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Jornada III
|
|
Para empezar la tercera jornada, no solo se contuvo el
coliseo, como hasta aquí, en limitados foros; pero
abriéndose el seno se dilató hasta topar con el
último centro de su muro y, con ser tan grande la distancia,
aún la hizo mayor la prespectiva: era un hermoso
jardín cuyas calles tenían, por guarda de sus
emparrados, dobladas pilastras de mármol blanco con remates
de lo mismo; al pie de cada pilastra había un tiesto de
porcelana con sus más usados frutos; lo que se
descubría de ellas eran unos enrejados, a manera de
glorietas, cubertadas de hojas y flores; de suerte que, mirando por
cualquiera parte, cualquiera entrecalle era una dilatada
galería; la principal estaba tan sujeta al arte que le
obedecía desde su primero término al postrero,
disminuyendo sus tamaños con tan ajustada regla que, huyendo
los unos de los otros, cuanto iban a menos en la cantidad, iban a
más en la apariencia; remataban sus líneas en un
cenador y en él una fuente de varios jaspes, de cuyo
surtidor se derramaban otros caños -no digo con ruido y sin
agua, por no encarecer segunda vez el artificio-; en medio desta,
al parecer, suma distancia, estaba un árbol natural, doradas
sus hojas, cuajadas de manzanas de oro, sobre cuya copa
apareció HÉRCULES en un blanco caballo
alado a imitación del que se vio primero en el Parnaso. A
este tiempo se levantó de la tierra batiendo también
las alas y moviendo las garras y las presas un escamado
dragón; conque, subiendo el uno y descendiendo el otro,
partido el aire, se salieron al encuentro. Trabada la batalla,
gozaban ambos de cuatro movimientos pues, elevándose el uno
al tiempo que el otro se abatía y, al contrario,
abatiéndose el uno cuando el otro se elevaba, se buscaban y
se huían, trocando no solo las alturas, mas también
los costados, pues se embestían ya por un lado y ya por
otro; de cuya boreal lid duró la contienda lo que duraron
estos versos.
|
HÉRCULES |
Ya, alado «Belerofonte», |
|
que, «Bucentoro velero», |
|
huyendo escollos de tierra, |
|
navegas golfos de viento; |
|
ya que la vela del ala |
5 |
desplegada, del pie el remo |
|
batido, timón la cola, |
|
popa el anca, quilla el cuello, |
|
proa la frente, la crin |
|
|
-fol. 27r- |
jarcia y buque todo el cuerpo, |
10 |
en alto aire, ya que no |
|
en alta mar, a lo lejos |
|
descubres de los dorados |
|
celajes del verde puerto: |
|
(Sube el dragón y baja HÉRCULES.)
|
amaina, amaina y no temas |
15 |
el bruto huracán soberbio |
|
que, cuando tú el vuelo abates, |
|
levantar intenta el vuelo; |
|
y pues al encuentro quiere |
|
salirte: sadle al encuentro; |
20 |
que si, en nueva cetrería, |
|
de sierpe en sacre se ha vuelto, |
|
yo en águila de bajel |
|
también mudaré el concepto; |
|
pues, cuando él se cale en puntas, |
25 |
le buscaré en escarceos |
|
haciendo que sea boreal |
|
campaña de nuestro duelo |
|
toda la vaga región |
|
del más capaz elemento. |
30 |
Avenado hipogrifo |
|
que, áspid del jardín más
bello, |
|
no solo el tesoro guardas |
|
de amables hechizos, pero |
|
de aborrecidas beldades: |
35 |
no a robar tus pomas vengo |
|
por ser dichoso en amores |
|
sino en aborrecimientos. |
|
Embiste otra vez, que no |
|
me has de poner en recelo |
40 |
por más que el camada nube |
|
traigas abortando incendios, |
|
el relámpago en los ojos, |
|
en los bramidos el trueno |
|
y el rayo en la exhalación |
45 |
del tósigo de tu aliento. |
|
La clava de Hércules es |
|
la que te hiere; y supuesto |
|
(Cae el dragón retirado en
los bastidores.)
|
que oír de Hércules el nombre |
|
más que la clava le ha muerto: |
50 |
¡a tierra, Pegaso!; y vea |
|
que, a pesar de sus violentos |
|
Vesubios, volcanes y Etnas, |
|
introducido en el centro |
|
(Apéase y vuela el
caballo.)
|
de sus vedados jardines, |
55 |
a ella y a sus monstruos venzo. |
|
Y tú, tronco del amor, |
|
de tus dorados renuevos |
|
este me da por testigo |
|
del triunfo, no porque quiero |
60 |
ni ser amado ni amar |
|
sino vencer mis desprecios. |
|
¡Ha del palacio! ¡Ha del monte! |
|
¡Salid cuantas estáis dentro |
|
y entrad cuantos en mi busca |
65 |
andáis, pues que ya no hay riesgo |
|
que temer! |
|
|
|
(Dentro golpes, y salen por una parte ARISTEO, LICAS, soldados y, por otra,
HESPERIA, EGLE, VERUSA y YOLE y ANTEO a lo largo.)
|
ARISTEO |
(Dentro.)
|
¡Romped las puertas
|
|
de aquesas voces al eco! |
|
|
|
HESPERIA |
(Dentro.)
|
Acudid al jardín todas |
|
a ver quién causa este estruendo. |
70 |
|
|
LICAS |
¡Aten al dragón, que vamos! |
|
|
|
ANTEO |
¡Muera yo y sepa por quién es
esto! |
|
|
|
YOLE |
Mas que es alguna desdicha |
|
que a mí me viene siguiendo. |
|
|
|
|
|
|
|
YOLE |
Bien dijeron mis temores. |
|
|
|
HESPERIA |
¿Este no es el hombre, cielos, |
|
del león? |
|
|
|
HÉRCULES |
Yo soy. ¿Qué os admira, viendo |
80 |
muerto ese horrible vestiglo, |
|
|
-fol. 27v- |
el ser yo quien le haya muerto? |
|
Pues mal pudiera ser otro. |
|
|
|
LICAS |
Sí pudiera, que a lo mesmo |
|
también yo venía a las ancas, |
85 |
sino que no entré acá dentro |
|
porque no me atreví a entrar. |
|
|
|
HÉRCULES |
En tu busca, Yole, vengo, |
|
para que sepas quién es |
|
Hércules y quién Anteo. |
90 |
Hércules, a quien dejaste, |
|
es el que triunfó venciendo; |
|
Anteo, a quien elegiste, |
|
es el que se escapó huyendo. |
|
Muerto tu padre, su rey |
95 |
me aclama Libia; el pretexto |
|
es cumplirme la palabra |
|
que él me dio y que yo no aprecio; |
|
que a quien puedo prisionera |
|
no he de tratar como a dueño |
100 |
el día que por mí mismo, |
|
avasallado su reino, |
|
capitulé la corona |
|
por quien las armas suspendo. |
|
Ven, pues, que has de ser testigo |
105 |
del merecido trofeo |
|
de coronarme sin ti. |
|
|
|
ANTEO |
No irá tal sin que primero |
|
a mí la muerte me des. |
|
|
|
HÉRCULES |
Si eso falta, es fácil eso. |
110 |
|
|
ANTEO |
No mucho, que si falté |
|
a nuestro aplazado duelo |
|
de buscarte en la batalla, |
|
fue por no menor empeño |
|
que el de socorrer a Yole; |
115 |
y aun este lo es también, puesto |
|
que es dar lugar a su fuga. |
|
Y pues no hay perdido tiempo: |
|
retírate de tu gente, |
|
que en ese bosque te espero |
120 |
donde los dos nos veamos |
|
brazo a brazo y cuerpo a cuerpo. |
|
Madre Tierra: en confianza |
|
tuya voy; dame tu esfuerzo. |
|
(Vase.)
|
|
|
HÉRCULES |
Ya yo te sigo: ninguno |
125 |
me siga a mí o, ¡vive el cielo!, |
|
que a quien me siga le mate. |
|
Tú corta a esta sierpe el cuello, |
|
que has de llevar su cabeza |
|
hoy de Júpiter al templo. |
130 |
|
|
LICAS |
¡Mal haya mi alma y mi vida |
|
si tal cortare! |
(Vase.)
|
|
|
HÉRCULES |
Aristeo:
|
|
guárdame estas puertas tú, |
|
como te dije primero, |
|
porque no se escape Yole |
135 |
a quien prisionera dejo, |
|
fiada a vosotras, en tanto |
|
que a él mato y por ella vuelvo. |
|
(Vase.)
|
|
|
ARISTEO |
Pues que no debo seguirle |
|
yo y obedecerle debo: |
140 |
perdonad que desa puerta |
|
no me aparte, deste cielo |
|
dijera mejor, mirando |
|
tal hermosura. |
|
|
YOLE |
Aristeo,
|
|
si algún tiempo te debí |
145 |
algún mal logrado afecto |
|
de amor, que apartó mi padre |
|
con no mal fundados medios: |
|
duélete de mí; no digan |
|
que te vengaste, supuesto |
150 |
que tomó mejor venganza |
|
quien no se vengó pudiendo. |
|
Padre, esposo y reino, todo, |
|
perdí en un día; y pues reino, |
|
esposo y padre me dejan |
155 |
vida, que quizá no pierdo |
|
por aborrecida, no |
|
quites a mis sentimientos |
|
la desdicha de llorarlos |
|
que es la dicha de tenerlos. |
160 |
Dame paso a aquesos montes |
|
en cuyo áspero desierto |
|
|
-fol. 28r- |
hallaré entre brutas fieras |
|
quizá más acogimiento |
|
que en sola una fiera humana. |
165 |
|
|
ARISTEO |
Yole, tus desdichas siento. |
|
A Hércules debí la vida |
|
vencido; vencedor debo |
|
a Hércules el honor |
|
en que mis armas ha puesto. |
170 |
Sobre esto la confianza |
|
que de mi amistad ha hecho |
|
me acobarda; y porque tú |
|
ni las que me están oyendo |
|
puedan presumir que yo |
175 |
villanamente me vengo: |
|
jueces las haré de que |
|
hallándome entre dos riesgos, |
|
de grosero o vengativo, |
|
escojo del mal el menos, |
180 |
pues lo vengativo infama |
|
bien que mancha a lo grosero. |
|
Yo vi tu retrato y vi |
|
otra hermosura, el extremo |
|
de lo vivo a lo pintado |
185 |
pudo50
hacer... Mas, baste esto |
|
para que, quien entendiere |
|
que aquí es cortés el silencio, |
|
entienda que no es venganza |
|
al no servirte, sabiendo, |
190 |
si hay razón para mi olvido |
|
que no lo hay para tu ceño |
|
pues, por no vengarme en ti, |
|
quizá en mí mismo me vengo. |
|
(Vase.)
|
|
|
VERUSA |
Todo es enigmas este hombre |
195 |
en sus respuestas. Mas esto, |
|
¿qué puede importarme a
mí, |
|
que parece que lo siento? |
|
|
|
YOLE |
Hesperia, Verusa, Egle, |
|
a vuestra piedad apelo, |
200 |
¿dónde ocultar me podré? |
|
|
|
HESPERIA |
Si ves que ya no tenemos |
|
ni aun guarda para nosotras, |
|
pues Atlante en favor nuestro |
|
no se da por ofendido |
205 |
de ver su encanto deshecho, |
|
quizá porque anda mayor |
|
deidad aquí, mal podremos |
|
aventurarnos nosotras |
|
a su enojo; y más, habiendo |
210 |
dejádote en confianza |
|
nuestra. |
|
|
VERUSA |
Lo que yo te ofrezco
|
|
es por ti atreverme a una |
|
experiencia, bien que arriesgo |
|
de que pueda parecer |
215 |
loco desvanecimiento |
|
el darme por entendida |
|
de que algo hermosa parezco. |
|
La hermosura, pues, no tiene |
|
alhaja de más aprecio |
220 |
que el espejo; dél se dice |
|
que templa la ira en poniendo |
|
al colérico su imagen |
|
delante; y así, aunque fiero |
|
vuelva, yo le saldré al paso |
225 |
con él, a ver si le templo |
|
haciendo que sea menor |
|
su enojo al verle en sí mesmo. |
|
|
|
EGLE |
Yo te ofrezco de mi parte, |
|
supuesto que a otros suspendo |
230 |
con mi voz, ver si por dicha |
|
a él le parase suspenso, |
|
para que menos airado |
|
llegue a ti. |
|
|
HESPERIA |
Yo te prometo
|
|
salirle al paso también, |
235 |
representándole ejemplos |
|
en mis estudios hallados |
|
de altos héroes que tuvieron |
|
por mayor de sus victorias |
|
el verse al amor sujetos. |
240 |
|
|
VERUSA |
Perdona si esto no basta... |
|
|
|
HESPERIA |
Que otras armas no tenemos |
|
|
-fol. 28v- |
con que socorrerte, Yole. |
|
|
|
LAS TRES |
¡Qué hermosura, voz y ingenio! |
|
|
|
|
(Vanse.)
|
YOLE |
¡Ay de aquella que a experiencias |
245 |
fía su esperanza, siendo |
|
así que experiencias se hacen |
|
solo a falta de remedios! |
|
Dioses, ¿en qué parará |
|
la lid de Hércules y Anteo, |
250 |
que sobre tantas desdichas |
|
es la última que temo? |
|
¿Qué haré si él llega
a morir? |
|
|
|
|
(VENUS y
CUPIDO, cantando a sus
lados, sin verlos.)
|
|
YOLE |
¿Qué puede fingir mi estrago? |
255 |
|
|
|
|
|
YOLE |
Eco, ya que a mi dolor, |
|
de oráculo eres trasumpto: |
260 |
si él muere qué haré
pregunto |
|
|
|
|
YOLE |
¿Más alivio a mis sospechas... |
|
|
|
|
YOLE |
... en fingir halagos das? |
265 |
|
|
|
YOLE |
¿Que serán, no consideras, |
|
muy...52 |
|
|
|
|
YOLE |
Mal, con voces lisonjeras, |
270 |
persuades a mis rencores |
|
vengarse antes con favores... |
|
|
|
ELLA y
LOS53DOS |
... que con flechas más severas. |
|
|
|
YOLE |
Dime, anuncio más crüel... |
|
|
|
|
YOLE |
¿Qué obra halago que se aplica? |
|
|
|
|
YOLE |
¿Quién dirá que dél lo
esperas? |
|
|
|
|
YOLE |
¿Cómo es posible que quieras, |
280 |
dudando si vence o no |
|
Hércules, que escuche yo... |
|
|
|
ELLA y
LOS54DOS |
... que él domestica las fieras? |
|
|
|
YOLE |
Y pues son vanas quimeras... |
|
|
|
|
YOLE |
... el presumir que su ruina... |
|
|
|
|
|
|
YOLE |
Permite que, mi temor, |
290 |
crédito a tu voz no dé, |
|
pues nada consuela oír que... |
|
|
|
ELLA y
LOS55DOS |
... fieras afemina Amor... |
|
|
|
YOLE |
... si ya, viendo mi dolor |
|
junto todo, no te obligas |
295 |
a que de una vez me digas, |
|
qué medio me está mejor. |
|
|
|
LOS56DOS |
Fingir halago traidor; |
|
que con flechas más severas |
|
que él domestica las fieras, |
300 |
fieras afemina Amor. |
|
|
|
YOLE |
Pues si el favor |
|
que por consejo me das |
|
es fingir, desde hoy verás |
|
viéndome contra un furor... |
305 |
|
|
ELLA, LOS57
DOS
y TODOS |
...fingir halago traidor, |
|
que con flechas más severas |
|
que él domestica las fieras, |
|
fieras afemina Amor. |
|
|
|
|
(Vase YOLE.)
|
|
|
(Cantando CUPIDO y VENUS.)
|
VENUS |
Pues sigue tus designios |
310 |
sin apurar más dellos |
|
que ser contra un tirano |
|
que se huye de tu imperio. |
|
Dime, siendo como eres |
|
el más glorioso afecto |
315 |
de verdadero amor, |
|
¿por qué su rendimiento |
|
|
-fol. 29r- |
fías a amor fingido? |
|
|
|
|
|
(Cantando CUPIDO.)
|
CUPIDO |
Porque amor verdadero, |
|
en vez de ser castigo, |
320 |
se convirtiera en premio. |
|
Que él quiera y que no sea |
|
querido es lo que quiero; |
|
hállese más burlado |
|
cuanto más satisfecho. |
325 |
De amarle Yole, no |
|
pudiera lograr luego |
|
el que ella enamorada |
|
le ponga en el desprecio |
|
que le pondrá mañana |
330 |
cuando mi prisionero, |
|
trocando la acerada |
|
clava en vil instrumento, |
|
mi carro arrastre; y pues |
|
aqueso dirá el tiempo, |
335 |
dejemos el jardín, |
|
en tanto que a él volvemos |
|
a esforzar que descubran |
|
el ignorado fuego |
|
que él piensa que es rencor, |
340 |
belleza, voz, ingenio. |
|
|
|
VENUS |
¡Ay! Que ingenio ni voz ni belleza |
|
no han de poder dominar sus afectos |
|
mïentras Yole no finja que llora. |
|
|
|
CUPIDO |
Pues llore aunque finja. |
345 |
|
|
LOS DOS |
Pues llore, supuesto |
|
que no es la primera que llora fingiendo. |
|
|
|
|
(Vanse y cúbrese el jardín con el bosque; y
salen ANTEO y HÉRCULES.)
|
ANTEO |
Al sitio que apenas bruta |
|
planta pisó, guiando vengo |
|
tus pasos porque ninguno |
350 |
nos siga y se ponga en medio. |
|
|
|
HÉRCULES |
Di que a fin de dilatar |
|
tu muerte, que es lo más cierto, |
|
ya que solos estamos |
|
y ocultos. Saca el acero. |
355 |
|
|
ANTEO |
Son muy desiguales armas |
|
espada y clava, y en duelo |
|
aplazado, el igualarlas |
|
es ley; y así, pues yo dejo |
|
la espada, deja la clava |
360 |
y ven a los brazos. |
|
|
HÉRCULES |
Eso
|
|
ya es lo contrario, pues es |
|
gana de morir más presto. |
|
|
|
ANTEO |
(Aparte.)58
|
Tú lo verás cuando veas |
|
que cobro, en dando en el suelo, |
365 |
dobladas fuerzas. |
|
|
HÉRCULES |
¿Qué aguardas?
|
|
(Luchan.)
|
Llega, pues, y del primero |
|
ímpetu verás si doy |
|
contigo en tierra. |
|
|
|
|
(Cae ANTEO y
levántase.)
|
ANTEO |
¿Qué has hecho
|
|
en eso, si con mayor |
370 |
valor a la lucha vuelvo? |
|
|
|
|
|
(Luchan.)
|
HÉRCULES |
Más resistencia hallo en ti |
|
de la que antes hallé, pero |
|
no importa para que deje |
|
de ser superior mi esfuerzo. |
375 |
|
|
|
|
(Cae ANTEO y
levántase.)
|
ANTEO |
También superior el mío |
|
volverá a embestir de nuevo. |
|
|
|
|
|
(Luchan.)
|
HÉRCULES |
[Aparte.]
|
¿Qué es esto, ¡cielos!, pues
cuando |
|
más le rindo, más le encuentro |
|
fortalecido? |
|
|
ANTEO |
[Aparte.]
|
Pues va
|
380 |
siempre mi fuerza en augmento, |
|
en excediendo a la suya: |
|
que le he de vencer es cierto. |
|
|
|
HÉRCULES |
[Aparte.]
|
Como es su madre la Tierra, |
|
sin duda ella le da alientos |
385 |
cuando ella cae; y así, |
|
no ha de volver a ella. |
|
|
|
|
(Luchan.)
|
ANTEO |
[Aparte.]
|
¡Cielos!
|
|
¿Cómo ahora no me arroja? |
|
Desalentado fallezco. |
|
Haga maña lo que antes |
390 |
era fuerza. |
|
|
-fol. 29v-
|
|
|
(Déjase caer y
levántase.)
|
HÉRCULES |
Ahora veo,
|
|
(Luchan.)
|
pues que te dejas caer |
|
tú cuando yo no te dejo, |
|
que es señal de que la tierra |
|
te fortalece en cayendo. |
395 |
|
|
ANTEO |
Sea lo que fuere, vuelve |
|
a la lid. |
|
|
HÉRCULES |
[Aparte.]
|
Sí haré; ya
vuelvo,
|
|
pero advertido de que, |
|
si allá vencí sus portentos |
|
porque me valí del aire, |
400 |
he de hacer aquí lo mesmo. |
|
No ha de caer en la tierra |
|
por ver si en el aire le venzo |
|
(Levántale en el
aire.)
|
haciéndole que en mis brazos |
|
reviente. |
|
|
ANTEO |
¡Valedme, cielos!
|
405 |
Que, oprimido sin tocar |
|
en la tierra, desfallezco. |
|
¿Quién creerá, cuando en los
brazos |
|
de Hércules espira Anteo, |
|
que dando el aliento al aire |
410 |
le niegue el aire el aliento? |
|
|
|
HÉRCULES |
Quien viere que yo te arrojo |
|
hecho pedazos al viento |
|
y tú, enemiga Cibele, |
|
en tu horrible obscuro centro, |
415 |
a quien meciste en la cuna |
|
construyas el monumento. |
|
|
|
|
(En esta última lucha, levantó de la tierra
HÉRCULES a
ANTEO y, significando que
en vez de arrojarle a ella le arrojaba al aire, le despidió
de sí con tan arrebatado ímpetu que no se dio
término entre salir de sus brazos y verle, sin verle, de la
otra parte de las nubes; conque al entrarse HÉRCULES victorioso, se
abrió la tierra y salió de ella CIBELE en una eminente pirámide
de mármol, como construido monumento al cadáver de su
hijo; la cual, mezclando ya lo furioso y ya lo compasivo,
desaparecida la pirámide en recitativo estilo, cantó
llorando lo siguiente.)
|
CIBELE |
Sí haré, y en esperanza |
|
de que podrá mi ira |
|
en esta infausta pira |
420 |
inscribir dónde alcanza |
|
del dolor de Cibele la venganza: |
|
en distintas esferas, |
|
en varios horizontes, |
|
valida de mis montes, |
425 |
conformadas hileras, |
|
convocaré las huestes de mis fieras. |
|
Y tú, verde gigante, |
|
en quien el cielo estriba, |
|
de tu fábrica altiva |
430 |
venga el desdén: no cante |
|
Hércules triunfos de Hespero y
Atlante. |
|
Pues estás ofendido |
|
del vuelo del Pegaso: |
|
arma contra el Parnaso, |
435 |
de quien la guarda ha sido; |
|
castigue Apolo el verle destruido; |
|
las ninfas que inspiraron, |
|
siguiéndole veloces, |
|
contra el amor sus voces, |
440 |
bien que no las lograron, |
|
¡ahora lloren lo que allá
cantaron!; |
|
del Helicón la frente, |
|
del Castalio la cima, |
|
una agobie, otra gima, |
445 |
sin que llore su fuente, |
|
aun para el llanto seca su corriente; |
|
todo el verdor que encierra |
|
|
-fol. 30r- |
su seno se destruya: |
|
¡resulte en culpa suya |
450 |
el dolor de la Tierra! |
|
¡Arma contra el Parnaso! ¡Guerra,
guerra! |
|
(Vase.)
|
|
|
|
(Toda la MÚSICA y cajas.)
|
[MÚSICA] |
¡Arma contra el Parnaso! ¡Guerra,
guerra! |
|
|
|
|
(Cúbrese la apariencia y sale VERUSA con un espejo,
deteniéndola ARISTEO.)
|
|
VERUSA |
¡Desvía!
|
|
Que en vano tenerme quieres |
455 |
puesto que tú solo eres |
|
guarda de Yole y no mía. |
|
|
|
ARISTEO |
Que fuera parar el día |
|
no lo dudo; pero advierte |
|
que el procurar detenerte |
460 |
no es usar jurisdición |
|
sino superior razón |
|
que me obliga. |
|
|
|
ARISTEO |
De tu alcázar has salido |
|
al monte; y viendo tan nuevas |
465 |
acciones como que llevas |
|
a él tu espejo, he presumido |
|
que, loco y desvanecido, |
|
Narciso retar intente |
|
tu hermosura y que, valiente |
470 |
ella a igualar el cotejo, |
|
lleva el cristal de tu espejo |
|
contra el cristal de su fuente. |
|
Y aunque tu valor infiera |
|
ver cuán sin ventaja alguna |
475 |
se arme de solo una luna |
|
quien de todo un sol pudiera: |
|
con todo eso yo quisiera |
|
tenerte, no porque arguya |
|
no ser la victoria tuya, |
480 |
sino por ver si podría |
|
hacer que en la muerte mía |
|
te ensayes para la suya. |
|
|
|
VERUSA |
Muy al contrario has creído, |
|
que no es contra una belleza |
485 |
sino contra una fiereza |
|
el cristal que he prevenido. |
|
Y así, que vuelvas te pido |
|
a la puerta y este paso |
|
me dejes donde no acaso |
490 |
Hércules me halle al volver |
|
antes que a Yole. |
|
|
ARISTEO |
Temer
|
|
debo que a algún gran fracaso |
|
de su ira llegue el extremo, |
|
y así, no quiero impedir |
495 |
medio que pueda servir |
|
contra lo mismo que temo. |
|
|
|
|
ARISTEO |
Tan supremo
|
|
poder tu hermosura tiene |
|
que él me aparta y me detiene. |
500 |
|
|
VERUSA |
Pues débale el que te aparte; |
|
y más cuando hacia esta parte |
|
es Hércules el que viene. |
|
|
|
|
(Retírase ARISTEO y salen HÉRCULES y LICAS.)
|
LICAS |
Si ya los aires venenos |
|
de Anteo fueron, ¿dónde vas? |
505 |
|
|
HÉRCULES |
Con una ansia a Yole más |
|
y a mí con una ansia menos; |
|
que será, de dudas llenos |
|
mis sentidos, un pesar |
|
que hace placer al mirar: |
510 |
que son pesar y placer |
|
que no tenga a quien querer |
|
y que tenga a quien llorar. |
|
|
|
LICAS |
¿Que no tenga a quien querer |
|
y que tenga a quien llorar |
515 |
es placer que hace pesar |
|
y es pesar que hace placer? |
|
¡Plegue a Dios...! |
|
|
|
LICAS |
¿Qué sé yo? Pero recelos |
|
que traen penas y consuelos, |
520 |
|
-fol. 30v- |
plegue a Dios no sean, señor, |
|
no haber a quien quiera amor |
|
y haber a quien llore celos. |
|
|
|
HÉRCULES |
¿Celos ni amor para mí? |
|
Pero, ¿qué dama es aquella? |
525 |
|
|
LICAS |
La que campa de más bella |
|
entre las tres. |
|
|
HÉRCULES |
¿Dónde, di,
|
|
Yole está? Pues, ¿cómo
así |
|
la espalda me vuelves?, ¿no |
|
merezco respuesta yo? |
530 |
|
|
VERUSA |
El semblante de tu ira |
|
tanto de ti me retira |
|
que su temor me obligó |
|
a intentar irme sin verte. |
|
|
|
HÉRCULES |
¿Tanto asombro? ¿Tanto espanto? |
535 |
|
|
VERUSA |
Fácil fuera decir cuánto. |
|
|
|
|
VERUSA |
Desta suerte.
|
|
Tú mismo en ti mismo advierte |
|
si espanto y asombro das. |
|
(Mírase al
espejo.)
|
|
|
HÉRCULES |
¡Yo soy este! Ya con más |
540 |
causa a mi descuido riño, |
|
pues no me debió el aliño |
|
verme a una fuente jamás. |
|
¡Qué varia naturaleza |
|
es en su desigualdad! |
545 |
¡Qué mal dice una fealdad |
|
en brazos de una belleza! |
|
Si es tan grande mi fiereza, |
|
¿qué mucho que la luz pura |
|
huya de la sombra obscura |
550 |
y que le haga novedad |
|
ver a la mostruosidad |
|
en brazos de la hermosura? |
|
Disculpada, Yole bella, |
|
en cierta parte se halla. |
555 |
¿Qué digo? Que el disculpalla |
|
ya camina hacia querella... |
|
Pero si por otro ella |
|
me dejó; pero si yo |
|
maté a por quien me dejó |
560 |
y si en su memoria queda, |
|
y si hay cómo yo pueda |
|
borrarle della, ¿quién vio |
|
tan rara contrariedad? |
|
Quítame esa luna impura, |
565 |
no vea yo que es tu hermosura |
|
espejo de mi fealdad. |
|
Ya sin verme, a mi crueldad |
|
vuelvo: a Yole llevaré |
|
donde por testigo esté |
570 |
que Libia a su rey me iguala. |
|
|
|
|
(Sale EGLE
cantando.)
|
EGLE |
Guarda corderos, zagala; |
|
zagala no guardes fe... |
|
|
|
HÉRCULES |
Mas, ¿quién pudo suspender |
|
mi nuevo furor ahora? |
575 |
|
|
EGLE |
... que quien te hizo pastora |
|
no te libró de mujer. |
|
|
|
HÉRCULES |
¿No te bastó, Hércules,
ver |
|
tu horror sino que después |
|
suspenso a una voz estés |
580 |
que trae tras tu desaliño? |
|
|
|
EGLE |
La pureza del armiño |
|
que tan celebrada es... |
|
|
|
HÉRCULES |
¿Y qué haré yo desta
piel |
|
si a otros ropajes me aplico? |
585 |
|
|
EGLE |
... vístela con el pellico |
|
y desnúdala con él. |
|
|
|
HÉRCULES |
Voz que en disfraz de zagala |
|
persuades a no sé quién |
|
que deje purezas y ame: |
590 |
¿por quién lo dices? |
|
|
EGLE |
No sé;
|
|
por divertirme, esta letra, |
|
por más sabida canté, |
|
no porque con nadie hablase |
|
más que con el aire. |
|
|
HÉRCULES |
Pues
|
595 |
ni aun con el aire has de hablar |
|
de que culto se le dé |
|
al amor cuando yo voy |
|
no a amar sino a aborrecer. |
|
|
|
-fol. 31r-
|
EGLE |
Pues, ¿qué te ofende que yo |
600 |
diga sin saber por quién? |
|
(Canta.)
|
Aquella amorosa vid |
|
que enlazada al olmo ves, |
|
parte pámpanos discreta |
|
con el vecino laurel. |
605 |
|
|
HÉRCULES |
¿Qué hechizo tiene esta voz |
|
que me obliga a suspender |
|
mi enojo? Pero, ¿qué digo? |
|
El acento, Egle, detén; |
|
que sobre darme los ojos |
610 |
horror al llegarme a ver, |
|
los oídos suspensión |
|
al llegarte a oír, no sé |
|
que falten ya contra mí |
|
sino los labios también |
615 |
que en favor de Yole quieran |
|
persuadir a mi altivez |
|
que hay amor. |
|
|
|
(Sale HESPERIA.)
|
HESPERIA |
¿Qué altivez
pudo
|
|
negarlo cuando se ve |
|
Júpiter en lluvia de oro, |
620 |
Marte en cautelosa red, |
|
Saturno amando a una estatua, |
|
Apolo amando a un laurel? |
|
Y descendiendo a lo humano, |
|
que en las tablas que heredé |
625 |
de Atlante no solo vi |
|
lo pasado, mas también |
|
lo futuro, ¿qué valiente |
|
héroe no será o fue |
|
triunfo de Amor? Hablen cuantos |
630 |
su carro arrastran en que |
|
o son fieras de su yugo |
|
o son huellas de su ex. |
|
Julio César por Cleopatra; |
|
por Drusila, Augusto el rey; |
635 |
Masinisa por la bella |
|
Sofonisba, hasta el cruel |
|
Nerón por Popea; Jasón |
|
por la gran Medea, después |
|
Teseo por Arïadna, |
640 |
Eneas por Dido y con él |
|
Paris por Helena, Antonio |
|
por Faustina y... ¿Para qué, |
|
procediendo en infinito, |
|
te repito más que haber |
645 |
visto a Aquiles, por Deidamia, |
|
en hábito de mujer |
|
cuando...? |
|
|
HÉRCULES |
No prosigas, no
|
|
lo digas; que no ha de ser |
|
consecuencia el que obren mal |
650 |
para que yo no obre bien. |
|
Ni el espejo ni la voz |
|
ni el ingenio han de poder |
|
templar mi enojo. |
|
|
|
(Sale YOLE.)
|
YOLE |
Pues pueda
|
|
el arrojarme a tus pies, |
655 |
donde ni vida ni reino |
|
te pido por interés |
|
de confesarme rendida |
|
sino solo que me des |
|
licencia para que diga, |
660 |
ya que he de morir, por qué. |
|
Argante, un vil agorero, |
|
dijo a mi padre, después |
|
de la palabra que dio, |
|
que en aquese azul dosel |
665 |
había visto que de entrambos |
|
había un hijo de nacer |
|
que violentamente había |
|
de darle59
la muerte. Él, |
|
creyendo su vaticinio, |
670 |
que es muy fácil de creer |
|
lo peor, por que me hallases |
|
casada me impuso en que |
|
me echase yo a mí la culpa, |
|
dando, como hice, a entender |
675 |
que tu horror me había obligado; |
|
|
-fol. 31v- |
siendo así, que no lo fue, |
|
su violencia; porque yo |
|
nunca a Anteo quise bien |
|
ni mal a ti; antes si fuera |
680 |
permitido a una mujer |
|
de mis prendas confesar |
|
que tu fama, tu altivez, |
|
tu valor... Pero esto baste, |
|
que más dije que pensé |
685 |
cuando dije que «no mal»; |
|
que es casi decir que «bien». |
|
Dígalo cuando veloz |
|
el desbocado corcel, |
|
saliendo de la batalla |
690 |
me trajo al monte; que aunque |
|
vi que Anteo me seguía, |
|
deste alcázar me amparé |
|
por estar en él segura |
|
tanto de ti como dél. |
695 |
Y dígalo el que ahora, oyendo |
|
su muerte, ¡ay de mí!, no
sé |
|
si es que tengo que sentir |
|
o tenga que agradecer. |
|
Y ya que el hado ha cumplido |
700 |
sus amenazas, al ver |
|
muerto mi padre a las manos |
|
de un hijo tuyo, pues lo es |
|
tu rencor, y mío, pues yo |
|
soy la que en mí le engendré |
705 |
con lo que fingí, ¿qué
aguardas |
|
para darme muerte o que |
|
me lleves como a rendida |
|
a coronarte por rey? |
|
Que a mí me baste que todos |
710 |
hayan llegado a saber |
|
que hubo sobrenatural |
|
causa aquí y... |
|
|
HÉRCULES |
La voz detén;
|
|
que aunque es verdad que pudiera |
|
no solamente creer |
715 |
una causa, pero dos60 |
|
sobrenaturales, pues |
|
antes de verte te vi; |
|
y consiguiendo después |
|
la hermosa manzana veo |
720 |
que, prodigiosa, también |
|
me hace, con tu desengaño, |
|
dichoso en amor: no sé |
|
qué sueño, poma, cristal, |
|
cantos ni ejemplos mover |
725 |
hayan podido mi afecto |
|
hasta verte llorar; que es |
|
sin duda el llanto el mayor |
|
hechizo de la mujer. |
|
Levanta del suelo; llega, |
730 |
llega a mis brazos, y ven |
|
donde tu reino te admita |
|
y la posesión te dé |
|
de tu heredada corona; |
|
que el victorioso laurel |
735 |
que me da su aclamación |
|
ya no es mío, tuyo es, |
|
de albricias de que no es tuyo |
|
ni su amor ni mi desdén. |
|
|
|
LICAS |
Gracias a Dios que te veo |
740 |
puesto en razón una vez. |
|
|
|
HÉRCULES |
Venid, pues, venid con ella |
|
todas sirviéndola, y den |
|
a toda Libia noticia |
|
festivas voces de que |
745 |
Yole es su reina y quien ella |
|
elija será su rey. |
|
|
|
YOLE |
¿A quién puedo elegir yo |
|
que pueda estarme más bien |
|
que ser hoy reina y esposa |
750 |
de quien rendida era ayer? |
|
(Aparte.)
|
(Si bien lo supieras; pero |
|
presto lo sabrás.) Y pues, |
|
dos veces felice, Libia |
|
me llega a reconocer, |
755 |
una vez como heredera |
|
y como esposa otra vez, |
|
|
-fol. 32r- |
dejando las asperezas |
|
de intratables montes, ven |
|
a mis palacios, de donde |
760 |
trocando la bruta piel |
|
a real púrpura, que en fin |
|
lo exterior del parecer |
|
gana más afectos cuando |
|
da que amar y no temer, |
765 |
galán en público salgas; |
|
a cuyo efecto seré |
|
yo la primera que, entre |
|
mis damas, me veas torcer |
|
en hilados copos de oro |
770 |
blandas hebras que después |
|
ellas, en varios dibujos |
|
sobre la encendida tez |
|
de la grana, asentarán |
|
con tales primores que |
775 |
dude Tiro si sus campos |
|
matizados a merced |
|
de la broca y de la abuja |
|
dan flores de rosicler; |
|
en cuyo espacio no habrá, |
780 |
porque más gustoso estés, |
|
instante que no sea todo |
|
gozo, música y placer. |
|
|
|
HÉRCULES |
Mal podrá no serlo allá |
|
si ya desde aquí lo es. |
785 |
|
|
VERUSA |
Las tres, pues ya en estos montes |
|
sin la guarda del vergel |
|
no está seguro el alcázar, |
|
contigo iremos a ser, |
|
si esta dicha merecemos, |
790 |
tus criadas, y a tener |
|
parte en los reales adornos |
|
de igual majestad. |
|
|
YOLE |
No iréis
|
|
sino con mis amigas |
|
y compañeras las tres. |
795 |
|
|
HÉRCULES |
Bien dices: yo las estoy |
|
agradecido también, |
|
y estimo el que vayan. |
|
|
EGLE |
Sea
|
|
en festivo parabién, |
|
todas cantando y bailando. |
800 |
|
|
LICAS |
Estotra ha dicho más bien. |
|
|
|
HESPERIA |
Empieza, Egle, tú; que todas |
|
te seguiremos después. |
|
|
|
LICAS |
Gracias a Dios que llegó |
|
el día de algún placer. |
805 |
|
|
|
|
(Cantando EGLE.)
|
|
|
EGLE |
... que Hércules y Yole |
|
en culto a Amor den... |
|
|
|
|
EGLE |
... él su fortaleza |
|
y ella su desdén. |
|
|
|
CORO PRIMERO |
(De todas.)
|
Sea para bien. |
|
|
|
CORO SEGUNDO |
(Dentro.)
|
No sea para bien... |
|
|
|
|
(Dentro CALÍOPE.)
|
CALÍOPE |
... ni diga el Amor |
815 |
que dejó por él... |
|
|
|
|
CALÍOPE |
... Hércules su fama, |
|
Yole su altivez. |
|
|
|
|
HÉRCULES |
Oíd, escuchad, ¿qué
contrario |
|
eco puede ser aquel? |
|
|
|
|
(Sale ARISTEO.)
|
ARISTEO |
Una bellísima tropa |
|
de ninfas, Hércules, es; |
|
y viene hacia aquí. |
|
|
HÉRCULES |
Que sea
|
825 |
quien fuere: al canto volved. |
|
|
|
CORO PRIMERO |
Sea para bien |
|
que Hércules y Yole |
|
|
-fol. 32v- |
en culto a Amor den |
|
él su fortaleza |
830 |
y ella su desdén. |
|
|
|
|
(Salen las NINFAS.)
|
|
CALÍOPE |
... que diga el Amor |
|
que dejó por él |
|
Hércules su fama, |
835 |
Yole su altivez. |
|
No sea para bien. |
|
|
|
|
|
LICAS |
¡Lindas ninfas del Parnaso, |
840 |
para echarnos a perder |
|
nuestro alborozo! |
|
|
|
CALÍOPE |
¿Qué ha de ser?
|
|
¿Cómo es, Hércules,
posible |
|
que con tal descuido estés |
845 |
de la guarda en que el Parnaso |
|
puso Apolo en tu poder |
|
cuando por ausencia tuya, |
|
o otra causa que no sé, |
|
Cibele, no solo haciendo |
850 |
sus riscos estremecer |
|
pero titubear sus cimas, |
|
al fiero temblor crüel |
|
de un embate y otro embate, |
|
de un vaivén y otro vaivén, |
855 |
su ruina amenaza, pero, |
|
amotinando también |
|
sus fieras, no hay flor que no |
|
talen, siendo de su sed |
|
dañado tósigo hoy |
860 |
el que era antídoto ayer? |
|
|
|
HÉRCULES |
¡Qué escucho! ¿Cibele
toma |
|
en él venganza porque, |
|
ofendido, Apolo en mí |
|
castigue mi ausencia? Ven, |
865 |
Calíope, y venid todas |
|
conmigo; que habéis de ver... |
|
|
|
YOLE |
¿Tan presto quieres dejarme? |
|
[Aparte.]
|
¡Oh, no se vaya antes que |
|
ejecute mi venganza! |
870 |
|
|
HÉRCULES |
No llores, que no me iré |
|
si tú has de sentirlo. |
|
|
|
|
|
|
|
|
CALÍOPE |
Volved a acordar su fama. |
|
|
|
YOLE |
Mi amor a acordar volved. |
|
|
|
CORO PRIMERO |
Sea para bien |
|
que Hércules [y Yole |
|
en culto a Amor den |
880 |
él su fortaleza |
|
y ella su desdén.] |
|
|
|
CORO SEGUNDO |
No sea para bien |
|
ni diga el Amor |
|
[que dejó por él |
885 |
Hércules su fama, |
|
Yole su altivez.] |
|
|
|
YOLE y CALÍOPE |
En fin, ¿en qué te resuelves? |
|
|
|
HÉRCULES |
¿En qué me he de resolver? |
|
Piérdase todo y no tú, |
890 |
que es lo más que hay que perder. |
|
Calíope, dile a Apolo |
|
que si me oyó alguna vez |
|
que sé vencer y no amar, |
|
ya sé amar y no vencer. |
895 |
Ven, Yole. |
|
|
YOLE |
Porque no vuelva,
|
|
¡volved al canto otra vez! |
|
|
|
CALÍOPE |
¡Volved otra vez al canto |
|
por si obligarle podéis! |
|
|
|
CORO PRIMERO |
(Todos.)
|
Sea para bien, |
900 |
que Hércules [y Yole |
|
en culto a Amor den |
|
él su fortaleza |
|
y ella su desdén.] |
|
|
|
CORO SEGUNDO |
(Todos.)
|
No sea para bien |
905 |
ni diga el Amor |
|
[que dejó por él |
|
Hércules su fama, |
|
Yole su altivez.] |
|
|
|
-fol. 33r-
|
UNA |
Sin admitir nuestra queja |
910 |
se va.61 |
|
|
CALÍOPE |
¿Quién pudo
creer
|
|
que Hércules abandonara |
|
su fama por su amor? |
|
|
UNA 2.ª |
Quien
|
|
sepa que sabe el amor |
|
vencer aún más fieras que
él. |
915 |
|
|
CALÍOPE |
Con todo, no por vencidas |
|
nos hemos de dar; y pues |
|
a quien le trató tan mal |
|
trata de premiar tan bien: |
|
¡quejémonos dél! |
920 |
|
|
TODAS |
(Cantando.)
|
¡Quejémonos dél! |
|
|
|
CALÍOPE |
(Canta.)
|
¿Por qué, ceguezuelo62
dios, |
|
aunque lo diga otra vez, |
|
a quien te trató tan mal |
|
tratas de premiar tan bien? |
925 |
|
|
|
|
(Dentro CUPIDO.)
|
CUPIDO |
Esperad, no os quejéis, no os
quejéis |
|
hasta ver que cautelas de Amor |
|
tal vez son piedad y castigo tal vez. |
|
|
|
|
(Sale CUPIDO.)
|
CALÍOPE |
Ya que a nuestra queja atento |
930 |
te deja, Cupido, ver: |
|
dinos, ¿qué quieres decirnos |
|
en eso? |
|
|
CUPIDO |
Que no os quejéis,
|
|
(Cantando.)
|
hasta ver que cautelas de Amor |
|
tal vez son piedad y castigo tal vez. |
935 |
|
|
|
CUPIDO |
Cuando
|
|
desengañadas lleguéis |
|
a ver que entre mis astucias |
|
hay fineza que es desdén |
|
en cierta crueldad piadosa |
940 |
que pasa a piedad cruel. |
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CUPIDO |
Presto;
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y tanto que, al parecer, |
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vuele el tiempo con mis alas |
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que son más ligeras que él. |
945 |
Venid, pues, venid conmigo, |
|
que no solo habéis de ser |
|
testigos de mi venganza |
|
pero ministros también |
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de su castigo. |
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CALÍOPE |
Tras ti
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950 |
iremos hasta saber... |
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TODAS |
(Cantando.)
|
... si es verdad que cautelas de Amor |
|
tal vez son piedad y castigo tal vez. |
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(Al irse las NINFAS en seguimiento de CUPIDO, transmutado el pasado
jardín en real salón, volvió a desabrochar
todo su fondo el coliseo; de suerte que, repetidas las verdaderas
elegancias del pincel en los mentidos lejos del noble engaño
de sus prespectivas, se vio en igual distancia lo deleitable de un
vergel convertido en lo majestuoso de un palacio. Era toda su
fábrica de variados jaspes a colores, cuanto más
distantes, más unidos. Estribaban sus colunas en agobiados
leones de bronce, a quien correspondían de bronce
también los capiteles. Sobre sus cornisas enlazaba su
arquitrabe un dorado artesón, dosel de todo su edificio. Tan
bien avenidos desde su embasamiento a su techumbre y desde su
portada a su retrete se hallaban en él pinceles y buriles,
que se dudaba si todo de una pieza le hubiese el buril pintado o el
pincel esculpido. Este era el cuerpo de la sala; pero el alma
della: hermosa tropa de bizarras damas ocupadas en laboriosos
ejercicios. Unas hilaban copos de oro que otras devanaban y otras,
en bastidores y almohadillas, daban a entender que aprovechaban sus
tareas. Solazado HÉRCULES entre
Hespérides y damas, y sobre rica alfombra al lado de
YOLE, en una almohada
recostado gozaba absorto ambas delicias así en lo que
vía como en lo que escuchaba cuando las damas, al mudo
compás de sus labores, cantaban, no fuera del
propósito, esta letra.)
|
-fol. 33v-
|
MÚSICA |
Esto que me abrasa el pecho |
|
no es posible que sea amor |
955 |
sino un rabioso dolor |
|
del mal que el amor me ha hecho. |
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HÉRCULES |
¡Qué bruto el tiempo
viví, |
|
Yole, que viví y no amé! |
|
Mas, digo mal; que no fue |
960 |
vivir: durar solo sí. |
|
¿Estas delicias en sí |
|
tenía Amor? ¡Qué mal he
hecho |
|
en tratarle con despecho! |
|
Mas, ¡qué mucho no sabía |
965 |
que tan dulcemente ardía... |
|
|
|
ELLA y
MÚSICA |
... esto que me abrasa el pecho! |
|
|
|
YOLE |
No menos necia vivía |
|
quien, porque otro lo mandaba, |
|
ni aborrecía ni amaba, |
970 |
y cautelosa fingía |
|
que amaba y que aborrecía; |
|
y entre desdén y favor, |
|
ignorando lo mejor, |
|
decía: «Este afecto fingido, |
975 |
si es posible que sea olvido... |
|
|
|
ELLA y
MÚSICA |
... no es posible que sea amor.» |
|
|
|
HÉRCULES |
Tan anticipado fue |
|
tu raro prodigio en mí |
|
que te vi antes que te vi |
980 |
y amé sin saber que amé. |
|
Cómo fue, no sé; mas sé |
|
que, domeñado el furor, |
|
como dure tu favor, |
|
siempre en mi pecho amoroso |
985 |
será un halago piadoso... |
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|
|
ÉL y
MÚSICA |
...si no un rabioso dolor. |
|
|
|
HESPERIA |
La primera vez que vi |
|
a Hércules, y que me dio |
|
la vida aunque me obligó, |
990 |
como nunca presumí |
|
volverle a ver, no sentí |
|
lo que ahora; pues sospecho |
|
que, al verle cuán satisfecho |
|
ama engañado, no sé |
995 |
cómo el bien le pagaré... |
|
|
|
ELLA y
MÚSICA |
...del mal que el amor me ha hecho. |
|
|
|
MÚSICA |
Esto que me abrasa el pecho... |
|
|
|
YOLE |
No cantéis; y pues rendido |
|
Hércules al sueño queda: |
1000 |
escucha, Egle; Hesperia, aguarda; |
|
oye, Verusa. |
|
|
|
YOLE |
Que, pues no ignoráis que ha sido |
|
cuanto le he dicho cautela, |
|
a darme venganza venga |
1005 |
de la muerte de mi padre |
|
y de Anteo y de que quiera |
|
coronarse en Libia rey. |
|
¿Qué mejor ocasión que
esta? |
|
Ayudadme, por si acaso |
1010 |
|
-fol. 34r- |
entre las ansias despierta, |
|
a que con aqueste acero |
|
le dé muerte. |
|
|
HESPERIA |
Considera
|
|
que no queda tan vengado |
|
el que de una vez se venga |
1015 |
como el de muchas, ni hay |
|
dolor para una soberbia |
|
como ultrajarla y dejarla |
|
vida para que lo sienta: |
|
pongámosle en tal desaire |
1020 |
que Libia corrida vea |
|
si le aclamó una victoria |
|
que le degrada una afrenta. |
|
(Aparte.)63
|
Esto es pagarle la vida |
|
con la vida. |
|
|
YOLE |
Bien lo piensas
|
1025 |
y yo no mal el desaire. |
|
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|
|
YOLE |
De aquesta manera:
|
|
quítale esa clava tú |
|
mientras le ciño esta rueca |
|
yo; y ahora, todas vosotras, |
1030 |
la nunca peinada greña |
|
de su cabello de cintas, |
|
en desaliñada trenzas |
|
prended. |
|
|
UNA |
¡Qué hermoso le
vamos
|
|
dejando! |
|
|
YOLE |
Tú ahora, Hesperia,
|
1035 |
a los soldados de guardia, |
|
porque si airado despierta |
|
nos hallemos defendidas, |
|
manda que toquen trompetas |
|
y cajas, y que entren todos |
1040 |
con armas, y que le prendan, |
|
llevándole desta suerte |
|
donde Libia vea, |
|
si hay hombres que las agravian, |
|
que hay mujeres que las vengan. |
1045 |
|
|
VERUSA |
Yo, segunda vez usando |
|
del espejo, a otra experiencia |
|
examinaré su luna, |
|
tan contraria como era |
|
allá para que se temple |
1050 |
y aquí para que se ofenda. |
|
|
|
EGLE |
Yo en satíricos baldones |
|
motejaré su soberbia. |
|
|
|
HESPERIA |
Yo, en acordadas noticias. |
|
|
|
|
(Dentro TODOS.)
|
TODOS |
¡Arma, arma! ¡Guerra, guerra! |
1055 |
|
|
HÉRCULES |
¿Qué nuevo rumor, qué
nuevo |
|
estruendo de armas inquieta |
|
mi solaz? ¿Dónde la clava |
|
está, para que con ella |
|
castigue a quien...? Mas, ¿qué
miro? |
1060 |
¿Qué transformación es
esta |
|
que pudo hacer que en tan torpe, |
|
vil instrumento se vuelva |
|
al tiempo que dicen otros... |
|
|
|
|
(Dentro las cajas y trompetas.)
|
TODOS |
... «¡Arma, arma! ¡Guerra,
guerra!»? |
1065 |
|
|
HÉRCULES |
Pues, ¿cómo, si dar no puedo |
|
paso ni mover la lengua? |
|
¿Qué delirio, qué
letargo |
|
tanto de mí me enajena |
|
que me da a entender que yo |
1070 |
no soy yo? |
|
|
VERUSA |
Pues no lo entiendas;
|
|
vuelve a mirarte. |
(Pone el
espejo.)
|
|
|
HÉRCULES |
¿Esto más?
|
|
¿Yo con mujeriles señas? |
|
|
|
HESPERIA |
¿Qué dirás ahora de
Aquiles? |
|
|
|
|
|
|
(Cantando EGLE.)
|
EGLE |
Por Deidamia bella
|
1075 |
vistió mujeriles galas |
|
peinando el cabello en trenzas. |
|
|
|
YOLE |
No dirás sino que Yole, |
|
vengando en él sus ofensas, |
|
vengó también las de todas |
1080 |
las mujeres. |
|
|
[VOCES]64 |
(Dentro.)
|
¡Arma! ¡Guerra!
|
|
|
|
|
HÉRCULES |
No los llames;
|
|
|
-fol. 34v- |
y pues las tres experiencias |
|
de ingenio, hermosura y voz |
|
no movieron mi soberbia |
1085 |
hasta que lloraste tú, |
|
pues no hay desdoro que sienta |
|
sino el que tu amor me engañe: |
|
el verme a tus pies te mueva, |
|
no sé si diga llorando |
1090 |
y, sí lo sé, en clara muestra |
|
de que lágrimas de amor |
|
son el uso desta rueca. |
|
No te duelas de mi fama, |
|
que no quiero que te duelas |
1095 |
sino de mi amor. Mi dueño, |
|
mi bien, mi esposa y mi reina, |
|
no cautelosa... |
|
|
YOLE |
Es en vano.
|
|
Las cajas y trompetas vuelvan, |
|
y entrad todos. |
|
|
|
(ARISTEO,
LICAS y
soldados.)
|
|
ARISTEO |
Hércules postrado en tierra |
|
con viles armas llorando. |
|
|
|
LICAS |
Si hay días en las bellezas: |
|
hoy debe de ser su día, |
|
pues tan hermoso despierta. |
1105 |
|
|
|
HÉRCULES |
No sé;
|
|
que apenas, y bien «a
penas»65, |
|
no sé si muero o si vivo. |
|
|
|
YOLE |
¿Qué ha de ser sino que vea |
|
no tan solo Libia, pero |
1110 |
el mundo, cuán vil, cuán ciega |
|
fue deponiéndome a mí |
|
y obligándome a que sea |
|
forzada esposa de un bruto |
|
la infame aclamación vuestra? |
1115 |
Si el valor os movió, viendo |
|
que es él el que vence fieras, |
|
¿cuánto es más valor el
mío? |
|
Pues es clara consecuencia |
|
que vence a las fieras quien |
1120 |
al que a fieras vence: venza. |
|
|
|
UNO |
Dice bien, nobles isleños; |
|
pues es Yole vuestra reina |
|
y Hércules, afeminado, |
|
ni oye ni mira ni alienta: |
1125 |
no forcéis su libertad. |
|
|
|
TODOS |
¡Viva Yole! ¡Hércules
muera! |
|
|
|
ARISTEO |
¿Qué haré, cuando a mí
me toca |
|
su ofensa aquí y su defensa? |
|
|
|
|
HÉRCULES |
Mal podréis;
|
1130 |
que aunque aquí no me defienda |
|
porque sois muchos y estoy |
|
sin armas, yo iré por ellas, |
|
valiéndome de la fuga |
|
ahora, mientras no me vuelva |
1135 |
en mí mi valor. |
|
|
|
|
NINFAS y
CALÍOPE |
No muera
|
|
ni le sigáis, porque estamos |
|
nosotras en su defensa. |
|
|
|
YOLE |
¿Cómo en su defensa? ¿No
es |
1140 |
también mi venganza vuestra? |
|
|
|
CALÍOPE |
Sí, Yole; mas si tú vivo |
|
para que sienta le dejas: |
|
nosotras también queremos |
|
que viva para que sienta. |
1145 |
Date a prisión al Amor. |
|
|
|
NINFAS |
Él nos envía a que vengas |
|
a ser fiera de su carro. |
|
|
|
HÉRCULES |
Mal puedo hacer resistencia |
|
cuando hay fuerza que confiese |
1150 |
que contra el amor no hay fuerza. |
|
|
|
CALÍOPE |
Llevadle todas en tanto |
|
que yo, dulcemente tierna, |
|
invocando las deidades |
|
de Cupido y Venus bella, |
1155 |
intento ver si consigo |
|
que, en fantástica apariencia, |
|
|
-fol. 35r- |
se deje mirar triunfante |
|
bien como le representa |
|
ya pinceles y ya plumas. |
1160 |
|
|
|
CALÍOPE |
De aquesta manera.
|
|
(Canta.)
|
¡Ha de los bellos jardines, |
|
ha de las hermosas selvas |
|
de Chipre, trono de Venus |
|
y cuna de Amor! |
|
|
|
(Dentro CUPIDO y
VENUS.)
|
LOS DOS |
(Cantando.)
|
¿Qué intentas?
|
1165 |
|
|
CALÍOPE |
(Cantando.)
|
Que iluminando los vientos |
|
y floreciendo la tierra |
|
vea el teatro del mundo |
|
tu triunfo; para que vea, |
|
quien quiso que las mujeres |
1170 |
esclavas del hombre sean, |
|
que él es su esclavo pues es |
|
esclavo de Amor por ellas. |
|
|
|
LOS66DOS |
Ya, a tu invocación, los dos |
|
damos piadosa respuesta |
1175 |
que repitirán tus ninfas |
|
diciendo en voces diversas... |
|
(Cantando.)
|
«Para que suenen mejor |
|
sus cláusulas lisonjeras, |
|
de Hércules en deshonor: |
1180 |
que si él domestica fieras, |
|
fieras afemina Amor.» |
|
|
|
|
(A la invocación de CALÍOPE respondieron
VENUS y CUPIDO, no solo en voz, pero en
efecto; pues dando a entender que en fantástica apariencia
se gozaban en dejarse ver triunfantes, con la repetición de
la pasada copla salieron al tablado, en festiva tropa, primero las
musas, delante del carro, cantándoles la gala, y
después, coronados de laurel, algunos cautivos en
acción que forcejaban al movimiento de sus ruedas. Era su
diseño imitación de aquellos que, ya en pinturas o ya
en historias, nos acuerdan los romanos triunfos. Su altura se
medía con el tercer cuerpo de las primeras colunas y su
longitud con el tercer término del tránsito. Desde
las cartelas de proa hasta los cartelones de la popa
resplandecía recamado de cogollos y follajes de oro, y en
sus faldones bosquejudos algunos héroes, como atropellados
de su huella. En su eminencia venían VENUS y CUPIDO con HÉRCULES a las plantas; y,
habiendo repetido la MÚSICA la aclamación,
prosiguió la representación la suya.)
|
LOS CAUTIVOS |
Todos cuantos el imperio |
|
conocimos de tus flechas |
|
y al pértigo de tu carro |
1185 |
vamos moviendo las ruedas, |
|
confesaremos que es |
|
tu mayor victoria esta. |
|
|
|
LAS NINFAS |
Y cantándote la gala |
|
las sonoras voces nuestras, |
1190 |
dirán, en plectros y plumas, |
|
que son de la fama lenguas... |
|
|
|
MÚSICA |
... para que suenen mejor |
|
sus cláusulas lisonjeras, |
|
|
-fol. 35v- |
de Hércules en deshonor: |
1195 |
que si él domestica fieras, |
|
fieras afemina Amor. |
|
|
|
HÉRCULES |
Nada podréis decir ya |
|
que menos dolor no sea |
|
que ver que traidora, Yole, |
1200 |
sin amor al Amor venga. |
|
Y así será mi valor |
|
el que en las voces primeras |
|
diga para más dolor... |
|
|
|
ÉL y
MÚSICA |
... que si él afemina fieras, |
1205 |
fieras afemina Amor. |
|
|
|
TODOS |
¡Todos su triunfo sigamos! |
|
|
|
ARISTEO |
Pues otra mayor le resta. |
|
|
|
|
ARISTEO |
Que vean que, de todas
|
|
las gracias, es la belleza |
1210 |
la que en su segundo triunfo |
|
se corona la primera, |
|
si ser de Verusa, yo, |
|
esclavo también merezca. |
|
|
|
|
LICAS |
Según
|
1215 |
eso, pues vengadas quedan |
|
las damas en una parte |
|
y, en otra, por más suprema |
|
coronada la hermosura, |
|
prometerme puedo della |
1220 |
el perdón, diciendo todos, |
|
puestos a las plantas vuestras... |
|
|
|
TODOS y
MÚSICA |
Para que suenen mejor |
|
sus cláusulas lisonjeras |
|
de las damas en favor: |
1225 |
que si él domestica fieras, |
|
fieras afemina Amor. |
|
|
|
|
(Con este aparato, majestad y pompa, cantando unos y
representando otros, se escondió el carro, se
desplegó la cortina y dio fin la comedia.)
|