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ArribaAbajoEl Medio Pollo. El Gallito Pelado

16 versiones y variantes


Cuentos del 381 al 396


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381. El Medio Pollo

CATAMARCA

Que el Medio Pollo ha salíu a rodar tierra pa buscar la vida pa la madre que era muy viejita y muy pobre.

Y que en el camino se ha topau con el zorro y le ha dicho:

-¡Te como Medio Pollo!

-No me comás, que voy a rodar tierra y a buscar la vida pa ayudar a mi mamita que es muy pobre -li ha dicho el Medio Pollo.

-Llevame entó -li ha dicho.

Y él li ha dicho:

-Entrate por mi culito y
tapate con un palito.

Y si ha entrau el zorro y ha seguíu Medio Pollo.

Y por áhi ha encontrau al lión y li ha dicho:

-¡Te como Medio Pollo!

Y el Medio Pollo li ha dicho:

-Cómo me vas a comer si voy a rodar tierra pa ganarme la vida pa mi mamita.

-Llevame, entó -li ha dicho.

Y el Medio Pollo ha dicho:

-Entrate por mi culito y
trancate con un palito.

Y se ha entrau el lión y ha seguíu su camino el Medio Pollo.

Y por áhi ha encontrau un tigre y li ha dicho:

-Parate Medio Pollo que te voy a comer.

Y el Medio Pollo li ha dicho:

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-Cómo me vas a comer si voy a rodar tierra, a buscar la vida pa mi mamita que es muy pobre.

-Llevame, entó.

-Entrate por mi culito y
tapate con un palito.

Y si ha entrau el tigre y ha seguido.

Y di áhi que si ha ido y si ha topau con un río muy lleno di agua, como creciente. Y li ha dicho que lo lleve. Y el Medio Pollo li ha dicho:

-Entrate por mi culito y
trancate con un palito.

Y ha marchau el Medio Pollo con el zorro, el lión, el tigre y el río adentro. Y di áhi que había ido y había visto una humaderita lejo. Y que si había dirigíu a esa humaderita. Y di áhi que llegó a la casa del Rey. Y áhi que habían estau dando de comer a las gallinas. Y diz que el Medio Pollo le quitaba el maíz a las gallinas. Y di áhi que habían dicho que lo jueran a encerrar al Medio Pollo con las gallinas. Y el Medio Pollo cuando había entrau en el gallinero que había largau el zorro, y que el zorro había hecho cosecha, se las había muerto a todas.

Y al otro día lu han sacau y lo han tirau al corral de las ovejas, que lo maten, que lo pisotien las ovejas. Entó largó el lión. Y el lión mató todas las ovejas.

Al otro día jueron a ver, y nada de ovejas. Tan sólo encontraron al Medio Pollo en el medio del corral.

Al otro día, el Rey, muy enojado, mandó que lo larguen en el corral de las vacas, que lo maten al animal ése. Y áhi no más largó el tigre. Y el tigre mató todas las vacas.

Entó ya ordenó que caliente el horno bien caliente y que lo boten áhi, que lo quemen. Y cuando 'taba el horno bien colorado, que lo metieron al Medio Pollo. Que habían ido toditos a verle. Y que el Medio Pollo había largau el río. Y entó el río apagó el horno y creció más y los había llevau a todos el río.

Y entó el Medio Pollo quedó solo, dueño del palacio y de todo lo que había. Y se despidió de sus amigos, se jueron al campo otra vez. Y el Medio Pollo si había ido para la casa de su mamita y li había llevau toda la plata del Rey.

Clemente Eraso, 46 años. San Antonio del Cajón. Santa María. Catamarca, 1951.

Muy buen narrador.



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382. El Medio Pollo

MENDOZA

Había una anciana, una veterana como decimos aquí, que se había quedado muy sola y crió un pollito. Como era chiquitito como una mitá de pollo, le puso Medio Pollo. Ya se llegó el tiempo que iba creciendo y no le daba abasto lo que ella tenía para criarlo. Entonce el pollito pedía más. Siempre venía ahí a pedir, pío, pío, pío... Entonce ella lo corría, ¿vio? Le pegó y se fue el pollito para allá, lejo. Escarbando por el lado del jardín y se encontró una naranja, y era una naranja de oro. Entonce vino.

-Mira, vieja -dice-, la naranja di oro.

-¡Ah, una naranja de oro!

-Me voy a la casa del Rey a comprar trigo con esta naranja di oro -dice el Medio Pollo.

Se fue el Medio Pollo. Cuando iba para allá se encontró con un asno, un burro. Entonce le dice:

-¿Pa dónde vas Medio Pollo?

-Voy a la casa del Rey a comprar trigo con esta naranja di oro.

Entonce le dice:

-¿Me llevás?

-Cómo no -le dice-, metete en mi potito173 y te trancás con un palito.

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Se fue. Más adelante se encontró con un toro. Entonce le dice:

-¿Adónde vas Medio Pollo?

Ya todos lo conocían.

-Voy a la casa del Rey a cambiar esta naranja di oro por trigo -dice.

Entonce le dice:

-¿Me vas a llevar a mí? Te acompaño.

-Bueno, metete en mi potito y te trancás con un palito -le dice.

Se fue. Tanto andar por allá, se encontró con un río, un río muy grande. Entonce le dice:

-¿Adónde vas Medio Pollo?

-Y voy a la casa del Rey y no podía cruzar.

-¡Ah!... ¿No me llevás a mí?

-Sí -dice-, metete en mi potito y te trancás con un palito.

-¡Cómo no!

Se fue. Llegó a la casa del Rey, al reinato. Empezó a cambiar la naranja de oro. Entonce el Rey, como codicioso, le quitó la naranja di oro. Y entonce dice:

-¡Corran ese pollo para allá!

Le quitó la naranja y siguió con ella.

Y el Medio Pollo volvió, y jodía, le daba vuelta al Rey y decía:

-¡Pío, pío, mi naranja di oro, pío!
¡Pío, pío, mi naranja di oro, pío!

-¡Vayan, corran ese bicho para allá! -decía el Rey.

Mandó dos empleaos a correrlo para allá. Lo fueron a dejar muy lejo. Pero en seguida él estaba ahí. Por segunda vez fueron a correrlo.

-Vayan otra vez a correrlo. Echelón ande yo no lo vea -dice el Rey.

Lo llevaron por allá y lo dejaron.

Entonce el Medio Pollo dice:

-¡Pío, pío, mi naranja di oro, pío! ¡Lárgate174 burro! -dijo.

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Se largó el burro y los corrió a patadas y a mordiscos a todos los empleaos del reinato. Y él se fue detrás. Ya llegaron y contaron que el Medio Pollo había hecho eso, que aquí y acá. Que tenía que ser algo raro.

-Vayan, vuelvan a tirarlo.

Ya fueron a llevarlo por allá lejo, que no volviera. Ya lo tiraron por allá lejo y dice:

-¡Pío, pío, mi naranja di oro, pío! ¡Lárgate toro!

Se largó el toro y los llevó a todos corriéndolos y los fue a dejar en el reinato, corriéndolos con las astas. Y bueno y no pasaba más y la naranja se perdió y no había trigo tampoco.

Bué... Y ya fueron y lo llevaron por allá y ya lo castigaron, en fin. Pero, ya volvió el pollito otra vez:

-¡Pío, pío, mi naranja di oro pío!
¡Nada!

-¡Pío, pío, mi naranja di oro, pío!
¡Nada!

Entonce dice:

-¡Lárgate río!

Se largó el río. Se empezó a inundar el reinato. Ya se subió el rey a lo más alto de los pisos. Ya 'taba todo lleno de agua y ya se llevaba todo. Entonce dice:

-Toma tu naranja di oro, Medio Pollo y llévate el trigo que tú querás -le dice.

-Córtate río -dice el Medio Pollo.

Se cortó el río. Entonce lo mandó el Rey al cuidador del trigo que le entregara el trigo al Medio Pollo. Entonce el Medio Pollo llevó trigo, cualquier cantidá a la madre. Así que la viejita tenía trigo para comer y vender con lo que le trajo el Medio Pollo.

Manuel Antonio Jofré, 55 años. Malargüe. Mendoza, 1974.

El narrador es nativo de la región, seguramente la más conservadora de la provincia. Dice que aprendió éste y muchos otros cuentos de don Pedro López, que murió hace dos años, muy viejo y que era un gran narrador.



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383. El Medio Pollo

SAN LUIS

Ésta era una viejita muy pobre que tenía un solo pollito. Un día, la viejita no tenía carne, ni qué comer, y le cortó una patita al pollito y se la comió. Otro día que también tenía mucho hambre, le cortó una alita y se la comió. El pollito pensó que así iba a morir muy pronto y se disparó, se fue. Al tercer día cuando la viejita lo quiso agarrar para sacarle otra presa no lo encontró más.

El Medio Pollo agarró un camino y se fue sin rumbo. Cuando ya iba muy lejo, se encontró con un zorro. Y el zorro le dijo:

-Ahora te voy a comer.

-No, zorro -le dijo-, ¡qué me vas a comer si soy un pobre Medio Pollo! ¡Dejame! ¿No te da lástima de verme así?

-Bueno, andate -le dijo el zorro.

-¿No querís que vamos juntos?

-Bueno -le dijo el zorro.

Entonce el Medio Pollo abrió grande el pico, lo tragó y se puso una estaquita. Y siguió.

Ya lejo, encontró un zorrino.

-Ahora te voy a comer -le dijo, el zorrino.

-No, zorrino -le dijo el Medio Pollo-. ¡Qué me vas a comer si soy flaco, y Medio Pollo!

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-Bueno, entonce te dejo.

-¿No querís que vamos juntos?

Bueno... El Medio Pollo se sacó la estaquita, lo tragó, se volvió a poner la estaquita y siguió su camino. Cuando ya había andado un buen rato, encontró un lión, y le dijo:

-Medio Pollo, te tengo que comer.

El Medio Pollo se asustó y le dijo:

-¡No, tío lión, no me coma, sea bueno! ¿No quiere que corramos una carrera?

-Bueno -dijo el lión y corrieron una carrera.

El lión se cansó. El Medio Pollo era ligerísimo.

-¿No quiere que vamos juntos? -le dijo el Medio Pollo.

-Bueno -dijo el lión.

El Medio Pollo se sacó la estaquita, se lo tragó y se fue. Más allá se encontró con un tigre y le dijo:

-Ahora te voy a comer.

-¡No, tío tigre, no me coma! Yo soy un Medio Pollo pelau, flaco, que no le alcanzo ni para un bocau, dejemé. ¿No quiere que corramos una carrera?

El tigre le tuvo lástima, y le dijo que bueno. Y corrieron la carrera. Como el Medio Pollo era muy ligero, el tigre se cansó, y se sentó a la orilla del camino. El Medio Pollo le dijo que si no quería que fueran lejo, juntos. El tigre le dijo que bueno. El Medio Pollo se sacó la estaquita, y se lo tragó y siguió su camino. Después encontró un río que venía muy crecido. Quería pasar, pero no podía. Ponía la patita y se la llevaba l'agua, ponía la alita y se la llevaba l'agua, ponía el piquito y se lo llevaba l'agua. Después que estuvo pensando mucho rato, sacó la estaquita y se lo tragó a todo el río y quedó el río completamente seco. Y se fue.

Iba muy lejo, y andaban por ahí los niños de un rey con la mamá, y lo vieron y dijeron los chicos:

-Mire, mamá. ¡Qué bichito bonito!

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Y corrieron, lo agarraron, y lo llevaron a las casas, y se lo enseñaron al Rey. Y dice el Rey:

-Vayan a tirarlo al gallinero, este bicho parece de brujería porque anda en la mitá de un pollo no más.

En el gallinero había muchísimas gallinas y lo picaban al Medio Pollo lo que lo vían feo y raro. Tarde de la noche, dice el Medio Pollo:

-Zorro, ¿querís comer gallinas gordas?

-Bueno -le dice el zorro.

Se sacó la estaquita, salió el zorro y se comió las gallinas. Al otro día se levantó el Rey enojadísimo, quejandosé que el Medio Pollo se había comido las gallinas, y mandó que lo echaran ande 'staban pollitos chicos. Los pollitos también lo picaban. Entonce le habló al chiñe175:

-Chiñe ¿querís pollitos gordos?

-Bueno -dijo el chiñe.

Y el Medio Pollo lo largó. El chiñe se comió todos los pollos. El Rey se levantó más enojado todavía, diciendo que de dónde sacaban ese animal tan dañino.

-Botelón afuera -dijo.

Pero los chicos le tuvieron mucha lástima y lo echaron al corral de las vacas. Las vacas ya lo mataban a pisotones, y tarde de la noche, el Medio Pollo se enojó y largó al lión.

-Tío lión, ¿quiere comer vacas gordas? -le dijo.

-Bueno -le contestó el lión.

-Ahí las tiene.

Y el lión comenzó a matar vacas gordas, hasta que no dejó ninguna. Al otro día el Rey se levantó más enojado que nunca preguntando quién había echado ese animal tan perjudicial, al corral de las vacas. Como Medio Pollo quedaba solo en el corral, los chicos no creían que él era el perjudicante, y lo defendían, y decían que cómo iba hacer ese perjuicio ese animalito inválido y tan chico. Entonce el Rey mandó que lo echaran al   —299→   corral de las yeguas para que lo mataran. Ya el Medio Pollo tenía miedo con todos los potros que se le venían encima, y tarde de la noche le dijo al tigre:

-Tío tigre, ¿quiere comer yeguas gordas?

-Bueno -le dijo el tigre.

Y ahí no más se sacó la estaquita y lo largó al tigre al corral. El tigre mató a todas las yeguas y a los potros. Cuando amaneció, encontró el Rey que el Medio Pollo le había comido todos los animales. Entonce, enojadísimo, mandó a los sirvientes a que acarriaran leña y calentaran los hornos. Ya los hornos estuvieron colorados que daba miedo, y lo arriaron al Medio Pollo. Desde lejos no más se le venían quemando las plumitas. Cuando lo echaron y le cerraron la puerta, el Medio Pollo se acordó del río, se sacó la estaquita y lo comenzó a largar al río. El río que era grandísimo apagó el fuego, se llevó los hornos y el palacio del Rey, con Rey y toda la gente que tenía. Y así se salvó el Medio Pollo tantas veces de la muerte.


Y yo salgo por un puente,
y dejo un zapatito roto,
para que usté me cuente otro.



Ofelia Griselda Guevara, 13 años. Beazley. La Capital. San Luis, 1945.

Aprendió el cuento de la abuela «que sabía muchos cuentos antiguos». Tiene grandes condiciones de narradora, caso excepcional entre niños de su edad.



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384. El Medio Pollo

BUENOS AIRES

Ésta era una viejita muy pobre que tenía una sola gallinita. La gallinita le ponía todos los días un huevito. Con mucho sacrificio juntó 13 huevitos y se jue a ver otra viejita que tenía una gallina clueca. Le echaron los güevos y quedaron que lo que sacara iba a ser a media. Y las viejitas dijieron:


Padre mío, San Salvador,
que salgan todas pollitas y un solo cantor.



Y así nacieron doce pollitas y un solo pollito. Se repartieron seis pollitas para cada una. Al pollito lo partieron por la mitá. La viejita de la clueca se lo comió. La viejita de los güevitos la curó a su mitá; se crió muy bien y éste jue el Medio Pollo. Así lo llamaron.

Medio Pollo era muy cariñoso con la viejita y viendo su pobreza le dijo un día:

-Mamita, me voy a ir a rodar tierra, voy a trabajar y le voy a trair mucha plata.

-Adónde va a ir, m'hijito, usté, indefenso, me lo van a matar por áhi.

-No crea, mamita, yo soy fuerte y me voy a defender.

La viejita le echó la bendición y Medio Pollo salió los saltitos como él sabía caminar.

Al poco andar encontró un zorro que le dijo:

-¿Adónde vas, Medio Pollo?

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-Voy a rodar tierra y a ganar una platita pa mi mamita que es muy pobre -le dijo.

-Llevame, entonce, si no te como.

-Bueno, entrate por mi culito y trancate con un palito.

Y siguió con el zorro adentro. Más adelante le salió el lión y le dijo:

-¿Adónde vas, Medio Pollo?

-Voy a rodar tierra y a ganar una platita pa mi mamita que es muy pobre -le dijo.

-Llevame, entonce, si no te como.

-Bueno, entrate por mi culito y trancate con un palito.

Y siguió Medio Pollo con el zorro y el lión adentro. Más adelante le salió el tigre y le dijo:

-¿Adónde vas, Medio Pollo?

-Voy a rodar tierra y a ganar una platita pa mi mamita que es muy pobre -le dijo.

-Llevame, entonce, si no te como.

-Bueno, entrate por mi culito y trancate con un palito. Y siguió Medio Pollo con el zorro, el lión y el tigre adentro. Más adelante lo atajó un río crecido y le dijo:

-¿Adónde vas, Medio Pollo?

-Voy a rodar tierra y a ganar una platita pa mi mamita que es muy pobre.

-Llevame, entonce, si no te augo.

-Bueno, entrate por mi culito y trancate con un palito.

Y siguió el Medio Pollo con todos estos compañeros en la pancita.

Llegó al palacio del Rey y pidió trabajo. El Rey, al ver este animalito tan raro le tuvo lástima y mandó que lo echaran a la troja de máiz. El Medio Pollo que era muy comilón se tragó todo el máiz. Cuando se enteró el Rey se enojó muchísimo y mandó que lo echaran, esa noche, al gallinero para que lo mataran los otros gallos. Al ver el Medio Pollo que todos se le venían encima para picarlo, les largó el zorro que los liquidó   —302→   a todos. Al otro día, el Rey, más enojado mandó que lo echaran al corral de las vacas para que lo mataran a cornazos. Al ver el Medio Pollo que los toros y las vacas lo atropellaban, les largó el lión que los mató a todos. El Rey, enfurecido cuando se enteró, mandó que echaran a Medio Pollo al corral de los potros. Áhi les largó el tigre que mató y comió toda la tropilla.

-Este animal es brujo -dijo el Rey-, hay que quemarlo. Y mandó a encender el horno.

Cuando el horno estuvo ardiendo, lo echaron áhi al Medio Pollo.

El Medio Pollo largó el río que inundó el palacio y los campos vecinos. El Rey y toda su gente huyeron y lo dejaron a Medio Pollo dueño del palacio y de grandes riquezas. Mandó a buscar a su mamita y áhi vivieron muchos años.


Y fue por un caminito
y volvió por otro
para que usté me cuente otro.



Antonio Tieri, 72 años. Estancia. Azul. Buenos Aires, 1969.



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385. El Medio Pollo.

SANTA FE

Eran dos viejitas comadres. Echaron una gallinita con trece huevos. Nacieron doce pollitas y un pollito. Se repartieron las pollitas y partieron por la mitá el pollito. Una viejita comió su mitá; la otra la curó y se crió un lindo medio pollo, y así lo llamaron.

Medio Pollo era muy cariñoso y un día le dijo a la mamita que iba a salir a buscar trabajo para ayudarla porque ella era muy pobre. La viejita le echó la bendición y le hizo muchas recomendaciones.

Iba por el camino, Medio Pollo, saltando en una patita y le salieron el zorro, el león y el tigre, y le dijeron que los lleve sinó lo comen. Medio Pollo les dijo que se entren por su culito y se tapen con un palito. Y ellos se entraron. Más adelante encontró un río y no lo podía bandiar. El río le dijo que lo lleve y el Medio Pollo lo tomó. Iba muy panzón el Medio Pollo.

Medio Pollo llegó a la casa del Rey y pidió trabajo. Cuando el Rey vio este animal tan raro dijo que debía ser brujo y que lo echen al gallinero para que lo maten los gallos. Áhi soltó el zorro. El zorro liquidó a todas las aves. Al otro día el Rey mandó que lo echen al corral de las vacas. El Medio Pollo largó el león. El león liquidó a todos los vacunos. Al otro día, muy enojado el Rey mandó que lo echen al corral de los potros. El Medio Pollo largó el tigre. El tigre liquidó a todos los potros. El Rey, más enojado mandó que lo quemen al Medio Pollo en un horno. Cuando lo echaren al horno ardiendo, el Medio Pollo largó el río. El río inundó todo y se llevó al Rey y a toda su gente.

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El Medio Pollo quedó muy rico en el palacio del Rey y mandó a traer a su mamita y áhi vivió muchos años. Los amigos animales se despidieron, se fueron al campo, y le dijeron a Medio Pollo que cuando los necesitara los llamara.

Y así si acaba el cuento de Medio Pollo.

Héctor Maritano, 57 años. San Jenaro Norte. San Jenaro, Santa Fe, 1961.

Estanciero. Buen narrador.



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386. El Gallito Pelado

SALTA

Que iba una vez un Gallito Pelado por un camino a las fiestas de Sumalao. Y a su paso le salió un zorro y le preguntó:

-¿Adónde vas Gallito Pelao?

-A la fiesta de Sumalao.

-¡Llevame!

-No quiero.

-Si no me llevás te como.

-Entrate por mi culito y trancate con un palito.

Entonce el zorro se ha entrado por el culito del gallito y el gallito ha seguido. Caminó un día entero. Muy pesado iba porque llevaba al zorro adentro. Y después encontró un león, y le ha dicho:

-¿Adónde vas Gallito Pelao?

-A la fiesta de Sumalao.

-¡Llevame!

-No quiero.

-Si no me llevás te como.

-Entrate por mi culito y trancate con un palito.

Y se ha entrado el león y lo ha llevado el gallito. Y ha seguido el camino otro día. Y ha encontrado un tigre y le ha dicho:

-¿Adónde vas Gallito Pelao?

-A la fiesta de Sumalao.

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-¡Llevame!

-No quiero.

-Si no me llevás te como.

-Entrate por mi culito y trancate con un palito.

Y se ha entrado el tigre y lo ha llevado el gallito. Y ha seguido su camino. Y cuando ha andado un día entero, se da con un río y no podía pasar. Entonce le dice el río:

-¿Adónde vas Gallito Pelao?

-A la fiesta de Sumalao.

-¡Llevame!

-No quiero.

-Si no me llevás te augo.

-Entrate por mi culito y trancate con un palito.

Y el gallito ha tomado toda el agua y ha seguido el camino. Y ha llegado a Sumalao. Ha llegado a una finca y ha pedido alojamiento. Y la señora de la casa, de verlo tan feo, no se lo quiso dar, y lo ha mandado con los peones que lo echen al gallinero para que lo maten las gallinas. Y esa moche, cuando han comenzado a picarlo las gallinas, él les ha soltado el zorro, y el zorro ha muerto todas las gallinas. Y al otro día, cuando la señora se levanta lo encuentra dormidito, haciendosé el miche176.

La señora, al ver el destrozo que le ha hecho, lo reta al gallito y lo hace echar en los potreros donde estaban las vacas, para que lo maten. Y esa noche, el gallito, cuando las vacas han comenzado a corniarlo, les ha largado el león y las comió a todas. Cuando la señora ha visto todos los animales muertos, se ha enfurecido y lo ha mandado a encerrar en los potreros donde estaban los caballos y las mulas, para que lo maten. El gallito esa noche soltó el tigre y se los comió a todos. Cuando amaneció, la señora va a verlo si lo habían muerto los animales y lo encuentra con vida, acurrucadito en un rincón del potrero. Y ya vio el perjuicio que le había hecho y trató de otra manera.

La señora hace preparar el horno para quemarlo al gallito que tanto destrozo le había hecho. En lo mejor que estaba ardiendo   —307→   el fuego del horno lo agarra al gallito y lo tira adentro. Y el gallito ha soltado el río. Y se ha apagado el horno y todos han tenido que disparar para no ahogarse. Y después el gallito ha dejado ahí el gran beneficio del agua.

Clara Sánchez de González, 38 años. Sey. Susques. Jujuy, 1954.

La narradora es maestra de la escuela de este pueblo de Collas. Aprendió el cuento en Molinos, Salta, del padre, que era un gran narrador, por eso corresponde a la tradición de Salta y no a la de este pueblo de la Puna.



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387. El Gallito Pelado

TUCUMÁN

Dice qui había una vez una fiesta de San Inacio. Y di áhi, el Gallito Pelado que s'iba a la fiesta de San Inacio. Si se topaba con alguien y le preguntaba pa dónde iba, que decía:

-Me voy pa la fiesta de San Inacio dando canilla con canillazo.

Y despué qui ha ido y si ha topao con el zorro. Y qui ha dicho:

-Pa dónde vas Gallito Pelado.

-Me voy pa la fiesta de San Inacio dando canilla con canillazo.

-¡Llevame!

-No puedo.

-Si no me llevás te como.

-Entrate por mi culito y trancate con un palito.

Y áhi si ha entrau el zorro y lu ha llevado el gallito.

Y después qui ha topado al puma y al tigre y han hecho lo mismo y los ha llevado.

Y después ha topado con una creciente muy grande, y li ha dicho:

¿Pa dónde vas Gallito Pelado?

-Me voy pa la fiesta de San Inacio, dando canilla con canillazo.

-¡Llevame!

-No puedo.

-Si no me llevás ti augo.

-Entrate por mi culito y trancate con un palito.

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Y áhi el gallito se tomó l'agua de la creciente.

Y que ha seguido. Y que iba a la fiesta de San Inacio y los ha llevau a todos los amigos.

Y ha llegau al pueblo y ha ido a una casa a pedir permiso pa dormir. Dice que tenía mucho sueño y que ya se moría di hambre y de ser177.

Y li han dicho que duerma, y la dueña de casa lu ha mandado a tirar al gallinero pa que lo maten las gallinas.

Y lu han botau al gallinero. Y las gallinas han empezau a picalo. Y áhi quí ha soltau el zorro, el Gallito Pelado. Y el zorro si ha acabau todas las gallinas.

Al otro día si ha enojado muy mucho la señora y lu ha mandado botar al corral de las cabras y de las ovejas pa que lo coman. Y qui áhi ha soltau el lión y qui áhi ha comíu las mejores ovejas y las mejores cabras y li ha dejau las piores.

Y di áhi que nu hallan quí hacer en la casa pa que lo maten y lu han encerrau ande 'taban las vacas y los yeguarizos. Y di áhi qui ha largau el tigre. Y el tigre ha comíu todas las mejores de las vacas y a las yeguas que las ha acabau a todas. Y di áhi que lo han llevau pa largalo en el horno. Que lo iban a horniá porque comía todos los animales. Y áhi lu han botau al horno bien caliente y habían cerrau bien las dos puertas del horno. Y áhi ha largau la creciente. Y que si armó una tormenta y si ha puesto a llover. 'Taba lloviendo. Y si ha puesto a crecer una quebrada en lo que se 'taba horniando. Y l'agua ha crecido por todas partes. Y si ha deharmau178 el horno, y ya qui ha llevau toda la casa y ha hecho una zanja ande 'taba la casa. Y áhi si han muerto todos y ha quedau vivo el Gallito Pelau y sus amigos. Y áhi ha subíu el Gallito Pelau a un algarrobo y si ha puesto a cantar de contento. Y ha quedau rico y dueño de todo, el Gallito Pelado.

Héctor Remigio Monasterio, 13 años. Tafí del Valle. Tucumán, 1957.

El narrador aprendió este cuento y otros de don Miguel Ángel López, un gran narrador de Tafí del Valle que murió hace cuatro años, de 78 años de edad.



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388. El Gallo Pelado

SANTIAGO DEL ESTERO

El Gallo Pelau llega en una casa. Y lo ve la señora. Y empezó a buscar como si tuviera sé, como si tuviera hambre, ¿no? Pechaba los tarros y buscaba.

-¡Ah! vean ese animalito que ha llegau áhi. De dónde vendrá -dice- muerto de sé y de hambre. Tirenlén máiz, hijas -dice.

Y bueno, le habían tirau máiz. Y déle, buscaba más.

-Y bueno, larguenlón en la pirgua179.

Las pirguas, donde se deposita el maíz.

Lu habían largau áhi.

Bueno, al otro día, dice:

-Vayan, hijas, saquen máiz y saquenlón al Gallito.

Había teminau las carradas que taban de máiz. El marlo no más había quedau.

Bueno, lo sacan de áhi. La panza diz que era, cómo sería, po, ¿no? de grande de tanto que había comíu.

-Y corranlón, y corranlón...

Ellas vivían cerca di un río.

-Echenlón áhi, a ese gallo. El gallo éste debe ser el diablo -diz que les dice la señora- ¿no? Porque cómo va a acabar el máiz de la pirgua. No puede ser.

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Bueno. Lu han corríu, ¿no?

Ha ido, se ha agachau en el río a tomar agua. Diz que lu ha hecho secar al río ¿no? Lu ha hecho secar al río, ¿no?, y se ha vuelto de allá. Viniendo diz que les ha largau l'agua, áhi. Y diz que los ha llevau l'agua con gallinas, con cabritos, el balerío no más.

El Gallo Pelau, ¿qué le parece a usté? Tiene que haber sido el diablo. ¿O qué habrá sido?

Bueno...

Y diz que los había arríau l'agua. Agarrandosé de los árboles, se quedaron la gente, pero todo les había llevau el río. A otros por áhi los había largau el río, haciendo secar todo.

Ése es el cuento del Gallo Pelado.

Rita Vera de Barrionuevo, 91 años. Santiago del Estero, 1970.

Oyó este cuento de niña, en Copo, a don Simón Padilla, que le llamaban el abuelo Simón; un viejo guerrero del Paraguay, que sabía muchísimos cuentos.



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389. El Gallito Pelado

CATAMARCA

Dice que había una vez un matrimonio de viejitos y que tenían un triguito. Querían segarlo. Y eran muy pobres. Habían hecho la minga180 y tenían que darles de comer. Sólo tenían un gallo pelau.

-¡Ay, vieja! -que le dice esa noche-, mañana guá tener que carniar el gallo éste, pelau, para hacer una cazuela. Qué más les vamos a brindar a todos los hombres. Ya que no nos cobran, dice, darles de comer siquiera.

-Y bueno, dice. ¡Pobrecito el gallo!

Y el gallo había estado escuchando. Cuando si habían dormido, si había ido a rodar tierra. Si había ido y ya caminó lejos. Va y lu encontró al zorro.

-¿Pánde vas, Gallito Pelau?

-Voy pa la fiesta de San Ignacio,
dandomé de varillazos
por los canillazos.

-Llevame, si no te como.

-Bueno, entrate en el culito,
tapate con un palito.

Si había entrau, en la misma forma, el tigre. Si han ido. Iba pesau el Gallito Pelau. Habían ido a la orilla del río, a la banda   —313→   del frente de la gran fiesta. Se vían las fogatas, luces... Y di áhi no podía pasar. Si había puesto, dice, la cabeza contra la corriente, había abierto el pico y había tragado al río. Y se vino, dice. Qui iba la panza enorme. El capataz, dice, el administrador de la estancia ande eran las fiestas, lu había visto a este gallo tan fiero, dice, pelagiau, el tipo. Todo que tenía de malo.

-¿Y quí andás haciendo, vos?

-Aquí vengo a la fiesta, que dice.

Dice el capataz:

-Andá, echalo al gallinero de los gallos de riña, dice, pa que lo liquiden al tipo. Si no éste va a venir a meter bulla, que canta, ha de molestar.

Habían ido y lu habían hecho.

Qué, dice que los gallos de riña, bravos, apenas ha entrado se li han venido al humo. Y había abierto el pico, dice y había cambiau el río pa atrás y lu había sacau al zorro y les había largau.

¡Qué!, dice, el zorro al verlos comió a todos los gallos. Descansando, descansando, que los comía.

Había ido, dice, el peón, y si había dado con que todos los gallos de riña 'taban muertos y el gallo lo más vivo, meta cantar. Viene y le avisa. Dice:

-¡Ay! -dice-. Ahora lo llevás pal corral de las vacas. Áhi que lu hagan sonar pisotiando. Áhi que lo deshagan.

Lu había llevau y lu había tirau en el corral de las vacas. Y es que las vacas habían empezau a olfatiarlo de lejito y arrimarse, dice, y una a tirarle cornazos. Y áhi les había largau el tigre.

¡Qué!, el tigre, dice, les había pegau un susto y habían rajau las vacas. Habían hecho pedazo el cerco. Y había muerto unas dos y había comíu.

Viene el peón y li avisa al capataz general. Y dice:

-Bueno, pillalo, dice. Vamos a calentar el horno y lo vamos a quemar.

  —314→  

Había calentado el horno. Dice que ya 'taba caliente de los churrascos y de las empanadas al horno. Ya 'taba caliente. Había brasas. Li había metíu más fuego y lu habían hecho arder. Y dice, que lu había agarrau y dice:

-¡Vas a morir!

Y li había largau el gallo, dice, le había largau la creciente. Y que se los vía, dice, que manotiaban todos los de la fiesta. Los que habían ido a divertirse que habían salido burlados, dice. Unos augados, otros sucios. Y así...

Si había vuelto el Gallito Pelau, dice, pa la casa.

Al alba, dice, el viejo 'taba triste.

Había cantau, dice, el gallito áhi cerquita.

-Oílo, viejo -dice la vieja- ¿que nu es el gallito, ése?

-¡Ay! m'hijo, vea, dice, ¡y ovejitas había tráido!

Que había tráido las ovejas del tigre y las gallinas del zorro que tenía reunidas. Las había engañau que las iba a salvar, que todos habían muerto. Todas si habían ido con él. El viejo dice:

-Nunca más, juro, nunca más volver a intentar matar al Gallito Pelau.

Perfecto Bazán, 49 años. Belén. Catamarca, 1968.



  —315→  
390. El Gallo Pelado

CATAMARCA

Diz que era una familia pobre que tenía un solo gallo. Las habían comido a todas las gallinas y no les quedaba más que el gallo. Y era un gallo pelau.

Entonce que le dice el viejo a la vieja:

-Mañana lo vamos a comer al gallo -porque no tenían ya más qué comer.

Y el gallo estaba oyendo. Entonces el gallo resuelve esa noche irse de viaje. Salió y se mandó a mudar. Va por ahí. En lo que iba encuentra al zorro y le dice:

-¿Para dónde vas Gallo Pelau?

-A la fiesta de San Ignacio,
dandomé de canillazos.

-Llevame o de no, te como -le dice.

Y el Gallo Pelau le dice:

-Entrate en mi upitito181
y trancate con un palito.

Y el zorro se entró y lo llevó el Gallo Pelau. Y sigue, y en lo que va encuentra más allá al león y le dice:

-¿Para dónde vas Gallo Pelau?

-A la fiesta de San Ignacio,
dandomé de canillazos.

  —316→  

-Llevame o de no, te como.

Y el Gallo Pelau le dice:

-Entrate en mi upitito
y trancate con un palito.

Y se entró el león y siguió.

Lo que iba, se topa con un tigre y le dice:

-¿Para dónde vas Gallo Pelau?

-A la fiesta de San Ignacio,
dandomé de canillazos.

-Llevame o de no te como.

-Entrate en mi upitito
y trancate con un palito.

Así ha seguido el Gallo Pelau. Va por ahí. En lo que iba encuentra el Gallo Pelau una creciente muy grande. No podía pasar. Entonce le dice la creciente:

-¿A dónde vas Gallo Pelau?

-A la fiesta de San Ignacio,
dandomé de canillazos.

-Llevame o de no te como.

Y bueno, entonce le dice el Gallo Pelau:

-Entrate en mi upitito
y trancate con un palito.

Bueno, se salva el gallo y no lo lleva la creciente. Sigue el viaje con el zorro, el león, el tigre y la creciente.

Llegó al palacio del Rey que era muy malo. Este Rey lo hizo echar con los peones al Gallo Pelau al gallinero, para que lo maten las gallinas. El Gallo Pelau largó esa noche el zorro y mató todas las gallinas.

Al otro día el Rey enojado mandó echar al corral de las yeguas al Gallo Pelau para que lo maten, lo pisen. Esa noche el Gallo Pelau largó el león y las mató a todas.

El Rey muy enojado ordenó a los peones que larguen al Gallo Pelau en el corral de las vacas, para que lo maten. Esa noche el Gallo Pelau largó el tigre y también las mató a todas.

  —317→  

Y entonce el Rey mandó a encender el horno para quemarlo al Gallo Pelau. Y cuando el horno estaba muy caliente, vienen y lo echan al Gallo Pelau. Y el Gallo Pelau larga la creciente. Se apaga el horno y la creciente inunda el palacio y se dispara el Rey y todos los que vivían en el palacio, y el Gallo Pelau queda dueño de todo.

Rosa Villagra de Sánchez, 65 años. Santa María. Catamarca, 1951.

Muy buena narradora.



  —318→  
391. El Gallito Pelado

CATAMARCA

Había salíu el Gallito Pelau a rodar tierra. Ha encontrau al zorro y li había preguntau:

-¿Pa dónde te vas Gallito Pelau?

-A rodar tierra.

-Si querís vamos, vamos.

-Vamos.

-Entrate en mi culito y tapate con un palito.

Y había seguíu.

Había encontrau al tigre.

-Para donde te vas, Gallito Pelau.

-Me voy a rodar tierra.

-Si querís vamos, vamos.

-Entrate en mi culito
y tapate con un palito.

Y han seguido.

Y había encontrau la creciente.

-Para donde vas Gallito Pelau.

-Me voy a rodar tierra.

-Si querís vamos, vamos.

-Entrate en mi culito
y tapate con un palito.

Y han seguido.

  —319→  

Han llegado a una casa. Si ha encontrado con una gente mala. Lo han echado al gallinero para que lo maten los gallos. Había soltau el zorro. El zorro si ha comido las gallinas.

Después lo han echado en el corral de las ovejas. Y les ha soltau el tigre. Y les ha comíu todas las ovejas.

Y después han calentado un horno y lu han echado ahí. Y ha soltado la creciente y ha apagau el fuego y ha inundado todo. El gallito y sus compañeros han quedado dueños de todas las riquezas.

María Luisa Páez, 76 años. Plaza de San Pedro. Fiambalá. Tinogasta. Catamarca, 1970.

Semianalfabeta. Muy buena narradora.



  —320→  
392. El Gallito Pelado

CATAMARCA

Quesque había una vez un gallito que era pelao y que le llamaban así, el Gallito Pelao, que si había ido pa las fiestas de Sumalao. Que antes de llegar al río de las Cuevas que li había salío un zorro y que le dice:

-¿Pa dónde Gallito Pelao?

-Pa las fiestas de Sumalao -que le dice el Gallito Pelao.

-¿Y pórque no me lleva en su compañía?

-Pero, ¡y cómo no, amigo zorro!

Entresé por trasito
y tranquesé con un palito.

Y el zorro si había entrao por trasito y se había trancao con un palito. Y había seguío caminando el Gallito Pelao. Y había encontrao un león que le dice:

-¿Pa dónde Gallito Pelao?

-Pa las fiestas de Sumalao.

-¿Y pórque no me lleva en su compañía?

-Pero ¡cómo no, amigo león!

Entresé por trasito
y tranquesé con un palito.

Y así había hecho el león.

Siguiendo su camino, el Gallito Pelao encuentra un tigre que le dice:

-¿Pa dónde Gallito Pelao?

-Pa las fiestas de Sumalao.

  —321→  

-¿Y pórque no me lleva en su compañía?

-¡Y cómo no, amigo tigre!

Entresé por trasito
y tranquesé con un palito.

Y así había hecho el tigre.

Siguiendo su camino, el Gallito Pelao, que se encuentra enseguida con un río crecido, y que el río le dice:

-¿Pa dónde Gallito Pelao?

-Pa las fiestas de Sumalao.

-¿Y no me lleva en su compañía?

-Pero, ¡cómo no, amigo río!

Entresé por trasito
y tranquesé con un palito.

Y así había hecho la creciente, y había seguío al Gallito Pelao.

Después de mucho andar con sus amigos, que los cargaba en la pancita, llega el Gallito Pelao a Sumalao. Llega con mucho hambre. Se va a una casa di una gente muy rica, y se llega a un mortero y se pone a comer afrecho. La dueña de casa que era muy mala, cuando lo ve, lo corre a palos, y lo echa al gallinero pa que lo maten a picotazos las gallinas y los gallos. Todos lo picaban que ya lo mataban al Gallito Pelao, y él pensó que se la iban a pagar.

Esa noche, el Gallito Pelao se saca el palito de trasito y le dice al zorro:

-Salga, amigo zorro, mate todas estas gallinas y coma las que quiera.

Y así había hecho el zorro. Había muerto a todas las gallinas. Al otro día viene la dueña de casa y cuando ve este perjuicio, lo corre a palos al Gallito Pelao, y lo echa al corral de las vacas pa que lo maten. Entonce dice el Gallito Pelao:

-¡Me la van a pagar!

A la noche, el Gallito Pelao se saca el palito de trasito y dice:

-Salga, amigo león, y mate todas las vacas.

  —322→  

Cuando vino la dueña de casa, el león no había dejado vaca viva, y ella, más enojada le volvió a dar palos al Gallito Pelao, y lo echó al corral de los potros pa que lo maten.

A la noche siguiente, el Gallito Pelao se saca el palito de trasito y dice:

-Salga, amigo tigre, y mate todos los potros.

Y así lu había hecho el tigre.

La dueña de casa vino al otro día y cuando vio a los animales muertos, le dio más palos al Gallito Pelao.

El Gallito Pelao como recibía cada vez más palos, y como ya no estaba dispuesto a sufrir tanto, a la noche, cuando todos dormían, se saca el palito de trasito y dice:

-Salga río y lleve todo.

Y la creciente llevó la casa y la dueña y todo lo que ella tenía. Y mientras l'agua corría, el Gallito Pelao comía la plata que había en esa casa que era mucha, mucha, mucha.

Después, el Gallito Pelao se despidió de sus amigos y volvió a su casa. Y contó todo lo que había sufrido. Y como había tragado tanta plata, en cada canto el Gallito Pelao tiraba plata por trasito, y los dueños se pusieron ricos, y estaban muy contentos con el gallito. Y así vivieron siempre, ricos y contentos, y felices con el Gallito Pelao que echaba plata.


Y entra por un zapato roto
para que usté me cuente otro.



Antonio Aguirre, 70 años. La Estancia. Belén. Catamarca, 1951.

Nativo del lugar. Muy buen narrador.



  —323→  
393. El Canco

CATAMARCA

Resulta que una tarde, al tiznar la oración, 'bían visto dir pal lao del chiquero, un bulto en forma 'i botija, que dispertó la curiosidá de los dueños de casa. Y al dir a verlo, se dieron con que era un canco182 qui andaba rodando tierra. Pero resultó que el canco era un gallo tan grande, que la primera vez que le echaron el máiz se tragó como cinco kilos, y entuavía quedó escarbando el suelo. Y, al tercer día, áhi ya si había comíu como una bolsa. Entón al ver que sólo servía pa comer, lo corrieron pal campo.

Otra vez se vio el Canco rodando tierra, y después di unos días se topó con un zorro. El zorro, al verlo le dijo:

-¿Pánde va mi amigo?

Y le contestó el Canco:

-Pa las fiestas di Orán.

-¿Y pórque no me lleva?

Y güeno, amigo zorro, ganesé en mi culito y tranquesé con un palito.

Y siguió andando pol camino, criandosé cada vez más.

Después que 'bía encontrao a un lión y le preguntó el lión al bombiarlo183. ¿Pánde va mi amigo?

  —324→  

El Canco le volvió a contestar:

-Pa las fiestas di Orán.

Y dispertó la curiosidá del lión que le dijo también que lo lleve pa la fiesta y el Canco le dijo:

-Y güeno, ganesé en mi culito y tranquesé con un palito.

Y siguió el viaje criandosé más y más. Después 'i rodar muchos días, llegó a Orán donde se celebraban las fiestas. De llegada no más buscó una casa pa hospedarse.

Se hospedó en una casa, y jue tanto lo que comió y tan fiero era el bicho, con todo lo que llevaba dentro que lo destinaron a un gallinero pa que los otros gallos lo picotiaran. Cuando llegó la noche y pa desquitarse del desprecio, lo largó al zorro. El zorro en la misma noche, se tragó cuasi todas las gallinas y las otras quedaron en tendal. El Canco, cuando lo jueron a ver, estaba haciéndose el inocente, como pollo enfermo. Por lo sucedío, hizo que se enojara el dueño 'i casa y entón lo echó pa un chiquero en medio di unos chivos atrevíos, pa que lo cornien. El Canco esquivó el atropello de la majada hasta que llegó la noche, y entón lo largó al lión, que dio güena cuenta 'e las cabras y los chivos.

Al otro día, al ver la pérdida y el destrozo, el dueño 'i casa lo agarró al Canco y lo llevó pa un río crecío que corría cerca y lo tiró en medio del río, perdiendosé de vista el Canco. Pero al poco rato no más, las aguas iban como mermando hasta que se secaron del todo. ¿Qué 'bía pasao? Que el Canco se 'bía bebío un poco del río, y el otro poco 'bía hecho que se gane en el culito y se tranque con un palito.

Entón, cuando lo golvieron a ver, el dueño pidió ayuda a todos los que 'bían venío pa las fiestas de Orán, pa ajusticiarlo al Canco. Y entón todos dijeron que iban hacer un gran juego pa quemarlo vivo al Canco.

Hicieron el juego, y cuando las llamas de la jogata estaban ya grande, casi llegaban hasta el cielo, lo echaron en medio del juego pa que si arda. Pero resulta que al cair en medio de las llamas, el Canco lo largó al río pa apagar todo el juego, y jue tanta l' agua del río que tenía el Canco adentro que arrió con   —325→   gente, casa, majadas, de todo el poblado de Orán, y los que conocen dicen que entuavía está corriendo l' agua.

Felipe Romero, 83 años. Las Peñas. La Paz. Catamarca, 1952.

Nativo de este disperso y aislado caserío a 170 km de la ciudad de Catamarca.



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394. El Gallito Pelado

LA RIOJA

Había una viejita muy pobre que tenía una sola gallinita. Un día la gallinita puso un huevito. Se enclocó y al tiempo nació un pollito pelado con una patita di oro. Eso era una fortuna pala viejita, pero un día cuando el pollito era un gallito, pasó el Rey y le dijo a la viejita que le tenía que dar esa patita di oro pa que la vieran en el palacio como una novedá. Le prometió traerla prontito. La viejita como era el Rey, le sacó la patita di oro al gallito y lo dejó con una sola patita.

El Gallito Pelado andaba a los saltitos y se cansaba mucho. Como el Rey no volvía, un día le dice el gallito a la viejita:

-Mama vieja, me vuá trair mi patita di oro y le guá trair muchas cosas pa que remedie su pobreza.

-Ande va ir m' hijito, me lo van a comer los animales feroces. Usté no puede disparar ni subir a los árboles con una sola patita -le dice la viejita.

-No tenga cuidau, mama vieja, ya vuá volver -le dice el gallito.

La viejita l' echó la bendición y el Gallito Pelau se jue por el camino. Por áhi cerca se encontró con un zorro, y el zorro le dice:

-Te como Gallito Pelau.

-No me comás, zorro, vuá buscar mi patita di oro que me tiene el Rey -le dice.

-Bueno, llevame, yo te vuá ayudar.

-Dentrate por mi aujerito y trancate con un tronquito -le dice el Gallito Pelado.

  —327→  

El zorro se dentró y siguió camino el Gallito Pelado.

Más adelante se encontró con un lión y le dijo:

-Te como Gallito Pelado.

-No me comás -le dice el gallito-, vuá buscar mi patita di oro que me la llevó el Rey.

-Bueno, llevame, yo te vuá ayudar.

-Dentrate por mi aujerito y trancate con un tronquito -le dice.

El lión se dentró y siguió camino el Gallito Pelado.

Más adelante se encontró con un tigre y le dice:

-Te como, Gallito Pelado.

-No me comás -le dice el gallito-, vuá buscar mi patita di oro que me la robó el Rey.

-Bueno, llevame, yo te voy ayudar.

-Dentrate por mi aujerito y trancate con un tronquito -le dice.

El tigre se dentró, y siguió el Gallito Pelado su camino.

Ya cuando iba llegando al palacio del Rey lu atajó un río muy grande, y le dice el Gallito Pelado:

-Dejame pasar, río, vuá buscar mi patita di oro que mi ha robado el Rey.

-Bueno, llevame, yo te voy ayudar -le dice el río.

-Dentrate por mi aujerito y trancate con un tronquito -le dice el gallito.

El río se dentró y siguió camino el gallito.

Al otro día llegó el Gallito Pelado al palacio del Rey. No lo dejaban dentrar los sirvientes del Rey cuando lo vieron tan panzón y raro al gallito que andaba con una sola patita. Entonce el gallito le hizo decir al Rey que venía a buscar su patita di oro. Entonce el Rey dice:

-Echen ese gallo pícaro pa que duerma en el gallinero y pa que lo maten a picotones los gallos de riña y las gallinas.

Lu echaron al gallinero. En cuanto lo comenzaron a picar los gallos y las gallinas, el Gallito Pelado les soltó el zorro. El zorro los mató a todos, comió lo mejor y se jue después que se despidió del gallito pelado.

  —328→  

Al día siguiente el Rey se enojó muchísimo y dijo que a la noche lu echen al Gallo Pelado al corral de cabras. Y di áhi lu echaron a la noche al corral de cabras. El gallito lu habló al lión y le dijo:

-¿Querís comer cabras gordas? Salí, aquí tenís pa elegir.

Salió el lión y mató todas las cabras, comió hasta que se hartó, se despidió del gallito y se jue.

El Rey se puso más enojado y mandó que lo echen al corral de vacas y de potros pa que le pisotien.

A la noche lu echaron. Y áhi le dijo al tigre:

-¿Querís comer carne gorda? Salí, aquí tenís pa elegir.

Salió el tigre y mató todos los animales. Comió muchísimo, se despidió del gallito y se jue.

Al otro día el Rey muy enojau mandó a encender un horno muy grande que tenía pa echar al Gallito Pelado. Y di áhi, cuando tuvo el horno bien colorado lu echaron al gallito. Áhi largó el río. El río inundó todo el palacio y se llevó al Rey y a toda la gente. El gallito quedó dueño del palacio, encontró su patita di oro y se la puso. Entonce quedó muy rico y mandó trair a su mama vieja y vivieron muy felices.

Yo anduve por áhi y me vine pa mi casa muy contenta.

Ramona Saguas, 90 años. El Horno. Vinchina. Genera Sarmiento. La Rioja, 1950.

Lugareña iletrada. Muy buena narradora.



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395. El Gallito Pelado

MENDOZA

Éste era el cuento del Gallito Pelado.

El Gallito Pelado había nacido con una patita di oro. La dueña era una viejita muy pobre. Un día pasó un compagre de la viejita y vio el gallito y le dice:

-Comagre, saque la patita di oro del gallito y me la va a prestare. Voy a dir a mostrala y se la voy a traer prontito.

La viejita, como era el compagre, le sacó la patita di oro al gallito y se la prestó al compagre. El pobre gallito quedó sin la patita y andaba a los saltitos, en una sola patita. Se cansaba mucho. El compagre se quedó con la patita y un día dice el gallito que iba ir onde el compagre y se la iba a quitare.

-Vamos a dir a trer la patita di oro -dijo el Gallito Pelado.

El Gallito Pelado se puso en camino. Por áhi le sale el zorro y le dice:

-¿Pa ónde vas Gallito Pelado?

-Voy a trer la patita di oro.

-Llevame, Gallo Pelado.

-No, porque te vas a cansare.

-¡Llevame, sinó te como!

Siguieron juntos. Por áhi le dice el tigre:

-M'hi cansáu.

-No t'ejé184 -le dice el Gallito Pelado-. Metete a mi potito185 y tapate con un palito.

  —330→  

Y lo llevó y siguió el camino. Por áhi le sale el lión y le dice:

-¿Pa ónde vas Gallito Pelado?

-Voy a trer la patita di oro.

-Llevame.

-No, porque te vas a cansare.

-¡Llevame, sinó te como!

Lo llevó y siguieron el camino. Por áhi le dice el lión:

-M'hi cansáu.

-No t'ejé -le dice el Gallito Pelado-. Metete a mi potito y tapate con un palito.

Y ya se metió el lión. Sigue el Gallo Pelado. Por allá le sale el tigre:

-¿Pa ónde vas Gallo Pelado?

-Voy a trer la patita di oro.

-¡Llevame!

-No, porque te vas a cansare.

-¡Llevame, sinó te como!

-Siguieron juntos. Por áhi le dice el tigre:

-M'hi cansáu.

-No t'ejé -le dice el Gallo Pelado-. Metete a mi potito y tapate con un palito.

Sigue el Gallito Pelado. Va muy pesau. Por allá se encuentra un río muy grande, crecido, y le dice:

-¿Pa ónde vas Gallo Pelado?

Voy a trer la patita di oro.

-¡Llevame!

-No, porque te vas a cansare.

-¡Llevame, sinó te augo!

-¡Vamos! -le dice el Gallo Pelado.

-Yo no puedo seguir por el camino -le dice el río.

-No t'ejé, no t'ejé -le dice el Gallo Pelado, y se pone a tomare l'agua 'el río.

Y se va el Gallo Pelado. Llega onde la patita di oro, en la casa del compagre que tenía la patita di oro, ya de noche.

-¿Quén viene? -dice el compagre.

-Yo, compagre -dice el Gallo Pelado.

  —331→  

-¿Qué quere, compagre?

-Vengo a llevare la patita di oro.

-No, compagre, éstas no son horas para llevar la patita di oro. Mañana vamos a ver eso. A usté lo vamos a tirar al gallinero pa que duerma.

El hombre lo toma al Gallo Pelado y lo tira al gallinero. Las gallinas vienen a picarlo y larga el zorro, y se las come a todas las gallinas. Esa mesma noche se da cuenta el hombre que el Gallo Pelado si ha comíu las gallinas, y áhi manda a un pión:

-Bajá ese Gallo Pelado y tiralo al corral de las cabras.

Larga el lión, el Gallito Pelado, y le come las cabras.

-Dice el compagre, entonce:

-Andá, tirá ese gallo en el corral de las vacas.

Larga el tigre, y le comió todas las vacas.

-¡Ajá! -dice el compagre-. ¡Mi ha comíu todos los animales! ¡Andá, treilo y echalo al horno!

Manda calentar el horno y lu hace echar al Gallo Pelado. Y el Gallito Pelado larga l'agua y si apaga el juego y se hoga toda la familia. Y se mete él a la casa y saca lo mejor qui hay, y saca la patita di oro y se va... Cuando llegó a su casa treiba muchas riquezas y la patita di oro puesta. Y ya caminaba muy bien.

Éste es el cuento del Gallito Pelado, que se jue a buscare su patita di oro.

Florencia Lucero, 48 años. Potrerillos. Mendoza, 1951.

Campesina rústica. Es hija de chilenos establecidos en el país y su lenguaje tiene características del lenguaje vulgar de Chile.



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396. El Gallito Pelado

SAN LUIS

Había unos señores, una señora y un señor, unos viejitos, que tenían, este, un gaíto186. Se habían hecho de ese gaíto, gaíto pelado muy lindo, pero bien pelado. Después se empezó a poner malo con las gaínas187. Entonce dijo la viejita un día:

-Hay que tirarlo a ése, por no matalo hay que tirarlo.

Entonce el viejito lu agarró y lo llevó lejo, y lo largó.

Se puso a caminar el gaíto, por un camino.

Y lo encontró un tigre. Le dijo:

-Vas a ver si no te vuá188 comé.

-No me coma, que le vuá dar un trabajo.

-¿Qué trabajo?

-Metasé en mi culito y tranquesé con un palito.

Lo hizo el tigre. En seguida encontró un lión. Le dijo:

-Vas a ver si no te vuá comé.

-No me coma. Le vuá dar un trabajo.

-¿Qué trabajo?

-Metasé en mi culito y tranquesé con un palito.

Siguió camino. En seguida, encontró un zorro. Le dijo:

-Vas a ver si no te vuá comé.

-No me coma, que le vuá dar un trabajo.

-¿Qué trabajo?

  —333→  

Metasé en mi culito y tranquesé con un palito.

Así lo hizo. Y siguió.

Al poco andar encontró un riyo189 crecido. Y no lo podía pasar. Y se puso a tomá agua el gaíto. La tomó a toda. Y lo llevó al riyo.

Llegó a la casa de otro viejito y otra viejita. Que le dice:

-Miró, viejo -que le dice-. Mirá qué gallo lindo. Lo vamos echar al gallinero pa que hagamos cruza de pollos.

Y lu hicieron.

Y en la noche el gaíto le dijo:

-Zorro, zorro, salí comé gaínas gordas.

Y salió el zorro y se comió unas cuantas gaínas.

Al otro día se levantó la viejita enojada:

-Mirá lo que mi ha hecho el gallo, mi ha comíu laas190 gaínas. Lo vamos echar al corral de las yeguas pa que lo maten a patadas.

Y en la noche hizo lo mismo el gaíto. Le dijo:

-Lión, lión, salí comé yeguas gordas.

Salió el lión y se comió tres u cuatro.

Al otro día, la viejita enojada:

-Mirá, los ha comíu los animales. Lo vamos echar al corral de las vacas. Hay vacas bravas, que lo maten a cornazos.

En la noche le dijo:

-Tigre, tigre, salí, comé vacas gordas.

Salió el tigre y comió otras.

En la mañana ya se levantó enojada la vieja:

-Nu hay más que carniarlo.

Y lu agarraron. Cuando lu agarraron y lo oprimieron un poco, empezó a tirá l'agua. Y los augó a los viejitos.

Así que el gaíto quedó solo y dueño de todo lo que tenían los viejitos.

Julián Aguilera, 65 años. Las Barranquitas. Pringles. San Luis, 1971.



  —334→  

ArribaAbajoNota

El protagonista de este cuento, un pollo o un gallo, posee virtudes mágicas y tiene conformación singular. De las quince versiones que aquí documentamos, cuatro son de un medio pollo, diez de un gallito pelado que en dos casos tiene una patita de oro, y una de un gallo de gran tamaño. Sus motivos esenciales son, entre otros:

Difusión geográfica del cuento

Difusión geográfica del cuento

A. Medio Pollo es la mitad de un pollo que sus dueñas, muy pobres, dividen; una cura su mitad que sana milagrosamente. Gallito Pelado ha nacido con esta condición sorprendente y creo que es el personaje de una variante argentina, pues no figura en cuentos de otros países.

B. El protagonista sale de viaje para buscar trabajo, para comprar trigo, para recuperar una naranja de oro que ha encontrado o su patita de oro, que se la ha llevado el Rey, o para asistir a una fiesta.

C. En el camino encuentra un zorro, un león, un tigre (excepcionalmente   —335→   otros animales) y un río; le piden que los lleve y él los carga diciéndoles que entren por su culito y se tranquen con un palito. En dos versiones se bebe el agua.

D. En el palacio del Rey lo echan al gallinero y él larga al zorro que come las gallinas; lo echan al corral de vacas y larga al león que las mata; lo echan al corral de potros y larga al tigre que también los mata.

E. Finalmente arrojan a Medio Pollo o Gallito Pelado a un horno ardiente. Allí larga el agua del río que apaga el fuego, inunda el reino y queda dueño de grandes riquezas; con ello alcanza el triunfo de sus aventuras.

Nuestro cuento es recreación de las versiones hispánicas que han pasado a la tradición oral de América.

Para Espinosa, que le ha dedicado un estudio erudito considerando 73 versiones (T. III, p. 375-386), el cuento, con estos elementos, representa el tipo fundamental y primitivo, y cree que sólo es auténticamente popular en España y en Francia; su difusión en Europa y más aún en otros países es excepcional. Boggs le ha dedicado también un importante estudio aunque se ha basado en un número inferior de versiones, 33 (FFC XLV, N. º 111, p. 140). Ambos estudian versiones europeas y americanas.

En la Argentina han publicado versiones: Lehmann-Nitsche, Cuentos 297-306, Chertudi, I-II, Cañete de Rivas 175-178, Jijena Sánchez N. º 2 y Sajoux 143-151.

En América:

Laval, Cuentos 14.

Mason-Espinosa, PRF V, 36, 37, 38.

Pino Saavedra II.

En España:

Ampudia 183.

Curiel Merchán 11-13, 37-39, 152-152, 196-200, 290-292.

Espinosa 253-254.

Clasificación: Es el tipo 715 de Aarne, Aarne-Thompson y Boggs, con los siguientes motivos de Thompson: B 171.1, D 915.2, F 601.7, B 435.1, D 1382.8, K 481.

El personaje del cuento es un gallo de dones mágicos; la narración puede ser clasificada entre los cuentos maravillosos.