Con toda claridad Usigli percibió su papel de fundador del teatro mexicano, como lo afirmó en el «Ensayo sobre la actualidad de la poesía dramática», escrito del 7 al 14 de junio de 1947, poco tiempo después del estreno de El gesticulador, en el palacio de Bellas Artes, 17 de mayo de 1947: «Hasta este momento estoy serena pero firmemente convencido de que... corriendo los más grandes riesgos, he creado un teatro mexicano. En otras palabras, y con toda modestia, estoy seguro de que México empieza a existir de un modo redondo y crea su teatro propio a través de mí, instrumento preciso en la medida humana... Alguien tenía que hacerlo, y me ha tocado a mí, como a otros toca la creación de un sistema económico o político... por disposición y por volición y por vocación, y porque estamos en México, por un azar de tal fantasía y de tan vertiginosa precisión porque empaña la ciencia de las matemáticas y ruboriza la imaginación humana» (Teatro completo, vol. 3, México, FCE, 1979, p. 497).