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  —39→  

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Escena I

 

COLASA, sola.

 
COLASA
Al arma, pues, que tenemos
nuestro moro ya en campaña;
y su porte y su presencia
son, a la verdad, gallardas.
Pero a mí ¿qué se me da? 5
¡Por cierto que es de importancia
el papel que se me ha dado!
¡Qué insulsez! ¡Ay! Si me enfadan
les he de pedir a gritos
me pongan una mordaza; 10
porque si no... ¡qué sé yo!
Mala es la fruta vedada
para las hijas de Adán;
y a fe que hay muchas manzanas.
¡Callar yo! Si sueño a gritos, 15
como despierta... ¡qué rabia!
Porque charlar me dejasen,
les diera ahora mi soldada
de este mes. Luego este novio
es fuerza traiga una gana 20
de conversación... cual todos.
—40→
Querrá hacerme la confianza
de su pasión, los temores
que le asustan, la esperanza
que le anima, sus deseos, 25
sus sacrificios, sus ansias,
con toda la letanía
que rezan los que se casan,
sin conocer del oficio
las quiebras... y yo ¿una estatua 30
estaré sin responderle,
ni tomar si me regala?
No haré tal por vida mía.
Ya suben: vamos, Colasa,
ojo alerta, y no digamos 35
nada que conmigo valga
y pueda comprometer;
pero sí, medias palabras;
y aun enteras, siempre que
sean palabras cortesanas; 40
pues dicen son muy lucidas,
y de muy poca sustancia.


Escena II

 

DON SEVERO, GASPAR y dicha.

 
DON SEVERO

 (A GASPAR.) 

Lo dicho, dicho, Gaspar.
—41→

  (A COLASA.) 

Niña ¿es usted de la casa?
COLASA
Sí, señor, soy la doncella 45
que hay en ella.
DON SEVERO
Pues bien, haga
usted, si gusta, el favor
de anunciarle mi llegada.
COLASA
¿A quién?
DON SEVERO
A su amo de usted.
COLASA
¿No más?
DON SEVERO
¿Y qué más?
COLASA

 (Aparte.) 

No gasta
50
el hombre mucha saliva.
Si las señas no me engañan,
no me costará ya tanto
callar, como imaginaba.

  —42→  

Escena III

 

DON SEVERO y GASPAR.

 
DON SEVERO
Y bien, ¿por qué te detienes? 55
GASPAR
Señor, por Santa Susana
bendita; usted reflexione,
que yo... si...
DON SEVERO
En vano te cansas,
toma tu muleta y busca
otro amo.
GASPAR
Pero...
DON SEVERO
Excusadas,
60
para genios como el mío,
son todas esas plegarias.
Marcha.
GASPAR
Diez años comí
pan de usted y así se pagan...
DON SEVERO
Nada te debo.
  —43→  
GASPAR
Cariño.
65
DON SEVERO
El que sirve mal, poco ama
al dueño que le mantiene.
GASPAR
En fin, señor, ¿una falta
sólo en diez años merece
que usted me eche de su casa? 70
DON SEVERO
Quien hace un cesto hace ciento.
GASPAR
¿Y qué hice yo para tanta
crueldad?
DON SEVERO
Una bagatela:
a la primera jornada
volverte y dejarme solo 75
sin avisarme.
GASPAR
La causa
la sabe usted.
  —44→  
DON SEVERO
Y es muy justa.
¡Qué! Dejarme en la estacada,
por una mujer...
GASPAR
No hay tal,
y yo no soy tan batata, 80
que por mujeres faltase
a mi obligación.
DON SEVERO
Repara
en que me dijiste anoche
lo contrario.
GASPAR
¿Yo?
DON SEVERO
¡Tú!
GASPAR
Flaca
memoria tiene usted.
DON SEVERO
¡Cómo!
85
¿Con que no fue por Olalla,
la chica del sacamuelas
por quien volviste?
  —45→  
GASPAR
¡Caramba!
¿Puede, acaso, despedirme
antes de ella?
DON SEVERO
¡Habrá tal mandria!
90
¿Con que fue por ella?
GASPAR
Sí.
DON SEVERO
¿Y Olalla no tiene faldas?
GASPAR
Sí tiene; pero es mi novia,
y hay muchísima distancia
de una cosa a otra.
DON SEVERO
¡Por vida!
95
Ya mi paciencia se acaba.
¿No es lo mismo una mujer
que una novia?
GASPAR
Vaya, vaya
¿con que es lo mismo?
  —46→  
DON SEVERO
Sí tal.
GASPAR
¿Y se aman lo mismo?
DON SEVERO
¡Vanas
100
sutilezas! Salte afuera.
GASPAR
¿Y se aman lo mismo?
DON SEVERO
Marcha,
te digo.
GASPAR
¿A que no responde?
¡Oh razón, lo que tú alcanzas!
¿Pues reduces al silencio 105
a los mismos que nos pagan?
Pero por si acaso, voy
a implorar con eficacia
el favor de don Fermín;
que tal vez podrán mis lágrimas 110
enternecerle: él es suegro...
pero es hombre y tiene entrañas.

  —47→  

Escena IV

 

DON SEVERO, solo.

 
DON SEVERO
Bueno fuera, pese a tal,
que así al deber se faltase,
y uno luego se escudase 115
con la causa de su mal:
no, señor; el criminal
cuando halaga su cadena,
a sí mismo se condena,
y pues no tiene disculpa, 120
ya que cometió la culpa,
que sufra también la pena.
El alazán corredor
salta incómoda barrera
que le corta su carrera, 125
que inutiliza su ardor;
brama al verla de furor,
tasca el freno, su atrevida
mano hiere endurecida
tierra; pero él se detiene, 130
y su jinete previene,
por si acaso, espuela y brida.
Asimismo la pasión
también encuentra barreras,
—48→
que establecieron severas 135
ya la ley, ya la razón;
que una vez a la opinión
o al capricho se permita
despreciar lo que limita
nuestro humano desenfreno, 140
y si hallasen hombre bueno
pueden ponerle en su ermita.
La indulgencia es flojedad,
la tolerancia simpleza,
que indican mucha torpeza, 145
o mucha necesidad.
Yo lo digo con verdad,
compadezco al desgraciado;
pero si encuentro un culpado
por criminal o por necio, 150
le doy sólo mi desprecio,
y sale muy bien librado.


Escena V

 

DON CARLOS y dicho.

 
DON CARLOS
¡Severo!
DON SEVERO
¡Carlos!
  —49→  
DON CARLOS
¡Por vida
de sanes! Abraza, abraza.
¿Cómo estás?
DON SEVERO
Como quien viene
155
a realizar la esperanza
de su dicha. ¿Y tú?
DON CARLOS
Más gordo
que un necio.
DON SEVERO
¿Y tu buen padre?
DON CARLOS
Anda
con el cachicán a vueltas;
ya vendrá. Qué ¿por Tomasa 160
no me preguntas? Muy tibio
traes el cariño.
DON SEVERO
Esperaba,
si te he de decir verdad,
que su vista me excusara
tal pregunta.
  —50→  
DON CARLOS
Pues no, amigo,
165
porque la pobre muchacha
no puede estar en dos partes.
DON SEVERO
¿Cómo?
DON CARLOS
Desde la semana
pasada está en el convento
donde niña se educara. 170
Quiso hacer una novena
a Santa Rita de Casia,
y fue fuerza darla gusto.
DON SEVERO Y
¿qué le pide a esa santa
abogada de imposibles? 175
DON CARLOS
¿Qué sé yo? Pero apostara
a que pide un buen marido;
que una mujer no repara
en gollerías.
DON SEVERO
Según veo,
tú siempre el mismo humor gastas, 180
y a fe que bien te lo envidio.
  —51→  
DON CARLOS
¿Qué se ha de hacer? No se saca
otra cosa de esta vida.
Para eso el tuyo no cambia,
siempre serio y circunspecto. 185
¿No es verdad?
DON SEVERO
Si es que tú llamas
seriedad a no gustar
de juveniles borrascas,
ni de locos devaneos,
verdad es.
DON CARLOS
Hombre, ¡qué guapa
190
pareja hicieras con Flora!
DON SEVERO
¿Con quién?
DON CARLOS
Con Flora.
DON SEVERO
¿Esa dama
quién es?
DON CARLOS
Mi novia.
  —52→  
DON SEVERO
¡Tu novia!
DON CARLOS
La misma; pues qué, ¿mi hermana
sola ha de ser quien se case? 195
DON SEVERO
No por cierto, y si lograras
buena elección, bien hicieras.
DON CARLOS
¡Oh! Lo que es eso extremada,
pues la joven es preciosa.
No merezco descalzarla, 200
ya ves, y no soy del todo
mal pellejo.
DON SEVERO
Tú la ensalzas
sobremanera.
DON CARLOS
Es justicia.
Lo que es de la Iglesia al Papa,
y no más. En fin, tú pronto 205
podrás, si quieres, juzgarla,
que no está lejos.
DON SEVERO
¿Pues dónde?
  —53→  
DON CARLOS
La tienes dentro de casa.
Si es parienta nuestra, y tuya
lo será luego.
DON SEVERO
Ignoraba
210
que tal parienta tuvieses.
DON CARLOS
¡Jesús! Pues la fecha es rancia.
No te acuerdas de mi tío
don Sempronio de Peralta,
que siendo oidor de Sevilla, 215
pasó luego a la otra banda,
y allí murió?
DON SEVERO
No me acuerdo
de tal don Sempronio.
DON CARLOS
¡Vaya!
¿Con que no te acuerdas?
DON SEVERO
No.
DON CARLOS
Lo siento.
  —54→  
DON SEVERO
Haces muy mal.
DON CARLOS
Lástima,
220
como ella... morirse el pobre
apenas pasó la charca,
y antes de hacer pacotilla,
dejando sólo a su amada
Florita por dote un loro, 225
un coco vacío, dos cajas
de azúcar, cien apellidos,
y muchos miles de trampas.
DON SEVERO
¡Rica herencia de un indiano!
DON CARLOS
Pero padre que idolatra, 230
como buen navarro, a todos
sus parientes, pronto a casa
la trajo, donde dispuso
casarme con ella, y trata
de que mi boda y la tuya 235
se celebren juntas.
DON SEVERO
¡Cuánta
no debe ser tu alegría,
oh Carlos, con la fundada
—55→
esperanza de que pronto
harás feliz a tu amada! 240
Ella, sin duda, te quiere
y congenia, y...
DON CARLOS
Tú desbarras.
Ni ella me quiere, ni es fácil
el hallar en media España
dos genios más encontrados 245
que los nuestros.
DON SEVERO
¿Y te casas?
DON CARLOS
Sí.
DON SEVERO
Pero ¿tienes certeza
que no te quiere?
DON CARLOS
En mis barbas
ella misma me lo ha dicho.
DON SEVERO
¿Y te casas?
DON CARLOS
Sí.
  —56→  
DON SEVERO
¡Caramba,
250
y qué valor!
DON CARLOS
Si ha de ser,
lo mismo es hoy que mañana.
Padre exige que me case,
yo no tengo repugnancia
al estado...
DON SEVERO
Ya lo veo.
255
DON CARLOS
Además, he visto tantas
que me juraban cariño,
y entonces me la pegaban,
que ¿quién sabe si mi Flora
tendrá al fin, la extravagancia 260
de adorarme? Ella es mujer...
y yo soy hombre.
DON SEVERO
Mil gracias
por la noticia.
DON CARLOS
Pues mira,
en estas dos circunstancias
—57→
y con la ayuda del tiempo 265
fundo toda mi esperanza.
La posesión y el amor
riñen pronto, se separan,
y cuando más, la amistad
suele ser quien los reemplaza. 270
Así, supuesto que todos
tarde o temprano se igualan,
es fuerza que me concedas
llevo a todos la ventaja
de empezar por donde siempre 275
ellos concluyen.
DON SEVERO
¡Qué ganga!
DON CARLOS
Yo me caso como juego:
pienso perder cuantas cartas
apunto, las pierdo, ¡bueno!,
otra cosa no esperaba. 280
Pero si se dan los sietes
me trago banquero y banca;
que sólo soy jugador
de bonitas, y quien gana
con ellas, gana dos veces 285
si logra provecho y fama.
  —58→  
DON SEVERO
Si tal concepto tuviese
del bello sexo, me ahorcaba
primero que me casase.
Qué, ¿que yo mismo arriesgara 290
al capricho de un buen dado
mi dicha, la de mi casa,
la de mis hijos...? ¡Oh! Nunca,
nunca jamás me casara
si tal creyese. Yo busco 295
para mi esposa en tu hermana
una mujer cariñosa,
amable, fiel, moderada;
una madre de familia
en el cumplimiento exacta 300
de los inmensos deberes
de su estado; una apreciada
amiga, cuyo consejo
me dirija, y cuya sana
doctrina pueda servirme 305
de norte; por fin, una ama
de casa, que cuidadosa
sepa dar a tanta máquina
el impulso conveniente.
Esto busco.
DON CARLOS
Dime, ¿y si hallas
310
en vez del melón que buscas
—59→
una insulsa calabaza;
qué tal?
DON SEVERO
Se indigestaría.
DON CARLOS
Pues por si fuesen mal dadas
compra jarabe de altea, 315
y tenlo a mano.
DON SEVERO
¡Qué gracia!
DON CARLOS
Según eso: ¡tú no apruebas
mi elección!
DON SEVERO
¿Quién, yo aprobarla?
Ni por pienso.
DON CARLOS
Pues, Severo,
si supieras lo que falta... 320
DON SEVERO
Pero hombre ¿qué faltar puede?
DON CARLOS
No es tampoco una cosaza
del otro jueves; simplezas,
—60→
o si tú quieres niñadas
de mi novia.
DON SEVERO
Y bien, tu novia...
325
DON CARLOS
Mi novia está enamorada.
DON SEVERO
¿De ti?
DON CARLOS
No por cierto.
DON SEVERO
Alabo
la frescura.
DON CARLOS
¿Importa nada?
DON SEVERO
Nada, pues tú te conformas.
DON CARLOS
¿Y quieres que me asustara 330
de una simple niñería?
No por cierto. Flora estaba
por San Fermín en Pamplona...
  —61→  
DON SEVERO
¿Este año?
DON CARLOS
Sí, este año.
DON SEVERO
¡Calla!
Y
yo también; sigue, sigue. 335
DON CARLOS
Allí en la calle, en la plaza
de toros, o en el paseo
(no sé bien dónde se hallaba),
pero lo cierto es que vio
un hombre, cuya bizarra 340
presencia, cuya finura
y porte la enamorara.
Desde entonces tan galán
Belianís no se separa
ni un instante de su idea, 345
y le ha jurado constancia
eterna, bien que mental,
y un si es o no es temeraria;
porque ni sabe su nombre,
ni su estado, ni su estancia, 350
ni su genio, ni siquiera
si él echó de ver la llama
amorosa que encendió
su simple vista en mi amada.
  —62→  
DON SEVERO
¡Extraño caso!
DON CARLOS
Antes no:
355
si no le habló una palabra,
en su vida ¿cómo diablos
puede saberlo?
DON SEVERO
Me pasma
semejante idolatría.
DON CARLOS
Y ahora bien, ¿es cosa extraña 360
no tema yo tal rival?
DON SEVERO
No es temible, mas repara
que este hecho, sin embargo,
siempre indica que exaltada
y novelesca tu Flora 365
es un poco estrafalaria.
¿En qué cabeza, di, Carlos,
que esté un poco organizada
puede caber tal amor?
DON CARLOS En
la de mi Flora se halla: 370
¡ha leído tanta novela!...
  —63→  
DON SEVERO
¡Malo!
DON CARLOS
¡Ah! No: me equivocaba.
Nunca gustó de novelas;
pero es muy aficionada
a los librotes de historia. 375
DON SEVERO
Eso es distinto.
DON CARLOS
Se pasa
las noches de claro en claro
leyendo a nuestro Mariana,
cuando no son los anales
de Tácito o la Farsalia. 380
DON SEVERO
¡Hola! ¿Pues sabrá latín?
DON CARLOS
¿Latín?
DON SEVERO
Pues.
DON CARLOS
Si sabrá, vaya
al menos el que sabían
—64→
las madres de Santa Clara
cuando estuvo en su convento. 385
DON SEVERO
¿Luego estuvo con Tomasa?
DON CARLOS
Precisamente. Si son
uña y carne.
DON FERMÍN

 (Desde adentro.) 

¿Carlos?
DON CARLOS
(Aparte.) ¡Gracias
a Dios, que ya no podía
mentir más! Mi padre llama, 390
y es fuerza ver lo que ordena:
mas ya sale.


Escena VI

 

DON FERMÍN, DON PEDRO y dichos.

 
DON SEVERO
Ya tardaba
a mi impaciencia, señor,
la hora tan afortunada
de estrecharos en mis brazos. 395
  —65→  
DON FERMÍN
Apriete usted, buena alhaja,
que bien tiene que apretar,
si a fuerza de brazos trata
de pagarme mi cuidado.
¿Es hoy lunes?
DON SEVERO
Mi tardanza
400
fuera en verdad reprensible,
a no ser involuntaria.
DON FERMÍN
Ya es usted buen perillán.
Anoche eran las diez dadas,
y espera que espera; sí, 405
no eran malas esperanzas.
El guisado se pegó,
y no es extraño, que estaba
cociendo desde las cinco;
hasta la maldita gata, 410
para entretener el hambre,
afianzó un capón, que daba
envidia; no hubo remedio,
todo lo llevó la trampa;
y gracias a las gallinas, 415
y a que jamás huevos faltan
en casa, porque si no
la cena fuera ensalada
—66→
muy fresca y muy picadita,
pero de endeble substancia 420
para estómagos navarros.
DON SEVERO
¡Cuánto me pesa!...
DON FERMÍN
Desgracias
como las de anoche, nunca,
nunca se vieron en casa.
La criada medio dormida 425
se cayó de la colada
en la caldera; allí estuvo
un cuarto de hora.
DON SEVERO
¡Muchacha
infeliz! Se cocería.
DON FERMÍN
No, porque estaba sin agua 430
casualmente, mas con todo
se tiznó manos y cara.
DON CARLOS
Y el susto también se cuenta.
DON PEDRO
Si en ello usted no se enfada,
dejarlo para otro día, 435
—67→
y sepamos por qué causa
este caballero pudo
detenerse.
DON SEVERO
Fueron faltas
de un criado, que no merecen
vuestra atención.
DON FERMÍN
¡Calla, calla!
440
Olvidado se me había:
¡pobre Gaspar! Con la zambra
de anoche está mi cabeza
como una cesta de ranas.
DON SEVERO
¿Conoce usted a Gaspar? 445
DON FERMÍN
El pobre cuitado acaba
de hablar conmigo.
DON SEVERO
¿Ha tenido
la osadía?...
DON FERMÍN
¿Es menester tanta
cuando se pide perdón?
—68→
Vaya, que vuelva a tu gracia, 450
y pelitos a la mar.
DON SEVERO
Yo quisiera que empleara
usted mejor mi obediencia.
DON FERMÍN
Si le he dado mi palabra,
¿no es fuerza que la cumpla? 455
DON SEVERO
Repare usted...
DON FERMÍN
No repara
en nada mi caridad.
Si al caído no se levanta,
sólo porque tropezar
no ha debido, ¿quién pasara 460
por las calles?
DON SEVERO
Yo no soy
de ese parecer. El que anda
debe saber cómo pisa,
y si tropieza, que caiga
enhorabuena; pues torpe 465
el equilibrio no guarda.
  —69→  
DON FERMÍN
¿Y no le he de dar la mano?
DON SEVERO
No, señor, que si trabaja
por levantarse; si suda
por lograrlo; si se afana, 470
esta fatiga, este empeño
dejan recuerdos que bastan
muchas veces para que
pueda evitar otras faltas
iguales; mas si al contrario 475
se le ayuda, y se le halaga,
lo toma por chiste, y cae
diez veces cada semana.
DON FERMÍN
Nunca entendí semejantes
filosofías. La cristiana 480
religión de mis abuelos
que ayude al caído me manda
y no más. ¿Es cierto?
DON PEDRO
Cierto.
La ley castiga las faltas,
y el hombre las compadece. 485
DON FERMÍN
Por supuesto.
  —70→  
DON SEVERO

 (Aparte.) 

¡Qué ignorancia!
DON FERMÍN
Así pues, con tu permiso
me marcho a que Gaspar salga
de dudas.
DON SEVERO
Perdone usted:
mi conducta es arreglada 490
a mis principios. Jamás
me separo de la raya
del deber; y por lo tanto
Gaspar saldrá de mi casa.
DON FERMÍN
¿Esto dices?
DON SEVERO
Esto digo.
495
DON FERMÍN
Pues amigo, quien desaíra
antes de casarse al suegro,
casado le descalabra
cuando menos, y en verdad
que esta entrada de pavana 500
me gusta muy poco.

  —71→  

Escena VII

 

DOÑA TOMASA y dichos.

 
DOÑA TOMASA
Tío,
¿se echa vinagre a la salsa
del pato? ¡Ay, Jesús mil veces!
DON CARLOS
¿Qué te asusta?
DON FERMÍN
Alguna rata,
sin duda, que se pasea, 505
según costumbre.
DOÑA TOMASA

 (A DON SEVERO.) 

¿Me engaña
el deseo? ¿Sois vos, señor?
DON SEVERO
¿Y yo qué soy?
DOÑA TOMASA
Nada, nada.
Perdonad: mi fantasía 510
si... cuando... ¡el cielo me valga!
DON FERMÍN
Desmayose.
  —72→  
DON PEDRO
Sostenedla.
DON SEVERO

 (Aparte.) 

No sé lo que por mí pasa.
DON FERMÍN
Don Severo, ¿qué es aquesto?
DON SEVERO
¿Yo qué sé?
DON FERMÍN
Si habrá entruchada.
515
DON PEDRO
Un poco de éter sería
muy bueno.
DON CARLOS
No tal, echadla
agua fresca solamente.
DON FERMÍN
Sí, que después calaguala
la daremos para el susto 520
que don Severo la causa.
DON SEVERO
Pero ¿en qué asustarla puedo?
  —73→  
DON PEDRO
Ya vuelve en sí.
DON CARLOS
Albricias, alma.
DON FERMÍN
Hija mía, digo, sobrina,
responde por Dios. Palabra, 525

  (A DON PEDRO, aparte.) 

¿cómo se llama hoy la chica?
DON PEDRO
Flora.
DON FERMÍN
¡Ah! Sí... Flora, muchacha,
vuelve en ti.
DOÑA TOMASA
¡Ay Dios!
DON FERMÍN
Don Severo,
si Flora en usted repara
quizá vuelva a desmayarse: 530
háganos usted la gracia
de separarse un poquito,
un poco más... a la espalda
de nuestro alcalde.
  —74→  
DON SEVERO

 (Aparte.) 

Paciencia
y veamos en lo que para. 535
DOÑA TOMASA
¿Dónde estoy?
DON CARLOS
En el estrado.
DOÑA TOMASA
¿Quién son, pues, estos fantasmas
que me rodean?
DON CARLOS
Son tu tío,
un primo que te idolatra,
con el alcalde mayor; 540
y en fin, nuestro don...
DON FERMÍN
¡Carambas!
¿Qué es lo que vas a decir?
DON CARLOS Es
verdad.
DON FERMÍN
¿Quieres matarla?
  —75→  
DON SEVERO

 (Aparte.) 

Pues señor, estamos frescos:
no hay duda que es de una extraña 545
brillantez el papelito
que represento en la casa.
DOÑA TOMASA
Permitid que me retire.
DON PEDRO
Sí, es mejor; Carlos, llevadla,
conducid a vuestra prima. 550
DON FERMÍN
Que se eche sobre la cama
si no quiere desnudarse.
DON PEDRO
Cuidado con las ventanas
y las puertas.
DON CARLOS
Vamos, prima.
DON PEDRO
Cubridla bien con las mantas. 555

  —76→  

Escena VIII

 

DON SEVERO, DON FERMÍN y DON CARLOS.

 
DON FERMÍN
¡Pobre Flora, pobre Flora!
Tan joven, tan desgraciada.
¡Señor! Cuidado que es obra.
DON PEDRO
Sosegaos.
DON FERMÍN
Se me traspasa
el corazón siempre que 560
sucede.
DON SEVERO
Pues ¿se desmaya
muy a menudo?
DON PEDRO
Padece
unos vapores...
DON FERMÍN
¡Mal hayan
los vapores! Nunca, nunca
he conocido en mi infancia 565
semejante enfermedad:
entonces sólo se usaban
indigestiones, viruelas,
—77→
golondrinos, almorranas,
y otros males conocidos; 570
pero ahora todo es de extranjía:
histérico, nervios, bilis,
flato ardiente y calabazas
fritas, y Dios me perdone;
porque me lleva la trampa, 575
notando que hasta el morirse
ha de ser a uso de Francia.
DON PEDRO
Es preciso seamos justos.
Una joven educada,
como se acostumbra hoy día, 580
es fuerza padezca varias
dolencias desconocidas
a sus madres, que ignoraban
por necesidad sus nombres;
verbigracia: una extremada 585
afición a la lectura,
muchas veces arrebata
el calor a la cabeza,
y de ahí se siguen las bascas,
las jaquecas, los vapores, 590
y otros alifafes.
DON FERMÍN
¡Brava
dificultad! ¿Pues hay más
que no leer?
  —78→  
DON PEDRO
Señor ¿qué dama
pudiera alternar entonces
en cuestiones literarias, 595
como hoy alternan?
DON FERMÍN
¿Qué importa?
Mi madre, que de Dios haya,
aunque no supo de letras,
siempre estuvo embarazada
o parida; y es, amigo, 600
lo que ser madre se llama.
DON PEDRO
¿Y quién puede disputar
a mi señora doña Ana
lo que ganar así supo?
DON FERMÍN
Además, ¿qué fruto sacan 605
con todas esas lecturas?
DON SEVERO
Poco o nada, si son malas;
si son buenas y escogidas
mucho; pues hallarán sana
doctrina, máximas puras, 610
ejemplos, modelos, sabias
instrucciones...
  —79→  
DON FERMÍN
Y también
embelecos y patrañas.
DON SEVERO
Conque ¿no hallará una joven,
si lee la historia romana, 615
que aprender en la firmeza
de una Porcia, en la constancia
de una Lucrecia?
DON FERMÍN
Hombre, a luengas
tierras las mentiras largas.
Esas Porcias y Lucrecias, 620
si de cerca se miraran
se vieran, ni más ni menos,
como se ven hoy las Juanas,
las Pepas y las Franciscas.
En todo tiempo hubo gaitas, 625
Severo, y no nos cansemos.
DON SEVERO
Eso es ya negar...
DON FERMÍN
Yo nada
niego; mas sí dudo.
DON SEVERO
Pero...

  —80→  

Escena IX

 

COLASA y dichos.

 
COLASA
La cena.
DON FERMÍN
¡Santa palabra!
¿Y Flora?
COLASA
Cena en su cuarto.
630
DON FERMÍN
¿Y Carlos?
COLASA
Está en la sala
de comer.
DON FERMÍN

 (A DON SEVERO.) 

Y diga usted
¿doña Lucrecia cenaba?
DON SEVERO
Es natural.
DON FERMÍN
Pues entonces,
cenemos todos, que tarda 635
a mi estómago este instante.
  —81→  
DON SEVERO
¡Ay, don Fermín! Me olvidaba
de entregaros un dinero,
que me dieron en Tafalla
para vos.
DON FERMÍN
Ya me lo avisa
640
don Jaime: tiempo hay mañana.
DON SEVERO
Aquí lo tengo yo en oro.
DON FERMÍN
Pues no quiero: ¡hay tal machaca!
vamos, vamos a cenar.
DON SEVERO
Vamos pues, ¡cosa más rara! 645
¿Por qué se habrá desmayado?
No puedo dar con la causa.