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Algo más abajo, sobre la misma ribera, estuvo el monasterio benedictino de Alaón, antiquísimo, cuyo lugar44 se presta á la reducción geográfica de las monedas de tipo ilergético45, acuñadas con la leyenda

Símbolo

El tipo de las letras, comparado al de las inscripciones de Fraga y Soses, no menos que el emblemático de los tres delfines, propio también de las monedas de Otogesa, y el jinete llevando palma sobre el hombro, como en las monedas de Lérida, inducen á pensar que las de Alaón no deben mucho alejarse de la ribera del Segre.

Leemos la inscripción ibérica de Fraga; pero ¿qué significa? Para rastrearlo, no dejaré el método ya seguido.

Al occidente de Orrit y Alaón, orillas del Isábena, está la iglesia del que fué monasterio benedictino de Obarra, y en ella esta lápida funeral (Hübner, 5840):

P · AVRELIVS · TEMPESTIVOS · AV
RELIO · TANNEPAESERI
PATRI · ET · ASTERDV · MATRI
HERES · D · S · P · F · C

P(ublius) Aurelius Tempestivos Aurelio Tannepaeseri patri et Asterdu matri heres d(e) s(ua) p(ecunia) f(aciendum) c(uravit).

Publio Aurelio Tempestivo, hijo heredero, erigió de su propio haber este monumento á su padre Aurelio Tannepaeseris y á su madre Asterdu.

Los nombres ibero-ilergéticos del padre y de la madre están en dativo. Su estructura no discrepa de la de los nombres que hemos leído en la inscripción de Fraga.

  —284→  

Pasando desde esta ciudad al otro lado del Ebro, y remontando el curso del Matarraña, en cuyas inmediaciones subsiste la piedra ibérica de Cretas, ocurren otras á no muy larga distancia en terreno francamente edetano, quiero decir, en la villa de la Iglesuela del Cid, partido de Castellote, provincia de Teruel.

Hübner, XV. En el edificio llamado La Tenada, próximo á la iglesia del pueblo:

Símbolo

Iqnukiui ildugleseyn.

Hübner, XVI. En el pórtico de la iglesia. Se halló esta piedra en un sepulcro.

Símbolo

Oklasui.

Más al Mediodía, en Alcalá de Chisvert, provincia de Castellón, donde se han hallado tres inscripciones romanas (4049-4051) y estuvo probablemente la ciudad de Osicerda, que acuñó monedas bilingües, aparecen tres lápidas ibéricas46 con otros tantos nombres, terminados en ui, únicos en cada monumento:

Inscripción

Alorco se nombraba el prócer español, amigo y huésped de los Saguntinos, que agotó los últimos recursos para impedir el incendio y destrucción de la ciudad heróica. Alcón, según refiere Tito   —285→   Livio47, era el nombre del príncipe de los Saguntinos, que en aquel trance se señaló por su valor y discreción. De creer es que uno y otro nombre deban equipararse al primero y al tercero (ylarq-i-ui, olke-n-ui), que en caso dativo nos ofrecen las piedras ibéricas de Alcalá de Chisvert.

Digamos, pues, sin temeridad, que en la inscripción de Fraga se guarda la misma ley. Alorildo es nombre de persona.

El vocablo, á mi parecer, consta de dos elementos radicales, cuya significación ignoramos, realmente distintos: alor-ildui. Vese esto claro, comparando las voces sobredichas alorcus, ylarqiui, ildugleseyn.

El segando componente se destaca solo y perfecto en el nombre de la mansión Ildum, no muy distante de Alcalá de Chisvert, sobre el trayecto de la vía romana de Tortosa á Sagunto. Hállase igualmente en la inscripción monetal

Inscripción

que sabiamente coloca Hübner en su catálogo48 después de la de Osicerda, y entiendo que ha de atribuirse á dicha población Ildum, Hylactes de Avieno49. Á nadie extrañará la ecuación que hago de ylar con alor, si atiende á la varia pronunciación que los autores griegos y latinos han dado al nombre del príncipe ilergete, harto renombrado en la historia: )Ano=o/balj, de Polibio, )Indibelhj de Diodoro, Indíbilis de Appiano y de Tito Livio; á cuyas variantes hay que agregar el nombre de la población Intibili, mencionada por Livio y colocada por el itinerario de Antonino entre Ildum y Tortosa. No sabemos á punto fijo la pronunciación de la letra ibérica que figuro por y, y además cabe suponer que variaba bajo la influencia del acento, como la Símbolo acentuada en las monedas de Orret y de Osicerda.

  —286→  

Prosiguiendo nuestra excursión hacia el occidente de la Edetania, hallamos tres inscripciones romanas notabilísimas para el estudio del lenguaje hablado en esta región y en la Ilergecia y Vasconia.

En Borriol (4040): Calpurnia Severa Tannegaldunis f(ilia).

En Liria (3794): Seranus Tannegiscerris f(ilius) Otobesanus.-(3796); Junia Tannegadinia.

El primer elemento es tanne; la g, que considero eufónica ó aglutinativa, se hace p en la inscripción de Obarra (Tanne-p-aeseri), y b ó v en la diversa pronunciación del nombre geográfico Otogesa, Otobesa, )Hto/bhsa, Etovissa. En las antiguas inscripciones pirenáicas que ha recogido y diseñado M. Sacaze50, comparece asimismo aquel primer elemento, pero dulcificando la t inicial con arreglo al genio del vascuence51: Dannoni, Condannossi, Dannorigis, Dann-adinnis (=Tanne-g-adinia).

Alorildo en la inscripción de Fraga ¿es nombre masculino? No podemos afirmarlo con certidumbre. Asterdu, femenino en la inscripción de Obarra, me previene contra semejante afirmación; y en esta duda nos confirman varias inscripciones romanas, que no debo pasar por alto.

En Caubous, ó termas de Luchón, región vascónica (Sacaze, 464):

Inscripción

Q (anw/n) Bonbelex Harbelexsi f(ilius). V(iva) Anderesso Condannossi f(ilia) uxor p(osuit).

Difunto (aquí yace) Bonbelex hijo de Harbelex. Su mujer sobreviviente Anderesso, hija de Condannoso, le puso este monumento.

Los dos nombres, el del difunto Bonbélex y el de la dedicante Anderesso, están en caso recto. Lo mismo podemos conjeturar   —287→   tratándose de los terminados en ui, que pertenecen á la inscripción de Fraga, porque en la provincia de Huesca no es maravilla que la o se trueque en ue; y así, el pueblo que los catalanes llaman Sort, se pronuncia Suert por los aragoneses. Esta ley fonética, como tan general en castellano, debe tener hondas raíces en el iberismo.

Merece singular atencion que en el sepulcro ó grande urna de piedra distinguida con este epitafio se descubrieron conchas y restos calcinados parecidos á los que tanto abundan en las sepulturas del Pilaret de Fraga52.

En el valle de Arán:

ILVRBERRIXO
ANDEREXO

(Aquí yacen) Ilurberrixo (y su mujer) Anderexo.

Cuando publiqué el fotograbado de este bello mármol en nuestro Boletín53, advertí que el nombre femenino Anderexo (Anderesso en Luchón) se formó del éuscaro, que subsiste aun ahora, andere, andre (señora, ama de casa), registrado á mediados del siglo XII por el códice Calixtino. El del marido, Ilurberrixo, se compone de dos elementos radicales, como Alorildo. El primero, ilur, sale con mucha frecuencia, y no lo creo diverso de alor, como ya dije. El segundo, berri (nuevo), permanece en vascuence en muchos nombres topográficos de la provincia de Huesca54 y en los nombres ibéricos de ciudades tan distantes entre sí como Granada en Andalucía y Elna del Rosellón.

  —288→  

En San Esteban de Gormaz (Hübner, 2825):

LETONDO · CALNICVM
CRASTVNONIS · F
RANTO · VXOR
M A G V L I O · F
CARBILIVS · F
CRASTVNO · F
C A P I T O · F

Letondo Calnicum Crastunonis f(ilius), Ranto uxor, Magulio f(ilia), Carbilius f(ilius), Crastuno f(ilius), Capito f(ilius).

(Aquí reposan) Letondo Calnitano, hijo de Crastunón, Ranto (su) mujer, Magulio (su) hija, Carbilio hijo, Crastunón hijo, Capitón hijo.

Ateniéndonos á las tres inscripciones que acabo de leer, se puede conjeturar que la de Fraga sólo encierra dos ó más nombres de personas, designados por el mismo estilo. Obsérvese en la última cómo los femeninos Ranto y Magulio siguen al masculino Letondo.

En Buenafuente, diócesis de Sigüenza, hacia el extremo oriental de la provincia de Guadalajara (Hübner, 5790). En el cuadro de la inscripción, coronado por la media luna, los renglones están separados ó encajonados entre rayas horizontales, como en la inscripción de Fraga. La O retiene el punto central de su figura ibérica.

Inscripción

Letondo Segossoq(um) Melmandi f(ilius) i(c) s(itus) e(st). H(eres) [d(e) s(uo) f(aciendum) c(urauit)].

Letondo Seguntino, hijo de Melmando, aquí yace. El heredero á su costa hizo este monumento.

  —289→  

Anderesso ó Anderexo, Asterdu, Magulio, Ranto, son femeninos. Letondo, masculino, tal no es ni se distingue por la terminación, sino porque ocupa el primer lugar, por la expresión del gentilicio y demás circunstancias. Alorildo, nombre de varón en la inscripcion de Fraga, va seguido del geográfico ó gentilicio

Inscripción

no de otra manera que en la primera lápida ibérica de la Iglesuela el nombre propio del difunto va seguido del gentilicio ó geográfico.

Inscripción

formado probablemente, ó abreviado de ildur-glese-yn, gente acaso poseedora de la Iglesuela y de Teruel (Turolium), cuyas quejas acarrearon la segunda guerra púnica y la destrucción de Sagunto. Tito Livio los llama Turdetanos, pero con más propiedad ó ajustándose al idioma indígena, Appiano los indicó bajo el nombre de Torboletas55, colindantes de los Saguntinos.

¿Cómo demostrar que la terminación yn representa el ideal de la relación gentilicia? Por el estudio comparativo de monedas y lápidas geográficas.

Ya hemos visto en la región celtibérica de San Esteban de Gormaz y de Buenafuente que la terminación cum ó q(um) designa aquel ideal; y esto mismo demuestran copiosas lápidas romanas, cuyo número, ya muy copioso en el Centro y Norte de España, va creciendo casi todos los meses, como lo muestran las inéditas de Buenafuente, que ha traído dibujadas y publicará en nuestro Boletín el Sr. Catalina García. Con igual profusión se repite aquel signo en las leyendas numismáticas; y no rara vez, cuando la terminación gentilicia falta en la moneda, nos viene á sorprender ostentándose en la traducción latina, aunque en general   —290→   sucede lo contrario, esto es, que el nombre geográfico, vulgar ó latino, pierde aquella terminación:

Inscripción

Vemos, no obstante, que la q se suaviza y se trueca en g:

Inscripción

Fuera de la región vascónica, donde estaban los ribereños del Gállego, )Iglh=tej de Strabón, I\lh=tej de Herodoro, todas las leyendas numismáticas al oriente de la Celtiberia, propiamente dicha, se caracterizan por la forma del signo gentilicio, que deja de ser Símbolo, y es Símbolo (ken ó kan, kon ó kun):

Inscripción

  —291→  

Símbolo

de Avieno56,

Mas también la desinencia Símbolo, que discutimos, suavizaba ó eliminaba la primera consonante, así como la celtibérica (Símbolo) sobredicha.

Inscripción

Como se ha disputado tanto sobre este nombre postrero, y la última palabra que sobre él se ha dicho57 nos deja en profunda obscuridad, me ha de consentir la Academia un nuevo ensayo de discusión analítica.

El nombre se descompone en tres elementos:

Inscripción

En las monedas de Huesca, el primer elemento (il) que consignó Plutarco, desaparece de la nomenclatura romana; señal de que podía separarse y caer, con la misma facilidad que el artículo   —292→   se añadió á Logroño (Crunio de la Edad Media), y se quita al alcorán en castellano modernísimo. El segundo elemento es el puro nombre de Tortosa, en latín Dertosa, De/rxissa de Estrabón, quien atestigua que en su tiempo, esto es, imperando Augusto, era colonia romana, y lo comprueban las monedas menos antiguas de la ciudad: col(onia) Dertosa. Sin embargo, no se denomina Dertosa en las monedas latinas que acuñó antes que Augusto la hiciese colonia. Fué la civitas Illurgavonum, qui Iberum attingunt, que se pasó con Huesca y Tarragona al partido de Julio César, y organizó desde entonces su administración como municipio romano, añadiendo al suyo el nombre del Dictador: m(unicipium) H(ibera) I(ulia) Hercavonia. Así lo publican las primeras monedas romanas que batió. ¿Por qué en ellas no se dice Dertosa? Sin duda porque Hibera traduce este en latín; y con efecto, si el río Ebro fué denominado como el Guadalquivir, Certis, Inscripción, nombre de importación fenicia, se comprende que Dertosa é Hibera tuviesen igual significación. Del tercer elemento, [a]lir-kn ó alir-kn, debió proceder el de Ilercavonia é Illurcavonia.

No es menos digna de observación la variante

Inscripción

que me sirve de fundamento para explicar la estructura del nombre geográfico ó gentilicio contenido en la inscripción de Fraga.

Avieno, navegando desde Peñíscola á las bocas del Ebro, dice á su lector58:


«Fuere propter civitates plurimae;
Quippe hic Hylactes, Hystra, Sarna et nobiles
Tyrichae stetere (nomen oppido vetus
Grajincolarum) maxime memorabiles
Per orbis oras; namque praeter cespitis
Foecunditatem, qua pecus, qua palmitem,
Qua dona flavae Cereris educat solum,
Peregrina Ibero subvehuntur flumine.

  —293→  
En pos del lago Nacararum hubo
Muchas ciudades memorables, Histra,
Hilactes, Sarna y Tírijas la noble
(Grayincolarum fué su nombre antiguo),
Ínclita por do quier; allí la vega
Inmensa y las montañas que la ciñen,
Riquísimas de pastos, vides, mieses,
Al Ebro navegable dan tributo».



En tan diferentes nombres de una misma población se refleja el eco de sus vicisitudes históricas, ó el lenguaje de sus diversos dominadores. El fenicio la llamó Tartesa, que permaneció bajo diferentes formas (Inscripción, Tyrichae, De/rxissa, Dertosa, Tortosa), y aún permanece; Grajinco el lígure, antecesor del focense; y este, Ibera; expresándose por los tres nombres la misma idea de ciudad del Ebro, y manteniéndose en los versos no solamente de Avieno, sino también de los poetas celtíberos Lucio y Marcial59 la memoria del nombre ligúrico, que conservan el Gard y el Garona:


Luci, gloria temporum tuorum
Qui Graium veterem Tagumque nostrum
Arpis cedere non sinis disertis
[...]
Nos Celtis genitos et ex Hiberis
Nostrae nomina duriora terrae
Grato non pudeat referre versu.



Con todo, el nombre puramente ibérico y más antiguo ó indígena, no desapareció, como se ve por sus derivados ó gentilicios Inscripción, Ilercavonia, Ilercavones é Ilurcaones de Tito Livio, Inscripción, Larum de Avieno. Entre la dura c y la supresión de esta consonante está su mudanza en g, la cual asimismo existe: Illurgavonenses de Julio César, Ilergavonenses de Tito Livio, Ilergaonum regio de Plinio.

Ejemplos parecidos tenemos en varias lápidas del Centro, Sur y Norte de España.

  —294→  

En Segovia (Hübner, 5781):

ANNAE · A
ETICVM
TETIS · F
S · T · T · L

Annae Aeticum Tetis f(iliae). S(it) t(ibi) t(erra) l(evis).

Á Ana, de la gente de los Aetos, hija de Tetis. Séate la tierra ligera.

En Talavera de la Reina (Hübner, 5321):

Inscripción

Mantua Caelio Aucieicu Serani f(ilio) frat(ri) be(ne) m(erenti) an(norum) LXX de suo f(aciendum) c(uravit).

Á Celio, de la gente de los Aucios, hijo de Serano, de edad de 70 años. Mantua costeó la obra de esta sepultura para su benemérito hermano.

En Alcalá del Río, cerca de Sevilla (Hübner, 1087):

VRCHAIL · ATITTA · F
CHILASVRGVN
PORTAS · FORNIC
AEDIPICAND
CVRAVIT · DE · S · P

Urchail Atitta f(ilius) Chilasurgun portas fornic(em) aedificand(a) curavit de s(ua) p(ecunia).

Urjail, hijo de Atitta, Jilasurano costeó la edificación de estas puertas y bóveda.

  —295→  

¿Designaría Chilasur en idioma indígena la población de Celti (Peñaflor)? El Guadalquivir en Turdetano se llamaba Certis.

En el valle de San Pelayo, término de Liegos, provincia de León (Hübner, 5718):

M N E C O N I
BODDEGVN LON
CINIS FIL A AN
XXI AVRELIVS PRO
POSV M SVO
M V N N I M E N T

M(anibus), Neconi Boddegun Loncinis fil(io) Va(diniensi) an(norum) XXI Aurelius Pro(culus?) posu(it) aun(culo) suo munniment(um).

Á los Manes. Á Nerón, del solar de Bodde, hijo de Loncín, natural de Vadinia, de edad de 21 años. Aurelio Próculo puso este monumento á su tío.

En Monte Cildad, cerca de Mave, provincia de Palencia (Hübner, 6298). Publiqué el diseño de esta lápida en el tomo XVIII del Boletín, pág. 291.

D(is) M(anibus) Aiae Quemiae, Boddi f(iliae), Celtigun, an(norum) XXXI; d(is) M(anibus) Aiae Caravancae, Boddi f(iliae), Celtigun, an(norum) XXXV, Aia Origena Vironi f(ilia) monimentu faciendu curavit pientissimis filiabus.

Á los Manes divinos de Aia Quemia, hija de Boddo, del solar de Celti; á los Manes divinos de Aia Caravanca, hija de Boddo, del solar de Celti, de edad de 25 años. Aia Orígena, hija de Virono, puso este monumento á sus hijas piadosísimas.

En Peña Amaya, provincia de Palencia (Boletín, tomo XIX, pág. 528):

DIBVS · M
YGINo NE
ORIA AVITA
CON EX VISV
CoNSVLENTI F

  —296→  

Dibus M(anibus). Ygino Neoria Avitacon ex visu consulenti f(ecit).

Á los dioses Manes. Á Higino, que se le apareció y aconsejó, hizo este monumento Neoria, del solar de Avita.

En Lara de los Infantes, provincia de Burgos (Hübner, 5798):

Inscripción

Aiae Caelaon Peregrini f(iliae) an(norum) LVI. Ame matri f(aciendum) c(uravit).

A Aya, natural de Caila, hija de Peregrino, de edad de 56 años. Su hija Ame lo hizo.

En Alcubillas, cerca de Clunia (Hübner, 2795):

PATERNVS · BALA
TVSCVN · M · L · M · N · F
H · S · E

Paternus Balatuscun M(e)lm(a)n(i) f(ilius) h(ic) s(itus) e(st).

Paterno, natural de Boltaña (?), hijo de Melmano, aquí yace.

El nombre de Melmano se asegura por otra lápida de Clunia (2803) y por la antigua manera de trazar las inscripciones ibéricas suprimiendo las vocales, como se ve en el bronce de Luzaga y en el anillo argenteo de Soses. En las inscripciones latinas del Alto Aragón el étnico de Boltaña es Boletanus, pero la pronunciación del radical podía variar influída por la desinencia (scun) ibérica.

En Sinarcas, ó Sinargas, provincia de Valencia (Hübner, 4450):

L · HORATIVS M
F VISEREDIN
H S E

L(ucius) Horatius M(arci) f(ilius) Viseredin h(ic) s(itus) e(st).

Lucio Horacio, hijo de Marco, oriundo de Vísered(?), aquí yace.

  —297→  

No puede negarse esta conformidad de las lápidas con las monedas, porque están á la vista de todos, y la ley que siguen para notar el ideal étnico y geográfico es una y constante, habida cuenta de la varia pronunciación dominante, propia y característica de las diversas regiones.

De esta ley podíamos inferir a priori que al segundo vocablo de la inscripción de Fraga ha de seguir el patronímico, y que éste ha de concertar con el primero en el mismo caso; y así es, en efecto.

Nombres del primer personaje:

Inscripción

La raíz gls sale en muchos nombres ibéricos, que arriba cité, y quizá se incluya en el del rubio Galaiso, héroe Saguntino, que Silio Itálico hace morir á manos de Aníbal60.


Iamque Hostum, Rutulumque Pholum ingentemque Metiscum,
Iam Lygdum, Duriumque simul, flavumque Galaesum
Et geminos, Chromin atque Gyan demiserat umbris.

Ignoramos si á nuestro Alorildo cupo ser enterrado en su patria ó lejos de ella; y de consiguiente, para la reducción geográfica del étnico glasyisereyn, cabe pensar en Gurrea del Gállego (Foro Gallorum), Gallur de la provincia de Zaragoza; Gallués de Navarra y otros parajes aún más remotos. Á Fraga redujo Zurita la ciudad Gallica Flavia, que pertenecía á los Ilergetes. No va descaminado, mientras no tengamos inscripciones que fijen tan interesante punto de discusión; y por de pronto, cumple excluir á Ildum (ildugleseyn?) por edetana y á Gallicum (Zuera) por vascónica. Gallica no tuvo el sobrenombre de Flavia hasta que imperó Vespasiano, y quizá tomó antes el de Caesarina, así como Hibera (Tortosa) había tomado el de Julia, y Celsa los de Lepida   —298→   y Julia, según se ve en sus monedas. Gallica Caesarina, traducida en lenguaje ibérico, no dice mal con Glasyisereyn.

No debemos extrañar la forma del patronímico kelderererui. En el plomo epigráfico de Castellón de la Plana sale perfecto y aislado el vocablo urkekerere, que Hübner justamente compara61 á la leyenda urkeken de las monedas de Urci (Almería, donde el radical es urke. De este brotó sin duda alguna el nombre que da comienzo á la más preciosa inscripción de Illora la vieja , ó Pinos Puente, partido judicial de Santafé en la provincia de Granada:

VRCESTAR · TASCASEC
ERIS · F · ILLVRCONENSIS
AN · LXXXVIII · SIT · T · T · L
NIGELLVS · IMPENSA · S ·C

Urcestar Tascaseceris f(ilius) Illurconensis an(norum) LXXXVIII. Sit t(ibi) t(erra) l(evis). Nigellus impensa s(ua) c(uravit).

Urcestar, hijo de Tascasecer, natural de Illora, de 88 años de edad. Séate la tierra ligera. Nigelo á su costa lo hizo.

Semejante forma de nominativo, terminada en tar, se descubre asimismo en el centro de la Península y en la región pirenáica.

En Alarcón, provincia de Cuenca (Hübner, 5895, 5896), y en la galería de su antigua fortaleza, dos grandes piedras, paralelas, de casi 1 m. de altura.

Inscripción

C(aius) Cassius Cittar; Vaccaccia [Ame?]tisto.

Cayo Casio Cittar; Vaccaccia Ametisto.

¿Serían marido y mujer? Doy por suplemento probable Ame; porque este nombre, afine del latín amita (tía), sale en otras inscripciones, y creo que permanece en el éuscaro amá (madre,   —299→   ama de casa). Su derivado y femenino Ametisto permite suponer que existió el masculino Ametistar.

En Cazaril-Laspenes (Sacaze, 342). Sobre la inscripción están esculpidos los bustos del marido y de la mujer. El tipo es puro vascongado.

Inscripción

Hotarri Orcotarris f(ilio), Senarri Eloni f(iliae), Bontar Hotarris f(ilius) ex testamento.

Á Hotar, hijo de Orcotar, á Senar, hija de Elón, les hizo esta sepultura en virtud de disposición testamentaria Bontar, hijo de Hotar.

Orc-otar corresponde á Urc-estar. La r final se dobla en el genitivo Orcotarris, Hotarris, Tannegiscerris, porque, á no dudarlo, sonaría fuerte en boca de los que escribieron estos nombres; ó bien se desdobla en Urkekerere, Kelderer-erui. Por esta razón se explica naturalmente la forma diversa de la r dentro de una misma palabra en nuestro epígrafe:

Inscripción

Nada impide suponer que la primera sílaba fuese kal, toda vez que el patronímico en la inscripción de Cretas fué

Inscripción

Sospecho también que la segunda se pronunciaba dur ó dor; de lo cual es buen indicio no solamente

Inscripción

en las monedas de Sagunto, sino, además, una inscripción de Jodar, cuyo fotograbado publiqué62, y que expresa, á mi entender,   —300→   tres nombres en nominativo, el del hijo, el del padre y el de la mujer de aquel, siendo el patronímico de ésta Galduriaunin. Salva la cuestión fonética, la traducción latina de kelderer-erui podría ser Ciltareseris, ó Ciltarris filius.

Quédanos por examinar la parte final de nuestra piedra ibérica.

Inscripción

Ya conocemos el último vocablo, que corresponde al latino filius ó filia. El anterior sale tres veces en una lápida de Tarazona (Hübner, 5833).

VAENICO · TYCHEN
MARIVS · MYRON
ET · V · TYCHE · FI · PIEN
ITEM · SIBI · ET · V
TYCEN · VXORI
F · C

Vaenico Tychen Marius Myron et V(aenico) Tyche fi(liae) pien(tissimae); item sibi et V(aenico) Tycen uxori f(aciendum) c(uravit).

Mario Mirón y Vénico Tique á su hija piadosísima Vénico Tique. Item (Mario Mirón) hizo esta sepultura para sí propio y para su mujer Vénico Tique.

La hija, por lo visto, toma su nombre del de la madre. Los nominativos femeninos en e añadían en lenguaje celtibérico al dativo una n; y lo propio harían respecto del genitivo, según es regla del vascuence. En la inscripción de Fraga se pospone al nombre propio Atue de la esposa, enterrada con su marido, el apellido materno; ley ó costumbre fundada en la potestad herencial y autoritaria de la mujer ibérica, que pondera Estrabón y noté asimismo sobre las lápidas de Barbastro63. Que la primera   —301→   letra de Inscripción podía recibir el valor de t, hiriendo á la i en principio de dicción, nos lo demuestra la leyenda numismática de Titulcia, Titouaxi/a de Ptolemeo64.

Inscripción

El valor fonético (tu) que la Símbolo tuvo en esta leyenda numismática me abre camino para explorar la verdadera lectura del nombre Inscripción en la inscripción de Fraga. Si leemos Atue y lo hacemos nominativo femenino, comparable á Tyche en la piedra de Tarazona, nos gozaremos de ver confirmada nuestra hipótesis por una lápida de León (Hübner, 2673):

Inscripción

Aebutiae Attuae Aebuti fil(iae) an(norum) XL, Aponius [Primit[ivus.....

Á Ebucia Attua, hija de Ebucio, de edad de 40 años, Aponio Primitivo... (lo hizo).

Nada, sin embargo, impide que leamos Ate ó Atte, según el valor fonético que demos á la Y=Símbolo; y esta lectura se recomienda por el epitafio (Hübner, 2672), que fué engastado en las murallas de León, como el precedente.

Inscripción

  —302→  

D(is) M(anibus). Aebutiae Atte, Aebuti, an(norum) [LX]XXV.....

Á los dioses Manes. Á Ebucia Atte, mujer de Ebucio, de edad de 85 años.....

El vocablo se presenta bajo la forma Aia, llevado por madre é hijas en la inscripción cantábrica sobredicha; lo que manifiesta las variedades fonéticas de los dialectos. De habeas latino, pasando por habias, han emanado hayas castellano, hajis catalán, aies francés, pronunciados de muy diversa manera. Por otro lado, en una misma localidad hay matices de expresión que distinguen la aplicación del nombre á varios sujetos, y aun edades de un mismo sujeto: Pedro, Pero, Perico; Dolores, Lola; Eulalia, Eulayeta, Layeta. Las lápidas de León y Tarazona indican esta perfección de lenguaje en el pueblo ibero. Madres que se llaman en dativo Atte y Tycen transmiten á las hijas sus respectivos nombres, pero escribiéndose estos Attuae y Tychen. Los caracteres arcaicos Símbolo y Símbolo empleados por el grabador de la piedra de Fraga tienen su razón de ser, y quizá no sea otra que la referida. La lectura no es tan cierta como sería de desear; pero la interpretación parece segura.

Al vocablo erui, separado por un punto del anterior zikhen, no debe atribuirse la significación que tienen eiwrou é ieuru, equivalentes del latín fecit (hizo), en las inscripciones galo-célticas. Sale exactamente escrito con las mismas letras en el tercer vocablo kelderer-erui de toda la inscripción, y en ambas palabras el sentido es el del latín proles. Con todo, no negaré que la raíz del nombre ibérico y la de aquel verbo (kra) sean tal vez una sola, como lo persuaden cretus en latín, xo/roj y xo/roh en griego. Quizá provenga del éuscaro aur ó aurra (hijo, niño), del cual se forma aur-du-n-a (la-que-tiene-niño, ó está en cinta), y probablemente se formaron arreuá (hermana) y alauá (hija) en todos los dialectos del vascuence. Acaso por ahí se expliquen los elementos laur y lar, á los que dan cabida las dos lápidas siguientes.

En Sagunto (Hübner, 3875):

BAEBIA
CN · L
TAVACCA · LAVR

  —303→  

En Tarragona (Hübner, 1318 a):

Inscripción

El primer vocablo aredc ocupa el primer lugar y sale frecuentemente en lápidas sepulcrales ibéricas, como Hübner ya lo previno al explicar la presente65.






Resumen

La inscripción ibérica de Fraga, traducida en forma latina, propia de la región en que se grabó, diría á corta diferencia:

ALORILDO
GLASSVESER
GVN · CILTAR
RIS · F · ATVA
TYCHEN · FI
LIA · H · S · S

Alorildo Glassuesergun Ciltarris f(ilius), Atua Tychen filia, h(ic) s(iti) s(unt).

Alorildo, natural de Fraga (?), hijo de Ciltar; Atua (su mujer), hija de Tique; aquí yacen.

Para confirmar ó rectificar las ideas que llevo expuestas en el decurso de mi breve disertación hay que aguardar la prosecución de una obra tan meritoria como la emprendida por el Dr. D. José Salarrullana. Más que á su ciudad natal interesan á toda España monumentos de la clase que ha tenido la felicidad de encontrar y nos comunica. Los mosáicos, que tanto han llamado la pública atención, son los objetos de menor importancia, aunque no vendrían mal para el estudio y progreso del Arte, útil á la Historia,   —304→   copias iluminadas, fotografías, ó cuando menos dibujos de ellos, así como de la estatua de bronce, que el Dr. Salarrullana cree ser de Venus, sin precisar las dimensiones, posición y rasgos sobresalientes de la figura. Conviene, sobre todo, fijarse en las dimensiones de los esqueletos y su craneoscopia. Ellos nos enseñarán las cualidades típicas de los ilergetes y las diversas etapas de la raza humana en aquella región, y si ascienden á la Edad prehistórica con sus hachas paleolíticas y neolíticas, metales y cerámica. Las conchas halladas en las sepulturas; los clavos de hierro hincados en los huesos y mayormente en los cráneos; los huesos de animales revueltos con los humanos, y mil otras particularidades que se han señalado y distinguen por toda la extensión de nuestra Península, completarán con su presencia ó ausencia los grandes adelantos históricos que de las inscripciones ibéricas y latinas, descubiertas y por descubrir en el Pilaret de Fraga, espera nuestra Academia.

La principal ventaja sería encontrar una lápida que nos revele el nombre romano de la ciudad. No carece de variantes el que le dieron los escritores musulmanes, según me lo advierte el señor Codera. «Almakhari, hablando de límites hacia el año 330 de la hégira, hace mención de Inscripción. El Karthás escribe Inscripción una vez, y varias Inscripción y una Inscripción Addabbí pone Inscripción, refiriéndose á una gran batalla de la hégira 529 (año de Cristo 1134). Abén Alatsir (tomo XI, pág. 21), da noticias detalladas de esta refriega, derrota y muerte de Alfonso el Batallador. Edrisí, en su Geografía, hace mención de Fraga una vez, y la llama Inscripción.» En la traducción antigua de Arrazí, publicada y comentada por el Sr. Gayangos, tomo VIII de Memorias de nuestra Academia, leemos: «Faraga yaze sobre el río de las Olivas (Cinca), et ha muy buena vega de muchos buenos árboles et muy buenos regantíos.» Arrazí floreció en el siglo IX. Las letras árabes Inscripción corresponden, por cierto, á f y g; y sin embargo, una moneda de oro de Chindasvinto se acuñó en Fraucelo. Desde el siglo XI todos los autores cristianos llaman á esta ciudad constantemente Fraga. ¿Sería la (/Eraga (Heraga) ilergética de Ptolemeo?

Madrid, 21 de Septiembre de 1894.



 
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