Transcripción
[fol. 1r]
Cuartel General de San Fernando a 14 de Mayo de 1818.
SIMÓN BOLÍVAR
Jefe Supremo de la República, Capitán-General de los ejércitos de Venezuela y de la Nueva
Granada, etc., etc., etc.
Al Benemérito señor General de División Manuel Cedeño:
Al fin he recibido, ahora que son las cuatro de la tarde, parte del señor General Páez
detallándose el combate de Cojedos, de que habrá sido informado usted verbalmente por el
Coronel Martín, que supongo se le habrá reunido ya con su escuadrón.
Por todas las noticias e informes que él me da, he determinado que no aventure usted un
combate decisivo sin una gran probabilidad del suceso; que moleste al enemigo por todas partes
de modo que no logre hacerse con partido, y que nuestras tropas no se desalienten en la inacción;
y que la División de usted se reduzca a la caballería y me remita a esta plaza toda la infantería.
De este modo usted queda expedito para moverse con rapidez en caso necesario, no perdemos
con las lluvias, las inundaciones, ni sufre nuestra infantería inútilmente las fatigas de las marchas
y contramarchas, que se verá tal vez forzado usted a hacer para lograr su objeto.
Como la retirada de la infantería puede
producir algún desaliento en las tropas, o en los pueblos, procurará
usted cubrirla bajo algún pretexto especioso, [fol. 1v]
marchando usted adelante con la caballería y dejando su orden al señor
General Torres para que se venga con la infantería y el parque. Al mismo
tiempo, procurará usted inspirar confianza a todos, ofreciendo la pronta
llegada de los regimientos ingleses y de otros cuerpos que llevaré yo
de aquí dentro de poco.
Para que pueda usted obrar con más acierto y conforme a mi plan, advierto a usted que éste
es conservar, si es posible, ese llano, sin que se disminuya un sólo hombre de su División hasta
que, llegados los auxilios que espero de Angostura y reunidas las fuerzas del señor General Páez,
podamos emprender de nuevo las operaciones. No me cansaré, pues, de recomendar a usted que
no exponga esas fuerzas, que las conserve íntegras y las aumente cuanto sea posible, y que en
caso de ser atacado y el suceso no sea muy seguro para usted, se retire hacia esta plaza,
molestando siempre al enemigo cuanto pueda.
Forme usted un cuerpo de carabineros que supla
la falta de los fusileros. Guarde usted cuatro o seis mil cartuchos para que
por falta de munición [fol. 2r] no
se pierda ningún combate. Todos los hombres, sean de caballería,
de que no se tenga confianza, o paisanos, me los enviará con una escolta,
o amarrados, si se teme el que escapen.
No envío los caballos porque éstos es preciso reservarlos para mejor ocasión, que será, sin
duda, cuando vengan los auxilios salidos de Guayana y lograremos reunirnos con el señor
General Páez, que será dentro de muy pocos días, pues así me lo ofrece y yo le insto mucho para
esta operación.
El enemigo ha quedado sin caballería y así nada puede hacer en los llanos; por consiguiente,
debemos disputárselos, y mientras tanto crear mucha infantería y todos debemos interesarnos en
el aumento de ésta arma que tanto necesitamos para completar nuestros sucesos.
Dios guarde a usted muchos años.
Simón Bolívar.