441
Debaxo
de aquel ala de drago. «Higinio variando del padre de las
hermanas que guardaron a Erichthonio, dice que fue Erechteo
y añade que los famosos juegos Panatheneos de los
Atenienses fueron inventados por Erichthonio en honra de
Minerva, como lo significa el nombre que tienen, agradeciéndole
el haberle criado; y que el dragón que fue hallado
con él se acogió a la estatua de la mesma Minerva,
y que allí fue criado y amparado; en lo cual se significa
la gran guarda que deben tener las doncellas para que no
se pierdan, porque por el dragón, bestia de poco sueño
y de acutísima vista, se significa la vigilantísima
guarda de las cosas, y como Minerva siempre haya guardado
su virginidad con gran sabiduría, se le aplica el
dragón por inseparable compañero: y aun hasta
en el Evangelio Santo dijo nuestro Redentor ser significada
la prudencia por las serpientes.
» (J. PIN., Agr., 20, 40.)
En las cosmogonías y mitos, el dragón guarda
el árbol del Paraíso y de las Hespérides
y los tesoros, como la serpiente estaba aguardando a Eva
(Véase sobre esto J. PINEDA, Agr., 8, 7), y su nombre
significa el que ve mucho. Alciato explica un emblema de
custodiendas virgines, que es el 22, y tiene a Minerva con
su dragón al pie (D. LÓPEZ, Alc.), y lo tomó
de la figura que hizo Fidias. En RODR. REINOSA (Bibl. Gallard.):
«Cera de cirio pascual / y trébol de cuatro hojas,
/ et simiente de granojas / et pié de gato negral,
/ agua de fuen perenal / con la sangre del cabron / y el
ala del dragon / pergamino virginal
», son aparejos de hechiceras.
En el Laberinto (c. 243): «Y huesos de alas de dragos que
vuelan.
» Donde glosa H. NÚÑEZ: «Lucano (Non
arabum volucer serpens.) No faltó allí la serpiente
de arabia que buela. Significa un género de serpiente,
que se llama iaculus, el qual tiene alas y subese encima
de los arboles para saltear de improviso las animalías
qualesquier que la dicha les ofrece.
» En el Tratado de los
niños e regimiento de la ama, del maestro Bernardo
de Gordonio (2.a ed., Toledo 1513), se dice (c. I): «Despues
que sea tajado (el ombligo) sea esparzido de suso polvo de
mirra e de almastica e de sangre de drago.
» (N. del E.)
442
El agualluvia de Mayo, por ser tan a propósito para el campo, es muy deseada, y así CORREAS, 58: Agua de Mayo, pan para todo el año y Agua de Mayo quita la sarna de todo el año. Las niñas aplican el refrán a su cabellera, y dicen cuando en Mayo se mojan: Agua de Mayo, que crece el pelo. En el conjuro de la Numancia, de Cervantes, se dice:
«Este hierro, bañado en agua clara,que al suelo no tocó en el mes de Mayo,herirá en esta piedra y hará claray patente la fuerza de este ensayo.»
Pero como filtro miéntala el Laberinto
de Mena (c. 110): «Ni el agua primera / de Mayo bebida con
vaso de yedra.
» (N. del E.)
443
CORR., 214: Ni vieja castigues ni pellejo espulgues. (N. del E.)
444
No infinjas, en V enfinjas, de enfeñir, enfengir, infingere, hacer ademán. J. ENC., 104: Enfinges de esforcejudo / a donde no es menester. L. FERN., 74: Mucho enfenjis de agudo. Quiere decir la vieja que no se engría y haga ademanes y muestras de valer más que ella. (N. del E.)
445
Gato era bolsa para guardar dinero, etc., y todavía se usa por tierras de Segovia, en que lo llevan, cuando van a feria o de viaje. Para guardar hechizos tenía Celestina la pelleja de un gato, naturalmente negro. (N. del E.)
446
Los
ojos de la loba. HUERTA, Plin., 8, 22, anot.: «Tiene este
animal muy aguda vista, principalmente de noche, y aunque
no haya luna, la luz de sus ojos le alumbran y así
a esta vista llaman licofos, que significa vista de lobo...
Los animales quadrupedes domésticos, según
escribe Rasis, si ven un ojo de lobo solo arrancado, temen
del y huyen.
» Para alguna hechicería sobre la vista
o el ver querría Celestina aquel ojo de loba. En Mena
(c. 241): «Y ojos de lobo después que encanece.
» Lo
que glosa H. NÚÑEZ: «El lobo es animal asaz
conocido principalmente a los pastores y al ganado, que guardan
la vista dellos en la provincia Italia. Es enpecible, quitan
la habla al hombre, sy le veen primero que ellos sean vistos.
»
Abunda Plinio en este parecer, diciendo que si el lobo ve
al hombre antes que éste le vea, queda ronco el hombre.
En España corre que las brujas van a caballo en un
lobo al aquelarre y que corren así cien leguas por
hora. (N. del E.)
447
La sangre
del cabrón. HUERTA, Plin., 8, So, anot., «Los cabrones
son entre todos los animales los más lujuriosos y
incontinentes; y por esta causa fueron hieroglífico
de la lujuria; y queriendo los egipcios notar a uno de deshonesto
y carnal, pintaban un cabrón, porque aunque hay otros
animales muy salaces y activos para la venus, empiezan a
ejercitarla más tarde. Pero el cabrón (según
escribe Eliano) empieza solos siete días después
de haber salido del vientre, aunque no es suficiente para
la generación hasta tener un año ni para ser
padre hasta que pasa de dos, porque entonces es muy poderoso
y fecundo, tanto que algunos de los ciegos gentiles, por
esta fecundidad le contaban entre sus dioses, como a los
Panes y Sátiros; y por la mesma causa pintaban a Venus
caballera sobre un cabrón... También son éstos
símbolo del demonio y de la mala mujer por la mesma
causa y porque así como este animal con su boca y
aliento destruye los árboles y los hace estériles
y infructíferos, así también el demonio
y la mujer deshonesta quitan el fruto de las almas y destruyen
la hacienda del cuerpo... Era también este animal
entre los antiguos símbolo del hombre que consentía
adulterio: porque dicen que habiendo llegado el cabrón
a una cabra, consiente que en su presencia llegue cualquiera
otro; aunque de otra suerte vemos que lo entendió
Eliano, el cual afirma ser éstos celosísimos
y pugnaces, y trae aquel ejemplo del pastor Grates, a quien
mató un cabrón de una testarada que le dio
en la cabeza estando dormido sobre unas piedras, por haberle
visto llegar bestialmente a una cabra de su compañía.
»
Las brujas diz que tratan con el demonio en figura de cabrón
lujurioso y que le andan alrededor bailándole. Cuanto
a las barbas sabido es que son las que autorizan a todo macho,
y Guay del huso, cuando la barba no anda de suso, y el mismo
cabrón, desbarbado, se avergüenza. (N. del E.)
448
Yo me subo e Sempronio arriba, en V: yo me boy, Sempronio, arriba. (N. del E.)
449
Cree Foulché-Delbosc que este conjuro se parece al del Laberinto de Juan de Mena (c. 247), pues el Heriré con luz tus carceres tristes y escuras dice que es el
«E con mis palabras tus hondas cavernasde luz subitánea te las heriré.»
(c. 251)
Cierto que uno y otro están tomados de Lucano;
pero no creo que el autor de la Comedia tuviera el pensamiento
en Mena, pues no puso hondas cavernas, sino carceres tristes
y escuras, ni de luz subitánea, sino con luz; el heriré
está en Lucano, que dice (l. 6, 695 y 730): «Iam vos
ego nomine vero / Eliciam, Stygiasque canes in luce superna
/ Destituam... immittam ruptis Titana cavernis, / Et subito
feriere die...
» Vese, además, porque Mena (c. 247)
dice: «Conjuro / a ti, Plutón triste, y a ti Proserpina
»;
mientras que Rojas sólo conjura a Plutón. Ni
mienta, como Mena, el can Cerbero ni a Hécate. (Véase
la Glosa de H. Núñez, c. 250.) Mena y Rojas
tenían aquí presente tan sólo a Lucano.
Este hacer que vuelva a la vida un cadáver con hechizos,
conjuros y encantos, lo imitó maravillosamente Cervantes
en la Numancia (jorn. 2), del mismo poeta latino: «¡O gran
Plutón, a quien por suerte dada / le fue la habitación
del reino oscuro / y el mando en la infernal triste morada!
»
Y luego, increpando a los ministros infernales, dice con
acento shakesperiano:
«Ea, pues, vil canalla mentirosa,aparejaos a duro sentimiento,pues sabéis que mi voz es poderosade doblaros la rabia y el tormento.Dime, traidor esposo de la esposa,que seis meses del año a su contentoestá sin ti, haciéndote cornudo,¿por qué a mis peticiones estás mudo?...»
Plutón, hijo de Opi y Saturno, peleó contra
los gigantes juntamente con Júpiter, el cual obtuvo
el imperio del cielo, él el de la tierra y Neptuno
el del agua, cuando victoriosos se repartieron el universo.
Su atributo eran las llaves, como el cetro el de Jove y el
tridente el de Neptuno, como se dice en el himno órfico:
«Plutón, que gobiernas las llaves y reinos de la tierra.
»
Fue dios de los difuntos (EURÍPIDES, Phoenis.) y era
llevado en carroza arrastrada por caballos negros (OVID.,
Metam., 5), en la cual, por no haber mujer que le quisiera,
se fue a Sicilia, y arrebatando a la hermosa Proserpina,
hija de Ceres, que andaba cogiendo flores por unos valles,
llevósela por el río Quemaro a sus regiones
soterrañas, como describe Claudiano en su elegante
poema. Por eso acude a él Celestina, como tan hecho
a robar doncellas; pero, además, porque le confunde
con el demonio, con el cual se sobrentiende tener hecho pacto.
Por eso le llama emperador de la corte dañada o de
los dañados, o condenados, hombres y ángeles
o diablos. Señor de los montes ethnicos o Etna de
Sicilia, respiradero del infierno. (N. del E.)
450
Regidor de las tres furias. Tres eran las greñiculebrunas Furias, como las Hadas, y hácelas Higinio hijas del cielo y de la tierra y con Orfeo (HIMN., Eumenid.; VIRGIL., Eneid., 6, 12) las llama como pone el texto, añadiendo estar al servicio de Plutón, porque como sean cosa tan mala como la furia, la rabia y enajenamiento de la razón, al dios infernal habían de servir. Son vírgenes incorruptibles por dones para poder castigar a los pecadores. Según Servio, llámanse Diras en el cielo, esto es, crueles; en la tierra, Furias, y en el infierno, Euménides o benévolas por ironía; Hesíodo y Aristófanes las llaman Erinies, que significa guerra del alma. Fulgencio (Mytholog., l. I) declara con Suidas el nombre de Alecto, la que no cesa ni hace pausa; Tisiphone, la venganza mortal, y Megera, la gran contienda. Tienen por compañeras, según Ovidio, al miedo, al espanto y a la locura, y Claudiano y Estacio (Tebaida) añaden otras. Tales son, con los difuntos, las cosas negras que administra Plutón, según el corrector. Juan de Mena trata de ellas en la Coronación (c. 10) y las nombran sus Comentadores. Crotalon, 14: También dicen que este barquero Aqueron hubo tres hijas en su mujer la noche oscura y ciega, las cuales se llaman Aletho, que significa inquietud, y Thesifone, que significa vengadora de muerte, y Megera, que significa odio cruel. (N. del E.)