Jornada II
|
|
Dentro cajas y trompetas.
|
|
|
|
|
|
|
|
(Sale TUCAPEL
huyendo.)
|
TUCAPEL |
Si no hubiera un coronista |
5 |
que huyera de las batallas, |
|
no hubiera cómo
saberlas, |
|
no habiendo cómo
contarlas; |
|
y pues es este el papel |
|
que me toca, mientras andan |
10 |
allá como suelen, yo |
|
escondido entre estas ramas |
|
también, como suelo,
tengo |
|
de estar a ver en qué
para |
|
el trance de hoy, que hasta
ahora |
15 |
solo dicen44
voces altas... |
|
|
|
|
|
(Las cajas.)
|
|
|
|
TUCAPEL |
¡Oh, si el señor Sol
quisiera |
|
que sus paisanos lograran |
20 |
la vitoria, y yo el deseo |
|
de poder irme a mi casa! |
|
No tanto porque en la propia |
|
ningún marido descansa, |
|
cuanto por hacerme el gusto |
25 |
de hacer el disgusto a Glauca; |
|
pues desde que el
español, |
|
cautivándome en mi
patria, |
|
conmigo, sin saber
cómo, |
|
dio en unas tierras
extrañas, |
30 |
donde su lenguaje y mío |
|
hicieron tal mescolanza |
|
que ya ni es mío ni es
suyo, |
|
bien que hasta entendernos
basta, |
|
y desde que, pertrechados |
35 |
de gentes, bajeles y armas, |
|
volvieron él y los
suyos |
|
a navegar estas playas, |
|
de donde tomando tierra |
|
han talado las campañas |
40 |
que hay desde el Callao al
Cuzco, |
|
cuya gran corte hoy asaltan, |
|
(Dentro las cajas.)
|
nunca me han dado lugar |
|
de escaparme, por dos causas: |
|
una, servirles de guía |
45 |
para ir salvando sus marchas |
|
de pantanos y lagunas; |
|
y otra, que a decir no vaya |
|
cuán faltos de
municiones |
|
y de víveres se hallan. |
50 |
Y así, por ambos
pretextos |
|
con tal cuidado me guardan, |
|
que al que desmandarme viere, |
|
que me dé la muerte
mandan; |
|
con que me es fuerza esperar |
55 |
día en que huyendo les
hagan |
|
volverse al mar. Mas no creo |
|
(Dentro las cajas.)
|
que hoy sea el de esta
esperanza, |
|
pues entre las confusiones |
|
que solo repiten varias... |
60 |
|
|
TODOS |
¡Arma, arma, guerra,
guerra! |
|
|
|
TUCAPEL |
Lo que desde aquí se
alcanza |
|
es que, aunque las eminencias |
|
de la ciudad coronadas |
|
de indios están, no por
eso |
65 |
los españoles desmayan, |
|
por más que de sus
almenas |
|
no solamente disparan |
|
diluvios de flechas, pero |
|
de los peñascos que
arrancan, |
70 |
despedazados los montes, |
|
rodando sobre ellos bajan. |
|
Alguno lo diga, pues |
|
cae de la escala más
alta, |
|
diciendo: |
|
|
-198v-
|
|
(Dentro mucho ruido y cajas, y sale PIZARRO cayendo con espada y
rodela.)
|
PIZARRO |
¡Virgen María!
|
75 |
Vuestra gran piedad me valga. |
|
|
|
ALMAGRO |
Acudid a retirarle, |
|
no consigan la alabanza |
|
estos bárbaros, de que |
|
ni aun muerto pudo su
saña |
80 |
triunfar dél. |
|
|
|
(Salen los dos y SOLDADOS, y él se levanta muy
en sí.)
|
|
|
|
|
TUCAPEL |
Pues no enterréis al mozo,
Luis Quijada. |
|
Esta fue una bagatela, |
|
volvamos a la importancia. |
85 |
|
|
CANDÍA |
¿Cómo es posible que
el golpe |
|
de la peña y la
distancia |
|
del precipicio te deje |
|
con la vida? |
|
|
PIZARRO |
¿Qué os
espanta,
|
|
si quien invoca a María |
90 |
aun de más riesgos se
valga, |
|
mostrando su piedad (puesto |
|
que en el Perú nos
ampara, |
|
repitiendo los favores |
|
que nos hizo en Nueva
España) |
95 |
cuánto de aquestas
conquistas |
|
se da por servida, a causa |
|
de que mejor sol se adore |
|
en brazos de mejor alba? |
|
Y pues conserva mi vida |
100 |
para que vuelva a emplearla |
|
en su servicio; ea, amigos, |
|
volvamos a las escalas, |
|
que hoy en la corte del Cuzco |
|
hemos de entrar, si esa valla |
105 |
primera rompemos, antes |
|
que a socorrerla
mañana, |
|
según dicen las
espías, |
|
en persona llegue el
Guáscar |
|
con inmensas gentes. |
|
|
ALMAGRO |
¿Quién
|
110 |
lo duda, si en esperanza |
|
de propagación de fe |
|
y honor de María, se
ensalzan |
|
la invocación de su
nombre |
|
en ti, y en Pedro de
Candía |
115 |
la exaltación de la
Cruz, |
|
pues vemos que en las
montañas |
|
como a árbol prodigioso |
|
que vence fieras, la exaltan |
|
ya infinitos indios? |
|
|
PIZARRO |
Pues
|
120 |
con estas dos confïanzas, |
|
¿qué hay que temer?
Ea, españoles, |
|
al arma otra vez. |
|
|
|
(Vanse los tres, y tocan las cajas.)
|
[UNOS] |
(Dentro.)
|
¡Al arma
|
|
otra vez, fuertes caciques! |
|
|
|
|
|
TODOS |
¡Arma, arma, guerra,
guerra! |
|
|
|
TUCAPEL |
Pues nunca en estas andanzas |
|
están bien los
coronistas |
|
donde las flechas alcanzan. |
|
¿Qué haré yo
de mí, y más viendo |
130 |
que embisten con furia tanta |
|
que habré de llorar mi
ruina |
|
si ellos su vitoria cantan? |
|
Pues en venciendo me quedo |
|
en mi patria sin mi patria, |
135 |
y si quiero irme, a peligro |
|
es de la vida. ¡Oh, mal
haya |
|
aquella sacerdotisa, |
|
pues por volver a buscarla |
|
con Yupanguí, a mí me
toca |
140 |
todo el daño46!
Y pues de nada |
|
ella se duele, ¡oh, si
hallase |
|
de cuantos demonios hablan |
|
en nuestros ídolos, uno |
|
que a costa de vida y alma |
145 |
me diga lo que he de hacer! |
|
|
|
|
(Sale la IDOLATRÍA.)
|
IDOLATRÍA |
Sí habrá, pues que
tú le llamas, |
|
|
-199r- |
que esa es la razón con
que |
|
Dios la cadena te alarga. |
|
Vente, Tucapel, conmigo, |
150 |
que yo te pondré en tu
casa. |
|
(Aparte.)47
|
Por lo que en ella me importas |
|
para que vuelva a sus aras |
|
la hurtada víctima al
Sol. |
|
|
|
TUCAPEL |
¿Quién eres tú
que me agarras |
155 |
sin que te vea? |
|
|
IDOLATRÍA |
Quien puede,
|
|
abreviando las distancias |
|
que hay desde el Cuzco a tu
tierra, |
|
valle de Copacabana, |
|
llevarte sin que te vean |
160 |
las más vigilantes
guardas, |
|
solo a precio de que tú |
|
por mí en el camino
hagas |
|
primero la diligencia |
|
que te dictaren mis ansias. |
165 |
|
|
TUCAPEL |
Si tienes tanto poder, |
|
¿cómo no la haces
tú, y tratas |
|
de que un hombre la haga? |
|
|
IDOLATRÍA |
Como
|
|
no puedo yo cara a cara |
|
oponerme a quien me opongo, |
170 |
y así, es fuerza que me
valga |
|
del hombre. Que él
poseído |
|
de mí, dándome
él la entrada, |
|
basta a cometer delitos, |
|
a que el demonio no basta. |
175 |
|
|
TUCAPEL |
¿Y cómo ha de ser el
irme? |
|
|
|
|
|
IDOLATRÍA |
Desta suerte.
|
|
(En un pescante desaparece48
TUCAPEL.)
|
Ministros en quien entabla |
|
su imperio la
Idolatría, |
180 |
dad al viento mi esperanza. |
|
|
|
TUCAPEL |
¿Pues soy tu esperanza
yo? |
|
|
|
IDOLATRÍA |
Eres quien ha de lograrla, |
|
pues revestido en ti el fiero |
|
espíritu de mi rabia, |
185 |
tuyas han de ser las voces, |
|
pero mías las palabras, |
|
cuando diciendo su afecto |
|
el trance desta batalla, |
|
digan el suyo mis iras; |
190 |
y hasta entonces en dos varias |
|
partes suene el eco,
aquí |
|
diciendo unos... |
|
|
|
(Las cajas a rebato.)
|
|
IDOLATRÍA |
Y allí repitiendo
otros... |
|
|
|
|
(Otra caja a lo lejos a marchar.)
|
OTROS |
Alto, y pase la palabra. |
195 |
|
|
IDOLATRÍA |
Con que a un mismo tiempo yo, |
|
entre horrores y venganzas, |
|
entre escándalos y
estruendos, |
|
diré influyendo en
entrambas... |
|
|
|
TODOS |
¡Arma, arma, guerra,
guerra! |
200 |
|
|
|
|
(Con esta repetición, sonando a una parte el rebato
y en otra la marcha, sale INGA con los INDIOS que pueda, armados a su modo y
el SACERDOTE.)
|
INGA |
Supuesto que ya la49
noche |
|
cubierta de sombras pardas |
|
nos va retirando el
día, |
|
de aqueste monte en la falda |
205 |
podrá restaurar la
gente |
|
las fatigas de la marcha, |
|
para que con nuevo aliento |
|
al amanecer mañana |
|
demos vista a la ciudad, |
210 |
llamando a campal batalla |
|
a sus sitiadores, ya |
|
que el socorrerla y librarla |
|
a que yo en persona venga |
|
me obliga. |
|
|
|
(Sale YUPANGUÍ.)
|
|
INGA |
¡Oh Yupanguí, bien
venido |
|
seas! |
|
|
YUPANGUÍ |
Quien llega a besarlas
|
|
fuerza es serlo. |
|
|
|
YUPANGUÍ |
La fama
|
|
le tenía ya informado |
220 |
|
-199v- |
desta prodigiosa entrada |
|
que han hecho los
españoles, |
|
y antes de oír tu
embajada |
|
dijo que él mismo
vendría |
|
a darte auxiliares armas. |
225 |
|
|
INGA |
¡Con qué
vergüenza lo escucho, |
|
ofendido de que hayan |
|
cuatro desnudos, descalzos |
|
y hambrientos hombres, en
tanta |
|
confusión puesto mis
gentes, |
230 |
que sea fuerza que me valga |
|
de mi hermano y mi enemigo, |
|
solo en fe de la ventaja |
|
que artificiales sus rayos |
|
llevan a nuestras aljabas! |
235 |
En llegando a ponderar |
|
que en una y otra
campaña, |
|
si se contara la gente, |
|
más de mil indios se
hallaran |
|
para cada español,
pierdo |
240 |
el juicio, la vida, el alma, |
|
y no sé... Dejadme
solo, |
|
idos todos, que se arranca |
|
el corazón, y no quiero |
|
que nadie me vea en la cara |
245 |
el semblante de la ira |
|
sin ver el de la venganza. |
|
|
|
YUPANGUÍ |
¿Qué extraño
furor es este |
|
que su sentido arrebata? |
|
|
|
SACERDOTE |
No sé más de que
estos días |
250 |
le aflige. |
|
|
|
(Vanse los SOLDADOS.)
|
INGA |
Tú no te vayas,
|
|
Yupanguí. |
|
|
YUPANGUÍ |
Siempre yo estoy
|
|
atento a ver qué
mandas. |
|
|
|
INGA |
Oye, pues solo contigo |
|
pueden descansar mis ansias. |
255 |
Desde el día, ¡ay
infelice!, |
|
que te mandé que
libraras |
|
aquella sacerdotisa, |
|
todo es para mí
desgracias, |
|
sin que el mandarte
después |
260 |
que en su suerte la dejaras, |
|
baste a que el Sol me remita |
|
de aquella primera instancia |
|
la culpa, pues en castigo |
|
trae contra mí tan
extrañas |
265 |
gentes, como si el faltar |
|
después fuese por mi
causa. |
|
|
|
YUPANGUÍ |
Ya que el querer impedir |
|
un sacrificio le agravia, |
|
¿por qué no mandas
que otro |
270 |
igual a aquel satisfaga |
|
sus sentimientos? |
|
|
INGA |
Porque
|
|
cuando lo intento, declaran |
|
los sacerdotes del Sol |
|
que sus sacros ritos mandan |
275 |
que en echándose una
vez |
|
la suerte, porque no haya |
|
favor o pasión que
excuse |
|
aquella sobre quien caiga, |
|
no pueda hasta que ella mesma |
280 |
sea la sacrificada, |
|
echarse otra suerte. Y esto |
|
dejado a sus observancias, |
|
¿cómo pudo una
mujer |
|
intentar fuga tan ardua? |
285 |
|
|
YUPANGUÍ |
Si es fácil amar,
señor, |
|
dos a una hermosura rara, |
|
y fácil dar un mismo |
|
pensamiento dos que aman, |
|
¿qué admiras que otro
intentase |
290 |
lo mismo, y que...? |
|
|
INGA |
Calla, calla;
|
|
que son mucho mal los celos, |
|
para que el desdén les
hagas |
|
de acuadrillarlos con otros, |
|
cuando ellos a matar bastan... |
295 |
Mas no a mí, que en
mí no hay celos. |
|
|
|
|
INGA |
Por la confïanza
|
|
de que aquí no hubo
segundo |
|
amante. |
|
|
|
INGA |
Si soberana deidad |
300 |
tanto mi vida amenaza, |
|
que no menos que de siglos |
|
|
-[200r-201v]- |
[alimentó mi mudanza, |
|
¿cómo había de
dejar, |
|
siendo deidad soberana, |
305 |
sin temor a otro? |
|
|
YUPANGUÍ50 |
Bien dices.
|
|
(Aparte.
|
Quédese con su
ignorancia; |
|
que a mí me está bien
que nunca |
|
en que hubo otro amante
caiga.) |
|
Es sin duda que ella, o mal |
310 |
conforme o desesperada, |
|
del templo se huyó. |
|
|
INGA51 |
El asombro
|
|
no es ese, sino que haya |
|
ocultádose de suerte |
|
que diligencias tan varias |
315 |
no la hayan hallado.
¿Cuál |
|
será el centro que la
guarda? |
|
|
|
YUPANGUÍ |
Eso es lo que yo no puedo |
|
decir. |
(Aparte.)
|
¡Ay Guacolda amada!
|
|
¡Y cómo que es
verdad!, pues |
320 |
no puede decir quien52
te ama |
|
ni el villaje que te esconde, |
|
ni el traje que te disfraza. |
|
|
|
INGA |
Supuesto que en que parezca |
|
estriban las esperanzas |
325 |
de que el Sol se desenoje |
|
para que venzan mis armas, |
|
ya que todos por vencidos |
|
se dan de que no la hallan, |
|
haz tú por mí la
fineza |
330 |
de ser quien ponga en buscarla |
|
desde hoy nuevos medios. |
|
|
YUPANGUÍ |
Yo
|
|
te doy, señor, la
palabra, |
|
en habiéndote asistido |
|
en la facción de
mañana |
335 |
(que no es53
bien desparecerme |
|
víspera de una
batalla), |
|
de ir a buscarla con tal |
|
deseo, cuidado y ansia, |
|
que ni descanse ni duerma, |
340 |
ni sosiegue hasta encontrarla. |
|
Y así, si me echares
menos, |
|
no preguntes por mí, a
causa |
|
de que en busca de Guacolda |
|
estoy. |
|
|
INGA |
Otra vez me abraza;
|
345 |
que bien de ti esa fineza |
|
fío. |
|
|
YUPANGUÍ |
Creo que he de hallarla,
|
|
aunque sus recatos digan... |
|
|
|
INDIOS |
(Dentro.)
|
Sepúltennos las
entrañas |
|
de los montes, pues nos echa |
350 |
de las suyas nuestra patria. |
|
|
|
INGA |
¿Qué confusas voces
son |
|
las que parece54
que hablan |
|
en nombre suyo? Pues dicen... |
|
|
|
INDIOS |
(Dentro.)
|
Sean tumbas las
montañas, |
355 |
que antes nos entierren vivos |
|
que esclavos. |
|
|
INGA |
¡Ah de la guardia!
|
|
¿Qué voces aquestas
son? |
|
|
|
|
(Salen el SACERDOTE e INDIOS.)
|
SACERDOTE |
De tropas que desmandadas |
|
con sus mujeres e hijos |
360 |
y ancianos, en mil
escuadras55 |
|
huyendo a ampararse vienen |
|
de los montes. |
|
|
INGA |
Pues ¿qué causa
|
|
puede obligarles a tanto |
|
desorden? |
|
|
|
(Sale TUCAPEL.)
|
|
INGA |
Sin duda traes malas nuevas |
|
pues a todos te adelantas. |
|
¿Quién eres? |
|
|
TUCAPEL |
El indio soy
|
|
que cautivó en esa
playa |
|
aquel primer56
español |
370 |
que en ella57
puso las plantas; |
|
con él fui, y volví
con él, |
|
sin poderme librar hasta |
|
que la confusión de hoy |
|
me ha dado la puerta franca: |
375 |
pues habiendo la ciudad |
|
entrado a fuerzas de armas |
|
los españoles, en tanto |
|
que hidrópicamente
apagan |
|
en su saco las dos sedes |
380 |
de riquezas y vïandas, |
|
en tanto que por salvar |
|
las vidas, la58
desamparan |
|
sus naturales, dejando |
|
bienes, familias y casas, |
385 |
sin poner en más la
mira |
|
que en el celo con que sacan |
|
los ídolos de los
templos, |
|
a fin de que sus estatuas |
|
sin ultraje se retiren |
390 |
en la custodia y la guarda |
|
del mayor adoratorio |
|
del Sol, que es Copacabana; |
|
en fin, en la confusión |
|
de hoy, logrando mi esperanza |
395 |
vengo sin que lo veloz |
|
sea en fe de traer las malas |
|
nuevas, que quizás
podrá |
|
hacer buenas una traza, |
|
conque pérdida tan
grande |
400 |
se trueque en mayor ganancia. |
|
Los más principales
cabos |
|
de esa española canalla |
|
con los más soldados
suyos |
|
se alojan en ese
alcázar |
405 |
de los Ingas; este tiene |
|
al reparo de las aguas |
|
que suelen de la ciudad |
|
inundar calles y plazas, |
|
entre otras muchas surtidas |
410 |
una mina que desagua |
|
cerca de aquí, cuya
boca |
|
es preciso que ignorada |
|
de hombres tan recién
venidos, |
|
esté a estas horas sin
guardas; |
415 |
y si por ella eligiendo |
|
el cabo de mayor fama, |
|
hicieses que con la gente |
|
también de más
importancia, |
|
la mina entrase llevando |
420 |
seca fajina59
a la espalda |
|
y oculto fuego, no dudes |
|
que si por el pie la llama |
|
prende una vez, vuele todo, |
|
pues su arquitectura rara |
425 |
toda es preciosas maderas; |
|
y más si a este tiempo
mandas |
|
que se inficionen las flechas, |
|
en vez de nocivas plantas, |
|
de embreadas cuerdas que |
430 |
entre piedra y pluma, al asta |
|
pendientes, el aire corten, |
|
y medida la distancia |
|
por elevación, hicieses |
|
darlas fuego al dispararlas; |
435 |
siendo como son los techos |
|
solamente de enea y paja, |
|
será fuerza que volando |
|
en cada saeta una
ascua60, |
|
sean también rayos
nuevos |
440 |
adondequiera que caigan. |
|
Y, pues a darte este aviso |
|
y este arbitrio me adelanta |
|
quizá alto espíritu
que |
|
la voz mueve, el pecho
inflama, |
445 |
no lo desdeñes,
creyendo |
|
que no te habla quien habla, |
|
pues aunque son mías las
voces, |
|
no son mías las
palabras. |
|
(Vase.)
|
|
|
INGA |
Oye, espera. Detenedle. |
450 |
|
|
SACERDOTE |
Si aun el viento no le
alcanza, |
|
no es posible61. |
|
|
INGA |
Yupanguí,
|
|
bien este aviso declara, |
|
pues por sendas nos le
envía |
|
tan nuevas y tan
extrañas, |
455 |
que ya el Sol se desenoja. |
|
Y pues empresa tan alta |
|
parece que para ti |
|
la tuvo el cielo guardada, |
|
pues esperó a que
vinieses |
460 |
para haber de ejecutarla, |
|
de toda esa gente escoge |
|
la de mayor confïanza, |
|
y a ejecutar la sorpresa |
|
parte; que en tu retaguardia |
465 |
porque en todo trance tengas |
|
segura la retirada, |
|
con todo el grueso iré
yo |
|
guardándote las
espaldas. |
|
|
|
YUPANGUÍ |
Por tanto honor tus pies beso, |
470 |
que en la guerra cosa es clara |
|
que no sirve el que obedece |
|
tanto como honra el que manda. |
|
A obedecerte voy. |
(Aparte.)
|
Bien
|
|
que con temor de que vaya |
475 |
Tucapel donde Guacolda |
|
está en la choza de
Glauca. |
|
¡Oh, quiera amor que sin
verla |
|
se oculte! |
(Vase.)
|
|
|
INGA |
Sin tocar arma
|
|
marche el ejército en
mudo |
480 |
silencio. No, deidad sacra, |
|
pues no proseguí en mi
afecto |
|
prosigas en tu venganza; |
|
que cuando me
desengañen |
|
ilusiones y fantasmas |
485 |
no ser mi natural padre, |
|
al fin no me desengañan |
|
no ser mi natural dios; |
|
y de un dios ser hijo basta |
|
adoptivo, para ser |
490 |
del mundo el mayor monarca. |
|
Marche el campo en tal
silencio |
|
que aun a sordina bastarda |
|
no dé62
el orden. |
|
|
|
(Vanse.)
|
|
(Sala en un palacio del Cuzco.)
|
|
(Salen PIZARRO,
ALMAGRO, CANDÍA y SOLDADOS.)63
|
ALMAGRO |
Pues ya quedan
|
|
las centinelas dobladas, |
495 |
bien puedes, lo que a la noche |
|
resta, dormir. |
|
|
PIZARRO |
Vigilancias
|
|
de un heroico pecho, mientras |
|
menos duermen, más
descansan. |
|
No solo al sueño he de
dar |
500 |
el tributo de esta humana |
|
propensión, pero
escribiendo |
|
lo que de la noche falta |
|
he de estar, porque es forzoso |
|
que de tan gloriosa
hazaña |
505 |
como hoy hemos conseguido |
|
lleguen las nuevas a
España, |
|
y sepan dos majestades, |
|
Carlos que en Yuste descansa, |
|
y Felipe, que en su nombre |
510 |
reina, que es ya bien que
añadan |
|
a los coronados timbres |
|
de sus católicas armas |
|
las columnas del Perú, |
|
que fijas sobre las aguas, |
515 |
como el plus ultra al non ultra |
|
las de Hércules
aventajan. |
|
|
|
CANDÍA |
En tanto que desvelado |
|
tú en eso la noche
pasas, |
|
Almagro y yo rondaremos |
520 |
con divididas escuadras |
|
el palacio. |
|
|
ALMAGRO |
Y no será
|
|
fineza; que su dorada |
|
riqueza y sumas grandezas |
|
aun más deleitan que
cansan. |
525 |
|
|
|
(Vase cada uno por su puerta.)
|
PIZARRO |
(Llamando.)
|
Traedme aquí la
escribanía |
|
y el bufete. Esté la
carta |
|
escrita, porque con ella |
|
Fernando, mi hermano, parta |
|
al punto que... |
|
|
ESPAÑOLES |
(Dentro.)
|
¡Fuego, fuego!
|
530 |
|
|
PIZARRO |
Mas ¿quién en
confusión tanta |
|
ciudad y palacio pone? |
|
Iré a ver de qué se
causa. |
|
|
|
|
(Sale CANDÍA.)
|
CANDÍA |
¿De qué ha de
causarse, si es |
|
un volcán todo el
alcázar, |
535 |
que del centro de la tierra |
|
humo aborta y fuego exhala? |
|
De sus bóvedas empieza, |
|
y es que, sin duda, minadas |
|
los bárbaros las
tenían. |
540 |
|
|
|
CANDÍA |
Por aquí será
imposible, |
|
porque el incendio tomadas |
|
tiene esas puertas. |
|
|
PIZARRO |
Pues vamos
|
|
por estotra64
parte. |
|
|
|
(Sale ALMAGRO.)
|
ALMAGRO |
Aguarda;
|
545 |
que no solo... |
|
|
|
ALMAGRO |
...la salida el fuego ataja, |
|
pero de un incendio en otro |
|
irás a dar cuando
salgas. |
|
Encendidas flechas tanto |
550 |
del aire la esfera abrasan, |
|
que vagas exhalaciones, |
|
puntas haciendo en su
estancia, |
|
neblíes de fuego suben |
|
y sacres de fuego bajan |
555 |
a hacer la presa. |
|
|
CANDÍA |
Perdidos
|
|
somos, pues no hay quien nos
valga, |
|
cuando en toda la ciudad |
|
común el incendio
clama... |
|
|
|
UNOS65 |
(Dentro.)
|
¡Que me abraso! |
|
|
OTROS |
(Dentro.)
|
¡Que me quemo!
|
560 |
|
|
UNOS |
(Dentro.)
|
¡Virgen pura... |
|
|
OTROS |
(Dentro.)
|
Madre intacta...
|
|
|
|
UNOS |
(Dentro.)
|
Inmaculada María... |
|
|
|
OTROS66 |
(Dentro.)
|
María llena de gracia! |
|
|
|
TODOS |
(Dentro.)
|
¡Favor, piedad! |
|
|
PIZARRO |
¡Oh españoles!
|
|
¡Qué bien vuestra fe
declara |
565 |
que ella es sola en las
tormentas |
|
cabo de Buena Esperanza! |
|
A morir iré con todos, |
|
porque con todos añadan |
|
mis voces la
aclamación. |
570 |
|
|
CANDÍA |
Ya que la muerte nos halla, |
|
sea con su dulce nombre |
|
en los labios. |
|
|
LOS TRES y
OTROS |
(Dentro.)
|
Madre intacta,
|
|
Inmaculada María, |
|
¡favor, piedad! |
|
|
|
(Vanse.)
|
|
(Vista exterior del Cuzco.)
|
|
(Salen el INGA,
YUPANGUÍ, el
SACERDOTE e INDIOS.)67
|
INGA |
Pues lograda
|
575 |
tan felizmente la
acción |
|
dejas, para que no haya |
|
tan generosa osadía, |
|
que española salamandra |
|
se atreve a salir del fuego, |
580 |
toda la ciudad sitiada |
|
tened, y dé en nuestras
flechas |
|
quien68
saliere de sus llamas. |
|
|
|
YUPANGUÍ |
¿Quién ha de salir,
no habiendo |
|
átomo que no sea brasa, |
585 |
y ya los gemidos suenan |
|
en voces tan desmayadas, |
|
que apenas se oyen o escuchan? |
|
|
|
PIZARRO |
(Dentro.)
|
Hija elegida sin mancha, |
|
del Padre... |
|
|
CANDÍA |
(Dentro.)
|
Madre del Hijo,
|
590 |
doncella y fecunda... |
|
|
ALMAGRO |
(Dentro.)
|
Casta
|
|
Virgen, esposa de Santo |
|
Espíritu... |
|
|
|
CANDÍA y
ALMAGRO |
(Dentro.)
|
Tú nos favorece70. |
|
|
ESPAÑOLES |
(Dentro.)
|
Tú
|
|
nos socorre y nos
ampara71. |
595 |
|
|
INGA |
¿Quién será
esta a quien invocan? |
|
|
|
|
INGA |
Calla,
|
|
y volvamos a escuchar, |
|
pues tan bien suenan sus
ansias. |
|
|
|
|
(La MÚSICA
en lo alto.)
|
MÚSICA |
El que pone en María las
esperanzas, |
600 |
de mayores incendios no solo
salva |
|
rïesgos de la vida, pero del
alma.72 |
|
|
|
YUPANGUÍ |
¿Qué es esto? Tristes
lamentos |
|
de un instante en otro pasan |
|
a ser dulces armonías |
605 |
de sonoras voces blandas.] |
|
|
|
-202r-
|
|
(Aura de Copacabana, con el Niño Jesús en las
manos y el tiempo que empieza a descubrirse73,
y todo lo que dura el paso, hasta desaparecerse, estará
nevando la nube, y todo lo alto del tablado.)
|
INGA |
No es eso, no es eso solo |
|
lo que admira y lo que pasma, |
|
pues del oído a la
vista |
|
el prodigio se adelanta. |
610 |
¿No ves, no ves que los
cielos |
|
sus azules velos rasgan, |
|
y dellos luciente nube |
|
sobre todo el fuego baja |
|
lloviendo copos de nieve |
615 |
y rocío, con que apaga |
|
su actividad? |
|
|
YUPANGUÍ |
Y aún más veo,
|
|
pues veo que la nube, basa |
|
(guarnecida a listas de oro |
|
y tornasoles de nácar) |
620 |
es de una hermosa mujer, |
|
que de estrellas coronada |
|
trae el sol sobre sus hombros, |
|
y trae la luna a sus plantas; |
|
hermoso niño en sus
brazos |
625 |
trae también.
¿Quién vio que nazca |
|
mejor sol a media noche, |
|
a quien con voces74
más claras |
|
hijo de mejor aurora |
|
mejores pájaros cantan? |
630 |
|
|
MÚSICA |
El que pone en María las
esperanzas, |
|
de mayores incendios no solo
salva |
|
riesgos de la vida, pero del
alma. |
|
|
|
|