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Ibérica por la libertad

Volumen 20, N.º 2, 15 de febrero de 1972

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AMENAZAS DE FRANCO Y RESPUESTAS DE LA IGLESIA

El general Franco, en su discurso de fin de año, se dirigió a la Iglesia en estos términos: «Lo que un Estado no puede hacer, bajo ningún pretexto, es cruzarse de brazos ante ciertas actitudes de carácter temporal adoptadas por algunos eclesiásticos. El Estado se opondrá a todos aquellos que pudieran atentar contra su soberanía y perturbar la cohesión nacional. Una contradicción entre la Iglesia y el Estado franquista podría desembocar en una crisis social».

La revista del episcopado, Ecclesia, fue la primera en responder a las severas advertencias (más bien amenazas) contenidas en el discurso, con estas afirmaciones: «Aun en materia temporal y política, la Iglesia no puede ser tachada de inmiscuirse en la política cuando ella ejerce un magisterio moral de su competencia y que está obligada a cumplir aun al precio de incomprensiones y sufrimientos».

Monseñor Infantes Florido, obispo de Las Palmas, reclama un desarrollo integral para terminar con las zonas de subdesarrollo: «Atraemos a los turistas extranjeros, recibimos las sobras de los países ricos y enviamos fuera de la frontera a los trabajadores españoles».

El arzobispo de Granada, monseñor Benavent, expresó muy recientemente: «Cada día se hace menos tolerable ver que los abusos del poder no se corrigen y que los débiles no encuentren los caminos necesarios para defender ellos mismos sus derechos».

El cardenal Enrique y Tarancón, arzobispo de Madrid-Alcalá, en un mensaje dirigido a los fieles de su diócesis, dijo: «Tengo el deber de hacer todo para todos para llevaros a todos a Cristo. Es natural, sin embargo, que me sienta más servidor de los que necesitan más de mi ayuda: de los pobres. De los que carecen de lo necesario para vivir dignamente; de los que se sienten marginados de la convivencia social; de los que se creen sin voz para defender sus legítimas aspiraciones; de los que carecen de cultura y quizá no sean conscientes de su dignidad personal». «A nadie puede extrañar: que manifieste mis preferencias por los pobres; que sea la voz de los que no tienen más que deberes; que fomente la esperanza de los que viven angustiados; que sea el apoyo y el amigo de los que no tienen amigos». (Del discurso pronunciado por el arzobispo al tomar posesión de su sede, el domingo 9 de enero).



IBÉRICA es una revista de información y doctrina, cuyo primer número apareció hace 19 años, dedicada a los asuntos españoles. La carencia de información objetiva dentro de España y la parquedad de la información exterior hacen esta revista indispensable para los interesados en obtener una información veraz y responsable de la vida española en todos sus aspectos.

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ArribaAbajoFidel Castro, el Franquismo y Don Quijote

Alfonso Ayensa


Recientemente, durante una visita a Santiago de Chile, el Primer Ministro de Cuba, Fidel Castro, habló de las relaciones que su gobierno sostiene, desde el primer día del triunfo en Sierra Maestra, con el régimen tiránico de España. A nosotros, españoles republicanos, liberales, adversarios irreductibles de toda dictadura, no podía sorprendernos la existencia de tal compadrazgo -dejémoslo en «entendimiento», en «tacto de codos», para atenuar un poco la severidad del primer calificativo que nos sugiere esas relaciones- como no nos causó extrañeza en ningún momento que la Unión Soviética y los gobiernos que se encuentran dentro de su órbita, tengan todos los contactos posibles con el franquismo cuya absolución por las Naciones Unidas se apresuró a votar, y que esté dispuesta a enviar a España un embajador cuando al franquismo le convenga. Pero lo que sí nos causó asombro es que Castro intentase justificar su comportamiento diplomático con el régimen de Franco, cuando realmente nada tenía ni tiene que justificar razonablemente, ni nadie le va a pedir explicaciones, y que lo haya hecho aduciendo argumentos tan endebles. A su juicio, tal posición castrista obedece «en primer lugar -y éstas son sus palabras- a la procedencia española (¡!) de numerosas familias cubanas, parte de las cuales vive, como españoles, en España, y parte, ya como cubanos, en Cuba». «Hubo muchos -dijo más adelante- que vinieron a Cuba después de la República y entre ellos y los cubanos nativos se establecieron fuertes vínculos no sólo culturales, del idioma, sino familiares». «Aunque los españoles fueron los inventores del Quijote, figura inmortalizada por el genio cervantino, no son los únicos quijotes del mundo. Creo -afirmó- que nosotros los cubanos recibimos algo de esa herencia quijotesca; la dejaron en Cuba los españoles cuando se marcharon de aquí. Los revolucionarios cubanos tenemos también algo de quijotes». Y junto a esta romántica evocación del caballero manchego, Castro, descendiendo de las alturas de su supuesto idealismo, materializándose, afirma que también han influido en su actitud «los factores económicos, el comercio, como, por ejemplo, los envíos de tabaco cubano a la península y el hecho de que el gobierno franquista haya rehuido la influencia de los Estados Unidos y se haya negado a contribuir al aislamiento de Cuba». En suma -y como diría el vulgo: «Dios los cría y ellos se juntan».

En cuanto al origen hispano de numerosas familias cubanas, la afirmación de Castro era innecesaria porque en Cuba como en toda la América Española, los españoles forman desde siempre el contingente más numeroso entre los habitantes extranjeros y a Castro le consta que esos españoles, en su mayor parte, no son precisamente franquistas, aunque entre los viejos residentes -obreros unos, otros ni siquiera eso, por ser a la sazón gentes de corta edad-, muchos emigraron de España por espíritu de aventura, con el afán de hallar mejores medios de subsistencia, «hacer la América» (se decía en España), convirtiéndose en «indianos», y otros para sustraerse al servicio militar, para no ir a la guerra de Marruecos, y de este conjunto -al que la cultura cubana no creemos que deba mucho, aunque su incorporación a la economía nacional haya sido beneficiosa-, sí habrá, indudablemente, elementos adictos a la tiranía, entre otras razones por desconocer la más reciente Historia de España, por serles más fácil aceptar la realidad tal y como la presenta la propaganda más simple, sin molestarse en reflexionar sobre ella.

Pero aun así y todo, aunque hubiera numerosos elementos pro-franquistas, Castro debió haber ignorado la existencia de la dictadura hispana, aun cuando sólo hubiera sido «ignorarla», esto es, no reconocerla, con lo que se hubiera quedado todavía corto en relación con la actitud asumida por México -país y régimen ejemplares en este asunto como en tantas otras cuestiones que tienen trascendencia internacional.

Lo que ha hecho el castrismo es marcar una postura coincidente con la de esos otros gobiernos que, después de liquidar las dictaduras en sus países respectivos y de alardear de simpatía hacia la República Española, no cumplieron las firmes promesas que hicieron a los republicanos españoles y se apresuraron a establecer, proseguir o reanudar sus relaciones diplomáticas y de todo orden con la tiranía franquista. Nos referimos, en cuanto a Iberoamérica, por ejemplo, a Venezuela, al subir de nuevo al poder Rómulo Gallegos; a Colombia, tras la dictadura de Rojas Pinilla; a la República Dominicana y últimamente al Perú, a Bolivia y, sobre todo, a Chile y a todos aquellos otros que se llaman «gobiernos revolucionarios» o simplemente «liberales» y que aparentan encarnar la voluntad popular. Porque da la casualidad -a pesar de las visitas un tanto jeremiacas del canciller de Franco, señor López Bravo- de que los pueblos, la opinión pública de esos pueblos es, en general, partidaria de los liberales españoles y ven en la más o menos tenaz influencia de la propaganda franquista un factor de perturbación en el aspecto espiritual, cuando no un elemento intervencionista en la política de los Estados, a veces a través de la sutil actividad del «Opus Dei».

Es decir, en nuestro caso especialmente, una cosa es la postura y la acción de los gobiernos y otra muy distinta el sentimiento de los países, sentimiento que no deben subestimar -pero suelen hacerlo- los gobiernos democráticos, que se limitan a pronunciar de vez en cuando unas frases amables, pero inocuas, de simpatía hacia los republicanos españoles. Y en este tema, la disociación que, en general, existe entre la opinión pública de un país, opinión organizada, encuadrada en partidos políticos y entidades sindicales, y los gobiernos, incluso en los emanados de una elección libre, se pone de relieve de un modo notorio en aspectos fundamentales de política exterior. Bien evidente es que, en su mayoría, la opinión pública de Francia es hostil al franquismo y la de Inglaterra y la de los Estados Unidos, y no deja de ser igualmente notorio que las figuras más representativas del intelecto de cada uno de esos países no han sentido jamás la menor simpatía por el que fue servidor de Hitler y de Mussolini en la guerra mundial. Si repulsión producen a los pueblos determinados gestos oficiales de amistad protocolaria de algunos hombres de esos gobiernos, bien ciertos estamos de la íntima repugnancia que sentirán esos políticos al estrechar la mano del enemigo de ayer que persiste en el delito de mantener humillado y vilmente escarnecido, nacional e internacionalmente, a su propio pueblo. Tal vez eso que se llama «razón de Estado» se imponga a virtudes y obligaciones humanas elementales, y ya sabemos que en la escena política existe el arte del disimulo ante el poderoso con el consabido «guiño» sarcástico a la opinión, que por fortuna va perdiendo la confianza ante cambalaches ignominiosos y abriendo sus ojos a la verdad cada vez con mayor afán de conocerla.

Por eso, los hombres que sabemos algo de Historia y que hemos sido testigos, cuando no actores, de la historia de las trágicas épocas últimas, no podemos nunca dejar de estimar y admirar a la Francia de 1789, viva aún en su espíritu cívico de todos los tiempos, paladín de los derechos humanos; a la Inglaterra de la Carta Magna y a la Inglaterra indómita, gracias a cuyo temple moral y serenidad incomparables, Europa pudo resistir los embates de las hordas fascistas desde 1939 hasta 1945 y a los Estados Unidos que sacrificaron su paz y prosperidad internas para acudir con todas sus fuerzas en defensa de la libertad en la misma etapa decisiva y también a Rusia en el momento de la lucha, no cuando sometió a su yugo a naciones que habían sido siempre independientes. Nuestra estimación a los pueblos, no siempre a los gobiernos. La triste visión de las tierras de todo el mundo llenas de tumbas de combatientes de una causa que nos es común, constituye el mejor testimonio de una solidaridad de pueblos y hombres ante un ideal humano que no se ha de extinguir jamás, sea cual fuere la línea política que los gobiernos sigan, conducta contradictoria en ocasiones con la historia misma y que nos hace sonrojar en nombre de quienes hacen ciertas cosas sin sentir sonrojo.

Sí, señor Castro, los españoles llegamos a esta conclusión porque a proceder así nos induce nuestro inalterable «quijotismo». No, Sr. Castro: definitivamente, usted no tiene nada de quijote; los quijotes, los que pueden pertenecer a esa cofradía inmortal, no son, no pueden ser quijotes mercaderes, porque son términos completamente contrapuestos. Abrigamos la esperanza de que aún hay por el mundo quijotes que no pretenden pasar por tales actuando al mismo tiempo como mercaderes. La excepcional figura del Ingenioso Hidalgo no tolera la parodia.

ALFONSO AYENSA




ArribaAbajoRégimen personal y la persona del régimen

Antonio Tovar


Es difícil de clasificar el régimen de Franco. No es fascismo al modo de Mussolini o de Hitler. No es dictadura de desarrollo al modo de Nasser. Mi colega el Prof. Klaus von Beyme ha dedicado sus vigilias de estudioso de la política a la consideración de ese monstrum3 y nos ofrece muy interesantes puntos de vista para clasificarlo. Adelantando nuestra opinión después de leer este brillante estudio, que tanto nos enseña a los profanos en la ciencia política, diremos que la clave de tal entidad difícil de clasificar es el poder personal de un hombre astuto que juega con un país primero herido por la guerra, después cansado y temeroso del futuro. Él, por su parte, se ha colocado en el viejo juego de las clases possidentes y dirigentes, manteniéndolas en sus privilegios, con renuncia a todo cambio en el status quo de 1930. Las tensiones sociales, religiosas, regionales, etc. que produjeron la guerra civil, han sido utilizadas para mantenerse en el poder, precisamente jugando con la amenaza de que tales tensiones pueden recomenzar su trágico juego. Sólo con brocha gorda merece el régimen español en su evolución de 35 años el nombre de fascismo. Si lo que muchos neomarxistas piensan, que el fascismo es el estadio más alto del capitalismo, fuera cierto, se podría decir que el predominio capitalista iría acompañado del desarrollo del fascismo. Pero en el caso de España, nos enseña Beyme (p. 179), ocurre lo contrario: «con la creciente dominación del capitalismo se van borrando los rasgos fascistas del sistema». Claro que -y ello pertenece a la mecánica del régimen- no está excluida la vuelta, si fuera necesario, de rasgos declaradamente fascistas, ni (p. 180) la apelación a una «dictadura militar-neofalangista de orden», si bien las movilizaciones de masas que los falangistas en los últimos tiempos le han proporcionado a Franco «no han sido premiadas con la concesión de posiciones claves en el gobierno», al menos hasta ahora.

A las historias trágicas de la guerra civil suceden los análisis del funcionamiento del sistema. Los que nos hemos pasado la vida alrededor de él, primero (digámoslo honradamente) tomándolo como realidad inesquivable de la que había que sacar partido para el país, después convencidos de que toda esperanza era equivocada, no podemos menos de admirar a un teórico como el Prof. von Beyme, que tan sutilmente analiza y desnuda los rasgos de un sistema que en su complicado andamiaje «constitucional» se reduce hacia la vuelta a la confusión de poder público y dominio privado, como en las monarquías bárbaras. En primer lugar esto hace al sistema transitorio, y marca lo institucional del régimen, como Beyme señala desde el prólogo, con el sello de la transitoriedad.

Todo lo sutil que es el juego de un político que actúa para perdurar, resulta bastante tosco como institución que se analiza por la ciencia política. De las clasificaciones de las formas de gobierno se escapa la que con un disfraz institucional más o menos complicado encubre la simple voluntad del jefe. El mismo libro de Beyme descubre algunas de estas actuaciones personales que se basan en el conocimiento de la humana debilidad y vileza: la heterogeneidad del «Movimiento», cuidadosamente dosificada desde el principio en una hábil política de divide et impera (p. 39); el juego con Hedilla (pp. 23 y 38), al que se levantó, para jugar después con sus honrados escrúpulos, se le aniquiló y a última hora se le dio limosna; la descolonización de Marruecos, Guinea, etc. (p. 54), realizada de modo que los profesionales del patriotismo tuvieron por conveniente callarse; la ayuda con autobuses oficiales a la creación de Montejurra como mito, o mejor dicho, como freno de impaciencias y contrapeso de presiones; también que la Falange, muerta y putrefacta, pero no insepulta, pueda servir de amenaza en casos como el de Matesa (p. 131); que un periodista como E. Romero pueda ser citado (por ej. p. 79) como falangista de izquierda por la falta de claridad sobre sus ocasionales alianzas con el diario derechista ABC o con miembros del Opus Dei, lo que explica sea indispensable director del diario «sindical» del régimen4.

Todas las leyes e instituciones, con sus sutilezas, contradicciones y recónditas intenciones, se explican con el modelador del sistema durante 35 años. Los estudiosos de la política no deben olvidar esto ni un momento, y así resulta que la constitución inclasificable aparece en su calidad de coartadas, trampas y juegos de un especialista en mantener su dominio personal y privado sobre el país. Por ejemplo los últimos episodios con el Opus Dei, desde el escándalo no silenciado de Matesa, y los pregonados indultos, hasta los ataques públicos de uno de los miembros de la congregación contra el ministro Sr. López Rodó y el gran protector almirante Carrero, no son sino jugadas que repiten lo que falangistas, requetés, monárquicos, católico-propagandistas, etc. conocían ya bien.

La imaginación del creador del sistema es inagotable. Ahí está inminente la boda de su nieta mayor con un infante de línea hereditaria quizá preferente para jugar, si es necesario, con nuevas posibilidades sucesorias.

Magistralmente analiza Beyme el régimen como supervivencia de los fascismos, pero a la vez no como un fascismo de esos que los neomarxistas ven por todas partes. El carácter militar es innegable desde sus comienzos, y así se manifiesta como «dictadura autoritaria de difusa ideología y de inestructurada organización» (p. 24). La función de las fuerzas armadas resulta clara de un dato estadístico que Beyme escoge: en la proporción de gastos militares a la renta nacional, España ocupa el discreto quincuagésimo lugar en el mundo, pero en cambio es la decimoquinta nación (sólo superada en Europa por las naciones comunistas) en cuanto al número de hombres alistados; «esta discrepancia -señala nuestro autor, p. 140- entre gastos militares y personal parece significar algo que está acrecido, pero mal armado», es decir, que tiene más una misión interior que exterior.

El secreto de la estabilidad es claro: «en una nueva guerra civil los grupos privilegiados tendrían más que perder que los demás, por lo cual el trust de los privilegiados ha permanecido relativamente estable», y en los casos extremos llegan elementos del clero o de los monárquicos o de los democristianos a «una estrategia de conflicto limitado» (p. 31).

El sistema apoya a los privilegiados, y éstos a su vez apoyan al sistema. «Las elites económicas -escribe Beyme, p. 160- están en España hasta hoy muy privilegiadas, y junto con las demás columnas que sostienen el régimen han impedido que la mayoría de la población obtenga una participación adecuada en los beneficios». Ello se refleja en que «España hoy, aún en mayor medida que Italia -que antes ocupaba el primer lugar-, muestre en Europa la mayor desigualdad en la repartición de la propiedad territorial. La concentración de la economía ha aumentado con el progreso actual -en primer lugar con la posición predominante de la oligarquía financiera de los grandes bancos y la extensión del monopolio estatal en varios ramos de la economía- en mayor medida que en otros países capitalistas. El obrero español es el menos libre de Europa»-según dice nuestro autor (p. 171) basado en estadísticas.

La manera de actuar esas elites económicas y sociales es por lo demás curiosa, y posiblemente se explique por viejas tradiciones monárquicas. Le sorprende a Beyme por ejemplo (p. 95) que en el reclutamiento de mandos militares no entren esas minorías poderosas. También observa nuestro autor (p. 136) que la aristocracia no se digna aparecer entre los que oficialmente se consideran «altos cargos», por ejemplo los Procuradores en Cortes. Y sin embargo la debilidad del Estado frente a tales grupos es notoria, apunta Beyme (p. 106), y las relaciones amistosas, el favoritismo, etc. son muy fuertes (p. 165). Voy a explicarlo con una vieja anécdota que corría en Burgos en tiempos de la guerra civil: se hablaba una vez de la posibilidad de que un día fuera restaurada la monarquía carlista, y alguien aduló al Conde de Rodezno, entonces jefe de la Comunión: -Prepárese, Conde, que tiene que ser presidente del Consejo. A lo que, lleno de desdén por aquellos oportunistas, repuso muy digno: -No, eso ustedes. -¿Y qué haría V.? -le dijeron asombrados. -¿Yo? Iría a cazar todos los días con el Señor.

El Prof. ven Beyme deduce de la lección de España interesantes conclusiones sobre las dictaduras autoritarias actuales. Los seis puntos en que al final formula sus conclusiones tienen validez general para el estudioso, teórico o práctico, de la política. Es posible que el sistema en los últimos años en España se acercara hacia lo que Beyme llama «democracias de concordancia», al menos en la intención, pero llamamos la atención sobre la conclusión crítica de que ahora «en el relativamente oligárquico pluralismo de elites de poder y semi-oposiciones, el equilibrio esté en España más gravemente amenazado que en cualquier momento anterior» (p. 190).

Nos permitiríamos señalar que a la cuidadosa diligencia del Prof. K. von Beyme se le ha escapado que en el volumen en que no hace mucho se volvieron a publicar los escritos de Ramiro Ledesma Ramos, junto a la obra polémica y circunstancial ¿Fascismo en España?, hay un intento de formulación doctrinal, seguramente el más importante que se publicó en España en esta dirección: el Discurso a las juventudes de España. Todos los tópicos del fascismo están allí mejor formulados que en ninguna parte. Ambos libros, publicados en 1935, participan de la inquietud y catastrófica fecundidad del ambiente de aquellos años de nuestra juventud bajo la República.

Por contraste, como por necesidades de mi oficio he tenido que leer ahora las crónicas de San Gregorio Turonense, descubro que la estructura del poder en España recuerda los modos merovingios. Es como cuando el rey Chilperico o el rey Gontrán cazaba por los bosques de Saint Cloud o de Soissons y consideraba el reino hasta sus fronteras como su finca personal, de la que podía disponer por testamento o inter vivos.

ANTONIO TOVAR




ArribaAbajoCarta a don Salvador de Madariaga

Floreal Barcino


Atribúyase este interés nuestro en poner las cosas en claro cuanto antes, a dos razones esenciales: la primera es el respeto debido a los que, en ambos bandos, cayeron por un ideal, y la segunda el ferviente deseo de que, en el futuro, tanta sangre, tanto sacrificio, tanto dolor, sirvan al fin para algo. Es decir: para que la Comunidad de Pueblos Ibéricos despegue, definitivamente, hacia objetivos de inconfundible contenido humano y de alcances planetarios.

Así se ha de comprender mejor lo que nos ha dolido, y decepcionado, ese planteamiento trenzado por don Salvador de Madariaga. Por ello hoy, en la réplica, nos vamos a limitar, en lo posible, a esas zonas por las que merodea el razonar de don Salvador.

En sus «tesis», que abarcan 43 líneas, el autor consagra la mayor parte al Ejército; vienen después, en términos estadísticos, los liberales, la URSS, la Federación Europea y el libre albedrío de los españoles.

El monolitismo que el Sr. Madariaga atribuye al Ejército, está mucho más cuarteado de lo que él y otros liberales se imaginan. Recuerden esto: hace poco más de un año, el proceso en Burgos contra los militantes de la ETA (entre los que figuraban, no se olvide, dos sacerdotes), probó sobradamente (aún hoy se habla, en las esferas políticas europeas, y no precisamente en los medios revolucionarios, «des retombées de Burgos»), que la unidad de criterio -no sólo el político- del ejército en trances álgidos (recuérdese el 18 de julio de 1936) deja mucho, pero mucho que desear.

Así que, a todo tirar, se puede suponer que la mitad -y nos consta que son menos- del Ejército (jefes salidos de la guerra civil y algunos jóvenes oficiales que les siguen), son partidarios de que, en el fondo, las cosas sigan tal y como están, con algunos cambios en la fachada. Y que la otra mitad (la de los jefes y oficiales menores de 50 años, cuya mentalidad desborda los estrechos moldes castrenses), representa la incógnita, el gran interrogante. Los incidentes de la SEAT, en Barcelona, en el otoño pasado, pusieron de relieve actitudes nada conformistas, respecto a las pautas oficiales, precisamente a cargo de jóvenes oficiales acuartelados no lejos de la factoría revolucionada.

Es curioso, por otra parte, que el Sr. Madariaga no nombra, ni de pasada, a los católicos progresistas. Es decir: a esa masa militante que se radicaliza día a día, que está profundamente inquieta, desazonada, tras haber comprobado la enorme responsabilidad contraída por la Iglesia española, ANTES, DURANTE Y DESPUÉS de la llamada Cruzada de Liberación Nacional, en la supervivencia de la injusticia social imperante en tierras ibéricas.

Éste es nuestro enfoque, el de la clase obrera española: que existen problemas vitales que tienen que solucionarse, como sea y caiga quien caiga: 1.º, la ausencia total del pueblo español en las opciones políticas, sociales y económicas, amén de su ausencia en luchas entabladas allende nuestras fronteras. 2.º, segregación cultural absoluta. 3.º, la discriminación de toda clase, a niveles decisorios, y de las que son víctimas, sobre todo, las nacionalidades ibéricas de la periferia.

Todo esto debe ser lo que el Sr. Madariaga llama, en su artículo, «literatura o ilusión». Sin embargo, cualquier español que tenga una mínima idea del panorama español actual, puede calibrar la magnitud del esfuerzo a realizar para hacer del solar hispano un lugar medianamente habitable. Y sacar la conclusión -si hace el balance con esa mínima honestidad requerida- de que no es posible lograr los objetivos mínimos si no es a costa de dañar profundamente privilegios seculares, que se han fortalecido notablemente desde 1939. Creer que va a cesar el saqueo moral y material de nuestro país con declaraciones de buena voluntad y llamamientos al espíritu cívico, o con decretos firmados y rubricados por el nieto de Alfonso XIII, significaría atribuir a la juventud española (no se olvide que más de la mitad de la población española es menor de 30 años), una candidez política y una falta de memoria de que, afortunadamente, no adolece.

No se preocupe el Sr. Madariaga de los «remedios» que la juventud escoja para tratar de curar las enfermedades que el capitalismo ha puesto en circulación para proteger y ampliar sus privilegios, porque, entre otros derechos, la juventud, que está labrando su porvenir, tiene el de equivocarse, que es un derecho del que los liberales, todos los liberales, usaron hasta la desmesura, sin poder evitar, en parte alguna, que el mundo del dinero acabara adulterándolo y profanándolo todo.

FLOREAL BARCINO




ArribaAbajoEl separatismo: obsesión de don Salvador

Ramón Agesta


Ibérica se dirige a sus lectores para que den a conocer su opinión sobre los 13 puntos del «Proyecto de rumbo hacia la normalidad» que propone don Salvador de Madariaga, barajando ciertas hipótesis con que resolver las incógnitas.

Como antifranquista me parece limitado el enfoque escogido para responder a la enorme ansia de libertad y de rescate del poder, anhelado, suponemos, en todo el ámbito ibérico. Su tesis puede interpretarse como un llamado al Ejército, tan mencionado en la mayoría de los puntos. El Ejército, a pesar de haber tenido siempre la sartén por el mango, no ha hecho sino perpetuar el franquismo, y mañana... quizá un franquismo sin Franco.

Como sindicalista hubiera celebrado que don Salvador condenara la nueva Ley Sindical instaurada en España recientemente, y que vuelve a cerrar la puerta y con cerrojos nuevos la libertad de asociación obrera y de autodeterminación de la clase trabajadora, reconociendo que ésta podría haber sido la fórmula -acaso la única- de verdadera evolución con el respaldo del pueblo hacia un régimen de libertad.

Pero, y sobre todo, como ciudadano y nacionalista vasco, me indigna que el Sr. Madariaga, que ha gozado de la colaboración de los dirigentes vascos desde 1936 y, por lo tanto, conoce nuestra cuestión, estime correcto en sus recomendaciones hacia la normalidad advertirnos que el Ejército intervendrá contra todo intento de separatismo vasco o catalán, aunque «es casi seguro que el Ejército no se opondría a un plan razonable y moderado de regionalismo de España».

Bueno, esto del regionalismo vasco sabe muy bien don Salvador que para el Ejército Español sería suficiente concedernos algo así como los cuadros plásticos de la ópera «El Caserío», con algunas preces en vascuence en ciertas aldeas, o, a lo sumo, algún Concierto Económico elaborado por alguien del Opus Dei. No divaguemos. Sin querer recordar, para no abusar de la cortesía de Ibérica, otros de los planteamientos de don Salvador sobre el mismo tema, me permito recordarle la no muy lejana reunión de Munich en la que llevó la batuta, y que en lo referente a nuestra cuestión no hubo sino esta frase: la «autonomía de los pueblos españoles», capaz de ser interpretada de muy diversas formas. Lo único que se consiguió en nuestro caso, fue que una buena parte de la juventud vasca, al ver que el restablecimiento de los Estatutos de Autonomía se dejaba para las calendas griegas, se fueron inclinando hacia ideologías y métodos extremistas.

Pero don Salvador, ¿quién es y qué es lo que suscita el separatismo? sino esa cerrazón en no querer reconocer que el País Vasco es un país distinto, étnica, histórica y jurídicamente, y que la voluntad colectiva de serlo es hoy mucho más grande que cuando el general Franco emprendió la conquista de las «provincias traidoras». ¿No le dice a usted nada el que después de un siglo de centralismo, conculcando un pacto solemnemente firmado por el Ejército Español, apenas la República Española nos entregó un mínimo de nuestros derechos -y esto cuando los facciosos estaban en Somosierra- los vascos testimoniaron bien heroicamente su lealtad, y lo siguen testimoniando para con el régimen legítimo español? Incluso antes de dicho cumplimiento constitucional, el mismo día de la sublevación las organizaciones nacionalistas vascas se pronunciaban contra ella.

Parece mentira que don Salvador, desde esa magnífica atalaya inglesa, desde la que ha contemplado transformarse el más sólido de los Imperios en una docena de Estados relacionados por nexos libremente decididos, no nos presente algo más viable con qué resolver la cuestión de las nacionalidades ibéricas.

Sin embargo le leí con gusto, y no hace mucho un artículo suyo en un diario de Caracas en el que criticaba a fondo la forma en que fue impuesto el Ulster inglés en Irlanda. ¿Y por qué no admitir el que los vascos manden en su territorio?

RAMÓN AGESTA




ArribaAbajoCrónica del País Vasco

Euzkadi se seca las lágrimas: la lucha continúa


J. Oñate


Una mala gripe interrumpió, por un mes, esta crónica del País Vasco con consecuencias no graves pero sí de acumulación de trabajo. Al retornar, cartas de aquí y de allí, recortes, informes de corresponsales, esperaban... impacientes. Son tantas las cosas que han ocurrido por aquí durante este tiempo que será preciso sintetizar para no dejar nada en el tintero. Ibérica, ya en prensa, alcanzó a reportar en sus noticias de última hora la triste nueva del fallecimiento de don José de Rezola, vicepresidente del gobierno de Euzkadi en el exilio. No alcanzó a describir la emoción de la ceremonia de su entierro en el pequeño cementerio de San Juan de Luz, Francia, cerca de donde reposan los restos del Presidente Aguirre. En palabras (publicadas en Sud Ouest) de don Mauro Elizondo, Abad de Lazkano, tantas veces maltratado por la policía: «Rezola reposa sobre tierra vasca al lado del presidente Aguirre, su compañero de todas las luchas por la justicia, la libertad, en el amor. No, no podían faltar a su última cita estos dos líderes...». Los periódicos franceses Sud Ouest, Basque-Eclair y otros, así como los de Iberoamérica donde hay comunidades vascas, han dedicado su homenaje al gran luchador. Centenares de telegramas de presidentes, ministros, alcaldes de la vertiente norte de los Pirineos, de toda Europa y América, seguían llegando en el momento de escribir estas líneas. Y, como lo hacen los vascos cada vez que uno de los suyos muere en el largo camino de la lucha -Etxebarrieta, Artajo, Asurmendi, Pérez Jaúregui-, en cada pueblo de Euzkadi la iglesia se ha llenado para recordar al líder. Naturalmente el régimen ha hecho lo posible para evitarlo; los propios periódicos franceses se quejan de que las autoridades aduaneras españolas, el día del funeral, detuvieran deliberadamente los coches de matrícula española en la frontera, tomaran el nombre de sus ocupantes y dejaran pasar a los franceses. La muerte de Rezola ha constituido un plebiscito, y lo que es todavía más: ha demostrado que el relevo existe. Ante el cortejo fúnebre un grupo impresionante de jóvenes llevaban coronas de flores. Con el pelo ya gris pero firmes, seis oficiales de la guerra portaban el ataúd. «No muere el hombre -dice Euzkadi-, si su muerte vive». Rezola vive.

Navarra: humor, obispos y guardias

La gripe se ha interpuesto entre lo que yo llamaría trasiego de obispos y la opinión pública. Aunque el título que antecede empieza en Navarra, pasaremos primero brevemente por Vizcaya para palpar la opinión reinante con el nombramiento del nuevo obispo de esa diócesis Monseñor Añoveros. No es fácil resumirlo, pero intentémoslo. El pueblo, en general, supo del nombramiento por la prensa. Los enterados, antes. Ya el 7 de diciembre, en la residencia de las Aliadas se reunía el Pleno del Consejo Presbiterial de la Diócesis de Bilbao, convocado y presidido por el obispo Auxiliar de la diócesis, don José María Cirarda. Caras largas; espíritus cargados de presagios. No pareció compaginar demasiado el «Aita Gurea» (Padre Nuestro), entonado al principio, con las acusaciones y contraacusaciones que allí se oyeron. La discusión en su fondo fue objetiva, se dijo que no se conocía personalmente al nuevo obispo, pero que se tenía la impresión de ser un hombre que se manifiesta independientemente de los poderes políticos y se preocupa de los problemas sociales; su edad y distancia geográfica en que ha actuado se consideraron como un inconveniente, así como la falla de desconocer el vasco. En suma, se decidió entre otras cosas pedir a Añoveros que, tras reconsiderarlo, no aceptara, y se reprochó a Cirarda no haber mostrado mayor entereza para quedarse en la diócesis. El 5 de enero, Añoveros entraba en la diócesis para unos con el pie derecho, para otros con el izquierdo, mientras Cirarda, a quien muchos fieles e incluso el Consejo Presbiterial le reconocen aportaciones positivas durante su administración, emprendía el camino de su destino en Andalucía.

Los navarros han recibido al nuevo obispo Méndez, mal. Por de pronto una pastoral que estaba preparada para leer en todas las iglesias, atacando al régimen, ha sido prohibida. En vista de esto y de la estima que gozaba Monseñor Larrauri, un grupo de jóvenes (aproximadamente un centenar), penetró en la iglesia en el momento en que éste celebraba la misa, y en lenguaje que no se puede reproducir entonó la siguiente copla «Larrauri, Larrauri, Larrauri es — como Larrauri no hay ninguno». Resumen: Méndez se queda, pero Larrauri también. Nadie se ha atrevido a enviar a Larrauri a Andalucía. El País Vasco, pues, en materia episcopal está a la expectativa.

En otras materias hay cosas en Navarra que son sintomáticas y que dan motivo a pensar... mal. Situémonos. Pueblo de Aranaz, día 11 de enero, dos de la mañana. Tres hombres enmascarados se presentan armados en un caserío, llaman a la puerta, a la cual acude la mujer, que queda atemorizada al ver el espectáculo digno de película del Oeste. Digamos, antes de proseguir, que el «cashero» había vendido tres terneros en la feria, ese día. Y un «cashero» que ha vendido tres terneros no está dispuesto a entregar el dinero al primer enmascarado que se ponga delante. Así que cargó la escopeta de caza, salió y al ver a los atracadores fue más rápido que éstos. Disparó. Balance: dos muertos y el tercero que escapa corriendo. Ante la sorpresa de todo el pueblo se levantan las máscaras de los cadáveres y resultaron ser dos individuos que ejercían funciones policiales.

Guipúzcoa: Universidad y nuevo gobernador-policía

Pasar revista a Guipúzcoa es, todavía, más difícil. Vayamos por partes y la primera es: la Universidad. Una publicación vasca, y folletos que circulan de mano en mano, alzan su voz más fuerte ante el empecinamiento que el Gobierno franquista muestra al no reconocer a Guipúzcoa el derecho a una Universidad. El III Plan de Desarrollo que crea con una señal del dedo seis universidades en el territorio español, se olvida una vez más de Guipúzcoa (también de Álava, por cierto). Y no será malo recordar que la de Navarra es del Opus. Guipúzcoa tiene más de 2000 jóvenes que cursan estudios universitarios, más 6000 que reciben el título de bachiller y 22000 que cursan estudios medios. No es extraño, pues, que los guipuzcoanos estén indignados y lo demuestren. En vez de crear universidades, Franco ha mandado a los guipuzcoanos un policía: el nuevo gobernador Salmerón Mora, que tiene de «duro» algo más que la fama. Hizo la guerra con la primera centuria de Granada, era Coronel de la Policía Armada cuando dos obreros fueron asesinados allí en fecha no lejana, y, por supuesto, está en posesión de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil y de licencia para asesinar también en Guipúzcoa. Antes de olvidarnos: Iranzo, antecesor del nuevo gobernador-policía, fue «dimitido» por blando.

Tras la muerte de Rezola, los vascos han secado sus lágrimas pronto y han pasado a la acción. El fallecido vicepresidente era uno de los más entusiastas de la idea de una «Comisión de Derechos Humanos» en pro de los presos vascos. Es difícil que la cosecha siga tan rápida a la siembra, pero esta vez es así. La idea fue lanzada bajo el título de ¡NO ESTÁN SOLOS!, en vísperas de Navidad. No se trataba de una colecta más, sino de una sistemática labor de información sobre todos y cada uno de los presos vascos, dispersos por cárceles de la península. Se ha enviado copia del llamado a Amnesty International, de Londres, a las Confederaciones de Sindicatos Libres y Mundial del Trabajo, en Bruselas; y a otros organismos del mundo.

La primera respuesta positiva y fulminante ha llegado de Idaho, donde hay una gran colonia vasca. Pete Cenarruza, Secretario de Estado, con sede en Boise, quedó impresionado al leer el periódico ante las condiciones de los presos políticos vascos e inmediatamente, en compañía del senador Peauy, decidió introducir en la Cámara Legislativa del Estado de Idaho una proposición de AMNISTÍA. Otras comunidades vascas han enviado su solidaridad y la idea marcha. Como decía un eibarrés al oír la noticia por la emisora clandestina de los vascos, «menos mal que nos ha salido también a nosotros nuestro Kennedy».

Se termina el espacio. Hablar del secuestro de don Lorenzo Zabala Suinaga, que le ha robado la primera página de los periódicos al Príncipe Juan Carlos, a los universitarios y hasta a Urtain, sería irrelevante. Nos suenan los oídos de especulaciones, martilleadas por radio y televisión. Afortunadamente, esta vez el secuestro ocurrió en Abadiano y hasta el interesado (su vida no corrió más peligro que el de un posible encuentro con la guardia civil cuando iba a ser libertado) ha confesado claramente (ver prensa franquista 25 de enero), que no estuvo en Francia. En Bayona y en San Juan de Luz han pululado los «secretas» y los periodistas, dando idénticos pasos que dieron cuando el secuestro de Herr Biehl. Para muchos vascos exilados que hay por aquí, separar al policía del periodista del régimen empieza a resultar difícil. Para desilusión del opusdeísta Sánchez Bella, esta vez no parece se puede señalar con el dedo a los franceses. Y por mucho que las agencias de noticias (ojalá se pusieran de acuerdo para no caer en contradicciones) se empeñen, el régimen tuvo que dar la mano a torcer.

Concluimos: el ejército espera que se olvide «lo de Burgos» para empezar de nuevo en Burgos. Varios presos, entre ellos Arana-Bilbao, han sido trasladados de Carabanchel a Burgos, vía Vitoria, para ser juzgados; y para terminar, si alguien, demasiado curioso, pregunta cuál es la sede de la «Comisión de Derechos Humanos», le diremos con palabras de Rezola: nuestra sede es el mundo.

J. OÑATE




ArribaAbajoEncuentro con Victoria Kent

Baltasar Porcel, redactor de la revista Destino, de Barcelona, entrevistó a nuestra Directora en su despacho.

El número 1784, del 11 de diciembre último, de Destino, que publicaba dicha entrevista, fue confiscado, recogiendo la policía los ejemplares, a los dos días de su publicación, en todos los puestos de periódicos.

Entendiendo esta Redacción que nuestros lectores tendrían interés en conocer esa entrevista, la insertamos íntegra a continuación.

¿CUÁL CREE USTED QUE FUE SU TRABAJO MÁS IMPORTANTE EN ESPAÑA?

Su pregunta tiene una formulación que le agradezco. Quiero decir que parte usted del principio de que pude hacer algo importante. Y sin falsa modestia le contesto: las reformas del régimen penitenciario emprendidas por mí durante el tiempo que desempeñé la Dirección General de Prisiones es la tarea de mi vida a la que le doy una importancia superlativa. Mi preferencia por los estudios penitenciarios me llevó a aceptar ese cargo, lleno de dificultades, con la plena convicción de que era uno de los fundamentales problemas con el que debíamos enfrentarnos, problema desdeñado, problema tabú.

La condición humana llega a sus últimos estratos en las cárceles y presidios, y los avances de la ciencia penitenciaria señalaban ya el camino para ir gradualmente devolviéndole al preso su condición de hombre. Dos problemas sociales me conmueven: la injusticia y el dolor humano. Sobre las bases señaladas por los mejores penólogos y penitenciaristas, se situaron las reformas que pude introducir, de las que hablaré detalladamente en otro momento si hay ocasión.

Ni soy una sentimental, ni esclava de una disciplina técnica intransigente; soy una mujer humana con una fundada convicción de que la sociedad -en la que, naturalmente, va incluida la familia- es la culpable número uno de las desviaciones del individuo. Y hay que poner remedio, porque los hay, y porque la sociedad, primer culpable como le he dicho, es al mismo tiempo víctima y verdugo. No soy esclava de una técnica inflexible, que, por lo demás, sufre modificaciones como toda técnica que emana de una ciencia.

VISTO CON PERSPECTIVA HISTÓRICA ¿ACTUARÍA USTED DE LA MISMA MANERA?

Sin la menor duda. Restablecería lo que han echado por tierra y seguiría la línea que me tracé.

¿CUÁLES FUERON, A SU JUICIO, LAS CAUSAS DE LA REBELIÓN MILITAR DEL 36?

Mire usted, Porcel, vamos a eliminar primeramente las teorías que se propalan y que no comparto: «que hubieran hecho falta ríos de sangre por las calles», «que la blandura del gobierno republicano fomentó que se hicieran fuertes los enemigos de la democracia», «que Azaña afirmó que "España ha dejado de ser católica"», lo que sabe usted muy bien que implicaba que la España oficial no era católica ni budista, es decir, que el Estado no tiene religión. Los enemigos del régimen republicano le dieron aire a la frase -que quizá no fue acertada en su esquemática forma-. Y ahí tiene usted a los católicos, romos de inteligencia y con maligna intención, presentando la espada de Damocles, que nunca tuvo realidad.

A mi juicio dos grandes equivocaciones, no debilidades, cometió la República: de un lado una alarma en el Ejército, y de otro en los grandes terratenientes. El no proceder a la rápida formación de un ejército moderno antes de acometer la reforma militar, fue, a mi juicio, una medida desacertada. De otro lado los grandes terratenientes, al anuncio de la reforma agraria, la alarma cundió entre ellos. Y he aquí lo que yo juzgo que hubiese sido necesario llevar a la práctica: una reforma agraria de fondo, como exigían aquellas circunstancias. Las equivocaciones en política, en política bien intencionada, o son hijas de un desconocimiento del problema o son hijas de la tolerancia; esta segunda hipótesis es la que caracteriza a esas dos grandes equivocaciones que le acabo de señalar.

¿Y CUALES FUERON LAS CAUSAS DE LA DESINTEGRACIÓN INTERNA DE LAS FUERZAS REPUBLICANAS DURANTE LA GUERRA?

Hablar de desintegración, refiriéndose a un movimiento popular y espontáneo como el que se produjo en España en 1936, no es apropiado. La dolorosa comprobación del abandono de las democracias ante un levantamiento contra las instituciones que España se había dado libremente, la pérdida de un ideal que el pueblo español logró llevar a la realidad, eran motivos suficientes para perder toda esperanza en el éxito. Las manos de los hombres se unen ante la tragedia; digerida ésta los grupos se escinden para su defensa pasiva.

¿SU TRAYECTORIA A PARTIR DE 1939?

Desde el año 1939 hasta 1945 hube de vivir la vida clandestina en Francia, pues aunque tenía en mi poder el billete de embarque para México, las autoridades de Vichy no permitieron mi salida. Liberada Francia marché a México, y la Universidad me invitó a dar unas clases de Derecho Penal, y allí estuve hasta mi incorporación, en 1950, a las Naciones Unidas, donde trabajé en la sección de Defensa Social durante dos años; pero estimé que era un trabajo burocrático y algo sin eficacia, lo que es contrario a mi temperamento. En 1953, con un grupo de amigos americanos y españoles, pusimos en marcha la revista Ibérica, que empezamos a publicar en dos ediciones: en inglés y en español, por considerar necesaria la edición inglesa dada la falta de noticias sobre España en los Estados Unidos. Esta edición inglesa se terminó en diciembre de 1966, visto que la prensa americana recogía más información sobre España. No tenemos detrás de nuestra labor ni partido político, ni sindicato, ni grupo de ninguna clase que pudieran tener alguna influencia en nuestro cometido. Nuestra independencia es absoluta.

¿CREE USTED QUE EL FUTURO DE ESPAÑA Y EUROPA ESTÁ EN LA COMUNIDAD EUROPEA?

Sin duda alguna. Europa unida en su economía y en su orientación política será una gran potencia que pesará en el equilibrio mundial, pero el camino es difícil, porque España necesita una evolución de fondo tanto en el sentido económico como en el político, que es condición primordial para poder entrar en la Comunidad Europea.

¿QUÉ JUICIO LE MERECE A USTED EL MOVIMIENTO JUVENIL MUNDIAL?

Mire, para mí la juventud tiene siempre razón; todos hemos estado, en un sentido o en otro, contra las generaciones que nos han precedido, y eso lleva al progreso. La inquietud y el deseo de llegar a algo mejor que el presente que se vive es la vida. La estabilidad es estancamiento, pero el estar en contra de un estado social que se cree injusto, lleva aparejado el articular o señalar otro que se erija antes del derrumbe. Nos tocó acabar con el régimen monárquico, pero antes de su derrota habíamos hecho partícipes a nuestros compatriotas de un programa para gobernar España dentro de un régimen republicano liberal y democrático. Creo en la juventud, insisto, pero no en una juventud ociosa y teórica de marijuana y otras drogas más nocivas. Espero en una juventud que lleve como insignia una tarea a realizar, que levante la justicia hollada y humanice esta vida deshumanizada.

¿QUÉ PIENSA USTED DEL MOVIMIENTO PARA LA LIBERACIÓN DE LA MUJER?

Todos tenemos que reconocer la justicia de la causa; pero yo soy un poco exigente con nosotras mismas. Quiero decir con esto que la libertad que nos es debida debe ir acompañada de una actitud consciente de nuestro aislamiento pasado que nos ha legado una falta de preparación en muchos órdenes, y tenemos que aprestarnos a recuperar esa preparación de que hemos carecido. Confío en la futura aportación femenina.

¿VOLVERÍA USTED A ESPAÑA?

Sin la menor vacilación. Volveré a España cuando sea posible actuar allá para restablecer la democracia y la libertad, lo que no podrá ser mientras impere el régimen franquista actual.

¿QUÉ ACONSEJARÍA USTED A UN ESPAÑOL DE HOY?

¿Sabe? yo no tengo confianza en la eficacia de los consejos. Nuestras acciones se enfrentan cada día con la realidad, y ante ella contrastamos nuestros errores y nuestros aciertos. El futuro pertenece a las nuevas generaciones y todo español tiene el deber de acabar con esos carcomidos moldes que le están limitando su vida y emprender una tarea de hombre: una acción consciente y continuada hacia la conquista de la libertad de sus potencias que están minimizadas, y emprender la tarea de restablecer el equilibrio dentro de España y actuar firmemente para que nuestra patria pueda formar parte de la Comunidad Europea. Creo en España porque creo en la juventud.


NOTA DE LA REDACCIÓN

Sentimos no poder insertar, por falta de espacio, los comentarios intercalados por Baltasar Porcel en la entrevista, comentarios tan inteligentes como equilibrados, plenos de sentido social y político, en los que resalta la estimación por nuestra Directora. Conste nuestra gran apreciación por su trabajo y nuestro agradecimiento.




ArribaAbajoSin permiso de la censura

Información de nuestro corresponsal en España


Telmo Lorenzo


Panorama nacional

El año había comenzado bajo los auspicios más inciertos; el tradicional discurso del Caudillo, más inmovilista, más ultraconservador y más desfasado de las realidades mundiales que nunca, estaba sazonado por un ataque-advertencia en regla contra la Iglesia.

La Iglesia replicó, no sólo por pastorales tales como las de Mons. Infantes (Canarias) y Mons. Benavent (Granada), sino por la boca misma del cardenal-arzobispo de Madrid, Mons. Enrique y Tarancón, al hacer su entrada oficial en la capital. Ser la voz de los que no pueden expresarse de otra manera, estima el arzobispo que es una de sus misiones, así como no permanecer indiferente cuando de la justicia social o de las libertades se trata. La réplica de Ecclesia (órgano central de Acción Católica, inspirado por la jerarquía) fue tajante: la Iglesia tiene el derecho y la obligación de ocuparse de cuestiones de justicia social.

La llamada al orden a jóvenes y estudiantes para que sean «buenos chicos» tampoco parece que fue muy atendida, puesto que desde que terminaron las vacaciones, se replanteó con mayor virulencia el problema de Medicina, complicándose después en huelga general. Este problema, que ha sido y es uno de los nudos de la vida política española en el mes de enero, merece ser tratado con mayor detenimiento (examinando también sus lazos con el problema general de los médicos y servicios de hospitales).

Los estudiantes de Medicina piden que el nuevo año «rotatorio» que se les exige ahora después de los seis de estudios, sea retribuido, ya que en caso contrario es una prima que se da a los económicamente fuertes. Piden también que se supriman los tribunales de Selectivo y la selectividad por cuatrimestres, ya que, según ellos, «establecer el "numerus clausus" es un absurdo cuando en España son necesarios el doble de médicos de los actualmente existentes». También piden que las especialidades médicas se lleven a cabo en hospitales y que no se pueda obtener un título de especialista por autoinscripción con médicos privados, escuelas privadas, etc.

Desde el 7 de enero comenzó la huelga que rápidamente se hizo total. Y el día 13 el Ministerio sancionaba con la pérdida de matrícula a los 4000 estudiantes de los cursos segundo a quinto de la Facultad. Los estudiantes eran conminados a pedir perdón por escrito e individualmente, «comprometiéndose a respetar el orden académico y las medidas que las autoridades crean oportuno tomar para garantizar la normalidad de las clases». (sic)

Huelgas y choques con la policía

El día 14, ante el «campus» de la Facultad de Medicina los estudiantes hicieron hogueras con montones de dichas instancias. En Derecho, Económicas y Políticas hubo sendas asambleas y se tomaron acuerdos de huelga. Se produjeron los primeros choques con la fuerza pública y las primeras detenciones. Por su parte, 400 médicos se reunían en el Hospital Clínico, acordando pedir: 1.º suspensión de todas las sanciones contra los estudiantes; 2.º continuación del diálogo con ellos; 3.º dimisión del decano Sr. Tamarit; 4.º retirada de la fuerza pública.

Para tener una idea del panorama nacional hay que tener en cuenta que en el Hospital psiquiátrico de Oviedo había ya más de 30 médicos encerrados (protestando por no cumplirse los acuerdos del pasado año) y que, desde el día 15, otro conflicto surgía en el Hospital general de Oviedo: las alumnas de la Escuela de Enfermeras, que son 280, se negaban a realizar trabajos que no fueran docentes. La verdad es que dichas alumnas (y contra lo dispuesto por el Ministerio el pasado mes) son obligadas a hacer trabajos como enfermeras, incluso guardias nocturnas, sin cobrar un céntimo, es más, teniendo que pagar cada una 3000 pts. mensuales en calidad de aprendizaje. «¡Basta ya!» dijeron, y se encerraron en el Hospital, acompañadas por 80 médicos que han decidido solidarizarse con ellas. También el día 15 estallaba otro conflicto del personal sanitario de la clínica Puerta de Hierro.

El lunes 17 de enero los estudiantes de todas las Facultades madrileñas fueron a la huelga, incluso los de la Universidad Autónoma, que es la primera vez que hacen un paro académico. Desde hacía mucho no se producía un conflicto de esa gravedad. Los estudiantes pasaron a la acción intentando marchar sobre Madrid, cortando la circulación rodada e improvisando barricadas con bancos y coches atravesados en las inmediaciones de la Ciudad Universitaria. Cargó la policía armada, con casco y todo, tanto a pie como a caballo, protegiendo las «operaciones» un helicóptero. Respondieron los estudiantes a pedrada limpia y los choques adquirieron gran violencia durante cerca de dos horas. Se apedrearon no solamente los jeeps de guardias, sino todos los coches oficiales, siendo alcanzado uno de ellos perteneciente a la Casa civil del jefe del Estado. Los guardias llegaron a ocupar militarmente la Facultad de Farmacia, dispararon al aire (?) numerosas veces y se dice que los estudiantes heridos pasaban de cincuenta. También varios guardias resultaron heridos de pedradas y ladrillazos. Hacia las dos de la tarde, las manifestaciones se extendieron por las calles de Madrid; hubo incluso un intento de manifestación en la calle de Alcalá, cerca del Ministerio de Educación; otras, más importantes, en lugares tan diversos como Red de San Luis, plaza de la Independencia, glorieta de la Iglesia y Lavapiés, es decir, en los cuatro puntos cardinales.

Por la tarde del lunes 17, los manifestantes cortaron la circulación en la calle de Bravo Murillo y volcaron varios coches. En los Ministerios y en la Dirección General de Seguridad cundía el nerviosismo; se había detenido a más de cien estudiantes y 52 habían pasado ya, bajo inculpación, a la jurisdicción del Tribunal de Orden Público. Se prohibían reuniones y asambleas por doquier; sin embargo, los médicos del Clínico conseguían reunirse, así como los 140 médicos internos y 95 residentes de la Clínica de la Concepción, que iniciaron un encierro en señal de protesta. Otra asamblea tuvo lugar en el hospital psiquiátrico de Leganés. En el Clínico se encerraban aquella noche 289 médicos.

El día 18 continuó la huelga en todas las Facultades y Escuelas, continuaron los «encierros» de médicos en las clínicas de la Paz y de la Concepción. Los del Clínico salieron del «encierro» aquel día. En Oviedo todo continuaba igual, es decir, el director de la Escuela de Enfermeras presentaba la dimisión, las autoridades amenazaban y los 360 encerrados seguían allí. En Valladolid hubo huelgas, violentas manifestaciones en las calles y choques entre estudiantes y policías; el periódico falangista Libertad fue apedreado, dejándole sin una luna e incluso intentaron asaltar los talleres. Hasta en Santiago de Compostela se celebraban asambleas de médicos solidarizándose con los de Madrid y Asturias. Al día siguiente, en Madrid, todos los médicos de la «Ciudad Sanitaria F. Franco», tras celebrar asambleas, se declaraban solidarios con los estudiantes. El día 20, huelga en las facultades de Medicina y Filosofía y Letras de Zaragoza, y la de Medicina de Salamanca. En Madrid el día anterior, el 19, la huelga era seguida ampliamente en las tres Universidades (Complutense, Autónoma y Politécnica) por setenta mil estudiantes. Seguían las asambleas, seguía la intervención de la policía y los choques subsiguientes. Los estudiantes se echaron de nuevo a la calle y consiguieron parar la circulación en la calle de la Princesa y otras más del barrio de Argüelles y de Moncloa. De nuevo hubo heridos, destrozos materiales y, coches policiales y de matrícula oficial seriamente apedreados. En el centro, en Hortaleza y Fuencarral, los estudiantes, que rompieron lunas y lanzaron octavillas, llegaron a hacerse dueños de la situación. Los estudiantes se hicieron fuertes, tras barricadas, en la Escuela de Arquitectura, asaltada por la policía al cabo de varias horas. El director de la Escuela ha dimitido en protesta por la actuación de la fuerza pública.

El viernes 21 (día en que se reunía el Consejo de Ministros) se agravó la situación. En Madrid hubo asambleas solidarias de médicos en La Concepción, la Fundación Jiménez Díaz, la Clínica Infantil La Paz y la Ciudad Sanitaria La Paz. Los estudiantes de Medicina de Granada se solidarizaban con sus compañeros del resto de España. En Barcelona también había huelga en Derecho, y en Valladolid nuevas manifestaciones y nuevos encuentros con la fuerza pública; más de cuarenta estudiantes detenidos (26 multados por el Gobierno civil y 29 sancionados con pérdida de matrícula). En Valencia comenzó la huelga de 70 profesores de Instituto, a los que todavía no se les ha pagado un céntimo desde comienzos del curso (octubre) y en Asturias se celebraban asambleas de profesores con el mismo fin. La huelga de Medicina seguía también en Oviedo, Salamanca, Zaragoza y Bilbao.

«La situación es grave»

Villar Palasí tuvo que confesar en el Consejo de Ministros que la situación era grave, cosa que no ignoraba su colega Sr. Garicano. El caos de la Educación Nacional, las consecuencias de una Ley de Educación a la vez demagógica y disparatada, la acción de los grupos de presión, han creado una situación apoyada por el Gobierno como «cuestión de Orden público», contra la que reaccionan estudiantes y profesionales intelectuales. Y en Consejo de Ministros se dijo que había que ceder un poco; había que levantar las sanciones (el Consejo de Ministros estaba también preocupado por el rapto del industrial Sr. Zabala).

El lunes 24 se anuncia el «perdón», se tienen buenas palabras, mientras la huelga sigue en todo el país (en Oviedo y Salamanca se suman también los estudiantes de Letras). La Asamblea del Colegio de Médicos de Madrid, celebrada el sábado 22, había pedido «la anulación de todas las sanciones impuestas a los estudiantes como trámite previo a la iniciación del diálogo». Mientras tanto, en Oviedo, el Hospital General cerraba sus puertas, no admitiéndose más que los casos de urgencia.

Levantadas las sanciones, tanto Villar Palasí como el rector Sr. Botella se permitieron repetir el estribillo de «los problemas de la educación que están siendo explotados por la subversión», «los intereses inconfesables», etc., etc. Y los estudiantes han proseguido la huelga. Si son ciertas las informaciones de orden privado, la huelga ha afectado en ciertos momentos a 150000 estudiantes de diez universidades. Desde hace varios años no había ocurrido nada semejante. El hecho nuevo ahora es la solidaridad de los médicos. Pero no son solamente los médicos; la agitación renace entre los abogados: un nuevo conflicto ha estallado entre el Tribunal de Orden Público y el letrado Sr. García Valdés, quien acusó a aquella jurisdicción de querer ocultar los malos tratos infligidos por la policía a los detenidos. El TOP ha hecho procesar al abogado; en respuesta, 92 abogados del Colegio de Madrid han hecho una declaración escrita solidarizándose con su colega y con la denuncia expresa de éste consistente en negar que, con tales procedimientos, exista un Estado de derecho.

Las últimas noticias no suponen cambios importantes en la situación, tanto en lo que concierne a los estudiantes de Medicina, como a la de los médicos y enfermeras de Asturias. El paro académico continúa en la mayoría de los centros de la Complutense y es total en todas las Facultades de Medicina.

Conflictos sociales y sus derivaciones

Esta vasta conflictividad que se refiere principalmente a las capas medias de la sociedad, tiene lugar sobre un fondo de agitación social que persiste desde antes de Navidades. Las huelgas aquí y allá en diversas empresas de Cataluña, Asturias y País Vasco, están en gran parte relacionadas con la firma de nuevos contratos colectivos de trabajo. Ya hemos indicado cómo, en algunos casos, tal en Chrysler-Barreiros de Madrid, «alguien» hizo detener a los miembros obreros del jurado de empresa y firmar una convención, perjudicial para los trabajadores, que es a todas luces ilegal. Un conflicto de éstos, el de la fabrica Precicontrol de Eibar, ha dado lugar a un hecho de tipo sensacionalista que los medios oficiales y su prensa se esfuerzan por explotar hábilmente. Nos referimos al rapto del patrono Sr. Zabala, propietario de numerosas fábricas y secretario del Consejo de Administración de Precicontrol, de Eibar, empresa en conflicto de trabajo desde noviembre, de la que habían sido despedidos, como represalia, 189 obreros. Esta fábrica se halla situada en Ermua. El Sr. Zabala fue raptado, a la salida de una de sus fábricas, a 30 kilómetros de Bilbao, el miércoles 19 de enero por la mañana. Pronto se supo que la organización ETA (o mejor dicho, uno de sus sectores) se atribuía el rapto y que exigía para el rescate la readmisión de los obreros despedidos, el aumento de 1000 pts. mensuales de salario que pedían, etc. Este hecho se producía después de otros actos de violencia contra la farmacia del alcalde de Ondarroa y contra una tienda de modas de San Sebastián.

Inmediatamente se puso la policía en acción, procediendo a catorce detenciones, entre ellas las de dos sacerdotes, el Padre Celaya, párroco de Amaña, y el Padre Félix Vergara, párroco de Ancitain, que en el mes de diciembre habían organizado una colecta en favor de los obreros. Por fin, la dirección de la empresa cedió y se entablaron negociaciones sirviendo de mediador el Padre Vergara, puesto en libertad, así como todos los demás detenidos. Pero, en Madrid, la prensa gubernamental increpaba a la empresa por su «debilidad» (sobre todo el diario Pueblo) y exigía una severa represión. Nuevo Diario, el más fiel portavoz gubernamental, pedía severos castigos no solamente contra los autores del rapto, sino contra toda clase de cómplices directos o indirectos. Toda clase de injurias fueron vertidas contra los nacionalistas vascos tratados de «pandillas de delincuentes», «sin ninguna base en la población, amante de la unidad nacional», etc., etc.

Los obreros fueron readmitidos (hecho presentado de manera falsa por la prensa), los presos liberados y el Sr. Zabala era liberado por sus raptores en la mañana del día 22.

Incógnitas del rapto

Mientras tanto, se hacían toda clase de cábalas sobre qué rama del ETA (se sabe que hay tres) había realizado el rapto. Los mismos protagonistas afirmaban que se trataba del «sector militar», considerado generalmente como el más moderado en lo social, pero el más extremista en lo político, es decir, netamente separatista. Pero otros moderados lo negaban, diciendo que «era cosa de marxistas», y los medios oficiosos de Madrid, que utilizaban a fondo el incidente, se referían siempre a los marxistas. Claro es que de esos «marxistas», más o menos de verdad, hay dos sectores; el llamado «maoista» y otro netamente enemigo del terrorismo. La incógnita sigue, pues, en pie. Pero el caso es que las autoridades, en cuanto el Sr. Zabala regresó a su casa, se han puesto de nuevo a detener a todo el mundo, y al primero de ellos al párroco Padre Vergara, a pesar de las promesas que se le habían hecho al obispo de San Sebastián, Mons. Arcaya, que se interesó vivamente por los sacerdotes detenidos. Se sabe que el gobernador civil había prometido al obispo que no habría nuevas detenciones.

El jefe de policía de Bilbao, que dirige las operaciones, ha dado los nombres y fotografías de las cuatro personas a quienes acusa del rapto, asegurando que se han refugiado en Francia. Todo ello da lugar a una nueva campaña antifrancesa, en la que ha destacado el escritor falangista García Serrano desde las columnas de El Alcázar; lo cual no impide que se agasaje al ministro francés Sr. Bettancourt, escuchando complacientemente sus promesas de ayudar a España a entrar en el Mercado Común, en el momento que otros países democráticos de Europa se niegan terminantemente a ello.

La tensión, por consiguiente, no ha hecho sino aumentar en el Norte, donde hay más de 2000 huelguistas en los Astilleros de Sestao y varios cientos más en la metalurgia de aquella ciudad (200 de ellos fueron expulsados por la policía de una iglesia en donde se habían refugiado).

La huelga de Duro-Felguera (Asturias) ha alcanzado a 1100 obreros y la fábrica ha sido cerrada. También hay huelgas en algunos pozos mineros. En Bilbao la huelga gana a Constructora Naval y Astilleros de Sestao, con cerca de 4000 parados, a lo que se une huelgas parciales de 500 obreros en la Babcock and Wilcox y manifestaciones de otros 500 obreros en Altos Hornos de Vizcaya. Se señalan otras huelgas en diversos puntos de Guipúzcoa y Navarra. En fin, los empleados de banca han entrado de nuevo en conflicto; en el centro de Madrid manifestaron más de mil, y en Oviedo han abandonado el trabajo.

No hay necesidad de cargar los tonos para dar cuenta de lo tenso de la situación. En los medios oficiales se ha querido aprovechar el rapto del Sr. Zabala (forma de acción que no es aprobada por la mayoría de los sectores de la oposición) para hacer una contraofensiva psicológica, tratando de oscurecer lo que es mucho más importante que ese hecho aislado que linda con la crónica de sucesos: las huelgas masivas de los estudiantes y de los médicos, el descontento de todos los profesionales, la oleada de huelgas ante el alza del coste de la vida y la ausencia de libertades sindicales. Las Comisiones Obreras han obtenido un éxito al divulgar una nota confidencial del Ministerio de Trabajo con reglas a seguir en casos de conflicto social: «detener a los agitadores, recomendar a la prensa que calle o minimice los conflictos de trabajo». La nota critica ásperamente a los patronos que prefieren entenderse con delegaciones obreras sin pasar por los Sindicatos.

Anécdotas y mano dura

¿Qué decir de tanta anécdota y de tanta chismografía como corren por cafés y tertulias de Madrid, cuando hay hechos tan graves en el país? No se ha parado de hablar de la boda proyectada entre la nieta del Caudillo y don Alfonso de Borbón y Dampierre. Ha ocurrido que el Instituto de Opinión Pública tuvo la ocurrencia de hacer un «sondeo de opinión» sobre el alcance político de ese enlace y la personalidad de don Alfonso. Hubo gran revuelo en ciertos medios y la destitución fulminante del director del Instituto (algunos dicen que presentó la dimisión por disconformidad, pero la primera versión parece más veraz).

Los dimes y diretes siguen alimentados por otros «ecos de sociedad», como la libertad provisional concedida a don Fernando Vila Reyes o la conferencia dada en Zaragoza por uno de los «amnistiados» de Matesa, el ex ministro Sr. Navarro Rubio. Otros comentan la condecoración de San Raimundo de Peñafort al abogado catalán don Luis Pascual Estevill, a quien algunos llaman «el enterrador de las Asociaciones», dado que obtuvo un premio periodístico y muy oficial sobre dicho tema, poco antes de que fueran apuntilladas; más tarde, sus amigos intentaron -en vano- sacarle de procurador por Tarragona.

En fin, más serio parece el nombramiento del teniente general don Carlos Iniesta (que estaba de embajador en Argel) para director general de la Guardia Civil. El Sr. Iniesta es considerado como uno de los «ultras» preeminentes en el seno de las fuerzas armadas. El hecho es aleccionador porque confirma lo que ya es bien sabido: la complicidad tácita entre los «tecnócratas y desarrollistas» del Gobierno con el sector «ultra» para darle a éste palancas-clave de poder, guardándose ellos la dirección económica y diplomática. Lo cual no es obstáculo para que la ampliación del Mercado Común haya constituido un serio revés para esos tecnócratas y diplomáticos (que se consuelan llevando el Príncipe al Japón), ya que las exportaciones españolas, sobre todo las de agrios, sufren considerablemente de la nueva situación. Varios grupos empresariales se han quejado ya y protestan que desde hace tanto tiempo que se lanzó al aire con muchas campanillas la petición de asociación al M. C., no se haya logrado nada efectivo.

El producto nacional ha sido más bajo el año pasado, algunas dificultades se presentan en el horizonte y, por el momento, se ha prorrogado el II plan, lo que equivale a decir que no hay plan ninguno hasta que esté aprobado el III; cuestión de cuatro o cinco meses, ya que hay que discutirlo en Cortes con centenares de enmiendas. Claro que algunos están contentos porque aumentan las inversiones extranjeras, siendo las más importantes las alemanas, hecho que vale la pena de tener en cuenta.

La situación sigue endureciéndose. Se ha hablado otra vez de reaparición de Madrid, pero sin Fontán; hasta ahora no hay nada preciso. El TOP pide la comparecencia y prisión de Calvo Serer, que sigue escribiendo artículos desde París. Y el mismo TOP sanciona con penas cada vez más elevadas a los acusados: 18 años de prisión al dirigente comunista Sr. Lobato y doce y un día a don José Nieto, acusado también de ser dirigente del Partido Comunista, además de varias penas de prisión a otras personas, entre ellas una mujer. En fin, el Decreto del día 17 sobre concesión de pasaportes, deja al libre arbitrio de gobernadores y comisarios de policía el negar un pasaporte por «cualquier causa que pueda afectar al orden público». Endurecimiento político que coincide con otro económico; no se podrán crear bancos con capitales inferiores a 1000 millones de pts.; de los ahora existentes sólo siete reúnen esas condiciones.

Incertidumbre, dureza, crecimiento del descontento en vastas zonas de población. Las agujas del barómetro no parecen girar hacia el clima apacible.

TELMO LORENZO

Madrid, 28 de enero de 1972






ArribaAbajoEditorial

Un estado en precario


Ningún país, por próspero que sea, por protegido que pueda estar por sus organizaciones nacionales; ningún país, decimos, está a salvo de problemas, de perturbaciones, de circunstancias conflictivas, ya en una rama de sus actividades, ya en otras. Si esto ha sido así desde épocas remotas, hay que reconocer que hoy son casi universales los conflictos en el área nacional. Pero lo que ocurre en España cae fuera de lo previsible, aun en países de regímenes similares.

En esta ocasión nos ceñimos a los problemas privativos del vivir nacional en los que está envuelto el Estado español, sin desconocer, claro está, sus posibles repercusiones en el ámbito internacional.

Con interés creciente seguimos las manifestaciones de los movimientos sociales, culturales y, políticos de la vida española. Años llevamos estudiando esos movimientos, pero de algún tiempo a esta parte cobran un interés máximo ante esa lucha tenaz -pese a la renovada dureza de los procedimientos coercitivos del Gobierno- del pueblo español tras el logro de condiciones humanas de vida, de unas instituciones que puedan ser su voz: la voz de España.

Las actividades laborales presentan este índice: huelga en la empresa Chrysler-Barreiros, de Madrid, conflicto que dio lugar a 27 despidos de obreros y varios detenidos a los que se les ha impuesto una multa de «cien mil ptas.» a cada uno; en la Electromecánica Alconza, de Vizcaya, despido de 280 trabajadores (la plantilla es de 470); paro de diez mil trabajadores en los Astilleros de la Naval; la SEAT, de Barcelona, arrastra una situación difícil desde la muerte de un obrero a consecuencia de una intervención de la policía; en la factoría metalúrgica Cispalsa, los trabajadores estaban en paro dentro de la fábrica; la policía desalojó el local. El conflicto de Precicontrol, de Eibar, dio lugar al secuestro del Sr. Zabala; en Barcelona y en Asturias fábricas cerradas; huelgas bancarias en Bilbao, Oviedo, Sevilla, Huelva... El resumen que presentamos es forzosamente incompleto, pero suficiente para mostrar que el Gobierno español carece totalmente de soluciones adecuadas para establecer la vida normal en el sector del trabajo, y garantizar a las empresas un funcionamiento regular que pueda armonizar trabajo y rendimiento. La inseguridad del Estado español no puede apoyarse más que en la represión.

Pasemos a considerar otro aspecto de la vida española, el universitario. Terminadas las vacaciones dio comienzo en Madrid la huelga de estudiantes; el 7 de enero comenzaban ya los incidentes universitarios; pocos días después la huelga fue total en todas las Facultades, por solidaridad con los estudiantes de Medicina. Una semana después el ministro de Educación sancionaba con la pérdida de matrícula a 4000 estudiantes de diferentes cursos. Todas las Facultades fueron a la huelga, incluso la Universidad autónoma. Una gran manifestación partía de la Ciudad Universitaria para llegar a Madrid, pero la policía armada entabló la lucha en la que los estudiantes se defendieron lanzando piedras contra ellos.

De las 18 Universidades que existen en España, 10 están paralizadas: Oviedo, Santiago de Compostela, Barcelona, Valladolid, Valencia, Salamanca, Zaragoza, etc.; los decanos presentan su dimisión. España está sin Universidad. El ministro de Educación dice que «la situación universitaria es grave»; pero la realidad es más amplia: la situación es grave en toda España, es de caos.

¿Cuál es la actitud de la Iglesia ante este marasmo que viene arrastrando España? Las conclusiones de la Asamblea de obispos y sacerdotes celebrada en el mes de septiembre último, reclamó la aplicación íntegra de los derechos humanos y declaró que España no puede estar al margen del proceso evolutivo del mundo. Esta firme actitud hizo ver al Gobierno que uno de los pilares de su base se desmoronaba. Ninguna reacción oficial se hizo pública. Franco esperó el momento.

A estas manifestaciones de la Asamblea conjunta respondió el general Franco, en su discurso de fin de año: «El Estado no quedará con los brazos cruzados ante ciertas actitudes de naturaleza temporal adoptada por algunos eclesiásticos». La respuesta de la Iglesia no se hizo esperar. Con ocasión de la jornada Mundial de la Paz, celebrada el 1.º de enero, los representantes de la Iglesia española redactaron un documento, que consta de seis páginas -cuya circulación está prohibida-, del que subrayamos los siguientes párrafos: «La falsa paz impuesta por la fuerza, que reina en España desde que cesó el ruido de las armas, es una falsa paz». «Se afirma que prefieren el orden a cualquier precio, pero olvidan que si bien el desorden puede ser injusto, la injusticia -sobre todo si está institucionalizada- es el peor de los desórdenes y el origen de otros muchos».

El abismo entre la Iglesia y el régimen es profundo, pero la Iglesia defiende la justicia y hoy es el adversario temible del régimen, porque tiene razones y fuerza para apoyarlas.

Franco ha perdido toda autoridad frente a la Iglesia, amenazándola en un discurso de ocasión, saltando por encima del procedimiento que informa las relaciones de la Iglesia y el Estado. El régimen hace patente su ineptitud e inestabilidad; el Estado, sin legitimidad para ejercer sus funciones, es un Estado en precario. Un día el legítimo dueño se presentará para tomar posesión de lo que le pertenece.




ArribaResumen de noticias

Presentación oficial del nuevo arzobispo

MADRID, 14 enero, Ibérica: -El martes 11 tuvo lugar la presentación oficial del cardenal Vicente Enrique y Tarancón como arzobispo de Madrid-Alcalá con asistencia del ministro de justicia, del alcalde de Madrid, del gobernador civil y de los representantes del Consejo municipal y provincial.

La ceremonia se celebró en la catedral de San Isidro revestida del decorado tradicional entre plumas, encajes y oros; todo ello acompañado de una guardia revestida de trajes del Renacimiento.

El discurso del arzobispo duró tres cuartos de hora, dejando bien sentado que su nombramiento no ha obedecido a presiones de partidos políticos o eclesiásticos. Afirmó que ha aceptado ese puesto con dolor y sacrificio, y lo que desea es ser un factor de unidad y de paz. Añadió:

«El nombramiento para Madrid es un signo claro de una Iglesia que se renueva para estar más presente en la realidad del mundo. Es uno de los signos que anuncian el futuro».



Hay que hacer notar que esta ceremonia de presentación del nuevo arzobispo, Enrique y Tarancón, no ha sido seguida del desfile a través de las calles de Madrid como lo hubo en 1964 para el cardenal Morcillo.


La iglesia responde a Franco

MADRID, 14 enero, Ibérica: -El discurso de Franco con ocasión de fin de año, fue dirigido especialmente contra la Iglesia, advirtiéndole que «no debe inmiscuirse en los asuntos temporales, que se mantuviera al margen de la política, que se abstuviera de criticar al régimen en los campos políticos, económicos y sociales».

La respuesta de la Iglesia española al mensaje del general Franco, no se hizo esperar; la revista Ecclesia, órgano del episcopado, reprodujo párrafos del discurso y dice textualmente: «La Iglesia no puede renunciar de ninguna manera a ejercer su ministerio, a enseñar su doctrina social y a denunciar las violaciones de la justicia. Al obrar así, puede abordar asuntos temporales y políticos, pero su acción no puede calificarse en ningún caso de ingerencia política».

A esta primera respuesta de la Iglesia han seguido críticas de varios obispos, entre otros el de Las Palmas (Canarias), la del obispo de Granada y la del cardenal Enrique y Tarancón, arzobispo de Madrid-Alcalá.


Medidas urgentes en el conflicto universitario

PARÍS, 31 enero, Ibérica: -Los diarios más importantes de Francia, tales como Le Monde, Le Figaro, La Croix, L'Humanite, etc., han venido informando durante la semana que acaba de transcurrir, sobre la situación universitaria en toda España. Con referencia a Madrid insertaba Le Monde un extenso comentario de su corresponsal en Madrid, Antonio de Novais, del que damos el siguiente extracto:

Los incidentes continúan en esta Universidad. El ministro de Educación, Villar Palasí, desea adoptar «medidas urgentes» a fin de arreglar el conflicto universitario. A este fin ha celebrado reuniones con el rector de la Universidad y se ha puesto en relación con algunos padres de alumnos de Medicina y con algunos estudiantes. Según el ministro, de esta crisis aguda; tratan de sacar partido «ciertos grupos de intereses inconfesables». En estos últimos días se han desarrollado luchas en varios establecimientos de enseñanza secundaria. La agitación se extiende a diez de las 18 universidades españolas.

El decano de la Escuela Superior de Arquitectura ha presentado su dimisión. En la semana pasada, con ocasión de haber entrado la policía en dicha Escuela para desalojar a los estudiantes, dicho rector, Sr. Víctor D'Ors, fue golpeado por los alumnos e igualmente otros profesores.

Le Figaro, en su edición del 28, decía: «El ministro de Educación ha comenzado consultas de urgencia para resolver, en el plazo más breve posible, la crisis que afecta a los estudiantes madrileños». Idéntica información inserta La Croix el mismo día.

L'Humanité decía en su edición del 27: «La situación universitaria continúa muy tensa en Madrid. El ministro de Educación ha pedido que se le propongan proyectos concretos a fin de resolver el conflicto lo antes posible. Un importante movimiento de solidaridad se está desarrollando en las Universidades de provincias».


Nuevos incidentes en las universidades de Madrid

MADRID, 18 enero, Ibérica: -Ya de hoy recoge los incidentes que tuvieron lugar en el día de ayer en las Universidades de Madrid -la Complutense, la Autónoma y la Politécnica-, de lo que damos un extracto:

Los alumnos de las dichas tres universidades, en un porcentaje bastante alto, las desalojaron alrededor del mediodía de ayer. Ayer se cumplía, a las dos de la tarde, el plazo dado por el decano de la Facultad de Medicina para la entrega de los pliegos de descargo por los alumnos sancionados con la pérdida de matrícula. No se conoce el número exacto de los pliegos recibidos, aunque se calcula en 1800. El número de los suspendidos sería de 2500.

Hubo concentraciones y enfrentamientos, algunos muy violentos, con la fuerza pública, así como cortes de la circulación rodada en varias partes de la ciudad y apedreamientos a entidades oficiales y bancarias, y un intento de manifestación delante del Ministerio de Educación y Ciencia. Hubo intervenciones de la policía y se practicaron unas cuarenta detenciones, que más tarde llegaron al centenar.


Aumentan los conflictos universitarios

MADRID, febrero, Ibérica: -Desde mediados del pasado mes y a lo largo de lo que va del presente, los conflictos universitarios han menudeado convirtiéndose en un verdadero problema grave. La prensa nacional y extranjera recoge la variedad de sucesos ocurridos en casi todas las Universidades de España, por lo menos en diez de las diez y ocho. Los estudiantes, de varias disciplinas, reaccionan contra medidas injustas, contra la intromisión de la policía en las aulas, contra la falta de libertad para reunirse, contra las humillaciones a que se les somete y contra la nueva ley de Educación. Se han sucedido choques entre la policía y los estudiantes, especialmente en esta capital, con más de cien detenidos. El Gobierno se ha sentido preocupado y el ministro de Educación ha solicitado ayuda a varias instituciones a fin de encontrar una solución. Los estudiantes de Medicina han reaccionado contra disposiciones que alargan la carrera en perjuicio de los alumnos con menor defensa económica. Con ellos se han solidarizado los estudiantes de casi todas las Universidades. La suspensión de clases ha tenido lugar en Madrid, Valencia, Salamanca, Oviedo, Barcelona y otras ciudades. Los médicos de varias clínicas y hospitales se han solidarizado con los estudiantes de medicina. El número de estudiantes en paro parcial o total se calcula en casi ciento cincuenta mil.


Innecesarias advertencias del general Franco

MADRID, 3 feb., Ibérica: -Se ha celebrado el lunes 31 del pasado enero la 12.ª sesión del Consejo Nacional de Falange, a la que asistieron el general Franco y el príncipe Juan Carlos de Borbón, su sucesor.

El discurso de Franco no fue más que otra advertencia -a las que ya nos tiene acostumbrados- de las nuevas medidas que se han de tomar contra la subversión de la juventud. «La subversión -dijo- considera la juventud como terreno fértil para realizar sus objetivos, explotando el idealismo de los jóvenes estudiantes y obreros». De otro lado anunció medidas concretas para oponerse a lo que él llama «la pérfida demagogia del totalitarismo materialista del Este».

NOTA:

La noticia no necesita comentarios; es más elocuente echar una mirada a los acuerdos adoptados o solicitados con cada uno de los países del Este, incluida la China, por el gobierno franquista.


Otros conflictos estudiantiles

MADRID, enero, Ibérica: -La prensa española y la extranjera registran varios conflictos estudiantiles en la segunda mitad de este mes: en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Bilbao intervino la policía para evitar que los alumnos violentaran una puerta. El día 15 los alumnos de la Facultad de Derecho de las Universidades de la Iglesia, en Deusto, y la Autónoma de Bilbao, no asistieron a clase. En Salamanca los alumnos de Derecho no se incorporaron a las clases tras las vacaciones navideñas; piden un nuevo enfoque del plan de estudios. En la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid se han suspendido las actividades hasta el 20 de enero debido, según el rectorado, a actos de indisciplina por parte de los alumnos.


Huelga de enfermeras alumnas

OVIEDO, 18 enero, Ibérica: -Las enfermeras alumnas de Oviedo siguen manteniendo su postura de no prestar servicios en el Hospital General de Asturias, aunque, a las horas habituales, hicieron acto de presencia en las clases de teórica. Siguen pidiendo el cumplimiento estricto de la orden ministerial que regula sus funciones hospitalarias, pues hace tiempo venían realizando trabajos que no eran de su incumbencia. Esa orden ministerial había sido suspendida en Oviedo por el gobernador de la provincia, dado que el hospital necesita el concurso de las estudiantes debido a la escasez de personal profesional idóneo. A su vez las estudiantes insisten en que no deben ser obligadas a realizar trabajos ajenos a su condición, de acuerdo con lo que dispone la citada orden ministerial, que las dispensa de ellos.

En Barcelona

La misma situación se ha presentado en el hospital de San Pablo, de Barcelona. Las estudiantes de Ayudante Técnico Sanitario se niegan a hacer guardia en los días festivos, y asimismo las de la noche, de acuerdo con la orden ministerial según la cual las estudiantes tendrán los mismos días festivos que la Facultad en la que estén asimiladas.


Interrupción de clases en Medicina

MADRID, enero, Ibérica: -Según ABC del 14, en la Facultad de Medicina de Madrid han quedado interrumpidas hasta nueva orden las clases afectantes a los cursos segundo, tercero, cuarto y quinto, según aviso colocado en la puerta de entrada a la Facultad, añadiendo que las matrículas de los alumnos del plan moderno de los citados cursos quedan anuladas. Se añade que la medida se toma por orden del rector por faltas colectivas de disciplina, y que los alumnos que consideren no haber incurrido en dichas faltas podrán presentar descargo contra esta decisión. El número de alumnos afectados por esta medida sobrepasa los tres mil.


Veintiún años de cárcel

PARÍS, 19 enero, Ibérica: -Según Le Monde, el Tribunal de Orden Público ha condenado a Luis Lucio Lobato, miembro del Comité Ejecutivo del Partido Comunista de España, a veintiún años de prisión, 17 por asociación ilegal y 4 por difusión de propaganda comunista. Lobato, actualmente de 51 años de edad, había ya cumplido, desde 1959, una prisión de 12 años como consecuencia, según dictaminó en su día el tribunal, de «incitación a la rebelión».


La revista Destino secuestrada

BARCELONA, 20 enero, Ibérica: -El número 1784 del 11 de diciembre último, de la revista Destino, de Barcelona, fue secuestrado por orden de la autoridad judicial. El motivo que se aducía era un artículo firmado por Jaume Sobreques en el que comentaba libros de historia de Cataluña del siglo XVIII, y se refería a unas páginas sobre Cataluña, del conde de Floridablanca... (El subrayado es nuestro).

Pero la medida del secuestro de Destino fue motivada por una entrevista publicada en dicho número por el conocido periodista barcelonés Baltasar Porcel, con la Directora de Ibérica; D.ª Victoria Kent.

Afortunadamente el ministerio fiscal estudió el asunto y ha dejado sin efecto el secuestro de la revista, que fue ordenado por el juzgado número 3 de Barcelona. Felicitamos al ministerio fiscal y a la revista Destino.


Conflictos obreros

IRÚN, enero, Ibérica: -La dirección de la empresa Paisa, de Rentería, ha cursado el despido a los 400 trabajadores de su plantilla. Hace unos 20 días que éstos se negaron a trabajar y posteriormente fue cerrada la fábrica. A mediados de mes los obreros rodearon la fábrica impidiendo el paso de los empleados administrativos y persistiendo en su empeño de obtener una subida de 60 pesetas diarias, contra las 30 que ofrece la empresa.

BILBAO, enero, Ibérica: -Los 650 trabajadores de la empresa metalúrgica Pradera Hermanos han sido despedidos, después de tres días de paros continuos. La plantilla es de 1056 productores.

BARCELONA, enero, Ibérica: -En esta región se ha paralizado el trabajo en varios talleres mediante huelgas parciales con que los obreros intentan obtener mejoras de jornales. También, y por el mismo motivo, se hallan en huelga las minas de potasa de Sallent y Balsareny. En cuanto a la SEAT (construcción de automóviles con 20 mil obreros) siguen las negociaciones para un nuevo convenio.


Arrecian los conflictos obreros

MADRID, febrero, Ibérica: -Los conflictos obreros han venido arreciando, asimismo, en toda España. La prensa nacional se ve obligada a reconocerlo así, mientras abundan los detalles en la prensa extranjera, especialmente la francesa. Se suceden paros parciales en varias empresas de Barcelona, Bilbao, Irún, Asturias, Madrid, Cádiz, Pamplona y otras ciudades. En Madrid, los bancarios se han manifestado en defensa de un más justo y nuevo convenio, en lo que se han visto apoyados por bancarios de varias otras ciudades españolas. Asimismo han protestado los empleados madrileños de la Telefónica. Médicos y enfermeros de instituciones de Oviedo y Madrid, y profesores de Avilés, también han realizado paros en defensa de mejoras en los servicios y personales.


El ministro español de Marina en París

PARÍS, 14 enero, Ibérica: -El ministro español de Marina, almirante Baturone Colombo, celebró una entrevista con M. Michel Debré, ministro francés de Defensa. Como es sabido, existen frecuentes contactos entre los Estados Mayores francés y español, así como se verifican maniobras navales regularmente organizadas. Según el diario Le Monde, «una cooperación se ha instaurado entre ambos países, tanto en el dominio de la logística como en el de la lucha antisubmarina», recordando que España y Francia tienen intereses comunes con relación al Mediterráneo.


Liberación del Sr. Zabala

MADRID, 24 enero, Ibérica: -Apareció cerca de Ochandiano, a 12 kilómetros de Durango, el industrial don Lorenzo Zabala, secuestrado el pasado miércoles por activistas de la ETA. Un automovilista que lo encontró lo trasladó a Durango, donde el Sr. Zabala deseaba hacer declaraciones, hechas en el cuartel de la Guardia Civil de dicha población. El Sr. Zabala aseguró que no había sido objeto de malos tratos. Tras la aceptación por Precicontrol, empresa de que era director, de las condiciones impuestas por los secuestradores, éstos lo dejaron en libertad.

Como consecuencia de esta liberación bajó la tensión en las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa, donde había sido desarrollada, especialmente en Vizcaya, una amplia operación policial. Fueron detenidos unos diez obreros de la empresa Precicontrol, dirigida por el Sr. Zabala; y diez de las doce personas detenidas con motivo de este secuestro, y más tarde liberadas, fueron detenidas nuevamente.


Inversiones norteamericanas en España

MADRID, enero, Ibérica: -Extractamos del ABC del 18: Según el estudio que acaba de publicar la Cámara de Comercio Americana en España, «el valor de las inversiones directas norteamericanas en España a finales de 1969 era de 611 millones de dólares; de ellos 540 correspondían al periodo comprendido desde 1945. En esta suma están incluidos más de 400 millones de dólares de capital nuevo traído a nuestro país directamente de los Estados Unidos o por conducto de otras empresas norteamericanas en el exterior. Los 100 millones de dólares restantes fueron los beneficios que se reinvirtieron. El total de estas inversiones directas en España representa el 6% del valor de lo invertido por los Estados Unidos en la Comunidad Económica Europea y el 0.9% del total de ese país en el mundo».


Sigue la protesta bancaria

MADRID, feb., Ibérica: -Según la prensa nacional asciende a quince mil el número de empleados bancarios en huelga, en las ciudades de Madrid, Barcelona, Huelva y Bilbao.


«Por un gobierno de transición»

PARÍS, enero, Ibérica: -En Le Figaro del 12 de este mes, don Rafael Calvo Serer publica un artículo con el título arriba citado, del que damos algunos párrafos:

«Sólo el envejecimiento de Franco hace explicable que caiga en el error que él había aconsejado a Perón evitar a todo precio, en otoño de 1955: no enfrentarse con la Iglesia». «El general español está cometiendo el mismo error porque a causa de su avanzada edad ha confiado los destinos políticos del país a hombres e instrumentos anacrónicos, insuficientes o usados».

«Claro está que España necesitará un nuevo Gobierno al que el "establishment" se halle en condiciones de proporcionar hombres y programa. De este modo sería posible evitar que la violencia y la subversión sustituyan a la opresión». «El jefe del Estado puede seguir en el poder "en tanto que Dios lo mantenga en vida". Pero él no da ya, políticamente, signos de vida».




Muertos en las minas

BRUSELAS, enero, Ibérica: -Desde Oviedo comunicó el día 7 la Agencia France Presse a Le Soir:

«En un hundimiento ocurrido en la mina María Luisa de la cuenca del Nalón han fallecido, quedando sepultados, cinco mineros. Se ha logrado extraer un cadáver, habiéndose perdido toda esperanza de recuperar los restantes. Posteriormente han ocurrido nuevos accidentes y se extiende por aquella zona una capa de grisú».




Los psiquiatras de Oviedo

OVIEDO, enero, Ibérica: -Según la Agencia Cifra continúa estacionaria la situación planteada por los 24 médicos del Hospital Psiquiátrico de Oviedo, que permanecen en su actitud de encierro voluntario. Están preparando un extenso informe en el que pondrán de manifiesto los problemas de dicho Hospital y cómo el Consejo de administración ha desatendido continuamente los informes por ellos formulados, interfiriendo y dificultando las labores asistenciales.

El cuerpo facultativo del Hospital Psiquiátrico Nacional de Leganés (Madrid) y 22 médicos de la Ciudad Sanitaria Provincial Francisco Franco, de la capital española, se han solidarizado con los psiquiatras ovetenses, pidiendo se atiendan sus reclamaciones.


Embajador condecorado

LONDRES, enero, Ibérica: -Según The Guardian, del 6, «el general Franco le ha concedido la más alta condecoración civil, la Gran Cruz de Isabel la Católica, al embajador de los Estados Unidos, señor Robert C. Hill, en vísperas de marcharse éste de Madrid». «Pero no todos los españoles -añade dicho diario en esta noticia, que extractamos- comparten el entusiasmo que siente el caudillo por el Sr. Hill, respecto del cual la Oposición democrática manifestó oportunamente su desagrado por un embajador al que acusa de haber observado una actitud más favorable al Régimen que a la Democracia». Según dicho diario, el Sr. Satrústegui, un monárquico español liberal; dijo: «Estoy convencido de que no habrá un solo demócrata español que lamente la marcha del Sr. Hill».


Algodón de la URSS

MADRID, 28 enero, Ibérica: -Según el ABC, de Madrid, «la industria textil catalana trabajará en breve plazo con algodón importado de la URSS. Una considerable partida de fibra soviética se embarcará en Rusia con destino a Barcelona en las próximas semanas».


Conversaciones comerciales con Polonia y Rumania

MADRID, enero, Ibérica: -En el próximo mes de febrero se celebrarán con Polonia conversaciones comerciales que tendrán lugar en Madrid, y a fines de febrero se reunirá en Bucarest la Comisión mixta hispano-rumana. Estas conversaciones tendrán por objeto revisar la marcha de los intercambios comerciales de España con estos dos países, resolver posibles dificultades y redactar el protocolo comercial del acuerdo a largo plazo para el presente año 1972.


Expulsados de una iglesia

PARÍS, 28 enero, Ibérica: -Según La Croix han sido expulsados doscientos obreros huelguistas, de una iglesia en los alrededores de Bilbao, en la que se habían refugiado. Son obreros de la empresa Pradera Hermanos, que se halla paralizada desde el 11 de este mes debido a la huelga total de sus 650 trabajadores. Los refugiados en la iglesia fueron arrojados de ella por la guardia civil. Tanto los refugiados como los otros trabajadores vienen actuando en defensa de reivindicaciones salariales.


Apertura hacia la China de Mao

MADRID, 1 feb., Ibérica: -Según el ABC, de Madrid, se acaba de abrir en Hong-Kong un Consulado General de España. «En la búsqueda de mercados -dice dicho diario- nuestro país no podía estar ausente de un emporio como la colonia británica». «El Consulado General de España estaba también estimulado por razones políticas: razones de aproximación hacia la República Popular de China, con sus cerca de 700 millones de habitantes».


Rectificación

En nuestro número del pasado mes de enero se deslizó un error de imprenta en la noticia «Planes Matrimoniales» (pág. 8-D). En las tres últimas líneas se decía: «La esposa de Franco, abuela de la futura esposa de Alfonso, dotará a su nieta con trece millones de dólares».

La versión correcta es: «... dotará a su nieta con tres millones de dólares». Nos excusamos ante nuestros lectores y ante el periódico International Herald Tribune, del que procedía la noticia.



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