Gabriel Miró (Alicante, 1879-Madrid, 1930) es una de las figuras señeras de la novela española al lograr con su obra una técnica literaria con la que construir, mediante un lenguaje complejo («la palabra que no lo dice todo, sino que lo contiene todo») y un propósito («decir las cosas por insinuación»), una verdad estética capaz de irradiar significados múltiples, conservar la plenitud de su emoción y preservar un universo que nos conmueve por su verdad y nos cautiva por su belleza.
Lo preciso, lo exacto, es una magnífica virtud en los mapas, en las guías oficiales, en el Baedecker. Para Sigüenza -niño y grande- y para muchos líricos la realidad, con todas sus exactitudes, es la levadura que hace crecer la verdad máxima, la verdad estética, motivo de la técnica de cada artista.
Gabriel Miró
(Sigüenza y el Mirador Azul, versión A)