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  -[224]-     -225-  

Al señor don Alfonso de la Peña Montenegro, obispo de Quito, al recibimiento que le hizo el Colegio de Colegiales de San Luis, entre los más personajes del Coloquio del Valiente Cananeo.




[Loa]


CANANEO

   Gloriosa ambición me alienta,
a dichoso riesgo anhelo,
¡oh gran Señor

REY

por lo ilustre,

AQUINAS

por lo docto,  5

NICENO

por lo entero

SACERDOTE

   En cuyos hombros Alcides,
en cuyo desvelo eterno
el Atlante de dos mundos

MUNDO

fía dichoso este imperio.  10

REY

   A elevada cumbre aspiro;
grande asunto es el que emprendo,
sabio Patrón,

AQUINAS

Pastor sacro,

NICENO

y vigilante Maestro,  15

SACERDOTE

   cuyo silbo,

MUNDO

cuyo amparo,

CANANEO

cuya enseñanza es a esmeros.

REY

A luciente cielo erijo,
todo arriscado hoy el vuelo.  20

AQUINAS

    Noble Ciudad y Cabildos,

NICENO

bien advertidos y cuerdos,

SACERDOTE

águilas que os remontáis

MUNDO

a plumas de tanto ingenio,
-226-

CANANEO

a mucho ardor hoy las alas  25
y también la vista atrevo
mas tan benigno en tus rayos,
que icáreos no temo riesgos.
   A la aurora de tu vida,
Ilustrísimo Maestro,  30
por lo ardiente de tus luces,
sol al cenit te atendieron.
   Que lo que al saber en otros
fuera sólo albor primero,
de preceptos a enseñanzas  35
dejaste atrás mucho a Febo.
   Pues Salamanca dichosa
te escuchó en los años tiernos
en argumentos sutiles
un Aristóteles nuevo.  40
   En el abril de tus años,
de la edad florido tiempo,
lo que en muchos fueran flores,
fueron en ti frutos bellos.

REY

   Si oráculo te atendió  45
la Dialéctica aun mancebo,
la Teología sagrada
también te debió preceptos.
   ¿Qué cátedra por sutil
no solicitó tu ingenio?  50
mas ¿qué mucho, si a sus luces
debió lustrosos aciertos?
   En la judiciosa arena
ya combatiente te vieron
tan seguro a la victoria,  55
como sin temor al riesgo.
   Cinco veces tu valor
te halló tan brioso al duelo;
-227-
que si admitió competencia,
fue por despreciarla al premio.  60

AQUINAS

   En todas partes lucido
fue siempre tu magisterio;
mas de Santiago en la esfera
multiplicó lucimientos:
   tan crecidos que rayaron,  65
hasta el indiano hemisferio,
y no cabiendo en un mundo,
buscaron aqueste nuevo.
   El relámpago sin duda
fuiste de Jacobo al trueno,  70
alumbrando por los orbes
de tu virtud los reflejos.

NICENO

   Diré también que eres la hacha
en el blandón de su templo;
que por eminente pudo  75
descollarte a lo más lejos.
   Pero mejor, si ciudad
puesta en ese Montenegro,
sin que se encubra a los ojos
de este clima más extremo.  80

SACERDOTE

   A un tiempo México y Quito,
de sus dichas satisfechos,
solicitaron tu abrigo,
como pastor, como dueño.

MUNDO

   Y aunque aquel Arzobispado  85
te consultaron primero,
la felicidad de aquéste
te gozó al primer estreno.
   Madrugó a su ser ilustre
aquel esplendor primero;  90
y aunque al cuarto día el sol,
solo éste preside al cielo.
-228-
   Que en el tablero del mundo
no siempre asegura el juego
el que empezó por la mano,  95
todo es dicha de un acierto.
   ¿Quién dijera que Farés,
aun en su albergue materno,
ganara a Farán por mano
al primer lance del juego?  100
   ¿Quién mejorara a Efraín
en bendición, en el cetro,
posponiendo a Manasés,
siendo al nacer el postrero?
   Regia influencia fue suya  105
de sus astros al aspecto;
prefiera a México Quito,
pues tus astros le asistieron.

CANANEO

   Dichosa ciudad, pues gozas
en este claro hemisferio  110
un sol, que por darse más
se parte en cinco luceros.
   Ese cuartel de sus armas
sea claro desempeño,
a cuya luz repetida;  115
¡qué de misterios contemplo!

REY

   De ese peñón eminente
descuella un álamo al viento,
atalaya a la campaña
robusta injuria del cierzo:  120

AQUINAS

   Centinela vigilante
serás a todo el infierno,
sin que su enemiga hueste
de tu Esposa asalte el sueño.
   Fundada sobre esa peña,  125
si su eminencia hasta el cielo
-229-
avecindas, la aseguras
su firmeza en el cimiento.

NICENO

   Y de la vid de tu Esposa
álamos serás al peso,  130
que ella te lo pague en frutos,
y en lazos te estreche tiernos.

SACERDOTE

   A dos lobos de una banda
asidas las bocas veo,
porque, pastor advertido,  135
las cierras contra el cordero.

MUNDO

   Una corona los ojos
me arrebata tan suspensos,
que una letra a quien adorna,
dice que toda es misterios.  140
   A sacramentos que oculta,
violarle el sagrado sello,
oprimirse es de su gloria,
y acierto es sólo el silencio.
   Pero a todas luces claro  145
se ve por lo Montenegro,
que majestad a tu sangre
tus ascendientes la dieron.

CANANEO

   Celebra ya, pues, tu dicha
noble ciudad, a despecho  150
del infierno, cuando gozas
Pastor sabio, ilustre, entero.
   Y en alborozos crecidos,
Señor, los de este Colegio
una seña de su gozo  155
sólo dan y de su afecto.

REY

   En panegíricos graves,
en ingeniosos conceptos,
quisieran manifestar
lo mucho que oculta el pecho.  160
-230-
   Todo fuera corto elogio
de tus lucidos talentos,
y más fácil de esa esfera
numerar los astros bellos.
   Tu gracia sólo pretenden,  165
y amparo, que en todo tiempo,
a sus Pastores y Padres
agradecidos debieron.

AQUINAS

   Este vergel de San Luis,
aqueste plantel ameno,  170
cuyas regias lises todas
siempre hermosas florecieron:
   porque su verdor gallardo
se conserve siempre fresco,
de la ciencia los cristales  175
dispense tu Peña al riego.

NICENO

   Las flores de humanas letras
se pulirán tan a esmeros,
que afrentada Flora esconda
las que cultiva en sus huertos.  180
   Desde hoy las sagradas plantas
a las aguas de tu ingenio
delicados frutos lleven,
no para gustos groseros.

SACERDOTE

   De sabios es fomentar  185
las ciencias a todo arresto;
que sabe sólo estimarlas,
como conoce su precio,
   en que desluce a los doctos
es el ignorante, el necio,  190
porque a sus luces mejor
se registran sus defectos.

MUNDO

   Por Colegial, y Estudiante,
que le honres pide el Colegio;
-231-
que ser de una profesión  195
obliga a todos empeños.

CANANEO

   Recibe, príncipe ilustre
aqueste corto festejo,
que como de letras es,
será conforme a tu genio.  200
   Es del Coloquio el asunto
el valiente Cananeo;
que aquesta epígrafe cifra
de San Cristóbal los hechos.

REY

   Triunfos son de la virtud,  205
del idólatra trofeos,
cuantas hazañas discanta
el dulce, el sonoro metro.
   Silencio no pido al docto,
al entendido, al discreto;  210
que barajar los sentidos
no dicen, no, con su ingenio.
   Perdón a los cortesanos
tampoco pido de yerros,
porque es blasón de su sangre  215
disimular desaciertos.
   Con el ignorante no hablo,
menos hablo con el necio;
que rendirse nunca saben
a la cortesía, al ruego.  220
   Un víctor que deis os pido,

NICENO

un víctor cortés os ruego,

SACERDOTE

a las dichas,

MUNDO

a las glorias,

CANANEO

al gozo de este Colegio.  225

REY

   Pues su Patrón,

AQUINAS

su Mecenas,
-232-

NICENO

su ilustre Pastor,

SACERDOTE

su Maestro,

MUNDO

   su Apolo,  230

CANANEO

su claro norte,

REY

su honor,

AQUINAS

su radiante Febo,

NICENO

   le ennoblece con su amparo,

SACERDOTE

le procura sus aciertos,  235

MUNDO

le apacienta en su doctrina,

CANANEO

le disciplina sus yerros,

REY

   le corona con sus dichas,

AQUINAS

le enseña con sus ejemplos,

NICENO

le da rumbo en las borrascas,  240

SACERDOTE

y rayos le da en sus riesgos;

MUNDO

   con que queda ennoblecido,
a tus pies todo el Colegio.
-233-

 

(Al decir este último verso tocarán instrumentos músicos en el vestuario, y se cantará el Romance que va al fin de ésta, y proseguirá diciendo el MUNDO.)

 

[MUNDO]

   Mas ¿qué melodía suave
nos interrumpe el acento?  245
Bien acordada armonía,
porque sea dulce el dejo.
   En suaves, pues, consonancias
resuene el sonoro plectro,
y a nuestras voces sucedan  250
sus repetidos gorjeos.

  -[234]-     -235-  

Al mesmo intento de la loa




Romance


   Por un alto monte baja
un arroyo cristalino,
de claro y noble linage,
por ser de una Peña hijo.

   Con sus crecidos raudales  5
fecunda valles vecinos,
a su caudal poca tierra,
y a sus aguas corto sitio.

   Discurre espaciosos campos,
y llegando a los de Quito,  10
de su riego acariciados
en frutos pagan opimos.

   La noble planta ya viste
verdor nuevo y nuevo aliño,
hoy renovando la gala,  15
que le ajó al vicioso estío.

   El árbol seco del pobre
a su cristal siempre pío,
burlará con hojas nuevas
las inclemencias del frío.  20

   La rosa siempre doncella
por lo intacto, por lo lindo,
-236-
se hermoseará con sus perlas
de virtudes y de avisos.

   Este clavel de San Luis  25
de púrpura ennoblecido,
las fragancias del saber
logrará con su rocío.

   ¡Oh qué galas que visten
campos de Quito,  30
y a su riego el Colegio
qué de jacintos!

  -237-  

El día que recibió el grado de maestro el muy reverendo padre fray Basilio de Ribera, prior actual, de mano del muy reverendo padre maestro fray Francisco de Chaves y de la Fuente, provincial también de la Orden del Gran Doctor de la iglesia San Agustín, en la provincia de San Fulgencio de Quito: alúdese a lo ilustre de sus renombres.




[Romance]


   Si es Augustino eminente
monte, en cuya cumbre apoya,
mejor que en Atlante el cielo,
su esfera la Iglesia toda,

   ya no admiro se desate  5
de su altura, sonorosa
fuente, que en raudal crecido,
de Fuentes renombre logra.

   Tan festiva se despeña,
que el risco que más la estorba,  10
obligado de su halago,
su altivez le rinde pronta.

   Y si explaya sus corrientes,
de oro las arenas corta;
que pues le impele el amor  15
piedras de rigor no ronda.

   Las vegas que ha fecundado
lo digan a espigas rojas,
que en aumentos de sus dichas
feliz les cogió la poda.  20
-238-

   Y si valles retirados,
y incultos campos hoy gozan
de su suelo en lo fecundo
frutos con que se coronan,

   con más crecidas usuras  25
su Rivera (¿quién lo ignora?)
admirará su riqueza,
y blasonará su pompa.

   Si la Ribera al arroyo
como en límite aprisiona,  30
¿ceñir tan gran Fuente pudo
Ribera tan espaciosa?

   Si al margen toca el arroyo
rinde el rigor, que le azora,
no de otra suerte esta Fuente  35
con tal Ribera se porta.

   En ella no encuentra altivo,
risco o roca que se oponga;
que más presume subir
por humilde que orgullosa.  40
   Y si miro a sus orillas,
no ya de guijas se enlosan:
las piedras de más valor
son las piedras que la adornan.

   De amor el rubí encendido  45
luce en su llama amorosa;
que por ser padre a sus hijos
goza calidad tan propia.

   El diamante en la constancia
le acompaña tan briosa,  50
que mal pudiera regir,
quien por cobarde se apoca.

   La esmeralda en esperanzas
su Ribera también borda;
-239-
que si desespera el premio,  55
¿qué súbdito no se acorta?

   También brilla el amatiste,
que es del gozo precursora;
que si no se alivian penas,
¿qué obediencia no es penosa?  60

   Si al margen con tal riqueza
crecidos lustres le abonan,
no menos fecunda alegre
su Fuente mejores pompas.

   Pues si mura sus corrientes  65
del clavel y de sus hojas,
labios son con quien publica
de quién sus fomentos goza.

   Que como nace de amor,
se declara en señas rojas:  70
que un noble agradecimiento
luego le sale a la boca.

   Y entre las flores que estudia
dar vida en sus aguas propias,
dos son, que por más gallardas  75
su Ribera la coronan.

   Por ser cabeza fomenta
la púrpura de la rosa,
que espinas de sus cuidados,
como le guardan, le honoran.  80

   Y la cándida azucena
del magisterio, que agora
han de recibir tus sienes,
también vivifica pronta.

   Todo se debe a sus letras:  85
deuda es, que por justa cobran
sus méritos tan crecidos,
y sus partes generosas.
-240-

   Si de un Basilio reparo
lo eminente que le colma,  90
en este segundo el lleno
también el saber hoy goza.

   Si lo sutil de Agustino
admiro en su mucha copia,
estos lustres veo de otro  95
en sus venas abundosas.

   Y si las flores festejan
al arroyo que las ronda,
ilustrando a la Ribera
en varios lazos que brotan,  100

   sus hijos hoy flores bellas
de esta Ribera espaciosa,
de Apolo al céfiro dulce
se compiten generosas.

   Declarando en la armonía  105
de una comedia famosa
gozos en que late el pecho,
gozos que al labio rebozan.

   Por el mal me vino el bien,
es la comedia, ¡qué propia!  110
que si las penas son males,
¿qué bienes de ellos no brotan?

   Dígalo nuestra cabeza,
que hoy se ciñe de la borla,
que si subió a tal altura,  115
fue en hombros de penas propias.

   Pues divertiros pretende
hoy nuestra lengua, aunque corta,
en moneda de silencio
pagad esta oferta honrosa.  120

  -241-  

A un salto por donde se despeña el arroyo de Chillo, en metáfora de un toro45.




Romance


   De una elevada montaña
un arroyo baja altivo,
que agitado de sus ondas
es un toro cristalino.

   Al coso llega de un valle,  5
donde en sonorosos silbos
le azora el favonio alegre
entre las hojas de alisos.

   Furioso cava el arena,
y envuelta en blanco rocío,  10
al viento la esparce en nube,
por segar al viento mismo.

   Festivo el vulgo de plantas
a trechos bien repartido,
si provoca su furor,  15
no menos burla sus bríos.

   Armado todo de púas
se le atreve un verde espino,
-242-
y al herirle con sus puntas,
el valle llena a bramidos.  20

   Un alto sauce le llama
de un ramo a los breves giros,
y al embestirle furioso,
hurta la rama advertido.

   Murado de sus puñales  25
le azora un gallardo lirio,
y cuando piensa le hiere,
por mil partes sale herido.

   Hasta de menudas guijas,
así se mira oprimido,  30
que tropezando con ellas
todo el campo mide a brincos.

   Mas de un peñón eminente
le aguarda un hermoso mirto,
que por ser galán del bosque  35
caballo le sirve el risco.

   Con el rejón de un cogollo
su cerviz hiere atrevido,
y reventando cristales
salpica el margen vecino,  40

   donde los claveles rojos
logran sus colores finos,
y aun salpicada la rosa
a trechos mira el vestido.

   Los árboles que enrejados  45
son barreras de este sitio,
al azotarle sus ramos
espuma labran sus vidrios.

   Esgrime su media luna
contra un escollo, que quiso  50
-243-
dar escarmiento a arroyuelos,
que se envanecen altivos.

   Pues a embestirle furioso,
así deshace sus bríos,
que esparcido todo en perlas,  55
cada perla es un aviso.





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