Pero preguntadle a un romano dónde se cocinan las mejores papardelle o la mejor pizza o el restorán donde, por pocos soldi, se coma con decencia. Cada uno de ellos tendrá un amigo preparado para tal ocasión. Nosotros lo tenemos también. Se llama Pietro, es juvenil y esbelto, ha heredado junto con su hermana un hermoso lugar en la subida hacia el Gianicolo. «La Antica Pesa» tiene hasta un gracioso jardín. Allí se recibe con particular cortesía a los intelectuales. En tiempos lejanos era el lugar donde se pesaban los carros. De ahí su nombre. Antes de la guerra se instaló un club literario. Más tarde se perdió la costumbre de premiar el talento, pero el padre de Pietro seguía sirviendo una buena comida. El niño Pietro corría entre los clientes. Aún lo recuerdan Renato Guttuso. Y Carlo Levi. En «La Antica Pesa» se presentó el libro Il Mattatore de Rafael Alberti, porque Pietro quiere resucitar el esplendor literario antiguo. Recitó Vittorio Gassman.