—[91]→
La lengua ópata se habla por la nación de este nombre, que actualmente habita el centro del Estado de Sonora, y se compone de cosa de unos treinta y cinco mil individuos.
Nada se sabe respecto a su origen ni al de las demás que los españoles encontraron en aquellas regiones, pues carecían totalmente de un sistema de signos para conservar el recuerdo de los sucesos pasados. Según las relaciones de los misioneros24, no había entre los habitantes de Sonora más memoria de la antigüedad que tal cual tradición confusa y desfigurada, que nada ponía en claro.
Sobre la
religión de aquellos pueblos, todos convienen en que no
presentaba señal de idolatría, pues no se
encontró de efigies, sacrificios, ni templos, por lo cual
parece que su culto era el de los astros, el más sencillo,
el primero —92→
en que se extraviaron los hombres. «No se halló en esta nación
ópata -leo en una antigua relación- la
idolatría ni la embriaguez: al sol y a la luna veneraban
como hermanos, y aun todavía escondidos en donde el padre
(sacerdote) no los pueda ver en sus bailes, saludan a la luna nueva
esparciéndole por el aire puños de pinole.
Sus viejos, que entre ellos tienen grande autoridad, les
enseñan patrañas muy ridículas: diré
una sola, en que se conoce su gran simpleza y poco discurso, para
convencer de embusteros a sus viejos predicadores. Éstos les
han persuadido que en muriendo van sus almas a una espaciosa
laguna, en cuyas orillas, por la banda del Norte, estaba sentado un
hombrecillo muy pequeño, a quien llamaban butzu uri: éste, pues,
las recibía, y colocándolas apiñadas por su
multitud en una gran canoa, las remitía a la otra banda del
Sur, a dar residencia a una reverenda vieja que se llamaba
Vateconi
hoatziqui: una por una las iba comiendo, y a las que hallaba
pintadas con las rayas con que se afean las caras, las arrojaba
diciendo que no las comía porque tenían espinas, y
las no pintadas pasaban a su vientre contentas a gozar de una
inmundísima bienaventuranza»
.
La costumbre de pintarse la cara, a que alude la relación que he copiado, consistía en que a los niños recién nacidos les picaban con una espina la parte superior e inferior del párpado en forma semicircular, inyectando en las heridas un color negro.
No sólo esa ceremonia se usaba con los niños cuando nacían, sino que les nombraban, según su sexo, una especie —93→ de padrino o madrina que, tocándoles o estirándoles algunos miembros, les dirigían un discurso sobre las obligaciones que se les esperaban en el mundo, y después de esto les ponían nombres.
Como otras naciones de Anáhuac, los sonorenses, menos los apaches, solían enterrar con el cuerpo del difunto todo su ajuar, y si el finado era un niño, la madre con su propia leche iba a regar su tumba.
Los adivinos tenían mucho influjo entre aquellas gentes, siendo inútil contar todas las ceremonias ridículas a que daban crédito, iguales o semejantes a las de todas las naciones supersticiosas. Empero, es curioso referir que para saber por dónde habían de venir sus enemigos, tomaban los agoreros una langosta, la asían por la cabeza, y observaban la mano o pie que movía primero, y aquel movimiento indicaba el lugar por donde convenía esperar el ataque.
La poligamia era permitida, reduciéndose las ceremonias del matrimonio a poner en dos hileras a los hombres y las mujeres, para que corriendo unos y otras, aquéllos cogiesen de la tetilla izquierda a las que habían de ser sus esposas.
La agricultura estaba reducida, antes de la conquista, al cultivo del maíz, calabaza y judías (frijoles).
No todos los habitantes de Sonora vivían en comunidad, sino que unas tribus hacían guerra a las otras, siendo la milicia ocupación necesaria para todos los hombres, aunque para ser admitidos como soldados era preciso haberse distinguido por su valor y esfuerzo. Una de las —94→ pruebas por que tenía que pasar todo guerrero era la de sufrir con serenidad que le sajasen los brazos, pecho y piernas con uñas de águila. Las arengas de los ancianos precedían al combate, el cual se verificaba con armas toscas, como la flecha y la lanza, sufriendo los desgraciados vencidos los mayores insultos; dícese que en ocasiones, aun las mujeres aplicaban tizones encendidos a los miembros de los cautivos, causándoseles heridas.
A mediados del siglo XVI fue cuando los españoles conquistaron a Sonora, y exceptuando los apaches, las demás tribus han quedado bajo el dominio de los blancos. Los primeros que manifestaron simpatía por los españoles fueron los ópatas y, en adelante, siempre se han distinguido por su docilidad, sin que por esto hayan dejado de dar pruebas señaladas de valor, lo cual añadido a su sobriedad, fidelidad y firmeza, ha hecho que se les dé el nombre de «espartanos de América». Han sido muy útiles especialmente para hacer la guerra a los apaches sus declarados enemigos. Sólo en el año de 1820 fue cuando algunos ópatas dieron señal de insubordinación; pero muy pronto volvieron al orden.
El trato con los blancos, no desdeñado por los ópatas, ha hecho que su tribu sea la que tenga en sus costumbres y vestidos más señales de civilización, siendo su ocupación principal la agricultura.
Las noticias que
he leído sobre los ópatas dicen que en lo
físico son de color bronceado, fuertes y robustos, aunque no
muy altos; distínguense principalmente por su ligereza, pues
se asegura que en 24 horas andan a —95→
pie 40 ó 50 leguas. En cuando a su parte moral un
autor los caracteriza diciendo: «Son de
buen entendimiento y de buen corazón»
.
Sobre el idioma de los ópatas escribió el jesuita Natal Lombardo una gramática (México, 1702) y un Diccionario. La primera ha llegado a mis manos, y ha sido mi guía para formar la descripción que se ve en seguida; generalmente es clara y abundante en ejemplos. También he consultado dos catecismos de la doctrina cristiana en lengua ópata.
Éstas son las letras del alfabeto ópata:
a, b, ch, d, e, g, h, i, k, m, n, o, p, r, rh, s, t, th, tz, u, v, x, z25.
Entre la
b y la v hay la misma diferencia de
pronunciación que en buen castellano; la e, al fin
de algunos verbos, casi no suena26;
la h es una aspiración suave; la r
generalmente es suave, rara vez fuerte; la k, en final,
algunas veces apenas suena; la rh dice Lombardo, suena
«como rhodos en griego
encogiendo un poco más la lengua»
; la t
en fin de dicción suele ser casi muda. Sobre la th
dice Lombardo: «Su pronunciación
parece que se forma suavemente hiriendo la lengua hacia los
dientes»
. La x con i, o,
u suena szi, szo, szu
suavemente; la z es suave; la tz fuerte.
—96→
Casi todas las palabras acaban en vocal; pero comienzan con variedad.
Hay algunas consonantes dobles, al menos según la Ortografía del padre Lombardo, lo cual podremos ir observando adelante en algunos ejemplos; también se juntan dos o más vocales; pero dos consonantes diversas rara vez se juntan, pues cada una tiene su correspondiente vocal, lo que hace suave y fácil la pronunciación.
Es polisilábica la lengua teguima, aunque no faltan monosílabos. Ejemplos:
Tzo, abofetear.
Vaso, álamo.
Hudero, fresno.
Nakuratui, olvidarse.
Chumikanahuinaguat, nombre de una yerba.
Kuguesaguataguikide, la primavera.
Makoiseniguabussanibeguâ, diez y siete.
La diferencia de acento basta para que una voz cambie de significado. El padre Lombardo usa tres: el circunflejo (^) que denota pronunciación larga; otro (–) breve; y el tercero, que se expresa con dos puntos (¨), indica que la letra se pronuncia duplicada; verbi gratia, üi, traer, suena uui.
La composición de las palabras es de bastante uso, y aunque iremos teniendo ejemplos de ella, presentaré aquí algunos.
Maiobegua, pellejo de venado, es un compuesto de dos sustantivos maiot, venado, perdida la letra t, y begua, —97→ pellejo. Teguikatoa, se compone del sustantivo teguikat, cielo, y del verbo toa, formar, significando formar el cielo. Cuando se juntan dos verbos, lo más común es que el primero vaya en participio de pretérito; verbi gratia, de güek, caer, y hede, recelar, se forma guechihede27, recelar-caer.
Todas las observaciones que he podido hacer respecto al idioma ópata me indican que es rico en palabras. Presentaré ejemplos de ciertas voces que abundan, las cuales siendo simples expresan ideas que es preciso traducir en nuestra lengua por varias palabras.
Tzopo, encogerse los nervios.
Hida, yerbas de comer.
Vahë, yerbas que no se comen.
Huripä, tener aliento el enfermo.
Nakissogua, ponerse el cabello detrás de la oreja.
Vai, beber agua.
Hi, beber cosa líquida; pero que no sea agua.
Xitonagua, saltar ya con un pie, ya con otro.
Tzatonögua, caminar saltando con un pié teniendo el otro levantado.
Tonosósokogua, estar tendido con las rodillas levantadas.
Himu, escarbar el topo amontonando la tierra.
Vëna, ir para no volver.
Tü, ir para hacer algo.
Kavotzü, hurtar las mazorcas de maíz dejando compuestas las hojas.
Taiguadegua, boca arriba.
—98→Kotzipara, boca abajo.
Tukora, estar de lado.
Mitopa, estar sentado con un pie debajo del muslo.
Arekitza, mordiéndose un dedo.
Otro ejemplo daré de la riqueza de la lengua presentando los verbos que hay para expresar la germinación y crecimiento del maíz.
Guetzatoa, germinar el maíz.
Vero, comenzar a abrir las hojas.
Homotoa, comenzar a tener caña.
Tza, granar.
Vächi, estar ya granado.
Mao, estar ya maduro, formado.
Kigo, endurecerse.
Sode, quedar pequeña la mazorca.
Pitzo, quedarse prieta.
No hay formas especiales para distinguir el sexo; generalmente se conoce por medio de palabras del todo diferentes, según se aplican a la hembra o al macho; verbi gratia, tessâ, el niño; okiahi, la niña.
Hay nombres que expresan un mismo grado de parentesco, y sin embargo son diferentes, porque a la vez indican la relación y diversidad del sexo; verbi gratia los nombres noguat y miriguat significan hijo; pero el primero es respecto del padre y el segundo de la madre; massiguat es el padre del hijo, y mariguat el padre de la hija.
—99→
Los nombres de cosas inanimadas no tienen signos para expresar plural, de manera que es preciso hacerlo por medio de algún adverbio u otra palabra que indique muchedumbre.
Los nombres de animales irracionales tampoco tienen ese número; sólo he encontrado uno en la gramática que le tenga, y es höre, ardilla; en plural hohöre; pero aun éste, según dice Lombardo, casi sólo en singular se usa.
Los nombres de seres racionales sí tienen plural, al menos algunos. Los que he hallado en la gramática son los siguientes:
Oki, mujer; nau, mujeres.
Uri, varón; urini, varones.
Tessâ, o tessâchi, el niño; ussi o uriniussi, los niños.
Okichi, la niña; naumachi, las niñas.
Okimachi28, la doncella; naukichi, o nauussi, las doncellas.
Ozë, el viejo; navotzë, los viejos.
Oatzi, la vieja; odatzi, las viejas.
Temachi, el mozo; tetemachi, los mozos.
Los nombres de parentesco también tienen plural; vatziguat, hermano; vapatzeguat, hermanos; maraguat, hija; mamaraguat, hijas.
Algunos de los nombres que tienen plural, le forman con sólo duplicar la primera sílaba, como se ve en alguno de los ejemplos puestos; pero en la formación de los otros no se observa sistema fijo.
El nombre tiene declinación para expresar —100→ algunos casos, contándose diez declinaciones que se diferencian en las terminaciones de los genitivos, a saber:
te, ri, si, gui, ní, tzi, ki, ku, ku, pi.
Los nombres de la 1.ª declinación son los más abundantes; los de la 2.ª, 3.ª, 4.ª, 5.ª, 6ª, 7.ª y 10.ª tienen igual el acusativo o dativo al genitivo; los de la 8.ª, cuyo genitivo acaba en ku, le forman sobre el acusativo, y así se distinguen perfectamente de los de la 9.ª que también tienen ku por terminación; éstos tienen el acusativo o dativo igual al nominativo. Algunos ejemplos, que correspondan a estas explicaciones, las aclararán y darán ideas de las terminaciones que distinguen los casos y de su formación, uno respecto de otros.
Ejemplo de la 1.ª declinación | |
Nominativo | Tät, el sol |
Genitivo | Tät-te |
Dativo o Acusativo | Tät-ta |
Ejemplo de la 2.ª declinación | |
Nominativo | Kuku, la codorniz |
Genitivo | Kuku-ri |
Dativo o Acusativo | Kuku-ri |
Ejemplo de la 8.ª declinación | |
Nominativo | Chi, el pájaro |
Genitivo | Chi-miku |
Dativo o Acusativo | Chi-mi |
—101→ | |
Ejemplo de la 9.ª declinación | |
Nominativo | Tutzi, el tigre |
Genitivo | Tutzi-ku |
Dativo o Acusativo | Tutzi |
El dativo se distingue del acusativo en que aquél va regido de los verbos llamados dativos o aplicativos, como veremos en su lugar, o por la posición, como también veremos al tratar de la construcción.
La partícula hi, dice Lombardo, se halla antepuesta a algunos verbos, y es nota de acusativo de cosa implícita, pues entonces no se expresa; verbi gratia, pak, barrer; hipak, barrer algo, sin decir qué precisamente. De la misma manera ne es nota de acusativo tácito tratándose de persona; verbi gratia, koa, matar; nekoa, matar a alguno.
El vocativo se suple agregando al nominativo la interjección eh. El ablativo por medio de preposiciones, como podremos observar al tratar de éstas29, y a veces basta la yuxtaposición de las palabras para denotar algunas de sus relaciones; verbi gratia, vakahipet, estera de caña tukuguarit, canasto de palma.
También por medio de la yuxtaposición se expresan el genitivo y el acusativo; verbi gratia de paro, liebre, y sutu, uña; paro sutu, uña de liebre, de teguikat, cielo, y toa formar, teguikatoa, formar el cielo. En esta clase de composiciones el término consecuente va primero.
Los nombres que tienen plural se reducen a las declinaciones explicadas anteriormente.
Los nombres de parentesco, sin posesivo, van por la —102→ primera declinación, así como los de los miembros del cuerpo y vestidos; pero con posesivo se declinan por la 9.ª. Esta regla se extiende a todos los demás nombres que se usan con o sin posesivo.
Los adjetivos carecen de plural, y pocos tienen declinación. Terminan en a, é, i, o, y sólo uno halló Lombardo en u30.
Según lo31 que indica el sustantivo, cambia de terminación el adjetivo que le califica (aunque no sé si es regla general). Así consta de las siguientes palabras del padre Lombardo.
«Advierto también que el adjetivo
gue, grande,
no se usa en todos los modos castellanos, porque esta lengua habla
con tanta distinción que según fuere la cosa le
aplica el nombre, y así este gue se aplica a personas, animales y cosas
que tienen cuerpo y son gruesas: que en las demás cosas se
han de considerar la longitud, anchura, angostura, etc., y así de una mesa grande no
se dice gue
sino gueka,
que denota ser ancha y larga casi en cuadro. Guepa denota ser la cosa
ancha: pero lugar»
.
Más
adelante, hablando de los adjetivos que expresan color, dice el
mismo gramático: «Las
partículas tepora, tzara y revûra, úsanse cuando se habla de
vivientes en toda especie y de árboles. Porque
hablándose de géneros y de cosas anchas se explican
con las partículas uedâra, dauêna y tzara: esta última suele ser
común a todos; así por no errar, bien se puede usar
de esta partícula: —103→
la partícula revûara usan comúnmente
hablando de pájaros»
.
Con los nombres de número se observa lo mismo, es decir, que varían según son los sustantivos a que se aplican; verbi gratia, se, uno, hablando de vivientes; si se trata de cosas largas y anchas se dice senika; para cosas angostas se usa senipa, etc.
La terminación ragua agregada a los sustantivos, adjetivos y adverbios, forma abstractos; massi, padre; massiragua, paternidad; naideni, bueno; naideniragua, bondad; vade, alegremente; vaderagua, alegría.
También se forman abstractos agregando al sustantivo, adjetivo o adverbio ahka, participio sustantivo de ah, ser, tener, hacer; verbi gratia, uri, hombre; uriahka, humanidad; tossai, blanco; tossaiahka, blancura; amassâ, enfadosamente; amassâahka, enfado.
Por medio de la terminación de se forman unos nombres que indican lugar donde algo abunda.
Denide, lugar de luz.
Ckukide, lugar oscuro.
Neomachide, lugar de dificultad, dificultoso.
Varäde, lugar de sed.
También agregando ka; verbi gratia, gohâssade o gohâssadeka, lugar desembarazado.
Con la terminación sura se expresa igualmente abundancia de lo que indica el primitivo; kuh, árbol; kuhsura, arboleda.
—104→Según
Lombardo, «tiene esta lengua unos
nombres que disminuyen las cosas con que se juntan o de quienes se
está hablando; y así para denotar la pequeñez
de alguna persona, animal, árbol o cosa semejante, usan de
estos nombres, como tapurukûtzi o chunirukûtzi, o chunideni o pänïdi. Para
denotar la pequeñez de los brazos cortos dicen: votedeguîssi o
voramakora,
como también para denotar de alguna persona o animal la
pequeñez de piernas dicen votêguadâra. Para explicar la
pequeñez de un arbolito dicen vorâudura o vorikatêtzi o
vorideguisse, y estas dos las dicen también
de personas, animales y otras cosas semejantes. Nota estos nombres
samûrûkutzi y sämudëni. Los dicen
de una persona que se quedó pequeña por algún
accidente, y del sembrado cuando se queda pequeño por falta
de agua, y también dicen sämumük: además de los
dichos que son verdaderos diminutivos, hállase otra manera
de nombres, los cuales, juntos con los sustantivos, los hacen
significar diminución y pequeñez, y son demodeni tauichukideni,
nakudeni
nauedeni: cualquiera de éstos disminuye el nombre al
cual se junta y se dice generalmente de todos sean vivientes o no
vivientes»
.
Otros nombres hay en ópata que se forman por medio de la terminación ssari o sari, y expresan desprecio; uri, hombre; urissari, hombrecillo despreciable, vil, ruin. También se puede traducir sari por cosa mala, mal hecha, vieja, fiera.
«No parece tener esta lengua verdaderos grados
de comparación -dice Lombardo-, como tampoco vemos que
—105→
los tiene la lengua francesa, según el uso de las
lenguas castellana e italiana, y así es necesario servirnos
de algunas partículas para formar los dichos
nombres»
. Las partículas de comparativo, que el
mismo autor cita, y que parecen corresponder al adverbio
más, son guaname, nadekamu o nade; demoua, viname, corresponden a menos.
Suraua guëua, ena, en, essa, otze, corresponden a muy, y sirven para formar superlativos.
El pronombre personal se expresa y declina de este modo:
1.ª declinación de singular | |
Nominativo | Ne, yo |
Genitivo | No |
Dativo o Acusativo | Netze, ne |
Plural | |
Nominativo | Ta, tamido, nosotros |
Genitivo | Tamo |
Dativo o Acusativo | tame, tametze |
2.ª persona de singular | |
Nominativo | Ma, tú |
Genitivo | Amo |
Dativo o Acusativo | Eme, emetze |
Plural | |
Nominativo | Emido, vosotros |
Genitivo | Emo |
Dativo o Acusativo | Eme, emetze |
—106→ | |
3.ª persona de singular | |
Nominativo | I o it, él o ella |
Genitivo | Are o araku |
Dativo o Acusativo | Veku iku |
Plural | |
Nominativo | Me, ellos |
Genitivo | Mereku |
Dativo o Acusativo | Mere, mereki, meku |
El ablativo se expresa por medio de preposiciones, como veremos al tratar de ellas.
El acusativo del singular de tercera persona, veku, así como el de plural mereki, meku, se usan hablando de personas o cosas presentes; para las ausentes se usan iku, mere.
Además de estos acusativos o dativos de la tercera persona, tiene otros la lengua ópata que el padre Lombardo llama «artículos relativos». Helos aquí. Are, re, da, le, la, lo; metze, me, les, las, los.
Algunos de estos pronombres se usan tratándose de ausentes; otros de presentes.
Agregando al personal en genitivo la terminación sari, significa apartamiento, y sa o sara, yo solo.
Con la terminación ssa o sse, significan los personales de este modo:
Nessa o nesse, yo mismo.
Nossa o nosse, tú mismo.
Aressa, aquél mismo.
—107→El genitivo del pronombre personal con ni tiene el mismo significado; noni, yo mismo; amoni, tú mismo. El pronombre de la tercera persona va en nominativo con tze; itze, aquél mismo; metze, aquéllos mismos.
El pronombre posesivo se expresa por medio del personal en genitivo.
No, mío.
Tamo, nuestro.
Amo, tuyo.
Emo, vuestro.
Are, araku, suyo, de aquél.
Mereki, de ellos, suyo.
Estos pronombres se usan en composición o solos. En el primer caso se anteponen al nombre, al cual se agrega una de estas terminaciones: gua, ma, ra, ka, sa; xünüt, maíz, noxünugua, mi maíz; tzat, flecha; tamotzama, nuestras flechas.
Are, aunque se use fuera de composición, siempre se acompaña con el nombre a que se refiere; verbi gratia, si se pregunta ¿de quién es ese animal?, no se responde simplemente are, de aquél; sino are buku, de aquél (es) el animal. Con nombres de parentesco se usa are, hablando de tercera persona ausente; pero con presente gua; verbi gratia, are dë, su madre (de aquél); dëgua, su madre (de éste).
Los nombras de parentesco con posesivo pierden la final; mariguat, padre; nomari, mi padre.
Los demostrativos son: ve, vete, éste, ése; me, mete, éstos, ésos; los cuales sirven para —108→ masculino y femenino; se declinan. Vetze significa ése mismo.
A, en genitivo idaku, significa ello, esto, y se declina.
Iti, que también se declina, significa esto, esta cosa.
El pronombre reflexivo se expresa por medio del personal en nominativo, compuesto con el genitivo de esta manera.
None, yo me.
Amoma, tú se.
Arei, aquél se.
Tamota, nosotros nos.
Emidoemo, vosotros os.
Eme emo, aquéllos se.
El último pronombre no tiene forma análoga a la de los otros.
No hay en ópata relativo; súplese con los participios.
El numeral se, seru significa uno, alguno, para personas; senika, para cosas. Seporese también significa alguno; entre sepore y se puede ponerse otra palabra.
Haue, significa ¿quién?
Hait, ¿qué cosa?
Hadeni, ¿cuál?, ¿de qué?, tratándose de cosas.
Hadenihai, ¿cuál?, ¿de qué?, de personas.
Häuetida, ¿cuál?
—109→Haiki, ¿cuántos?, tratándose de vivientes y de cosas largas y redondas.
Haikiki, ¿cuántos?, para cosas anchas.
Los modos del verbo son indicativo, imperativo y optativo32.
Los tiempos, en indicativo, son presente, dos pretéritos imperfectos, dos perfectos33, pluscuamperfecto, futuro imperfecto, y futuro perfecto. En imperativo sólo hay un tiempo34. En optativo, pretérito perfecto, pluscuamperfecto y futuro35.
No tiene signos el verbo ópata para distinguir el número y persona; uno y otras se conocen usando del pronombre personal. Los tiempos del indicativo e imperativo se distinguen por medio de terminaciones. En optativo se usan partículas, y terminaciones en los gerundios y participios.
He aquí un ejemplo de conjugación.
Indicativo presente
Ne hio, yo escribo o pinto, etc.
Ma hio.
I hio
Ta, o tamido-hio.
Emido hio.
Me hio.
Imperfecto primero
Ne hio-karu, yo escribía, etc.
—110→Imperfecto segundo
Hio-ssane, aquél o aquéllos escribían.
Primer perfecto
Ne hio-sia, yo escribí, etc.
Segundo perfecto
Ne hio-ve, yo escribí, etc.
Pluscuamperfecto
Ne hio-siruta, yo había escrito, etc.
Futuro imperfecto
Ne hio-sea, yo escribiré, etc.
Futuro perfecto
Ne hio-seave, yo habré escrito, etc.
Imperativo
Hio-tte, escribe tú.
Hio-sea i, escriba aquél.
Hio-vu, escribid vosotros.
Hio-sea me, escriban aquéllos.
OPTATIVO
Pretérito perfecto
Aguekäpa ne hiosia, ojalá que yo haya escrito.
Pluscuamperfecto
Iruna ne hioseakiru, ojalá que hubiera o hubiese yo escrito.
—111→Futuro
Hiopa ne ague, o aguepa ne hio, ojalá que yo escribiere o que yo escriba.
GERUNDIOS
De presente
Hiopa, escribiendo (se usa en oraciones de un supuesto). Hioko, escribiendo (en oraciones de dos supuestos).
De pretérito
Hiosaru, habiendo escrito (en oraciones de un supuesto). Hiositzi, habiendo escrito (en oraciones de dos supuestos).
De futuro
Hioko, en escribiendo.
Próximos
Hioseaki, estando para escribir (en oraciones de un supuesto).
Hioseako, estando para escribir (en oraciones de dos supuestos).
De obligación
Hiozeakoko, teniendo de escribir (en oraciones de presente y pretérito imperfecto).
Hioseakiko, teniendo de escribir (en oraciones de pretérito perfecto y pluscuamperfecto).
De tiempo
Hiosikara o hiosika, tiempo de escribir.
—112→Participios adjetivos
Hiokame, el que escribe (de presente).
Hiosi, el que escribió, escrito (de pretérito).
Hioseakame, el que escribirá (de futuro).
Participios sustantivos
Hioka, escritura presente.
Hiokara, escritura pasada.
Hioseaka, escritura futura, lo que he de escribir.
Hioseakara, lo que había de haber escrito.
Las terminaciones del presente de indicativo son muy varias. El primer pretérito imperfecto termina en karu o katu. El segundo se forma agregando al presente ssane o ne, y pocas veces nek; este tiempo puede llamarse de respuesta, pues se usa solamente respondiendo, en tercera persona. Las terminaciones del primer pretérito perfecto son ia, guia, mia, nia, pia, kia, ria, tzia, chia, tsia, sia, via; la formación de este tiempo es lo más difícil del verbo ópata. El segundo perfecto tiene la terminación ve. La del pluscuamperfecto es siruta, o ruta. El futuro imperfecto termina en sea; si le comparamos con el primer pretérito perfecto, puede explicarse diciendo que se forma cambiando la terminación sia en sea, sin perder la última consonante, lo cual se verifica en los verbos regulares; los irregulares forman el futuro, como veremos al tratar de esta clase de verbos. Para el futuro perfecto se agrega ve al imperfecto.
En el imperativo, sólo las segundas personas tienen —113→ terminación propia; las terceras se suplen con el futuro. La terminación te o tte, no se usa cuando van los pronombres afijos mere, re con el verbo, así es que no se dice hiotere, escríbele, sino hiore, usando del indicativo, presente; vu, va sobre el afijo; hiomerevu, escribidles. Sin embargo de estas reglas que da Lombardo, veremos en la oración del Padre nuestro cómo se suple simplemente el imperativo con el presente de indicativo.
El pretérito perfecto de optativo es el de indicativo con la partícula o interjección aguekapa. El pluscuamperfecto es el futuro de indicativo con la terminación kiru, y la partícula iruna. Según Lombardo, con este tiempo puede traducirse el futuro latino terminado en rus, acompañado del verbo sum; hioseakiru, yo había de escribir. El futuro es el presente de indicativo con la partícula aguepa, unida o descompuesta.
El gerundio es la forma dominante en la lengua ópata, y con él se suple el subjuntivo. Fórmanse los de presente por medio de las terminaciones pa y ko, agregadas al presente de indicativo, y se usan cuando la acción del verbo determinante expresa coexistencia con la del gerundio; cuando la acción del uno es presente respecto de la del otro, aunque realmente sea pasada o futura, como cuando, por ejemplo, decimos:
Escribiendo me duermo.
Escribiendo me dormí.
Escribiendo me dormiré.
Esto es lo mismo que si dijéramos:
Escribiendo ahora, me duermo ahora.
—114→Escribiendo ayer, me dormí ayer.
Escribiendo mañana, me dormiré mañana.
Los gerundios de pretérito se usan cuando la acción del gerundio es pasada, respecto a la del verbo determinante, como cuando digo «habiendo escrito me dormí», es decir, «después de escribir me dormí».
El gerundio de futuro es igual al segundo de presente, usándose en oraciones de uno y de dos supuestos36, cuando por el contexto del discurso y el sentido del determinante resulta que la acción de éste es futura respecto a la del gerundio, como cuando se dice «en escribiendo me dormiré», que es igual a: «después de escribir me dormiré».
Los gerundios próximos se llaman así porque indican que la acción estaba próxima a ejecutarse; «estando para escribir me dormí», es lo mismo que si dijera «cuando estaba próximo a escribir me dormí». Estos gerundios se forman agregando al futuro de indicativo ki o ko. Con el terminado en ki se puede traducir el gerundio en dum latino; hioseaki ne de, voy a escribir (scribendum).
Los gerundios de obligación se forman de los próximos y la terminación ko; les he dado ese nombre porque, según las traducciones de Lombardo, indican tener que ejecutar la acción del verbo; deber hacer lo que él expresa.
El gerundio de tiempo se forma agregando al participio de pretérito ka, o kara, y expresa que es tiempo de ejecutar la acción del verbo.
El participio adjetivo de presente se forma del presente de indicativo y la terminación kame, y se declina —115→ por la primera declinación; el uso le hace significar también tiempo pasado. El de pretérito se forma generalmente (no siempre) del primer perfecto quitada la letra final en algunos verbos, como en hio, escribir, o en otros quitados dos letras; verbi gratia, savai, doy en cara savaia, di; sava, el que dio, dado. Cuando estos participios se componen con ah, ser, van en acusativo; su declinación va por la novena. El participio de futuro se forma de este tiempo del indicativo, y la terminación kame; se declina por la primera declinación.
El participio sustantivo de presente es el adjetivo del mismo tiempo quitada la sílaba me, el cual, así como los otros participios sustantivos, se usa en composición con los posesivos; se declina y significa algunas veces como pasado. El participio de pretérito se forma agregando ra al anterior, y no se declina. El de futuro es el participio adjetivo del mismo tiempo quitada la sílaba final. El último participio sustantivo es el tercero agregando la terminación ra.
El infinitivo se suple de varios modos. Con unos verbos se usa el participio de pretérito; verbi gratia, toa, digo que quiero; ne hiosi toa, digo que quiero escribir. Otras veces se usa el gerundio de presente terminado en ko; theo, saber; hioko theo, sé escribir; nak, querer; amo ne hioko nak, quiero que escribas (volo te scribere). Con otros verbos, el regido (infinitivo) se pone en participio de pretérito y a éste se agrega la partícula gua; era, querer; hiosiguaera, yo quiero escribir. En ocasiones los verbos regentes se —116→ usan en los tiempos que les corresponde, y al regido se le agregan las partículas kai, kori, en presente o futuro, y ai en pretérito. En esta clase de oraciones van con algunos verbos los posesivos o sea el personal en genitivo; verbi gratia, con erá, en significación de pensar, diré: no hiokai erá, pienso que escribo (cogito me scribere).
En las oraciones de infinitivo de dos supuestos, ambos se ponen en acusativo, como en latín; verbi gratia, quiero que Pedro mate la vaca, Pedrori ne guakari meako nak. En este caso Pedrori, Pedro, y guakari, la vaca, están en acusativo.
Además de los participios, que hemos visto en la conjugación, hay verbales o derivados de verbo.
Por medio de la terminación guadeni, se forma algunos que corresponden a los que en latín terminan en bilis, y en castellano en ble, agregada dicha terminación al participio de pretérito; verbi gratia, nereriguadeni, amable; guaiguadeni, comestible.
Otros verbales hay que indican instrumento; de ichik, medir; ichikira, instrumento para medir, es decir, la medida; pak, barrer; patzira, instrumento para barrer, es decir, la escoba.
Por nuestros verbales en or y on se traduce algunos, y se forman con las terminaciones mui o sari sobre el participio de pretérito; niguai, hablar; niguamui o niguasari, el hablador.
La misma
terminación sari, dice Lombardo, «junta con verbos, forma un adjetivo que
significa el que hace mal —117→
la acción del verbo; v. g., hio, escribir; hiosari, el que escribe
mal»
.
Algunos pocos terminan en ko, o kor; como kotziko o kotzikor, el dormilón.
Otros acaban en sodi; kenisodi, melindroso.
Para dar idea del verbo o voz pasiva, diré cómo se forma el indicativo, sirviendo de ejemplo nere, amar; su participio de pretérito nereri.
El presente es el mismo participio de pretérito ne nereri, yo soy amado. Para formar el pretérito imperfecto se agrega karu al presente, ne nererikaru, yo era amado. El primer perfecto es el acusativo de nereri y ah, ser; ne nereritah, yo fui amado. Para el segundo perfecto se agrega al presente ve; ne nererive, yo fui amado. El pluscuamperfecto se forma añadiendo a nereri, presente, el imperfecto de ah; nereriahkaru, yo había sido amado, o por medio del primer perfecto añadiendo karu. Para formar el futuro se añade la terminación sai al presente; ne nererisai, yo seré amado.
Puede, pues, decirse, en pocas palabras, que la voz pasiva es el participio de pretérito conjugado por medio de terminaciones, o del auxiliar ah, ser, aunque esta última forma la considero una introducción de los gramáticos españoles. El verbo ah, ser es defectivo, y no sólo tiene aquella significación; también se traduce por tener, estar, hacer, y acaso tenga algunos otros significados. Con él se forman muchos compuestos.
El infinitivo de pasiva se suple como el de activa; pero —118→ en aquella voz se usan como distintivos los pronombres reflexivos; verbi gratia, con hio, escribir, y era, querer, digo en activa, hiosiguaera, quiero escribir; en pasiva, none hiosiguaera, quiero ser escrito.
El verbo pasivo se construye con genitivo, y no con ablativo: Juani ne nereri, yo soy amado de Juan.
Hay verbos singulares y plurales, es decir, que se aplican a una sola cosa o a muchas, variando de forma; verbi gratia, muk, morirse uno; ko, morirse muchos; guek, caer uno; tao, caer muchos.
Hay otros verbos que sólo diferencian su forma en el pretérito, mas no en el presente; verbi gratia, ko, pretérito koria, significa escarbar; ko, pretérito komia, gastarse la piedra; küku, pretérito kükuria, menear algo que se está cociendo; pretérito kuppia, cerrar los ojos.
Los verbos que rigen dativo se forman con la terminación da, añadida al participio de pretérito; verbi gratia, con patzi, participio de pak, barrer, diré patzida, barrer para otro; con gua, comer; guaida, dar de comer a otro. Hay algunos que por excepción no forman verbal con el participio. Los neutros, tomando la terminación de aplicativo o dativo, se vuelven activos.
La terminación tuda, añadida al participio de pretérito, forma compulsivo; verbi gratia, de manugua, barbechar, sale el participio manuguari, y de aquí manuguarituda, —119→ compeler a barbechar. Del compulsivo se forma aplicativo.
Hay otros verbos formados por medio de la terminación si o ssi, sobre los participios de pretérito, que significan ir ejecutando la acción del verbo; gua, comer; guaissi, ir comiendo; te, visitar; teguissi, ir visitando. El mismo significado tienen los verbos compuestos; con de, andar.
Con la terminación sigua, añadida al participio, se expresa que «la acción termina totalmente»; verbi gratia, niguai, hablar; niguaisigua, hablar cuanto hay que hablar.
La terminación na, agregada al verbo, significa haberse mandado o dicho algo por segunda vez.
Sa o ssa da a entender que se hizo, que se ejecutó la acción del verbo.
La terminación veni, junta a los verbos y participios sustantivos de presente, hace significar uso o costumbre de lo que significa el verbo o participio.
Por este estilo hay otras terminaciones con las cuales se forman verbos derivados de varios significados.
Componiendo unos verbos con otros, o con otra parte de la oración, se expresan las mismas ideas que por medio de terminaciones, y aun otras más, para cuya expresión no hay terminaciones. Ejemplos.
Kuppe y sumeguako significan concluir, acabar, y este significado dan a los verbos con que se juntan; hio, escribir; hiokuppe, concluir de escribir.
—120→Con tui, convertirse, pueden formarse compuestos como napotui, convertirse en ceniza; napot, significa ceniza.
La incoación se expresa con mottada, mottagua, ittegua, comenzar.
Del verbal correspondiente al nuestro en ble, perdida su terminación, y el verbo deto, se forman verbos que significan irse haciendo o ejecutando la acción; guaiguadeni, comestible; guaiguadeto, irse haciendo comestible.
Muk, morirse uno, y ko morir muchos, se usan frecuentemente en composición con varios significados; deh, chupar tabaco; dehuimuk, desear chupar; harak, llorar; haramuk, cansado de llorar.
Para formar verbos frecuentativos se puede usar de un adverbio como aichika, que significa frecuentemente; aichikaneio, a cada instante escribo.
Considera Lombardo como irregulares aquellos verbos que no tienen consonante en la final del pretérito, cuya final pierden en el futuro o la mudan en a; niguai, hablo; niguaia, hablé; nigua, hablaré; hiroi, me abstengo; hiroia, me abstuve. Consiste la irregularidad de otros verbos en que la final del futuro es sak; etzitoa, me escondo; etzitoia, me escondí; etzitoisak, me esconderé.
Hay también verbos defectivos. Entre ellos comprende Lombardo, y son dignos de mencionarse, unos cuyo futuro se suple con el presente; tema, pido; temaia, pedí; tema, pediré.
Fórmanse verbos en ópata, de varios —121→ significados, del sustantivo, adverbio, y aun preposición, por medio de terminaciones.
Agregando una i al nombre, compuesto con alguna de las terminaciones que forman posesivo, se expresan verbos de este significado; de takat, cuerpo; takagua, y de takagua, takaguai, tener cuerpo; bonat, sombrero; bonama, bonamai, tener sombrero; vut, esclavo; vuku, vukui, tener esclavo. Es de advertir que la i se agrega a los nombres terminados en a, e, o, u; pero si acaban en i se añade a; verbi gratia, orotzi, el vestido; orotzia, tener vestirlo. Con orotzi y otros nombras se forma el verbo sin necesidad de la terminación de posesivo; de, madre; dei o dea, tener madre.
Con gua se forman también verbos de esta manera. De mota, principio; motagua, dar principio; de iguat, aparte; iguagua, apartar; de hade, buenamente; hadegua, poner bien, o componer; de tzopori, encogido; tzoporigua, encoger las rodillas.
Por medio de la terminación tzi se forman otros verbos que generalmente significan estimación; otze, el viejo, otzetzi, estimar a alguno por viejo; naideni, cosa buena; naidenitzi, estimar una cosa como buena; iguâri, cerca; iguâritzi, tener algo por cerca; suguaki, desfallecidamente; suguakitzi, sentirse desfallecido; deni, verdaderamente; denitzi, tener por verdad.
Con la terminación tu se significa «ir a traer»; verbi gratia, goko, pino; gokotu, ir por pinos.
Con reguada se expresa llenar; verbi gratia, guida, el sebo; guidareguada, llenar a otro de sebo.
—122→Aun de preposición se forman verbos, como antes se dijo; verbi gratia, de beguanä, a escondidas (clam) y las terminaciones gua o guida, sale beguanägua, esconder; beguanäguida, esconder a otro.
Abunda el ópata en preposiciones, de las que daré algunos ejemplos.
Vepini, chiguau, a favor (pro), por.
Vepini, en, contra, hacia, a, perteneciente a (apud), tratándose de personas; con cosas se usa pini.
Chiguadu, de, en, lugar de.
Gua, en, a, rigiendo nombres de pueblos y verbales sustantivos.
Gua, según, conforme a.
Taguimini, enfrente, a la vista, para animados; y para inanimados, suma o pinidegua.
Nepa, ante.
Vachû, antes, de preferencia.
Takkora, chickora, chiuora, en derredor, en círculo (circum). La primera se usa tratándose de objetos que están a alguna distancia; la segunda más cerca; la tercera expresa lo mismo que si dijéramos «amontonado en círculo».
Iguari, mutû, satzai, va, cerca de.
Ki, kiue, akkorika, a la inmediación, cerca.
Vinau y otras, de esta parte (citra).
Vinameri, viname, más allá.
Etzi beguanä, a escondidas (clam).
—123→Vitzaka y otras, delante, en presencia (coram).
Ma, uera, con, expresando concomitancia; se usa con nombres que indican movimiento.
Pa, lo mismo que la anterior; pero con nombres de quietud.
Rakua, lo mismo que las dos anteriores, con cosas.
De significa por o con como las tres últimas; pero expresando instrumento.
Iguau, igue, de (ex).
Kaigue o aigue significa de, como la anterior; pero rigiendo nombres de lugar como cuando se dice «soy de México».
Itzautigua, itzau, fuera (extra); excepto (præter).
Tzi, pa, thu, en.
Tettu, debajo (infra).
Muttû, abajo, a raíz, en la falda.
Tzarena, entre, dentro.
Iguari, junto (juxta).
Va, según, conforme.
Nauera, a las claras (palam).
Vupa amavupaha, después (post).
Mekka, mekkara (y otras), lejos.
Pondré algunos ejemplos del uso de las preposiciones para que el lector se forme idea de él, así como de su construcción, pudiéndose asentar, como regla general, que la preposición va después de su régimen.
Hay algunos que se construyen con nominativo; verbi gratia, con ki, casa; te, piedra; tat, el sol, diré; ki iguari, cerca de casa; te tzatzai, cerca de la piedra; tat tzi o tatzi, —124→ en el sol. Otras rigen genitivo; tat, el sol; tattema, con el sol. Otras acusativo; tattade, por el sol. En fin, las hay que se ponen sobre otra preposición, como sucede, por ejemplo, con va que se usa con tzi, de modo que para decir «cerca del sol» diremos tatziva.
Los pronombres personales regidos de preposición van en genitivo.
Fórmanse adverbios de los adjetivos terminados en i, cambiando esta letra en a; takkori, esférico; takkora, esféricamente. Los adjetivos que acaban en ki o kudi cambian en ai; verbi gratia, eruki o erukudi, desquebrajado; erukai, desquebrajadamente; tzotoka, cosa que gotea; tzotokai, gota a gota.
Tratándose
de lugar acostumbran los ópatas explicarle diciendo el
viento a que queda, y por esto Lombardo dice: «Todas estas naciones tienen un modo de
explicarse para denotar los lugares y pueblos sin expresarlos,
hablando por las cuatro partes del mundo con tanta
distinción, que causa maravilla a quien los oye y
están con ello hasta los niños»
.
Así, por ejemplo, para expresar que una persona está
en tal parte dicen, siuitzi, en el oriente, o tena, en el sur, o
tenasiuitzi,
en el sureste, etc.;
según el lugar donde se halle.
Como ejemplos de adverbios pondré los siguientes.
Akku, dónde.
Akkuvi, en qué parte.
Iguati, aquí.
Uve, ahí donde tú estás.
—125→Aguatí, allá.
Aguâni, en el mismo lugar.
Senipanägue, en otro lugar.
Akuguague, en alguna parte.
Senaitzau, tapûkäua, vodana, dondequiera.
Guassane, nachuki (y otros), a cada paso.
Variua, fuera.
Eemomekka, demonamekka, poco distante.
Mekkagua, ottatzîka, surana, muy lejos.
Neppa, arriba, vepanau, más arriba o vepameri.
Tere, abajo.
Akkuigue, de dónde.
Akkâ, akkûgua, adónde.
Daré igualmente ejemplos de conjugaciones.
Guetza, aunque, y.
Vetê, y.
Nemake, también.
Va, thu, y por qué, y qué.
Naneguari, por qué.
Vëretzi, ïdatzi, por lo tanto.
Idakätzi, por eso.
Kuauini, en fin.
Nutzigua, en conclusión.
Koapini, pero en fin.
Sa, tze, pues.
Ki, pues.
Osäpi, pues, por qué.
—126→Otras varias conjunciones37 hay, que Lombardo pone entre los adverbios.
Según parece de las explicaciones de Lombardo, la colocación de las palabras en la lengua ópata esté sujeta a reglas fijas. Daré algunas de ellas para que el lector se forme idea de la construcción.
El nombre sustantivo, propio o común, estando en nominativo, va al principio del discurso.
En las oraciones de infinitivo y gerundio de dos supuestos, en que van dos acusativos, se pone primero el que expresa la persona que hace.
El genitivo va antes del nominativo; verbi gratia, Diosaku ki, la casa de Dios.
El verbo aplicativo o dativo va después de su régimen, y si a más de dativo hay acusativo, éste va primero.
El adjetivo, en composición con el nominativo, lleva el primer lugar.
El pronombre en nominativo es generalmente la segunda palabra de la oración.
Según se vio en la declinación del pronombre, hay tres modos de expresar el acusativo o dativo de la tercera persona de plural, y en las otras personas y números hay dos. El primer acusativo de la primera persona, ne, se usa siempre en composición antepuesto; verbi gratia, tú me azotas, ma nebëthu. Los otros primeros acusativos van generalmente en composición, antepuestos; pero también pueden ir solos. Los segundos acusativos se posponen sin componerse, behguia ma netze, azotas tú a mí.
—127→El pronombre nominativo i se pospone o antepone; pero it siempre se pospone; verbi gratia, nova i neave, mi hermano él me aporreó; o i nova neave, o nova it neave.
El lugar del verbo es el último después de los casos oblicuos.
Los adverbios generalmente se anteponen al verbo.
La preposición se pospone a su régimen, según vimos anteriormente.
La conjunción también se usa pospuesta.
Haré la análisis del Padre nuestro, en cuanto me lo permita la falta de diccionario.
Tamomas | teguikaktzigua | kakame | amo | tegua |
De nosotros Padre | cielo en (el) | el que está | de ti | (el) nombre |
santo | ah, | amo | reino | tame |
santo | es, | de ti | (el) reino | a nosotros |
makte, | hinadoka | iguati | tevepa | ahnia |
da, | tu voluntad | aquí | tierra en (la) | se haga |
teguikaktzi | veri. | Chiama | tamo | guaka |
cielo en (el) | como. | De todos los días | de nosotros | (la) comida |
veu | tame | mak, | tame | neavere |
ahora | a nosotros | da, | a nosotros | perdona |
tamo | kainaideni | ata | api | tamido |
de nosotros | (lo) malo | así | también | nosotros |
neavere | tamo | opagua | kai | tame |
perdonamos | de nuestros | (al) enemigo | no | a nosotros |
—128→ | ||||
taotidudare | kainaideni | chiguadu | apita | kaktzia. |
caer dejas; | (lo) malo | de | también | libra(nos). |
Tamomas: tamo, pronombre de la primera persona en genitivo de plural; mas, contracción de masiguat, padre, pues los nombres de parentesco con posesivo pierden la final.
Teguikaktzigua: teguikak, sustantivo; tzi, preposición que significa en; gua, terminación o partícula de varios significados. En otro ejemplo del Padre nuestro que he visto inserto en la Doctrina del P. Aguirre en lengua ópata (México, 1765), no se ve esta final gua, sino sólo la preposición tzi. Parece, pues, gua es una expletiva.
Kakame: participio adjetivo de presente del verbo singular kak, estar uno.
Amo: pronombre de la segunda persona en genitivo de singular.
Tegua: sustantivo.
Ah: verbo explicado en el párrafo 25.
Amo: pronombre.
Tame: pronombre de la primera persona en dativo de plural.
Makte: segunda persona del singular de imperativo del verbo singular mak, dar una cosa.
Hinadoka: participio sustantivo de presente.
Iguati: adverbio de lugar.
—129→Tevepa: tevet significa tierra, pero pierde una letra al juntarse con la preposición pa.
Ahnia: pretérito perfecto primero de ah, significando hacer.
Dos cosas llaman la atención en esta palabra, y son que no esté en pasiva, y que se halle en pretérito cuando el futuro es el que mejor suple al imperativo; parece, pues, que debía leerse ahnisai, como se ve en la doctrina del padre Aguirre que he citado antes.
Teguikaktzi: ya se explicó.
Veri: aquí significa como conjunción, pero esta palabra también se ve usada como preposición rigiendo genitivo.
Chiama: adverbio de tiempo.
Tamo: pronombre.
Guaka: participio sustantivo de presente del verbo gua, comer.
Veu: adverbio de tiempo.
Mak: para expresar el imperativo hemos visto antes, makte, con la terminación propia del modo, te; pero aquí el indicativo suple al imperativo.
Neavere: presente de indicativo, supliendo también al imperativo, del verbo neavere, perdonar.
Tamo: pronombre.
Kainaideni: compuesto de kai, no, y naideni, bueno.
Ata: conjunción.
Api: conjunción.
Tamido: pronombre de la primera persona en nominativo.
Neavere: verbo ya explicado.
—130→Opagua: adjetivo que parece debía tener terminación de dativo; pero seguramente no la tiene, porque la mayor parte de los adjetivos carecen de declinación; lo mismo debe observarse respecto al adjetivo compuesto kainaideni que ideológicamente es un acusativo.
Kai: adverbio negativo.
Tame: pronombre.
Taotidudare: tao es un verbo plural que significa caer muchos. Lo demás no he podido entenderlo por falta de diccionario; pero probablemente es una de las formas con que se suple el infinitivo.
Kainaideni: adjetivo compuesto ya explicado.
Chiguadu: preposición.
Apita: conjunción.
Kaktzia: este verbo no le he encontrado en la gramática, que es donde he recogido las palabras explicadas, a falta de diccionario, de modo que no puedo analizarle. Su traducción se infiere del contexto38.