A la pequeña luz del breve día, Al mar desierto en el profundo estrecho Alegre, fértil, vario, fresco prado, Amor en mí se muestra todo fuego, Amor, en un incendio no acabado Aquí, do estoy ausente y ascondido, Ardientes hebras, do s' ilustra el oro, Asconde, tardo Bágrada en tu seno Aura mansa, y templada d' Ocidente, Bien puedo, injusto Amor, pues ya no tengo Canso la vida en esperar un día Cese tu fuego, Amor, cese ya, en tanto Clara, suäve luz, alegre y bella, Como en la cumbre ecelsa de Mimante, Cual d' oro era el cabello ensortijado, ¿Cuál fiero ardor, cuál encendida llama, Cual rociäda Aurora en blanco velo Cuando con resonante Cubre en oscuro cerco y sombra fría D' aljava y arco tú, Diana armada, D' aquel error en que viví engañado, Del fresco seno ya la blanca Aurora Despoja la hermosa y verde frente Deste tan grave peso, que cansado ¿Do vas? ¿Do vas, cruel? ¿Do vas? Refrena, Dond' el dolor me lleva, buelvo el paso Dulces halagos, tierno sentimiento, El color bello en el umor de Tiro El Sátiro qu' el fuego vio primero, El tiempo, que s' alarga al mal estraño, El triste afán del coraçón doliente En esta soledad, qu' el sol ardiente En la oscura tiniebla del olvido, En vano error de dulce engaño espero, Error fue vano disponer el pecho, Esparze en estas flores Esperé un tiempo, y fue esperança vana, Esta desnuda playa, esta llanura Esta rota y cansada pesadumbre, Estoy pensando en mi dolor presente, Flaca esperança en todas mis porfías, Hazer no puede ausencia, que presente Huyo apriesa medroso el orror frío, Ierto y doblado monte, y tú, luziente Inclinen a tu nombre, ô luz d' España, Llevarme puede bien la suerte mía Lloré, y canté d' Amor la saña ardiente; Mi bien, que tardo fue a llegar, en buelo No bañes en el mar sagrado y cano, No espero en mi dolor lo que deseo, No puedo sufrir más el dolor fiero, ¡O breve don d' un agradable engaño, O cara perdición, ô dulce engaño; ¡O cómo buela en alto mi deseo, Órrido ivierno, que la luz serena, Osé y temí; mas pudo la osadía Oye tú solo, eterno y sacro río Pensé, mas fue engañoso pensamiento, Pierdo, tu culpa Amor, pierdo engañado, Pongan en tu sepulcro, ô flor de España, ¿Por qué renuevas este encendimiento, Por un camino, solo, al Sol abierto, Pura, bella, suäve Estrella mía, ¿Qu' espíritu encendido Amor envía ¿Quién osa desnudar la bella frente Rompió la prora, en dura roca abierta Roxo sol, que con hacha luminosa Salen mil pensamientos al encuentro, Serena Luz, en quien presente espira Si alguna vez mi pena Si el grave mal qu' el coraçón me parte, Si el presente dolor de vuestra pena Si puede celebrar mi rudo canto Sigo por un desierto no tratado, Solo y medroso, del peligro cierto, Suäve Filomela, que tu llanto Subo, con tan gran peso quebrantado, Suspiro, y pruevo con la voz doliente Temiendo tu valor, tu ardiente espada, Tú, que con la robusta y ancha frente Venció las fuerças el Amor tirano, Viví gran tiempo en confusión perdido, Vos, celebrando al son de noble lira Voy siguiendo la fuerça de mi hado Voz de dolor, y canto de gemido, Ya el rigor importuno y grave ielo Ya qu' el sugeto reino Lusitano Yo bien pensava, cuando el desdén justo Yo vi unos bellos ojos, que hirieron Yo voy por esta solitaria tierra, Zéfiro renovó en mi tierno pecho
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