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ArribaAbajoActo II

 

Entre HIPÓMENES, mancebo muy galán, y TEBANDRO.

 
 

[Liras.]

 
TEBANDRO
   Deja, por Dios, la caza.
Sepamos qué es aquesto.
HIPÓMENES
En confusión me ha puesto 770
ver la campaña y plaza
de este bosque sagrado,
de tan diversas gentes coronado.
   Las mudas soledades,
de los pastores nido, 775
imitan en ruïdo
las confusas ciudades,
y a sus varios oficios
los árboles se vuelven edificios.
TEBANDRO
   El que va navegando, 780
el norte va siguiendo;
quien ignora, leyendo;
quien mira, preguntando.
Pregunta, si te admiras,
y no te admirarás de lo que miras. 785
HIPÓMENES
   Aquí vienen pastores,
Tebandro: preguntemos
qué gente es la que vemos.
 

(Entren MENANDRO y TIMBREO.)

 
MENANDRO
¡Qué triste fin de amores,
oh míseros amantes! 790
TIMBREO
¡Ay, Menandro!, pues amas, no te espantes.
 

[Endecasílabos sueltos.]

 
HIPÓMENES
   Pastores de este monte, selva y prado,
¿qué suceso ha causado aquesta junta?
MENANDRO
Bien muestra esa pregunta ser su dueño
no de aqueste pequeño monte.
HIPÓMENES
Vivo
795
donde su extremo altivo alcanza apenas.
Ver las campañas llenas de mil gentes
de partes diferentes, nos admira.
MENANDRO
Toda la que se mira en este prado,
sabed que se ha juntado a la carrera, 800
que ¡nunca a Dios pluguiera se inventara!
¿De la hermosura rara nunca oístes
de Atalanta, o supistes este nombre?
HIPÓMENES
No es justo que te asombre esta ignorancia,
si miras la distancia de la tierra 805
nuestra, que este mar cierra.
MENANDRO
Estad atentos:
con dulces pensamientos de casarse
Atalanta a informarse al templo vino
de Apolo, y el divino dios Febeo
respondió a su deseo que se guarde, 810
que con peligro y tarde casaría.
Ella, desde este día, por el monte
que todo este horizonte muestra en torno,
con varonil adorno entretenida,
pasaba honesta vida descuidada. 815
Mas siendo deseada su hermosura
(que ésta no está segura aun entre fieras),
pensó de mil maneras esconderse,
y vino a resolverse que al fin fuese
de aquel que la venciese...
HIPÓMENES
¿En qué? ¿En la lucha
820
o en el tirar?
MENANDRO
Escucha: es tan ligera,
que al viento en la carrera se adelanta.
Quiso, pues, Atalanta que corriesen
los que la pretendiesen, y rendida,
entregarse vencida al victorioso. 825
¡Oh caso lastimoso, que al vencido,
que le cueste ha querido la cabeza!
Y es tal su ligereza, que los cuellos
de mil mancebos bellos han regado
con su sangre este prado.
HIPÓMENES
¿Qué me cuentas?
830
MENANDRO
Lo que verás si intentas la aventura.
HIPÓMENES
Por mortal hermosura, al fin prestada,
flor, sombra, viento, nada, ¿hay algún loco
que se estime en tan poco?
TIMBREO
Si la vieras,
Yo sé que no dijeras lo que dices. 835
TEBANDRO
Por más que solemnices su hermosura,
la vida... es gran locura aventuralla.
HIPÓMENES
No diera por gozalla en casamiento
un cabello. ¡Oh, qué cuento tan donoso!
MENANDRO
Si de su cuerpo hermoso y rostro vieras840
el milagro, dijeras lo contrario.
HIPÓMENES
Sé que el pincel es vario en la belleza.
TIMBREO
Ésta a naturaleza misma espanta.
HIPÓMENES
Mi vida es mi Atalanta, Dios me guarde.
Pues no soy muy cobarde, que las fieras 845
de este monte y riberas de este río,
saben el brazo mío.
TIMBREO
Laureada
de flores viene, honrada y victoriosa,
la bella ninfa hermosa.
HIPÓMENES
Habrá vencido
algún necio atrevido su hermosura. 850
TIMBREO
Morir tienen por dicha.
HIPÓMENES
¡Qué locura!
 

(Salgan NINFAS y PASTORES con instrumentos; y ATALANTA detrás con una guirnalda de flores.)

 
 

[Endechas asonantadas, de 5, 6 y 7 sílabas.]

 
MÚSICA
   ¡Triunfa la hermosura,
vence Atalanta!


Lo que cuesta se estima:
¡Viva quien mata! 855


No estiman los hombres
las empresas llanas.
Todo lo que es fácil,
como fácil pasa.
Las dificultades 860
merecen almas.


Lo que cuesta se estima:
¡Viva quien mata!


Siendo la hermosura
prenda tan alta, 865
por culpa del dueño
no es estimada.
Atalanta sola
supo estimarla.


Lo que cuesta se estima: 870
¡Viva quien mata!
 

[Quintillas.]

 
MENANDRO
   ¿Qué te parece?
HIPÓMENES
No sé
cómo te diga, pastor,
lo que en sus ojos miré.
TIMBREO
¿Qué sientes?
HIPÓMENES
Muero de amor:
875
rayo en mis sentidos fue.
   ¡Con qué brevedad entró
por el más noble sentido
al alma que me abrasó!
TEBANDRO
¿Qué dices?
HIPÓMENES
Que estoy perdido.
880
Otro soy; que no soy yo.
   ¡Cuan en vano me espantaba
de aquel que por tu belleza
una vida aventuraba,
cifra de naturaleza 885
donde su poder se acaba!
   Que mil vidas que tuviera,
todas por ti las perdiera.
Tebandro, yo he de correr.
TEBANDRO
¿Búrlaste?
HIPÓMENES
Burlé, sin ver
890
lo que vi ¡Que nunca viera!
   ¡Ay de mí! ¿Por qué dilato
poner en ejecución
lo que ya en el alma trato?
TEBANDRO
Por tan liviana ocasión, 895
¿eres a tu vida ingrato?
   Detente: no digas nada
a esta mujer, si es mujer
cosa tan fiera y helada.
HIPÓMENES
Si la pudiese vencer... 900
TEBANDRO
Esa esperanza, engañada,
   todo este campo ha teñido
de sangre, de mil que han sido
como tú. Mas Dios te guarde.
HIPÓMENES
Y ¿seré yo más cobarde, 905
si es mi amor más atrevido?
   Si alguno la ha de vencer,
¡Ay cielos! ¿no puede ser
que sea yo? ¿Qué me acobardo?
ATALANTA

 [Aparte.] 

¡Qué mancebo tan gallardo! 910
HIPÓMENES

 [Aparte.] 

¡Qué más que humana mujer!
ATALANTA

 [Aparte.] 

    ¡Oh, cuánto me pesaría
que a pretenderme viniese!
HIPÓMENES

 [Aparte.] 

¡Ay, si la llamase mía!
ATALANTA

 [Aparte.] 

¡Ay, si la muerte le diese 915
Y qué lástima sería!
HIPÓMENES

 [Aparte.] 

   De la sentencia el rigor
me hiela. Abrásame amor.
Temor me está deteniendo.
Pero amor me está diciendo 920
que me dará su favor.
ATALANTA

 [Aparte.] 

   De cuantos mancebos vi,
ninguno así me agradó.
¡Nunca yo le agrade así!
Que aunque más le quiera yo, 925
El jamás me quiera a mí.
   ¿Quién ha visto no querer
el que quiere ser querido?
Pues en mí se viene a ver,
porque ha de morir vencido,930
y no he de ser su mujer.
   Pues dejarme vencer yo
y perder mi honor, no puedo.
HIPÓMENES

 [Aparte.] 

Si amor se determinó,
¿por qué me detienes, miedo? 935
Nunca quien amó, temió.
   ¿Quiero? Sí. Pues ¿cómo temo?
¿Temo? No. Pues ¿en qué cosa
reparo, si en el extremo
desta luz soy mariposa,940
y a cada vuelta me quemo?

 [A ATALANTA.] 

   ¡Oh tú, que en belleza igualas
el sol, de su luz vestida,
que por los ojos exhalas,
llévame también la vida 945
donde me quemas las alas!
   Doncella hermosa, o deidad
divina, que en sombra humana
disfrazas tu claridad,
a tu vista soberana 950
se presenta mi humildad.
   El premio de tu hermosura
me anima a perder la vida,
que por el bien que procura,
es más inmortal, perdida,955
que la del alma segura.
   Si te venzo y te poseo,
no porque eres celestial
desprecies mi buen deseo;
que soy, aunque soy mortal, 960
hijo del rey Megareo.
   De mi amor me maravillo,
como aspiro a tanta gloria,
mas ya vencido, me humillo.
Corramos: tú a la victoria, 965
y yo, señora, al cuchillo.
ATALANTA
   Mancebo, cualquier que seas,
gran lástima tengo en ver
que a ti mismo no te veas,
pues pudiéndote querer, 970
otra hermosura deseas.
   Si no te dueles de ti,
ten de tus padres dolor;
que ya veo desde aquí
la fuerza de su rigor, 975
por el que me das a mí.
   Si es mostrar que amor me tienes,
yo le creo, sin probar
el ánimo con que vienes.
HIPÓMENES
Con mostrarme ese pesar, 980
más me animas que detienes.
   Si primero que supiese
que te agradaba, te di
el corazón, no te pese
de que quien te agrada a ti 985
lo que le has dado te diese.
   Ya no hay remedio: más quiero
que vivir sin ti, morir.
Si de amor por verte muero,
¿qué más morir que vivir 990
adonde la muerte espero?
   Corramos, y los despojos
goza, y no te cause enojos,
que yo gusto, y justo es,
de que mates con los pies 995
lo que abrasas con los ojos.
ATALANTA
   ¡Que sea tan desdichada,
y de tan contraria suerte,
que de lo que más me agrada,
para su temprana muerte 1000
sea mi hermosura espada!
   Vete, mancebo, y no quieras
Pagarme mal este amor.
Mira que la muerte esperas.
HIPÓMENES
Yo he de morir.
ATALANTA
¡Qué dolor!
1005
¡Qué mal tu edad consideras!
HIPÓMENES
   Acaba ya.
ATALANTA
Yo no quiero.
¡Jueces!...
HIPÓMENES
¿O es ley, o no?
MENANDRO
Ley es.
HIPÓMENES
Pues si es ley, ¿qué espero?
Vencida se confesó. 1010
ATALANTA

 [Aparte.] 

Hoy le doy la muerte, hoy muero.
HIPÓMENES
   ¿Qué respondes?
ATALANTA
Que a correr
vamos, pues quieres morir.
HIPÓMENES
Ve adelante.
ATALANTA
¿Qué has de hacer?
HIPÓMENES
Mi persona prevenir. 1015
ATALANTA
¡Cielos, dejalde vencer!
 

(Todos se vayan, y quede HIPÓMENES.)

 
 

[Redondillas de 7 sílabas.]

 
HIPÓMENES
   Ya parte a la carrera,
ya con pecho brioso
desnuda el cuerpo hermoso,
para quedar ligera. 1020
   Ya bulle, con los velos,
enamorado el aire.
¡Qué gracia! ¡Qué donaire!
De todos tengo celos.
   ¡Oh! ¡Quién cegar pudiera 1025
a cuantos han mirado
el cuerpo delicado
de aquella hermosa fiera!
   Deidades de los cielos,
debeisos de reir, 1030
que estoy para morir,
y me muero de celos.
   No dirá amor, si advierte
lo que estoy esperando,
que voy de espacio amando, 1035
pues corro hasta mi muerte.
   De morir no me pesa,
que si vencer deseo,
es por el bien que veo
de tan gloriosa empresa. 1040
   Venus, reina divina,
de amor estrella pura,
que al sol por su hermosura
su rayo siempre inclina;
   soberano planeta, 1045
que amor al hombre influyes,
tú que de ingratos huyes,
mi ruego humilde aceta:
   dos palomas ofrezco
a tus aras sagradas, 1050
de oliva coronadas,
si tanto bien merezco.
   De mis años te duele
y de mi padre anciano,
que no me queda hermano 1055
que su vejez consuele.
   Si amaste, Venus bella,
mira la pena mía,
y en este mar me guía
como divina estrella. 1060
 

(Baje de un cielo, que estará hecho, una nube cerrada, y ábrase a la mitad con música, saliendo della muchos pajarillos, y véase VENUS dentro con algunos CUPIDILLOS pintados, o de bulto, y diga:)

 
 

[Octavas.]

 
VENUS
   Hipómenes, yo vengo enternecida
de tus ruegos y lástimas, y quiero
darte favor y remediar tu vida
con una industria en que tu bien espero.
Atalanta no puede ser vencida, 1065
porque el viento veloz no es tan ligero.
Sobre los trigos, con destreza extraña,
camina sin doblar la débil caña,
   Pero con estas tres manzanas de oro,
así la vencerás en la carrera. 1070
En viendo la ventaja, su decoro
descompondrás echando la primera;
si ves que la codicia del tesoro
la vence, la segunda y la tercera
podrás echar; que mientras va por ellas, 1075
podrás dejar atrás sus plantas bellas.
   Con esto, al palio llegarás primero,
gozando el premio que mil vidas cuesta.
HIPÓMENES
¡Reina de las estrellas, y lucero
que aposentas al sol cuando se acuesta, 1080
madre de amor, retrato verdadero
de la piedad, los cielos hagan fiesta
a tu nombre divino, y los amores
siembren sobre la tierra oliva y flores!
   Por ti vive la paz, por ti se aumenta 1085
y propaga el linaje de los hombres,
el ave vuela, el árbol se sustenta,
y hasta las fieras de temidos nombres.
Dame licencia, y a mi curso atenta,
turba el suyo ligero.
VENUS
No te asombres,
1090
que vencerás si mi consejo tomas.
HIPÓMENES
Tuyas serán dos cándidas palomas.
 

(La nube se cierre, y suba con música. HIPÓMENES se entre y salga CUPIDO con tres niños: NARCISO, JACINTO y GANIMEDES.)

 
 

[Redondillas.]

 
JACINTO
   ¿A qué habemos de jugar?
Diga Cupidillo un juego.
CUPIDO
Mis juegos todos son fuego, 1095
¿para qué os queréis quemar?
GANIMEDES
   Dile tú, Narciso.
NARCISO
¿Yo?
GANIMEDES
Tú, pues...
NARCISO
Vaya al esconder.
CUPIDO
No soy de ese parecer.
JACINTO
Al esconder, ¿por qué no? 1100
CUPIDO
   ¿No soy amor?
JACINTO
Es verdad.
CUPIDO
Pues cosa imposible ha sido
estar amor escondido.
Que el fuego da claridad.
JACINTO
   Ganimedes diga un juego. 1105
GANIMEDES
Juguemos a la gallina
ciega.
NARCISO
Bien; echo la china.
JACINTO
¿Para qué? Cupido es ciego.
CUPIDO
   Aunque ciego, Dios me guarde.
NARCISO
¿A quién toca como a ti?1110
CUPIDO
No me hagáis gallina a mí,
porque no hay amor cobarde.
NARCISO
   Di tú, Jacinto, algún juego.
JACINTO
Juguemos a la palmada.
CUPIDO
Ninguno desos me agrada. 1115
Todos son juegos de ciego,
   y no quiero juego yo
que tanto imita los celos.
NARCISO
¿Cómo?
CUPIDO
Todos son desvelos,
y adivina quién te dio. 1120
JACINTO
   ¿Ningún juego te da aliento?
Ya es ese mucho rigor,
pero basta ser tú amor
para nunca estar contento.
CUPIDO
   Juguemos al abejón.1125
GANIMEDES
Para ti es de gusto, hermano,
que al que coges a tu mano
le das lindo bofetón.
NARCISO
   Juguemos a los señores.
CUPIDO
Donde hay amor no hay señor, 1130
que todo lo iguala amor:
por eso, no te enamores.
GANIMEDES
   Juega al toro de las coces.
CUPIDO
Soy amor: no quiero toro,
Y más, coces.
NARCISO
Eso ignoro.
1135
CUPIDO
Es porque no me conoces.
NARCISO
   ¿No es mejor ir a coger
fruta a alguna huerta?
JACINTO
Sí.
GANIMEDES
¿Habrá fruta por aquí?
JACINTO
En Chipre, ¿no la ha de haber?1140
NARCISO
   Espérate, Ganimedes,
que allí he visto una colmena.
GANIMEDES
¿Tiene miel?
NARCISO
Toda está llena.
GANIMEDES
¿Saltarás tú las paredes?
NARCISO
   Si tú te pones a gatas, 1145
Pondréme de pies en ti.
JACINTO
Paso: un pastor viene aquí,
no te entienda lo que tratas.
 

(Sale FRONDOSO.)

 
FRONDOSO
   Después que el señor Apolo
estuvo conmigo airado, 1150
ando por aqueste prado
afligido, triste y solo.
   Díjome, por maldición,
que a nadie parecería
la forma que antes tenía: 1155
¡Bien castigó mi intención!
   Desde entonces no he dejado
fuente, ni aun arroyo dejo,
que no me sirva de espejo:
en su cristal me traslado. 1160
   Pero en unas me parezco
elefante, en otras toro...
Yo ¡triste! aflíjome, lloro,
y en extremo me entristezco.
   Huyo de mí por no verme; 1165
mas viendo que voy conmigo,
dejo lo mismo que sigo,
y comienzo a enloquecerme.
   ¡Oh Apolo! De tu justicia,
a tu piedad santa apelo. 1170
¡Oh, cuánto castiga el cielo
un pecado de malicia!
   Confieso que fue maldad;
mas tú eres Dios, yo soy hombre;
la diferencia del nombre 1175
ha de obligar tu deidad.
GANIMEDES
   ¡Ay, Jacinto! Allí, ¿no estaba
un pastor?
JACINTO
Allí le vi.
NARCISO
¿Volvióse culebra?
CUPIDO
Sí.
GANIMEDES
¡Oh, qué culebra tan brava! 1180
   Huye, Cupido.
FRONDOSO
¿Qué es esto?
Culebra dicen que soy.
A verme a esta fuente voy.
 

(Vase FRONDOSO.)

 
JACINTO
Arma el arco, tira presto.
CUPIDO
   ¡Oh, si esta sierpe matase 1185
como Apolo!
NARCISO
Ya se huyó.
JACINTO
Luego ¿no le tiró?
NARCISO
No.
CUPIDO
Miedo tuvo que tirase.
JACINTO
   De eso las fuerzas se arguyen
de tus manos rigurosas, 1190
pues las sierpes venenosas,
Amor, de tus flechas huyen.
   Trepemos a la colmena.
No hay de qué tener temor.
GANIMEDES
Llega desta parte, Amor. 1195
CUPIDO
¡Oh, qué linda miel!
NARCISO
¿Es buena?
CUPIDO
   ¡Ay, ay, ay!
GANIMEDES
¿Qué es eso?
CUPIDO
¡Ay, madre,
que una de estas me picó,
que andan en la miel!
JACINTO
Pues yo
Oí decir a mi padre 1200
   que, sacando lo que deja,
cesa el dolor.
GANIMEDES
¡Ay, Narciso!
que huigamos de aquí te aviso,
no te pique alguna abeja.
NARCISO
   Vamos, Jacinto.
GANIMEDES
También
1205
a casa me quiero ir.
 

(Vanse todos y quede CUPIDO.)

 
CUPIDO
¡Ay Dios, que me he de morir!
¡Tanto mal en tanto bien!
   ¿Esto es miel? ¿Esto es dulzura?
¡Qué amarga pena que cuesta! 1210
¿Esta es miel? Ponzoña es ésta,
engaño y traición segura.
   ¡Ay! ¿qué haré, triste de mí?
Hinchado se me ha la palma.
¡Ay, que si lo sabe el alma,1215
se me saldrá por aquí!
 

(Sale VENUS.)

 
VENUS
   Cansada estoy de buscarte.
Yo juro que he de ponerte
a la escuela, por hacerte
bueno a puro castigarte.1220
   ¿Dónde has estado perdido?
En las espaldas te quiero
poner, Cupido, un letrero.
Ya no es Amor conocido:
   como reina el interés, 1225
no saben quién es Amor.
CUPIDO
¡Ay, qué terrible dolor!
VENUS
¿De qué lloras?
CUPIDO
¿No lo ves?
 

[Romance.]

 
   Por los jardines de Chipre,
madre, andaba divertido, 1230
entre las flores y rosas
jugando con otros niños.
Cuál trepa por algún sauce,
presumiendo alcanzar nidos,
cuál hace jaulas de juncos 1235
por coger los pajarillos,
cuál coge verdes almendras,
cuál blancas flores de espinos,
cuál entreteje guirnaldas
de rosas y azules lirios, 1240
cuando en unos corchos altos,
los sabrosos edificios
de cera y miel nos llamaron
con sus panales nativos.
Púsose Jacinto a gatas, 1245
comenzó sobre él Narciso
a ver si sacar podía
la miel por algún resquicio...
Yo, ¡triste! que siempre fui
para mi gusto atrevido, 1250
metí la mano en el corcho...
VENUS
¡Qué notable desatino!
CUPIDO
Madre mía, una avecilla
que apenas no tiene pico,
me ha dado el mayor dolor 1255
que pudiera un áspid libio.
Ves aquí, madre, la mano.
Ponme un paño. Estoy perdido.
Cúrame presto, ¡ay de mí!
¡Presto, presto!
VENUS
No des gritos,
1260
sino advierte que tú eres
niño pequeño, Cupido,
y que, en picando en los ojos
como fiero basilisco,
dejas en el alma y pecho1265
más fuego que en el abismo.
Y eres tan cruel tirano,
que a mí propia me has herido,
con ser tu madre. Y así,
te ha dado el cielo el castigo.1270
De Adonis me enamoraste...
¡muerta estoy, pierdo el juicio!
Celos de las ninfas tengo
de este bosque y de este río.
A buscarle vengo aquí1275
por tu ocasión, enemigo.
¡Plegue al cielo que te vea
puesto en el mismo peligro:
que, siendo amor, te enamores,
porque mueras en tu oficio!1280
¡y no maldigan los hombres
mi vida por tus delitos!
Que no hay mujer que no diga,
de las que una vez te han visto,
que no está por ti sin fama,1285
desde Lucrecia hasta Dido.
Por ti Roma, España, Troya...
CUPIDO
Quedo, madre, que yo os digo
que no soy sólo el culpado
de tus locos desatinos.1290
Todos se quejan de amor,
¡ya he visto versos y libros!,
porque todas sus flaquezas
quieren disculpar conmigo.
¿Qué importa que yo os provoque,1295
si tenéis libre albedrío?
Pero no hacéis resistencia
a vuestro propio apetito.
Yo iré a vengarme de vos:
¡sabrá Marte y el Sol mismo1300
lo que pasa con Adonis!
 

(Vase CUPIDO.)

 
VENUS
Oye, vuelve, espera, niño.
Fuese. ¿Hay tal atrevimiento?
Pues ¡por Júpiter divino,
que te has de acordar de mí1305
si otra vez los cielos piso!
 

(Sale FRONDOSO.)

 
 

[Endecasílabos sueltos, esdrújulos.]

 
FRONDOSO
   ¿Hay ventura tan alta ni tan célebre?
En efecto, las cosas más difíciles
tienen su fin. Que a todo llega un término.
VENUS
Frondoso, ¿de qué vienes tan atónito?1310
FRONDOSO
Pastora celestial, belleza angélica,
¿quién eres tú que de mi nombre rústico
te has acordado, cuando aquestos bárbaros
me tienen por león, por sierpe rígida,
que unos me llaman toro y otros sátiro?1315
VENUS
Una extranjera soy, que de las márgenes
del Erimanto vine a vuestros límites.
FRONDOSO
Si no eres Venus o la luna errática,
Arïadna serás, serás Andrómeda,
imagen ya de la celeste máquina.1320
Mas pues que te disfraza el mortal hábito,
oye el suceso en este breve epílogo:
Atalanta veloz, que huyendo el tálamo
vino por estos bosques, siempre indómita...
la que, como has oído, fue tan áspera,1325
a cuantos en el curso ligerísimo
pudo vencer, dio en pena muerte infelice,
corrió esta tarde con el bello Hipómenes;
pero valióse de una industria el príncipe,
que tres manzanas, más que las Hespérides,1330
que Medea guardó con arte mágica,
le fue arrojando entre las plantas ágiles;
con que, mientras la ninfa iba cogiéndolas,
ganó el laurel tan digno de sus méritos.
Diéronsela sus padres sin escándalo,1335
y celebróse allí la boda espléndida,
a que han venido en infinito número
habitadores de estos campos fértiles.
Esta es historia digna de corónica.
Dadme licencia, pues están pacíficos,1340
que de esta fuente en el cristal diáfano
que corre entre los pies de aquellos árboles,
pues ya que me llamáis mi nombre y título,
me vaya a ver con miedo de un oráculo
que me ha representado en mil imágenes.1345
VENUS
Guíete amor.
FRONDOSO
Y cumpla tus propósitos.
 

(Vase FRONDOSO.)

 
VENUS
Huélgome que Atalanta, ya doméstica,
sea de amor por mis ardides víctima.
Eso me debe Hipómenes solícito.
Bañen mis aras dos palomas cándidas,1350
cante su amor en dulce voz Calíope,
desde el blanco alemán al negro etíope.
 

(Salen HIPÓMENES y ATALANTA.)

 
 

[Quintillas.]

 
HIPÓMENES
   Dulcísima esposa mía,
que mil años guarde el cielo
en mi alegre compañía.1355
Sol, que has dado en mortal velo
envidia al que alumbra el día:
   tan rico de tu hermosura
voy por aquesta espesura,
que se para, al ver que llevo1360
otro más hermoso Febo,
la celeste arquitectura.
   No venció mi ligereza
la tuya; venció mi amor,
que siendo igual en grandeza1365
al sol, pienso que es mayor
que tu divina belleza.
   Vencí, Atalanta, vencido:
victorioso y preso voy.
ATALANTA
Mi bien, la vencida he sido:1370
yo confieso que lo estoy,
y que amor lo ha permitido.
   Antes de vencer, venciste,
porque desde que te vi,
a tu valor me rendiste.1375
A correr vencida fui,
y tú victorioso fuiste.
   No fue codicia del oro
de las manzanas, mi bien;
de ti sí, que eres tesoro1380
de mayor valor, y a quien
por oro del alma adoro.
HIPÓMENES
   Pues ¿qué piensas tú que fueron
las manzanas que la palma
de la victoria me dieron?1385
Las tres potencias del alma,
que tus desdenes vencieron.
   La primera que a tu gloria
ofrecí, sin libertad,
para tan alta victoria,1390
fue mi ciega voluntad.
La segunda, mi memoria.
   Pero pienso que hablo a tiento.
Que creo que la primera
fue, esposa, mi entendimiento;1395
porque si no te entendiera,
no amara con fundamento.
   De entenderte nació amarte.
Pero mira que he de hablarte
en cosas de amor aquí;1400
del cielo, a quien te pedí,
vengo, Atalanta, a celarte.
   Estos árboles no son,
por ser de este monte sendas,
buenos en esta ocasión.1405
Aquí hay un templo.
ATALANTA
No ofendas
su divina religión.
   Mira que de Venus es.
HIPÓMENES
¿Qué es Venus?
ATALANTA
Venus es diosa,
y reina de amor.
HIPÓMENES
Después
1410
que yo te vi más hermosa,
pongo esa diosa a tus pies.
   No hay Venus ya, ni de amor
otra diosa que Atalanta.
VENUS

 [Aparte.] 

¡Qué bien me paga el favor!1415
¿Hay descortesía tanta?
¿Hay ingratitud mayor?
HIPÓMENES
   ¿Sabes, mi bien, que quisiera
ver esa Venus aquí,
porque confesar la hiciera1420
que eres más bella, y que a ti
el arco y flechas te diera?
   Que tú has de matar de amor;
porque Venus, que le vende
por interés, ¿qué valor1425
puede tener, pues ofende
su calidad?
VENUS

 [Aparte.] 

¡Oh traidor!
   ¡Oh costumbre de los hombres,
el pagar los beneficios
con estos ingratos nombres!1430
¿Estos son los sacrificios?
HIPÓMENES
Vamos, mi bien: no te asombres,
   que no hay dioses en la tierra
que puedan hacerme guerra
donde tengo tu hermosura.1435
 

(Éntrense en el templo los dos.)

 
VENUS
¿Hay mayor descompostura?
A poder decir que yerra
   en alguna cosa el cielo,
fuera en no haber destruido
con agua o con fuego el suelo.1440
¡Bien lo tengo merecido,
pues en su bien me desvelo!
   ¡Traidor, mis manzanas de oro
te han dado a Atalanta bella,
y así tratas mi decoro!1445
Mas no vivirás con ella,
por la vida a quien adoro.
   ¡Vive Adonis, que he de daros
la pena que merecéis,
y en leones transformaros,1450
para que al mundo le deis
con dos ejemplos tan raros!
   Salid luego de mi templo,
dejando la humana forma,
pues tan fieros os contemplo:1455
esa figura os conforma.
Servid, ingratos, de ejemplo.
 

(Salgan dos leones y échense a sus pies.)

 
   No hay que moverme con llanto.
Por esos montes huid,
dando a las fieras espanto.1460
Entre ellas siempre vivid,
pues las parecisteis tanto.
   ¡Qué triste estoy! Buscar quiero
mi sol, que con él confío
templar este enojo fiero.1465
Amanece, Adonis mío,
si soy tu amado lucero.