|
PALAS |
¿Qué medio puede ser
ese? |
|
Que como tú le des,
quiero |
|
yo ayudarle, que
también |
515 |
su mal, como hermana, siento. |
|
|
|
MERCURIO |
Yo le he de representar |
|
en las fantasmas de un
sueño |
|
toda su historia, con que |
|
alentado a un mismo tiempo |
520 |
y desconfïado viva; |
|
pues ignorando y creyendo, |
|
ni aquello le tendrá
humilde |
|
ni estotro le hará
soberbio: |
|
que viendo por una parte |
525 |
quién es y por otra
viendo |
|
que no es, las
cercanías |
|
disfrazadas en los lejos, |
|
le harán que intente
labrarse |
|
su fortuna, conociendo |
530 |
que para cierto es
engaño |
|
lo que para engaño es
cierto. |
|
A este fin le he de llevar, |
|
con algún fingido
objeto |
|
que le arrebate tras
sí, |
535 |
a la gruta de Morfeo, |
|
donde entre confusas sombras |
|
ha de ver su nacimiento. |
|
|
|
PALAS |
Pues si has de fingir alguno, |
|
el más hermoso, el
más bello |
540 |
que puede, para fingido, |
|
prestarte lo verdadero, |
|
es Andrómeda. |
|
|
MERCURIO |
En su imagen
|
|
transformado, hablarle pienso; |
|
sola la dificultad |
545 |
que resta es que Juno, viendo |
|
el fin, no intente estorbarlo, |
|
a cuyo advertido efecto |
|
tú, Palas,
mañosamente, |
|
la has de asistir,
pretendiendo |
550 |
apartarla la Discordia |
|
de su lado aquel momento. |
|
|
|
PALAS |
Yo te agradezco, no solo |
|
lo piadoso del afecto, |
|
pero también lo sutil |
555 |
de la industria te agradezco. |
|
Y puesto que a mí me
toca, |
|
para reparar los riesgos |
|
del hado que le amenaza, |
|
es divertir el inquieto |
560 |
semblante de la Discordia, |
|
que a pesar de todo el cielo |
|
conserva en el cielo Juno; |
|
yo desde aquí te lo
ofrezco, |
|
con ánimo que si no |
565 |
basta mañoso el intento |
|
baste el valor a arrojarla |
|
del no merecido asiento; |
|
a cuyo glorioso fin, |
|
sobre las alas del viento |
570 |
otra vez a los umbrales |
|
de nuestro alcázar me
vuelvo. |
|
|
|
MERCURIO |
Pues yo en esa confïanza, |
|
hoy en la tierra me quedo |
|
a fingir una hermosura |
575 |
y a representar un
sueño. |
|
|
|
|
MERCURIO |
En paz parte,
|
|
porque llegue a un mismo
tiempo. |
|
|
|
LOS DOS |
A decirlo, sin decirlo, |
|
y a saberlo, sin saberlo. |
580 |
|
|
|
(Vuela PALAS y
vase MERCURIO.)
|
[GENTE]4 |
(Dentro.)
|
To, to, Melampo, Barcino. |
|
|
|
|
|
|
|
(Sale POLÍDITES y
criados.)
|
POLÍDITES |
Retírese la gente y no
prosiga |
|
la caza. |
|
|
CRIADO |
¿Qué es,
señor, lo que te obliga?
|
|
|
|
POLÍDITES |
Habiéndome informado |
585 |
la desvelada posta, del
cuidado |
|
que asiste con afectos
singulares |
|
en guarda destos montes y estos
mares, |
|
por esperar que un día |
|
(si no miente la docta
Astrología) |
590 |
ha de venir una beldad a
ellos, |
|
madre de un joven que ha de
enriquecellos |
|
de triunfos de que el sol
será testigo. |
|
Habiéndome informado, otra
vez digo, |
|
la atenta centinela, |
595 |
que vela el mar y la campaña
vela, |
|
que unos y otros espacios |
|
ocupan destos rústicos
palacios |
|
extranjeras naciones, cuya
nueva, |
|
hallándome cazando, el que
la lleva, |
600 |
en el monte me dio, saber
deseo |
|
quién son. |
|
|
|
(Sale DÁNAE.)
|
DÁNAE |
(Aparte.)5
|
Aquí a Perseo
|
|
en las dudas dejé de mi
fortuna; |
|
vuelvo a buscarle, por si acaso
alguna |
|
razón puede en mi honor
asegurarle, |
605 |
ya que posible no es
desengañarle, |
|
porque sellan mis labios |
|
de Juno celos y de Jove
agravios. |
|
|
|
POLÍDITES |
Solicita informarte |
|
de alguien6. |
|
|
CRIADO |
Una villana hacia esta parte
|
610 |
viene7. |
|
|
POLÍDITES |
Al ver perfección tan
soberana
|
|
de una deidad en traje de
villana; |
|
decidme (ciego estoy a luz tan
pura) |
|
prodigio destos montes
(¡qué hermosura!) |
|
¿qué gente es la que
ve vuestro horizonte |
615 |
sulcar el golfo y discurrir el
monte? |
|
|
|
DÁNAE |
Aunque decirlo quiera, |
|
no me es posible, que de la
ribera |
|
ni del camino vengo. |
|
|
|
|
DÁNAE |
Haré mal si me
detengo,
|
620 |
porque en alcance voy de otro
cuidado. |
|
|
|
POLÍDITES |
Ya no le llevaréis, pues le
habéis dado. |
|
|
|
DÁNAE |
Eso es lo que no entiendo. |
|
|
|
POLÍDITES |
Bien fácil es, pues lo que
yo pretendo |
|
decir es, que si os lleva |
625 |
un cuidado y le dais, será
acción nueva |
|
darle y quedar con él. |
|
|
|
POLÍDITES |
A quien le tiene ya de haber
mirado |
|
vuestra rara belleza. |
|
|
|
DÁNAE |
Es error, que no puede mi
tristeza |
630 |
dar su cuidado a nadie, y bien lo
pruebo, |
|
pues no es el que tenéis
como el que llevo. |
|
|
|
|
DÁNAE |
Bien podría
|
|
ser que lo fuese; pero no
sería |
|
posible que lo fuese |
635 |
tal, que mi amor al vuestro
pareciese. |
|
Quedad con Dios. |
|
|
|
|
(Sale PERSEO.)
|
|
DÁNAE |
A mal tiempo, ¡ay de
mí!, llegó Perseo. |
|
|
|
PERSEO |
Hidalgos cortesanos, |
|
queda la lengua esté, quedas
las manos, |
640 |
un nuevo fuego en mis
entrañas arde, |
|
que tiene la zagala quien la
guarde. |
|
|
|
POLÍDITES |
¡Qué donairoso
brío |
|
de joven! |
|
|
DÁNAE |
Perdonad, que es hijo
mío;
|
|
y crïado en aquestas
caserías, |
645 |
no sabe lo que son
cortesanías. |
|
|
|
POLÍDITES |
¿Hijo es vuestro o
hermano? |
|
|
|
PERSEO |
¡Qué lisonjero chiste
cortesano! |
|
Hijo y muy hijo. |
|
|
|
|
POLÍDITES |
Feliz la patria sea
|
650 |
de una y otra hermosura
soberana. |
|
¿Cómo os
llamáis? |
|
|
|
|
PERSEO |
¿Quién vio preguntas
tantas?
|
|
No le respondas más. |
|
|
|
(Sale CARDENIO
viejo, y los VILLANOS.)
|
|
|
BATO |
No más que a vellas,
|
655 |
que su merced se quedará con
ellas. |
|
|
|
|
CARDENIO |
Habiéndome contado
|
|
vuestros monteros cómo
habéis trocado |
|
el bosque por la aldea, |
|
vengo a saber qué dicha
nuestra sea |
660 |
la que aquí os ha
traído. |
|
|
|
POLÍDITES |
Habiéndome informado que ha
venido |
|
por tierra y mar a aqueste puerto
gente, |
|
quise saber quién son. |
|
|
CARDENIO |
Pues fácilmente
|
|
podrá informaros ella, |
665 |
pues de tierra y de mar
llegáis a vella. |
|
|
|
DÁNAE |
¿Quién es,
señor, aqueste caballero? |
|
|
|
|
PERSEO |
[Aparte.]
|
¿Este es el Rey? Sin duda
hoy muero.
|
|
|
|
|
(Sale por una parte LIDORO y gente, y por otra
FINEO y
gente.)
|
LIDORO |
Rústicos aldeanos, |
|
decid... |
|
|
FINEO |
Decid, ilustres cortesanos.
|
670 |
|
|
LIDORO |
¿Por dónde desta
cumbre |
|
antes podré vencer la
pesadumbre? |
|
Pero, ¿qué es lo que
miro? |
|
|
|
|
LIDORO |
Justamente admiro
|
|
su hermosura y su seña. |
675 |
Fuerza es callar, pues a callar
enseña. |
|
|
|
FINEO |
Lo mismo mi deseo |
|
os preguntara; y pues mi duda
veo |
|
en otros labios puesta, |
|
satisfaga a los dos una
respuesta. |
680 |
|
|
POLÍDITES |
Antes es bien que acuda |
|
a dos dudas mi voz con una
duda. |
|
Quién sois saber
pretendo, |
|
primero que os informe. |
|
|
LIDORO |
Yo siguiendo
|
|
(fuerza es disimular) voy la
ventura |
685 |
de la más infeliz triste
hermosura |
|
que vio el sol, cuya mísera
fatiga |
|
a consultar a Júpiter me
obliga. |
|
No puedo detenerme, ni hablar
puedo. |
|
|
|
FINEO |
Yo tampoco, que pierdo si me
quedo |
690 |
el mejor temporal para
volverme |
|
al instante que llegue a
responderme |
|
el oráculo a una |
|
pregunta, hija también de
otra fortuna. |
|
Perdonad que hoy sin responder me
vaya. |
695 |
|
|
CARDENIO |
Ved que es el rey Polídites
de Acaya |
|
con quien habláis. |
|
|
LIDORO |
A vuestras plantas pido
|
|
me perdonéis. |
|
|
FINEO |
También, a ellas
rendido,
|
|
me sirva de disculpa |
|
saber que la ignorancia nunca es
culpa. |
700 |
|
|
POLÍDITES |
Ya que sabéis quién
soy, saber es fuerza |
|
quién sois los dos. |
|
|
FINEO |
Aunque el afecto tuerza
|
|
de mi primer intento, |
|
ley el respeto es, escucha
atento: |
|
Casiopea, de Trinacria |
705 |
hermosa, infelice reina |
|
(que las infelicidades |
|
son lunar de las bellezas), |
|
de Cefeo, amante suyo, |
|
una hija tuvo, tan bella |
710 |
que afrentó con su
hermosura |
|
toda la naturaleza, |
|
puesto que desconfïada |
|
de hacer otra como ella, |
|
en sus excelencias mismas |
715 |
apuró sus excelencias. |
|
Creció Andrómeda, que
este |
|
es su nombre, tan perfecta... |
|
¿Pensarás que a decir
voy |
|
que no hay nadie que la vea |
720 |
que no la enamore? Pues |
|
tan al contrario lo piensa, |
|
que no hay nadie que la mire, |
|
que la ame; que no deja |
|
esperanzas para amarla |
725 |
a nadie que llegue a verla. |
|
Y así, en su primer
instante |
|
la voluntad más atenta |
|
no es posible quedar viva, |
|
viendo su esperanza muerta. |
730 |
Dígalo yo; pero esto |
|
no es del caso. Casiopea, |
|
mirando a Andrómeda un
día |
|
que a la orilla lisonjera |
|
del Nereo, festejada |
735 |
de las hermosas Nereidas, |
|
ninfas suyas, florecía |
|
el oro de sus arenas |
|
al contacto de sus plantas, |
|
desvanecida y soberbia |
740 |
les dijo: «Decid a
Venus, |
|
marítima deidad
vuestra, |
|
que reina de la hermosura |
|
no se intitule, pues llega |
|
a ver que Andrómeda
sola |
745 |
hay que ese imperio merezca, |
|
pues ella sola debía |
|
ser de la hermosura
reina». |
|
Ofendiéronse las
ninfas, |
|
que en tocando a esta materia |
750 |
de más hermosa soy yo, |
|
no hay deidad que no lo
sienta; |
|
sumergiéronse en las
ondas, |
|
y ofendidas por sí
mesmas |
|
en voz de Venus, pidieron |
755 |
satisfacción de la
ofensa. |
|
Nereo, sagrado río, |
|
que en el mar gozoso entra |
|
solo por ver si en el mar |
|
con alguna espuma encuentra |
760 |
de las que fueron de Venus |
|
cuna, pues amante della |
|
son sus lágrimas sus
ondas, |
|
sintió de suerte la
afrenta, |
|
que en toda Trinacria quiso |
765 |
vengarla y satisfacerla. |
|
Marino monstruo escamado |
|
de cerúleas,
verdinegras |
|
conchas, con pies y con alas |
|
en sus bóvedas
engendra, |
770 |
de sus entrañas aborta, |
|
y de sus senos revienta, |
|
tan disforme, que si nada, |
|
tan tremendo, que si vuela, |
|
brama el aire y gime el mar, |
775 |
confundidos de manera |
|
que no se sabe si es |
|
aire o mar adonde llega; |
|
pues escupidas las ondas, |
|
hace cada vez que alienta, |
780 |
que el mar se suba a las nubes |
|
y el aire a las ondas venga |
|
a ocupar aquel vacío, |
|
haciendo la azul esfera |
|
mil desiguales montañas |
785 |
de nubes y de cavernas. |
|
Este, pues, fiero vestiglo, |
|
esta, pues, marina bestia, |
|
con su saliva las aguas |
|
de todo el río avenena, |
790 |
con su anhélito
inficiona |
|
del monte plantas y yerbas, |
|
y de todos los ganados |
|
el templado ambiente infesta. |
|
A la orilla no es posible |
795 |
llegar nadie que no sea |
|
pasto suyo; no hay bajel |
|
de cuantos al puerto llegan |
|
que no zozobre a su vista; |
|
porque su estatura inmensa, |
800 |
si se mueve, es
huracán, |
|
escollo si se está
queda; |
|
de suerte que horror y susto |
|
tienen a Trinacria hecha |
|
sepultura de sí misma, |
805 |
en sed, hambre y peste
envuelta. |
|
De varios ritos ha usado |
|
devota la piedad nuestra, |
|
sacrificándola a Venus |
|
en sus altares diversas |
810 |
víctimas; pero ninguna |
|
su sacra ojeriza templa. |
|
Yo, que más interesado |
|
que todos soy en su adversa |
|
fortuna, porque infelice |
815 |
primo de Andrómeda
bella, |
|
espero lograr su mano, |
|
siendo en tan gloriosa empresa |
|
el no merecerla medio |
|
de llegar a merecerla, |
820 |
a Júpiter en su templo, |
|
que más antiguo celebra |
|
la ancianidad de los siglos, |
|
que es ese cuya eminencia |
|
sobre la siempre nevada |
825 |
cerviz de Acaya se asienta, |
|
ofrecí un precioso don, |
|
que traigo conmigo en muestra |
|
del voto; y así te
pido, |
|
señor, que me des
licencia |
830 |
para penetrar su cumbre, |
|
y saber de su respuesta |
|
qué sacrificios a Venus |
|
haremos, con que se vea |
|
su beldad desagraviada |
835 |
y mi feliz patria exenta |
|
deste monstruo que la aflige, |
|
este susto que la cerca, |
|
este pasmo que la asombra, |
|
y este horror8
que la atormenta. |
840 |
|
|
|
|
PERSEO |
¡Rara extrañeza!
|
|
No porque haya un monstruo,
cuanto |
|
porque no haya quien le venza. |
|
|
|
VILLANOS |
¿Quién de
oírlo no se admira? |
845 |
|
|
BATO |
¿Quién de escucharlo
no tiembla? |
|
|
|
LIDORO |
Aunque desta novedad |
|
tan grande el extremo sea, |
|
oye, señor, que no
menos |
|
extraña es la que me
lleva |
850 |
al templo también a
mí |
|
de Júpiter, con la
mesma |
|
acción, si bien es la
causa |
|
en sus principios opuesta. |
|
(Aparte.)
|
(¡Ay Dánae! No
sé si al verte |
855 |
palabras tendrá la
lengua.) |
|
Yace a la falda de aquel |
|
monte africano, que ostenta |
|
sobre su cerviz el cielo |
|
(bien que ya alguna
experiencia |
860 |
mostró que solo un
cuidado |
|
aun más que sus rumbos
pesa), |
|
yace pues, digo, a su falda |
|
una fábrica
pequeña, |
|
casa de campo a una parte, |
865 |
y a otra una intrincada selva, |
|
cuyo variado país |
|
tiene siempre en competencia |
|
de primores, aquí el
arte |
|
y allí la naturaleza. |
870 |
Esta, pues, noble
alquería, |
|
nativa cuna primera |
|
fue de Medusa, beldad |
|
tan sin ejemplar, que apenas |
|
le vendrán las
alabanzas |
875 |
que otro de Andrómeda
cuenta; |
|
bien que no tan venturosas, |
|
cuya infelice experiencia |
|
dice que es más su
hermosura |
|
cuanto es más triste su
estrella. |
880 |
Entre cuantas perfecciones |
|
dotó el cielo su
belleza, |
|
en la que más se
esmeró |
|
fue el cabello, cuyas hebras |
|
hiló el sol entre sus
rayos, |
885 |
siendo su frente una esfera, |
|
que trenzada anochecía |
|
porque amaneciese suelta. |
|
Dígalo el efecto, pues |
|
un día que a la ribera |
890 |
del mar a peinar salió |
|
el rubio Ofir de sus trenzas, |
|
envidioso al ver Neptuno |
|
que el aire en su espacio
tenga |
|
más bello golfo de
ondas, |
895 |
cuyos piélagos navegan |
|
en bajeles de marfil, |
|
conchas de nácar y
perlas, |
|
pasó la envidia a
deseo, |
|
si ya no a codicia necia |
900 |
de presumir que podía |
|
enriquecer su soberbia |
|
con el oro de otras Indias, |
|
más ricas cuanto más
cerca. |
|
Amante pues suyo, no |
905 |
se valió de las finezas |
|
de rendido; que el amor |
|
de un poderoso no ruega, |
|
cuando puede la caricia |
|
valerse de la violencia. |
910 |
Y así, un día que la
vio |
|
en el templo de Minerva, |
|
que a las orillas del mar |
|
sobre sus rizos se asienta, |
|
desatando de sus ondas |
915 |
toda la saña violenta, |
|
para sus tranquilidades |
|
se valió de sus
tormentas. |
|
El templo inundó, y
entre |
|
el susto que a todos cerca, |
920 |
el miedo que a todos turba, |
|
el pavor que a todos ciega, |
|
reservando de Medusa |
|
la soberana belleza, |
|
por fuerza logró su
amor... |
925 |
Mas miente, miente mi lengua, |
|
que aunque consigue, no logra |
|
el que consigue por fuerza. |
|
Minerva ofendida, al ver |
|
las dos sacrílegas
muestras, |
930 |
que a su templo y su decoro |
|
hizo la ruina y la ofensa, |
|
no pudiendo en él
vengarse, |
|
dispuso vengarse en ella, |
|
que un rencor que en el
culpado |
935 |
no se satisface, queda |
|
siempre rencor, hasta que |
|
en el que puede se venga. |
|
Y viendo que fue el cabello |
|
causa de su amor primera, |
940 |
las hebras que fueron de oro |
|
trocó en rizadas
culebras, |
|
cuyo veneno en los ojos |
|
se comunica y se ceba, |
|
tanto, que a ninguno miran |
945 |
que en tronco no le
conviertan. |
|
Rabiosa vive en los montes, |
|
tan sañuda bandolera |
|
de las vidas, que no pasa |
|
peregrino que no muera |
950 |
a su vista, racional |
|
basilisco de la selva. |
|
Nadie se atreve a matarla, |
|
porque nadie que a ver llega |
|
su rostro, vive, porque |
955 |
darla la muerte no puedan. |
|
Dormida, sus dos hermanas |
|
están en su guarda
puestas; |
|
de suerte que cuando una |
|
descansa, la otra está en
vela, |
960 |
con que es imposible que |
|
remedio este asombro tenga; |
|
si ya Júpiter sagrado, |
|
a quien yo traigo otra
ofrenda, |
|
como príncipe que soy |
965 |
de aquella africana tierra, |
|
bien que príncipe
infelice, |
|
dado a fortunas adversas, |
|
tanto que si hablara de otras |
|
no fuera la mayor esta, |
970 |
con su piedad no socorre, |
|
con su poder no remedia |
|
este escándalo, esta
ruina, |
|
este estrago, esta violencia, |
|
en sus oráculos dando |
975 |
a mis preguntas respuesta |
|
de cómo desenojar |
|
a la deidad de Minerva, |
|
quedando libre mi patria |
|
de desdichas y miserias, |
980 |
ansias y calamidades, |
|
iras, muertes y tragedias. |
|
|
|
POLÍDITES |
De vuestros raros sucesos |
|
tanto me admiran las nuevas, |
|
que tengo de
acompañaros |
985 |
al tiempo, por ver qué
llega |
|
Júpiter a responderos. |
|
(Aparte.)
|
Mas miento, ¡ay zagala
bella! |
|
por verte este rato
más, |
|
no doy a la corte vuelta. |
990 |
(Vase.)
|
|
|
FINEO |
Guárdete el cielo. |
(Vase.)
|
|
|
LIDORO |
Tus plantas
|
|
beso. ¡Ay Dánae,
quién pudiera |
|
hablarte! |
(Vase.)
|
|
|
DÁNAE |
¡Quién por no
verte,
|
|
Lidoro, ni que supieras |
|
de mí, se hubiera
anegado |
995 |
en el mar! |
|
|
CARDENIO |
Ven, Diana bella,
|
|
a ver Júpiter qué
dice |
|
en maravillas como estas. |
|
|
|
|
|
|
BATO |
Id vós norabuena,
|
1000 |
que yo no pienso ir
allá. |
|
|
|
|
BATO |
Porque no quijera
|
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ver nada que me acordase |
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de que hay monstruos y
culebras |
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en el mundo, pues me basta |
1005 |
saber que hay suegros y
suegras, |
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que hay cuñados y
cuñadas, |
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que hay tíos, tías y
viejas, |
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y viejos, y finalmente |
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que hay... |
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BATO |
Dueños y
dueñas.
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1010 |
(Vanse.)
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PERSEO |
Loco pensamiento mío, |
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que cuando ignoras quién
eres, |
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pasar temerario quieres |
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de la duda al desvarío: |
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¿adónde te lleva el
brío, |
1015 |
presumiendo altivo y vano |
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que uno y otro horror tirano |
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tú solo vencer
podrás, |
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si oyendo a un villano
estás, |
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que aún no eres un
villano? |
1020 |
¡Quién de Trinacria
venciera |
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el monstruo! Y de África
¡quién |
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venciera el pasmo
también! |
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Para que nadie pudiera |
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decir que más que yo
era. |
1025 |
Pues a quien se hace por
sí |
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su fortuna, es a quien vi |
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dar mayor estimación, |
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que hijos de sus obras son |
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los hombres; mas... |
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ANDRÓMEDA |
(Dentro.)
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¡Ay de mí!
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1030 |
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PERSEO |
El ¡ay de mí! aquella
roca, |
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antes que yo,
pronunció. |
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No sin causa me quitó |
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el suspiro de la boca; |
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pues es mi suerte tan poca, |
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que ni aun suspirar merece |
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por el alivio que ofrece |
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el ay a un triste; y
así |
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no diga yo el... |
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PERSEO |
Oírse más cerca
parece. |
1040 |
Mal haré, si osado no |
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descubro cúya es la ira |
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que anticipada suspira |
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porque no suspire yo. |
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(Sale ANDRÓMEDA, de
cazadora.)
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ANDRÓMEDA |
Si el cielo, ¡oh joven!, te
dio |
1045 |
valor que desmienta al traje, |
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siendo de tu vida ultraje |
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verse de sayal vestida, |
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procura amparar mi vida |
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de una fiera, antes que baje |
1050 |
de ese risco, donde ¡ay
cielos! |
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andando a caza la vi. |
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PERSEO |
Cobra el aliento, y de
mí |
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fía, ¡oh beldad!, tus
recelos; |
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que no esos azules velos |
1055 |
en vano a mí te han
traído. |
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ANDRÓMEDA |
Que no me siga, te pido, |
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mientras yo escapo. |
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PERSEO |
Eso no,
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que mal podré vencer yo |
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dejándome tú
vencido. |
1060 |
Si mientras te dejo ir, |
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ella de esos montes baja, |
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y en otra parte te ataja, |
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¿de qué te
podré servir? |
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Y así, pues he de morir |
1065 |
en tu defensa, será |
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bien que no te deje ya, |
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pues el riesgo de que huir
quieres; |
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está donde tú
estuvieres, |
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no donde la fiera está. |
1070 |
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ANDRÓMEDA |
Eso es querer que yo hoy |
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dé en un riesgo por
huir |
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de otro. Ni me has de seguir |
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joven, ni saber quién
soy; |
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y así, mientras yo me
voy, |
1075 |
buscar la fiera procura. |
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PERSEO |
¿No ves que será
locura |
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de vario amor, por hallar |
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a una fiera, aventurar |
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el perder una hermosura? |
1080 |
Contigo he de ir, pues contigo |
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va tu peligro. |
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PERSEO |
Mal podré yo
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acabarlo ya conmigo. |
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ANDRÓMEDA |
(Dentro.)
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Si a volar te atreves
más. |
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PERSEO |
El viento se deja
atrás. |
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(Sale ANDRÓMEDA.)
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[ANDRÓMEDA] |
¿Aún seguirme
intentas? |
(Sale PERSEO.)
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ANDRÓMEDA |
¡Ay infeliz de ti, |
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que no sabes dónde vas! |
1090 |
(Vase.)
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PERSEO |
Como vaya donde fueres, |
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no temo infelicidad. |
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ANDRÓMEDA |
(Dentro.)
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Ya que mi velocidad, |
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mísero joven,
prefieres, |
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(Sale y da
vuelta.)
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búscame, si hallarme
quieres, |
1095 |
en esta gruta. |
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PERSEO |
Aunque veo
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que en la gruta de Morfeo |
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se ha entrado, tras ella voy. |
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ANDRÓMEDA |
(Dentro.)
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Aquí me hallarás,
pues soy |
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la sombra de tu deseo. |
1100 |
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(Vase, y salen en lo alto luchando PALAS y la DISCORDIA.)
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DISCORDIA |
No hallarás, porque
primero |
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le diré yo cuanto pasa |
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a Juno. |
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DISCORDIA |
¿Cuándo la Discordia
calla? |
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¡Sagrada deidad de Juno! |
1105 |
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PALAS |
Aparta.
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No has de hablar. |
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DISCORDIA |
No he de callar.
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Mira que en el cielo Palas, |
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y que Mercurio en la tierra... |
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DISCORDIA |
Aparta.
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1110 |
Por declarar el bastardo |
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hijo de Júpiter andan, |
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en oprobio de tus celos; |
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pues si una vez les declaran, |
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sabrá el mundo que no
estima |
1115 |
tu mérito el que te
agravia. |
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PALAS |
Suspende la aleve lengua, |
|
mentida deidad, pues basta |
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que el acento de tu voz, |
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sonando sin consonancia, |
1120 |
diga quién eres, sin
que |
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lo diga también la
saña9 |
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de tu siempre escandalosa |
|
condición. |
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DISCORDIA |
En vano tratas
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que calle; y si para esto |
1125 |
de Juno ahora me apartas, |
|
yo sabré volverme a
ella. |
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PALAS |
No harás, porque hasta que
haya |
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Mercurio el fin conseguido |
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que pretende, a cuya causa |
1130 |
con la bellísima imagen |
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de Andrómeda, llevar
traza |
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a la gruta de Morfeo |
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a Perseo, mi esperanza |
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te tendrá aquí. |
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DISCORDIA |
Aparta,
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|
u desde aquí daré
voces. |
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PALAS |
Pues mira que si no callas, |
|
te haré callar de otra
suerte. |
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DISCORDIA |
¡Qué soberbia con las
armas |
1140 |
que te dio Marte, rendido |
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a tu hermosura y tu gracia, |
|
estás! Pero contra
mí |
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ni escudos ni arneses bastan, |
|
porque ¿qué puedes
tú hacerme? |
1145 |
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DISCORDIA |
Pues si Juno
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|
en él me conserva y
guarda, |
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¿de qué suerte
podrás tú |
|
obligarme a que dél
salga? |
1150 |
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PALAS |
Desta suerte. Recibid, |
|
montes, en vuestras
entrañas |
|
esta mentida deidad |
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que arroja del cielo Palas. |
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PALAS |
Sigue, Mercurio, la instancia |
|
sin temor, que la Discordia |
|
ya de entre nosotros falta. |
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