundar la nueva villa, y como otros indicios, pueden
citarse las alturas llamadas El Fortanchín y la Plaza de
Ármas, recuerdos evidentes de antiguas obras defensivas.
Aquí se completan las 20 millas, de suerte que en Santa
Amalia debiera colocarse á LACIPEA, si hubiera seguridad en
las medidas y no se sospechara, con fundamento, que puede haber
equivocación en ellas ó más bien
supresión de mansiones por error ó por empalmes que
no se indican. La mayor parte de este primer trozo ha de ser
común con el itinerario de CÓRDVBA y con el mal
llamado per
LVSITÁNIAM.
No pocos creyeron, según los vestigios, que la vía
continuaba por Rena, donde existen inscripciones, y que algunos han
supuesto, erróneamente, que correspondía á la
conocida REGINA de otro itinerario; dicen
que cruzaba el río Ruécas, donde hay restos de puente
antiguo, y seguía por el valle del Gargaliga, pero esta
parte corresponde á distinto camino de que se hablará
después. La verdadera vía á Trujillo
continúa torciendo cada vez más desde el Nordeste
hasta tomar la dirección del Norte, y va por cerca de
Miajádas y del Escurial, donde hay lápidas y en el
primero antiguo castillo; luego próxima á
Villamesías y á Abertura, que tiene ruinas romanas
é inscripciones, por el puerto de Santa Cruz y Santa Cruz de
la Sierra, donde los restos é indicios de todo género
son muy numerosos; en término de la segunda están las
dehesas de Torrebéjar y Torrecampo, que recuerdan acaso
la
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––––––––
existencia de antiguas atalayas; cerca del Puerto se ven los restos
de dos viejas poblaciones, y entre ambas villas modernas se alza el
risco de San Gregorio con numerosos restos de fortaleza, calzada
á un estanque cercano, y otros indicios que atestiguan su
existencia é importancia antigua, además de la que
tiene por su posición singular. Aquí se
completarían las 24 millas desde Santa Amalia y
podría colocarse la mansión de LEVCIANA, prescindiendo de otro
género de consideraciones. También es punto adecuado
para situar la población de Ródacis del Anónimo de Ravenna, que
probablemente se pronunciaría Ródaquis, atendiendo á
las mismas razones de analogía en el nombre que han movido
á muchos á llevarla á las orillas del
río Ruécas: entre las alturas inmediatas al puerto de
Santa Cruz están los montes comunales de Ruécas, y
ciertamente la situación sería más adecuada en
ellos bajo todos conceptos. Cornide supone allí á
CASTRA IVLIA, que generalmente
han identificado con Trujillo, aunque ya se sabe con certeza que no
existió tal población y solo los CASTRA CAECILIA y SERVILIA que estaban cerca de
Cáceres. Es indudable la continuación de la
vía romana hasta Trujillo y, además de los numerosos
vestigios, lo acreditarían la antigua existencia de
TVRGÁLIVM, los muchos
nombres de sitios y dehesas que principian por la palabra
Torre y que indican lugares
en que hubo vigías, tan numerosas en las inmediaciones; el
haber existido convento de Templarios en el despoblado cercano de
la Coronada, nueva señal de comunicación frecuentada,
y el citarse repetidamente dicha población, con los nombres
de Turgéllum,
Turgiello ó Turjálah, en las reseñas
de expediciones y conquistas, enlazada casi siempre á la
anterior de Santa Cruz.
Tampoco hay duda
sobre la continuación de la vía por Jaraicejo, que
tiene la ermita de Nuestra Señora de los Hítos, por
las Cásas del Puerto de Miraveie, puente de Almaraz, que
también se llamó de Albalat, nombre indicador de
camino, el mismo de la villa que estuvo colocada en la orilla
izquierda del TÁGVS
ó Tajo, donde hay grandes ruinas antiguas, llamadas de
Villavieja, y restos de un campamento romano. La vía
continuaba en la derecha pasando cerca de Almaraz, de Belvís
de Monroy, por Navalmoral de la
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––––––––
Mata, Calzada de Oropesa, Torralba de Oropesa, y llegaba á
Talavera de la Reina marchando probablemente por las
cercanías de Alcañizo y La Calera, más bien
que por donde va hoy el nuevo arrecife. En la mayor parte de los
pueblos cruzados por el camino y en algunos inmediatos, como en el
de Belvís de Monroy, hay restos romanos, nombres é
indicios del paso de una vía frecuentada y seguramente
romana, demostrando casi su existencia la sola denominación
de la villa de La Calzada;
pero no me detengo en el señalamiento de otros pormenores
para no alargar este escrito, sobre todo porque la última
sección no es de las más relacionadas con la parte
que me he propuesto tratar. Como se ve, la antigua vía
romana seguía casi el mismo trazado que tiene la carretera
general ó de primer orden de Madrid á Extremadura,
que ha aprovechado muchos trozos de ella, lo mismo que sucede en
varias de nuestras comunicaciones actuales, y que ha contribuido
á que se pierdan los vestigios de las antiguas;
también la sigue, en algunas secciones, la moderna
línea del ferrocarril, y con muy ligera variación, en
las restantes, diversos estudios de otras líneas que no han
llegado á ejecutarse. Los pueblos que he ido
señalando se encuentran designados como puntos de paso en
las reseñas de antiguas expediciones, de viajes regios
ú otros, como en las Cartas de Álbar Gómez de
Castro, la Colección de
documentos inéditos, por Salvá y Sáinz
de Baranda, el Diario del
viaje de D. Francisco
Pérez Bayer, y otra porción de libros, demostrando
nuevamente la existencia de una comunicación frecuentada,
desde tiempos remotos, que no podía ser otra que una
vía romana, únicos caminos que han existido hasta
época bien reciente.
Para
señalar el trazado probable de la calzada que había
de pasar evidentemente por AVGVSTÓBRIGA ó
Talavera la Vieja, es preciso abandonar la anterior en Trujillo
ó acaso antes en Santa Cruz de la Sierra: partiendo de esta,
hay camino antiguo, bastante frecuentado, por Herguijuela, que se
llamó antes Calzada de Herguijuela, hacia Aldeacentenera
ó Aldeanueva de Centenera y á Retamosa, cruzando
entre ambas el río Almonte por el puente del Conde, y
siguiendo sus orillas por la angostura entre Cabáñas
y Rotúras; pasa después cerca de Robledollano para
llegar
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––––––––
al despoblado de la Avellaneda y luego á Talavera la Vieja,
marchando bastante próxima á Bohonal de Ibor. El
nombre de Calzada de Herguijuela parece un indicio seguro, aunque
esta población pudo recibirlo por otra vía romana de
que después se hablará: no lejos de Aldeacentenera
está el cerro del Castrejón con la fortaleza del
Castillejo, que indica la existencia de obras para defender el
tránsito; también hay castillo antiguo y famoso sobre
la villa de Cabáñas, que fué abadía y
población importante, dominando aquel la cortadura
practicada por el río Almonte en una de las crestas
principales, y existiendo allí el caserío de
Collado-llano; cerca del camino, y en término de
Castañar de Ibor, hay un cerro llamado del Castillejo y la
sierra de la Matanza, indicios probables de defensas y combates: en
Avellaneda se recuerda, según nuestro inolvidable colega
D. Fermín
Caballero, un camino llamado francés, que eran las
vías antiguas seguidas por los peregrinos, y nada hay que
decir de Talavera la Vieja donde son numerosos los restos romanos,
existiendo inscripciones, sepulcros y columnas, torres y castillos
también romanos, entre ellos el de Alijar que Gómez
de Castro1,
de acuerdo con otros, cree es el de Rocafrida del cantar antiguo;
además quedan puentes en los arroyos inmediatos, calzada que
va al Tajo, en el que parece hubo máquina para elevar las
aguas, y otras muchas señales de la importancia de su
población antigua, llamándose cañada real el camino viejo,
como sucede con otros muchos que han sido calzadas romanas.
Si se supone que
el antiguo camino partía de Trujillo, lo cual es
indispensable si ha de tenerse en cuenta el texto del Ravenate sin modificarlo, y siempre me
parece lo más natural, podría ir el camino rectamente
á Aldeacentenera, pasando cerca de la casa de Torre Herrera,
del sitio de Las Ataláyas y por el despoblado de Centenera,
siguiendo en el resto como se indicó antes. Otro camino muy
frecuentado hay, desde la misma ciudad de Trujillo, á
Talavera la Vieja por Torrecilla de la Tiesa y Deleitosa,
existiendo restos antiguos y castillos en estas poblaciones,
así como en
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––––––––
el cruce del río Almonte; continúa después por
Campillo de Deleitosa, Mésas de Ibor y Bohonal de Ibor,
cruzando en el intervalo el río Ibor por el puente de las
Verédas; pero no parece tan probable que este fuese el
romano, aunque es antiguo é importante y fué seguido
por el ejército inglés en la guerra de la
Independencia, á principios de este siglo: entonces se
ejecutaron obras defensivas notables en las cercanías de
Mésas de Ibor, donde nuestro eminente colega y maestro en
estas materias, D.
Aureliano Fernández Guerra, coloca á la carpetana
ÉBVRA ó
LÍBORA de Tolomeo;
siempre tiene el inconveniente de que ha de cruzar la sierra de
Miravete ó del Campo por pasos más altos y
difíciles. Gómez de Castro habla de un enlace de
Talavera la Vieja con la calzada de Trujillo por un camino antiguo,
que sigue la orilla del Tajo, pero lo califica de mucho más
escabroso.
El que yo
considero como antiguo camino romano, aunque no haya noticia de
vestigios evidentes, reune, sin embargo, condiciones excepcionales:
pasa la notable cordillera que va desde el Tajo á las
Villuércas por el punto donde la ha cortado el río
Almonte, es decir, sin desniveles, y acaso el pueblo de
Rotúras, próximo y dependiente de
Cabáñas, debe su nombre, más bien que á
rotura de la gran cresta y de otras secundarias, cortadas por el
río, á obras artificiales hechas para allanar el paso
en sus orillas; el antiguo castillo de Cabáñas parece
construido expresamente para defender las cercanías de este
paso, y los nombres de Collado-llano y Robledo-llano indican
nuevamente su facilidad: el último pueblo se llamó
antes Medio-Robledo, porque pertenecía por mitad á
Deleitosa y á Cabáñas: además, desde La
Avellaneda, punto de paso para Talavera la Vieja señalado
por Naugerio2,
se aprovecha casi siempre una meseta divisoria, entre el río
Ibor y el Guadalija, para llevar por ella la calzada, sin obras
difíciles, descubriendo y dominando el territorio. La
distancia de Santa Cruz de la Sierra á Talavera la Vieja,
por el camino descrito, es cuando menos de 46 millas y de 51 si ha
de pasar por Trujillo, de suerte que difiere muchísimo de
las 12 ó 22 que
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––––––––
cuenta el Itinerario, entre
LEVCIANA y AVGVSTÓBRIGA; partiendo
de esta última, resultaría la mansión anterior
hacia la Avellaneda, si se cuentan solo las 12 millas y en el cruce
del Almonte en caso de adoptar las 22. Podría suponerse que
en el Itinerario se
había omitido la mansión TVRGÁLIVM y su distancia
á AVGVSTÓBRIGA; en tal
caso, no vienen mal las 12 millas al Risco de San Gregorio, entre
Santa Cruz de la Sierra y Puerto de Santa Cruz, pudiendo suponerse
en él á LEVCIANA, como
resulta también por las distancias hasta Mérida; pero
tales suposiciones son muy aventuradas y poco probables, sobre todo
si ha de tenerse en cuenta que la suma de las distancias parciales
coincide en el itinerario de EMÉRITA á
CAESARAVGVSTA con la total
asignada en el mismo, según ya dije. Todavía debo
aludir que la población de Lomundo ó Lomondo, citada por el Ravenate, y cuyo nombre acaso
esté adulterado, podría hallarse hacia las orillas
del Almonte, tal vez cerca de Retamosa y de la notable cortadura:
así resulta en el intermedio de la distancia desde
AVGVSTÓBRIGA á
TVRGÁLIUM, y el nombre
del río no deja de parecerse al de la mansión
Lomondo, conservando casi
todas sus letras radicales.
La
continuación de esta vía romana hasta Toledo es menos
dudosa, en cuanto al trazado, pero se hace preciso suponer
también la falta de otra mansión y de una distancia
importante: es evidente que la vía pasaba por Talavera de la
Reina, pero lo es igualmente que faltan unas 36 millas, las que
median entre las dos Talaveras, pudiendo corresponder las 55
señaladas en el Itinerario, desde AVGVSTÓBRIGA á
TOLÉTVM, á las que
median entre esta y CAESARÓBRIGA, en el
supuesto de haberse suprimido la última mansión
citada por error del copista, nacido de la igualdad en la
terminación de ambos nombres. La distancia entre Talavera de
la Reina y Toledo se halla bastante conforme, aunque tal vez
resulta algo menor en los caminos más directos. Desde luego,
después de Talavera la Vieja la vía cruzaba el
TÁGVS, acaso por el mismo
sitio del antiguo y hoy cortado puente del Conde, y marchaba
á Berrocalejo de Abajo; el paso del río estaba
defendido en ambas orillas; en la izquierda por el castillo de
Alixar ó Alija, ya citado, y en la derecha por otra
fortaleza cuyos restos romanos y árabes se elevan en el alto
de Peñaflor: aquí y en el pueblo
–––––––– 14
––––––––
de Berrocalejo hay inscripciones antiguas, una de ellas que parece
haber correspondido á miliaria, además de figuras de
jabalíes de piedra ó berracos, como los llaman en el
país, y que suelen considerarse como signos de
término. Dos caminos frecuentados siguen á Talavera
de la Reina; el uno por la villa ya casi despoblada de Puebla de
Naciádos á la Calzada de Oropesa,
incorporándose con la otra vía ya descrita, y el
segundo, más meridional, que parece la prolongación
de la calzada que nos ocupa. Esta pasa cerca de Valdeverdeja, que
tiene también antiguas lápidas3,
por la villa de Torrico, donde hubo castillo, y al Norte de
Villafranca del Puente del Arzobispo, con la cual debió
enlazarse por un ramal y á la que llegaba camino importante
de Norte á Sur, además de otra vía de que
hablaré después. Seguía la de que se trata
cerca de Alcolea de Tajo, llamada antes de Talavera, cuyo nombre
indica también la existencia de castillejo,
hallándose en su término la huerta del Camino Real y
la labranza del Hospital; luego debió pasar á corta
distancia del CASTÉLLVM CÍSELI, en el sitio de
Sílos cerca del Tajo, señalado por nuestro sabio
colega el R.
P. Fidel Fita4,
donde hay también un arroyo llamado de la Puentezuela, que
puede ser indicio de puente antiguo, siguiendo á La Calera,
que tiene el caserío del Torrejón, señal de
antiguas ruinas, y por cerca del de Alcoba, donde también
las hay así como lápidas romanas, hasta llegar
á Talavera de la Reina ó CAESARÓBRIGA. Nada es
preciso decir de la importancia de esta población, que tuvo
murallas y alcázar antiguo, conservando restos de templos y
numerosas lápidas, además de muchos nombres, como el
del arroyo Albaladiel y otros que indican el paso de antiguos
caminos.
Parece que entre
Talavera y Toledo existían dos vías romanas por ambas
orillas del Tajo; de las dos hay vestigios evidentes en diversos
puntos y otros muchos indicios, siendo indudable la existencia del
antiguo puente romano que sirvió para dar nombre á la
primera ciudad. La vía de la margen derecha, camino
muy
–––––––– 15
––––––––
frecuentado siempre5
y que en muchos parajes conserva el nombre de real, iba por Monte Aragón y
cerca de Mañosa á Cebolla, donde existía
hospital, de transeuntes y castillo, estando además el de
Villalba, que fué de Templarios, sobre el camino del Carpio;
seguía por la proximidad de Mesegar á dicha villa de
El Carpio de Tajo, que tiene los caseríos de Piedra alta y
baja y la huerta de los Cantáres, y por la Puebla de
Montalbán que, según el fuero, se llamaba Villarta en
1200 y antes Ronda, donde hay palacio y restos antiguos, entre
ellos los de calzada en una media legua, según noticia de
D. Fermín
Caballero, si no la confunde con la de Melque, en la otra orilla
del Tajo y que antes se creía correspondiente al mismo
término; luego continuaba por cerca de Burujón, donde
está el alto y despoblado de Torralba, que puede ser un
nuevo indicio, á Albarreal de Tajo y, por el Sur de
Riélves, tocaba en un sitio con ruinas y mosáicos
romanos como de una quinta, é iba á cruzar el
Guadarrama por antiguo puente romano que, según Higuera y
Cornide, existía un cuarto de legua más abajo del
actual, en el sitio de Mazarabédas, llamado antes
Mazaravédula, al Norte del caserío de
Matánzas, llegando por último á Toledo, en
cuya vega, dice el mismo Cornide, había vestigios de calzada
y aun se veía antes alguna miliaria.
No pocos han
querido suponer que la antigua vía romana iba más al
Norte, siguiendo hasta Santa Olalla la actual carretera de primer
orden de Extremadura, y torciendo luego por Alcabón,
Torríjos de los Oliváres y Riélves á
Toledo, casi por el trazado de la moderna carretera. Otros indican
un trazado intermedio, marchando desde Cebolla por Erústes,
Carríches, Carmena y Gerindote á Riélves;
pero, aunque en muchos de estos pueblos ó en sus
cercanías hay restos romanos, no parece probable que
existiera otra vía tan cercana en aquel tiempo, á
pesar de que el último camino lleva también el nombre
de real viejo y hay un
sitio llamado Calzada entre
los dos penúltimos pueblos: todas estas vías fueron
frecuentadas en las épocas antiguas para la expediciones y
conquistas.
–––––––– 16
––––––––
El trozo en que parece indudable la existencia de camino romano es
el de Talavera de la Reina á Santa Olalla, que se prolongaba
al Nordeste y del cual existen mayores señales é
indicios; pero este sale completamente del territorio y del objeto
que me he propuesto analizar; observaré, sin embargo, que
llamándosele en un documento6,
víam
toletánam qua itur de sancta heulalia ad
talavéram, podría ser esto indicio de la
existencia de la vía completa hasta Toledo. La distancia de
Talavera de la Reina á esta capital, por el camino
más próximo al Tajo, es solo de 52 millas, en vez de
las 55 que corresponden en el Itinerario de Antonino, bajo el
supuesto indicado del cambio de AVGVSTÓBRIGA por
CAESARÓBRIGA: apenas
resulta diferencia para los otros caminos posibles por
Carríches y Santa Olalla. La longitud total entre
EMÉRITA y TOLÉTVM por la vía
descrita resulta de 183 millas, en vez de las 111 ó 121 que,
como máximo, señala el mismo Itinerario.
Tampoco hay duda
sobre la existencia de otra vía romana por la izquierda del
Tajo; esta debía seguir, desde Talavera de la Reina,
bastante próxima á su orilla meridional y pasar por
la dehesa de Órbiga, que tiene restos de población
antigua y se llamó antes Lórbiga, donde se cree, con
bastante razón, que estuvo la ILVRBIDA de Tolomeo; algo
más adelante, también cerca del Tajo, está la
dehesa de Santa María de las Albuéras, igualmente con
ruinas, sepulcros y otros restos antiguos, como los hay más
al Este en las dehesas de los Carvajáles y en la de San
Petro de Almofrague, que es despoblado á orillas del
Sangrera. Opinan algunos, y también lo encuentro fundado,
que en las Albuéras pudo estar la población de
LÍBORA, citada igualmente
por Tolomeo y colocada, según algunos códices, muy
próxima á la anterior, aunque varios autores han
querido identificarla con Talavera de la Reina que se llamó
alguna vez Medina Télbora y Ébura, suponiendo que
aquel nombre fué anterior al de CAESARÓBRIGA; pero otros
datos, y algunas inscripciones halladas en Portugal, parecen
indicar que debió llamarse más bien TALABARA, nombre que
corresponde, con ligera
–––––––– 17
––––––––
variación, al de Talabaira que le dieron constantemente
los árabes7.
Para mí es todavía más verosímil la
identificación de LÍBORA,
porque así se explica el nombre de Lébura citado por el
Ravenate entre Toléton y Augustabria, el cual pudo tomarse del
camino por la izquierda del Tajo, omitiendo por lo mismo el de
CAESARÓBRIGA: ILVRBIDA queda á unas 3
millas al Este de Talavera de la Reina y LÍBORA á 10.
Continuando por la orilla Sur del río, el camino
debía pasar cerca de Malpica, que tiene castillo y ruinas
romanas en las dehesas inmediatas, por el lado de la labranza de
Tamuja, donde hay otras ruinas y mosáicos, cruzando
probablemente el río Cedena cerca de la casa del
Torrejón, y siguiendo el camino antiguo de Malpica, llamado
más adelante de los Arriéros y de Toledo; hacia la
confrontación por el Sur de la Puebla de Montalbán,
debió ir por las dehesas y despoblados de Albaladejo y
Castrejón, nombres indicadores de caminos y defensas,
existiendo todavía restos del castillo de la segunda
denominación. En esta parte se ofrece alguna duda; á
unos 7 ú 8 kilómetros del Tajo, y entre él y
San Martín de Montalbán, se hallan notables ruinas
romanas contiguas á la ermita de Nuestra Señora de
Melque, que fué la tercera bailía de los Templarios,
y un trozo de calzada de 4 á 5 kilómetros que se
dirige al castillo de los Montalbánes, habiendo á su
lado lápidas y dos miliarias, una de ellas al parecer con el
núm.
XXXII8:
no creo probable que la vía de la izquierda del Tajo pasara
por aquí, lo que la obligaría á un rodeo
notable y á internarse por terreno algo más quebrado:
podría ser un ramal que enlazase con ella algunas posiciones
defensivas ó acaso trozo de un nuevo camino del que
hablaré después; Cornide y Ceán9
colocan en Melque á la PATERNIANA de Tolomeo. La
distancia entre Talavera de la Reina y Toledo, por la orilla
izquierda del Tajo, resulta de 53 millas.
No creen todos tan
seguro que existiese igualmente camino romano por el Sur del
TÁGVS, entre Talavera de
la Reina y el Puente del Arzobispo; sin embargo, no puede menos de
sorprender
–––––––– 18
––––––––
la circunstancia de que haya ruinas de aquella época,
inscripciones y sepulcros, con los restos de un castillo, en la
granja de Pompajuela, cuyo nombre quieren suponer que procede de
Pompeyo, así como en el pueblo de Las Heréncias, al
que pertenece aquella, las dehesas llamadas del Castillejo alto y
bajo y además, en la del Castellano, á orillas del
Gébalo y no lejos de su confluencia con el Tajo, el sitio
nombrado Barranca del Castillo, donde hay restos de uno y varias
ruinas y sepulcros; más al Sudoeste se halla el pueblo de
Aldeanueva de Barbarroya, primero de cristianos que se fundó
en el territorio de La Jara y en sitio donde estuvo antes el
santuario de Santiago de la Zarzuela; en su término
está el caserío de Retortilla: al Oeste de dicho
pueblo, hay el fuerte del Castro y ruinas de un puente romano
designado con el mismo nombre, sobre el río Huso á
cuya orilla izquierda están las notabilísimas de la
llamada ciudad de
Váscos, en que hay evidentemente una parte romana;
Fernández Guerra coloca aquí la RÍGVSA de Tolomeo:
también existen ruinas romanas y de otro castillo en
Azután, cerca del arroyo Andilucha y del citado Puente del
Arzobispo. Además, todas las cumbres cercanas al Tajo
están coronadas por fuertes ó atalayas, algunas de
construcción árabe, y á veces, entre risco y
risco, se ven anchos paredones para cerrar los pasos, todo lo cual
indica el interés para defender esta línea y la
posibilidad de que existiera comunicación á lo largo
de ella.
Para encerrar todo
el espacio que ha de ser objeto de nuestro estudio, voy á
describir el trazado de la vía romana que iba de
Mérida á Toledo por el Sur y Levante, después
de haber descrito la del Oeste y Norte, principiando también
por secciones de trazado indudable y bien comprobadas. En su
primera parte, y por lo menos hasta Almadén, corresponden
á otra vía ya citada, la de EMÉRITA á
CAESARAVGVSTA, que llama el
Itinerario, con notable
error, per
LVSITÁNIAM,
el cual corrige nuestro sabio colega, Don Aureliano
Fernández Guerra, advirtiendo que acaso quiere decir el
texto per
LAMÍNIVM, por
donde pasa efectivamente en su trayecto. Ya dije que hasta cerca de
Santa Amalia, es decir, en unas 16 millas próximamente,
debía ser común el trazado á ambas calzadas:
después, es indudable también el paso por
Medellín, que antes se
–––––––– 19
––––––––
hallaba en la orilla derecha del ÁNAS ó Guadiana,
por cambio en el cauce del río, quedando claros vestigios de
dicha variación, del antiguo puente y de la calzada, antes y
después de la villa, la antigua METELLÍNVM, que tiene
castillo notable: sigue luego la vía, por el Norte de
Mengabril y Don Benito á Villanueva de la Serena,
viéndose aquí nuevos vestigios y dando muestra
también de sus defensas los varios castillos ruinosos que
hay al Sur de Don Benito y los nombres de Sierra de los
Castilléjos, dehesa de la Torre y otros análogos.
Después de Villanueva, torcía al Sudeste para pasar
cerca de Magacela y La Coronada, aproximándose probablemente
más á la primera, posición importante con
fuerte castillo y que ha figurado mucho, lo mismo que
Medellín, en las guerras y conquistas: las dehesas de la
Torre y Torralba conservan, sin duda, el recuerdo de otras
defensas. Casi en la misma dirección continúa luego
hacia Campanario y á cruzar el Guadalefra cerca de la ermita
de Piedra-escrita, donde hay lápidas romanas, lo mismo que
en la población cercana, en la cuesta de Magacela y en
Villanueva de la Serena, que cuenta también con antiguo
hospital, indicio de camino frecuentado: el que nos ocupa marcha
otra vez hacia el Este por el llano de la Serena,
conociéndose hoy con el nombre de real de la Serena ó general de la Mancha á
Extremadura, y pasando á lo último por Zarza-Capilla,
Peñalsordo y Capilla hasta llegar al río
Zújar. En Zarza-Capilla hay la casa de los Mármoles y
en la última población el castillo llamado de los
Móros, en altura cercana, los molinos de Piedra-Santa, el
despoblado de Bóveda con ruinas romanas y, en la confluencia
con el Estéras, el monasterio de la Encarnación, que
fué de Templarios: las lápidas halladas en este,
demuestran que estuvo aquí el municipio de MIRÓBRIGA y queda por lo
tanto identificada con seguridad una de las mansiones de la
vía.
La otra,
CONTOSOLIA, no ofrece tampoco
dificultad, pues aunque hay falta también en la distancia,
siendo realmente de 74 millas la que media entre las situaciones de
EMÉRITA y MIRÓBRIGA, por el camino
descrito, y de 51 la máxima que acusan los datos del
Itinerario de Antonino,
debe notarse que 16 son comunes á las dos calzadas que salen
de Mérida y, sobre todo, que el empalme
–––––––– 20
––––––––
de esta debió tener lugar en la mansión de
METELLÍNVM de la
vía de Córdoba, que dista 23 millas de Mérida
y 7 solo del punto probable de empalme, aunque el Itinerario marca 24, según dije,
diferencia que puede proceder de los puntos elegidos para empezar
á contarlas. Cornide supuso que la otra mansión se
componía de dos, CONTO y
SOLIA, situando la segunda
bastante arriba en las orillas del Guadiana, á 3 leguas de
Cásas de Don Pedro, y fundándose en una lápita
hallada en Villanueva de la Jara; pero sus hipótesis no son
admisibles, lo mismo que las de Ceán, que la coloca en
Mengabril, por donde no pasaba la calzada ni coincidiría la
distancia. Otros mezclan estas mansiones con las de LACIPEA y LEVCIANA de la otra vía,
lo cual tampoco es probable, y la única solución
acertada es la que propuso nuestro sabio compañero
D. Eduardo Saavedra,
colocándola en Magacela, aunque la distancia á
Medellín no sea de 12 ni 15 millas, excediendo de 16,
aún contada desde el pié de la cuesta, que es por
donde debió pasar la vía: verdad es que pudo empalmar
algo al Sur de METELLÍNVM y así
hay completa coincidencia. Igualmente resulta exacta la distancia
máxima de 36 millas, señalada en el Itinerario hasta MIRÓBRIGA, lo mismo que
la de 13 ó 14 á la mansión siguiente, que es
la de SISAPO y está
evidentemente en Almadén: el camino debía tocar en
Chillón, que se halla al Noroeste, y allí
había ruinas antiguas y de los árabes, un castillo y
restos de otro al Norte en la sierra del Castillejo. Algunos
suponen que el antiguo nombre de SISAPO
equivale á mina, lo
mismo que el moderno de Almadén, y creen que debió
estar en el paraje de las Cuévas, al Nordeste de la villa
actual, donde hay vestigios de población y están los
de minas más antiguas: es posible también que
allí hubiese algún barrio importante. El sitio de
Almadén era confluencia ó crucero principal de
vías antiguas, partiendo de esta población,
además de las que señalamos ahora, otras para la
BAÉTICA: así lo
demuestra también la existencia del castillo de
Asnarón, antes de Aznaharón y de los que indican los
nombres de Vírgen del Castillo, Dehesa de Castilséras
y otros varios, además del morisco del Retamar, que
está en la misma villa.
Dos caminos
antiguos, llamados ambos de la
Plata, parten de Almadén para Toledo; pero el que yo
creo corresponde á la vía
–––––––– 21
––––––––
señalada en el Itinerario
de Antonino, y en el que se conservan vestigios evidentes de
vía romana, es el que sigue al Este por Almadenéjos,
donde hay también restos de antiguas minas, por las minetas
de Valdeazógues y una parte del río de este nombre
hasta el pueblo de Fontanósas: aquí se completan las
20 millas desde Almadén y es donde yo creo que debió
estar la mansión de LACIPEA, siendo natural que la
vía recorriese toda la zona en que están los
yacimientos de cinabrio. La estación siguiente corresponde
á Luciana ó sus cercanías, estando
también de acuerdo la distancia de 24 millas, que separaba
la anterior de LEVCIANA y no
pudiendo menos de llamar la atención esta coincidencia del
nombre: el camino marcha al Nordeste hacia Abenójar y,
después de cruzar las lomas de las Sepultúras, deja
al lado, por la izquierda, la ruinosa granja de la
Encarnación, situada en una colina, donde hay restos
antiguos y notables columnas, y por la derecha el alto del
Castellar. Abenójar es población muy nombrada en las
antiguas expediciones militares y, después de pasar por ella
y de atravesar una angostura sobre el Guadiana y este río,
llega este camino á Luciana. Algunos pretenden que la
antigua vía, antes de Abenójar, marchaba por
Gargantiel y aún colocan en este último á
LACIPEA, pero no está ni
á la mitad de la distancia marcada en el Itinerario, resultando siempre corto el
total hasta Luciana: otros, por el contrario, indican el trayecto
á Abenójar por Saceruela, dando un rodeo
injustificado y suponen aquí á LACIPEA, donde no coincide mal
la distancia, que se contaría sobre caminos probablemente
romanos también, pero que corresponden á dos
vías diferentes; el trayecto á LEVCIANA resultaría un
poco largo.
Antes de completar
la descripción del camino hacia Toledo, voy á
ocuparme de la continuación de la otra vía de
Antonino hasta MARIANA, cuya situación
está perfectamente determinada en la ermita de Marllena
ó Mairena de la Puebla del Príncipe, al extremo
Sudeste de la provincia de Ciudad-Real, gracias á las
concienzudas investigaciones de mi dignísimo amigo
D. Aureliano
Fernández Guerra: las dos mansiones intermedias son las de
CARCVVIVM y TVRRES, separadas por una
distancia de 26 millas, mediando 20 entre la primera y SISAPO y 34 de la segunda
á MARIANA: casi
unánimemente sitúan todos la de CARCVVIVM en Caracuel, que
se
–––––––– 22
––––––––
llamó antiguamente Caráques, Cárcara y
Caracui, atendiendo á la analogía del nombre, y por
existir allí ruinas romanas é inscripciones,
vestigios de caminos antiguos y circunstancias especiales que
ofrece el paso de una pequeña cordillera: tiene
además viejo castillo y hay otro en la inmediata villa del
Corral de Caracuel. Cornide y algunos más designan
también el paso de este camino por Cabezarádos, donde
se le llama real y hay
ruinas antiguas. Conforme con estas apreciaciones, debo manifestar
que la distancia de 20 millas señaladas á SISAPO, solo llega desde
Caracuel hasta un poco más allá de Abenójar y
que en esta villa, ó algo más al Sur, debe suponerse
el empalme de dicha vía con la de Almadén á
Luciana; para llegar á la primera faltan otras 26 ó
30 millas: yo me inclino á señalarlo en
Abenójar por lo antiguo y frecuentado del camino que pasa
por él, parte del que se ha llamado constantemente
real de Valencia ó
de la Mancha á Extremadura y Portugal, además de que
así lo justifica la prolongación probable de la
antigua vía por Saceruela, y más al Oeste que ya he
indicado y de que hablaré después. Unánimes
son igualmente las opiniones, y están de acuerdo con los
vestigios que se conservan, para señalar la
continuación de la vía romana, dejando al Sur una
pequeña cordillera, por Cañada del Corral de
Calatrava, Villar del Pozo, al Norte de Ballestéros y por
los baños de los Hervidéros de Fuensanta, donde se
han hallado restos y monedas romanas, queriendo algunos que siga
hacia Almagro, cruzando el Jabalón por antiguo puente
arruinado, con indicios de ser también romano, y otros que
continúe por la orilla izquierda hasta la antigua
ORÉTVM; ésta,
según sabemos, se hallaba en el cerro de los Obíspos,
á la orilla izquierda del Jabalón, donde hoy la
ermita de Nuestra Señora de Oreto, de Azuqueca ó
Zucueca, al Sudeste de Granátula de Calatrava: dicha ermita
es edificio romano, como lo es también un puente que hay
cercano al actual; ya lo había dicho Ambrosio de
Morales10.
Allí existen lápidas, lo mismo que en la ermita de
Santa Columba, algo más abajo á orillas del
río, así como restos de antiguo palacio y castillo de
moros
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––––––––
en Aldea del Rey, cerca de la cual pasaba la vía. No vienen
muy mal aquí las 26 millas desde CARCVVIVM, aunque la distancia
es más bien de 23, pero siempre resulta que ha de
intercalarse esta nueva mansión, siendo indudable que la
vía debió pasar por ORÉTVM, aun cuando
sólo fuera por la importancia de la población
antigua; algunos han supuesto que TVRRES
estaba cerca de los Hervidéros de Fuensanta, donde se
conserva el nombre de Tórres á un quinto de aquellas
dehesas, así como los de Villafranca y Atalaya, que pueden
ser indicadores, á sitios contiguos, pero la distancia
resulta muy corta respecto de CARCVVIVM.
La mansión
de TVRRES, con trayecto de 17
á 18 millas, debió hallarse en las inmediaciones de
Santa Cruz de Mudela, cerca de la cual hay la casa de los
Hítos, el sitio de los Castillónes y otros indicios:
la calzada continuaría por Torrenueva, donde hay asimismo el
cerro del Castillón, y si bien es población moderna,
reemplazó á otra llamada Torre vieja, según
las Relaciones
topográficas del tiempo de Felipe II, las cuales
señalan también camino recto hacia Torre de Juan
Abad, población antigua, hallándose en el intervalo
la dehesa de los Hítos, los caseríos de
Caminéros y Peñuélas y el cerro bastante
aislado del Buey, con castillo y ruinas, quedando al Sur de la
última villa las antiguas torres de Joray, donde hay
también muchas ruinas, y está bien claro el camino
romano que se dirige á la ermita de Marllena; hasta ella
corresponden bien las 34 millas desde Santa Cruz. Este trazado me
parece mucho más natural y seguro que el indicado por otros
de Almagro á Moral de Calatrava, Valdepéñas y
Alcubillas, aunque en estos puntos, y otros inmediatos del
trayecto, haya ruinas romanas; en el Moral, hospital antiguo de
transeuntes y el castillo de Peralosa, antes de Túrmas del
Toro, así como en Valdepéñas, lápidas y
algunos vestigios de calzada. Me he detenido algo más de lo
necesario en reseñar la parte oriental de esta otra
vía de Antonino, y
hasta llegar á una mansión bien determinada como la
de MARIANA, para demostrar
más su enlace con la de Toledo y la necesidad del mismo que
explica la falta en alguna distancia, lo cual no podría
justificarse de otro modo; por cierto que el Ravenate solo cita las mansiones de
Lamini y Marimana, bien fáciles de
reconocer, suprimiendo
–––––––– 24
––––––––
las otras hasta Mérita ó más
bién á Metilinon que también
nombra.
Continuando la
descripción de la vía á Toledo, diré,
que á corta distancia al Norte de Luciana están los
restos de la ermita de San Andrés y próximos los del
castillo de Castilrubio; aquí, y en el sitio de Altopaso,
hay ruinas y lápidas romanas, aunque algunas se suponen
adulteradas; también está allí la cuesta
llamada de los Pilónes, que puede ser nuevo indicio; muy
cerca, aunque ya en el término de Piedrabuena, se alza el
cerro de Valmayor con vestigios de castillo y de gran plaza de
armas, donde pudo estar la acrópolis, si no la
población de LEVCIANA que se
hallaría probablemente, como hoy, á orillas del
Guadiana y al lado de su confluencia con el Bullaque. El camino que
sigue á Toledo se llama por aquí antiguo de la Plata ó
cañada real de
Alcudia, y va á cruzar el segundo río casi frente
á Porzuna, á la distancia de 12 á 13 millas,
justamente la menor de las señaladas en el Itinerario: pasa antes, por el sitio de
la Torrecilla, una estrechura frente de Piedrabuena, defendida en
la orilla izquierda por el castillo de Miraflóres y por un
muro que cruzaba el río, así como otro su afluente el
arroyo de Peralosa y que, aun hallándose roto, sirve de
puente. En el sitio frente á Porzuna, y en los altos cerca
de la casa de Castilléjos, pudo estar la mansión de
AVGVSTÓBRIGA,
satisfaciendo á la condición que exige su nombre de
hallarse en el cruce de un río; pero la distancia siguiente
á Toledo resulta muy larga y sólo coincide bien con
las 55 millas del Itinerario, suponiendo que la
vía continuaba por la orilla del Bullaque ó acaso por
un camino algo apartado en la derecha de él, y que se llama
de los Carríles, hasta más arriba, para cruzarlo en
la unión con el río Alcobilla, frente á las
casas de las Íslas, donde estaría mejor AVGVSTÓBRIGA y llegan las
22 millas desde Luciana, reuniéndose en dicho paraje dos
ramales de otras vías de que luego se hablará. En uno
y otro caso ha de suponerse la existencia de otra población
de aquel nombre, pero hay ya más de una en España y
la analogía del de LEVCIANA, la
circunstancia de hallarse sobre un camino conocidamente romano,
entre Almadén y Toledo, y la exacta concidencia de todas las
distancias, son argumentos que sobrepujan, en otro sentido,
á las condiciones que pueden presentarse para llevar este
itinerario por la AVGVSTÓBRIGA Vettona. La
continuación hacia el
–––––––– 25
––––––––
Norte no ofrece ya la menor dificultad, siendo bien conocido el
trazado del antiguo camino y confirmándolo multitud de datos
y pormenores que voy á reseñar: en los documentos
publicados por Salvá y Sáinz de Baranda se cita, como
uno de los recorridos por los Reyes Católicos. Siguiendo por
llano, en algún trecho de las orillas del Bullaque, pasa
luego una nueva angostura, defendida en la margen derecha por la
torre de Abrán ó Abrahán; continúa
cerca del caserío y despoblado del Molinillo y cruza la
divisoria entre Guadiana y Tajo por el puerto del Milagro, donde
hubo castillo de igual nombre; en la vertiente del Norte toca la
vía en el pueblo de Las Véntas con Peña
Aguilera, que tiene el despoblado de Peña Aguilera con
torreón árabe y el castillo del Águila; sigue
por Cuerva, muy nombrado en expediciones y batallas, que tuvo casa
de peregrinos, conservando castillo y la dehesa de Camino Real, que
confirma la existencia de la antigua vía; por Pulgar, donde
hay castillo árabe, pasando después por la casa y
venta de la Torrecilla, antes de Láyos, y por Argés
para llegar á TOLÉTVM;
en el anterior están el despoblado de Torre de
Cervátos, con torreón, y la dehesa de
Matamóros, señales de defensas y de combates á
inmediación de la vía.
Al otro camino
antiguo y más directo que hay desde Toledo á
Almadén, el cual lleva también el nombre de
la Plata, y que
debió ser vía romana, no es dable aplicar, de un modo
tan exacto, las mansiones ni distancias del anterior: se aparta de
este al pie de la torre de Abrán para pasar á la
orilla derecha del Bullaque, y por el caserío de
Navaelrincón sigue hasta cruzar el Guadiana al Oeste de la
dehesa de Moríllas del Chiquero, continuando rectamente
á Saceruela y Almadén. Dicha dehesa, que es
todavía del término de Luciana, tiene lápidas
romanas y ruínas, entre ellas las de un castillo, distando
una milla del Guadiana y dos del camino, que pasa fuera de aquella
jurisdicción y, por lo tanto, no parece que ni en su
emplazamiento, ni en el cruce del Guadiana puede suponerse la
mansión de LEVCIANA:
habría que colocar á AVGVSTÓBRIGA hacia
Navaelrincón, al pie del puerto de la Plata y cerca del
cruce del río Alcobilla, con la distancia algo corta
á Toledo. Además, debe hacerse notar la circunstancia
de que un ramal de camino, con el mismo nombre de la Plata y de
–––––––– 26
––––––––
4 millas solamente, va desde las cercanías de
Navaelrincón, en este, á las casas de las
Íslas, de modo que hay una nueva é importante
razón para colocar en ellas á AVGVSTÓBRICA, que resulta
así en el enlace de ambas vías. Desde aquí
resulta igualmente bien la distancia á LEVCIANA, si se creyera que
podía colocarse en el cruce del ÁNAS por esta segunda,
pero no quedarían más que unas 10 millas, en vez de
las 24, á la mansión siguiente de LACIPEA, si ha de situarse en
Saceruela, como es necesario para que coincidan las 20 millas que,
según dije, mediaban luego hasta Almadén. En esta
última parte, el camino pasa por el despoblado y antiguas
minas de las Cuévas, prolongándose también,
con el mismo nombre de la
Plata hacia Andalucía.
Uno de los caminos
más directos, entre Toledo y Mérida, es el que cruza
la cordillera divisoria del Tajo y Guadiana por el puerto
Marchés, que otros llaman de Robledo y muchos creen es el de
Amarela de nuestras
antiguas crónicas, camino que se conoce generalmente con el
nombre de real de
Extremadura y que es indudablemente romano: empalma con los dos
anteriores en Cuerva y se dirige por Menasálbas y la aldea
de las Navíllas, en cuyo intermedio está el puente y
molino de la Torre, aunque otros suponen es el que va desde
Véntas con Peña Aguilera, por San Pablo de los
Móntes, á buscar el mismo puerto rodeando, y no falta
quien pretenda que arranca de Toledo y por Guadamur, Polán,
Noez, Totanés y cerca de Gálvez, llega directamente
á Menasálbas. De todos modos, la continuación
es indudable por Retuerta, nombre que desde luego es un indicio, y
junto al puerto Marchés hay claros vestigios del camino
romano, ruinas de población y de minas antiguas,
según las Relaciones
topográficas del tiempo de Felipe II: D. Aureliano Fernández
Guerra coloca aquí la METÉRCOSA de Tolomeo.
Sigue la vía por el collado del Espinazo del Can y cerca del
cerro de Castillón, al Horcajo de los Móntes, al
caserío y despoblado de San Ginés del Hornillo y
á cruzar el Guadiana por el viejo puente de Villarta,
á cuyo lado hay la ermita de Nuestra Señora de la
Antigua y cerca se encontraba la de San Juan de las
Pavorósas, lugar donde se celebraba una concurrida feria. En
la otra orilla se pasa por Villarta
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––––––––
de los Móntes, algo separada del río; aquí
había antiguo hospital, y el camino continúa por
Fuenlabrada de los Móntes, que tiene vieja fortaleza,
hallándose á 3 kilómetros al Sur, al lado de
la ermita de San Ildefonso, nuevos vestigios de la calzada romana:
prosigue por cerca de Garbayuela, á cuyo lado del Norte
queda el castillo de Mirabueno, y por donde pasa la llamada
carretera general de la
Mancha á Badajoz, luego al lado de Talarrúbias, que
tiene castillo antiguo y fuerte, además de grandes ruinas,
lápidas y vestigios de camino romano, por el pie de la
Puebla de Alcocer, dominada también por importante castillo
y que tuvo hospital, enlazándose por calzada pendiente
á Esparragosa de Láres, donde había convento
de Templarios: el camino antiguo, que se llama aquí
carril de la Mancha,
continúa por la meseta divisoria entre el Guadiana y el
Zújar, bastante llana y que va estrechando sucesivamente,
hasta que, cerca ya de la confluencia, atraviesa el segundo
río, dirigiéndose á Villanueva de la Serena
para empalmar con la vía descrita anteriormente. En todo el
trayecto desde Garbayuela, sigue casi la línea del primer
estudio de ferrocarril entre Ciudad-Real y Mérida. Ya he
dicho que este camino es de los más cortos entre TOLÉTVM y EMÉRITA; sin embargo, no
mide menos de 168 millas ó de 136, descontando las 32 que
hay desde el empalme con la otra vía en Villanueva de la
Serena, cuando el máximum del Itinerario de Antonino da 121, de modo
que sobran 47, ó 15 en el segundo caso. Varios son los que
han querido aplicar á este camino las mansiones conocidas,
aunque lo han descrito con notable incorrección y falta de
datos, mezclando al principal algunos trozos de otras variantes
ó ramales del mismo y adoptando, por lo mismo, para las
situaciones de AVGVSTÓBRIGA, LEUCIANA y LACIPEA las soluciones
más distintas. Ateniéndome al verdadero trazado y
distancias, que han podido medirse con la suficiente exactitud,
diré, que la primera, á 55 millas de TOLÉTVM,
correspondería próximamente al Horcajo de los
Móntes, donde no hay río y solo arroyos secundarios
que no autorizan el agregado de la palabra BRIGA: LEVCIANA caería en
Villarta de los Móntes, contando solo las 12 millas, y en
Fuenlabrada aceptando la cifra de 22; LACIPEA debería colocarse
entre Talarrúbias y Puebla de Alcocer, acaso en la segunda,
forzando algo la distancia,
–––––––– 28
––––––––
y, por último, la siguiente hasta EMÉRITA no pasaría
de la confrontación por el Sur de Orellana la Vieja,
quedando el exceso indicado de millas hasta Mérida ó
al empalme en Villanueva de la Serena. Empezando por aquí,
las 20 millas hasta LACIPEA
llevarían esta mansión al Sur de Orellana de la
Sierra; las 24 siguientes para LEVCIANA llegarían al
promedio entre Talarrúbias y Garbayuela, correspondiendo
AVGVSTÓBRIGA á las
cercanías de Fuenlabrada de los Móntes ó
Villarta de igual apelación, según se aplicaran las
12 ó 22 millas del Itinerario, y quedando el exceso para
la distancia siguiente hasta Toledo.
Con el camino
descrito se enlazan algunos importantes; que pueden ser nuevos
trazados de la misma vía, porque existen razones suficientes
para considerarlos caminos romanos, existiendo otros que, si bien
reunen las mismas circunstancias, no pueden aplicarse á esta
comunicación, aunque completan las que existían en la
comarca que nos ocupa. Á esta se la había considerado
siempre como falta de ellas por lo áspera y despoblada, sin
contar que lo primero obligaba á multiplicarlas más
para el dominio y la explotación del territorio, y que lo
segundo no puede decirse de una zona llena de despoblados ó
villares, sabiéndose que sólo en las dos provincias
de Extremadura existe más de un millar de
aquellos11,
y que respecto de la de Toledo ya dijo Ambrosio de Morales que
pasaban de 200 las poblaciones arruinadas en ella.
Uno de los ramales
que tenía prolongación importante al Sudeste de que
se hablará luego, partía del Horcajo de los
Móntes y, por Bohonal, se dirigía á la dehesa
de Ahijón y al portillo de la Cijarra, nombre que debe al
antiguo despoblado de Acijarra, y se da á la angostura por
la que corre el Guadiana, precisamente en su parte más
septentrional y próxima al río Tajo, donde traza la
singular vuelta para tomar la dirección del Sudoeste,
después de haber marchado al Noroeste: este trozo de camino,
con algunas prolongaciones, fué señalado como romano
por nuestro malogrado
–––––––– 29
––––––––
colega D. José
Moreno Nieto, habiéndose conducido por él la
artillería en la guerra de la Independencia. Sigue la
antigua vía romana torciendo como el río, aunque algo
apartada de él, por cerca de Castilblanco, cuyo solo nombre
es señal de punto defensivo, donde hay inscripciones en el
sitio de Lengua y se llama al camino de Castilla ó de Talavera
á Andalucía;
luego va próximo á Valdecaballéros,
también con ruinas antiguas é inscripciones, y por el
páramo ó la raña de San Simón, en la
cual se aparta una rama importante, llamándose allí
camino de la Mancha á
Extremadura; después marcha cerca de Cásas de
Don Pedro, hacia donde situaba Cornide la supuesta población
de SOLIA: hasta aquí va
próximo á otro estudio de ferrocarril, aunque este se
trazaba inmediato á la orilla del Guadiana, y más
adelante el camino continúa por el Sur de Navalvillar de
Pela, en cuyo término, y cerca del mismo río,
está el cerro de Villavieja12
con restos de población, de fortaleza y lápidas que
corresponden á la antigua LACIMURGA CONSTANTIA
IVLIA, existiendo también el nombre
significativo de Sierra de la Retuerta. Luego seguía por
cerca de Orellana de la Sierra y Orellana la Vieja, que tienen
antiguos palacios y restos de calzada según Ceán,
quien coloca aquí una supuesta población de
AVRELIANA; más al Oeste
continúa el antiguo camino por la estrecha meseta entre el
río Gargaliga y el Guadiana, pasando cerca del castillo de
Castilnovo ó de la Encomienda, que reemplazó al
inmediato y ruinoso de Mojáfar, donde hubo población;
después cruza los ríos Gargaliga y Ruécas ya
reunidos, para llegar á Rena, donde hay ruinas romanas,
lápidas y vestigios de la calzada que existen también
en el cercano pueblo de Villar de Rena, por donde pasaría
acaso algún ramal: el camino se llama allí
de Castilla á
Andalucía, continuando rectamente para empalmar,
hacia Santa Amalia, con la vía de Mérida, descrita
primero, y siguiendo los vestigios que ya se han señalado.
Este camino
resulta casi de igual longitud que el anterior, á partir del
Horcajo de los Móntes, y es el que adoptó nuestro
eminente colega D.
Eduardo Saavedra, especialidad en tales estudios,
–––––––– 30
––––––––
colocando AVGVSTÓBRIGA
en las casas y dehesa de Ahijón, cerca de la confluencia del
río Esténas con el Guadiana, y algo antes del
Portillo de la Cijarra; para ello es preciso aumentar en 20 millas
las 55 marcadas en el Itinerario; á LEVCIANA lo supuso cerca de
Valdecaballéros, mediando desde Ahijón 18 millas, en
vez de las 12 ó 22, y á LACIPEA en el despoblado de
Villavieja, perteneciente á Navalvillar de Pela, donde ya se
ha dicho que estuvo LACIMVRGA;
además, la distancia será á lo sumo de 18
millas en lugar de las 24, quedando luego más de 40, en vez
de 20, hasta el empalme que suponía en Medellín,
aunque, según lo dicho, el más indicado, porque
prolonga la dirección general, es en Santa Amalia; verdad es
que la longitud es casi igual, que Víu señala
también vestigios de calzada entre Rena y Medellín, y
que, en cuanto al exceso en el trayecto, indicaba ya el
señor de Saavedra que podría intercalarse la
mansión d e Ródacis del Ravenate, colocándola sobre el
río Ruécas, aunque tendría que cambiarse el
orden posponiéndola á Lacipea. Empezando á contar las
distancias desde Santa Amalia ó Medellín,
resultaría LACIPEA entre
Rena y Orellana la Vieja; LEVCIANA en
Cásas de Don Pedro, y AVGVSTÓBRIGA cerca de
Valdecaballéros, si se cuentan 12 millas, y entre
Castilblanco y el Portillo de la Cijarra, adoptando las 22,
precisamente hacia el molino de Barandón, junto al cual cree
el mismo Sr.
de Saavedra que pudo estar la ciudad de Arando, citada por el geógrafo
árabe El-Edrisí, en las orillas del Guadiana.
Una de las
variantes que se indican al anterior camino, y que muchos
consideran también como vía romana, es la que,
partiendo de Fuenlabrada de los Móntes, va á la villa
de Herrera del Duque, donde algunos colocan á LEVCIANA, pasando al lado de su
famoso y fuerte castillo, y luego, por el valle del Peloche y aldea
del mismo nombre, sigue á cruzar el Guadiana,
incorporándose á la vía anterior hacia la
raña de San Simón, entre Valdecaballéros y
Cásas de Don Pedro, ó bien corta el mismo río
en Puerto-Peña, angostura entre los dos pueblos citados,
donde existe un camino abierto artificialmente, y que llaman de
Castilla á
Andalucía. No lejos de Peloche está el
despoblado de Retortillo y la Huerta de Romana, cuyos nombres
pueden ser nuevo indicio del
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––––––––
camino, y en el extenso término de Herrera, sobre todo hacia
el lado del Guadiana, se encuentran numerosos restos de sepulcros
antiguos y otras construcciones, así como monedas y
medallas, elevándose en el sitio de los Castillónes,
cerca del río, las ruinas de seis fortalezas en corto
espacio, y otra en el cerro del Castillejo, que indican la
tenacidad de la defensa en esta zona y la probable existencia de
comunicaciones. Otros suponen que el camino marchaba rectamente
desde Villarta de los Móntes á Herrera del Duque.
Dije antes que en
la raña de San Simón se apartaba un ramal, y es parte
del señalado por el Sr. de Moreno Nieto, que lo consideró
romano; este se dirige al Noroeste á buscar el llamado
Puerto Llano, donde había una venta de igual nombre, y
á Cañamero, que tiene el cerro llamado del Castillo,
recordando el famoso que allí hubo; luego tuerce al Oeste
para pasar por Logrosán, donde existen lápidas
romanas y el molino de los Hítos, y llegar á
Herguijuela, bien directamente, bien pasando por Zorita y La
Conquista, para continuar á Trujillo; en el segundo caso da
un rodeo notable, lo mismo que la carretera de Trujillo á
Logrosán, recientemente construída, que toca en los
mismos pueblos. Ya advertí que el nombre de Calzada de
Herguijuela, dado antes á uno de los citados, contribuye
á confirmar la existencia de esta vía romana; en su
término hay además los caseríos de la Hita y
Póstes, nombres bien significativos. Á este camino se
han supuesto numerosos enlaces y prolongaciones. Otros dicen que el
último trozo de la vía se compone de dos distintas,
que tienen ciertamente notables indicios de ser también
romanas, figurando en las relaciones de conquistas, expediciones
regias ó viajes citados por Gaspar
Barréiros13,
Martínus Zeillérus y otros, habiendo sido caminos muy
frecuentados siempre. El uno va desde Logrosán á
Zorita, luego á Alcollarín, que tiene lápidas
romanas, á Campo, donde existe antiguo palacio, y empalma en
Miajádas con la vía romana descrita primeramente. El
segundo va desde Trujillo, por Herguijuela
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––––––––
de la Calzada, á Conquista, que se llamó Zarza de la
Conquista y tiene también palacio y lápidas romanas;
luego, cruzando al anterior en Zorita, sigue rectamente á
Madrigalejo, que está á orillas del Ruécas, ha
sido población importante con antiguo castillo, y donde se
han encontrado inscripciones, mosaicos, monedas y ruinas de romanos
y árabes, en la dehesa de la Torrecilla14,
á muy corta distancia, siendo notable principalmente por
haber fallecido aquí, de paso para Castilla, el rey
D. Fernando el
Católico, nueva comprobación de lo frecuentado del
camino; en otro viaje, el mismo rey, fué desde Abertura
á Madrigalejo; según Salvá y Sáinz de
Baranda15.
La continuación iba por Acedera, á orillas del
Gargaliga, y cruzaba el Guadiana al Poniente de Orellana la Vieja,
en sitio donde el río se dividía antiguamente en
cinco brazos, según Naugerio; después atravesaba el
Zújar y se dirigía á Campanario, cortando por
allí la otra vía romana para continuar por Quintana y
Zalamea, apellidadas ambas de la Serena, hacia Andalucía.
Hay en esta zona
otro camino antiguo y muy frecuentado, que cita igualmente el
Memorial dado á luz
por Salvá y Sáinz de Baranda, y es el que, partiendo
del Puerto Llano, al Sudeste de Cañamero, se dirigía
al Sur Sudoeste pasando por la venta de la Laguna, el
caserío del Rincón, antigua hacienda de los monjes de
Guadalupe, y continuaba tocando en algunas ventas, ya directamente,
ya pasando por Navalvillar de Pela, hasta Acedera para unirse al
anterior; pero este camino parece más bien posterior al
establecimiento del importantísimo y antiguo monasterio de
Guadalupe, hasta donde se prolongaba por el Norte.
Algunos suponen
comunicación antigua, y acaso romana la que desde Abertura,
colocada en la vía de Mérida á Trujillo, y
donde había antiguo palacio, va por Herguijuela y
Garcíaz á Berzocana de San Fulgencio, villa metida en
las fragosidades de las Villuércas ó montes de
Guadalupe, fundándose en el nombre de Calzada de
Herguijuela, aunque este se halla explicado por el
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––––––––
paso de vía más segura, y añadiendo que en
Berzocana se han hallado lápidas romanas y también el
cuerpo de San Fulgencio, á lo que debe el sobrenombre que
lleva; ni ha faltado quien quiera colocar aquí á
NORBA CAESÁREA, que ya se
sabe corresponde á Cáceres; pero la
continuación hasta Cabáñas, para empalmar con
otra vía conocida, es bastante difícil, y más
todavía el enlace con Cañamero, ó Guadalupe.
Otros pretenden que también había comunicación
directa entre Berzocana y Trujillo, lo que sería más
fácil: verdad es que, según dicen algunos, estos
caminos, aunque romanos, pudieron ser de herradura, como se
construyeron en otras regiones de nuestro país, y se sabe
que en muchos de ellos sólo se hacían obras de
explanación sin colocar el firme que era lo que
constituía las verdaderas calzadas. También se cita
entre los romanos, un ramal desde Miajádas por Villar de
Rena y Rena á empalmar con la vía que sigue la
derecha del Guadiana, cruzando el Ruécas por puente romano,
cuyos restos se han señalado ya, así como otra
calzada que iba de Rena á Medellín, la cual,
después de cruzar el río, continuaba al Sudoeste en
su margen izquierda, por Valdetórres y Guareña, en
cuya parte hay grandes vestigios de ella.
El camino romano
desde Horcajo de los Móntes hacia Trujillo, de que me he
ocupado últimamente, tiene importante prolongación al
Sudeste en la provincia de Ciudad-Real, habiendo sido
señalada también su primera parte por el Sr. de Moreno Nieto: se
dirige rectamente y por terreno bastante abierto á Alcoba,
siguiendo en iguales condiciones por las márgenes del
Alcobilla, hacia el sitio donde coloqué á AVGVSTÓBRIGA, frente
á su confluencia con el Bullaque, lo cual es una nueva
é importante confirmación de que hubo allí
mansión notable, puesto que se cruzan varias vías y
hay un ramal de enlace con otra inmediata. Pudo continuar este
camino á la importante villa de Porzuna, á cuyo lado
están los altos cerros de Pedrizonda y Peralosilla,
así como en su término la casa de Castilléjos,
ya nombrada, y las de Boca de los Carríles y Porzuna Vieja,
continuando luego á Picón y á Ciudad-Real, que
antes se llamó Villa-Real, sucediendo á la Puebla del
Pozuelo seco de Don Gil; en sus inmediaciones estaba la aldea de
Albalat, con castillo, y el caserío de la Atalaya,
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––––––––
nombres indicadores de caminos y defensas; de allí
debió continuar á Almagro, donde hay lápidas
romanas y al Norte el torreón de Los Santiagos de la misma
época, creyendo algunos erróneamente que esta ciudad
tomó su nombre del castillo del Milagro; luego
seguiría á Boláños, que tuvo
también castillo y conserva vestigios del camino romano.
Pero la prolongación más natural é importante
es por Piedrabuena, que antes se llamaba Petrabona, donde,
además del castillo de Miraflóres, ya citado, hay
otro antiguo de moros, próximo á la villa: para ello
se aprovecharía un trozo del camino antiguo de la Plata, entre las
situaciones asignadas á AVGVSTÓBRIGA y
LEVCIANA, continuando luego por
Alcolea de Calatrava, cuyo solo nombre es indicio de punto
defendido, y por las cercanías de los castillos de Benavente
y Valverde á cruzar el Guadiana para llegar á la
célebre posición de Alárcos, la antigua
ILÁRCVRIS, marchando
desde ella rectamente á ORÉTVM, población
notable en todos sentidos, enlazando así
importantísimas comunicaciones. Muchos reducen la
PATERNIANA de Tolomeo á
Porzuna ó Piedrabuena, fundándose en la
situación que aquel le asigna entre TOLÉTVM y SISAPO, pero el Sr. de Fernández
Guerra la supone en Pastrana.
En la parte Sur
del territorio que voy analizando, otros ramales unen las
vías que pasan por Abenójar con la que he descrito
entre Villarta de los Móntes y la Puebla de Alcocer: dos son
los enlaces que se consideran más antiguos y con
probabilidades de haber existido en tiempo de los romanos. El uno
se dirige desde Abenójar á Saceruela y por Agudo
ó sus inmediaciones á empalmar en Garbayuela con la
vía indicada, llamándose camino de la Mancha á Extremadura. El otro,
algo más meridional y llevando igual nombre, se aparta antes
de Agudo y va por Valdemanco á Siruela, acercándose
á Baterno y Tamurejo, para unirse con la misma vía
hacia la Puebla de Alcocer, pasando por la aldea de Galizuela;
próximas á Valdemanco existen ruínas de
antigua población y los sitios del Rincón del Moro y
Mina de la Romana, que pueden ser nuevos indicios, así como
cuevas con inscripciones y la llamada Peñaescrita, donde
también las hay y que se creen de antiguos mineros fenicios;
en Siruela hubo castillo y, á corta distancia al Sudoeste,
el despoblado de la Puebla de Almagra,
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––––––––
también con castillo, que fué de Templarios. Estos
caminos prolongan perfectamente la vía romana que iba desde
MARIANA por ORÉTVM á
CARCVVIVM, y seguía hasta
Abenójar, empalmando con la de Toledo á
Almadén, y cortando la otra que pasaba por Saceruela,
según se ha indicado.
Tengo que ocuparme
todavía de otros caminos romanos en la parte Norte del gran
cuadrilátero examinado, y empezaré por uno del que he
hecho alguna indicación: en las crónicas y
reseñas de antiguas expediciones se cita frecuentemente el
camino de Toledo á Guadalupe, por Espinoso del Rey, ó
el de Talavera á estos mismos lugares; pero anteponiendo el
de Alcaudete de la Jara: el citarse en ambos casos á
Espinoso del Rey, y el existir en la CARPETANIA una población
de ÍSPINVM, nombrada por
Tolomeo, aunque la situe al Sudeste de TOLÉTVM, me hace pensar
si correspondería á la misma de Espinoso, contra la
respetable opinión de mi amigo el Sr. de Fernández Guerra, que la
coloca en Nuestra Señora de Valdespino, del término
de Consuegra; si fuese exacta mi conjetura, habría un nuevo
dato para suponer por allí el paso de otra vía
romana: nada hay que oponer por la graduación de Tolomeo,
porque á SISAPONA la
coloca al Sur de Toledo y á ORÉTVM al Sudoeste,
á pesar de ser sus situaciones tan conocidas y contrarias.
El camino podría ir por Guadamur y Polán, donde hay
muchos restos antiguos, recuerdos de batallas y en el primero la
dehesa de Castrejón, así como en el segundo fuerte
castillo, llamándose allí camino real viejo; además, en
término de Polán se halla el despoblado de
Alpuébrega, que llevaba el nombre de Alpóbrega en
1241, cuando se decretó su repoblación, lo que prueba
su notable antigüedad; más adelante pasaría
cerca de las ruinas de Los Castíllos, en la
jurisdicción de Gálvez, y seguiría á la
bailía de Templarios de Melque, la cual, según cree
el Sr. Fita,
se llamó antes Santa María del Balat-el-Melk, es decir, del
Camino del Rey, donde ya he
señalado la existencia de ruinas: aquí
aprovecharía el trozo de calzada romana hacia el castillo de
los Montalbánes, que también se citó,
siguiendo principalmente antes y después la llamada
Vereda Carrilera ó
de la Gitana y otros caminos que llevan el nombre de carriles, hasta Espinoso del Rey,
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––––––––
pasando por Navalucillos: en el término de este
último hay las casas del Castillejo, de Navalacarrera, La
Retuerta y el huerto de la Romanera, nombres bien significativos.
Después, el camino más frecuentado se dirige, con
bastante rodeo, por Buenas-Bódas y Gargantilla á
Sevilleja de la Jara, que tiene el molino llamado de la Corrota,
ó más rectamente por Robledo del Mazo á dicha
aldea de Gargantilla. Desde Sevilleja hay camino al pueblo de
Puerto de San Vicente, pero el más frecuentado, y que
debía ser el antiguo, es el que cruza la divisoria con el
Guadiana al Sudoeste y luego la prolongación de la cresta,
en que se abre dicho puerto de San Vicente, al lado de la ermita de
San Bartolomé, continuando al Sur por la raña del
último nombre, hasta incorporarse en el Portillo de la
Cijarra con la otra vía descrita. Al lado de la ermita
citada se aparta un ramal que cruza el Guadarranque y por el
collado de la Sepultura de la Vieja, va más rectamente
á Alía y Guadalupe. El camino anterior es uno de los
que se consideran más cortos, entre Toledo y el Portillo de
la Cijarra, midiendo solamente unas 72 millas, cuando por el puerto
del Marchés se cuentan 76. Todo el territorio que cruza se
halla sembrado de sitios que se distinguen con los nombres de
Matanza, Matamóros ú otros análogos, y en sus
cercanías, sobre todo en la parte más
montañosa, hay numerosos restos de fortalezas y atalayas: no
queda muy distante el despoblado de Malamoneda, que antes se
llamó de Buena Moneda, con castillo, ruinas antiguas
é inscripciones, y más adelante, hacia el Sur,
está la aldea de Piedraescrita, con antigua fortaleza en un
ramal de la sierra de Altamira, hallándose allí el
Alto del Castillazo y la notable Plaza de las Morádas, que
dominan y descubren una considerable extensión de territorio
por el Norte, y al Sur hasta la Serena y aún más
allá, habiendo sido una de las principales vigías
para comunicar con otras fortalezas muy distantes.
No aparece tan
probable ni demostrada, la remota existencia del otro camino
á Espinoso del Rey por Alcaudete de la Jara, como
comunicación para Talavera de la Reina, aunque pudo
enlazarse con los caminos romanos de esta ciudad por una ó
acaso por las dos orillas del Tajo; ya cité antes el
castillo de CÍSELI,
cuya existencia se conoce por la insigne lápida que
descifró el Sr. Fita,
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––––––––
y que estaba frente á la unión del río
Gébalo: allí hay algunos vestigios de puente sobre el
Tajo, que protegería probablemente dicho castillo, y por
cierto que este paso fué elegido para cruzar el río
en un estudio de ferrocarril desde Talavera, el cual se acercaba
á Alcaudete de la Jara, Buenas-Bódas, Gargantilla y
Sevilleja de la Jara para cruzar la divisoria con el Guadiana y
seguir cerca del pueblo llamado Mina de Santa Quiteria, un poco al
Este de la Raña de San Bartolomé. Este proyecto
demuestra la bondad del paso, pero se rodearía para tocar en
Espinoso del Rey, á no ser que al citar este pueblo, de la
anterior comunicación, se hiciese por la proximidad á
que se hallaba de la segunda vía.
Otro camino de
existencia indudable y seguido también por los primeros
estudios de ferrocarril entre el Tajo y Guadiana, que se hicieron
según las indicaciones de un campesino conocedor de lo
accesible del trayecto, es el que parte de la villa del Puente del
Arzobispo, nombre que por sí solo, es claro indicio del
cruce de vía antigua, mucho más cuando le precede,
como aquí, el de Villafranca, distintivo de muchas
poblaciones que obtuvieron franquicias por ser puntos principales
de tránsito. El puente, aunque de fines del siglo XIV,
fué construído, según Naugerio16,
con piedras antiguas, y en él hay dos castillos ó
torres para su defensa, existiendo además en la
población hospital de la época citada, y en las
afueras la casa de Peralosilla, considerándose siempre el
puente como paso muy frecuentado para Portugal. El camino sigue al
Sur por Villar del Pedroso, donde hay ruinas y lápidas
romanas, restos de defensas y de grandes muros, llamados
paredes de moros, que
confirman los nombres locales de caserío Argamasa,
Argamasón, Torralbilla y otros: ya se sabe que es muy
frecuente en España llamar ruinas de moros á las de romanos. Muchos
han supuesto en este pueblo ó en Villafranca del Puente del
Arzobispo á AVGVSTÓBRIGA, por haberse
hallado en el primero una inscripción con ese nombre; otros
le han dado el de LEUCIANA, y
nada de esto puede admitirse hoy bajo ningún concepto.
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––––––––
El camino seguía por cerca de Aldeanueva de San
Bartolomé, que está sobre el arroyo Andilucha, y
entre Mohédas de la Jara y El Campillo: en el primer pueblo,
apellidado antes de Mohédas, hay cercados, restos de muros
muy antiguos y puente en el arroyo, llamándose el camino
real de Valladolid á
Andalucía: desde el segundo se extienden las ruinas en unos
5 kilómetros hacia el arroyo Cuvilar y casi hasta el
tercero, hallándose todo lleno de construcciones ruinosas
con nombres significativos como los de Torrelamora, Sepultura del
Moro y otros: al Noroeste de Mohédas está el cerro de
Castrejón con campo atrincherado, que se supone del tiempo
de Augusto, y en las alturas próximas hay muchas atalayas.
El camino continuaba indudablemente hacia la Raña de San
Bartolomé, empalmando con las otras líneas que se han
descrito; en realidad forma la más directa y breve entre el
Tajo y el Guadiana, y una de las consideradas siempre como
más accesibles y frecuentadas entre Castilla y
Andalucía. Cornide asegura que no vió trazas de
camino romano en este trayecto, pero otros dicen lo contrario y son
muchas las razones é indicios que confirman su existencia.
No sé si
puede considerarse tan evidente la de otro ramal de camino romano
por el puerto de San Vicente y Alía á Guadalupe,
aunque algo indican ciertas circunstancias y la elección del
sitio para tan famoso monasterio, pues, como creo haber demostrado
en otra ocasión, el sitio de todos los primitivos se hallaba
siempre cerca de las comunicaciones más antiguas y
frecuentadas, en vez de aislados ó en desiertos, y aquello
era lo natural: verdad es que este se encontraría bastante
próximo al paso de otras vías indudables, como la que
va por el Portillo de la Cijarra y la que toca en Cañamero,
que solo dista 9 kilómetros de Guadalupe. Los otros indicios
mencionados son la existencia de un puente antiguo sobre el
río Guadarranque, en el sitio de las Ventíllas, entre
el puerto de San Vicente y Alía: el despoblado del Casar en
esta villa y la existencia cerca de ella, y de su ermita de Santa
Catalina, de castillo y ruinas dichas de moros, hallándose además
cerca el caserío de Camino-llano, al Noroeste el collado de
Valmoríscos y otros sitios con nombres
análogos,
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––––––––
llamándose generalmente á la vía camino
real de Toledo ó
Talavera á Guadalupe: la prolongación hasta
Cañamero y Logrosán está confirmada, en cierto
modo, por el dato de que en la época de la
construcción del monasterio existía camino
practicable para llevar la piedra á él desde la
sierra de San Cristóbal, al Sur de Logrosán, debiendo
añadir que, en relaciones bien antiguas, se cita el paso por
Guadalupe de los caminos desde Castilla á Mérida
ó á Trujillo17:
en Guadalupe se han hallado algunas lápidas romanas y hay el
albergue llamado Rodeo-alto, el caserío de Roma y el molino
de Torrejón. Algunos colocan en Alía la ALEA ó ALIA, citada por Estéfano
Bizantino en los Carpetános, y este sería un nuevo
dato para afirmar la existencia de calzada romana en esta parte;
pero los más creen á esta última la misma
ÁLCES del Itinerario de Antonino. Otros afirman
que solo existían caminos estrechos y de herradura para
llegar al antiguo monasterio, fundado en 1341 y que se supone
tomó nombre del río LVPVS:
de todos modos, es seguro que, después de la
construcción y engrandecimiento del mismo, se abrieron
nuevos caminos para llegar á él; uno de estos para el
tránsito de los reyes, y por el puerto que se llamó
del Rey, al Sur del de San Vicente, así como otro que iba al
Norte por las ventas de los Palácios y de Nogáles y
al hospital del Obispo, pasando cerca de varios lugares despoblados
y del de Navaentresierra, para llegar al puerto de
Arrebatacápas y al Villar del Pedroso, camino que se
conocía con el nombre de real; además había un
tercero que marchaba hacia el puente de Almaraz por Navalvillar de
Ibor y Castañar de igual nombre, el cual debía
empalmar también cerca de Avellaneda, con la vía de
Talavera la Vieja.
Sólo resta
señalar un pequeño ramal, de construcción
romana probablemente, que enlazaba pueblos donde hay numerosos
restos antiguos: este iba desde Villar del Pedroso á
Valdelacasa, que tiene el albergue de Torrico, ruinas romanas y
piedras con figuras
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––––––––
de berracos, de las creídas terminales, por el lado del
Puente del Arzobispo, al cual es probable fuese también otro
camino directo; el que se describe seguía por cerca de
Garvín, en que hay igualmente ruinas romanas, lo mismo que
en Peraleda de Garvín, por donde continúa, y que
tiene además inscripciones; pasa luego por el despoblado de
San Román, cruzando el Guadalija por el puente antiguo del
Buho, y llega á Talavera la Vieja.
He terminado el
examen de todos los caminos romanos ó antiguos, que
enlazaban á Mérida con Toledo y de los ramales que
los unen, indicando las principales situaciones que pueden
asignarse á las mansiones de LACIPEA, LEVCIANA y AVGVSTÓBRIGA, intermedias
entre EMÉRITA y TOLÉTVM. Los caminos
descritos con datos suficientes para considerarlos romanos y que
pueden establecer comunicación directa entre ambas ciudades,
son los siguientes, colocándolos en el orden de Norte
á Sur: 1.º De Mérida por Trujillo, puente de
Almaraz, Calzada de Oropesa, Talavera de la Reina y la Puebla de
Montalbán á Toledo, con variantes desde Talavera por
Carríches y Riélves, ó por Santa Olalla y
Torríjos de los Oliváres á Toledo; los tres
últimos trazados en la derecha del Tajo, ó bien por
Malpica en la izquierda del mismo río. 2.º De
Mérida por Trujillo y Aldeacentenera á Talavera la
Vieja y por Calera á Talavera de la Reina, con las
prolongaciones á Toledo indicadas en el anterior, ó
bien con las variantes desde Talavera la Vieja para empalmar con la
otra vía en Calzada de Oropesa, ó por Valdelacasa,
Villafranca del Puente del Arzobispo y Las Heréncias
á Talavera de l a Reina, siguiendo la orilla izquierda del
Tajo. 3.º De Mérida por Miajádas, Zorita,
Logrosán, Cañamero, la raña de San
Simón, portillo de la Cijarra, ermita de San
Bartolomé y Villar del Pedroso á Puente del
Arzobispo, con las prolongaciones indicadas á Talavera de la
Reina y Toledo por ambas orillas del Tajo: una variación
posible de este, es la de seguir desde Cañamero á
Guadalupe, Alía y al puerto de San Vicente, para empalmar
con el anterior al Norte de la ermita de San Bartolomé, y
otra más oriental puede ser la de continuar desde el
último punto por Espinoso del Rey y Nuestra Señora de
Melque á Toledo. 4.º De Mérida por Santa Amalia,
Rena, las dos Orellanas
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––––––––
y raña de San Simón al portillo de la Cijarra,
aprovechando este último trozo de la línea anterior,
y luego por el Horcajo de los Móntes, puerto Marchés
y Menasálbas á Toledo. 5.º De Mérida por
Medellín, Villanueva de la Serena, Puebla de Alcocer y
Garbayuela al Horcajo de los Móntes, para seguir por el
anterior hasta Toledo: este resulta el más directo y breve:
como enlace, algo dudoso entre ambos, puede señalarse el
camino desde la raña de San Simón por Herrera del
Duque á Fuenlabrada de los Móntes ó Villarta
de igual apelación. 6.º De Mérida por Villanueva
de la Serena á Capilla, Almadén, Saceruela,
caserío de Navaelrincón, torre de Abrán,
siguiendo por el puerto del Milagro y Cuerva á Toledo.
7.º y último: de Mérida á Almadén,
como en el anterior, y por Abenójar y Luciana á
empalmar con el mismo frente á la torre de Abrán: en
este se supone una ciudad de AVGVSTÓBRIA, ó
mejor AVGVSTÓBRIGA,
Cántabra en la unión del río Bullaque con el
Alcobilla, y á ella va á parar un corto ramal de
enlace desde la vía precedente. Además, se han
descrito como ramales, enlaces ó prolongaciones importantes,
los caminos de Trujillo por Zorita, Madrigalejo y Campanario
á Zalamea de la Serena; el de Horcajo de los Móntes,
por Alcoba, al sitio designado para AVGVSTÓBRIGA,
prolongándose por Porzuna á Ciudad-Real y Almagro,
ó por Piedrabuena á Alárcos y Nuestra
Señora de Oreto; por último, los dos trozos desde
Garbayuela y de Puebla de Alcocer á Saceruela para continuar
por Abenójar, siguiendo desde aquí la otra
vía, citada en el Itinerario de Antonino, por Caracuel y
la ermita de Oreto á Nuestra Señora de Marllena en la
Puebla del Príncipe.
Evidentemente el
camino que corresponde mejor á la situación, ya
definitiva, de la AVGVSTÓBRIGA Vettona en
Talavera la Vieja, es el segundo de los descritos, pasando por esta
entre Trujillo y Talavera de la Reina, el cual se presta
también á la combinación con algunos pueblos
nombrados en el Anónimo de
Ravenna; pero la distancia es muy larga y faltan en el
Itinerario de Antonino
mansiones muy importantes, cuya omisión no puede explicarse.
En cambio, el séptimo camino por Almadén á
Toledo, admitiendo el empalme, en la primera población, con
la vía mal llamada por LVSITANIA, se adapta
perfectamente á las distancias, tiene las notables
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––––––––
comprobaciones de poder colocar á LEVCIANA en un pueblo que casi
ha conservado su nombre y de ser conocidamente vía romana;
sólo presenta el grave inconveniente de que obliga á
suponer la existencia de otra ciudad de AVGVSTÓBRIGA en la
CARPETANIA, pues parece poco
probable que pudiera llamarse AVGVSTÓBRIA, como la
nombra uno de los códices del Itinerario, aunque sea más
análogo á la Augustabria citada por el Ravenate.
Antes de terminar,
debo advertir que he supuesto de 1.500 metros la milla romana para
contar las distancias en mis mapas inéditos, en grande
escala y bien detallados, donde casi todos los pueblos están
fijos por triangulación, así como en algunas hojas
publicadas ya por el Instituto Geográfico; pero como en la
mayor parte de los casos he medido los trazados rectos de pueblo
á pueblo ó entre los puntos de paso fijos, sin
atender á los pequeños recodos del camino, sino en
trozos muy contados, viene á resultar que la milla empleada
para estas vías debió ser más bien de unos
1.600 metros, observación que ya he tenido ocasión de
señalar en otros trabajos análogos.