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ArribaAbajoCapítulo VII

Establecimientos de beneficencia. Hospicios. Montes de piedad. Hospitales. Casas de reclusión. Prisiones. Cuarteles



Real casa de Beneficencia (vulgo hospicio de san Fernando)

Fundado por la reina gobernadora doña María Ana de Austria en 1668 en la calle de santa Isabel, fue trasladado después a la calle de Fuencarral en el sitio que hoy ocupa cerca de la puerta de san Fernando. La casa se concluyó en 1726, y es muy espaciosa, aunque con el mal gusto del corruptor don Pedro de Rivera, en especial en su estrambótica portada, que es el non plus de la extravagancia. En este piadoso establecimiento se admiten pobres de ambos sexos, destinándolos a diferentes ocupaciones, para lo cual hay en el mismo hospicio fábricas de lienzos, tejidos de lana, puntos, bordados, hilados y otras. A los muchachos se les da educación, y se les enseña un oficio, y a los ancianos imposibilitados de poder trabajar se les cuida con esmero. Todos los géneros elaborados en esta casa se venden en la misma a precios muy equitativos. Para cuidar de tan importante establecimiento hay un Director y varios empleados,   —181→   que conservan su buena policía y orden. Tiene también su capilla, y en ella hay un cuadro de Jordán que representa la toma de Sevilla por san Fernando.

Casa de niños expósitos (vulgo Inclusa). En 1567 se fundó una cofradía en el convento de la Victoria, y tomando una casa cerca de la parroquia de san Luis, empezó a recoger los niños expósitos. Luego compró la casa de la calle de los Preciados, y en el día está situada en la calle de Embajadores, habiéndose reunido al colegio de niñas de la Paz. Este establecimiento, en que tanto se interesa la humanidad, se halla en el día bajo la protección y cuidado de una real Junta de Damas de la primera nobleza, unida a la Sociedad económica. Está servido por las religiosas hijas de la Caridad con todo el esmero que exigen las tiernas criaturas. Para recogerlas hay además depósitos en los hospitales de Pasión, san Antonio de los Portugueses e Incurables, de donde son trasladadas a esta casa. En ella entran anualmente de 1000 a 1200 criaturas, y en 1831 entraron 1201. Pero las rentas de esta casa son cortas, y se sostiene más bien con la protección de los Reyes nuestros señores y la piedad de los fieles. También tiene su capilla, en la cual se venera una imagen de Nuestra Señora, que trajo un soldado español de Enkuissen, ciudad de Holanda, de donde por corrupción viene al establecimiento el nombre de Inclusa.

Hospicio de santa Catalina de los Donados. Está situado en la plazuela del mismo nombre, y fue fundado en 1460 por Pedro Fernández Lorca para doce pobres honrados a quienes la demasiada edad priva de poder ganar el sustento. El nombre de donados   —182→   les viene del traje que usan parecido al de aquellos. Esta casa tiene también su capilla, y está bajo el patronato del prior y monasterio de san Gerónimo el Real.

Albergue de san Lorenzo. Sito en la puerta de Toledo, y fundado en el año de 1598 para posada de pobres, en que se les da cama, agua, luz y lumbre en el invierno. Para su dirección hay un rector.

Hospedería de padres Cartujos. En la calle de Alcalá, y está destinada para los padres de esta religión que vienen a Madrid: no tienen iglesia; pero es de notar sobre la puerta en un bonito nicho la famosa estatua de san Bruno, obra célebre del escultor Pereira75 en tiempo de Felipe IV.

Nuestra Señora del Refugio. Fundose esta santa y real hermandad el año de 1615, y después de varias vicisitudes, se estableció en el real hospital iglesia de san Antonio de los Alemanes (vulgo Portugueses), cuyo patronato y administración, y el del colegio de niñas huérfanas, le confirió el señor don Felipe V en 1702. Esta hermandad se compone de personas de distinción, y sus caritativas ocupaciones son hacer conducir los enfermos a tomar aires y baños, y los dementes a Zaragoza, recoger las criaturas que se exponen en el torno de su establecimiento, remediar las necesidades públicas y secretas, y hospedar los peregrinos, todo lo que le hace uno de los primeros establecimientos de beneficencia de la corte, dándose cuenta anual de la inversión de sus productos. En 1831 ha subido el gasto en tan piadosos usos, con inclusión del colegio, real casa-iglesia y hospital de san Antonio a 462.094 rs. y 14 mrs., y   —183→   desde la fundación de la hermandad a 66.316.405 rs. y 31 mrs.

Nuestra Señora de la Esperanza (vulgo el Pecado mortal). Fue fundada esta real hermandad en 1733 en la parroquia de san Juan, y al año siguiente le confió el Rey la administración y gobierno de la casa de Arrepentidas. Está situada en casa propia calle del Rosal, frente a la plazuela de los Mostenses, y se compone de personas de distinción. Las ocupaciones de esta hermandad son acoger y asistir sigilosamente a mujeres embarazadas de ilegítimo concepto, facilitar los matrimonios regulares, y la dispensa de los pobres, repartir bulas a estos, y disponer misiones, en cuyos piadosos usos en 1831 ha invertido 34.944 rs. y 2 mrs., y desde su fundación 4.915.834 con 30 mrs.

Real monte de Piedad. Tuvo principio en 1702 por don Francisco Piquer, capellán de S. M. en el convento de las Descalzas Reales, quien puso en una caja un sólo real de plata, pero creciendo las limosnas pensó en formar un santo monte, y en 1713 fue aprobado por S. M. Está al cuidado de una real Junta, y tiene por objeto socorrer a las personas necesitadas, dándoles dinero sobre alhajas que se conservan un año, y más cuando se pide prórroga76, durante cuyo tiempo pueden desempeñar las alhajas por la misma cantidad que las empeñaron sin el menor interés. Después de este tiempo, y no habiendo sido sacadas, se venden las alhajas, y el exceso de su valor queda a disposición del dueño; cuya institución es la más generosa en su clase. Los días destinados a dar dinero a los necesitados son lunes y jueves, y los demás para desempeñar. Se hallan situadas   —184→   estas oficinas en la plazuela de las Descalzas y a su inmediación tiene su capilla pública, en la que se venera la imagen de nuestra Señora de la Piedad. El adorno churrigueresco de la portada de esta capilla contrasta con la sencillez del de la casa, que es de buen gusto. El monte de Piedad ha socorrido en el año de 1831 a 11.930 personas con la cantidad de 1.843.690 rs.; y desde su fundación 1.085.285 personas con una cantidad de 180.090.781 rs. Por este resultado se puede medir la importancia de tan filantrópica institución.

Real asociación de caridad del Buen-Pastor. Fue fundada en 1799 con el objeto de atender al alivio espiritual y temporal de los pobres presos de las cárceles de corte, y bajo su dirección se halla establecida la elaboración de espartos que se despachan en el almacén de la misma cárcel de corte; cuida de las comidas de los presos y demás, y es compuesta de personas de distinción y caridad.

Pósito real. Este útil establecimiento fue dispuesto por la villa desde la venida de la corte a Madrid para almacenar las harinas necesarias; y en el reinado de Felipe IV se fabricó inmediato a él un barrio o lugar con 42 casas, que se llamó Villa-nueva, y en ellas estaban los hornos de los panaderos. Posteriormente se mudó esto, y se establecieron las tahonas; y en 1745 se labró la Albóndiga actual, que es de figura redonda, y capaz de contener 100.000 fanegas de trigo. Por último, en 1763 se hizo otra panera. En las escaseces se abren estos depósitos, y vendiéndose el trigo a un precio moderado, se cuida de impedir los abusos de los almacenistas.



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Hospitales

El general de nuestra Señora de la Encarnación y san Roque. Es de hombres, y fue fundado por el rey don Felipe II en 1587; cuando se hizo la reducción de los hospitales menores, y se situó primero en el sitio donde estuvo el convento de santa Catalina en la calle del Prado, y ahora son las casas nuevas, poniendo su dirección a cargo del venerable Bernardino de Obregón, persona de grande caridad. Varios aumentos recibidos después, pusieron al hospital en disposición de trasladarse a otra casa e iglesia nuevamente labrada en el camino de Atocha, hasta que, creciendo aquellos con la piedad de los reyes y de los vecinos de Madrid, dispuso el señor don Fernando VI en 1748 la construcción del edificio que hoy ocupa. Hizo la traza de él el capitán de ingenieros don José Hermosilla, que le sacó de cimientos, y continuándole después en el reinado de Carlos III el señor Sabatini, se construyó la mayor parte de él, aunque no se ha concluido, y cuando se verifique, será uno de los más vastos edificios de su clase. El patio principal sólo, concluido en 1781 tiene 134 pasos de largo y 80 de ancho, y además del referido patio, debe tener el edificio otros seis muy espaciosos y dos más pequeños. Todo el edificio consta de 600 pies en cuadro, y en el medio está su iglesia, que no contiene cosa notable.

La dirección y gobierno de este vasto hospital y otros de la corte, está a cargo de una real Junta compuesta de personas de la primera nobleza y notoria caridad; cuidan de todo lo relativo a la dirección y empleo de sus rentas, que son cuantiosas, y   —186→   consisten en fincas, imposiciones sobre teatros, arriendo de la plaza de Toros, limosnas y legados. Los pobres enfermos, divididos en salas espaciosas y aseadas, son tratados con toda la humanidad que su situación exige, dándoseles de ración diaria ocho onzas de carne, una libra de pan y un cuartillo de vino. Su asistencia está a cargo de los hermanos de la congregación de la Cruz, que bajo la regla de la orden de san Francisco fundó en 1566 el mismo venerable Obregón, de donde les viene el nombre de hermanos Obregones; y hay otras corporaciones piadosas que visitan a los enfermos y aplican sufragios por los difuntos. Los facultativos que les asisten son de los más famosos de Madrid; y finalmente, nada se ha omitido para aliviar la suerte de los infelices a quienes la miseria conduce a este piadoso asilo. Su situación también es la mejor para los enfermos y para la población, pues se halla al fin de la calle de Atocha, en parte fuera del pueblo. Puede formarse una idea de la importancia de este establecimiento sabiendo que habiendo quedado en camas en 1830 901 enfermos, y entrado 12.665 en 1831, que en todo hacen 13.566, fallecieron en dicho año de 31 1323, se curaron 10.926, y quedaron en camas 1317 enfermos para el de 1832.

General de la Pasión. De mujeres. Tuvo principio este hospital hacia77 1565, pero fue reducido al general en 1587. Separado después, volvió a su casa primitiva de san Millán; y últimamente, en 1636 se trasladó a la calle de Atocha junto al anterior, donde existe bajo la dirección de la misma Junta, y es servido por las Hijas de la Caridad con un celo admirable, habiendo además otras corporaciones de señoras   —187→   que visitan y consuelan a las enfermas. En el año de 1831 entraron 3928 enfermas, habiendo quedado en fin de 30 en camas 279, que en todo hacen en 4207, de las cuales en dicho año de 31 fallecieron 621, se curaron 3222, y quedaron en camas para tal presente año 364. Tiene también su iglesia.

Antón Martín. Fundó este hospital el venerable Antón Martín, religioso de san Juan de Dios en 1552, y desde entonces ha corrido a cargo de los religiosos de dicha orden, que le sirven con todo el celo de que es susceptible su admirable caridad. Está destinado para recibir en él enfermos de toda clase de males venéreos, y en el año pasado de 31 entraron 537, de los cuales, y 50 que había del año anterior, han fallecido 4, se han curado 483, y han quedado en cama para el año presente 50. De la iglesia de este hospital hemos hablado ya en el convento de san Juan de Dios.

Convalecencia, o de nuestra Señora de la Misericordia. Fundado en 1649 por don Antonio Contreras para los pobres convalecientes del hospital de Antón Martín, y prevenir las funestas consecuencias de su salida de aquel. Está en la calle de Atocha, y es capaz de cien camas.

Nuestra Señora de la Concepción (vulgo la Latina). Ya dijimos en el capítulo de conventos que este hospital fue fundado por don Francisco Ramírez y doña Beatriz Galindo su esposa (la Latina), y le dotaron de todo lo necesario, hallándose ya abierto para el público en 1499. Manteníanse en él 12 camas, y a pesar de haber venido sus rentas muy a menos, se halla en el día subsanado por la beneficencia del Rey N. S., teniendo siempre corrientes ocho o diez camas   —188→   en beneficio de los infelices. El cuidado del establecimiento está a cargo del Rector, bajo la dirección de un patronato. El edificio es espacioso, y obra del moro Hazán. Está situado en la calle de Toledo.

Venerable Orden Tercera de san Francisco. Está junto al portillo de Gilimón en la calle de san Bernabé. Fue fundado en 1678 por la misma venerable orden con limosnas de varios devotos. Su fábrica es muy capaz y hermosa, y se concluyó en 1693. Tiene tres salas, una de hombres, otra de mujeres, y otra para los éticos: los enfermos han de ser hermanos profesos, y son cuidados con el mayor esmero y delicadeza por señoras viudas, a cuyo cargo está su aseo y limpieza, y que viven en el mismo hospital.

Nuestra Señora del Buen-Suceso. En 1529 se erigió este hospital por el señor don Carlos V para la cura de los soldados y criados suyos que seguían la corte, y en el día sigue siendo para los criados de la casa Real. De su iglesia hemos hablado ya en el capítulo anterior. Está situado en la puerta del Sol.

Real casa de Misericordia. Fue fundada por la princesa doña Juana, hermana de Felipe II, en 1559 con las mismas rentas que había destinado al convento de las Descalzas, y que las monjas no quisieron admitir, por no faltar al voto de pobreza. En su consecuencia fundó esta real casa con la obligación de acudir a las necesidades del convento, y destinola a hospital de doce sacerdotes pobres o hijos-dalgo, poniéndole al cuidado del capellán mayor de las Descalzas. El edificio es de muy buena fábrica, con su gran patio y fuente en el medio, y una sencilla portada. Tiene también su pequeña capilla. Está situado en la calle de Capellanes.

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Nuestra Señora de la Buena-Dicha. Situado en la calle de Silva, y fundado en 1594 para doce enfermos vergonzantes de la parroquia de san Martín, para cuyo cuidado se instituyó una hermandad de Misericordia. Tiene su pequeña iglesia pública poco notable.

San Pedro, para sacerdotes. Es de la venerable congregación de Sacerdotes seculares de Madrid, y se fundó este hospital en 1732. Está situado en la calle de la Torrecilla del Leal, y corre a cargo de un Rector individuo de la congregación. Tiene su capilla para el culto.

San Fermín. Es de la congregación de los navarros, y está situado en el Prado. Fue fundado en 1684, y de su iglesia hablamos en el capítulo anterior.

Nuestra Señora de Montserrat. Fundose a solicitud de don Gabriel de Pons en 1616 para los naturales de la Corona de Aragón, y estuvo primero en el Lavapiés, y se trasladó en 1668 al sitio que ocupa en la plazuela de Antón Martín. El edificio es capaz, y la iglesia pública bastante notable por su buena planta y adornos. En ella hay dos capillas de nuestra Señora del Pilar y de los Desamparados, cuyas imágenes son servidas por las congregaciones de Aragoneses y Valencianos.

Pontificio y real de san Pedro. (Los Italianos). Este hospital fue fundado por la misma nación Italiana para los naturales pobres de aquellos reinos por los años de 1598. Su iglesia pública es notable por su sencillez y buena forma. Está bajo la advocación de san Pedro y san Pablo, y protección inmediata de su Santidad que ejerce el M. R. Nuncio Apostólico. El cuadro del altar mayor es bastante bueno y obra   —190→   de Filipar. Está situado en la carrera de san Gerónimo.

San Andrés. Fue fundado en 1606 con el legado de Carlos Amberino, natural de Amberes, y con destino a los pobres peregrinos de los estados de Flandes, Países-Bajos y Borgoña. Está situado en la calle de san Marcos, y tiene su iglesia, que hoy es la parroquia de san José.

San Antonio de los Portugueses. Fue fundado este hospital en 1606 por mandado del consejo de Portugal para los pobres naturales de aquel reino; pero después de su separación de España se destinó para los naturales de Alemania, y en 1702 le concedió S. M. a la hermandad del Refugio. La iglesia es muy notable por su buena forma en figura oval, por la pintura al fresco de la bóveda que empezaron Ricci y Carreño, y retocó Jordán, quien después pintó todas las paredes desde el anillo abajo, y es de sus composiciones más notables, por los buenos cuadros de santa Ana, y el Cristo de este, y la santa Isabel y santa Engracia de Eugenio Caxés, por el altar mayor de mármoles y de buen gusto en su arquitectura y esculturas; y últimamente, por la estatua del santo, obra de Manuel Pereira78. Está situada esta casa en la Corredera de san Pablo.

San Luis de los Franceses. Fundado en 1615 por don Enrique Sauren, capellán de honor de S. M., para los pobres de aquel reino. Tiene su pequeña iglesia, cuyo altar mayor fue ideado por don Ventura Rodríguez. Está este hospital en la calle de Jacometrezo.

Nuestra Señora de la Novena. Este hospital fue fundado en 1765 para los cómicos por la congregación de nuestra Señora de la Novena. Su edificio es   —191→   bueno, y está situado en la calle de Jesús y María.

Real de Jesús Nazareno de impedidas e incurables. Fundado por el señor don Carlos IV en 1803, suprimido en tiempo de los franceses, y restablecido por S. M. en 1816 para acoger ancianas impedidas e incurables, sito en la calle de Amaniel. Este hospital, en su actual estado es un modelo de establecimientos de esta clase, por su excelente arreglo, limpieza y esmerado celo con que le cuidan las hermanas de la Caridad, bajo la augusta protección de los Reyes nuestros señores, y dirección de la real Junta de Señoras.

Real y suprema Junta general de Caridad. Esta Junta tuvo principio en 1778, y está compuesta de los señores gobernador de la sala de alcaldes, corregidor de Madrid, vicario, visitador eclesiástico y un regidor de Madrid, dos individuos del cuerpo colegiado de nobleza, dos de la sociedad económica, y otro del cabildo de curas. Es jefe de las diputaciones de barrio, y tiene a su cargo la dirección gubernativa y económica de las escuelas de primera educación de Madrid y su provincia, de cuyos dos ramos se da más noticia en el artículo de diputaciones de los barrios; y además la hospitalidad domiciliaria establecida por S. M. en 1816. Se reúne una vez a la semana en casa del señor presidente, o en una de las salas de la real cárcel de corte.

Diputaciones. Las diputaciones de los barrios fueron establecidas en 1778, y son compuestas del alcalde de cada uno, un eclesiástico y otros vecinos honrados, para atender al socorro de los pobres vergonzantes en su barrio respectivo, educación de niños pobres, y otros piadosos usos. Establecida en 1816   —192→   la hospitalidad domiciliaria, se puso su ejecución al cargo de las diputaciones de los barrios de Madrid. Su objeto es socorrer a los pobres enfermos, que recobran la salud en sus casas con más facilidad que en los hospitales; cuidar de las parturientas y de la vacunación de las criaturas, y auxiliar estas necesidades con médicos, botica, alimentos, cama, ropas, y otros socorros extraordinarios, que se satisfacen de las limosnas que el público franquea, de las copiosísimas que da S. M. del fondo de arbitrios piadosos, de las que suministra el señor patriarca de las Indias como limosnero mayor de S. M., las que envía el señor comisario general de Cruzada, y las que la junta recoge aplicables a pobres. En 1830 las 62 diputaciones han socorrido 2789 enfermos, de los cuales 2655 han curado, y fallecido 134, que salen a menos de cuatro y medio por ciento, sin contar 78 que quedaron existentes y 90 que se remitieron al hospital; se han socorrido 654 parturientas, han sanado 649 y fallecido 5, que sale a poco más de medio por ciento; han nacido 658 criaturas, de las cuales existen 631, y han fallecido 27, que salen a cuatro por ciento; se han vacunado 1486 criaturas, existen 1479, y han fallecido 7, que no llega al medio por ciento; se han gastado 136.565 rs. 16 mrs., que divididos entre 3443 enfermos y parturientas, corresponde a cada individuo 39 rs. y 22 mrs. a todo coste de médico, cirujano, comadrón, botica, socorro para alimentos, ropas y demás gastos extraordinarios.




Casas de reclusión

Santa María Magdalena (vulgo Recogidas). Tuvo principio en 1587 en el hospital de peregrinos, y   —193→   de allí se trasladaron en 1623 a su casa en la calle de Hortaleza. Sirve de reclusión decente para mujeres, y está al cuidado de las religiosas de santa María Magdalena de la Penitencia; no se admite en esta casa ninguna mujer que no haya sido pública pecadora, y una vez entrando allí, no pueden salir más que para religiosas o casadas. Hay también una sala donde se guardan las mujeres a quienes sus parientes envían por castigo.

Arrepentidas. Fue fundada esta casa también de reclusión de mujeres en 1771, con la diferencia de poder salir de ella a su voluntad. Está situada en la calle de san Leonardo.

San Nicolás de Bari. También es este colegio reclusión de mujeres, y fue fundado en 1691 en la calle de Atocha, donde existe.

Real casa de la Galera. Sirve de encierro y corrección a mujeres de mala vida, y está sita en la calle del Soldado.




Prisiones

Real cárcel de corte. Fue construida en 1634 por mandado de Felipe IV, y bajo los planes del marqués Juan Bautista Crescenci, y es uno de los mejores edificios de Madrid. Se reduce a un cuadrilongo con portada de piedra, de dos órdenes; el primero toscano con seis columnas y tres puertas cuadradas, el segundo dórico, también con seis columnas y ventanas sobre las puertas. El frontispicio en que acaba este segundo cuerpo está adornado con estatuas que representan las virtudes cardinales. A las esquinas de la fachada había dos torres iguales, de las cuales se quemó una, y no se ha habilitado, siendo lástima,   —194→   por haber destruido la regularidad de una de las mejores fachadas de la corte. Entrando en el edificio se halla un vestíbulo con tres puertas al frente, que dan entrada a una magnífica escalera y a dos patios que la tienen en medio. En el cuerpo alto hay salas espaciosas para el tribunal de la sala de alcaldes y sus dependencias, y en el bajo a la espalda están las prisiones más o menos seguras, según la gravedad de los delitos, y con la posible comodidad en esta clase de establecimientos, como lo indica la inscripción de la puerta, que es una de las más claras y sencillas de Madrid. Reinando la majestad de Felipe IV, año de 1634, con acuerdo del consejo se fabricó esta cárcel de corte para comodidad y seguridad de los presos.

Cárcel de Villa. Estaba en la casa de ayuntamiento, a espaldas de ella, y por ser poco cómoda y no ventilada, se trasladaron los presos a la casa Saladero junto a la puerta de santa Bárbara, y se piensa en la construcción de una cárcel segura y capaz.

Vivak. Es una prisión provisional que hay en la guardia del principal (casa de correos en la puerta del Sol) y en donde son custodiados los detenidos durante la noche hasta su traslación a las cárceles principales.

Cárcel militar. Las prisiones militares están en el día en la calle del Soldado.

Presidio correccional. Está situado en el piso bajo de la casa Saladero, contiguo a la puerta de santa Bárbara.




Cuarteles

De Guardias de Corps. Es el edificio más grande de Madrid. Se empezó a construir en 1720 por las   —195→   trazas y bajo la dirección de don Pedro Ribera, uno de los más famosos corruptores del buen gusto en arquitectura. Es un cuadrilongo muy grande, con tres plazas o patios, una torre por acabar en cada ángulo, y un observatorio a poniente. A levante está la fachada principal con una portada de las más ridículas. Pueden alojarse en este cuartel cómodamente 600, guardias con sus criados y 600 caballos. Está situado en el barrio de Afligidos.

San Gil. Fue construido este vasto edificio para convento de franciscos descalzos a fines del siglo pasado, y después ha sido destinado a cuartel de caballería. Su arquitectura es noble y seria, como convenía al objeto. Es obra de don Manuel Martín Rodríguez, sobrino, y acaso el más aventajado discípulo de su tío don Ventura. Está situado a la bajada para la puerta de san Vicente.

Cuartel de palacio. En este mismo año se ha concluido otro cuartel de caballería detrás de palacio destinado al escuadrón de guardia real que diariamente entra de servicio en aquel. Es bastante espacioso, muy bien distribuido y ventilado, y su ejecución sólida y de aspecto elegante; habiendo sido dirigido por el arquitecto mayor de S. M. don Isidro Velázquez.

Otros cuarteles de caballería. Hay además para caballería otros cuarteles, como son uno muy amplio a la subida del Retiro, otro en el Pósito al lado de Recoletos, otro en la plazuela de la Cebada, y otro en la calle de Alcalá para voluntarios realistas.

Cuarteles de infantería. El espacioso de la calle de san Mateo, otro en la calle del Soldado, otro en la calle de Fuencarral, otro en el Pósito, todos ocupados por la guardia real, como igualmente el de alabarderos   —196→   sito en la calle Nueva de Palacio, otro en la calle de santa Isabel, otro en san Francisco, otro en la calle de la Inquisición, otro en la calle de san Bernardo, otro en la plazuela de la Leña para voluntarios realistas, y otro detrás de san Nicolás para los inválidos.