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Alexandre Promio y las películas españolas Lumière

Jean-Claude Seguin





Mucho se ha dicho y escrito sobre la llegada de los operadores Lumière a España. Entre las declaraciones de Cabero y las de Carlos Fernández Cuenca, se ha ido construyendo la historia de los inicios del cine en España. Algunos trabajos más recientes han intentado mostrar de qué manera leyenda e historia se habían mezclado1. No obstante, muchos errores siguen transmitiéndose en torno a la figura de Alexandre Promio. Quisiera pues que con esta ponencia las cosas se aclarasen un poco. Por eso voy a proponer una serie de informaciones totalmente inéditas que son un anuncio de la próxima salida del libro Alexandre Pronzio ou Les Énigmes de la lumière. Todos los problemas no están resueltos, ni mucho menos, pero resulta obvio que la historia del cine, hoy en día, tiene que disponer de métodos nuevos más fiables. Lo primero es dejar de lado lo que se ha escrito sobre el tema. He podido comprobar gracias a esta investigación que mucho de lo que se había escrito no era realmente fidedigno. Sigue habiendo problemas sin respuesta, en este caso, lo que haré será proponer las hipótesis que nos parecen las más coherentes por el momento.


Alexandre Promio antes de su llegada a España (1868-1926)

El abuelo de Alexandre Promio nació en Italia, probablemente en la región de Piamonte. Se instaló en Francia hacia 1820 y tuvo varios hijos, entre ellos a Jean, Louis Promio (1838-1916). Éste nació en Lyon y ejerció diferentes profesiones como las de librero o comisionista en sedería. En 1867, se casó con Delphine, Agustine Gleyze. Jean, Alexandre, Louis Promio, el célebre operador, nació también en Lyon el 9 de julio de 1868.

Se desconoce todo sobre su infancia y el primer dato que tenemos sobre él es su servicio militar (1889-1892). Al finalizar sus obligaciones militares, ejerce varios oficios como el de representante de champán Mercier. Tras haber sido contable, Alexandre Promio entra al servicio de los hermanos Lumière, el 1.º de marzo de 1896. Los inventores del cinematógrafo se dieron cuenta de que su aparato necesitaba películas y, quitando las primeras que rodó el propio Louis Lumière, la mayoría de ellas lo fueron por los operadores y muchísimas por el propio Alexandre Promio2. Éste tuvo casi de inmediato responsabilidades importantes en la fábrica y se le confió el sector cinematográfico. Su primera función en los talleres Lumière fue formar operadores hasta que él mismo se fue por el mundo a recoger vistas3.

Según la cronología que se puede establecer hoy en día, resulta muy claro que Alexandre Promio no llegó a España antes del mes de junio de 1896. Hemos podido comprobar que nuestro operador seguía interviniendo en diferentes conciertos hasta finales de abril4. Además Promio está en Chartres el 17 de mayo de 1896 como lo confirma el periódico Le Journal de Chartres (miércoles 20 de mayo de 1896). También sabemos que manda una carta desde Lyon el 21 de mayo para obtener las Palmes académiques5. Por fin, el rodaje de las películas españolas tuvo lugar durante la primera quincena del mes de junio como ya lo veremos. Estos datos explican definitivamente que la primera proyección que se hizo en Madrid el 13 de mayo no la realizó Alexandre Promio.

Aquí también resulta importante poner de manifiesto una serie de informaciones erróneas que van circulando e impiden que se vaya construyendo la historia del cine español. Con relación a la llegada del cine a España, se han barajado varios nombres entre los cuales están el de Doublier y el de un tal Boula. Se ha escrito que Francis Doublier rodó una corrida de toros a finales de 1895 o a principios de 18966. Esta información está en contradicción con el hecho de que en aquel momento sólo existen dos aparatos Lumière; además Francis Doublier es demasiado joven para que los Lumière le confíen un cinematógrafo; por fin hay pocas corridas en invierno. Además las primeras vistas de corridas se presentaron mucho más tarde, lo que muestra que el viaje lo hizo muy probablemente al año siguiente (1897)7. En cuanto al tal Boula resulta ser un error garrafal de lectura de una carta de Lucie Chapuis, hermana de Pierre y Marius que andaban de proyeccionistas por Italia y Rusia. Hemos podido consultar dichas cartas y resulta que Lucie solía abreviar los nombres y apellidos en sus cartas. A continuación reproducimos el texto exacto que corresponde al misterioso operador, con el garabato, parecido a la letra griega «j», que acompaña el apellido Boula:

«Boulaj est en Espagne pour le cinémato»8 .

«Maman et tante ce matin en faisant le marché ont rencontré l'oncle Nar6 qui leur a offert un verre de vin blanc et leur a annoncé le retour d'Espagne de Boulaj, il est employé toujours au cinema rue de la République en attendant un autre poste»9.

Podemos notar que Lucie Chapuis utiliza las abreviaturas (cinema o cinemato por cinématographe), los jeroglíficos (Narc6 por Narcisse) y los garabatos en el caso de Boula. Así pues el tal Boula (acompañado en la carta de una señal indescifrable) podría ser Boulaz, un empleado de la casa Lumière o uno de los hermanos Boulade, ópticos famosos de Lyon en aquel momento, con quienes trabajó Promio de contable. Últimamente he podido recoger el testimonio de la nieta de Jean Busseret, operador Lumière que anduvo por Sevilla y Portugal. Según este testimonio, Jean Busseret fue quien presentó el cinematógrafo a la familia real española. Esto significaría que estaba en Madrid en junio y que probablemente estuviera desde hacía ya algún tiempo. Lo cierto es que Alexandre Promio no estaba en España en aquel momento.




«Mi primer viaje tuvo lugar en España...

»-nos dice Promio10-, estaba algo emocionado, me sentía muy solo, entregado completamente a mí mismo y temía un fracaso. Un telegrama procedente de Lyon, después de mis primeros envíos, fue un importante estímulo, tomé confianza y proseguí mi ruta con menos preocupación.»

Todo lo que declara Carlos Fernández Cuenca a propósito de la llegada de Alexandre Promio a España resulta falso o por lo menos muy aproximativo ya que confunde la llegada de Promio con la primera presentación del cinematógrafo en Madrid11. Vamos a intentar reconstruir este primer viaje. Decimos reconstruir ya que nos siguen faltando elementos para poder afirmarlo todo. Para llegar a una comprensión global de estos primeros tiempos resulta imprescindible comprender el sistema Lumière. Tras formar una serie de operadores, o sea en este caso proyeccionistas, Alexandre Promio va a «recoger vistas por el mundo» como él mismo lo dice12. El primer problema que se plantea es tratar de saber cuál fue el itinerario seguido por el responsable del cinematógrafo desde Lyon hasta Madrid, donde va a rodar auténticas obras maestras. Existen por lo menos dos razones para pensar que pasó por Cataluña y Barcelona. Primero el propio Alexandre Promio nos dice «De España, regresé por Burdeos...» Esta precisión deja suponer que a la ida no pasó por esa ciudad francesa, si no, no hubiera insistido en ese detalle. Lo más probable es que, viniendo de Lyon, pasara por Cataluña, el otro trayecto posible. Además nos dice que le mandó una vista a Louis Lumière que quedó muy satisfecho y que le animó a continuar su ruta. Alexandre Promio viajaría en tren de Lyon a Marsella por el tren de la compañía PLM (París-Lyon-Mediterráneo) y luego, en tren o en barco hasta Barcelona. Por otra parte, cuando en Lyon se presentan las películas rodadas en España por Alexandre Promio, los espectadores pueden ver algunas de las vistas rodadas en Madrid, y además una rodada en Barcelona -que no figura en el catálogo Lumière- anunciada por la prensa como Place du port à Barcelone, pero que forma parte del mismo lote13. Esta asociación es muy interesante ya que deja suponer que la primera película rodada en España fue esta desconocida Place du port à Barcelone, probablemente a principios de junio de 1896, durante el viaje de Alexandre Promio a España14. Con este título no encontramos ninguna película en el catálogo, lo que, por otra parte, no tiene que sorprender en la medida en que al principio las películas no llevaban títulos definidos ya que los catálogos no se habían editado todavía. Por eso, es posible, por no decir probable que se trate de la película que lleva el título Déchargement d'un navire. Lo más factible, y teniendo en cuenta lo sucesivo, es que esta película se rodó en los últimos días de mayo o primeros de junio. En aquel momento en Barcelona se exhibía un kinetógrafo:

«En el salón de descanso del Teatro Principal se verificó anoche una sesión particular para dar a conocer el Kinetographe o exposiciones de fotografías animadas, que están hoy tan en boga en las principales capitales. Se exhibieron seis vistas, entre ellas dos de los boulevares de París que producen sorprendente efecto por el movimiento de vehículos de todas clases y condiciones que circulan al trote o al paso y por los numerosos paseantes que andan por las aceras o atraviesan el arroyo central. Este espectáculo no ha llegado todavía a su grado de perfección máxima pues al pasar de un cliché a otro no obstante el rápido movimiento que le imprime la electricidad se produce una oscilación continua que se esplica [sic] fácilmente. Para obtener una fotografía animada sobre un lienzo o tela, pasa por el interior de una poderosísima linterna una tira de placas fotográficas en número de algunos centenares y todo del mismo asunto, que se trata de exhibir. Con esta cinta de placas continuas obtenidas del natural se consigue la fotografía animada, durante el paso de 500 ó 600 fotografías uno o dos minutos.»15

La Vanguardia del mismo día añade por su parte que se presentaron «La rue d'Havre (París), Estación ferroviaria de Vincennes y un baile franco-español que fue el mejor recibido.»16 El aparato utilizado no es el de los hermanos Lumière, ya que las vistas presentadas no corresponden al catálogo de la empresa de Lyon. Tal vez se trate de uno de los numerosos aparatos que llevaron el nombre kinétographe, como el de George William de Bets que ya estaba instalado en París en el local de los hermanos Isola, frente al Salón indio donde se daban las sesiones de cinematógrafo. Ignoramos si Alexandre Promio estaba al corriente de dichas proyecciones, pero si pasó en aquel momento tal vez fuera a ver a este competidor.




La corrida de Mazzantini (14 de junio de 1896)

Gracias a las investigaciones que he llevado a cabo estos últimos años se puede hoy día reconstruir con una máxima precisión el viaje de Promio a España. Aunque en ningún momento su nombre aparece en la prensa que hemos podido consultar, las diferentes fuentes permiten afirmar que la estancia de Alexandre Promio en España tuvo lugar durante la primera quincena del mes de junio de 1896. Efectivamente, a principios de junio, se señala la presencia de un operador que va recogiendo vistas. El diario El Movimiento católico anuncia desde el día 13 de junio que: «Dentro de unos días, el público tendrá la ocasión de ver una parte de una corrida sacada directamente por el mismo procedimiento.»17 Este primer anuncio sólo indica la posibilidad de un próximo rodaje, pero a partir del 17 de junio varios periódicos señalan que varias vistas han sido sacadas y se añade: «Creemos saber que algunas vistas de Madrid han sido sacadas, una de ellas de una corrida.»18 En Madrid, en 1896, la temporada taurina había empezado el domingo 5 de abril con una cuadrilla compuesta por los matadores Mazzantini, Bourlita y Algabeiro con las ganaderías Aleas, Pérez de la Concha, Adalid, Ibarra y Miura. A lo largo de las corridas que se celebraban en la plaza de toros de Alcalá, hoy desaparecida, esta estructura fue evolucionando según las disponibilidades de los unos y de los otros. Cada domingo sin embargo Luis Mazzantini y Eguía allí estaba y llevaba su cuadrilla. Él es quien está en el primer plano de L'Arrivée des toréadors, una de las primerísimas vistas sacadas en Madrid. Luis Mazzantini torea en Madrid hasta el 14 de junio, fecha de la 12.ª y última corrida de abono. Por otra parte sabemos que, si la corrida del 31 de mayo tuvo lugar efectivamente, como estaba previsto, la del domingo 7 de junio se suspendió a causa del mal tiempo y fue aplazada al domingo siguiente. De esta corrida dada por Mazzantini, se rodaron algunas vistas. A diferencia de lo acostumbrado, los matadores no eran tres sino cuatro ya que hubo ocho toros. La ganadería era la de don Eduardo Ibarra de Sevilla y los matadores Luis Mazzantini, Emilio Torres (Bombita), Juan Gómez de Lesaca y Nicanor Villa (Villita). Se sacaron varias vistas pero desgraciadamente, el tiempo siguió malo -sigue lloviendo cuando empieza la corrida19- y Alexandre Promio no quedó satisfecho de su trabajo como se indica en el artículo publicado en La Iberia pocos días después:




«El cinematógrafo

»Parece ser que el director del espectáculo que tanto está llamando la atención en la Carrera de San Jerónimo, ha conseguido fotografiar íntegra la lidia de un toro, muerto por Mazzantini, en la plaza de Madrid, y precedida de otra que reproduce el despejo.

»Pero la falta de sol ha hecho que la prueba no guste al mismo operador, que se propone repetirla.»20

En estas pocas líneas podemos notar la preocupación técnica y estética de Alexandre Promio que, insatisfecho, se propone rodar de nuevo algunas vistas, pero se conoce que no lo hizo, entre otras cosas porque la temporada de las corridas de abono ya se acababa. Es muy probable que la única vista que se ha conservado, L'Arrivée des toréadors, forme parte de una serie que no fue considerada lo bastante buena como para figurar íntegramente en el catálogo. Las otras vistas rodadas en Madrid por Promio y anunciadas por la prensa son, muy probablemente, Madrid, Puerta del Sol y Madrid, Porte de Tolède aunque el propio Promio no comenta estos rodajes en sus breves memorias.




La familia real y el cinematógrafo

Efectivamente conviene recordar que la familia real mostró gran interés por el nuevo invento. Sabemos que los primeros días del cinematógrafo en Madrid no tuvieron el éxito esperado probablemente porque la presencia del animatógrafo de Rousby fue una competencia demasiado fuerte, por lo menos, para el pueblo madrileño. Así pues, los periódicos no prestan mucho interés a este nuevo invento. La situación va a cambiar de manera radical al principio del mes de junio que corresponde a la llegada de Alexandre Promio a Madrid. Hemos podido reconstituir las relaciones entre la familia real y el cinematógrafo, ya que hemos señalado21 que las personas reales mostraron un interés muy claro por el cinematógrafo.

Según el testimonio ya evocado, podemos admitir que el responsable de está sesión excepcional fue probablemente Jean Busseret. Como los Lumière solían utilizar la red diplomática para dar a conocer su cinematógrafo, podemos suponer que el responsable entró en contacto con los servicios del marqués de Reverseaux de Rouvray (nacido el 6 de marzo de 1845) que fue embajador de Francia en Madrid desde el 19 de abril de 1894 hasta el 14 de octubre de 1897, día en que es nombrado embajador en Viena. Es muy probable que Promio encontrara a Busseret en aquellos días. Recordemos que Alexandre Promio también iba inspeccionando los diferentes puestos.

Es muy probable pues que los trámites del responsable del cinematógrafo en la embajada de Francia terminaran por despertar el interés de la familia real ya que el sábado 6 de junio de 1896, la infanta doña Isabel, con quince años entonces, asiste a una sesión del cinematógrafo22. Es de suponer que esta visita provocara la siguiente visita con la familia real y altas personalidades. Una semana más tarde la reina regenta María Cristina y sus tres hijos Isabel, María Teresa y Alfonso, el futuro rey, asisten a una sesión excepcional organizada especialmente. Los periódicos que mejor relatan el acontecimiento son La Época y La Correspondencia de España23. Existen algunos trabajos publicados sobre los inicios del cine en Madrid y lo único que quisiera resaltar aquí es el programa propuesto. Según los periódicos, se proponen diferentes cifras de vistas presentadas, pero se puede pensar que hubo unas cuarenta. Lo interesante es comprobar que no había ninguna vista española. Esto se puede explicar por varias razones. Pero, como ya lo hemos dicho, la comprensión general del sistema Lumière es esencial para poder analizar ciertos fenómenos. Así pues, sabemos que por regla general, no se presentaban vistas oriundas durante las primeras sesiones. Hay que comprender efectivamente que lo normal era primero instalar un puesto cinematográfico para poder ganar dinero, no lo olvidemos. Luego venía un operador y empezaba a rodar películas probablemente con otro aparato. El hecho de que durante esta sesión excepcional del 12 de junio no se proyectaran vistas españolas muestra perfectamente que no existían en aquel momento, si no resulta claro que, por motivos obvios de publicidad, se hubieran presentado. Por otra parte entre las vistas que se proponen notamos la presencia de unos clásicos como La Llegada de un tren a la estación, El Paseo por el mar, La Avenida de los Campos Elíseos, Salida de la fábrica Lumière o La Demolición de un muro. Más interesantes son las vistas que nunca han sido presentadas como en el caso de El Expreso en la estación de Berlín o El Emperador de Alemania rodadas por Charles Moisson24. Finalmente conviene señalar que la ausencia de películas españolas se puede explicar por un argumento que encontramos en la prensa americana que recoge la estancia de Promio en septiembre de 1896:

«Dado el secreto conservado por Lumière sobre el método de revelado de los negativos, todas las películas tienen que ser mandadas a Lyon para el acabado»25.

Así comprendemos mejor que no se pudieron presentar vistas españolas en aquel momento sino a las pocas semanas. En la prensa madrileña figuran los primeros testimonios de la proyección de vistas de Madrid a principios de julio:




«Cinematógrafo Lumière

»Como ya habíamos anunciado, el Cinematógrafo, que está llamando la atención en la Carrera de San Jerónimo, se ha enriquecido con vistas nuevas tomadas en Madrid.

»Entre otras figuran la calle de Alcalá, el relevo de la guardia de Alabarderos en Palacio, maniobras de Infantería, Caballería, Artillería e Ingenieros»26.

Lo interesante es notar que estas proyecciones corresponden prácticamente a las primeras que se hicieron en Lyon aunque en esta ciudad se presentaron a finales de junio. Conviene señalar que el interés por el asunto militar tendrá como consecuencia original, la invitación de diferentes cuerpos de ejército a unas sesiones de cinematógrafo:




«Cinematógrafo Lumière

»El director del Cinematógrafo que se exhibe en la Carrera de San Jéronimo, ha invitado a todos los cuerpos de la guarnición de Madrid, y esta mañana ha ido a presenciar tan curioso espectáculo el batallón de León con sus jefes y oficiales»27.

Pero volvamos a la familia real y al cinematógrafo. Después de la sesión extraordinaria del sábado 12 de junio, la infanta Isabel realmente impresionada por las imágenes animadas vuelve de nuevo el día 18 de junio como lo señala La Unión católica28.

El interés de la familia real por el cinematógrafo fue indudablemente un elemento de propaganda enorme que se traduce inmediatamente por el aumento de las sesiones los jueves y domingos y por la huida del competidor Ervin Rousby que organiza la primera sesión en Lisboa el 18 de junio de 1896. La incidencia de la visita real también fue indudablemente esencial para las vistas militares. Resulta claro que, tras haber visto las vistas cinematográficas, la regenta dio la autorización para el rodaje de las vistas militares, como lo indica el propio Alexandre Promio en sus memorias donde explica de manera detallada los trámites que efectuó, con éxito, con María Cristina, la reina regenta, y nos describe con precisión y vivacidad sus contactos con la casa real para obtener una autorización de rodaje de vistas militares:

«En Madrid, el cine fue la causa indirecta de una pequeña revolución en el Palacio Real. Había mandado pedir a la reina regente, por mediación del mariscal del Palacio, unas autorizaciones necesarias para andar por los cuarteles o por los terrenos de ejercicios para poder grabar escenas de caballerías, infantería, etc. De muy buena gana, la soberana había concedido todo lo que yo pedía. En el momento de ocuparme de la artillería, como no quería contentarme con un desfile común, expresé al mariscal mi deseo de tener piezas en acción. Puso el grito en el cielo y me dijo que no se encargaría de transmitir semejante solicitud y que tenía que contentarme con lo que se me había concedido. Insistí sin embargo y cuarenta y ocho horas después, me informaron que la reina había dado órdenes para que seis piezas fueran cargadas con dos saquetes, lo que dejó atónitos a los oficiales, que tuvieron que reconocer que el cinematógrafo Lumière tenía una enorme influencia sobre los soberanos»29.

El impacto que produce el cinematógrafo le permite a Alexandre Promio rodar pues unas vistas militares de las cuales ocho figuran en el catálogo. El nombre de Promio no aparece nunca, pero teniendo en cuenta sus propias declaraciones y el final del artículo de La Iberia, del que ya hemos hablado, no cabe la menor duda de que el operador es Alexandre Promio:

«Lo que sí ha salido a las mil maravillas ha sido una carga de caballería del regimiento número 2, que manda el coronel D. Nicasio Montes, y que se está afinando y corrigiendo para exhibirla en plazo breve»30.

El coronel Nicasio Montes, del que hemos encontrado una fotografía y que figura en la vista Lanciers de la reine: charge es efectivamente en aquel momento coronel del regimiento de la reina (n.º 2) creado en 1702 y situado en Madrid31. Poco tiempo después será nombrado general de brigada. También está en la vista Lanciers de la reine: défilé. La coincidencia entre los recuerdos y la prensa nos permite pues asegurar que Alexandre Promio estaba en Madrid durante la primera quincena de junio de 1896.




Los falsos testimonios32

Entre los poquísimos testimonios de la presencia de Alexandre Promio en Madrid están los de doña Paz Salcedo y Eduardo Jimeno33 Correas. Carlos Fernández Cuenca recoge el testimonio de esta dama y deduce, de manera demasiado rápida, que la primera película rodada en España fue la hipotética Salida de las alumnas de San Luis de los Franceses. Así lo relata el propio Cuenca:

«A la sesión inaugural, celebrada a primera hora de la tarde, asistieron, invitadas por el embajador, las alumnas del Colegio de San Luis de los Franceses, a las que se presentaron sólo tres películas del repertorio primitivo: La Salida de los obreros de la fábrica Lumière, La Avenida de los Campos Elíseos y El jardinero regado. Una dama española, doña Paz Salcedo, viuda de Urios, niña entonces y que, como alumna de la famosa institución docente francesa, asistió a esta sesión, de la que sin su testimonio se hubiera perdido el sabor auténtico, nos da un dato por demás notable y que permaneció ignorado por mucho tiempo.

»Al concluir la sesión, y mientras las niñas formábanse en filas en el vestíbulo, acompañadas por dos Hermanas de San Vicente de Paúl, Promio sacó su cámara al exterior, la emplazó en la Carrera de San Jerónimo e impresionó un film con la salida de las alumnas de San Luis de los Franceses; salida, claro está, todo lo ordenada que el júbilo del momento permitía, pues el espectáculo que acababan de presenciar, según los recuerdos de doña Paz Salcedo, las había entusiasmado y llenado de algazara. Cuando las chiquillas se dieron cuenta de que aquel caballero tan simpático y amable que las recibiera al llegar parecía despedirlas dando vueltas a la manivela de un misterioso aparato en plena calle, las buenas Hermanas de San Vicente de Paúl se vieron y se desearon para que continuasen su camino en una formación bastante deslucida.

»Todo hace suponer que este film de la longitud usual entonces -17 metros, pues ni más ni menos contenían los chasis que fabricaban los laboratorios Lumière- fuese el primero que Promio impresionó en Madrid; el primero, por lo tanto, que con luz española obtenía el cinematógrafo. Sin embargo, nada se sabe de él, aparte de la reveladora comunicación de doña Paz Salcedo. Mis indagaciones en el Colegio de San Luis de los Franceses, apoyándome en la improbable hipótesis de que Promio regalara alguna copia -regalo inservible, puesto que no disponían de máquina con que proyectarla- resultaron infructuosas; tampoco en los archivos de la Embajada de Francia en Madrid hay dato alguno que permita seguir una pista. La cinta en cuestión no llegó a formar parte del repertorio Lumière»34.

Las deducciones de Carlos Fernández Cuenca muestran a la vez una honestidad indudable, pero una metodología imperfecta. En su texto podemos así resaltar una serie de imprecisiones y de deducciones erróneas. Lo primero, resulta muy dudoso que a la sesión inaugural se fuera a invitar a unas niñas aunque pertenecieran al colegio de San Luis de los franceses. Es de suponer que primero fueran invitadas altas personalidades. Resulta también muy dudoso que la niña recordara con el tiempo el nombre de Promio que ni siquiera la prensa recogió en aquel momento. En cuanto al rodaje sabemos perfectamente que se trataba de una técnica usual para atraer al público: se hacía como si se rodara un grupo de personas pero sin película en el cinematógrafo. El propio Promio lo cuenta en sus memorias35. Al conocer el sistema Lumière, sabemos perfectamente que en aquel momento las cintas se mandaban a Lyon para ser reveladas como ya lo hemos visto. Y sin embargo, esta señora recuerda a un señor rodando una película... Y no tenemos por qué dudar de sus recuerdos infantiles. Sin embargo, una información en la prensa de la época nos permite proponer una nueva información:

«El Cinematógrafo.

»Invitados por la empresa del Cinematógrafo de Mrs. Lumière [sic], han concurrido hoy, de dos a tres de la tarde, a presenciar dicho espectáculo unos 300 niños»36.

Resulta bastante probable que entre estos 300 niños estuviera una niña Paz Salcedo cuyos recuerdos recogería bastantes años más tarde el historiador Carlos Fernández Cuenca. Lo que ignoramos es si Alexandre Promio seguía en Madrid en aquel momento.

Otro testimonio de la presencia de Promio en Madrid es el de Eduardo Jimeno Correas que dibuja el retrato de nuestro hombre durante su estancia madrileña. Como sabemos Jimeno estaba por aquel entonces en Madrid. Si hubo un encuentro entre ambos hombres, lo más probable es que tuviera lugar a mediados de junio, si nos atenemos a lo que cuenta el cuaderno Jimeno:

«Era por el 24 al 29 de junio del año indicado37, cuando padre e hijo Jimenos, tomaron el tren para París en busca del cinematógrafo, y con bastantes inconvenientes, adversidades y gastos lograron alcanzar el invento deseado, mas no la maquinaria perfecta que era la de la Casa Lumière (por aquella época) por no venderse hasta el año siguiente, sino otra más imperfecta, que costó quince mil francos. Y ya con ella regresaron a España llenos de alegría e ilusiones por ser los primeros que iban a explotarlo debidamente en España38.

También resulta interesante señalar que, en la prensa, durante el mes de junio se publicaron anuncios por palabras como el siguiente:

«El cinematógrafo - Nuevo aparato perfeccionado para las proyecciones animadas sobre la pantalla. Fortuna asegurada para las personas que quieran hacer exhibiciones públicas. Magníficas escenas tomadas de la vida parisién. Los aparatos preparados provistos de doce cintas, enviáranse immediatamente. MM Werner et C.ª, 85, rue de Richelieu, París»39.

Podemos señalar que este anuncio se publicó el 22 de junio de 1896, o sea, según lo que dice el cuaderno de Jimeno, pocos días antes de que saliera para París. Cabero dice que Jimeno compró en la capital francesa, un aparato Vernée, rue Richelieu, 84. Hasta ahora en las investigaciones llevadas a cabo en Francia, nunca se ha señalado un aparato Vernée. Resulta casi evidente que el aparato comprado por Jimeno fue un cinematógrafo vendido por los hermanos Werner que habían comercializado, en París, el kinetoscopio por cuenta de Edison. Dichos hermanos propusieron a partir del mes de febrero de 1896 un aparato llamado cinégraphe, el que compró con toda probabilidad Jimeno. Efectivamente Vernée, no es sino la pronunciación apenas deformada de Werner, y además el propio Michel Werner, firmaba Vernée.

Este pionero del cine español se encuentra al parecer con Alexandre Promio y su visita al cinematógrafo Lumière fue el origen de su dedicación al cine:

«Era Promio bastante joven cuando vino a España; a juicio de Eduardo Jimeno Correas, que le trató algo durante su estancia en Madrid, no debía de pasar de los veinticinco años de edad. Tenía maneras sencillas, mucha afabilidad y buen don de gentes; si como servidor de Lumière cumplía con rigurosa escrupulosidad las consignas de éste, que le vedaban, entre otras cosas, suministrar cualquier información sobre las características del cinematógrafo, hacíalo con tan amable pulcritud, que nadie encontraba motivos de molestia al que dar chasqueado»40.

Se trata, según lo que hemos podido averiguar, del único retrato de aquella época de Alexandre Promio. Retrato que en todo caso corresponde bastante bien a lo que sabemos de él. El retrato de Eduardo Jimeno se completa con la entrevista concedida a F. Castán Palomar:

«La casa Lumière abre en Madrid el primer cinematógrafo como una propaganda para el aparato recién construido, y pone a su frente a Mr. Promio. ¡Bravo tipo el de Mr. Promio, con sus grandes bigotes, y su chaleco blanco, y sus botas de charol rebrillante! Mr. Promio ha establecido el primer salón cinematográfico en Madrid en la Carrera de San Jerónimo, en los bajos del Hotel de Rusia, esquina a la calle de Ventura de la Vega»41.

Pero como en el caso de Doña Paz Salcedo, seguimos con las dudas. ¿Se encontró realmente Jimeno con Promio? A quien encontró probablemente Jimeno fue al responsable del puesto madrileño, ¿Busseret u otro? Pensamos que aquí de nuevo, la memoria puede ser infiel y que, a fuerza de decir que estuvo Promio en Madrid durante muchos meses, todo el mundo se lo creyó e incluso Jimeno pensó que había hablado con él, cuando en realidad ni lo vio. En este sentido, las memorias de Jimeno permiten confirmar esta hipótesis ya que al que encontró fue al que manejaba el aparato en el local de la carrera San Jerónimo y no un operador responsable que vino a Madrid para sacar vistas, y probablemente, como lo hizo meses después, en Estados Unidos, para controlar el puesto de Madrid.

Quisiéramos aprovechar la ocasión para poner en tela de juicio una serie de afirmaciones que resultan muy dudosas a la hora de analizar los primeros tiempos del cine en España. Se da por descontado que Eduardo Jimeno Correas rodó la que se considera como la primera película española, la célebre Salida de la misa de doce del Pilar de Zaragoza. En su libro documentado Agustín Sánchez Vidal supone que Eduardo Jimeno instaló un aparato Lumière en Zaragoza a partir del 14 de septiembre de 189642. Que un cinematógrafo existiera en aquel momento en Zaragoza no cabe la menor duda ya que varios periódicos de aquel entonces recogen la información. Lo que resulta muy dudoso por no decir imposible es que dicho aparato fuera un cinematógrafo Lumière. La primera razón, evidente para alguien que estudia el sistema Lumière, es que la presentación de su cinematógrafo iba siempre acompañada con el nombre Lumière. No olvidemos que la competencia es enorme en aquel momento. Por eso Agustín Sánchez Vidal no encuentra mención alguna del nombre Lumière, lo que descarta rotundamente la posibilidad de que en aquel momento hubiera un aparato Lumière en Zaragoza. Además, sabemos perfectamente que el sistema Lumière se organizaba de la manera siguiente: estaban primero los dueños (Antoine, Louis y Auguste Lumière), luego el responsable del sector cinematográfico (Alexandre Promio), después los concesionarios (en Madrid, tal vez Busseret) y por fin los proyeccionistas. Eduardo Jimeno Correas nunca fue representante de la casa Lumière, tampoco fue concesionario lo que descarta totalmente la posibilidad de que pudiera tener un aparato Lumière en 1896. Por otra parte sabemos perfectamente que la venta de los cinematógrafos sólo empezó el primero de enero de 1897 para los concesionarios y de manera general a partir del 1.º de mayo, lo que además señala el cuaderno de los Jimeno.

Esta serie de informaciones nos conduce a una alternativa: o la película Salida de misa de doce fue rodada con el primer aparato comprado por Jimeno y entonces no es una película Lumière o fue rodada con este último aparato y en este caso el rodaje tuvo lugar en octubre de 1897. Teniendo en cuenta lo que dice Agustín Sánchez Vidal a propósito de la cinta (su longitud y sus perforaciones)43 y la compra del aparato Lumière por Jimeno44 las cosas parecen quedar claras: la película Lumière Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza no pudo rodarse antes del mes de julio de 1897, ya que hasta los primeros días de julio, Jimeno sigue con el aparato Werner. Entonces los acontecimientos encajan mejor y las declaraciones que hizo el propio Jimeno resultan coherentes:

«Recuerdo la llegada de un tren, la salida de los empleados de la casa Lumière, una batalla con bolas de nieve, otra cinta que se titulaba Los Baños de Diana... Películas que yo luego he tenido y he proyectado por ahí»45.

La película Bataille de neige sólo fue rodada a principios de 1897 después de la nevada que asoló la región de Lyon el 31 de enero. En cuanto a la película Los Baños de Diana según las informaciones de que disponemos sólo se presentó por primera vez el 12 de julio de 1896 en Vichy (Francia). Que Jimeno estuviera en Zaragoza en octubre del 1896 no lo he averiguado, pero si así fue, el aparato de que disponía era el de los hermanos Werner y no el cinematógrafo Lumière46.




La salida de España

Dejando de lado el caso de Jimeno y su dudoso encuentro con Promio, es probable que el pionero español acudiera al cinematógrafo durante el mes de junio. En cuanto a Promio no sabemos exactamente qué día salió de España. Pero podemos pensar que regresó antes del 20 de junio. En todo caso no se puede admitir la versión dada por Fernández Cuenca:

«Promio permaneció en Madrid hasta que, de regreso a Francia, se detuvo en San Sebastián para presentar allí el cinematógrafo, el 24 de junio»47.

Este dato lo recoge Santos Zunzunegui48 y lo discute, pero quisiéramos completar, en algo, sus conclusiones. Efectivamente para justificar la presencia de Alexandre Promio en Biarritz utiliza un artículo publicado en el periódico Le Courrier de Bayonne. Lo que pasa es que el texto recela cierta ambigüedad. El periodista dice lo siguiente:

«Aprés un entretien avec le représentant, nous pouvons assurer à nos lecteurs que le cinématographe de Biarritz offrira les plus belles projections de la collection Lumière: Le Rocher de la Vierge, une entrée de navire à la barre, une course de taureaux et diverses autres scènes locales viendront augmenter le nombre des tableaux qui ont émerveillé les grandes capitales»49.

El periodista habla de «otras escenas locales» porque las escenas de las que acaba de hablar ya son locales: Le Rocher de la Vierge de Biarritz, la barre de Bayonne. Lo más probable es que las corridas aludidas fueron rodadas -si es que lo fueron- durante unas fiestas taurinas en Mont-de-Marsan o en Bayonne. Además estas vistas no parece que se proyectaran, y quitando la primera las otras no llegaron nunca a formar parte de la colección Lumière. Esto deja suponer que el representante está haciendo publicidad. La confusión mantenida entre operador-proyeccionista y operador-cineasta llevó a pensar que Promio estuvo en agosto presentando vistas en Biarritz. Lo que nos parece mucho más factible es que Alexandre Promio, volviendo como lo dice, por Burdeos, se detuviera en Biarritz para rodar la película Le Rocher de la Vierge ya que la primera proyección conocida de esta película es la del 7 de julio de 1896, en Vichy (Francia). Esto significa que el rodaje, necesariamente anterior, se efectuó durante el mes de junio, lo que correspondería a la vuelta de Promio a Lyon con sus películas españolas50. Señalemos, aunque esto no sea una información absoluta, que las proyecciones se hacían en Biarritz en la fotografía Maurice y el fótografo Maurice también era el nombre del responsable del cinematógrafo Lumière en París. Puede ser una casualidad o también la misma persona. En todo caso como ya lo hemos señalado, Alexandre Promio no instalaba los puestos, ni el de Madrid, ni el de Biarritz. En agosto sale rumbo a América para recoger vistas de Estados Unidos. En un artículo publicado en aquel país se dice que Promio fue condecorado pero no hemos podido comprobarlo hasta ahora y puede ser una mentira de periodista:

«El Sr. Promio, por sus resultados en fotografía ha sido condecorado, recientemente, por la Reina de España»51




Los inicios de una escritura cinematográfica

No todas las vistas rodadas por Promio en España tienen una calidad idéntica, pero algunas constituyen auténticas obras maestras donde la riqueza de la composición y la originalidad del tema es excepcional. Promio desarrolla su vista de manera bastante habitual, con un espacio construido a partir de líneas oblicuas que van creando perspectivas. Promio también sabe, en Cyclistes militaires, servirse de su cinematógrafo para hender los dos rangos de ciclistas que, como en un ballet extraordinario, vienen a construir una especie de danza de seducción frente al nuevo objeto que intenta conquistar y seducir. ¿Qué más se puede decir también de la Danse au bivouac cuya originalidad nos sigue sorprendiendo cuando vemos a esos hermosos militares que bailan una jota aragonesa? También podemos leer cierta ironía en esta vista cuando sabemos que España está implicada en la guerra en Cuba. Cambia con mucha habilidad el ángulo de toma de vista y nos ofrece en Distribution des vivres aux soldats un picado sobre los militares que recuperan su comida. La importancia de las vistas militares es clarísima y resulta evidente que la situación de guerra que vivía España le incita a Promio probablemente a prolongar su mirada sobre estos militares52. La mayor parte de esta vistas son encantadoras y sentimos en ellas el placer enorme que debió de sentir el operador al encuadrar, al observar y al multiplicar los juegos que le permitía su maravilloso aparato. Sólo por estas espléndidas vistas su nombre merece ser conocido.




Las otras vistas españolas

No quisiéramos terminar este estudio sobre Alexandre Promio sin completarlo con lo que se sabe de las vistas españolas Lumière. Si las primeras películas españolas Lumière, las rodó Alexandre Promio, se desconoce el nombre de los que fueron a España en los años siguientes para seguir rodando películas. No se puede descartar la posibilidad de que algunas vistas fueran rodadas por Promio ya que de las 600 películas cuyo autor conocemos unas 400 fueron rodadas por él. Eso significa que las dos terceras partes de las vistas del catálogo Lumière las hizo Alexandre Promio. Un análisis rápido de las películas rodadas muestra que los operadores Lumière estuvieron cuatro veces en España:

- Junio 1896 (Madrid).

- Abril 1897 (Barcelona, Sevilla).

- Diciembre 1897 (Barcelona).

- Abril 1898 (Sevilla).

Quedan algunas vistas aisladas que pueden ser vistas ocasionales o errores de catalogación. Así pues la película Sortie d'un bal d'enfants costumés en Espagne puede haberse rodado cuando se filmó la Cabalgata infantil, Barcelona presentada en el salón Napoleón en Barcelona el 1.º de mayo de 1898. Además es muy probable que diferentes títulos representen las mismas vistas (véase las vistas de abril de 1897). Si conocemos a los dos primeros operadores Alexandre Promio y posiblemente Francis Doublier, no tenemos ninguna indicación a propósito de los dos siguientes. El tercer operador podría ser el propio Alexandre Promio si tenemos en cuenta la presencia de panoramas y el tema militar, dos elementos comunes a su obra.








Anexo

Lista provisional de las películas españolas Lumière53


A continuación, proponemos un cuadro provisional de las diferentes vistas con una serie de indicaciones. Cuando las informaciones están entre corchetes es que existen algunas dudas sobre la pertenencia de la vista a la colección Lumière, sobre la fechas extremas de posible rodaje...

Hemos reunido las diferentes películas españoles que forman parte del catálogo Lumière. Las investigaciones las hemos llevado a cabo en Madrid, Sevilla y Barcelona. Es muy probable que existan películas no catalogadas que se hayan rodado en otros lugares de España. Nuevas investigaciones tendrán que completar esta lista provisional. En esta lista hemos adoptado una serie de claves que utilizamos también en La Production cinématographique des Frères Lumière. Los números son los de nuestro catálogo. La abreviatura n.c. significa «película no catalogada», o sea que no figura en los catálogos editados por la Sociedad Lumière. Las fechas están entre corchetes cuando proponemos una gama de fechas. Cuando no hay corchetes es que disponemos de elementos que nos permite dar las fechas con mucha certidumbre.

Título y número de catálogoRodaje1.ª Presentación conocida
BARCELONA-MADRID - JUNIO 1896 (ALEXANDRE PROMIO)
Place du port à Barcelone (133)Barcelona - junioLyon, 5 julio 1896
Arrivée des toreadors (132)Madrid - 14 junioGrenoble, 15 de julio de 1896
Puerta del sol (134)Madrid - [12 - 17 junio]Mâcon, 2 julio 1896
Porte de Tolède (135)Madrid - [12 - 17 junio]Toulouse, 30 agosto 1896
Hallebardiers de la Reine (142)Madrid - [12 - 22 junio]Madrid, 4 julio 1896
Lanciers de la Reine, charge (136)Madrid - [12] - 22 junioMacôn, 2 julio 1896
Lanciers de la Reine, défilé (137)Madrid - [12] - 22 junioMadrid, 4 julio 1896
Défilé du Génie (138)Madrid - [12] - 22 junioLyon, 30 junio 1896
Danse au bivouac (141)Madrid - [12 - 22 junio]Lyon, 30 junio 1896
Artillerie (exercices du tir) (144)Madrid - [12 - 22 junio]Madrid, 4 julio 1896
Cyclistes militaires (139)Madrid - [12 - 22 junio]Grenoble, 5 julio 1896
Garde descendante du Palais royal (143)Madrid - [12 - 22 junio]Vichy, 10 julio 1896
Distribution des vivres aux soldats (140)Madrid - [12 - 22 junio]Ninguna presentación conocida
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BARCELONA-SEVILLA - ABRIL 1897 (FRANCIS DOUBLIER)54
[Corrida de toros, picadores] (n.c.)[nov. 96] - 25 abrilBarcelona, 25 abril 1897
[Corrida de toros, capeadores] (n.c.)[nov. 96] - 25 abrilBarcelona, 25 abril 1897
[Corrida de toros, suerte de capa] (n.c.)[nov. 96] - 2 mayoBarcelona, 2 mayo 1897
[Corrida de toros, suerte de pica] (n.c.)[nov. 96] - 2 mayoBarcelona, 2 mayo 1897
[Yacht Club Real] (n.c.)Barcelona - [oct. 96] - 23 mayoBarcelona, 23 mayo 1897
[Maniobras a bordo del «Alfonso XIII»] (n.c.)Barcelona (?) - [oct. 96] - 23 mayoBarcelona, 23 mayo 1897
[Sevilla] (n.c.)Sevilla - [oct. 96] - 23 mayoBarcelona, 23 mayo 1897
Espagne: courses de taureaux I (158)Sevilla - [oct. 96] - 25 abrilLyon, 23 mayo 1897
Espagne: courses de taureaux II (157)Barcelona - [oct. 96] - 25 abrilLyon, 23 mayo 1897
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BARCELONA - DICIEMBRE 1897
Barcelone: panorama du port I (166)Barcelona - [jul. 97 - 16 en. 98]Lyon, 6 febrero 1898
Barcelone: panorama du port II (167)Barcelona - [jul. 97 - 16 en. 98]Lyon, 6 febrero 1898
Régiment d'artillerie sortant de la messe (170)Barcelona - 4 diciembre 1897Lyon, 23 enero 1898
Défilé d'un régiment d'infanterie (171)Barcelona - [jul. 97 - 16 en. 98]Lyon, 27 febrero 1898
Artillerie de montagne avec mulets (172)Barcelona - [jul. 97 - 16 en. 98]Lyon, 6 febrero 1898
Hussards: défilé en tenue d'exercice (173)Barcelona - [jul. 97 - 16 en. 98]Barcelona, 17 abril 1898
Hussards: défilé par quatre (174)Barcelona - [jul. 97] - 16 en. 98Lyon, 16 enero 1898
Hussards: défilé au trot (175)Barcelona - [jul. 97] - 16 en. 98Barcelona, 17 abril 1898 (?)
[Cavalerie] (176)Barcelona - [jul. 97] - 16 en. 98Lyon, 20 nov. 1901 (?)
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BARCELONA - 1898 (?)
[Cabalgata infantil, Barcelona] (n.c.)Barcelona - [nov. 97] - 1.º mayo 98Barcelona, 1.º mayo 1898
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SEVILLA-ABRIL 1898
Danses espagnoles: el vito (145)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: estrella de Andalucía (146)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: la jota (147)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: boleras robadas (ensemble) (148)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: bolero de medio paso (149)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: las peteneras (150)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: las manchegas (151)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: boleras robadas (deux) (152)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: la malagueña y el torero (153)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: bolero de medio paso (ensemble) (154)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: la sal de Andalucía (155)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Danses: el ole de la cura (156)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98[Lyon, 1.º mayo 1898]
Rue à Séville (168)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98Ninguna presentación conocida
Foire de Séville (169)Sevilla - [3 abril] - 1.º mayo 98Ninguna presentación conocida
Procession à Séville I (163)Sevilla - 7 abril 98Lyon, 24 abril 1898
Procession à Séville II (164)Sevilla - 7 abril 98Lyon, 24 abril 1898
Procession à Séville III (165)Sevilla - 7 abril 98Lyon, 24 abril 1898
Transport de cages (159)Sevilla - [3 abril] - [10 abril 98]Ninguna presentación conocida
École de tauromachie (160)Sevilla - [3 abril] - [10 abril 98]Ninguna presentación conocida
Encierro de toros (161)Sevilla - [3 abril] - [10 abril 98]París, 3 diciembre 1898
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ESPAÑA - 1900 (?)
Sortie d'un bal d'enfants costumés en Espagne (162)[oct. 1899] - 14 abril 1900Lyon, 14 abril 1900
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