Acto II
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Salen el PRÍNCIPE
DORISTEO y PERSEO.
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DORISTEO |
Notables cosas
hace la fortuna, |
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si a la fortuna se ha de dar la
causa. |
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PERSEO |
La nueva fue fingida, y vez
alguna |
|
pronostica verdad. |
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PERSEO |
Si el alma con avisos
importuna, |
5 |
y no le ponen accidentes
pausa, |
|
por lo que participa de
divina, |
|
a pretender remedio el dueño
inclina. |
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DORISTEO |
Dije a la bella
Floris que quedaba |
|
su esposo muerto a manos de una
fiera |
10 |
cuando con más salud
solicitaba |
|
la caza por el monte y la
ribera; |
|
y aunque mi amor (fingiendo) la
engañaba, |
|
la mentira salió tan
verdadera |
|
que ha un año y más
que Céfalo, perdido, |
15 |
pasó las aguas del eterno
olvido. |
|
Mas otro tanto
tiempo mi esperanza |
|
padece su crueldad, sin ser
posible |
|
entrar en su firmeza la
mudanza. |
|
¡Oh, gran lealtad, mas
condición terrible! |
20 |
¡Qué falsa fue,
Perseo, mi esperanza! |
|
Porque dura montaña
inaccesible, |
|
del peñasco de Sísifo
cargado, |
|
llevo en los hombros mi mortal
cuidado. |
|
Sale la noche y
cubre los mortales |
25 |
de sueño y de temor, y yo
despierto |
|
a idolatrar de Floris los
umbrales, |
|
y parezco dormido en estar
muerto. |
|
Sale de los palacios
orientales |
|
la fresca Aurora, envuelta en velo
incierto, |
30 |
y hallándome a su puerta, al
sol avisa |
|
que para ver mi amor se dé
más prisa. |
|
Sale el dorado
sol; no sale a verme, |
|
sino para que venga a
retirarme |
|
de acción tan loca; en tanto
Floris duerme |
35 |
descuidada de verme y
remediarme. |
|
¿De qué esperanzas
puedo yo valerme, |
|
o qué mayor crueldad
desengañarme? |
|
Yo, en tanta confusión,
morir me veo |
|
si no muere primero mi deseo. |
40 |
|
|
PERSEO |
Tratemos, si a tu
Alteza le parece, |
|
casar a Floris. |
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DORISTEO |
Si a un marido muerto
|
|
guarda la fe que a su memoria
ofrece, |
|
con el vivo su amor será
más cierto. |
|
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PERSEO |
Si el marido, señor, su fe
merece, |
45 |
será sin duda pensamiento
incierto; |
|
pero siendo el marido de tu
mano, |
|
no podrá ser tu pensamiento
vano. |
|
|
|
DORISTEO |
Luego ¿ha
de ser fingido el casamiento? |
|
|
|
PERSEO |
Y de manera que la noche
propia |
50 |
ocupes su lugar. |
|
|
DORISTEO |
Sabrá mi intento,
|
|
y para mi opinión es cosa
impropia. |
|
|
|
PERSEO |
Yo quiero, pues te he dado el
pensamiento |
|
de alguna historia verdadera
copia, |
|
ser su fingido esposo. |
|
|
DORISTEO |
Agora veo
|
55 |
tu fe, tu amor y tu lealtad,
Perseo. |
|
Ejecuta la
industria más discreta |
|
que ha visto el ciego amor, y reina
luego; |
|
que no hay otra esperanza que
prometa |
|
fin a mis penas y a mi amor
sosiego. |
60 |
|
|
|
|
PERSEO |
Si la boda aceta
|
|
la bella Floris, en amor tan
ciego |
|
no espere Doristeo de este
engaño |
|
hallar provecho, porque soy su
daño. |
|
|
|
|
(Salen FLORIS y
ELISA.)
|
ELISA |
A mucho, Floris,
te atreves. |
65 |
|
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|
DORISTEO |
Ya mueve en los blancos pies |
|
dos cristales y dos nieves. |
|
|
|
PERSEO |
Siempre los que
amáis pensáis |
|
desatinos semejantes. |
70 |
|
|
DORISTEO |
En estrellas de diamantes |
|
de a cinco rayos
andáis. |
|
|
|
PERSEO |
¡Que esto
no entienda mi amor, |
|
enfermo del mismo mal! |
|
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|
DORISTEO |
Hermosura celestial, |
75 |
de hablaros tengo temor. |
|
|
|
FLORIS |
No le tenga
Vuestra Alteza |
|
de quien a sus pies
está. |
|
|
|
DORISTEO |
Quedo, que se correrá |
|
la misma naturaleza; |
80 |
no os hizo a vos,
para ser |
|
humilde a ninguna cosa, |
|
mortal; antes como a diosa |
|
os tengo de obedecer. |
|
Días ha
que no salís, |
85 |
días ha que nadie os
ve; |
|
ya, Floris, pasó, ya
fue |
|
lo que lloráis y
sentís. |
|
Tiempo es ya de
descansar |
|
de penas que no agradecen |
90 |
los muertos, ni las merecen, |
|
pues no las han de pagar. |
|
Diréis que
aboga por mí |
|
mi amoroso pensamiento; |
|
ya, Floris, es otro intento |
95 |
con el que he venido
aquí. |
|
Que, viendo
vuestra firmeza, |
|
mudé amor por no querer |
|
contra violencia vencer |
|
tan desdeñosa belleza; |
100 |
y ya sólo
vive en mí |
|
la opinión de vuestro
honor; |
|
que si la ofendió mi
amor, |
|
no se ha de quedar
ansí. |
|
¡Vive
Júpiter sagrado |
105 |
que os he de restituir |
|
cuanto se puede mentir |
|
de un poderoso cuidado! |
|
Yo os he casado;
mirad |
|
si deseo vuestro honor; |
110 |
Perseo os tenía amor |
|
por gusto de mi amistad: |
|
bien os
empleáis en él; |
|
yo quiero ser el padrino. |
|
|
|
FLORIS |
Por cierto que os imagino |
115 |
cruel conmigo y con él: |
|
conmigo, pues
intentáis |
|
quitarme tan justa pena; |
|
y con él, pues de amor
llena |
|
el alma, a otro amor me dais. |
120 |
Porque si
habéis intentado |
|
quitarme a un amigo esposo, |
|
¿qué habéis de
hacer, poderoso, |
|
sino quitarme a un criado? |
|
¿Es
éste acaso el intento |
125 |
con que habéis venido
aquí? |
|
¿Concertáis los dos
ansí |
|
este injusto casamiento? |
|
Pues cuando
fuérades vos, |
|
que no digo yo Perseo, |
130 |
os igualara el deseo, |
|
y el mismo amor de los dos. |
|
Yo fui de
Céfalo; yo |
|
soy de Céfalo, y
seré |
|
de Céfalo, que esta fe |
135 |
no murió cuando él
murió. |
|
Ella vive, y vive
en mí |
|
Céfalo, ni ha de tener |
|
otro dueño a quien
querer |
|
alma que una vez rendí. |
140 |
No soy yo de las
mujeres |
|
que piensan más de una
vez, |
|
y vos mismo sois jüez |
|
en amorosos placeres. |
|
Aquella que
allí pasó, |
145 |
pasa en la memoria en
mí; |
|
si a Céfalo dije
sí, |
|
diré a todo el mundo
no. |
|
|
|
DORISTEO |
Floris, no es
esto lealtad, |
|
mas causa engendra este efeto; |
150 |
¡por mi vida, que hay
secreto |
|
que engaña con la
verdad! |
|
Y perdonad que,
cansado |
|
de tan necia resistencia, |
|
no remito a vuestra ausencia |
155 |
lo que de vos he pensado. |
|
Aquí hay
oculta persona |
|
que en secreto os entretiene; |
|
yo sabré por dónde
viene, |
|
quién le ayuda y
quién le abona, |
160 |
aunque, si acaso
es criado, |
|
tendrá más
dificultad. |
|
|
|
FLORIS |
Respetar la majestad |
|
a escucharos me ha obligado; |
|
pero
¡quién pensar pudiera |
165 |
que, contra mi honestidad, |
|
tan injusta libertad |
|
en vuestro valor cupiera! |
|
En viendo que una
mujer |
|
se conserva sola y casta, |
170 |
y que el interés no
basta |
|
para poderla vencer, |
|
luego
decís que hay secreto |
|
de criado o de galán, |
|
o que por ventura están |
175 |
con miedo de algún
defeto. |
|
Decís que
por encubrir |
|
faltas secretas son buenas, |
|
por ver si con estas penas |
|
se quisiesen descubrir. |
180 |
Cansadas tretas,
¡por Dios!, |
|
para probar la firmeza, |
|
e indignas de la nobleza |
|
de un Príncipe como
vos. |
|
Y para no
proceder |
185 |
adelante en enojaros, |
|
porque quiero perdonaros |
|
y no me quiero ofender, |
|
dadme
licencia... |
|
|
|
FLORIS |
No puedo escuchar agravios; |
190 |
demás que los reyes
sabios |
|
siempre honraron la verdad. |
|
(Vase.)
|
|
|
|
|
DORISTEO |
Dile a esa cruel que soy |
|
el Príncipe, y di que
estoy |
195 |
tal que a mí me tengo
miedo. |
|
|
|
ELISA |
Vos haréis
como señor, |
|
estimando la lealtad |
|
de esta mujer. |
(Vase.)
|
|
|
DORISTEO |
Perdonad,
|
|
obligaciones de honor, |
200 |
que voy a hacer
desatinos. |
|
|
|
|
DORISTEO |
De suerte
|
|
que solicita mi muerte |
|
su honor con rayos divinos; |
|
mas yo he de
hacer, o perderme, |
205 |
que antes que ella pueda hacer |
|
que me canse de querer, |
|
se canse de aborrecerme. |
|
|
|
|
(Salen CÉFALO y FABIO.)
|
CÉFALO |
¿Qué dices, Fabio? ¿Es
posible |
|
que ha un año que estoy
aquí? |
210 |
|
|
|
|
FABIO |
Dos veces en el
Carnero |
|
que pinta la astrología |
|
he visto el sol desde el
día |
215 |
que aquí llegamos. |
|
|
CÉFALO |
¿Qué espero,
|
|
sino que eterna prisión |
|
sepulte, Fabio, mis
años? |
|
|
|
FABIO |
La causa de estos
engaños |
|
amores y hechizos son. |
220 |
|
|
|
|
CÉFALO |
Pues tan hermosa, ¿se
vale |
|
de otras cosas? |
|
|
FABIO |
No te sale
|
|
del alma el amor a ti. |
|
Y cuando alguna
mujer |
225 |
que pagan su amor no alcanza, |
|
o por gusto, o por venganza, |
|
de esto se suele valer; |
|
si suspiras, si
estás triste, |
|
¿qué te espanta? |
|
|
CÉFALO |
¿Cómo puedo
|
230 |
dejar de sentir, si quedo |
|
sin el cielo en que me viste? |
|
|
|
FABIO |
No me atrevo
muchas veces, |
|
Céfalo, a
desengañarte; |
|
que tengo para avisarte |
235 |
muchos ojos por jüeces. |
|
La noche que te
advertí |
|
de cosas que no sabías, |
|
y falté más de seis
días, |
|
¿adónde piensas que
fui? |
240 |
|
|
|
FABIO |
No sé
|
|
si era monte o si era prado; |
|
que en jumento transformado, |
|
de hierbas me sustenté. |
|
No sabía
la ocasión, |
245 |
y un día una fuente
clara |
|
me mostró la indigna
cara |
|
de un animal de razón. |
|
Y aunque me vi,
ni por sueños |
|
del agua me enamoré, |
250 |
puesto, Céfalo, que
sé |
|
que hay Narcisos
borriqueños. |
|
Acordéme
de que había |
|
algunos hombres ansí, |
|
que enamorados de sí, |
255 |
se miraban cada día. |
|
Cuando vi las dos
orejas |
|
y aquella nariz bestial, |
|
el hocico desigual, |
|
hundidos ojos y cejas, |
260 |
saqué del
alma dos graves |
|
suspiros; mas tales fueron, |
|
que como de un trueno huyeron |
|
de todo el bosque las aves. |
|
En fin, con el
negro hocico |
265 |
la clara fuente
enturbié, |
|
pues causa de verme fue |
|
en figura de borrico. |
|
Y fui diciendo
entre mí: |
|
«Quien se ve de esta
manera, |
270 |
¿cómo es posible que
quiera |
|
enamorarse de
sí?» |
|
|
|
|
(Entran BELISA y
AURORA.)
|
|
|
AURORA |
Tanto, Belisa, que ya |
275 |
de mi propio amor me privo. |
|
|
|
BELISA |
¿De
qué nace su tristeza? |
|
|
|
AURORA |
De algún amor que ha
dejado. |
|
|
|
BELISA |
¿En un año no ha
borrado |
|
cualquier amor tu belleza? |
280 |
¡Hombre
firme! |
|
|
AURORA |
En esta fuente
|
|
dos rayas quisiera hacer: |
|
una, de que haya mujer |
|
que quiera tan neciamente. |
|
Y otra, de que al
fin de un año, |
285 |
con una mujer hermosa, |
|
se le acuerde de otra cosa |
|
a un hombre firme en su
engaño. |
|
|
|
CÉFALO |
¿Cómo nos podremos ir |
|
sin que lo supiese Aurora? |
290 |
|
|
FABIO |
Es tan gran madrugadora, |
|
que nos ha de ver huir. |
|
Temo estas
selvas, que están |
|
llenas de sombras y miedos, |
|
de laberintos y enredos, |
295 |
y de respuestas que dan. |
|
Allí asoma
un elefante, |
|
allí una mona, allí
un oso. |
|
salta un sátiro peloso, |
|
y un fauno medio gigante. |
300 |
No sé
qué habemos de hacer. |
|
|
|
AURORA |
Céfalo mío,
¿qué es esto? |
|
|
|
CÉFALO |
¡Oh bella Aurora! ¡Oh
mi bien! |
|
Cortina hermosa del cielo, |
|
primero estrado del sol, |
305 |
arco de su luz primero, |
|
peine de marfil, con quien |
|
compone el rubio cabello. |
|
No en vano los verdes prados |
|
de improviso florecieron, |
310 |
perlas bordaron las aguas |
|
de estos limpios arroyuelos. |
|
No en vano las libres aves |
|
iban alternando versos |
|
de sauce en sauce, de flor |
315 |
en flor, con tan dulces ecos. |
|
¿Cómo te has tardado
tanto |
|
con el sol? ¡Muero de
celos! |
|
¿Qué te ha dicho de
los hombres |
|
a nuestras plantas opuestos? |
320 |
Ya me mataba de verte |
|
aquel ardiente deseo |
|
con que te adoró mi
vida. |
|
|
|
AURORA |
Pon a tu lengua silencio, |
|
tebano infame, y advierte |
325 |
que las deidades sabemos, |
|
no sólo vuestros
engaños, |
|
vuestros mismos pensamientos. |
|
¿Qué mujer en hombre
fía |
|
si sé que te vas
huyendo, |
330 |
si ese día que lo
intentas |
|
me dices falsos requiebros? |
|
Dime toda la verdad; |
|
que por fuerza no te quiero |
|
si fueras el mismo Apolo. |
335 |
|
|
CÉFALO |
Aurora, tu ofensa temo; |
|
no te espantes que los hombres |
|
aquellas prendas amemos |
|
que nos dieron igualmente |
|
en matrimonio los cielos. |
340 |
Señora, yo soy casado |
|
en Tebas, y te prometo |
|
que es digna Floris, mi
esposa, |
|
del grande amor que la tengo; |
|
junto los dos nos criamos, |
345 |
y amor de suerte en dos
pechos, |
|
que vino a ser una el alma |
|
y uno mismo el pensamiento. |
|
Era yo recién casado, |
|
y de los brazos el tiempo |
350 |
tan poco, que aún no
llegamos |
|
a perdernos el respeto. |
|
Dábale a Júpiter
gracias |
|
de ver, en amaneciendo, |
|
a mi lado abrir los ojos |
355 |
ángel tan hermoso y
bello, |
|
una imagen de marfil, |
|
una tan perfecta Venus, |
|
que me mataba la envidia, |
|
si supiera mis secretos, |
360 |
cuando el Príncipe de
Tebas, |
|
cuando el galán
Doristeo, |
|
me manda que le
acompañe |
|
a esta caza, en que durmiendo |
|
me viste, divina Aurora, |
365 |
y donde ha un año que
duermo; |
|
que no puede tanto olvido |
|
ser menos que eterno
sueño. |
|
Dióme de mi loco
engaño |
|
aviso Fabio. |
|
|
FABIO |
¿Qué has hecho,
|
370 |
qué has dicho? |
|
|
CÉFALO |
Y fui poco a poco
|
|
mi desdicha conociendo. |
|
|
|
FABIO |
Hoy me matan, hoy me chupan |
|
brujos, jimios y camellos; |
|
ya no saldremos de
aquí. |
375 |
|
|
CÉFALO |
Con esto, Aurora, muriendo |
|
de celos de la hermosura |
|
de Floris, no estoy contento |
|
con tus regalos y gustos; |
|
que si hay honor de por medio, |
380 |
no creas que hay hombre alegre |
|
con cuanto bien tiene el
suelo. |
|
Es sola, es moza, es hermosa: |
|
tiene gallardos mancebos |
|
Tebas, y tan atrevidos, |
385 |
que a nadie guardan respeto. |
|
Pero aunque me mate
aquí |
|
mi celoso pensamiento, |
|
la obligación de mi
honor, |
|
y el ansia de mis deseos, |
390 |
no saldré de aquesta
selva |
|
ni de tu obediencia, haciendo, |
|
de servirte y adorarte, |
|
de nuevo mil juramentos; |
|
porque viendo... |
|
|
|
|
AURORA |
Basta, no quiero
|
|
tus palabras ni tus obras. |
|
Ya, Céfalo, te
aborrezco; |
|
porque no hay mujer tan vil, |
|
ni de tan bajo sujeto, |
400 |
que quiera un hombre forzado. |
|
Vete de mis ojos luego; |
|
que a fe que te ha de pesar. |
|
|
|
CÉFALO |
Aurora, si te merezco |
|
por un año de tus
brazos |
405 |
que me escuches, oye. |
|
|
AURORA |
Necio,
|
|
vete, pues vas por tu mal. |
|
(Váyase AURORA.)
|
|
|
FABIO |
Belisa, ¿qué culpa
tengo |
|
del desamor de mi amo? |
|
|
|
BELISA |
¡Cómo no, si tus
consejos |
410 |
han sido causa de todo! |
|
|
|
FABIO |
¡Plega a Júpiter
inmenso, |
|
que si yo... |
|
|
BELISA |
¡Ya es tarde, infame!
|
|
Presto verás... |
|
|
|
BELISA |
Que te han de sacar los ojos |
415 |
mil mochuelos. |
|
|
|
|
(Váyase BELISA.)
|
CÉFALO |
¿Que
haré ¡triste de mí! que dice Aurora |
|
que por mi mal veré mi
esposa amada |
|
si fue a mi honor y a su valor
traidora? |
|
|
|
FABIO |
No digas tal, que Aurora
habló enojada. |
420 |
|
|
CÉFALO |
Ya parte a verla el alma que la
adora, |
|
mas con vergüenza y con
razón turbada |
|
de ver que la ofendí. |
|
|
FABIO |
No la ofendiste,
|
|
pues que forzado y engañado
fuiste. |
|
|
|
CÉFALO |
Un año
habrá que falto, y de manera |
425 |
estoy trocado que fingirme
quiero |
|
un hombre extraño. |
|
|
|
CÉFALO |
Probaré con amor y con
dinero |
|
a conquistar su fe. |
|
|
FABIO |
Cuando te quiera,
|
|
¿que discreción
será? |
|
|
CÉFALO |
Saber espero,
|
430 |
por lo que hará conmigo, lo
que ha hecho |
|
conociendo su falso o firme
pecho. |
|
|
|
|
CÉFALO |
Celos, dicen, Fabio,
|
|
y la ocasión que dió
mi larga ausencia, |
|
con lo que Aurora dice que a mi
agravio |
435 |
ni amor ni honor han hecho
resistencia: |
|
a ver mi muerte voy. |
|
|
FABIO |
No hay hombre sabio
|
|
como ha probado en tantos la
experiencia, |
|
que haya probado ni mujer ni
espada, |
|
que a bien librar ha de quedar
probada. |
440 |
|
|
|
(Salen.)
|
|
(Salen FLORIS,
ELISA y FINEO.)
|
FINEO |
Tu padre tiene
este gusto, |
|
y estas memorias me
dió. |
|
|
|
FLORIS |
Si al Príncipe
respondió |
|
mi lealtad con tal disgusto, |
|
y queriendo que
Perseo, |
445 |
su más privado, y
amigo, |
|
se desposase conmigo, |
|
¿qué me persigues,
Fineo? |
|
|
|
FINEO |
¿Piensas
en tan verde edad |
|
conservarte de esta suerte? |
450 |
¿No has de salir, no han de
verte? |
|
¿Todo ha de ser
soledad? |
|
¿No
estará mejor guardado |
|
tu honor de un mancebo
hermoso, |
|
que no sujeto al ocioso |
455 |
vulgo, siempre desbocado? |
|
¿Qué podrá decir de ti, |
|
si hermosura y soledad |
|
nunca hicieron amistad? |
|
|
|
FLORIS |
Soledad, sola, ¡ay de
mí! |
460 |
Mas no digas que
te envía |
|
mi padre, porque sospecho |
|
que el Príncipe... |
|
|
FINEO |
Mal has hecho
|
|
en dudar de la fe mía; |
|
si hablé
al Príncipe jamás, |
465 |
Júpiter permita... |
|
|
FLORIS |
Tente;
|
|
muestra los papeles. |
|
|
|
FLORIS |
¿Hay más?
|
|
(Lea.)
|
«Alexandro, natural de
Corinto, caballero ilustre, es de diez y ocho años, hermoso
y rico.»
|
|
|
|
FLORIS |
Famosas;
|
|
pero son diez y ocho
años, |
470 |
para marido, muy pocos; |
|
porque, como no han gozado, |
|
del mundo, quieren saber |
|
qué otros gustos, qué
otros brazos |
|
tienen diversas mujeres; |
475 |
y así, tengo por gran
daño |
|
que el marido sea tan mozo. |
|
Con tu licencia, le rasgo. |
|
|
|
FINEO |
Lee aquéste, que
sospecho |
|
que te agrade. |
|
|
FLORIS |
Si me agrado,
|
480 |
te doy palabra de ser |
|
suya. |
|
|
|
FLORIS |
(Lea.)
|
«Lisardo, mancebo noble, de
talle y costumbres, rizado de cabello, y cuidadoso de sus galas, de
lindas manos y...»
|
Aquí me quedo, en la y, |
|
¿éste me alababas
tanto? |
|
|
|
FINEO |
Pues ¿fue más bello
Narciso? |
485 |
|
|
FLORIS |
Talle y costumbres alabo; |
|
lo rizado del cabello |
|
no me agrada, que es mal caso |
|
que nos estemos los dos |
|
por la mañana rizando; |
490 |
porque, si entran a saber |
|
qué mandamos los
criados, |
|
no sabrán quién de
los dos... |
|
Mas basta, no lo digamos. |
|
|
|
FINEO |
¿Cómo ha de ser un
mancebo? |
495 |
|
|
|
FINEO |
¿Sucio acaso y mal
vestido? |
|
|
|
FLORIS |
No, sino muy bien; y
¿acaso |
|
la limpieza y el aseo |
|
no está en un hombre
afectado, |
500 |
que está más tiempo
al espejo |
|
que pide un cuello? Veamos |
|
el que se sigue. |
|
|
FINEO |
Será
|
|
Darte más novios
cansancio. |
|
|
|
FLORIS |
(Lea.) |
|
«Cesarino, alto y barbinegro,
de edad de cuarenta años.»
|
|
|
FINEO |
Reparas; luego ¿te
agrada? |
505 |
|
|
FLORIS |
En los cuarenta reparo; |
|
que como mujeres y hombres |
|
siempre los años
negamos, |
|
añado diez a cuarenta, |
|
y así tendrá
cincuenta años. |
510 |
|
|
FINEO |
Pues ¿cómo, si es
barbinegro? |
|
|
|
FLORIS |
¿Y eso juzgas por
milagro? |
|
Y de ochenta puede serlo |
|
con un poco de cuidado. |
|
¿Llamaron? |
|
|
|
|
FINEO |
Voyme, el volver excusando; |
|
que quien se quiere casar, |
|
no mira en tantos ni en
cuántos. |
|
(Váyase FINEO.)
|
|
|
FLORIS |
Vé, Elisa,
y mira quién llama; |
|
que yo no pienso querer |
520 |
hombre en mi vida, ni ser |
|
contraria a mi honesta fama. |
|
|
|
|
FLORIS |
La que nace
|
|
como nací, se
obligó |
|
a la fe que guardo yo; |
525 |
que puesto que muerto yace |
|
mi esposo,
está vivo en mí. |
|
|
|
ELISA |
A la puerta un mercader, |
|
dice que te quiere ver. |
|
|
|
FLORIS |
¿Mercader, Elisa, a
mí? |
530 |
Despídele;
que no quiero |
|
ver sedas, oro, ni galas; |
|
que es dar más ojos,
más alas |
|
al pensamiento ligero. |
|
|
|
ELISA |
Parece que
estás más triste |
535 |
que el día que aquesta
nueva |
|
que a tantas penas te lleva |
|
del trágico nuncio
oíste. |
|
Déjale
entrar; que no sé |
|
lo que te quiere. |
|
|
|
ELISA |
Advierte que es extranjero, |
|
como en el traje se ve, |
|
y que no
aventuras nada; |
|
por ventura, es en provecho |
|
tuyo. |
|
|
FLORIS |
Necia estás; sospecho
|
545 |
que darme pena te agrada. |
|
Di que
entre. |
|
|
|
|
(Salen, en hábito de mercaderes, CÉFALO y FABIO con una caja.)
|
CÉFALO |
Júpiter, señora, os
guarde. |
|
|
|
|
CÉFALO |
Cobarde,
|
|
Fabio, etsoy; pero
¿qué espero? |
550 |
|
|
FLORIS |
Vos seáis
muy bien venido. |
|
¿De dónde sois? |
|
|
CÉFALO |
Soy de Atenas.
|
|
Helada tengo en las venas |
|
la sangre. |
|
|
|
FLORIS |
¿Para
qué me habéis buscado? |
555 |
¿Qué es lo que os
dicen de mí? |
|
|
|
CÉFALO |
Hoy en el palacio oí |
|
que os casáis o
habéis casado; |
|
tengo joyas
extremadas |
|
de todas piedras;
querría |
560 |
que os agradasen. |
|
|
FLORIS |
Tendría
|
|
de nuevas tan excusadas |
|
la culpa
algún cortesano |
|
ocioso. |
|
|
|
FLORIS |
Aquí vive la lealtad |
565 |
de un muerto. |
|
|
CÉFALO |
Es lealtad en vano;
|
|
que
también decir oí |
|
que era vuestro esposo muerto |
|
de una fiera en un desierto. |
|
|
|
|
CÉFALO |
Pues siendo ansí,
|
570 |
¿por qué no os
queréis casar? |
|
|
|
FLORIS |
Porque muerta adoro en
él. |
|
|
|
CÉFALO |
No sois discreta, pues
¿dél |
|
ya qué podéis
esperar? |
|
Yo entré a
venderos el oro |
575 |
y piedras que traigo
aquí, |
|
y después, Floris, que os
vi, |
|
con toda el alma os adoro. |
|
Soy, como veis
extranjero, |
|
con quien no podéis
perder; |
580 |
y aunque me veis mercader, |
|
disfrazado caballero. |
|
Porque me
dejéis serviros |
|
os quiero esta noche dar |
|
una cintura y collar |
585 |
de diamantes y zafiros |
|
(Aparte.
|
que vale diez mil
ducados.) |
|
|
|
FLORIS |
¿A quién no hicieron
pensar, |
|
y pensando dar lugar a efectos
menos honrados? |
|
Yo, Elisa, no he
respondido |
590 |
por dudar el interés, |
|
mas por ver lo mucho que es |
|
a Céfalo parecido. |
|
¿Has visto
error, si este nombre |
|
se debe a naturaleza, |
595 |
como en la igual gentileza |
|
de Céfalo y de este
hombre? |
|
Confieso que ha
despertado |
|
la memoria algún deseo. |
|
|
|
ELISA |
Con inclinación te veo. |
600 |
|
|
|
CÉFALO |
Si ha dudado
|
|
Floris, me ha sido traidora. |
|
|
|
FABIO |
Habla bajo, no te entienda. |
|
|
|
FLORIS |
No porque interés
pretenda |
|
de cuanto el indio atesora, |
605 |
os respondo,
caballero, |
|
con alguna voluntad: |
|
cuando os vais de la ciudad, |
|
hablaros despacio quiero. |
|
|
|
|
(Quítese la capa CÉFALO, y diga sacando la
espada:)
|
CÉFALO |
¡Ah,
infame! ¡Viven los cielos, |
610 |
que has de morir a mis manos! |
|
¡No eran mis recelos
vanos, |
|
verdades eran mis celos! |
|
¡Yo soy
Céfalo, tu esposo: |
|
vivo estoy! |
|
|
FLORIS |
¡Cielos, valedme!
|
615 |
¡Montes, selvas,
socorredme! |
|
|
|
|
(Váyanse los dos.)
|
|
|
FABIO |
¿Y
tú, Elisa, hasme ofendido? |
|
|
|
ELISA |
¿Yo, Fabio? Pues
¿qué me has dado, |
|
o cuando me has obligado |
620 |
con el nombre de marido? |
|
|
|
FABIO |
Tienes, Elisa,
razón; |
|
y aunque tu marido fuera. |
|
y de tu amor no tuviera |
|
ni mi honor
satisfacción, |
625 |
no te
probará jamás, |
|
porque a la mujer más
casta |
|
sólo un antojo le
basta, |
|
que es golpe en vidrio, y no hay
más. |
|
|
|
|
(DIANA y
AURORA. DIANA en hábito de diosa, con
arco.)
|
|
AURORA |
Si verdad, señora,
fuera, |
|
o el hombre visto se hubiera, |
|
o se conociera en mí; |
|
si satisfacción te di |
|
de mi castidad, Diana; |
635 |
si es de Apolo la
mañana, |
|
y las tardes tuyas son, |
|
con siniestra
información |
|
te quiere engañar
Silvana. |
|
|
|
DIANA |
No Silvana
solamente; |
640 |
Dórida, Filis, Dantea, |
|
dicen lo mismo. |
|
|
AURORA |
Aunque sea
|
|
su envidia tan vil que intente |
|
que tu gran deidad me afrente, |
|
no debes luego creer |
645 |
cosas dichas por tener |
|
de mi privanza recelos; |
|
porque es con envidia y celos, |
|
áspid la mejor mujer. |
|
|
|
DIANA |
Bien sé yo
que las mañanas, |
650 |
Aurora, estás con el
sol, |
|
y que al primer arrebol |
|
de sus luces soberanas, |
|
en blancas telas y granas |
|
le envuelves, y das al suelo; |
655 |
de las tardes no recelo: |
|
vas conmigo a las florestas; |
|
pero ¿no hay noches, no hay
siestas? |
|
|
|
AURORA |
¿Qué cosa se encubre
al cielo? |
|
Haz mejor
información, |
660 |
y de tus baños me
arroja |
|
si mi término te enoja. |
|
|
|
|
AURORA |
Como a ti de Endimión, |
|
pues, en fin, te han
levantado, |
665 |
Diana, que le has amado. |
|
|
|
DIANA |
¿Qué cosa en el
sentenciar |
|
la ira puede templar |
|
como hallarse el jugo culpado? |
|
|
|
|
(FLORIS
huyendo.)
|
FLORIS |
A tu soberano
amparo |
670 |
una tebana mujer |
|
su vida quiere ofrecer, |
|
falta de humano reparo. |
|
No es, señora, el sol
más claro |
|
que mi inocencia. |
|
|
DIANA |
¿Quién viene
|
675 |
siguiendo? |
|
|
|
|
FLORIS |
Matarme un traidor procura |
|
que mi deshonra previene. |
|
|
|
DIANA |
No osará
llegar aquí, |
680 |
o en mármol le
volveré; |
|
mil vidas le quitaré |
|
si él sólo un cabello
a ti. |
|
Todo el suceso me di |
|
porque la verdad me obligue |
685 |
que te guarde y le castigue. |
|
|
|
FLORIS |
Oye, señora, mi
historia, |
|
si me basta la memoria |
|
para tanto mal. |
|
|
|
FLORIS |
Divina
Diana, |
690 |
gloria de las selvas, |
|
luna en las celestes |
|
regiones etéreas: |
|
de las ninfas castas |
|
ilustre defensa, |
695 |
a quien los lascivos |
|
sátiros respetan: |
|
hija soy, señora, |
|
de Ericteo y Celia; |
|
mi primera patria, |
700 |
la famosa Tebas. |
|
En mis años tiernos, |
|
porque apenas eran |
|
convenientes años |
|
para tener penas, |
705 |
amé, siendo amada |
|
de quien bien pudiera |
|
ser amor, por niño, |
|
de mejores flechas. |
|
Aumentóle el tiempo; |
710 |
que el amor se aumenta |
|
con las privaciones |
|
cuando dos desean. |
|
Céfalo era el nombre |
|
de mi dulce prenda, |
715 |
pintura admirable |
|
de naturaleza. |
|
Ibamos al campo, |
|
dándonos licencia, |
|
a coger las flores |
720 |
de la primavera. |
|
El me coronaba |
|
la frente con ellas; |
|
yo, con mis collares, |
|
la suya de perlas. |
725 |
Daba el tiempo a amor |
|
atrevidas fuerzas; |
|
vieron nuestros padres |
|
peligrosas muestras. |
|
Encerrada estuve, |
730 |
pero no se encierran |
|
las almas que salen |
|
en escritas letras. |
|
Al fin nos casaron, |
|
porque no vinieran |
735 |
a mayores daños |
|
privaciones necias. |
|
Apenas un mes, |
|
locamente ciega, |
|
gocé de mi esposo |
740 |
las caricias tiernas, |
|
cuando Doristeo, |
|
príncipe de Tebas, |
|
necio amante mío, |
|
causa de mis penas, |
745 |
por aquestos montes |
|
a caza le lleva, |
|
y para engañarme |
|
perdido le deja. |
|
Díceme que es muerto; |
750 |
mentirosas nuevas, |
|
por ver si podía |
|
vencerme con ellas; |
|
pero a él y a muchos |
|
hizo resistencia |
755 |
limpia castidad |
|
y casta limpieza. |
|
No quise casarme, |
|
puesto que pudiera |
|
con grandes señores. |
760 |
¡Qué injusta
firmeza! |
|
Pues después de un
año, |
|
con la voz diversa, |
|
el rostro y el traje, |
|
y diciendo que era |
765 |
mercader corintio, |
|
Céfalo me prueba |
|
con diversas joyas |
|
de preciosas piedras. |
|
Yo, no porque fuese |
770 |
codiciosa de ellas, |
|
mas porque el retrato, |
|
el rostro y presencia |
|
de mi esposo vía, |
|
alguna flaqueza |
775 |
repartí a los ojos, |
|
permití a la lengua; |
|
él, sacando entonces |
|
la espada sangrienta |
|
de fieras del campo. |
780 |
quiso hacerme fiera, |
|
diciendo: «¡Ah,
traidora! |
|
¿Esta fe profesas? |
|
¿Este amor me guardas? |
|
¿Este honor
respetas?» |
785 |
Yo, triste, turbada, |
|
sin hallar respuesta, |
|
sin tener disculpa, |
|
sin saber enmienda, |
|
porque nunca aguardan |
790 |
en desdichas ciertas |
|
espadas desnudas, |
|
razones compuestas, |
|
salí de mi casa, |
|
dándome una huerta |
795 |
paso para el campo |
|
entre unas acequias. |
|
Viéneme siguiendo, |
|
y entre aquellas peñas |
|
oigo decir:
«¡Floris! |
800 |
«¡Adúltera,
espera!» |
|
Nunca yo he sido; |
|
él sí que me
deja |
|
por otra mujer |
|
en tan larga ausencia; |
805 |
mas para los hombres |
|
no se hicieron quejas; |
|
suyas son las culpas, |
|
nuestras son las penas. |
|
|
|
DIANA |
Lástima me
ha dado oírte; |
810 |
pero ya has llegado a parte |
|
que no podrá molestarte |
|
aunque se canse en seguirte; |
|
que no
será poderoso |
|
si mil engaños apresta. |
815 |
|
|
AURORA |
¡Ay, triste! Floris, es
ésta |
|
por quien me deja su esposo, |
|
pero ya con
más consuelo |
|
de su desdén y
aspereza, |
|
pues nunca mayor belleza |
820 |
salió del pincel del
cielo. |
|
|
|
FLORIS |
Estoy,
señora, segura |
|
de tu grandeza y piedad. |
|
|
|
DIANA |
Tu inocencia y mi deidad |
|
de su traición te
asegura; |
825 |
ven, y
estarás en mis baños. |
|
|
|
AURORA |
Por mi mal quieren los cielos |
|
que tengan tan fieros celos |
|
tan hermosos
desengaños. |
|
|
|
|
(Salen el PRÍNCIPE, PERSEO y CAZADORES.)
|
DORISTEO |
Dos veces el
dorado vellocino, |
830 |
que a Colcos dió
jardín y nombre eterno, |
|
dorado Febo, infatigable vino, |
|
enjugando los ojos al
invierno, |
|
desde que en este monte
peregrino, |
|
amor sin esperanza y sin
gobierno, |
835 |
con Céfalo a seguir las
fieras y aves |
|
me trujo sólo entre cuidados
graves. |
|
Aquí, si
tienes bien en la memoria, |
|
Perseo, este lugar, quedó
engañado, |
|
y yo volví solícito a
mí gloria, |
840 |
que tanta pena y confusión
me ha dado. |
|
¡Dichoso ausente, cuya nueva
historia |
|
a la fama dará mayor
cuidado |
|
que pudo de Penélope la
tela! |
|
Siendo verdad aquí, y
allá cautela, |
845 |
¿de
cuál mujer se cuenta tal hazaña? |
|
¿Qué difunto
gozó de tal firmeza? |
|
|
|
PERSEO |
O fue sepulcro suyo esta
montaña, |
|
o peña se volvió de
su aspereza; |
|
ninguna cosa a Floris
desengaña |
850 |
para que dé lugar a su
belleza: |
|
¡notable amor! |
|
|
DORISTEO |
Merece bronce eterno
|
|
tan duro corazón, pecho tan
tierno. |
|
|
|
|
(Entrense y salga FABIO.)
|
CÉFALO |
Inmensos montes,
que a mis tristes quejas |
|
de peñas me prestáis
duros oídos; |
855 |
hiedras del claro Apolo, verdes
rejas |
|
que dais a tantos álamos
vestidos; |
|
mar que en escollos bárbaros
te quejas, |
|
triste de ver tus campos
oprimidos |
|
de un monte vuelto en pájaro
ligero, |
860 |
decidle a Floris que sin ella
muero. |
|
Arboles que
escaláis las intrincadas |
|
nubes, con verdes almas
arrogantes, |
|
por quien segunda vez miran
turbadas |
|
la guerra que intentaron los
gigantes; |
865 |
sonoras fuentes que corréis
templadas, |
|
salpicando las hierbas de
diamantes, |
|
formando ese arroyuelo
lisonjero, |
|
decid a Floris que sin ella
muero. |
|
|
|
DORISTEO |
¿Céfalo no es aquéste?
¡Caso extraño! |
870 |
|
|
|
DORISTEO |
¡Ay, cielos!
|
|
Aunque en los ojos puede haber
engaño, |
|
éstas verdades son, no son
recelos: |
|
Céfalo, ¿dónde
vas? ¿Quién a tal daño |
|
redujo tu valor? |
|
|
|
|
CÉFALO |
Celos de Floris, Floris
fugitiva, |
|
que no quiere que ya con ella
viva. |
|
|
|
|
|
DORISTEO |
Pues ¿dónde
está tu Floris? |
|
|
CÉFALO |
Este monte
|
|
la esconde en su aspereza, y me
enloquece |
880 |
por todo aqueste bárbaro
horizonte. |
|
Si piadosa por dicha se os
ofrece |
|
antes que como sol se me
transmonte, |
|
pasando el mar, a mis suspiros
fiero, |
|
decid a Floris que sin ella
muero. |
885 |
Después de
un año que viví escondido |
|
en este monte con extrañas
pruebas |
|
de mi fortuna, y de un amor
fingido, |
|
fui disfrazado a ver mi esposa a
Tebas. |
|
Engañáronme celos, y
atrevido |
890 |
propuse a su virtud infamias
nuevas: |
|
saqué la espada.
¡Qué rigor, ¡ay, cielos! |
|
de lo que puede un desengaño
en celos! |
|
Huyó,
seguíla, y en aquesta selva |
|
la voy buscando, sin saber por
dónde; |
895 |
mas no es posible que a escucharme
vuelva, |
|
que por mas que la llamo no
responde. |
|
|
|
DORISTEO |
Pues, Céfalo, por más
que se revuelva, |
|
si no es que el centro de este mar
la esconde, |
|
penetraré las selvas con mi
gente |
900 |
antes que vuelva el sol al
Occidente. |
|
Ea, Perseo, no ha
de quedar rama. |
|
Que no vamos contando una por
una. |
|
|
|
PERSEO |
Hoy a nueva esperanza amor te
llama. |
|
|
|
DORISTEO |
Favorecerme quiere la fortuna. |
905 |
|
|
|
(Entre CÉFALO.)
|
FABIO |
Por este arroyo que el cristal
derrama |
|
de aquella fuente en quejas
importuna, |
|
unos pastores dicen que le
vieron: |
|
aquél parece; él es,
no me mintieron. |
|
¿Dónde vas, señor
mío, de esta suerte? |
910 |
|
|
|
|
CÉFALO |
¡Oh, dulce causa de mi amarga
muerte! |
|
Vuelve a mis brazos,
¿dónde vas perdida? |
|
|
|
FABIO |
Que no soy Floris, sino Fabio;
advierte |
|
que estás sin seso. |
|
|
CÉFALO |
El alma, divertida,
|
915 |
a la imaginación la
representa. |
|
|
|
FABIO |
Pues dile al alma tú que no
te mienta. |
|
|
|
CÉFALO |
Fabio, busquemos
a mi amada esposa, |
|
pidámosle perdón de
aquel agravio. |
|
|
|
FABIO |
Busquémosla, señor,
que es justa cosa. |
920 |
|
|
CÉFALO |
Rompe la voz en esos montes,
Fabio. |
|
|
|
|
CÉFALO |
Dile, Fabio, ¡hermosa!
|
|
Quizá responderá |
|
|
FABIO |
Concepto sabio,
|
|
que a hermosa no hay mujer, puesto
que fea |
|
que no responda y que es su nombre
crea. |
925 |
¡Floris
hermosa, Floris más hermosa |
|
que al prevenir el sol la blanca
aurora! |
|
|
|
|
(AURORA
entre.)
|
|
CÉFALO |
¡Oh, Floris amorosa!
|
|
Céfalo, aquel que tu
hermosura adora. |
|
|
|
AURORA |
Vengada estoy de ti; no soy tu
esposa, |
930 |
tu enemiga, villano, soy
agora. |
|
|
|
CÉFALO |
¿Sabes, Aurora, de mi Floris
nuevas? |
|
|
|
AURORA |
Sé que la goza el
Príncipe de Tebas. |
|
|
|
CÉFALO |
Espera, aguarda.
¡Ay de mí! |
|
|
|
|
|
FABIO |
Por entre las ramas corre. |
|
|
|
CÉFALO |
Daréle voces que
vuelva. |
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(Dentro.)
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¡Aurora, Aurora! |
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(Diga desde adentro, y siempre más
lejos:)
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CÉFALO |
Dime, Aurora,
así amanezcas |
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clara, cristalina y limpia, |
940 |
¿hablas de veras? |
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CÉFALO |
¿El príncipe
Doristeo |
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a mi Floris lleva? |
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FABIO |
Mira, señor, que es el
eco |
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que en aquellos valles suena. |
945 |
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CÉFALO |
Déjame, Fabio, que ya |
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fueron ciertas mis sospechas. |
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¿No es verdad, hermosa
Aurora, |
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y que ya son ciertas? |
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CÉFALO |
¿No se va con Doristeo |
950 |
Floris a Tebas? |
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FABIO |
No porfíes, no la
llames; |
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y porque mejor lo creas, |
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déjame que la pregunte: |
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Aurora, ¿eres necia? |
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FABIO |
Que era fea confesó, |
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pero calló que era
vieja, |
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que hasta el eco en las
mujeres |
960 |
la edad y los años
niega. |
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FABIO |
No creer
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esta celosa hechicera, |
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sino buscar a tu esposa. |
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CÉFALO |
Prados, montes, fuentes
selvas, |
965 |
¿dónde está mi
bella Floris? |
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(FLORIS entre con
ELISA.)
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FLORIS |
Que la lleve al baño,
ordena |
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Diana, estas blancas tocas. |
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ELISA |
Y a mí estas flores y
hierbas. |
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FLORIS |
¿No es buena esta vida,
Elisa? |
970 |
¿No te hallas bien con
ella? |
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ELISA |
No volviera a la ciudad |
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por los tesoros de Grecia. |
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FLORIS |
¿Qué hará mi
enemigo esposo? |
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ELISA |
Querrá dar a tu
inocencia |
975 |
la muerte, y por
galardón |
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de tu lealtad y firmeza, |
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la infamia de que le has hecho |
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la no imaginada ofensa. |
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CÉFALO |
Fabio, Fabio, vuelve el
rostro, |
980 |
¿no es Floris, mi esposa,
aquélla? |
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FABIO |
Sí, señor, y
aquélla, Elisa. |
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CÉFALO |
Floris, mi vida, no temas; |
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yo soy Céfalo, tu
esposo, |
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quien te adora y te desea. |
985 |
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CÉFALO |
No huyas, aguarda, espera. |
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(Las dos, huyendo, se pongan en dos tramoyas que
estarán en dos partes del lienzo del vestuario, y, dando la
vuelta, al abrazarlas se hallarán con dos sátiros muy
feos en los brazos.)
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FABIO |
¡Ay, cielos!
¿Qué es lo que veo? |
990 |
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CÉFALO |
¡Ay, cielos!
¿Qué bestia es ésta? |
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FABIO |
Suéltame, por Dios, los
brazos, |
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Belisa en demonio enjerta. |
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(Vuelvan a dar la vuelta y queden solos.)
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CÉFALO |
¿Piensas que tendré
temor |
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aunque en mil formas te
vuelvas? |
995 |
Seguirte tengo. |
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FABIO |
¡Ay de Mí!
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Pero esto no es cosa nueva, |
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que mil vestidas mujeres, |
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a los que a gozarlas llegan, |
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si la cáscara les
quitan, |
1000 |
se vuelven cosas más
feas. |
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