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María de Zayas y Sotomayor

Presentación del portal María de Zayas y Sotomayor (Madrid, 1590-1653)

Por Elizabeth Treviño Salazar
Instituto de Investigaciones Bibliográficas
Universidad Nacional Autónoma de México

Firma autógrafa de María de Zayas en el texto manuscrito de la comedia «La traición en la amistad». Es la única obra teatral que se conoce de María de Zayas. Fuente:  Biblioteca Nacional de España - Biblioteca Digital Hispánica.

Si es una misma la sangre, los sentidos, las potencias, y los órganos por donde se obran sus efectos son unos mismos -la misma alma que ellos, porque las almas ni son hombres ni mujeres- ¿qué razón hay para que ellos sean sabios y presuman que nosotras no podemos serlo? Esto no tiene a mi parecer más respuesta que su impiedad o tiranía en encerrarnos y no darnos maestros; y así, la verdadera causa de no ser las mujeres doctas no es defecto del caudal, sino falta de la aplicación, porque si en nuestra crianza, como nos ponen el cambray en las almohadillas y los dibujos en el bastidor, nos dieran libros y preceptores, fuéramos tan aptas para los puestos y para las cátedras como los hombres…

María de Zayas, «Al que leyere» (Novelas amorosas y ejemplares, 1637).

La de María de Zayas y Sotomayor es una de las poquísimas voces femeninas de la España áurea que logró abrirse paso en el mercado editorial de su tiempo. Sus dos colecciones de novelas cortas, las Novelas amorosas y ejemplares (1637) y la Parte segunda del sarao y entretenimiento honesto (1647), fueron de las más vendidas en el siglo XVII, tan solo precedidas por las celebérrimas Ejemplares de Miguel de Cervantes y los Sucesos de Pérez de Montalbán. Aunque la trayectoria vital de esta ilustre escritora aún presenta notables vacíos, sabemos que estaba vinculada con la corte literaria de Madrid, ciudad que la vio nacer y desarrollarse en el mundo de las letras. En su tiempo, la «Sibila de Madrid» -bautizada así por el prolífico prosista Alonso de Castillo Solórzano- se movió con igualdad en los círculos literarios, fue reconocida y elogiada por muchos, entre ellos, Lope de Vega, el Fénix de los ingenios, quien llegó a aplaudir su destreza en estos versos que le dedicó en el Laurel de Apolo (1630):

porque su ingenio, vivamente claro
es tan único y raro,
que ella sola pudiera
no sólo pretender la verde rama,
para sola ser sol de tu ribera (vv. 579-596).

A la buena fortuna editorial que ha gozado su producción literaria, dentro y fuera de España, debemos sumar el rol de la autora en la forja de un feminismo incipiente y su búsqueda por la reivindicación femenina, así como también la mirada arrojada y escudriñadora que nos brinda en el retrato sociohistórico de su época que plasmó. Para muestra, la presentación -¿acaso la mejor?- de doña María de Zayas y Sotomayor que nos ha dejado ella misma. En «Al que leyere», prólogo que acompaña a su primera colección de relatos breves, escribió:

Quién duda, lector mío, que te causará admiración que una mujer tenga despejo no sólo para escribir un libro, sino para darle a la estampa, que es el crisol donde se averigua la pureza de los ingenios […] Quién duda, digo otra vez, que atribuirán a locura esta virtuosa osadía de sacar a luz mis borrones siendo mujer, que, en opinión de algunos necios, es lo mismo que una cosa incapaz; pero cualquiera, como sea no más de buen cortesano, ni lo tendrá por novedad ni lo murmurará por desatino.

Hoy, a casi cuatro siglos de que se publicaran por vez primera sus obras, a doña Zayas se le lee con interés y atención, tanto como ayer, dejando en evidencia el lugar que ocupa en nuestra tradición literaria. Prueba de ello son las muchas ediciones que se han hecho de sus textos -no solo aquellos novelísticos, sino también de la única comedia que hoy conservamos de su autoría, La traición en la amistad-. Y podemos afirmar, sin titubeos, esta singular feminista avant la lettre seguirá cosechando lectores futuros. Sus ideas y palabras continuarán despertando el interés del público lector de tiempos venideros, pues sus relatos, en palabras de la misma autora, son tan apetecidos [...] que mientras más los rumean y golosean más se enredan en ellos.

En este espacio, que la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes dedica a la autora, se recoge su biografía, cronología y una relación bibliográfica de sus obras y estudios a ella consagrados, así como un sucinto panorama de sus vínculos literarios y la fortuna de sus obras en el extranjero, aspectos que ponen de relieve su huella imperecedera en nuestra historia literaria.

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