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Jornada I
|
|
Dentro VOCES, y
salen atravesando el tablado por diversas partes VERUSA, EGLE y HESPERIA, seguidas de otras
ninfas.
|
VOCES |
¡Pastores, huid! ¡La fiera! |
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EGLE |
¡Corred hasta ampararnos en los bellos |
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jardines nuestros! |
(Vase.)
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VERUSA |
Solo el guarda de ellos
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defendernos podrá de su fiereza. |
5 |
(Vase.)
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HESPERIA |
¡Ay de aquella que tímida
tropieza |
|
aun en su mesma sombra! |
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(Vase.)
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(Dentro HÉRCULES.)
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HÉRCULES |
No huyáis, que ya el león que a
África asombra4 |
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-fol. 6r- |
seguiros podrá en vano; |
|
que si él es el Nemeo, yo el Tebano. |
10 |
|
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(Sale LICAS.)
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[LICAS] |
¿Quién creerá5
que es mi miedo |
|
tan al revés del otro que huir no
puedo? |
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(Sale HÉRCULES, luchando con un
león.)
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HÉRCULES |
Bruto rey de estos montes, |
|
en cuyos africanos horizontes |
|
terror fuiste, por más que con tiranos |
15 |
escándalos intentes |
|
tú con tus dientes demoler mis manos, |
|
yo con mis manos morderé tus dientes, |
|
que a no menos valientes |
|
hechos mi fama se empeñó
resuelta: |
20 |
muere a sus iras, pues. |
(Arrójale de sí; y
él, tropezando en LICAS, cae al
vestuario.)
|
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|
HÉRCULES |
¿De qué temes, cobarde, |
|
si ya ese bruto o mal o nunca o tarde |
|
ofenderte podrá, pues cuando en esas |
|
breñas me embiste, de sus mesmas
presas |
25 |
armado contra él hacerle pude, |
|
al tiempo que la greña se sacude |
|
y afilando las garras me provoca |
|
a lid, tan de una vez abrir la boca |
|
que la una media testa, a su despecho, |
30 |
le puse al lomo y la otra media al pecho? |
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|
LICAS |
¿Luego desquijarado, |
|
hablando hercúleamente, le has dejado? |
|
|
|
HÉRCULES |
Si vencí las serpientes en la cuna, |
|
la Hidra feroz en la lernea laguna; |
35 |
si en Calidonia al fiero |
|
espín, si6
en el abismo al Cancerbero, |
|
y al toro de Aqueloo7
en Tesalia, ¿es mucho |
|
venza en Libia al león con quien hoy
lucho? |
|
Llama, pues ya no hay que temer, la gente |
40 |
que desnudarle de la piel intente |
|
para vestirme della; |
|
que es bien, pues que mi estrella |
|
amante me hizo solo de mi fama, |
|
galas usar al gusto de mi dama. |
45 |
|
|
-fol. 6v-
|
LICAS |
Andantes escuderos, |
|
todo el año pesados, hoy ligeros |
|
volved; y como si postiza fuera, |
|
destocad al león la cabellera |
|
de testa y piel. Ya allá lo harán y,
en tanto, |
50 |
para convalecer de aqueste espanto, |
|
¿no será bien, señor, seguir
aquella |
|
hermosa tropa bella |
|
a que nos dé las gracias de haber sido |
|
los dos los que los hemos defendido? |
55 |
|
|
HÉRCULES |
Yo más gracias no quiero |
|
del vencer que el vencer. |
|
|
LICAS |
Está bien; pero
|
|
al vencer por vencer, ¿quién lo ha
quitado |
|
el comer por comer? Si fatigado |
|
a la falda de Atlante, |
60 |
ese gigante monte, y tan gigante |
|
que en el cielo estriba, |
|
vienes llamado por tu fama altiva, |
|
de Euristio, rey de Libia, no me meto |
|
ahora en discurrir para qué efeto, |
65 |
pues me falta saber que no fue acaso |
|
dejar por él la guarda del Parnaso, |
|
si apenas en él entras, |
|
cuando unas ninfas y un león
encuentras, |
|
y eres tan majadero |
70 |
que te vas a abrazar al león primero |
|
que las ninfas: ¿por qué, ya que las
dejas |
|
desabrazadas ir, ahora te alejas |
|
del rumbo que siguieron? |
|
|
|
HÉRCULES |
Ya lo dije: porque para mí fueron |
75 |
inútiles las gracias. Yo he cumplido |
|
conmigo ya en haberlas socorrido; |
|
y ni oírlas ni verlas |
|
quiero, por no obligarme8
a aborrecerlas |
|
como a cuantas mujeres |
80 |
hasta hoy llegué a ver. |
|
|
LICAS |
Ya sé que eres
|
|
galante cortesano, y que es muy justo |
|
alabarte por hombre de buen gusto, |
|
porque, ¿quién empleado en
aventuras, |
|
por ver fierezas, no dejó hermosuras? |
85 |
|
|
HÉRCULES |
No es para ti esa plática. |
|
|
LICAS |
Pues sea,
|
|
|
-fol. 7r- |
ya que el monte permite que se vea |
|
allí un rico palacio, |
|
plática para mí. |
|
|
|
LICAS |
Que, en su espacio,
|
|
a Euristio le esperemos, |
90 |
mas a placer. |
|
|
HÉRCULES |
No dices mal: lleguemos,
|
|
que sin duda, pues es donde llamado |
|
vengo dél, será donde,
aposentado, |
|
la conferencia nuestra entablar quiera. |
|
|
|
|
|
(Corriose el foro del bosque y descubriose la fachada de un
palacio ricamente adornado de jaspes y bronces y, como dicen los
versos, coronada de un pensil cuyas hojas eran doradas y sus frutas
de oro.)
|
HÉRCULES |
¡Divina esfera,
|
95 |
en cuya arquitectura |
|
se vieron la riqueza y la hermosura! |
|
|
|
|
HÉRCULES |
Jaspes y bronces son cuantos en ella |
|
hacen, doblando al día los reflejos |
100 |
del espejo del sol, varios espejos; |
|
tanto su luz deslumbra |
|
que me ciega lo mismo que me alumbra. |
|
|
|
LICAS |
Demás del edificio, mil abriles |
|
obstenta allí un jardín. |
|
|
HÉRCULES |
Y en los pensiles
|
105 |
que coronan su muro, |
|
un árbol se descuella de oro puro |
|
cuyas frutas no ignoro |
|
que todas son bellas manzanas de oro. |
|
|
|
LICAS |
Más quisieran mis ganas |
110 |
que fueran manducables las manzanas |
|
y el tal oro potable. |
|
|
|
HÉRCULES |
¿Quién vio alcázar
jamás más admirable? |
|
Sin duda este es el monte de la Fama. |
|
¡Ha del templo! |
|
|
|
|
|
HÉRCULES |
Con sonora armonía han respondido: |
|
ya de la vista el pasmo es el oído. |
|
|
|
LICAS |
Así del gusto fuera |
|
y tercer pasmo al paladar viniera; |
|
|
-fol. 7v- |
y que vendrá no dudo; |
120 |
que el que halagar a dos sentidos pudo, |
|
halagará a otros dos dando, no en
vano, |
|
nocturno lecho y pasto meridiano. |
|
Vuelve a llamar que, entre las peñas
duras, |
|
tal vez pierden el «a» las
venturas. |
125 |
|
|
HÉRCULES |
Sí haré; que un nuevo
espíritu me inflama. |
|
¡Ha del templo! |
|
|
|
(Toda la MÚSICA dentro del
palacio.)
|
MÚSICA |
¿Quién es?
¿Quién va? ¿Quién llama?
|
|
|
|
HÉRCULES |
Un errado extranjero, peregrino, |
|
que siguiendo la ley de su destino |
|
desta desierta Libia ha penetrado |
130 |
el más inculto seno; y pues guiado |
|
de esplendores tan reales, |
|
puerto llega a tomar a tus umbrales, |
|
di a tu deidad (pues fuerza es que lo sea |
|
quien tal esfera habita) |
135 |
que adorarla en sus aras me permita, |
|
para que en ellas vea |
|
la cerviz, ofreciendo la del bruto |
|
que en sus montes vencí; que en tal
tributo |
|
a su culto, el obsequio no desdice. |
140 |
|
|
VOZ PRIMERA |
(Dentro. Hala de cantar EGLE.)
|
¡Ay mísero de ti y ay
infelice... |
|
|
|
|
[VOZ PRIMERA]10 |
...si aquesta puerta
|
|
intentas ver, para tu ruina, abierta! |
|
|
|
|
LICAS |
Por señas que veloces |
145 |
dijeron si es que yo buen juicio hice. |
|
|
|
TODA
LA MÚSICA |
¡Ay mísero de ti y ay
infelice... |
|
|
|
|
MÚSICA |
... si esa puerta
|
|
intentas ver, para tu ruina, abierta! |
|
|
|
HÉRCULES |
¿Qué ruina puede haber que a
mí me asombre? |
150 |
Hércules soy: empéñeme mi
nombre |
|
a no dejar de ver prodigio tanto |
|
como dan a entender música y llanto. |
|
Si ya no es aparente, |
|
vaga ilusión, lleguemos donde intente |
155 |
nuestra fuerza romper el duro esgonce |
|
de sus grabadas láminas de bronce. |
|
|
|
-fol. 8r-
|
LICAS |
Llega sin mí, pues sabes de cuán
poco |
|
te suelo yo servir; mas mira... |
|
|
HÉRCULES |
Loco,
|
|
aparta; que has de ver una vez dentro |
160 |
si examino el asombro de su centro |
|
por más que infausto oráculo me
dice... |
|
|
|
|
(Dentro HESPERIA.)
|
HESPERIA |
¡Ay mísera de mí y ay
infelice! |
|
|
|
|
(Representando HÉRCULES a la parte del
bosque.)
|
HÉRCULES |
Mas, ¿qué es esto? En el hueco |
|
del monte, ¿desta voz no se oyó
eco? |
165 |
|
|
LICAS |
Esto es que, si aquel era |
|
otro cantar, ser este considera |
|
otro llorar; sin duda |
|
hubo quien antes a inquirir acuda |
|
este canto, y quizá porque no quiso |
170 |
creer como tú el aviso, |
|
llorando desconsuelos |
|
repite... |
|
|
|
(Dentro HESPERIA.)
|
HESPERIA |
¡Favor dioses! ¡Piedad,
cielos!
|
|
|
|
HÉRCULES |
¡Allí se oyó! Seguir su llanto
quiero: |
|
que es socorrer una aflicción primero |
175 |
que averiguar una ilusión. |
(Vase.)
|
|
|
LICAS |
En una
|
|
quiebra del monte su infeliz fortuna |
|
quien quiera que es lamenta, |
|
de cuyo seno Hércules intenta |
|
sacarla. |
|
|
HÉRCULES |
Pues no acaso te redime
|
180 |
por mí el cielo la vida... |
|
|
|
HÉRCULES |
...dime
|
|
quién eres, bella deidad; |
|
si es que yo entiendo de bellas, |
|
(Sale HÉRCULES con ella en
brazos.)
|
que para mí las hermosas |
|
son solamente las fieras. |
185 |
¿Quién eres y cómo viva |
|
yaces sepultada en esa |
|
lóbrega sima de quien |
|
pude sacarte? |
|
|
HESPERIA |
Si deja
|
|
aliento para la voz |
190 |
el corazón que aún no alienta, |
|
soy quien en fe de que nadie |
|
llegar hasta aquí se atreva, |
|
con alguna de las ninfas |
|
que ese real retiro alberga, |
195 |
como otras veces salí |
|
hoy del jardín a la selva |
|
y, divertida en mirar |
|
cuánto la naturaleza |
|
es bella por varia, habiendo |
200 |
quien por ser varia no es bella, |
|
estábamos cuando, al fiero |
|
rugiente bramido de esa |
|
horrible fiera asustadas, |
|
solicitamos ligeras |
205 |
de nuestro seguro albergue |
|
|
-fol. 8v- |
volver a cobrar las puertas. |
|
Yo, por más tímida o más |
|
sobresaltada o más ciega |
|
o más infeliz, que es |
210 |
la difinición más cierta, |
|
volviendo el rostro a mirar |
|
si me sigue, que una pena |
|
aunque se escuche de lejos |
|
siempre se presume cerca, |
215 |
alcancé a ver que, luchando |
|
brazo a brazo y fuerza a fuerza, |
|
contigo estaba; conque |
|
a tanto pavor suspensa, |
|
a tanto escándalo absorta, |
220 |
perdido el tino a la senda, |
|
en el lazo tropecé |
|
de una enmarañada quiebra |
|
que, áspid de mi precipicio, |
|
se escondía entre la yerba. |
225 |
En ella, pues, no pudiendo |
|
esforzarme a salir de ella, |
|
di voces; y, pues te debo |
|
dos veces la vida, sea |
|
darte yo una vez la vida |
230 |
satisfación de ambas deudas: |
|
vuelve, pues, vuelve, extranjero, |
|
al camino, y no pretendas |
|
saber más de que soy noble; |
|
y pues que siéndolo es fuerza |
235 |
ser agradecida, cree |
|
que es solicitar tu ausencia |
|
sin que te albergue ese alcázar, |
|
más que ingratitud, clemencia; |
|
y sea presto porque, ¡ay triste!, |
240 |
si conmigo a ver te llegan, |
|
aun a mí no me abrirán |
|
las demás, al ver que arriesgan |
|
una vida a quien debieron |
|
tan generosa defensa; |
245 |
a cuya causa no dudo |
|
que a estas horas digan ellas |
|
lo mismo que yo, y que juntas |
|
repitan las voces nuestras... |
|
|
|
ELLA y
MÚSICA |
¡Ay de ti si esa puerta |
250 |
intentas ver, para tu ruina, abierta! |
|
|
|
HÉRCULES |
Oye, aguarda, que no es bien |
|
que ir te deje sin que sepa |
|
quién eres, cómo en estos
montes |
|
vives, qué fábrica es esa |
255 |
y qué misterio o qué encanto |
|
el que en su recinto encierra; |
|
porque, para mi valor, |
|
es toda una cosa mesma |
|
el decirme que le haya |
260 |
que el decirme que le venza. |
|
|
|
HESPERIA |
Eso no haré yo; porque |
|
si es que el saberlo te empeña, |
|
el no saberlo te saca |
|
del empeño. |
|
|
HÉRCULES |
No es respuesta,
|
265 |
cuando el saber que hay prodigio |
|
basta para que le emprenda, |
|
sea el que fuere. |
|
|
HESPERIA |
Entonces no
|
|
correrá el riesgo a mi cuenta, |
|
sino el dolor de que tú, |
270 |
como los demás, perezcas, |
|
que lo han intentado. |
(Quiérese ir y él la
detiene.)
|
|
|
|
HESPERIA |
No osadamente te atrevas |
|
a detenerme. |
|
|
HÉRCULES |
No fíes
|
|
tú que por mujer te tenga |
275 |
respeto, porque no hay |
|
cosa que más aborrezca; |
|
y así, persuádete a que |
|
o lo he de saber o presa |
|
te he de llevar donde nunca |
280 |
a cobrar tu centro vuelvas. |
|
|
|
HESPERIA |
A tanta amenaza hable, |
|
sin la voluntad, la fuerza. |
|
|
-fol. 9r- |
Que se convirtiese en monte |
|
Atlante, por la soberbia |
285 |
con que intentó competir |
|
en las judiciarias sciencias |
|
con los dioses; que le diese |
|
por castigo las esferas |
|
mismas que quiso entender, |
290 |
pues su gran fábrica inmensa, |
|
sin agobiarle la espalda, |
|
sobre su cerviz se asienta, |
|
no lo ignorarás. Y así |
|
esta noticia suspensa, |
295 |
paso a que Hespero, su hermano, |
|
se crio en su competencia |
|
más inclinado a las armas |
|
que Atlante lo fue a las letras. |
|
Tres hijas Hespero tuvo: |
300 |
si dotadas de excelencias |
|
naturales como son |
|
música, ingenio y belleza, |
|
repartidas en las tres, |
|
otro lo diga; que es necia |
305 |
la alabanza en causa propia. |
|
Y, siendo yo la una de ellas, |
|
no es justo que aventurando |
|
el que aquí no te parezca |
|
docta o sabia, la opinión |
310 |
de las otras dos desmienta. |
|
Muerta, pues, su bella esposa |
|
y, como dije, a la guerra |
|
Hespero inclinado, viendo |
|
cuánto el África se esfuerza |
315 |
en las conquistas de Europa |
|
y que a tan heroica empresa |
|
tres hijas le embarazaban |
|
a no hacer su fama eterna, |
|
consultar a su hermano, |
320 |
a quien semidiós venera |
|
Libia, vino, donde oyó |
|
a su estatua esta respuesta: |
|
«Pasa Hespero a Europa, en fe |
|
de que en Europa te espera |
325 |
tan alta gloriosa fama |
|
que su provincia más bella, |
|
más abundante, más rica, |
|
más ilustre y más suprema |
|
tomará el nombre de ti, |
330 |
confrontando con la estrella |
|
del Vesper que la domina; |
|
conque concurriendo en ella |
|
de una parte tus conquistas |
|
y de otras sus influencias, |
335 |
Hespero y Vesper harán |
|
que sea su nombre Hesperia, |
|
que traducirá en España |
|
la variedad de las lenguas. |
|
Y en cuanto a que de tus hijas, |
340 |
el cariño te detenga, |
|
yo quedaré en guarda suya: |
|
tráelas a mi monte y piensa |
|
que para que alegres vivan, |
|
siempre a mi sombra en tu ausencia |
345 |
no habrá festejo, delicia, |
|
honor, aplauso, grandeza, |
|
pompa, fausto, joya o gala |
|
que en su servicio no tengan; |
|
y así, seguro de que |
350 |
no saldrán, hasta que vuelvas, |
|
de mis montes, parte», dijo. |
|
Conque Hespero, en su obediencia |
|
atento, nos trujo donde |
|
ya el diseño de su idea |
355 |
había ligneado este hermoso |
|
alcázar en cuya esfera |
|
en poco distrito somos |
|
de tantos imperios reinas |
|
que en sus límites vivimos |
360 |
a nunca salir contentas; |
|
porque muriendo mi padre |
|
coronado de proezas |
|
en la Hesperia, cuyo nombre |
|
también nos dejó en la herencia |
365 |
|
-fol. 9v- |
pues las Hespéridas somos, |
|
cumpliéndole la promesa |
|
de no salir de aquí en tanto |
|
que él por nosotros no vuelva, |
|
aquí nos mantienen bien |
370 |
como antes dije; tan llenas |
|
de tesoros que uno puede |
|
ser de todos consecuencia: |
|
aquella hermosa manzana |
|
de oro que fue competencia |
375 |
de Venus, Palas y Juno, |
|
adquiridas por sciencias |
|
de Atlante, en esos jardines |
|
plantó y, prendiendo en la tierra |
|
sembrado metal, produjo |
380 |
un tronco cuya corteza |
|
es una lámina de oro, |
|
de oro sus hojas y dellas |
|
el fruto también doradas |
|
pomas. Aquí es donde entra |
385 |
lo más prodigioso: Venus, |
|
ufana con la sentencia |
|
de Paris, viendo que un árbol |
|
inmortal su triunfo acuerda, |
|
pues con alma vegetable |
390 |
no hay alegre primavera |
|
que no reviva en sus frutas, |
|
puso tal virtud en ellas, |
|
como al fin madre de Amor, |
|
que el amante que una adquiera |
395 |
será en su amor venturoso; |
|
viendo Atlante cuando sea |
|
apetecible un hechizo |
|
de tan poderosa fuerza |
|
que atraiga las voluntades, |
400 |
para que nadie se atreva |
|
por la codicia de ser |
|
amado a romper la cerca, |
|
y por robar sus manzanas |
|
violar la cláusula nuestra, |
405 |
enroscó un dragón al tronco |
|
que, velando en su defensa, |
|
siempre los ojos abiertos |
|
sin que un solo instante11
duerma, |
|
apenas un ruido siente |
410 |
de que hombre en el jardín entra, |
|
que mujeres no le enojan, |
|
cuando la cerviz inhiesta, |
|
la escama erizada, el ala |
|
batida, afilando presas |
415 |
y garras, por boca y ojos |
|
fuego exhala y humo alienta. |
|
A cuyo horror nadie hubo |
|
que hecho pedazos no muera |
|
de cuanto finos amantes, |
420 |
o ya falseando las puertas |
|
o ya asaltando los muros, |
|
intentaron... |
|
|
HÉRCULES |
Cesa, cesa,
|
|
no prosigas... |
|
|
LICAS |
[Aparte.]
|
¿Dragón, dijo?
|
|
¿Qué va que tenemos fiesta |
425 |
dragonicina? |
|
|
HÉRCULES |
... que me ofendo
|
|
de oír que haya hombre que pretenda |
|
que le merezca un hechizo |
|
lo que él por sí no merezca. |
|
¿Qué bajo espíritu debe |
430 |
de tener quien se contenta |
|
con que lo que es voluntad |
|
lo haya de adquirir por fuerza? |
|
Una mujer violentada, |
|
¿es más, si se considera, |
435 |
que una estatua?, ¿algo más
viva?; |
|
con alma, ¿algo menos muera? |
|
Y esto a una parte, no menos |
|
me ofendo que haya quien quiera |
|
ni ser amado ni amar: |
440 |
¿es amor más que una ciega |
|
tiranía a quien yo doy |
|
las armas con que me venza?; |
|
¿yo he de introducir en mí |
|
otro yo que con evidencia |
445 |
mande en mí más que yo mismo?; |
|
|
-fol. 10r- |
¿yo, una doméstica guerra |
|
que haga al corazón campaña |
|
de sentidos y potencias? |
|
Y luego, ¿para qué triunfos?, |
450 |
¿para qué glorias, qué
empresas, |
|
qué laureles, qué blasones, |
|
más que conquistar la tierna, |
|
la más defendida plaza |
|
de una flaca mujer? Si ellas, |
455 |
por natural vasallaje, |
|
están al hombre sujetas, |
|
¿para qué he de darlas yo |
|
la vanidad de que sean, |
|
cuando no amadas, humildes |
460 |
y, cuando amadas, soberbias? |
|
Tan equívoca victoria |
|
es la suya que hay quien mueva |
|
cuestión, ¿cuál me quiere
más, |
|
la dama que me desdeña |
465 |
o la que me favorece?; |
|
pues, conformemente opuesta, |
|
si aquella mira a mi agrado, |
|
estotra a mi conveniencia. |
|
Y cuando no hubiera tantos |
470 |
ejemplares como cuentan |
|
del tiempo el buril en bronces, |
|
de la fama el bronce en lenguas, |
|
de altos héroes que afearon |
|
la grata12
faz de suprema |
475 |
opinión con el lunar |
|
de que el amor los divierta, |
|
el de Aquiles me bastara |
|
no más para que aborrezca |
|
amor y mujeres, cuando oigo |
480 |
cuán vil por Deidamia bella |
|
vistió femeniles ropas, |
|
peinando el cabello a trenzas; |
|
en cuya oposición yo, |
|
en vez de holandas y sedas, |
485 |
desde hoy vestiré la piel |
|
de ese león, porque vea |
|
el mundo, si hubo héroes |
|
que en dama el amor convierta, |
|
hubo héroe que, contra amor, |
490 |
el odio convirtió en fiera. |
|
Y así, bien puedes piadosa |
|
Hespéride, sin que temas |
|
que yo pise tus umbrales, |
|
hacer que te abran sus puertas; |
495 |
que aunque me arrastra el oír |
|
que hay nuevo monstruo que ofrezca |
|
una hoja más a mi sacro |
|
laurel, no le he de hacer, en muestra |
|
de que no quiero dejar |
500 |
sin guarda tronco que pueda |
|
ser medio de amar a nadie. |
|
Despedace, rompa y hiera |
|
de ese vestiglo la saña, |
|
de ese terror la soberbia, |
505 |
a cuantos necios amantes |
|
probar sus frutos pretendan; |
|
que no se lo he de impedir |
|
yo solo con que tú creas |
|
que hago en no vencerle más |
510 |
que lo que en vencerle hiciera, |
|
pues venciera allá su furia |
|
y aquí venzo la mía mesma. |
|
Vete pues, que ya me aparto |
|
porque a ti te abran. ¿Qué
esperas? |
515 |
Vete. |
|
|
HESPERIA |
Sí haré,
lastimada,
|
|
ya que obligada me dejas. |
|
|
|
|
|
|
HESPERIA |
De ver que el amor desprecias; |
|
que al fin es deidad. |
|
|
HÉRCULES |
Amor
|
520 |
no es deidad sino quimera13 |
|
que inventaron las delicias |
|
para honestar las flaquezas. |
|
|
|
HESPERIA |
«Alma del alma» le llaman. |
|
|
|
HÉRCULES |
Tú me dijiste que eras |
525 |
|
-fol. 10v- |
la sabia entre tus hermanas: |
|
bien puede ser que lo seas |
|
pero no me lo pareces. |
|
|
|
LICAS |
Claro está que es una necia, |
|
pues toma el legicón cuando |
530 |
dejas tú la dragontea. |
|
Vete, mujer, antes que |
|
de no lidiar se arrepienta, |
|
y intente... |
|
|
HÉRCULES |
No temas mal:
|
|
vete en paz. |
|
|
HESPERIA |
En paz te queda;
|
535 |
y plegue a Venus que Amor |
|
no vengue en ti sus ofensas. |
|
|
|
|
(Apártanse HÉRCULES y LICAS, y HESPERIA se acerca al
palacio.)
|
HÉRCULES |
¿Cómo ha de poder vengarlas |
|
si yo no le doy licencia? |
|
|
|
|
LICAS |
Supuesto
|
540 |
que es esta la vez primera |
|
que te vi cuerdo, por Dios, |
|
y aquella al jardín se acerca |
|
y tú del jardín te apartas: |
|
que sea un poco más apriesa, |
545 |
no sea el diablo que al dragón |
|
se le antoje, como a ellas, |
|
salirse también un rato |
|
a pasear por estas selvas. |
|
|
|
HÉRCULES |
¿Qué importará cuándo
salga? |
550 |
(Vase.)
|
|
|
LICAS |
Muchísimo, si es que encuentra |
|
conmigo, antes que contigo. |
|
(Vase.)
|
|
|
HESPERIA |
¡Verusa! ¡Egle! ¡Abrid! No
tema |
|
vuestro recato, que yo |
|
sola estoy ya. |
|
|
|
(Entreabren un postigo del palacio EGLE y VERUSA.)
|
|
VERUSA |
Que como al principio el miedo |
|
no vio que quedabas fuera... |
|
|
|
EGLE |
... y después con él te vimos, |
|
no osamos a abrir la puerta; |
|
porque joven que nos dio |
560 |
la vida, al mirarla abierta, |
|
no entrase tras ti a morir. |
|
|
|
VERUSA |
Por eso las voces nuestras14 |
|
la avisaban el peligro. |
|
|
|
HESPERIA |
Pues otro mayor le queda15; |
565 |
avisádsele también |
|
diciendo en voces diversas, |
|
porque las oiga en el monte |
|
ya que del jardín se aleja: |
|
¡Oh, quiera Venus que Amor... |
570 |
|
|
MÚSICA |
¡Oh, quiera Venus que Amor... |
|
|
|
EGLE |
... no vengue en ti sus ofensas! |
|
|
|
MÚSICA |
... no vengue en ti sus ofensas! |
|
|
|
|
(Éntrase cerrando la puerta y cubriéndose el
palacio con los mismos bastidores del bosque. Vuelven por otra
parte HÉRCULES y
LICAS.)
|
HÉRCULES |
¡Qué inútilmente los ecos |
|
sus amenazas me acuerdan! |
575 |
|
|
LICAS |
Pues que he perdido de vista |
|
el palacio, la maleza |
|
nos le encubre, discurramos. |
|
Señor, ¿qué damas son
estas? |
|
¿Qué Hespérides?,
¿qué manzanas?, |
580 |
¿qué dragón? |
|
|
HÉRCULES |
Discursos deja,
|
|
que yo solo esperar hallo |
|
novedad en mi paciencia; |
|
y así, sube a descubrir |
|
desde esa elevada peña |
585 |
la campaña, que quizá |
|
andarán en busca nuestra. |
|
(Vase.)
|
|
|
LICAS |
Yo iré, mas de aquí no faltes. |
|
|
|
HÉRCULES |
Sobre esta silvestre yerba |
|
recostado me hallarás; |
590 |
y no en vano, que aunque quiera |
|
alejarme no podré, |
|
(Échase en el
tablado.)
|
según rendido me deja |
|
o la lucha del león |
|
|
-fol. 11r- |
en las naturales fuerzas, |
595 |
o en las sobrenaturales |
|
el raro encuentro de aquellas |
|
que todavía repiten |
|
neciamente lisonjeras... |
|
|
|
EGLE y
MÚSICA |
¡Oh, quiera Venus que Amor |
600 |
no vengue en ti sus ofensas! |
|
|
|
HÉRCULES |
¿Quién es Amor?
¿Quïén es |
|
Venus para que yo tema |
|
sus deidades? A buen tiempo |
|
el cansancio me espereza: |
605 |
nunca al sueño agradecí |
|
que su letargo me aduerma, |
|
si no es hoy por no escuchar |
|
que a decir sus ecos vuelvan. |
|
|
|
|
(Quedándose dormido, aparecieron cantando en el aire
a un lado CUPIDO y a otro
VENUS, pendientes, en
igual correspondencia, de dos resplandores que a manera de
pirámide bajaban en diminución desde lo16
más alto a rematar en un tronillo en que venían
sentados.)
|
CUPIDO |
Bellísima hija del mar... |
610 |
|
|
VENUS |
Hermoso horror de la tierra... |
|
|
|
CUPIDO |
... escucha mi voz, pues por ti rompo el
aire. |
|
|
|
VENUS |
... ya corto por ti yo del fuego la esfera. |
|
|
|
|
|
LOS DOS |
... a quejas de Amor cuantos lloran sus
quejas. |
615 |
|
|
TODOS y
MÚSICA |
Atiendan, atiendan |
|
a quejas de Amor cuantos lloran sus quejas. |
|
|
|
CUPIDO |
Ese humano, fiero monstruo, |
|
mi absoluto imperio niega |
|
pues niega que amor es el alma del alma |
620 |
y todo con él respira y alïenta. |
|
|
|
VENUS |
Ya sé que Hércules oprobio |
|
es de la naturaleza, |
|
pües es hombre tan fïera que
quiere, |
|
aun más que de hombre, preciarse de
fiera. |
625 |
|
|
CUPIDO |
Las Hespérides te invocan |
|
a efecto de que no quieras |
|
que en él mis ofensas se venguen, y
hoy |
|
te invoco a vengar en él mis ofensas. |
|
|
|
VENUS |
¿Qué importa que ruegue quien |
630 |
ofende con lo que ruega |
|
y en tu aplauso han de ser sus mayores |
|
contrarias, después, las Hespérides
mesmas? |
|
|
|
CUPIDO |
¿En qué belleza de cuantas |
|
dotó su rara belleza |
635 |
del ampo en la tez, del Ofir en el rizo, |
|
|
-fol. 11v- |
y en ojos y labios de luces y perlas, |
|
pondré con más confïanza |
|
el veneno de dos flechas |
|
haciendo que el oro le obligue a que él
ame |
640 |
y el plomo la obligue a que ella aborrezca? |
|
|
|
VENUS |
En Yole, infanta de Libia17;18 |
|
y porque tiempo no pierdas, |
|
desde luego he de hacer que le admire |
|
el imaginarla aun antes que el verla. |
645 |
¡Vagos fantasmas del sueño! |
|
|
|
|
|
VENUS |
Del duro peñasco en que os tiene
Morfeo |
|
los grillos romped, arrastrad las cadenas; |
|
y de ese dormido monstruo |
650 |
representad en la idea |
|
la rara hermosura de Yole, que es bien, |
|
pues niega esplendores, que sombras le
venzan. |
|
|
|
TODOS y
MÚSICA |
Ya al imperio de tu voz |
|
estamos a tu obediencia. |
655 |
|
|
VENUS |
Ve tú a prevenir las flechas y el
arco, |
|
que ya a mí me sobran el arco y las
flechas. |
|
|
|
CUPIDO |
Sí haré, porque todos
repitan... |
|
|
TODOS y
MÚSICA |
Atiendan
|
|
a quejas de Amor cuantos lloran sus quejas. |
|
|
|
|
(Con esta repetición desaparecieron los dos y
empezó a levantarse de la tierra un pequeño vapor
que, lentamente creciendo, llegó a transformarse en horrible
gruta.)
|
HÉRCULES |
¿Qué es esto? Sobre mí el
cielo |
660 |
parece que se despeña: |
|
sin duda que quiere Atlante, |
|
desfallecidas sus fuerzas, |
|
que a sustentarle le ayude. |
|
Sí haré, mas ¡ay de
mí!: apenas |
665 |
lo intento, cuando pequeño |
|
vapor que exhala la tierra |
|
de la sima que ocultaba |
|
a la Hespéride, me ciega |
|
la vista, el paso me impide, |
670 |
y a mí creciendo se acerca. |
|
(Dividiose la gruta en dos mitades, dejando ver como que
dentro de sí la contenía a YOLE, dama bizarra, elevada en el
aire.)
|
Las entrañas rasga... pero |
|
mejor dijera la esfera |
|
del sol. ¿Quién eres, deidad? |
|
|
|
YOLE |
Quien, a tus hechos atenta, |
675 |
viene a rendirte las gracias |
|
(esto es, desvelar sospechas |
|
a los ardides de Venus) |
|
de que al amor aborrezcas. |
|
|
-fol. 12r- |
Prosigue en su odio y no dejes |
680 |
que tu heroica fama excelsa |
|
ni con delicias se borre |
|
ni se manche con ternezas |
|
que podrá ser que, en tu pecho, |
|
venenoso fuego enciendan. |
685 |
Y para que veas que soy |
|
quien más tus triunfos desea: |
|
hablándote en el idioma |
|
de tus gloriosas empresas, |
|
en militares estruendos |
690 |
trocaré esas voces tiernas; |
|
y así, cuando dicen unas |
|
en dulces ecos... |
|
|
ELLA y
MÚSICA |
Atiendan
|
|
a quejas de Amor cuantos lloran sus quejas. |
|
Dirán otras... |
|
|
|
(Dentro EURISTIO.)
|
EURISTIO |
Hagan salva
|
695 |
las cajas y trompetas |
|
a la coronada cumbre |
|
del Atlante. |
|
|
|
(Con este estruendo de cajas y trompetas desapareció
todo y despertó HÉRCULES
despavorido.)
|
HÉRCULES |
¡Aguarda, espera,
|
|
bella deidad! |
|
|
YOLE |
Es en vano,
|
|
cuando el rumor te despierta |
700 |
de las trompetas y cajas. |
|
|
|
EURISTIO |
¡Otra vez la salva vuelva! |
|
|
|
|
|
(Cajas y
trompetas.)
|
HÉRCULES |
¿Qué veo, cielos?
(¿Qué no veo?, |
|
diré mejor.) ¿Quién
creyera |
|
que a mí me sonaran mal |
705 |
los ecos que me desvelan, |
|
según bien hallado estaba |
|
en mi sueño? ¡Qué belleza |
|
tan rara soñé que vía, |
|
si no es que me lo parezca, |
710 |
cuando con voces de Marte |
|
contra Cupido me alienta! |
|
Y así, dejando a que fue |
|
vaga ilusión de la idea |
|
que las especies del día |
715 |
en las noches representa: |
|
acuda a ver qué rumor |
|
es este. |
|
|
|
(Salen LICAS y,
por otra parte, soldados que traían una piel del
león.)
|
LICAS |
Que Euristio llega
|
|
poblando el monte de varias |
|
tropas pero, tan diversas, |
720 |
que una es de armadas escuadras... |
|
|
|
HÉRCULES |
Sin duda prenderme intenta |
|
por la muerte de Aqueloo. |
|
|
|
LICAS |
... y otra de damas, bien que estas |
|
no vienen hacia nosotros; |
725 |
que hacia los jardines echan |
|
de las Hespérides, creo |
|
que imaginando esperiegas |
|
sus manzanas; que las damas |
|
son golosísimas dellas |
730 |
por lo que tienen de acedo. |
|
|
|
SOLDADO |
La piel que mandaste es esta. |
|
|
|
HÉRCULES |
A buen tiempo viene, puesto |
|
que es bien que Euristio me vea |
|
en el traje del horror |
735 |
que le ha de dar mi presencia. |
|
(Quítase la casaca y pone
la piel.)
|
Desnudadme destas ropas |
|
y vestidme solo della |
|
sin más aliño que el mesmo |
|
desaliño de la priesa. |
740 |
Ahora dadme la clava: |
|
a ver si hay quien se me atreva, |
|
ya que hasta ver gente armada |
|
no previne19
cuánto era |
|
Aqueloo su amigo. |
|
|
|
(Salen el REY,
ANTEO y
soldados.)
|
ANTEO |
Aquí
|
745 |
está Hércules.20 |
|
|
REY |
Pues vuelva
|
|
|
-fol. 12v- |
a él la salva21,
repitiendo |
|
que viva para que venza. |
|
|
|
|
|
(Las cajas.)
|
|
HÉRCULES |
Llegar puedo.
|
|
Puesto que estas voces muestran |
750 |
más agasajos que enojos, |
|
besar tus manos merezca. |
|
|
|
REY |
Heroico terror del mundo, |
|
dame mil veces los brazos. |
|
|
|
HÉRCULES |
Desde hoy en tus reales lazos |
755 |
mis mayores glorias fundo. |
|
|
|
REY |
A este monte te llamé, |
|
y porque traerás cuidado |
|
del fin a que te he llamado, |
|
presto dél te sacaré, |
760 |
y en publico; que es bien dar |
|
a todos satisfación |
|
de que puede una elección |
|
hacer placer el pesar. |
|
Aristeo, invicto rey |
765 |
de Tesalia, me pidió |
|
por esposa a Yole; yo, |
|
porque era justa ley |
|
que mi hija a otro reino fuera |
|
y que sujeta quedara |
770 |
Libia a que la gobernara |
|
virrey que su rey no fuera, |
|
cortésmente agradecido, |
|
a la elección respondí |
|
aquesto mismo. Él, de mí |
775 |
injustamente ofendido, |
|
protestando otros pesares, |
|
de Libia a los horizontes |
|
viene poblando los montes, |
|
viene infestando los mares; |
780 |
y siendo fuerza acudir |
|
a su opósito, ¿de quién |
|
puedo mis armas más bien |
|
fiar, no habiendo yo de ir, |
|
por mis22
ya cansados años, |
785 |
que de un Hércules? Y así, |
|
para valerme de ti, |
|
con seguros desengaños |
|
de que tu inmenso valor |
|
solo asegurar podré |
790 |
mi corona, te llamé; |
|
y pues mi reino y mi honor |
|
pongo en tus manos, el día |
|
que en ellas de general |
|
pongo el bastón, que sea igual |
795 |
mi agradecimiento, fía, |
|
a honor y reino; pues siendo |
|
justo esposo a Yole bella |
|
dar, que, sin que falte de ella |
|
en Libia reine, pretendo |
800 |
que vea el mundo que busqué, |
|
para esposo y rey, el hombre |
|
de más valor, fama y nombre |
|
que con todo su ámbito hallé. |
|
Y así, en noble confïanza |
805 |
de que vuelvas victorioso, |
|
antes de ir serás esposo |
|
de Yole. |
|
|
ANTEO |
[Aparte.]
|
¡Ay de mi esperanza!
|
|
|
|
REY |
Luego irás con la gente |
|
que ya prevenida está. |
810 |
|
|
HÉRCULES |
Mil veces los pies me da; |
|
bien que no sé cómo intente |
|
responderte, porque son |
|
para tres tan soberanas |
|
dádivas, mal cortesanas |
815 |
mis voces. Reino, bastón |
|
y esposa, tal en un día |
|
es lograr, no merecer; |
|
y así, porque pueda hacer |
|
mérito la dicha mía, |
820 |
te suplico que me des |
|
licencia que admita una, |
|
no más, mientras mi fortuna |
|
las dos me adquiera. |
|
|
REY |
¿Y cuál es
|
|
la que quieres que te ofrezca? |
825 |
|
|
-fol. 13r-
|
HÉRCULES |
El bastón de general, |
|
que es la que puede inmortal |
|
hacerme sin que parezca |
|
desaire de Yole bella; |
|
pues en fe de veneralla |
830 |
elijo, antes de miralla, |
|
medios para merecella: |
|
después que haya en tu venganza |
|
la victoria conseguido, |
|
más airoso a ser marido |
835 |
vendré. |
|
|
ANTEO |
[Aparte.]
|
Viva mi esperanza
|
|
siquiera ese plazo. |
|
|
REY |
Aunque
|
|
a los visos de fineza |
|
lo dilatas, la extrañeza |
|
admiro. |
|
|
HÉRCULES |
Pues no te dé
|
840 |
la extrañeza que admirar; |
|
porque yo tengo, señor, |
|
pocas liciones de amor. |
|
Sé vencer y no sé amar, |
|
y puesto que me hallo aquí |
845 |
empeñado a parecer23 |
|
descortés o bruto, ser |
|
bruto elijo, pues nací |
|
tan sin uso de razón |
|
que, opuesto a quien me dio el ser, |
850 |
tengo a cualquiera mujer |
|
natural oposición. |
|
Sola una que parecía |
|
mujer, porque no lo era |
|
me agradó en no sé qué
esfera |
855 |
que troqué la noche al día; |
|
y así, el plazo que te pido |
|
es por ver si encuentro el arte |
|
de amar, viendo herido a Marte |
|
con las armas de Cupido. |
860 |
(Aparte, hablando con
LICAS.)
|
Bien me disculpo, y no mal |
|
sucede, pues no se dio |
|
en venganza de Aqueloo |
|
por sentido. |
|
|
LICAS |
Sí hizo tal;
|
|
pues, tratar casarte, que es |
865 |
gran venganza nadie ignora. |
|
|
|
HÉRCULES |
Vaya yo a vencer ahora; |
|
que otra excusa habrá después. |
|
|
|
REY |
(Aparte.)24
|
Aunque es fuerza haber sentido |
|
tan necia respuesta yo, |
870 |
hasta servirme dél, no |
|
me daré por entendido. |
|
Es tan digna la atención |
|
que se funda en merecer, |
|
que la debo agradecer; |
875 |
y ya que la dilación |
|
de ver lograda mi dicha |
|
del reino y de Yole bella, |
|
dilatarla no es perdella... |
|
|
|
ANTEO |
[Aparte.]
|
Vuelva a alentar mi desdicha. |
880 |
|
|
REY |
Ven donde ya está dispuesta |
|
la marcha; pues cuanto más |
|
presto vayas, volverás |
|
más presto. Y, ¿qué salva es
esta? |
|
|
|
|
|
(Cajas y
trompetas.)
|
ANTEO |
Como de Yole, señor, |
885 |
las graves melancolías, |
|
viendo el sitio a que venías |
|
para aliviar su dolor |
|
a él te quiso acompañar, |
|
y tú lo aceptaste, a fin |
890 |
de si pudiese el jardín |
|
hoy, como otras veces, dar |
|
algún alivio a su pena, |
|
puesto que cualquier mujer |
|
entra y sale sin temer |
895 |
su encanto, esa salva25
suena |
|
saludando su hermosura |
|
y la de sus damas bellas |
|
que, como del sol estrellas, |
|
van siguiendo su dulzura. |
900 |
|
|
|
(Las cajas, y sale YOLE con sus damas.)
|
REY |
No me pesa de que vea |
|
el bien que dilata, puesto |
|
que el alma de las victorias |
|
es la esperanza del premio; |
|
|
-fol. 13v- |
y como él una vez venza |
905 |
mis contrarios como espero |
|
de su valor, yo sabré, |
|
castigando lo grosero |
|
de su estilo, hallar también |
|
excusas al casamiento. |
910 |
|
|
YOLE |
Perdóname si he tardado26, |
|
que son tales los festejos |
|
de las tres hermanas, ya |
|
de una escuchando el acento, |
|
cuya voz ninguno oyó |
915 |
que no quedase suspenso; |
|
de otra viendo la hermosura; |
|
de otra gozando el ingenio, |
|
sobre lo majestüoso |
|
de sus palacios, lo ameno |
920 |
de sus jardines, que hube |
|
de hacer del divertimiento |
|
pereza, bien que a pesar |
|
del siempre amante deseo |
|
que me llamaba a volar |
925 |
a tus brazos. |
|
|
REY |
Yo me huelgo
|
|
de que te hayas divertido; |
|
y pues que llegas a tiempo, |
|
da licencia a Hércules que |
|
tu mano bese, |
(Aparte, a
ella.)
|
advirtiendo
|
930 |
que es en el que te he hablado. |
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(Aparte.)27
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Disimule sus desprecios |
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hasta mejor ocasión. |
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YOLE |
Pues yo, ¿qué voluntad tengo? |
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REY |
Llega, Hércules, que Yole |
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por mí lo permite. |
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HÉRCULES |
[Aparte.]
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Bueno
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es hacer fineza el que |
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lo permita, cuando llego |
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forzado yo a ceremonias |
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de corteses cumplimientos |
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que no han de servir de más |
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que de lograr el empleo |
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de tener a quien vencer. |
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LICAS |
Llega, que mientras más necio, |
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está más discreto un novio. |
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HÉRCULES |
Si tanta dicha merezco, |
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dame, señora, tu mano. |
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YOLE |
¿Qué hacéis? Levantad del
suelo... |
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HÉRCULES |
Justo es cuando... Mas, ¿qué
miro? |
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YOLE |
... que no es bien... Pero, ¿qué
veo? |
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HÉRCULES |
¿No es la beldad que yo vi |
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desvanecida en el viento? |
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YOLE |
¿Quién vio más fiero
semblante |
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ni más horroroso aspecto? |
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DAMA 1.ª |
¿Este es el esposo, Flora, |
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de nuestra ama? |
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DAMA 3.ª |
Por cierto
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que él viene galán a vistas. |
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LICAS |
No murmuren los pellejos |
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que venimos de Moscovia. |
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REY |
[Aparte.]
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Al mirarse el uno al otro |
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ambos quedaron suspensos. |
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ANTEO |
[Aparte.]
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Y yo sin mí, pues no sé |
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de mí si vivo o si muero. |
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(Al tiempo que, suspensos los dos, manifestaba cada uno su
contrario afecto, aparecieron en lo más alto de la scena
VENUS y CUPIDO, volando sobre dos blancos
cisnes que moviendo las alas sustentaban en ellas dos
pequeños tronos, revestidos de sobrepuestas bichas y
florones de oro, en que venían sentados; de suerte que,
representando unos en el tablado y cantando otros en el aire, se
correspondían el odio y el amor que sentían aquellos
con las flechas y dardos que estotros disparaban.)
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VENUS |
Amor, ya es tiempo |
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-fol. 14r- |
que quien vio dormido |
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sueñe despierto.28 |
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CUPIDO |
Ya yo prevengo |
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que la esfera del aire |
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lo sea de el fuego.29 |
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HÉRCULES |
¿Cómo es posible, fortuna, |
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que en dos contrarios afectos |
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aquí me persuada a amor |
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la que allá aborrecimiento? |
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VENUS |
Como yo engendro |
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eslabones de oro |
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que encienden yelo. |
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YOLE |
¿Cómo es posible que quiera |
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mi padre entregarme a dueño, |
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que haya de entrar al cariño |
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por los umbrales del miedo? |
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CUPIDO |
Como no es nuevo |
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que eslabones de plomo |
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junten extremos. |
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HÉRCULES |
¡Oh nunca hubiera mi esquiva |
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condición mostrado el ceño! |
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Mas, ¡qué digo! ¿No
sabré |
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vencerme a mí si a otros venzo? |
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VENUS |
Corten su aliento |
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con diluvios de flechas, |
990 |
nieves de incendios. |
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CUPIDO |
No temas, puesto |
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que ninguno vencerse |
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pudo a sí mesmo. |
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YOLE |
¡Oh, nunca naciera antes |
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que el arbitrio el rendimiento, |
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y entre respeto y temor |
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pusiera el honor enmedio! |
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CUPIDO |
¿Cuándo no supo el odio |
1000 |
vencer respetos? |
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HÉRCULES |
¡Ay de mí, todo me abraso! |
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REY |
[Alto.]
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En tanta suspensión, ponga |
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paz mi autoridad. Supuesto |
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que al punto has de partir, ven, |
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invicto Hércules, que quiero |
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que pases muestra a la gente |
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que ya prevenida tengo. |
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Tú adelante, que yo, |
1010 |
Yole, iré en tu seguimiento. |
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YOLE |
No tardes, pues que no ignoras |
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cuánto tus ausencias siento. |
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ANTEO |
[Aparte.]
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¡Ay, perdida Yole, quién |
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hablar pudiera! |
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YOLE |
[Aparte.]
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¡Ay, Anteo,
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1015 |
quién pudiera callar, no |
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dado a entender su tormento! |
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(Vanse.)
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(Vanse.)
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HÉRCULES |
[Aparte.]
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Cielos,
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¿cómo es posible que venza |
1020 |
el que va a vencer huyendo? |
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Pero el tiempo con la ausencia |
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vencerá este devaneo. |
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CUPIDO |
Mal podrá el tiempo, |
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que aún me queda en la aljaba |
1025 |
flechas de celos.31 |
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(TODOS con la
MÚSICA.)
|
TODOS |
Que aún le queda en la aljaba |
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flecha de celos.32 |
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Mal podrá el tiempo, |
|
que aún le queda en la aljaba |
1030 |
flecha de celos.33 |
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(Con esta última repetición, que
acompañó toda la MÚSICA, llegaron a juntarse los
dos cisnes; y cuando pareció que el uno al otro
impedirían el paso, tomaron desimaginado vuelo por otra
parte, con que dio fin la primera jornada.)
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