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ArribaAbajoJornada II

 

Salen FELICIANO y ANDRÉS, FELICIANO con hábito.

 
FELICIANO
No será la maravilla,
la novedad será parte.
ANDRÉS
Das ocasión a mirarte
con el lagarto a Sevilla.
Y aunque es para el gasto empeño,5
gran cosa en los pechos es.
FELICIANO
Fuera del honor, Andrés,
hace más galán al dueño.
ANDRÉS
Forastero y señalado,
a todas lleva los ojos.10
FELICIANO
Aún me duran los enojos
de mi necio amor pasado.
ANDRÉS
Amar se pueden defetos,
si hay en el dueño virtud;
pero amar la ingratitud15
nunca fue de hombres discretos.
FELICIANO
Conozco que la serví
y la vida aventuré,
y que fue cuando se fue,
tan ingrata para mí.20
Pero con necia inquietud
tengo, y lo tengo a locura,
más presente la hermosura,
Andrés, que la ingratitud.
Que Andrómeda vio Perseo25
atada al peñasco duro,
dando al mar aljófar puro
y al joven dulce deseo.
¿Cómo a aquella dama vimos
descompuestos los cabellos,30
dando de sus ojos bellos
aljófares a racimos?
No amaneció para rosa
como ella en tanta desgracia,
que llorar con buena gracia,35
hace a una mujer hermosa.
-fol. 52r-
¡Qué lágrimas!, ¡qué dolor!,
pienso que en tal desconsuelo
no cayó perla en el suelo,
que no se volviese flor.40
ANDRÉS
Tienes razón, porque atada
en aquella dura encina
era una Venus divina
de Pablo Rubens pintada.
Pero, señor, ¿es Sevilla45
alguna pequeña aldea?,
¿no habrá en el Betis quien sea
ninfa de su verde orilla?
Amor con amor se cura,
no con las cosas contrarias,50
tantas hermosuras varias
tendrán alguna hermosura,
que con suceso feliz
alcance mayor vitoria;
no es de bronce la memoria,55
sino tabla con barniz,
que se borra fácilmente,
y encima se sobreescribe.
FELICIANO
La que en el alma se escribe
dura, Andrés, eternamente.60
ANDRÉS
Pues a fe que sé yo quién
me ha preguntado por ti.
 

(Llaman.)

 
FELICIANO
¿Llaman?
ANDRÉS
Parece que sí.
FELICIANO
Sal fuera y míralo bien.
ANDRÉS
Voy.
 

 (Vase.) 

FELICIANO
Ay necia pena mía,
65
¿por qué no queréis dejar
a mi descanso lugar,
ni de noche, ni de día?
¿De qué sirve este cuidado
por una ingrata mujer?,70
lo que nunca habéis de ver,
¿de qué sirve imaginado?
Determínome olvidar,
que apenas de lo que quiero
supe el nombre, ¿pues qué espero?,75
sin ver no se puede amar.
¿De qué te vienes riendo?
 

(Sale ANDRÉS.)

 
ANDRÉS
Ea, ya tenemos dama,
y debe de ser de fama,
a lo que voy presumiendo.80
Una esclava mulatilla,
de semblante socarrón,
que ya sabes, que estos son
los lunares de Sevilla;
sin envidiar el marfil,85
la tez de ébano lustrosa,
más limpia y más olorosa
que flor de almendro en abril.
Y más áspera que un rallo
al peligro inobediente,90
con sombrerito en la frente
como antojo de caballo,
y su chinela briosa
que cubre el pie de nogal,
por dar higas al cristal95
de alguna vaya enfadosa,
mostrando por los hocicos
unas blancas peladillas,
que pueden hacer cosquillas
a algunos manceborricos;100
dice que te quiere hablar.
FELICIANO
Pues déjala entrar, Andrés.
ANDRÉS
Entra Pascuala o Inés.
 

(Entra ESPERANZA.)

 
ESPERANZA
Mucho os debéis de guardar
de enemigos de Madrid.105
FELICIANO
No guardo, que no los tengo.
  -fol. 52v-  
ESPERANZA
Sabed que a mataros vengo,
que soy en Sevilla el Cid.
FELICIANO
Creo de esa valentía
cuanto decís, si miráis,110
mas si con gracias matáis,
dichosa muerte sería.
ESPERANZA
Aquí traigo una pistola,
con que os tengo de matar.
FELICIANO
Al papel se puede dar115
esa preeminencia sola,
que una sentencia de muerte
cabe en cualquiera papel,
veré lo que dice en él.
 

(Ábrele.)

 
ANDRÉS
Ámbar de los pechos vierte120
vuesa merced, reina mía,
cuando yo pensé gragea.
ESPERANZA
¿Oye?, quedito, y no sea
enfado la cortesía.
FELICIANO

 (Lee.) 

Una mujer desea hablaros, señor Feliciano de Mendoza, no puede en su casa, y va esta tarde en un barco a San Juan de Alfarache, podéis ir en otro y acercaros a quién os hiciere señas con unos listones verdes.

Yo he leído, resta agora125
que seáis más franca vos
del nombre.
ESPERANZA
Bueno por Dios,
matarame mi señora,
demás que la habéis de ver
tan presto, como esta tarde,130
y con esto Dios os guarde,
que tengo mucho que hacer.
FELICIANO
Llevaos aquestos doblones,
que es fruta nueva.
ESPERANZA
No, no.
ANDRÉS
No no y el oro agarró135
como puño de tostones.
No es manca su señoría,
ni baldada del tomar,
yo la pienso enamorar,
porque estas dan en un día140
cuanto quitan en un año.
FELICIANO
Tres letras vienen aquí
por firma.
ANDRÉS
¿Tres letras?
FELICIANO
Sí.
ANDRÉS
Ellas serán desengaño.
FELICIANO
Dos dees son y una be,145
la primera dirá el don,
¿la otra?
ANDRÉS
Don Golondrón,
eso bien claro se ve.
FELICIANO
¡Qué gracioso majadero!,
¿y la B?
ANDRÉS
La be, dirá
150
Bernabé, con que estará
claro todo el nombre entero.
FELICIANO
¿El don a la postre?
ANDRÉS
Sí,
que los más dones que ves
vienen agora después.155
FELICIANO
Necio estás.
ANDRÉS
Siempre lo fui.
FELICIANO
Válgame Dios, ¿qué diría
con dos dees y una B?
ANDRÉS
Agora sí que lo sé,
dátiles de Berbería.160
FELICIANO
Qué bien el ingenio muestras.
ANDRÉS
Dos por dicha te querrán.
FELICIANO
¿Cómo?
ANDRÉS
Dos dees dirán,
y una B, dos dueñas vuestras.
Pero por vida del Cid165
que agora lo entiendo bien,
las dees y be también
dando dinero venid.
FELICIANO
Venid se escribe con V,
necio, y esta letra es B.170
Flétame un barco.
ANDRÉS
Eso haré,
porque allá lo sepas tú.
FELICIANO
Salga mi amor poco a poco,
busquemos cosas posibles.
  -fol. 53r-  
ANDRÉS
Quien anda por imposibles175
no está lejos de ser loco.
 

(Asome un barco enramado por la puerta del vestuario y en él sentadas DOROTEA, CELIA y ESPERANZA.)

 
CELIA
¡Qué dormido pasa el río
en su cama de cristal!
DOROTEA
Es templanza desigual
para tanto fuego mío.180
CELIA
Prosigue tu relación,
que estos árboles cortados
tienen los ojos cerrados,
si las hojas ojos son.
DOROTEA
Para descansos de amor185
dulce instrumento es la lengua,
que siendo honesta, no es mengua,
Celia mía, del honor.
Dije a don Sancho el suceso,
reservando para ti190
el amor que ha sido en mí
más obligación que exceso.
Quedará, Celia, ofendida
la razón y la piedad,
negando la voluntad195
a quien le debo la vida.
Verdad es, que el accidente
cesó presumiendo dél,
que era capitán cruel
de aquella bárbara gente.200
Pero después que le vi
con la insignia de Santiago,
cuanto le debo le pago,
si bien imposible en mí.
Que como sabes estoy205
casada con un don Juan,
que imaginado me dan.
Finalmente suya soy.
Porque no puede ser menos,
como quien se ha de morir.210
CELIA
¿Pues qué le quieres decir?
DOROTEA
Paso, que los barcos llenos
de gente se acercan ya.
CELIA
Dígolo, porque ignorante
de suceso semejante,215
como mi padre lo está;
también yo me aficioné
de Feliciano y pensaba
quererle, que lo intentaba,
de lo que te digo en fe.220
Pero ya por más que digas,
déjame mi pensamiento.
DOROTEA
En declararme tu intento
discretamente me obligas.
Celia yo te doy licencia225
que le quieras, aunque tengo
envidia, pero prevengo
para mis celos paciencia.
Antes me darás la vida,
porque así le podré ver.230
CELIA
¿Cómo le puedo querer
mientras tu amor no le olvida?
DOROTEA
Lisonja, Celia, me has hecho
en quererle, pues mi culpa
halla en tu amor la disculpa235
de cuanto me abrasa el pecho.
Quiérele Celia (¡ay de mí!)
que soy tan mujer de bien,
que no he de ofender a quien
aún en mi vida le vi.240
 

(Dentro música, guitarra, sonajas y bulla.)

 
[LOS PRIMEROS]

 (Cantan.) 

Vienen de Sanlúcar
rompiendo el agua
a la torre del oro
barcos de plata.
  -fol. 53v-  
 

(En otra parte del vestuario otro coro.)

 
[LOS SEGUNDOS]

 (Cantan.) 

Galericas de España245
sonad los remos,
que os espera en Sanlúcar
Guzmán el bueno.
LOS PRIMEROS
Barcos enramados
van a Triana,250
el primero de todos
me lleva el alma.
LOS SEGUNDOS
A San Juan de Alfarache
va la morena
a trocar con la flota255
plata por perlas.
 

(Asome a la otra parte del vestuario otro barco enramado y en él FELICIANO y ANDRÉS sentados.)

 
ANDRÉS
Boga arráez, que después
darás la sirga a la vuelta.
FELICIANO
Aquellas pienso que son.
ANDRÉS
Hasta que las señas veas260
no te acerques, que estos barcos
me han dado alguna sospecha.
DOROTEA
Celia, aquel es Feliciano.
CELIA
Apenas Leandro viera
la lumbre sobre la torre,265
como tu amor centinela
en su pecho la Cruz roja.
DOROTEA
Quiero, Celia, hacer las señas.

 (Hace señas con listones verdes.) 

FELICIANO
Ay, Andrés, ella es sin duda,
que ya la verde bandera270
de paz tremola en la nieve
de la mano que la muestra.
¿Quién será aquesta mujer?,
¿será casada o doncella?,
¿será imposible o posible?,275
¿será hermosa, será fea?
ANDRÉS
Alguna mujer medrosa
de fantasmas, que desea
tener al pecho de noche
esa cruz cuando se acuesta.280
Picó el barco en levantando
los listones, ya se acerca
a la orilla.
 

(Voces dentro.)

 
FELICIANO
Oh infame arráez,
entre el agua y el arena
dio con la dama tapada,285
voy, Andrés a socorrerla.
 

 (Vase.) 

ANDRÉS
Tente, ¿estás loco?, a las ligas
le da el agua, mas ya llega,
y la recibe en los brazos,
ya desmayada en las yerbas290
parecen Céfalo y Pocres;
de ver el agua me tiembla
el corazón; o bien haya
quien por bodegas navega,
donde el peligro es dormir,295
arrobándose con ellas.
Un astrólogo me dijo
(tal salud el Turco tenga
como yo se la deseo)
que del agua, o mala o buena,300
me guardase, que tenía
notable peligro en ella;
por no estar la orilla enjuta
más adelante la lleva.
Cobarde he sido, no importa,305
ya mi barco llega a tierra.
 

 (Vase.) 

  -fol. 54r-  
 

(Saca FELICIANO en brazos a DOROTEA.)

 
FELICIANO
Pues que ya volvéis en vos,
aquí podréis, mi señora,
descansar y hablarme agora,
que estamos solos los dos.310
DOROTEA
Yo os debo, después de Dios,
la vida dos veces ya.
FELICIANO
¿Qué es esto que viendo está
mi turbada fantasía?,
¿si sois vos ingrata mía?,315
¿mas quién sino vos será?
Castigar la ingratitud
tan a mi costa ha de ser,
que yo vengo a padecer
más daño y más inquietud.320
Pero si agora en virtud
de mi fe y amor ha sido
el haberos socorrido,
que ya imagináis entiendo
como me paguéis huyendo325
tanto amor con tanto olvido.
Válgame Dios, ¿si por dicha
sueñan mis ojos que os veo?,
que suele un loco deseo
engañar una desdicha.330
Sin dejarme cosa dicha
de vos, ¿cómo os fuistes?, ¿cuándo?,
¿por qué parte o senda, estando
nuestro aposento tan junto?,
mas como a un ángel pregunto335
¿por dónde se fue volando?
De la suerte que he quedado,
mis desdichas os lo digan,
que a quien servicios no obligan
¿qué penas darán cuidado?340
¿Mas cómo me habéis llamado?,
sin duda alguna queréis
pagar lo que me debéis,
o para mayor vitoria
volvéis a ver la memoria,345
que el alma allá la tenéis.
DOROTEA
En aquella pobre choza,
donde pensé con decoro
honesto, haceros Medoro
Feliciano de Mendoza,350
que también el alma goza
en su mismo entendimiento,
como más alto instrumento
las perfecciones de amor,
un engañado temor355
asaltó mi pensamiento.
Que érades el capitán
de los ladrones oí,
creí, temí, mujer fui,
que esta disculpa nos dan.360
Pero viéndoos tan galán
hablar con el dueño mío,
que lo es don Sancho mi tío,
el que ayer la cruz os dio,
mi voluntad pretendió365
disculpar mi desvarío.
Bien pudiera yo en su casa
hablaros, pues sois su amigo;
pero no quise testigo
que entendiese lo que pasa;370
amor voluntades casa
con gusto de las estrellas,
que no hay ventura sin ellas
para templar las desdichas;
pero no casa las dichas375
que hay mucha desdicha en ellas
a mostrarme agradecida
ha sido aquesta jornada,
por verme tan obligada
de haberme dado la vida;380
del engaño arrepentida
os traigo aquesta cadena,
corta paga, pero ajena
-fol. 54v-
de ingratitud, pobre soy,
que otra en la del alma os doy385
demás eslabones llena.
Seré vuestra siempre, haciendo
mil veces en la memoria
nuevas penas, de la gloria
que estoy mirando y perdiendo.390
Y porque yo sola entiendo
la causa y la triste suerte,
que mi bien en mal convierte,
cuando viendo el bien estoy,
estas lágrimas os doy395
por testigos de mi muerte.
FELICIANO
Disculpa, agradecimiento,
vista y despedida juntas,
con respuestas sin preguntas
turbarán mi entendimiento.400
En la disculpa consiento
y en que estéis agradecida,
no en que vengáis persuadida
de que pueda una cadena
ser galardón de mi pena405
y remedio de mi vida.
Guardalda, que aunque es favor,
se afrentará la que tengo,
si a tomarla en premio vengo
del vuestro y de mi valor.410
La vista es prenda de amor,
pero verme y despedirme,
¿cómo podré persuadirme,
que es amor pudiendo ver,
pues sin ver, no puede haber,415
ni fe cierta, ni amor firme?
En las cosas de los cielos
se ve por contemplación,
y como tan ciertas son,
son muy justos los desvelos;420
mas donde puede haber celos
y la fe no ser quien fue,
¿qué amor podrá sino ve,
dar materia a la esperanza?,
que donde cabe mudanza425
no se ha de querer por fe.
Dejad los ojos, que ya
el mando sin sol tenéis,
y decidme (si podéis)
¿cuál imposible será430
el que de por medio está,
para que no os hable y vea?,
porque ¿quién habrá que crea,
que si vos queréis querer
ser mi mujer, pueda haber435
imposible que lo sea?
DOROTEA
Aunque no pensé tratar
de aquestas cosas con vos,
ya es forzoso, y que los dos
no nos podemos hablar,440
yo me venía a casar
en Sevilla, Feliciano,
con un caballero indiano
que ya está en Cádiz, de suerte,
que viene a darme la muerte445
y vengo a darle la mano.
Esto por fuerza ha de ser,
aquí no hay más que sufrir.
FELICIANO
Donde el remedio es morir
sufrimiento es menester.450
¿Que ya sois de otro mujer?,
¿que fue mi desdicha tal?
DOROTEA
La mía ha sido mortal,
que en fin tengo de perderos.
FELICIANO
¿Que pude yo mereceros455
y me sucedió tan mal?
¡Que antes de saber el nombre
que tenéis, os he perdido!,
estraña desdicha ha sido,
que pueda vivir me asombre,460
piedra soy, que no soy hombre.
DOROTEA
¿Y queréis saberle?
FELICIANO
Sí,
por saber a quién perdí.
  -fol. 55r-  
DOROTEA
Claro en la firma se ve
en dos dees y una B465
del papel que os escribí.
FELICIANO
No pude acertarle bien.
DOROTEA
Doña Dorotea Bernarda.
FELICIANO
Ay Dorotea gallarda,
dulce Bernarda también.470
Ya que habéis de ser de quien
merece lo que perdí,
solo un bien hacedme a mí,
que no más de hasta que venga,
licencia de hablaros tenga;475
¿esto no es honesto?
DOROTEA
Sí.
Pero en viniendo mi esposo,
ni aun mirarme, Feliciano.
FELICIANO
¿Siendo tan honesto y llano?
DOROTEA
No hay trato honesto amoroso.480
FELICIANO
Eso es crueldad.
DOROTEA
Es forzoso.
FELICIANO
¡Qué desdicha!
DOROTEA
Yo la siento.
FELICIANO
¿Qué ofende al honor?
DOROTEA
El viento.
FELICIANO
¿Pues qué es el honor?
DOROTEA
Temor.
FELICIANO
¿De qué?
DOROTEA
De perder mi honor.
485
FELICIANO
¿Por hablar?
DOROTEA
Solo un momento.
FELICIANO
Morireme.
DOROTEA
Yo también.
FELICIANO
¿Pues no habrá remedio?
DOROTEA
No.
FELICIANO
Yo le sé.
DOROTEA
No quiero yo.
FELICIANO
¿Eso es querer?
DOROTEA
Y muy bien.
490
FELICIANO
Mas es desdén.
DOROTEA
No es desdén.
FELICIANO
¿Vos no amáis?
DOROTEA
A solo vos.
FELICIANO
¿Qué haremos?
DOROTEA
Morir los dos.
FELICIANO
¿Yo estoy loco?
DOROTEA
Yo estoy ciega.
FELICIANO
Del barco llaman.
DOROTEA
Ya llega.
495
FELICIANO
Voyme.
DOROTEA
¡Ay cielo!
FELICIANO
Adiós.
DOROTEA
Adiós.
 

(Vanse y salen DON DIEGO y FABIO.)

 
DIEGO
Aún es mayor que la fama
la rica y noble Sevilla.
FABIO
¡Qué apacible!, por su orilla
Betis la copia derrama500
de sus fecundas olivas.
DIEGO
¡Oh generosa ciudad!,
del Fénix la eternidad
siglos pacíficos vivas.
FELICIANO
¡Qué hermosa!
DOROTEA
¡Qué fuerte y llana!
505
FABIO
Parece brazo la puente
de los barcos y que enfrente
tiene en la mano a Triana.
DIEGO
Siempre a sus reyes fiel,
tiene en sus cimientos graves510
una corona de naves,
que le sirven de laurel,
y es justo que se la des,
Betis que a sus plantas corres;
corone de sol sus torres515
y tú de cristal sus pies.
Ya, Fabio, mi pensamiento
llega a ser ejecución.
FABIO
Con medroso corazón
escucho tu atrevimiento.520
DIEGO
Yo sé que seguro llego
donde esperándome están.
FABIO
Finalmente eres don Juan
y dejas de ser don Diego.
DIEGO
Ten cuenta en no errar el nombre.525
FABIO
Está seguro de mí,
que no hay cosa que por ti
determinado me asombre.
Todas las juzgo pequeñas
cuantas el temor me ofrece.530
DIEGO
Esta la casa parece
de don Sancho, por las señas.
FABIO
Las armas que nos dijeron
son las mismas.
DIEGO
Y el blasón
de los Tellos de León,535
que de su rey descendieron.
Mas no perderán en mí,
que soy Guerra Montañés.
FABIO
¿Si es este don Sancho?
DOROTEA
Él es.
  -fol. 55v-  
 

(Entran DON SANCHO, JULIO y FÉLIX, criados.)

 
SANCHO
Desde estas rejas os vi540
mirar esta puerta y creo,
que sois, sino me ha engañado,
caballero, mi cuidado,
quien espera mi deseo.
DIEGO
Ni a mí me ha engañado el mío545
si sois don Sancho, señor.
JULIO
¡Gentil persona!
FELICIANO
El valor
muestra en el gallardo brío.
SANCHO
Conforma vuestra presencia
con quien sois, señor don Juan.550
JULIO
Si él es discreto es galán.
DIEGO
No tuve, señor, paciencia
para no venir a veros
luego que en Sevilla entré.
SANCHO
Favor muy discreto fue555
y que debo agradeceros.
Que esta es vuestra casa ya.
DIEGO
Gracias al cielo que veo
el centro de mi deseo
que en vuestras manos está.560
SANCHO
Escusé de preguntaros
como venís, porque siento,
que era vano cumplimiento
después de veros y hablaros.
Mas no escuso preguntar565
cómo vuestro padre queda
puesto que también se pueda
por la distancia escusar.
DIEGO
Señor bueno, aunque con pena
de mi partida, en efeto570
soy hijo solo.
SANCHO
Y sujeto
digno de amor.
DIEGO
¿Está buena
Dorotea mi señora?,
que ya supe que llegó
por vuestra carta.
SANCHO
Aunque yo
575
soy parte y soy padre agora
a falta del que ha perdido,
puedo decir que es mujer,
que vuestra lo puede ser,
con que queda encarecido.580
DIEGO
Añadid a ese favor,
si es posible, que la vea.
SANCHO
Fue con Celia Dorotea
a una visita.
JULIO
Señor,
el coche ha llegado ya.585
DIEGO
Gran ventura para mí,
diga amor que vive y vi,
lo demás después será.
FÉLIX
No es muy necio.
JULIO
Aún no ha llegado590
la novia, allí lo veremos.
 

(DOROTEA, CELIA y ESPERANZA.)

 
DOROTEA
No te espanten mis estremos,
si tales nuevas me han dado.
CELIA
¿Qué sirve el entendimiento,
si no le ayuda el valor?595
DIEGO
Cuanto me sobra de amor
me falta de atrevimiento.
SANCHO
Ya vino el señor don Juan,
dame albricias.
DOROTEA
No las tengo
para nuevas.
SANCHO
No prosigas,
600
que te turbes te agradezco.
DIEGO
Llego, aunque indigno a besar
vuestras manos.
JULIO
Ya tenemos
la primera necedad.
DOROTEA
¿Cómo venís?
DIEGO
Bueno vengo,
605
señora, a vuestro servicio
tan dichoso, tan contento,
que si fueran en la flota
barras de oro mis deseos,
quedara tan rica España,610
que apenas tuvieran precio
las cosas, como se escribe
-fol. 56r-
de Salomón en el tiempo.
JULIO
Bravo tonto es nuestro novio.
¿Quién en el primer requiebro615
trujo lugar de Escritura?
FÉLIX
Lo que es bueno, siempre es bueno.
DIEGO
Dadme, Celia, vuestras manos.
CELIA
Y los brazos daros quiero,
señor don Juan, que es muy justo.620
DIEGO
Con el silencio encarezco
tanto favor.
SANCHO
Sentaos hijos.
 

(Siéntanse.)

 
ESPERANZA
Diga, señor caballero,
¿viene de Lima también?
FABIO
De Lima, señora, vengo,625
que sirvo al señor don Juan.
ESPERANZA
¿Traen muchas cosas?
FABIO
Traemos
mucho cansancio del mar,
muchas ansias del deseo.
ESPERANZA
No es eso lo que esperamos630
los que estábamos sirviendo
a mi señora.
FABIO
Aunque digo,
que solo traemos esto,
no faltarán papagayos
de los Andes de aquel reino,635
catalnicas, periquitos,
titíes blancos y negros,
camaleones y micos
de olor.
ESPERANZA
Todo eso por cierto
pudiera trocar don Juan640
a barras de plata y tejos
de oro, que son animales
que en España conocemos.
Por el siglo de mi abuela,
que una mañana degüello645
todas esas sabandijas,
¿micos de olor?, al infierno.
¿Era nuestra casa jaula?,
¿soñó acaso vuestro dueño,
que era el arca de Noé?,650
¿titíes?
FABIO
Alegra el ceño
morena del bel donaire,
desenfada los ojuelos
de la funda del capote,
que aunque esto digo, traemos655
más diamantes que en la China
ha visto el más lince Febo.
Doce perlas de Cubagua,
que fueran del Fénix güevos,
si hubiera casta de Fénix,660
que oro y plata es lo de menos.
Y yo te daré un collar
de esmeraldas y berruecos,
que llamar puedas marfil
lo que hasta agora pescuezo.665
ESPERANZA
Gran bellaco me pareces.
FABIO
Parece que te parezco.
DIEGO
Admirado estoy, señor,
de tan estraño suceso.
SANCHO
Que viniese Dorotea,670
fue milagro y fue consuelo,
y antes hubiera venido,
a no tenerse por cierto
que érades muerto en la guerra
de Lima.
DIEGO
Causa tuvieron
675
la fama, el mar, la distancia,
los peligros, los encuentros
de la guerra al presumirse;
pero guardábame el cielo
para tan feliz jornada,680
para tan hermoso dueño
y para que en ser su esclavo
parasen mis pensamientos.
Tuvo aviso de Felipe
desde el otro al mundo nuevo685
Felipe Cuarto de España,
hijo del Fénix Tercero,
el marqués de Guadalcazar,
que cansados y soberbios
los de Gelanda y Holanda690
de saber que no les dieron
-fol. 56v-
libertad para seguir
de Calvino y de Lutero
la secta, que contradice
la verdad del Evangelio.695
Poblaron de gente y armas
una ciudad, que corriendo
portátil el mar del sur
pusiese a sus costas miedo.
Reparó el Marqués la tierra700
como capitán discreto,
para que hallase en llegando
defensa su atrevimiento.
A nueve de mayo el sol
sobre las ondas del puerto705
descubrió las altas naves
vestidas de acero y lienzo.
Al defenderles la tierra
un mozo holandés fue preso,
que dijo al Marqués la causa710
de su venida instrumento.
Nueve ciudades de Holanda
se juntaron al concierto
desta armada, haciendo alegres
de sus haciendas empleo715
para saquear a Lima,
y con dos mil y quinientos
hombres, que bien lo serían
soldados y marineros,
aportaron al Callao;720
pero como yo no vengo
a tratar cosas de guerras
sino amorosos requiebros,
y fuera locura en mí,
Dorotea, entreteneros725
con crueldades de holandeses,
y con valerosos hechos
de españoles en las Indias,
de quien finalmente huyeron
desesperados de ver730
mal logrados sus intentos.
Y que Lima y su virrey
vitoriosos parecieron,
ella coronada de oro
y con el árbol Peneo,735
aquella amorosa junta
de Marte y la hermosa Venus,
y que el león de Felipe,
dorado signo del cielo,
bordó las guedejas de oro740
de estrellas en frente y cuello.
Y que cuando tiene España
en Castilla el pie derecho,
a las más remotas Indias
alcance con el izquierdo.745
Como aquella maravilla
del Faro, por cuyo medio
iban pasando las naves.
Basta decir que me hirieron,
pero que vengo con vida,750
que estimo para ser vuestro.
 

(FELICIANO y ANDRÉS.)

 
FELICIANO
Como persona de casa
entro libremente, Andrés.
ANDRÉS
¿Qué gente es esta?, ¿si es
el que con ella se casa?755
FELICIANO
Jesús, muerto me has dejado.
ANDRÉS
Pues, señor, ¿quién puede ser
el que llegue a merecer
estar con ella a su lado?
FELICIANO
¡Qué divertidos están!760
ANDRÉS
Que te vuelvas te conviene.
FELICIANO
Qué buena persona tiene.
ANDRÉS
Por mi vida que es galán.
FELICIANO
¿Cuándo no fueron los celos
francos de galas ajenas?765
ANDRÉS
Para aumento de tus penas
galán le hicieron los cielos.
FELICIANO
¿Oyes Esperanza?
ESPERANZA
Ya
-fol. 57r-
escucho a vuesa merced.
FELICIANO
Hazme, Esperanza, merced770
de decirme, ¿quién está
con Dorotea?
ESPERANZA
Señor,
de quien ha de ser mujer,
que él solo pudiera ser
digno de tanto favor.775
Don Juan se goza y le alcanza,
que es fuerza y no cortesía.
FELICIANO
Oh como parece mía
en ser negra y Esperanza.
Ay de mí, que la perdí.780
ANDRÉS
¿Que aquesto vengas a ver?
FELICIANO
Pues Andrés, ¿qué puedo hacer
cuando estoy fuera de mí?
ANDRÉS
Irte.
FELICIANO
¿Cómo?
ANDRÉS
Con los pies.
FELICIANO
Ya me han visto.
ANDRÉS
Ya es en vano.
785
SANCHO
Celia, el señor Feliciano.
FELICIANO
Desmáyase el alma, Andrés.
CELIA
Señor.
DOROTEA
¿Que esto llegue aquí?
DIEGO
¿Quién es ese caballero?
SANCHO
Aparte deciros quiero790
quien es, porque importa así.
Codiciose para yerno
con Celia, haced amistad
con él, que si esta hermandad,
como yo pienso, gobierno;795
no quiero mayor ventura
para mis años.
DIEGO
Tenéis
buena elección, pues la hacéis
sobre prenda tan segura.
¿Es de aquí?
SANCHO
De Madrid es,
800
y de los nobles Mendozas;
que bien tan gallardas mozas
podré yo decir después,
que se emplean en los dos,
pues ya no puede ser tarde.805
DOROTEA
Voyle a hablar. El cielo os guarde.
FELICIANO
Y os guarde, señor, a vos
mil años con esta dama.
DIEGO
Y él mismo quiera que os den
con su prima el parabién810
que me ha dicho quien os ama,
y que os le doy desde aquí.
ANDRÉS
Lindamente has negociado.
FELICIANO
¿Cómo?
ANDRÉS
El viejo aficionado
notablemente de ti,815
con Celia quiere casarte.
FELICIANO
Calla, que es ventura mía,
porque podré cada día,
si al amor ayuda el arte,
visitar a Dorotea.820
SANCHO
Dejémosles a los tres,
porque vuestra esposa es
la que esto también desea;
y porque os quiero enseñar,
sino es que os causa disgusto,825
aderezado a mi gusto
el cuarto que habéis de estar.
DIEGO
Yo, señor, solo deseo
obedeceros en todo.
SANCHO
Voy, don Juan, trazando el modo830
de hacer tan dichoso empleo.
 

(Vanse los dos y los criados.)

 
FELICIANO
¿Podrá mi desdicha hablarte
la víspera de mi muerte,
cuando mis propios contrarios
piadosos me favorecen?835
¿Podrá, hermosa Dorotea,
mi imposible amor ponerte
en obligación de oírme?
DOROTEA
Feliciano ¿qué pretendes
de mi desdicha?
FELICIANO
Oye aparte.
840
DOROTEA
¿Aparte?
FELICIANO
Sí.
DOROTEA
¿Que me quieres?
FELICIANO
¿Que te quiero me preguntas?,
es cuanto puedo quererte
lo que te quiero.
DOROTEA
En hablarme
te digo, que no en quererme.845
  -fol. 57v-  
FELICIANO
Para lo que dices quiero
preguntarte, si te dueles
de mí, que ya sé que es tarde
para que mi mal remedies.
¿Tienes lástima, señora,850
de ver que viniendo a verte
con ánimo de servirte
hasta que don Juan viniese,
le hallé sentado contigo
como las palomas suelen855
decir con tiernos arrullos
lo que ellas solas entienden?
¿No sientes que la promesa
de permitir que te viese,
fuese traición de mi dicha860
para matarme en ser breve?
¿No sientes, señora mía,
que te he perdido dos veces
cuando pensaba obligarte
con tan graves accidentes?865
¿Y no sientes que no tengo
paciencia para perderte,
y que me han de matar celos
de que don Juan te merece?
DOROTEA
Siento, lo que no te digo,870
porque perderte, es perderme,
palabra que a un hombre noble
es justo que le consuele.
Yo no puedo más, bien sabes
que fue el concierto, que verme875
pudieses, mientras don Juan
de Sanlúcar no viniese.
Él ha venido, si es justo
que cumpla con lo que debe
a sí misma una mujer880
de mi calidad, ¿qué quieres?
Allí está Celia y su padre,
aficionado pretende
dártela, es rico y es sola,
casarte y matarme puedes.885
¿Qué más venganza, señor,
que ver que tan cerca tienes
con quien amor por amor
y celos por celos trueques?
Advierte que ya te mira890
como a su dueño y advierte
que voy a matarme.
FELICIANO
Aguarda.
DOROTEA
¿Cómo es posible?
FELICIANO
Detente.
Hasta venir tu marido
concertamos que te viese,895
¿no es verdad?
DOROTEA
Así es verdad.
FELICIANO
¿Pues por qué no me concedes
que te ame y sirva hasta tanto
que te cases, pues no pierdes
en que yo te quiera y sirva900
de tu honor y de quien eres?
Yo me iré cuando te cases.
DOROTEA
Si honestamente procedes,
esa licencia te doy.
FELICIANO
Tú sabes que honestamente905
te quiero y sirvo.
DOROTEA
Será
tan presto, que apenas puedes
lograr ese pensamiento.
FELICIANO
¿Qué se te da que me lleven
como suele la justicia910
los sentenciados a muerte?,
que siempre va la esperanza
diciendo, que aun allí puede
venir perdón de la parte,
o quebrarse los cordeles.915
Yo quiero amarte y servirte,
si yo esperanza tuviere,
no la tendré en que perdones,
sino en que el cordel se quiebre.
Llévame a Celia de aquí,920
que no quiero yo que pienses
que me vengo en darte celos.
DOROTEA
Traidor pájaro pareces,
que cantas desde la jaula
para que a la liga llegue.925
-fol. 58r-
Ven, Celia, conmigo.
CELIA
Prima,
si mucho aquí te detienes,
o tú tendrás dos maridos,
o este galán dos mujeres.
 

(Vanse.)

 
FELICIANO
Andrés.
ANDRÉS
No me digas nada,
930
que no puede ser que intentes
cosa de que salgas bien;
don Juan a casarse viene.
Si don Sancho le recibe
para primeros papeles935
¿cómo quieres tú segundos
si la historia no los tiene?
La licencia se ha cumplido
de verla y servirla.
FELICIANO
Advierte,
que hasta que se desposase940
le pedí que me la diese.
ANDRÉS
¿Y te la ha dado?
FELICIANO
Sí.
ANDRÉS
Estraño
amante, ya me parece,
que después de estar casada
le pides que otros dos meses945
prorrogue el término y luego
por ver si don Juan se muere,
le pides ultramarino.
FELICIANO
Calla Andrés, que el tiempo suele
hacer de los valles montes950
y de los mirtos laures.
Déjame amar y servir,
que cuando mi amor no premie,
de mis penas será gloria
perderme tan altamente.955