Descúbrese un monte, y en lo alto el
DIVINO NARCISO, de pastor galán, y algunos
animales; y mientras
ECO va subiendo, dice
NARCISO en lo alto.
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NARCISO | En aquesta montaña, que eminente | | el cielo besa con la altiva frente, | | sintiendo ajenos, como propios males, | | me acompañan los simples animales, | | y las canoras aves | 5 | con músicas suaves | | saludan mi hermosura, | | de más luciente sol, alba más pura. | | No recibo alimento | | de material sustento, | 10 | porque está desquitando mi abstinencia | | de algún libre bocado la licencia. | |
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ECO | (Canta en tono recitativo.) | Bellísimo Narciso, | | que a estos humanos valles | | del monte de tus glorias | 15 | las celsitudes traes, | | mis pesares escucha, | | indignos de escucharse, | | pues ni aun en esto esperan | | alivio mis pesares. | 20 | Eco soy, la más rica | | pastora de estos valles; | | bella decir pudieran | | mis infelicidades. | | Mas desde que severo | 25 | mi beldad despreciaste, | | las que canté hermosuras | | ya las lloro fealdades. | | Pues tú mejor conoces | | que los claros imanes | 30 | de tus ojos arrastran | | todas las voluntades, | | no extrañarás el ver | | que yo venga a buscarte, | | pues todo el mundo adora | 35 | tus prendas celestiales. | | Y así, vengo a decirte | | que ya que no es bastante | | a ablandar tu dureza | | mi nobleza y mis partes, | 40 | siquiera por ti mismo | | mires interesable | | mis riquezas, atento | | a tus comodidades. | | Pagarte intento, pues | 45 | no será disonante | | el que venga a ofrecerte | | la que viene a rogarte. | | Y pues el interés | | es en todas edades | 50 | quien del amor aviva | | las viras penetrantes, | | tiende la vista a cuanto | | alcanza a divisarse | | desde este monte excelso | 55 | que es injuria de Atlante. | | Mira aquestos ganados | | que, inundando los valles, | | de los prados fecundos | | las esmeraldas pacen. | 60 | Mira en cándidos copos | | la leche, que al cuajarse, | | afrenta los jazmines | | de la aurora que nace. | | Mira, de espigas rojas, | 65 | en los campos formarse | | pajizos chamelotes | | a las olas del aire. | | Mira de esas montañas | | los ricos minerales, | 70 | cuya prenez es oro, | | rubíes y diamantes. | | Mira, en el mar soberbio, | | en conchas congelarse | | el llanto de la aurora | 75 | en perlas orientales. | | Mira de esos jardines | | los fecundos frutales, | | de especies diferentes | | dar frutos admirables. | 80 | Mira con verdes pinos | | los montes coronarse: | | con árboles que intentan | | del cielo ser gigantes. | | Escucha la armonía | 85 | de las canoras aves | | que en coros diferentes | | forman dulces discantes. | | Mira de uno a otro polo | | los reinos dilatarse, | 90 | dividiendo regiones | | los brazos de los mares, | | y mira cómo surcan | | de las veleras naves | | las ambiciosas proas | 95 | sus cerúleos cristales. | | Mira entre aquellas grutas | | diversos animales: | | a unos, salir feroces; | | a otros, huir cobardes. | 100 | Todo, bello Narciso, | | sujeto a mi dictamen, | | son posesiones mías, | | son mis bienes dotales. | | Y todo será tuyo, | 105 | si tú con pecho afable | | depones lo severo | | y llegas a adorarme. | |
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