Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla en el año 1836 en el seno de una familia adinerada. Con tan solo 5 años su padre murió, hecho que marcó el resto de su vida. Comenzó a escribir muy pronto, así -a los 12 años- escribió «Oda a la muerte de don Alberto Lista». Bécquer recibió su formación literaria en el Instituto Sevillano.

Algunos años más tarde, Bécquer ya publicaba sus poemas en revistas locales. En 1854 se trasladó a vivir a Madrid con varios amigos escritores. Allí encontró empleo como redactor en un periódico, aunque en realidad, vivía una vida pobre y bohemia al estilo de muchos artistas e intelectuales que se pasaban los días en cafés y tertulias literarias.

Para ganar algún dinero extra escribió, junto a algunos amigos, comedias y zarzuelas. En 1858 cae gravemente enfermo y un amigo suyo, buscando recursos económicos para ayudarlo, publica una de sus leyendas titulada «El caudillo de las manos rojas». Bécquer en aquellos años acudía a las tertulias literarias que el director de la Universidad Central organizaba en su casa. Es allí donde conoció a Julia Espín, su gran amor, a la que dedicó gran parte de sus rimas; sin embargo, Julia no le correspondía porque aspiraba a casarse con alguien de más importancia.

En 1861, para sorpresa de todos, se casó con Casta Esteban, hija de su médico. En esta época, publicó la mayor parte de sus rimas y fue nombrado por el ministro conservador, censor de novelas: el funcionario encargado de revisar todo tipo de publicaciones y de proponer -si hiciera falta- que se modificasen o prohibiesen. También director de varias revistas lo que le permitió mantener holgadamente a su esposa y a sus dos hijos. En 1864, por su delicada salud, se retiró con su familia y su hermano a un monasterio en Zaragoza. Allí escribió sus famosas Cartas desde mi celda, donde repasa su vida pasada y actual con gran desencanto. Algunos años más tarde, se separa de su mujer y se queda con sus hijos. Además, con motivo de los cambios políticos en España, pierde sus cargos oficiales y tiene que refugiarse con sus hermanos en Toledo. Poco antes, el ministro que había sido su protector le pidió que reuniese sus poemas para publicarlos, Bécquer lo hizo bajo el nombre de Libro de los gorriones, pero el manuscrito se perdió en medio de los conflictos políticos.

En 1870 vuelve a Madrid con su hermano. Su hermano murió al poco de llegar y, ese mismo año, Gustavo Adolfo murió también a los 34 años de edad. Al poco de su muerte, sus amigos inician los trabajos para la edición y publicación de sus obras completas. 

En 1871 se publicaron sus rimas bajo el nombre de Libro de los gorriones. Se trata de un conjunto de 76 poesías esencialmente musicales que hablan de la emoción de sus experiencias, sus recuerdos, el amor, el desengaño y la muerte.