Escena
I
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DON ANTONIO pobremente vestido y lleno de cansancio,
y agobiado por los padecimientos.
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DON ANTONIO.- |
Joven era todavía | | cuando la espada empuñé;
| | la libertad proclamé | | en la infeliz patria mía;
| | mas venció la tiranía... | | Sobre esta
arrugada frente, | | que errando de gente en gente | | salvar
pude del verdugo, | | atroz proscripción le plugo
| | fulminar eternamente. | | Me juró
implacable guerra | | el tirano... y lo ha cumplido. | | Proscrito,
errante he vivido, | | y no hallo asilo en la tierra; | | me
hizo salir de Inglaterra, | | de la Francia me expulsó.
| | ¿Y adónde marcharé yo | | en aflicción
tan extrema? | | La Iglesia con su anatema | | de su seno me
arrojó. | | En balde al romano
bravo | | demandé hospitalidad, | | que de Roma sin
piedad | | me arroja Clemente Octavo:
| | |
—80→
| de Felipe humilde
esclavo, | | más que Pontífice fiel, | | contra
mí el rayo cruel | | lanza desde el Vaticano, | | y
olvida debe a mi mano | | llaves, tiara y dosel. | | Inquieta
el alma respira, | | y temblando a cada instante, | | la máscara
mi semblante | | oculta de la mentira: | | todo a aterrarla
conspira, | | de todo mortal recela, | | las noches pasando
en vela, | | y en los oídos percibe | | siempre el temido
quién vive | | de enemigo centinela. | | Cinco
años he soportado | | la cólera de un gran Rey
| | ¡estoy fuera de la ley! | | Contra mí entera se
ha armado | | la sociedad, y ha rasgado | | el pacto que
a ella me unía: | | ¡no encontraré en mi agonía
| | un asilo en mis hogares, | | ni refugio en los altares,
| | ni llanto en la muerte mía! | | Es
la suerte más fatal | | la del infeliz proscrito,
| | que inocente, sin delito, | | persigue el poder social:
| | en lucha tan desigual | | sin esperanza combato; | | de
leyes el aparato | | que al hombre ha de proteger, | | sólo
a poderme perder | | dirige hoy su conato. | | La
ley mi existencia mina | | delatado ya de ampararme. | | Si
alguno quiere matarme, | | la ley cumple, no asesina.
| | |
—81→
|
Que mi muerte determina | | la sociedad vengadora, | | aunque
una mano traidora | | alevosa llegue a darla. | | ¡Cuán
triste me es disputarla | | a la ley hora, por hora! | |
Con marchas, pena, fatiga | | y tormento
roedor, | | si de Felipe el favor | | merecí, Dios me
castiga; | | mas su Providencia amiga | | en mi salvación
aún vela: | | genio y fuerzas me revela | | con que
huya la esclavitud. | | ¡Para aprender la virtud, | | la desgracia
es grande escuela! | | No tan solo a impía
muerte | | condenó el tirano a mí, | | mas también
lo que escribí | | condenó con mano fuerte:
| | el mundo a silencio inerte | | la inquisitorial hoguera
| | logró al fin que redujera. | | ¡Escrito con sangre,
y fuego | | (Sacando un libro del pecho.) | este libro yo
te lego, | | generación venidera! | | (Va a dirigirse
a las ruinas para depositar allí el libro, y ve un
cartel fijo en una de las paredes.) | Pero,
justo Dios, ¡qué veo! | | ¡ni aún aquí
me hallo seguro! | | ¡en este ruinoso muro | | mi proscripción
también leo! | | De muerte declaran reo | | quien
me llegue asilo a dar; | | al pueblo van a aterrar... | | ¡El
Papa sordo a mi ruego | | basta del agua y del fuego | | crüel
me quiere privar! | | Refugio fue esta
ruina
| | |
—82→
| un tiempo al libre romano, | | ni ante el Rey ni
el Vaticano | | su gigante mole inclina: | | asilo sea mi doctrina
| | contraria a la tiranía... | | De la libertad
el día | | tú revelarás al mundo | | del
Rey Felipe Segundo | | fanatismo, hipocresía. | | (Coloca entre unas piedras de las ruinas su libro.) | Su
despotismo sañudo | | mandó fuese derrocada
| | de los libres la morada, | | ni aun su vista sufrir pudo,
| | ni el sexo ni edad escudo | | fue a su cruel tiranía:
| | en prisión la esposa mía | | vio terminar
su existencia; | | ¡de mis hijos la inocencia | | guarda una
cárcel impía! | | ¿Y hay
Dios? ¿y en su omnipotencia | | no fulmina vengador | | el
rayo exterminador | | que confunda la insolencia | | del monstruo
que en su presencia | | a la España ha esclavizado?
| | ¡De humana sangre manchado | | aun su nombre osa invocar
| | hipócrita ante tan altar | | sobre tumbas levantado!
| |
|
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Escena II
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LAHERA llega corriendo
a donde está DON ANTONIO, como sumido en sus reflexiones.
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LAHERA.- | Huyendo el bosque traspaso | | lleno de miedo
y terror, | | que un eco he escuchado al paso,
| | |
—83→
| y es de
muerte precursor, | | pues pronuncian vuestro nombre,
| | y del Papa eran soldados. | |
|
|
DON ANTONIO.- | Nada, Lahera,
te asombre; | | de la desgracia agobiados | | quizá
nos prendan aquí. | |
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LAHERA.- | Sin duda os han descubierto.
| |
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DON ANTONIO.- | Término tendrán así
| | mis penas después de muerto. | | De tanto inconstante
amigo | | que me adulaba en mi suerte, | | tú solo,
errante conmigo, | | corres proscrito a la muerte; | | que
tan duros desengaños, | | triste en mi desgracia vi.
| |
|
|
LAHERA.- | Por tantos reinos extraños | | vuestro amigo
y guía fui; | | jamás vuestra compañía,
| | Pérez, abandonaré: | | con vos a la tumba
fría | | alegre descenderé. | | Huyamos... |
|
|
DON ANTONIO .- | ¿Dónde,
Lahera, | | dónde un asilo buscar, | | si con nosotros
cualquiera | | verá su muerte llegar? | | No tiemblo
el morir yo, no, | | sino que el vado enemigo | | envuelva
al que me amparó | | en la proscripción conmigo.
| |
|
|
LAHERA.- | A la fiel Juana de Alhaja | | asilo bajo su techo
| | pediré... |
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DON ANTONIO.- | Su
escaso pan | | otra vez partir ha hecho | | con nosotros,
y faltó | | a sus hijos alimento. | | ¡No, nunca sufriré
yo | | otra vez este tormento! | |
|
|
LAHERA.- | Maldición
sobre el que mueve
| | |
—84→
| al hombre tan cruda guerra, | | que
ni el asilo más leve | | puede encontrar en la tierra.
| |
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|
DON ANTONIO.- | ¡Ven, sueño eterno y profundo,
| | muerte, un proscrito te implora! | |
|
|
LAHERA.- | ¡Ah! Rey
Felipe Segundo... | |
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|
(Se oye una música alegre
y animada en el campo inmediato, la que deberá de
continuar toda esta escena.)
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DON ANTONIO.- | ¡Silencio...!
¡silencio ahora! | | Celestial dulce armonía | | oigo
en el viento sonar, | | que alegre viene a turbar | | nuestra
mortal agonía. | |
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LAHERA.- | Allí el himeneo guía
| | al altar al tierno esposo | | a enlazar en nudo hermoso
| | sus amores y su vida: | | a darnos va aquí acogida.
| | el sepulcro tenebroso. | |
|
|
DON ANTONIO.- | Lahera, aquella
mujer, | | de las hermosas que cría | | el clima
del mediodía, | | nació para su placer; | | el
cáliz le va a ofrecer | | de una noche virginal, | | mientras en hora fatal | | moriremos sin un lloro. | |
|
|
LAHERA.- |
¡Para él tan grande tesoro! | | ¡a nosotros tanto mal!
| |
|
|
|
(Continúa oyéndose más próxima
la música.)
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DON ANTONIO.- | Himnos al amor
entona | | allí una juventud viva, | | era medio
de orgía festiva | | toda al placer se abandona: | | allí con nupcial corona | | de hermosas cándidas
flores, | | la virgen respira amores | | que gozar sólo
es su suerte, | | mientras de fúnebre muerte
| | |
—85→
| reinan
aquí los vapores. | |
|
|
LAHERA.- | Más inmediata y
sonora | | se escucha la gritería | | del placer
y la alegría. | |
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|
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DON ANTONIO.- | Del
solitario | | que oculto en la selva umbría | | sin
vernos, fiel nos envía | | el sustento necesario
| | ha un mes, me quiero amparar; | | que en mi deplorable
suerte | | tal vez su piedad acierte | | mi espíritu
a consolar. | |
|
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LAHERA.- | Bien: por distinto camino | | busquemos
la salvación | | (Abrázanse afectuosamente.) | ¿Y el punto de reunión? | |
|
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DON ANTONIO.- |
La cruz del monte Aventino. | | (Vanse.) |
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Escena III
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|
El teatro
representa una ermita en un monte; delante de la ermita una
cruz de piedra. Un MONJE con larga barba blanca se pasea
pausadamente con un libro: a un lado un hombre rústico
trabaja en una especie de zanja. El religioso como concluyendo
de rezar se santigua, deja su libro, y mira al TRABAJADOR,
que está en la actitud de esperar el momento oportuno
para dirigirle una pregunta.
|
MONJE.- | Zaneti, ¿ya te
has cansado? | |
|
|
TRABAJADOR.- | Cierto: para reventar | | ¿no
es un sepulcro cavar...? | | Mas, padre, me ha contristado
| | labrar vuestra sepultura: | | un año aquí
habéis vivido, | | de todos sois tan querido, | | y yo...
|
|
|
—86→
|
MONJE.- | ¿Y
si por ventura | | no es la hüesa para mí? | |
¿No podrías por la muerte | | sorprendido ahora verte,
| | Zaneti, tú mismo aquí? | |
|
|
|
MONJE.- | No temas, esto es hablar. | |
|
|
TRABAJADOR.- | Una cosa preguntar, | | padre mío, yo os
quería. | |
|
|
MONJE.- | ¿Cuál es, hijo mío,
di? | | que yo te responderé. | |
|
|
TRABAJADOR.- | Quizá
os incomodaré... | | mas hace tiempo que vi | | que
apenas del sol la luz | | baja a extinguirse en su ocaso,
| | vos, padre, muy paso a paso | | colocáis junto a
esa cruz | | un cesto con alimento: | | en vano quise apurar
| | quién lo vendría a buscar. | | Espié
en el bosque atento, | | pero nunca he visto nada; | | y cuando
me he aproximado, | | ya con asombro he notado | | la cesta
desocupada. | |
|
|
MONJE.- | A un infeliz socorrer | | ese alimento
destino. | | ¡Es un precepto divino! | |
|
|
TRABAJADOR.- | ¿Es hombre
acaso, o mujer? | |
|
|
MONJE.- | Es un mísero proscrito...
| |
|
|
|
MONJE.- | Ni le vi, ni quién es sé. | |
|
|
TRABAJADOR.- |
¡Un bandido...! este distrito | | tienen continua guerra.
| | ¿y aún hoy le socorreréis...? | |
|
|
MONJE.- |
Basta... | (Con impaciencia.) |
|
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TRABAJADOR.- |
Del todo acabada está. | | (Coloca una piedra que cubre
la fosa.) |
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|
—87→
|
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MONJE.- | Sí... ¡Un cadáver
tal vez | | (Aparte.) | tendrá ese sepulcro ya! | | (Mirando
al interior.) | Hacia aquí... no me engañé,
| | viene Pérez... él ignora | | su suerte. ¡Ah!
¡esta hora | | cuánto tiempo la aguardé!
| |
|
|
Escena IV
|
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DON ANTONIO. El MONJE.
|
DON ANTONIO .- | Aunque ésta es la vez primera,
| | padre mío, que os he visto, | | ministro de Jesucristo,
| | pongo en vos mi vida entera. | |
|
|
MONJE.- | Ya ha tiempo que
os socorriera. | |
|
|
|
MONJE.- | En
este mundo | | yo toda mi dicha fundo | | en el débil
amparar, | | sin su nombre preguntar. | |
|
|
DON ANTONIO.- |
Fatigado, vagabundo | | expirara sin aliento | | sin vuestra
alma compasiva, | | que al pie de esa cruz reciba | | hace
el preciso sustento. | |
|
|
MONJE.- | Vuestro rostro macilento
| | muestra lo que padecéis. | |
|
|
DON ANTONIO.- | Padre,
¿en la ermita podréis | | prestarme esta noche asilo?
| |
|
|
MONJE.- | ¡Un pan y un lecho tranquilo, | | hijo mío,
aquí tendréis! | |
|
|
|
(El MONJE saca de la ermita
una botella y dos vasos, echa vino en ellos, y presenta uno
a DON ANTONIO.)
|
|
MONJE.- | Recuperad
| | las fuerzas desfallecidas.
| |
|
|
—88→
|
DON ANTONIO.- | ¡Del Señor
sean bendecidas | | vuestra paz, vuestra piedad!
| | (Bebe.) |
|
|
MONJE.- | Conmigo el vaso tocad... | | ¡A que pronto quiera el
cielo | | vuestro acerbo desconsuelo | | más propicio
terminar!! | |
|
|
DON ANTONIO.- | A que Dios quiera premiar
| | tanta caridad y celo. | |
(Bebe DON ANTONIO; el MONJE
arroja por encima del hombro el vino.)
| Padre, ocultad
lo que os diga. | |
|
|
MONJE.- | Yo la desgracia respeto, | | y a inviolable
secreto | | el sacerdocio me liga. | |
|
|
DON ANTONIO.- | Calladlo,
pues os obliga, | | que aun así alguna vez pudo | |
al despotismo sañudo | | la confesión revelar
| | el ministro del altar. | |
|
|
MONJE.- | Sordo seré, ciego
y mudo. | | Eligió de Dios el Hijo | | doce apóstoles,
y halló | | un Judas que lo vendió, | | ¡y a
los demás no maldijo! | | De tu Dios en la cruz
fijo | | la misericordia brilla, | | y una Virgen sin mancilla
| | asegura tu perdón... | |
|
|
DON ANTONIO.- | Sabed pues
en confesión | | que Pérez soy... |
|
|
MONJE.- | (Con respeto y admiración.) | ¡Maravilla
| | de la fortuna, y desgracia! | | el hombre a quien en el
mundo | | el Rey Felipe Segundo | | proscribe con pertinacia.
| |
|
|
DON ANTONIO.- | Sólo a mi valor y audacia | | debo el hallarme con vida. | | Mas ¡ay Dios! ¡cuán
combatida | | para evitar sus puñales
| | |
—89→
| en cavernas
de animales | | que buscar tuve acogida! | |
|
|
MONJE.- | Cuando
yo vi en la ciudad | | dominar la tiranía | | y la inquisición
impía, | | huime a la soledad: | | aquí gozo
libertad, | | y ni adulación ni ira | | mi pajiza choza
inspira | | al ambicioso mortal. | | Este grosero sayal
| | pobreza sólo respira. | | Aquí de nadie envidiado,
| | oculto mi vida paso, | | y con mi alimento escaso | | aún
socorro al desgraciado: | | del mundo entero aislado | | aquí escribo la verdad, | | y al pueblo y la majestad
| | juzgo con recta balanza, | | y odio eterno o alabanza
| | dará la posteridad. | |
|
|
DON ANTONIO.- | Dios en mí
su ira ha agotado. | |
|
|
|
DON ANTONIO.- | ¡Es en vano, que cruel | | el Papa me ha
excomulgado! | |
|
|
MONJE.- | Sólo al Pontífice es
dado | | al pecador consolar; | | de ti él no basta
a apartar | | la sangre que en la cruz fijo | | de Dios derramara
el Hijo | | por nuestras culpas borrar. | |
|
|
DON ANTONIO.- |
He podido hasta hoy fuerte | | combatir, mas ya cansado,
| | cada momento entregado | | ser temo, padre, a la muerte.
| | Hoy mismo mi cruel suerte, | | vivamente perseguido,
| | ha hecho que haya venido | | a descubriros mi alma,
| | |
—90→
| y merced a vos, la calma | | en mi pecho ha revivido.
| | ¡Una muerte cometer | | me hicieron en mi privanza...!!
| |
|
|
MONJE.- | La piedad de Dios alcanza | | cualquier crimen a absolver.
| |
|
|
DON ANTONIO.- | ¡Un escrito sustraer | | nunca pudo
de mi mano | | ni aleve puñal villano, | | ni corruptor
venal oro: | | él es todo mi tesoro! | | nada me
dejó el tirano... | | este depósito os fía
| | mi desgracia; sedme fiel. | | (Dándole el papel
orden de matar a DON
JUAN.) |
|
|
MONJE.- | Yo guardaré esté
papel | | (Con intención.) | hasta mi última agonía.
| |
|
|
DON ANTONIO.- | No olvidéis nunca este día.
| |
|
|
MONJE.- | De él me acordaré, y de vos, | | de
setiembre el veinte y dos | | de mil quinientos noventa | | y ocho... |
|
|
|
(Suena una trompeta: DON ANTONIO se
llena de consternación.)
|
MONJE.- | Venir
intenta | | la tropa hacia aquí... |
|
|
DON ANTONIO.- |
¡Gran
Dios! | | ¿dónde refugiarme? ¿dónde? | | En la
ermita voy a entrar. | |
|
|
MONJE.- | La ermita harán registrar,
| | por ver si alguno se esconde. | |
|
|
|
MONJE.- | No
responde | | mi celo que de una altura, | | ya cercana la espesura,
| | no os lleguen a descubrir. | |
|
|
DON ANTONIO.- | (Con la
mayor desesperación.) | ¿Qué hacer, pues?
¿adónde huir? | |
|
|
MONJE.- | ¿Dónde...? en esa
sepultura. | | Nadie recelar podrá
| | |
—91→
| que bajo esa
losa fría | | huyendo la tiranía, | | oculto
un viviente está. | |
|
|
DON ANTONIO.- | ¿Qué
es de mi valor audaz? | | (Dudoso.) | mi vida siempre en disfraz
| | jamás la fié en la tumba. | |
|
|
|
(El
MONJE levanta la losa que cubre la sepultura, DON ANTONIO
entra receloso: al estar medio dentro suenan de nuevo y más
inmediato las trompetas, y se oyen el ruido de armas y gente
que se aproxima.)
|
MONJE.- | Ya el eco de armas retumba.
| |
|
|
DON ANTONIO.- | ¡Ya llegan!!! | (Entrando del todo.) |
|
|
MONJE.- | (Dejando caer la losa, se sienta sobre el sepulcro con feroz
alegría.) | ¡Descansa
en paz!! | |
|
|
Escena V
|
|
Sale un
LEGADO del Papa acompañado de muchos SOLDADOS y CABALLEROS
romanos. El MONJE se levanta, e inclina respetuosamente ante
ellos.
|
LEGADO.- | ¿En esta oculta morada | | Pérez
se llegó a esconder? | |
|
|
MONJE.- | Yo, señor, no
he visto nada. | |
|
|
LEGADO.- | Responded; no hay que temer; | | su
sentencia está anulada. | | Hoy su existencia indagar
| | nos manda Clemente Octavo; | | su mérito quiere
honrar... | |
|
|
MONJE.- | ¡De volver en mí no acabo! | |
|
|
LEGADO.- |
En. Roma le manda entrar | | el Papa, que ha levantado
| | de la excomunión la saña: | | tenerle quiere
a su lado | | antes de volver a España. | |
|
|
|
(En
este momento se oyen golpes dentro del sepulcro. DON ANTONIO,
que forcejea por salir, levanta un poco
—92→
la losa, pero el
peso rinde sus fuerzas, y al caer la piedra, exclama:)
|
|
LEGADO.- | El
sepulcro ha hablado. | |
(Acuden varios: ayudan
a levantar la losa sepulcral; sale DON ANTONIO, a quien reconocen
algunos, y llenos de admiración dicen:)
|
¡Pérez!!! |
|
|
DON ANTONIO.- | ¿Felipe
Segundo? | | (Lánguidamente.) |
|
|
LEGADO.- | Su piedad le llevó
al cielo | | desde este mísero mundo, | | y la cristiandad
su duelo | | llora con pesar profundo. | | Mas su virtud
ejemplar | | quiso con todo rigor | | antes de morir probar
| | la justicia del Señor, | | y su alma acrisolar.
| | En larga y lenta agonía | | el dolor cruel inhumano
| | su débil alma oprimía, | | y numeroso gusano
| | su cuerpo aún vivo comía. | | Cercana
su última hora | | de Dios la ira tembló, | | y clemencia expiadora | | por primera vez brilló
| | en su mano vengadora. | | Las cárceles hizo abrir
| | para que más no volviesen | | sus víctimas
a gemir, | | sintiendo que no pudiesen | | los que hizo matar,
vivir. | | Cuando pálido expiraba, | | su mirar en
la cruz fijo, | | a Pérez el perdón daba, | | con su consejo a su hijo, | | que reinase encomendaba.
| | Si victoriosa brilló | | en dos mundos su diadema,
| | |
—93→
| que a Pérez se lo debió | | Felipe en su
hora suprema | | dijo... y tranquilo murió. | | La
española monarquía | | rige hoy Felipe Tercero;
| | él en vuestra busca envía | | a Roma un fiel
mensajero, | | tornándoos a su valía. | |
|
|
DON ANTONIO.- |
¡Sostenedme...!! la emoción | | pienso que me ha de
matar: | | aquí... sí... en el corazón
| | me siento el alma abrasar. | |
|
|
LEGADO.- | Roma con fiel adhesión...
| |
|
|
MONJE.- | ¡Silencio...! buscáis un hombre, | | salió
un cadáver cual veis. | | ¡Pérez...! no hay
por qué os asombre: | | miradme... ¿me conocéis...?
| | ¿queréis que os diga mi nombre? | |
|
|
DON ANTONIO.- |
Un anciano venerable, | | ministro de Jesucristo, | | que me
acogió favorable, | | y a quien hasta hoy no he visto...
| | (El MONJE se arranca la larga barba, y descubre su verdadero
rostro.) | Conóceme, miserable, | | y escucha de
pavor lleno: | | ¡Fortún soy, deudo cercano | | de Escobedo,
cuyo seno | | rasgó tu alevosa mano, | | y a quien hoy
venga el veneno! | | Sí: la ponzoña mortal
| | por tus venas discurriendo | | tu dicha en un funeral
| | trocó: ¡qué alegre estoy viendo | | tu última
hora fatal! | |
|
|
DON ANTONIO.- | ¡Sacrílego...! ¡profanaste
| | un ministerio divino! | |
|
|
FORTÚN.- | Cuando a Escobedo
mataste, | | ¿miraste a Dios tú, asesino...? | | ¿Sus
mandatos escuchaste?
| | |
—94→
| ¿o creías que algún
día | | cuando muriese el tirano, | | oculta tu alevosía,
| | podrías vil cortesano | | gozar tu antigua valía...?
| | Felipe Segundo ha muerto. | | Al morir te ha perdonado.
| | Su hijo te llama... es cierto; | | ¡pero yo en todo he
pensado, | | hasta tu sepulcro he abierto!! | | En la Francia
cual soldado, | | en Bretaña mercader, | | cinco años
te he espiado. | | Al fin triunfó mi poder | | hoy de
monje disfrazado. | |
|
|
DON ANTONIO.- | ¡Cielos! compasión
de mí... | | Suspéndase vuestra saña,
| | que a morir no llegue aquí... | | ¡mis ojos vean
la España, | | y luego se cierren, sí!!
| |
|
|
LEGADO.- | Prended pronto ese malvado, | | que espanto y horror
me inspira. | |
|
|
|
FORTÚN.- | ¡Yo, satisfecha mi ira, | | pues a mi deudo
he vengado! | |
|
|
LEGADO.- | No hagas del crimen alarde. | |
|
|
FORTÚN.- |
¡Todo el horror, Pérez, sientes | | de la muerte ahora,
cobarde!! | |
|
|
|
DON ANTONIO.- |
¡Es en vano... es ya muy tarde! | |
|
|
FORTÚN.- | De su
funesta agonía | | apuré el cáliz fatal,
| | logró la cautela mía | | arrancarle por su
mal | | pruebas de su alevosía. | |
|
|
DON ANTONIO.- |
¡Dios...! ¡un proscrito te implora; | | líbrale de
tus enojos!! | |
|
|
FORTÚN.- | ¡Noche eterna sin aurora | |
a cerrar va ya sus ojos! | | (Da el papel al LEGADO, que se
pone a leerlo para sí.) | |
—95→
| Oiga en su última
hora | | en público revelado | | lo que con tan grande
afán | | toda su vida ha ocultado. | | ¡Ya descubiertos
están | | tus crímenes!! |
|
|
DON ANTONIO.- |
¡Desdichado!
| | Mi inocencia solamente | | aquese escrito comprueba.
| |
|
|
LEGADO.- | De la muerte es inocente | | de Escobedo. ¡Pérez
lleva | | pura al sepulcro la frente! | |
|
|
FORTÚN.- | ¡Que
del tirano instrumento | | (Muy pesaroso.) | yo tal crimen cometiera!
| |
|
|
DON ANTONIO.- | De ti... el Rey, para su intento, | | con
su política artera | | se ha servido... |
|
|
|
|
(LAHERA, lleno de alegría,
llega a donde se halla DON ANTONIO; le abraza sin reparar
al pronto en su estado.)
|
LAHERA.- | ¡Pérez! ¡nuestra
adversa suerte | | esta vez nos perdonó; | | tú
la superaste fuerte: | | Dios nuestra inocencia vio!! | |
|
|
DON ANTONIO.- |
¡Sí... al fulminarme la muerte | | la cruz del monte
Aventino | | fue para unirnos la cita... | | ya terminé...
peregrino, | | en esta tierra maldita... | | Mi triste... adverso
destino...!! | |
|
|
|
|
DON ANTONIO.- | (Con voz aparada, pero con esfuerzo.) | ¡Si al Rey Felipe Segundo | | el clero llama el prudente...
| | con sangre conteste el mundo | | que fue un verdugo...
¡y que miente!!! | | (Muere.) |
|
|
|
(Cuadro general de
consternación. Cae rápidamente el telón.)
|