Simón Bolívar
Jefe Supremo de la República, Capitán-General de los ejércitos de Venezuela y de la Nueva
Granada, etc., etc., etc.
Cuartel General de Calabozo a 5 de abril de 1818.
Al señor General de División Manuel Cedeño:
Después de haber estado los hospitales y guarnición de esta plaza dos días sin ración, han
llegado los oficiales Calixto Valencia y Peralta con 160 reses en lugar de las 800 que debían
traer, y cuando yo esperaba que vendrían 200 bestias buenas, sólo he visto llegar unas yeguas
serreras e inútiles. Si usted no trae caballos buenos no tendremos en qué montarnos, ni en qué
transportar el parque, porque aquí no se consigue una sola bestia útil y ni aún ganado para la
subsistencia de las tropas. No olvide, pues, usted, hacer recoger cuantos caballos puedan
servirnos y que los traigan con cuidado para que no se pierdan ni se atasquen en el tránsito.
Hasta ahora no he recibido otra noticia del ejército que la he de haber sorprendido y apresado
nuestra descubierta una avanzada de 10 hombres. El señor General Páez no me ha dado ningún
parte, o habrán sido interceptados los que me haya dirigido.
Nada se adelanta con respecto a las novedades de Ortiz, que comuniqué a usted en mi oficio
de 2 del corriente. Una partida ha ido en reconocimiento y entrado hasta el mismo pueblo, y sin
duda no habrá encontrado novedad, cuando no me ha dado ningún parte aún.
Según dicen las últimas que han llegado, el ejército enemigo estaba en la Villa de Cura.
Ochenta hombres de los escuadrones de usted se han venido aquí y han marchado esta mañana
para el Sombrero a destruir las facciones de Jalón, Núñez y los demás que se habían reunido en
Barbacoas. El Coronel Briceño, que fue encargado de esta operación, tiene orden de venir a
incorporarse al ejército inmediatamente.
Dios guarde a usted muchos años,
Simón Bolívar.