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ArribaAbajoCuadro II

 

La misma decoración. Es de noche.

 

Escena VIII

 

MAGALENA y TATARRETE. Cada uno está sentado sobre una silla y dormido. TATARRETE tiene ya sus dos brazos. Las sillas están colocadas en el proscenio. Una a la derecha de la concha del apuntador y otra a la izquierda.

 
MAGALENA

 (Soñando.) 

¡Tatarrete!
TATARRETE

 (Soñando.) 

¡Magalena!
MAGALENA

 (Soñando.) 

Basta. Todo ha sido un sueño.250
Ya es hora de despertarnos.
TATARRETE

 (Soñando.) 

Entonces despertaremos.
 

(Ambos se incorporan simultáneamente. Se pasan la mano por la cara, estiran los brazos, se ponen en pie y después se limpian los ojos y la cara con los pañuelos, como si se lavaran. TATARRETE se acerca a MAGALENA y le tiende la mano con mucha finura.)

 
Muy buenas noches, ¿qué tal?
MAGALENA

 (Con frivolidad.) 

Yo bien, ¿y tú?
TATARRETE
Tal cualejo.
MAGALENA

 (Con solemnidad.) 

Mañana llega Pablito255
y ya no debemos vernos.
TATARRETE
¿Por qué?
MAGALENA

 (Con pasión.) 

¡Porque yo te adoro!
TATARRETE

 (Rápido.) 

¡Dímelo otra vez!
MAGALENA
No quiero.
TATARRETE

  (Con mucha dulzura.) 

Anda, si a ti no te cuesta
trabajo... ¡Y yo no lo cuento!260
MAGALENA

 (Con resolución.) 

Pues bien, te quiero muchísimo
porque tienes muy buen cuerpo
y mucha gracia en el modo
de colocarte el sombrero.
TATARRETE

 (Paseándose con vanidad y poniéndose el sombrero de medio lado.) 

¡No, si me lo pongo mal!265
¡Y no sé cómo lo llevo!
MAGALENA
¡Basta, basta!
TATARRETE
¡Te perdono,
que yo soy muy caballero!
MAGALENA

 (Enseñándole el legajo que habrá al lado de la silla.) 

¿Ves tus cartas? ¡Qué placer
me causaba su veneno!270
Por última vez a leerlas
voy... Escúchate un momento.

 (Abre una de ellas. Las cartas no tendrán sobre.) 

Hay un corazón pintao.
TATARRETE
¡El mío! No hay más que verlo.
MAGALENA

 (Leyendo con entusiasmo.) 

«Mi curida Magalena,275
hoy a las onche te esperro
cunto al guartel de San Güil.
Si no vienes, no hablaremos».
¡Qué extraño es que estas palabras
me taladraran el pecho!280
TATARRETE
Es natural, el estilo
es el hombre, no hay remedio.
MAGALENA

 (Como haciendo un esfuerzo, va a arrojarlas al fogón.) 

¡Es preciso!
TATARRETE

 (Interponiéndose.) 

Magalena,
¿qué vas a hacer?
MAGALENA
¡Hacer fuego!
Ya que me han quemao a mí,285
que quemen esos pucheros.

  (Las arroja.) 

Esta noche, Tatarrete,
por última vez nos vemos.
TATARRETE

 (Con dolor.) 

¡Por última!
MAGALENA
Pero trae
las papeletas de empeño290
de la ropa de mi esposo,
que si trae algún cuartejo
la podré desempeñar;
y si no... se estará en cueros.
TATARRETE

 (Muy afligido.) 

¿Y esto se acabó?
MAGALENA

 (Con resolución.) 

¡Acabose!
295
¡A las nueve!

 (Vase izquierda.) 

TATARRETE

 (Desesperado.) 

¡Justo celo!

 (Pronúnciese a la italiana.) 

Pero no, yo no me largo.
Curdela está en el secreto
y, en cuanto vea la seña,
la cumplirá; allí le veo.300

  (Se acerca a la ventana.) 

Ningún amante en mi caso
sería tan majadero.
Mas callarse... lo hacen todos.
Hay que hacer un esperpento
para llamar la atención305
del barrio y del mundo entero.

  (Vase por la derecha, segundo término.) 



Escena II

 

MARIQUILLA, por la izquierda.

 
MARIQUILLA
Mañana a papá veré.
El pobre al partir me dijo:
«¡Botijitos os traeré!».
He de ir a por mi botijo.310
¡Tengo miedo! Esto está oscuro.
Hasta la luz del fogón

  (Luz verde, que sale del fogón.) 

al reflejar en el muro
me causa cierta impresión.

  (Refleja la luz en el retrato de PABLO.) 

¡Y no es la luz encarnada315
como otras veces!

  (Como quien adivina.) 

¡Ah, ya!
Como cuece la ensalada
y es verde, verde la hará.

  (Pausa.) 

¡Si ahora recordase yo
para distraer mi pena320
lo que papá me enseñó
una noche de verbena!...
Brillaba también el fuego,
daba la luz por allí,
se apoyó en la puerta y luego325
puso las manos así.

 (Enlaza los dedos de la mano derecha con los de la izquierda, en cierta forma que, colocándolos delante de la luz, proyectan una sombra parecida a un conejo.) 

Como no lo he vuelto a hacer,
ensayarme necesito.
Así, así debe ser.

  (Aparece la sombra.) 

¡Ah, ya salió el conejito!330
Forman la oreja y el lomo
estos dos dedos en alto,
y éstos las patitas, como
si estuviera dando un salto.
Del retrato hasta la boca335
la sombra he de levantar.
Ya se acerca, ya le toca,
ya se empiezan a besar.
No te apartes, fastidioso.
¡Recibe su beso, ingrato,340
que es el beso misterioso
de un animal y un retrato!

  (Va cesando la luz.) 



Escena III

 

Dicha y MAGALENA.

 
MAGALENA

 (Izquierda, segundo término.) 

¿Qué haces, María?
MARIQUILLA
¡Yo, nada!
MAGALENA

 (Cogiéndole las manos.) 

¡Tiemblas!
MARIQUILLA
No tengo motivo,
¡pero estoy atortolada!345
MAGALENA
¿Piensas si el padre está vivo?
MARIQUILLA
¿Le quieres mucho?
 

(Se sientan junto al fogón.)

 
MAGALENA

 (Con firmeza.) 

¡Le quiero,
que lo he jurado ante Dios!
(Y también al otro. Pero
no sé a cuál más de los dos.)350
MARIQUILLA
¡Qué bueno es!
MAGALENA

 (Con pasión mezclada de terror.) 

¡Se me figura
que siempre ante mí le veo!
¡En la iglesia, él es el cura!
¡En la sopa, es el fideo!
MARIQUILLA
¡Desde el día que se fue355
siempre estás huraña y seca!
¿Quieres decirme por qué?
MAGALENA
¡No! Toma pan y manteca.

  (Le da una tostada, que habrá sobre el fogón.) 

MARIQUILLA

 (Tomándola.) 

¡Cuánto has llorado por él!
MAGALENA
¡Mucho!
MARIQUILLA
¡Siempre acongojada!
360
MAGALENA
(¡Nada, nada hay más cruel
que una niña malcriada!)
MARIQUILLA

 (Muy cariñosamente.) 

¡Muchas noches yo te oía!
MAGALENA

 (Con terror.) 

¿Cuándo?
MARIQUILLA
Tú estabas durmiendo.
De mi catre me salía365
y me iba al tuyo corriendo.
MAGALENA

 (Terror creciente hasta el final de la escena.) 

¿Qué dices?
MARIQUILLA
Y con cautela,
igual que traidor de drama,
me estaba un buen rato en vela
debajito de tu cama.370
MAGALENA
¿Y nunca nada me oíste?
MARIQUILLA
Mil veces oí tu lloro.
MAGALENA
¿Y no dije...?
MARIQUILLA
Sí... dijiste...
MAGALENA
¡Pronto! ¿Qué dije?
MARIQUILLA

 (Naturalmente.) 

¡Otro toro!
MAGALENA
¿Yo?
MARIQUILLA
Sí..., como hace la gente.
375
MAGALENA
¿Y qué más?
MARIQUILLA
Ya nada, madre.
MAGALENA
¿Y tú?
MARIQUILLA
Yo sencillamente
decía: «¡Cuánto ama al padre!».
MAGALENA

 (Con terrible amargura.) 

¡Es verdad!
MARIQUILLA

 (Con el mismo tono inocente y alegre.) 

Luego sacabas
unas cartas, las abrías380
y unas veces las besabas
y otras veces las olías.
MAGALENA

 (Con gran ansiedad.) 

Sigue... Saber necesito...
MARIQUILLA
Pero déjame cenar,
que tengo mucho apetito.385

  (Come.) 

MAGALENA

 (Con imperio.) 

¡No!... ¿Tú qué hacías?
MARIQUILLA
¡Rezar!
¡Por ti y por él le pedía
a Dios con las manos juntas!

  (Con mucho cariño y con la boca completamente llena.) 

MAGALENA
¿Sí?
MARIQUILLA
¡Un besito, mamá mía!
MAGALENA

 (Rechazándola.) 

¡No..., no me beses, que untas!390
Ven y échate en mis rodillas,
como cuando eras pequeña.
 

(MARIQUILLA se sienta sobre ella y MAGALENA la cunea.)

 
MARIQUILLA
Pues cántame seguidillas,
¿quieres?
MAGALENA
¡Duérmete!

  (Canta a media voz un poco. Al concluir, MARIQUILLA ronca.) 

¡Ya sueña!
¡Teniéndote aquí a mi lado395
no vendrá, no, mi enemigo!
 

(TATARRETE sale por la puerta de la derecha y dando saltos, agachado como un mono, llega hasta detrás de la silla donde está sentada MAGALENA, y entonces se incorpora de pronto.)

 
TATARRETE

 (En voz alta.) 

Aquí estoy.
MAGALENA
Pues es probado.
TATARRETE
¡Magalena, ven conmigo!
MAGALENA
¡Calla, que si se dispierta...!
TATARRETE
¡Pero no la ves que está400
con toda la boca abierta!
MARIQUILLA

 (Como soñando.) 

¡Sí... estoy dormida, mamá!
TATARRETE
¿Lo ves? Nuestra situación
en sueños ha comprendido.
MAGALENA

 (Con terror.) 

¿Dormirá?
TATARRETE
Por precaución,
405
ponle un dedo en cada oído.
 

(MAGALENA lo hace.)

 
MAGALENA
¡Dios mío! ¡Si ella supiera...!
TATARRETE
Lo sabrá tarde o temprano.
¡Sabiéndolo la portera
ya..., todo el género humano!410
LA RATA

 (Dentro.) 

¡Magalena!
MAGALENA

 (Con temor.) 

¿Quién me llama?
TATARRETE
La voz de la Rata es.
MAGALENA
Vete, que aquí empieza el drama.
TATARRETE
Bueno, volveré después.

  (Vase derecha segundo término.) 

LA RATA

 (Dentro.) 

¡Magalena!
MARIQUILLA

 (Despertándose.) 

¿Qué sucede,
415
que así el sueño se me quita?
MAGALENA
Ve a la ventana, que puede
que haya en la calle visita.
LA RATA

 (Dentro.) 

¡Magalena!
MARIQUILLA
¡Si es la Rata!
MAGALENA
Dile que no estoy. (Al verla420
mi corazón se delata.
¡No quisiera conocerla!)
 

(MARIQUILLA va hasta la ventana, la abre y la cierra rápidamente, sin tener tiempo siquiera para ver quién está en la calle. En seguida vuelve al lado de MAGALENA.)

 
MARIQUILLA
¡Cuántas cosas me ha contado!
Parece una tarabilla.
Me ha dicho que hoy ha comprado425
un perro y una mantilla,
que se le ha torcido un pie,
que le debe treinta reales
un cochero negro y que
conspiran los federales.430
¿Que cuándo viene papá?
Que esta mañana llegó
de Calamocha y que ya
de ti le han hablado.
MAGALENA
¡Oh!

 (Se tapa la cara con la mano.) 

MARIQUILLA
Pero ¿qué tienes?
MAGALENA
Yo, nada.
435
MARIQUILLA

 (Cogiéndole las manos.) 

No es cierto, tú tienes frío.
MAGALENA
No.
MARIQUILLA
Sí, tu mano está helada.
MAGALENA

 (Con abatimiento.) 

(¡Ya todos saben mi lío!)


Escena IV

 

Dichas y EL SEÑOR ANDRÉS. Entra por el foro, con un candil encendido en la mano derecha y en la izquierda el Boletín de Loterías y Toros.

 
MARIQUILLA
El señor Andrés.
MAGALENA

 (Yendo hacia él y como atemorizada.) 

¿Qué ocurre?
MARIQUILLA
Trae El Enano en la mano.440
Abuelo, mamá se aburre,
léale usted El Enano.
 

(EL SEÑOR ANDRÉS le da el periódico a MAGALENA. Ésta lo coge, EL SEÑOR ANDRÉS le señala un párrafo y alumbra con el candil.)

 
MAGALENA

 (Fija en él la vista y exclama con terror.) 

¿Qué dice? ¡Pablo ha salido
de la corrida sin riesgo
y hoy llega!
MARIQUILLA

 (Alegremente.) 

¡Padre querido!
445
MAGALENA
(¡Esto toma muy mal sesgo!)
 

(EL SEÑOR ANDRÉS cuelga el candil en la chimenea.)

 
MARIQUILLA
¡Oh! Bendito sea Dios.
¡Le veré dentro de un rato!
¿Vamos los tres?

 (Coge rápidamente un pañuelo y se lo pone en la cabeza. EL SEÑOR ANDRÉS se dispone a seguirla.) 

MAGALENA

 (Como luchando consigo misma.) 

No..., los dos.
¡A mí me aprieta el zapato!450
MARIQUILLA

 (Volviendo desde el foro.) 

¿No los estrenaste ayer
y con el placer mayor?
MAGALENA
¡Cuando es muy grande el placer,
casi parece dolor!
MARIQUILLA
Si voy sola, ¿qué dirán?455
MAGALENA
Lo que quieran, no me importa.
Yo sé que me cortarán,
pero ¿a quién no se le corta?
MARIQUILLA

 (A EL SEÑOR ANDRÉS.) 

No le hable usted más, que yo
conozco muy bien sus tretas.460
 

(Ambos van hacia el foro. MAGALENA, después de vacilar un momento, se dirige a un baúl que habrá bajo su retrato y va a abrirlo.)

 
MAGALENA
¡Esperad!
 

(Ambos se detienen. En este momento un reloj de cuco da dentro las nueve. MAGALENA, que había abierto el baúl y sacado una mantilla, se detiene y la arroja dentro del baúl.)

 
(¡Las nueve!) ¡No!
 

(Vanse por el foro MARIQUILLA y EL SEÑOR ANDRÉS.)

 
(¡Yo quiero las papeletas!)


Escena V

 

MAGALENA, TATARRETE.

 
MAGALENA
¡Iré con ellos! ¡Sí!...

 (Se acerca al baúl.) 

¡No!
Del otro yo me despido
para siempre; y he de verle,465
quiero verle. ¡Es tan guapito!
 

(TATARRETE aparece por la puerta de la derecha.)

 
TATARRETE
¡Pues mírame!
MAGALENA

 (Con satisfacción.) 

Ya te veo.

  (Con dignidad.) 

¡Las papeletas!
TATARRETE

 (Adelantándose.) 

Distingüo.
¡Mírame bien, cuanto quieras,
pero de esos papelillos470
no me desprendo jamás!
Son... el nudo corredizo
que te unce a mí, y me los guardo.
MAGALENA
Pero si esto ha concluido,
¿a qué...?
TATARRETE

 (Con ironía.) 

¡Concluido! ¡Quia!
475
Si cuanto más me reprimo
más me amelono por ti.
Hace un instante, ahora mismo,
quise olvidarte, y he hecho
esfuerzos de compromiso.480
Yo he apretado los puños
y la lengua me he mordido,
y hecho más fuerza que un mozo
de cordel, de los más finos.
Pero, ¡nada! Te veía485
diciéndome: «¡Remonísimo!»;
cucándome el ojo, dándome
agua con azucarillo,
comprándome caramelos,
convidándome al tío Vivo,490
dándome los borceguíes
mejores de tu marido...
Y... otra vez volví a quererte
y te...
MAGALENA

 (Apartándose horrorizada.) 

¡Calla, calla, indino!
TATARRETE
Lo que pasa, pasa en la495
pradera de San Isidro.
Los que se echan a rodar
por la cuesta, ya es preciso
que rueden hasta... que dejen
de rodar. ¡Esto es clarísimo!500
MAGALENA
¡Tatarrete, tú estás loco!
¡Las papeletas! ¡Prontito!
TATARRETE
No, pronto estarán...
MAGALENA

 (Con terror.) 

¿En dónde?
TATARRETE
¿En dónde?

  (La conduce hasta la ventana.) 

¿Ves aquel tipo
que está en la esquina?
MAGALENA
Es Curdela.
505
TATARRETE
Cuando llegue tu marido,
si le hago una seña, al punto
se las dará.
MAGALENA

 (Aterrada.) 

¡San Cirilo!
TATARRETE

 (Con naturalidad.) 

Obispo y mártir.
MAGALENA
¡Pero hombre!
Pero hombre, ¿estás en juicio?510
TATARRETE
De ser amante, hay que serlo
de un modo nuevo, inaudito;
si no, no conmueve a nadie
que sepa lo sucedido.
 

(Ruido de cascabeles dentro.)

 
MAGALENA
¡Ay!, ¿qué ruido es ése?
TATARRETE
Es
515
la calesa, ¡no vacilo!

  (Se dirige rápidamente a la chimenea y descuelga el candil.) 

MAGALENA
Hombre, que vas a mancharte
los dedos, toma un trapito.

 (Toma uno que habrá sobre el fogón, se lo da y TATARRETE coge con él el candil y lo presenta en la ventana.) 

¡Inhumano!
TATARRETE

 (Con placer.) 

Ya se bajan.
Ya el otro deja su sitio.520
MAGALENA

 (Fuera de sí.) 

¡No seas bárbaro, apaga!
TATARRETE
¿Y vámonos?

 (Indicándole la puerta.) 

MAGALENA

 (Haciéndose violencia.) 

¡No! ¡Atrevido!
 

(TATARRETE deja el candil.)

 
PABLO

 (Dentro y con voz terrible.) 

¡Abre, Magalena, abre!
TATARRETE

 (Llevándose a MAGALENA a la izquierda.) 

¡Ven!
MAGALENA

 (Luchando consigo misma.) 

¿Tienes algún destino?
TATARRETE
Ninguno.
MAGALENA
¿Eres propietario?
525
TATARRETE

 (Muy rápido.) 

Sí.
MAGALENA

 (Alegremente.) 

¿De qué?
TATARRETE
De mi individuo.
PABLO

 (Dentro.) 

¡Abre, si no abres te mato!
MAGALENA

 (A TATARRETE con decisión.) 

¡Llévame!
TATARRETE
¡Ya ha sucumbido!

 (A la izquierda los dos. Llevándose a MAGALENA.) 

Vamos.
MARIQUILLA

 (Dentro.) 

¡Mamá!
MAGALENA

 (Deteniéndose.) 

¡Mariquilla!
MARIQUILLA

 (Dentro.) 

¡Mamá, nos trae dos botijos!530
MAGALENA

 (Desviándose de TATARRETE.) 

¡Oh, se ha acordado de mí!
¡Aunque muera, éste es mi sitio!

 (Se coloca en el centro de la escena.) 



Escena VI

 

Dichos y PABLO, EL SEÑOR ANDRÉS y MARIQUILLA. La puerta del foro se abre al impulso de los que están dentro. Aparece PABLO el primero, desencajado, con capa y hongo, que arroja al suelo trágicamente. Tras él MARIQUILLA, con dos botijos pequeños, y en último término EL SEÑOR ANDRÉS, que coge uno de los botijos y se pone a beber tranquilamente.

 
PABLO

 (A EL SEÑOR ANDRÉS muy enfurecido.) 

¡Llévate pronto esa chica,
que va a haber un alboroto
mayor que el del tirrimoto535
de la señá Martinica!
 

(EL SEÑOR ANDRÉS se lleva a MARIQUILLA por la izquierda. TATARRETE, desde que entró PABLO, se ocupa en hacer juegos malabares con el sombrero de aquél, que ha recogido del suelo; para esto llevará un junquillo. A MAGALENA, que estará a la derecha y TATARRETE a la izquierda.)

 
¡Falsa! ¡Prejura! ¡Embustera!
¡Desvergonsá! ¡Mal nasía!
¡Infame! ¡Loca perdía!
¿Y qué más...?

  (Como buscando una palabra.) 

¡Trilogía!... ¡Espera!
540

  (Saca una navaja de muelles de grandes dimensiones, la abre y se lanza sobre MAGALENA.) 

TATARRETE

 (Interponiéndose y con mucha amabilidad.) 

Caballero, no conviene
sangrar así a una mujer.
PABLO
¡Es la mía y lo he de hacer!
MAGALENA

 (Se arrodilla rápidamente y coloca el cuello sobre una silla que habrá inmediata.) 

Puede hacerlo, ¡me mantiene!
PABLO

 (Deteniéndose al ir a matarla.) 

¡Estoy bebido! ¡No, no!545
¡Aquí están las papeletas!
Mis camisas, mis chaquetas...
¡Todo, todo lo empeñó!
Pero no... Me causa espanto
tener ideas tan ruines.550
Dejarme sin calcetines
a mí..., ¡que la quiero tanto!
Banderillearme al cuarteo
a mí..., ¡que nada le hice!
¡Sólo si el Tato lo dice555
desde Sevilla lo creo!

  (Mirando a MAGALENA con cariño.) 

¡Es imposible! ¡Mi nombre
no has arrastrao, Magalena!
¿Verdá, verdá que eres buena?
TATARRETE
(¡Pero qué lila es este hombre!)560
PABLO

 (Alzándola del suelo, con mucha ternura.) 

¡Ven a mi vera, a mi oído!
¡Di que el quiebro no me has dao!
MAGALENA
(¡No, no puedo!)
PABLO

 (Con terror.) 

¡Y sa callao!
TATARRETE

 (Con desprecio.) 

(¡Y a eso le llaman marido!)
PABLO

 (Con furor.) 

¡Responde, pronto, al instante!565

  (Reparando en TATARRETE.) 

¡O tú, que ya te he oliscao!
¡Responde!
TATARRETE

 (Con voz ronca.) 

¡Estoy constipao!
PABLO

 (Con furor.) 

¡Yo te curaré, silbante!
TATARRETE
Si entiende usted de botica,
yo padezco carraspera.570
PABLO
¡Te quitaré la ronquera
con la punta de mi pica!
TATARRETE
Mil gracias, así me ahorro
lo que costará el brebaje.
PABLO
¡Pues bien, si tienes coraje,575
ven a reñir, ven!...

 (Arroja a MAGALENA sobre una silla y se lanza sobre TATARRETE.) 

TATARRETE

 (Dando un salto y huyendo.) 

¡Socorro!


Escena VII

 

Dichos y EL SEÑOR ANDRÉS. Al final MARIQUILLA. EL SEÑOR ANDRÉS aparece por la izquierda y entra en escena muy despacio.

 
PABLO
¡Andrés, soy un caballero!
TATARRETE
¡Y yo otro!
PABLO
Ya somos dos.
Uno sobra.
TATARRETE

 (Al foro.) 

Pues adiós.
PABLO
¿Dónde vas?
TATARRETE
Al Matadero.
580
PABLO
Me gusta el sitio.
MAGALENA

 (Incorporándose.) 

¡A mí no!
PABLO
¡Calla, culebra!
MAGALENA

 (Muy cariñosa.) 

¡Alma mía,
si esto fue una tontería!
PABLO
¡En que el tonto he sido yo!
 

(EL SEÑOR ANDRÉS hace como que habla con unos y con otros, indicando que no hay motivo para enfadarse.)

 
MAGALENA
¡No lo creas!
PABLO
¡Sí lo creo!
585

 (A TATARRETE.) 

¡Y aunque a muerte te provoco,
te he de matar, poco a poco,
para que te quedes feo!
 

(TATARRETE se cubre la cara con las manos, como estremecido ante semejante idea.)

 
MAGALENA
¡Pablo, que todo fue guasa!
MARIQUILLA

 (Sale corriendo por la izquierda.) 

¡Mamá, mamá! ¡Padre, padre!590

  (Se arroja entre los dos.) 

PABLO

  (Desprendiéndose de ella.) 

¡Tú, chiquilla, con tu madre!
¡Y para esto hay quien se casa!
 

(TATARRETE en el foro vuelve a hacer juegos malabares. EL SEÑOR ANDRÉS se ha sentado cerca del fogón, ha sacado unos anteojos, el periódico El Enano y se ha puesto a leer tranquilamente. MAGALENA desmayada en una silla, a la derecha, y MARIQUILLA a sus pies, abrazándola. PABLO en el centro. Telón de cuadro, que vuelve a levantarse inmediatamente.)

 


 
 
FIN DEL CUADRO II