El extremeño Bartolomé de Torres Naharro es uno de los padres del teatro clásico español, el primer preceptista en lengua vernácula del teatro europeo y uno de los introductores del Renacimiento en España. Resulta una de las figuras más importantes de la historia del teatro español en cuanto a autor de comedias y de diálogos. Tiene un teatro muy completo en el que presenta igual comedias pensadas en presentar un cuadro de costumbres (que denomina «a noticia») como su Tinellaria sobre los personajes de una cocina en la casa de un Cardenal, o su Soldadesca, sobre la gleba antes de una batalla, que comedias de enredo de carácter urbano («a fantasía») como Serafina, Himenea, Calamita y Aquilana, obras de ocasión como Jacinta o Trofea o diálogos pastoriles a lo Juan del Encina (Diálogo del Nacimiento). Sus obras sufrieron la censura de la inquisición y esta misma sacó un impreso de su edición.
«Comedia según los antiguos es cevilis privatesque fortune sine periculo vite conprehensio a diferentia de tragedia que es heroice fortune in adversis comprehensio; […] Todo lo cual me parece más largo de contar que necesario de oír. Quiero ora decir yo mi parecer pues el de los otros he dicho y digo ansí que comedia no es otra cosa sino un artificio ingenioso de notables y finalmente alegres acontecimientos por personas disputado».
Proemio, Bartolomé de Torres Naharro.