
Mariano Latorre (1886-1955), padre del criollismo, refleja en toda su producción su profundo amor por Chile: su geografía, sus hombres, su idiosincrasia, su cultura, su lenguaje, que documentó en sus travesías por el país, desde el norte al sur, descubriendo los rincones que lo conforman, especialmente en la Región del Bío-Bío, abundante y variada, llena de la esencia más intensa del cono sur de América.