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ArribaActo III

 

Salen FLORENCIO y RICARDO.

 
FLORENCIO
¿Esos eran los enojos,
recebille y regalalle?
RICARDO
Es padre, no hay que culpalle,
que los hijos y los ojos
tienen poca diferencia,5
antes bien la espiración
de aquella pronunciación,
suspiros son de su ausencia.
En efecto, está don Juan,
después de tanta porfía10
con la paz que antes tenía,
con hábito de galán.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Pensaréis
que ama a Bárbara, y tendréis
desta sospecha testigos, 15
en que no sale de casa
sin ver, que vergüenza es,
que los amigos después
-fol. 31-
que supieron que se casa.
RICARDO
Si amor y celos tuviera, 20
cualquier injusto rigor
fuera como mal de amor,
y como amor le sufriera
celos con una bajeza,
que el valor de amor infama.25
FLORENCIO
¿Donde hay tan hermosa dama,
con tanta gracia y belleza,
una esclava os trae perdido?
RICARDO
Amor no tiene elección.
 

(Sale DON FERNANDO y FABIO.)

 
DON FERNANDO
Alguna causa y razón30
esta mudanza ha tenido.
Bárbara no tiene ya
la alegría que solía.
Muy contenta me servía,
triste por estremo está.35
FABIO
Como don Juan, mi señor,
ha venido, y has mostrado
en regalalle cuidado,
y a Bárbara poco amor,
estará con sentimiento.40
DON FERNANDO
¿Una esclava ha de querer
y ser como un hijo, y tener
el mismo merecimiento?
FABIO
Culpa al principio tuviste,
como a hija la trataste 45
y como el amor mudaste,
no te espantes, que ande triste;
si no es que aquel gentilhombre,
que nunca deja esta puerta,
algo con ella concierta.50
DON FERNANDO
Con bien diferente nombre
me la vendió el capitán.
FABIO
Pues si no es esto, señor,
serán celos del amor
que le muestras a don Juan.55
DON FERNANDO
¿Es aquel el caballero
que dices?
FABIO
El mismo es.
RICARDO
Con lo que veréis después,
remediar mi pena espero,
que sin alguna invención 60
es imposible mover
el pecho desta mujer.
FLORENCIO
Siempre más fáciles son
con sus iguales, mas fuera
mejor compralla.
RICARDO
Ese intento
65
fuera loco pensamiento,
por un millón no la diera.
Pienso que repara en mí.
FLORENCIO
Vamos, que os está mirando.
 

(Vanse FLORENCIO y RICARDO.)

 
DON FERNANDO
Si la esclava inquietando70
anda, Fabio, por aquí,
sabré yo darle a entender
que respeto ha de guardar
a mi casa.
FABIO
Codiciar
la gracia desta mujer75
no te espante, que es hermosa,
y su limpieza y aseo
solicitan el deseo
de la juventud ociosa;
todos se prometerán 80
facilidad, en bajeza,
y yo sé que hay aspereza.
DON FERNANDO
Mucho se tarda don Juan.
FABIO
La caza, señor, divierte.
DON FERNANDO
Desde que hoy amaneció,85
está en el campo, aunque yo
lo tengo por buena suerte;
pues con eso entretenido,
pienso que se le ha olvidado
el casamiento tratado.90
FABIO
Todo lo ha puesto en olvido.
 

(Sale DON JUAN, de campo.)

 
DON JUAN
Mira, Fabio, ese caballo,
-fol. 32-
que Pedro se queda atrás.
¡Oh, mi Señor!, ¿aquí estas?
Gracias a Dios que te hallo95
con la salud que deseo.
DON FERNANDO
Seas, don Juan, bien venido,
¿cómo en el campo te ha ido?,
que ha un siglo que no te veo.
DON JUAN
Vuelvo a besarte la mano 100
por tal favor, pero quiero
contarte.
DON FERNANDO
Eso no, primero
descansa.
DON JUAN
Escucha.
DON FERNANDO
Es en vano,
tiempo queda en que podrás.
¡Hola!
 

(Sale DOÑA ELENA.)

 
ELENA
Señor.
DON FERNANDO
Llega allí;
105
descalza a don Juan.
DON JUAN
¿A mí?
DON FERNANDO
¿Pues es más que los demás?
Siéntate.
DON JUAN
Pedro, señor, vendrá ya.
DON FERNANDO
¿Qué novedad es aquesta?110
DON JUAN
Ea pues, llegad.
DON FERNANDO
Ven luego a comer.

 (Vase.) 

DON JUAN
Qué error de mí y qué favor
de mi buena dicha ha sido
el no haberte conocido. 115
Ángel, la mano tened.
ELENA
Deme el pie vuesa merced.
DON JUAN
Miro si mi padre es ido,
para darte mil abrazos.
ELENA
Deme el pie, vuelvo a decir.120
DON JUAN
Ya no es tiempo de reñir,
sino de darme los brazos.
ELENA
Antes los haré pedazos.
DON JUAN
Pues volvereme a enojar,
que no te pensaba hablar 125
por los celos que me has dado,
que bien sabes que has hablado
con quien me los puede dar.
De verte me enternecí,
y te he perdonado ya.130
ELENA
Tarde pienso que hallara
vuesamerced para mí
satisfación, aunque aquí,
como será, se regale
al sol, puesto que se vale 135
de la invención que propone,
porque no hay, que me perdone,
y del propósito sale
que Ricardo me hable a mí,
cuando por la puerta pasa;140
qué importa si él en su casa
habla a Serafina así.
DON JUAN
Es fuerza.
ELENA
Es amor.
DON JUAN
¿Y?
ELENA
Él, sí,
que hablarme un hombre, saliendo 145
algún recaudo, o volviendo
a casa, no es en mi mano,
mas, vuesamerced en vano
se disculpa, conociendo
el pesar que me hace a mí.150
DON JUAN
A tantas vuesasmercedes,
mira que matarme puedes,
dueño de mi alma, ansí
que desde que te la di
aborrecí cuanto amaba.155
ELENA
¿Dueño yo, siendo su esclava
de vuesa merced?
DON JUAN
Ya es eso
traición, malicia y exceso,
amor, no, condición brava.
Ya estoy rendido, ¿qué quieres?160
Por Dios, que de tú me nombres,
qué tiernos somos los hombres,
qué fuertes sois las mujeres.
ELENA
Tú dices que tierno eres,
siempre habemos de buscar.165
  -fol. 33-  
DON JUAN
Siempre habemos de rogar.
¿Quién no se deja morir
para no llegar a oír
tu término de matar?
¡Ay!, ¡si en el campo me vieras 170
de pechos sobre una fuente,
aumentando su corriente
con lágrimas verdaderas!
ELENA
¿Por Serafina?
DON JUAN
¿Hay locura
tan grande?, que si procura 175
su olvido matarme ansí,
yo quiero imitar de ti
la misma descompostura.
Señor, ¿esta es doña Elena,
con quien pretendí casarme? 180
ven a matarme.
ELENA
A matarme
vendrá primero tu pena.
DON JUAN
Déjame.
ELENA
La lengua enfrena,
loco de mis ojos.
DON JUAN
¿Qué?
ELENA
De mis ojos dije, erré.185
DON JUAN
Ya lo dijiste, ya eres
mi dueño.
ELENA
Sí, pues quïeres
que yo te quiera sin fe.
 

(Entra PEDRO, de caza.)

 
PEDRO
Gracias al cielo que os veo en paz.
DON JUAN
Cómo te has tardado.190
PEDRO
El pájaro lo ha causado,
que es algún demonio, creo.
Que haya quien cace en el mundo,
que vaya siguiendo en fin
un hombre con un rocín, 195
que le despeñe al profundo.
Aves que andan por el viento,
solo hallo disculpados
los naipes, porque sentados
es dulce entretenimiento,200
que quién puede en trucos sufrir
dos torneadores crueles,
y una mesa sin manteles
con dos varas de medir,
que parecen las casitas 205
de corral de vecindad,
con mucha curiosidad
tirándose las boletas.
Cuerpo de tal con la flema,
pues otros que juzgan solos, 210
toda una tarde a los bolos,
quebrantándose por tema,
de qué salen derrengados
por enderezar la bola,
y otros que con ella sola 215
tiran por sendas y prados.
Con los mallos o los mazos,
si es ejercicio, y no vicio;
la esgrima es lindo ejercicio
para hacer fuertes los brazos. 220
Que no ejercitar la espada,
es causa que en la ocasión
falte el aliento, estas son
para juventud honrada.
Las cazas y pajarotes,225
allá son para los reyes
que tienen libros y leyes,
porque con dos matalotes,
y un neblí tuerto de un ojo;
¿quién diablos sale a cazar?230
DON JUAN
Vete, Pedro, a descansar,
que vienes con mucho enojo,
y vós, mi bien, ya quedáis
en paz conmigo.
ELENA
Primero
quiero que jures.
DON JUAN
Yo quiero;
235
juro que vós me matáis.
ELENA
De no ver al serafín
que piensa que has de ser suyo.
DON JUAN
Eso juro, y de ser tuyo.
  -fol. 34-  
ELENA
¿Y el serafín?
DON JUAN
Serafín,
240
en mi vida le veré.
PEDRO
Sino a ti que lo eres mía,
¡qué glosa hacerse podía!
ELENA
¿Cómo?
PEDRO
Escucha.
ELENA
Di.
PEDRO
Diré.
Es el ti, deminutivo 245
del tú y es hijo del mí,
porque regala ansí
con el acento más vivo.
Que el tú es bajo, y el tiple es mí.
Tú mandas, tú desafía, 250
tú es trompeta, tú es cochero,
ti es clarín, ti es chirimía,
y por eso al tú no quiero,
sino a ti, que lo eres mía.
DON JUAN
Tal te dé Dios la salud.255
ELENA
Tu padre llama, y no entienda
que hablamos.
DON JUAN
Adiós, mi prenda.
ELENA
Adiós.
 

(Vanse los dos.)

 
DON JUAN
¡Qué dulce inquietud!
ELENA
Qué poco sabe sufrir
una locura de amor, 260
pero, quién tendrá valor
para dejarse morir,
o no se había de ir,
o no amar, que no hay porfía
de celosa fantasía,265
que estándose defendiendo,
dure sin rendirse oyendo,
sino a ti, que lo eres mía.
Celos, si estáis satisfechos,
¿qué queréis?, dejadme aquí, 270
que pues que ya me rendí,
ya debéis de estar deshechos.
Si más daños que provechos
resultan de mi porfía,
crueldad matarme sería,275
no tiréis flechas al aire,
que dijo con gran donaire,
sino a ti que lo eres mía.
 

(Entra FINEA.)

 
FINEA
Bárbara, es tiempo de verte.
ELENA
¿Qué quieres, Finea amiga?, 280
después que el señor don Juan
vive en casa, no hay quien viva.
Porque con la ocupación
de valonas y camisas,
ni yo sé cuándo es de noche, 285
ni menos cuándo es de día.
FINEA
Qué trabajos.
ELENA
¿Cómo está
tu señora Serafina?
FINEA
Dala al diablo, que se ha hecho
un tigre, una sierpe libia, 290
mejor fuera ya llamarla
demonia que Serafina,
que, como está enamorada,
no hay quien la sufra, ni sirva;
todo es mirarse al espejo, 295
todo es joyas y sortijas.
Endemoniarse o enmoñarse,
ya se toca, ya se enriza,
todo es mirar, si le ve,
y todo ver, si la mira, 300
todo acechar por las rejas,
que están ya las celosías
cansadas de darle calle.
ELENA
¿Hácele muchas visitas
mi amo10?
FINEA
Siempre está allá.
305
ELENA
¿Siempre?
FINEA
Es lindo rompe sillas,
al cinco de oros parecen
los dos, que siempre se miran,
el ensillado y mi ama,
como cuadro de Sevilla,310
ensalzada y enfrenada.
  -fol. 35-  
ELENA
¿Quiérense mucho?
FINEA
Suspiran
como borricos en prado.
ELENA
¿Casaranse?
FINEA
Eso porfían.
ELENA
¿A qué venías?
FINEA
A darle
315
este papel de mentiras;
y a fe que tiene un secreto.
ELENA
¿Qué secreto?, por tu vida.
FINEA
Bárbara, no lo preguntes,
no es posible que lo digas.320
ELENA
¿Esa es la amistad?
FINEA
Perdona.
ELENA
¿Y si jurase?
FINEA
Aún podría
ser que lo dijese.
ELENA
Yo
soy tu verdadera amiga,
dame el papel, que don Juan 325
vino de caza, que el día
le halló en el campo; y descansa,
que el secreto, pues porfías,
ya no lo quiero saber.
FINEA
Si no juraste.
ELENA
Si obliga
330
el juramento, yo juro
que nunca vuelva a las Indias,
que es lo que yo deseo
desde que vine de Lima,
si revelare el secreto.335
FINEA
Pues sabe que una vecina...
¿Óyenos alguien?
ELENA
No hay nadie.
FINEA
Que es una sabia Felicia,
ha perfumado el papel
con veinte borracherías, 340
para que don Juan se case,
dásele y no se lo digas,
así Dios nos libre a entrambas.
ELENA
El secreto que me fías,
haré escritorio del alma.345
FINEA
Pues adiós, que voy de prisa
a ver aquel pajecillo,
que me viste el otro día

 (Vase.) 

hablar junto a cal de Francos11.
ELENA
¡Qué poco duran las dichas!,350
tornasol parece el bien,
que a cualquier parte la vista,
conforme la luz que toma
halla la color distinta.
¡Ay, Dios!, ¿por qué persevero355
en tal vida, en tal porfía,
por qué aguardo desengaños,
donde tantos me la quitan?
Cuando en mejor ocasión
a Triana me volvía, 360
¿por qué me tuviste, amor,
con lágrimas y mentiras?
Qué mujer fui tan mudable,
pues no ha un hora que decía
don Juan, con alma traidora, 365
que era yo su alma y vida.
Ojala fuera yo, que el mismo día
yo me matara si lo fuera mía.
 

(Entran PEDRO y DON JUAN.)

 
DON JUAN
No es posible sosegar.
PEDRO
No es mucho teniendo amor;370
mata el desdén y el favor,
y todo, en fin, es perder
el seso por disparates.
DON JUAN
Elena mía.
ELENA
No trates
de hablarme, que no ha de ser 375
esta vez, como hasta aquí.
Yo no digo que me iré,
sino que aquí me estaré,
a ver lo que haces de mí.
Yo quiero aguardar a ver 380
tu casamiento, y te ruego,
porque importa a mi sosiego,
que hoy sea si puede Serafina
o por lo menos mañana,
-fol. 36-
que con dejarte casado,385
iré, don Juan, sin cuidado,
iré contenta a Triana.
Allí mi primo y mi tío,
si no han venido, vendrán;
poco me debes, don Juan, 390
pues solo pasar el río,
por esa puente me debes
con este yerro fingido,
por quien vendida he sufrido
penas y trabajos breves. 395
Que no fui a Lima por ti,
ni por barcos, horizontes,
pasé mares, subí montes,
ni hacienda, ni honor perdí.
Vuelvo con manos y pies, 400
¿qué hay perdido?
DON JUAN
¿Qué es aquesto,
Pedro amigo?
PEDRO
Es agua en cesto,
humo, espuma y viento es,
es un puñado de arenas,
es cuando el austro se mueve, 405
cielo que hace sol y llueve,
y es luna menguante y llena;
desde lo de la costilla,
no tienen segura espalda,
cual eres para giralda410
de la torre de Sevilla.
DON JUAN
¿Hay tan estraña mudanza?,
¿aún no aguardarás un hora
para mudarte, señora?
ELENA
¡Ay de mí, loca esperanza!415
DON JUAN
Mi bien, yo salí de aquí
y de tus brazos también;
¿quién te ha mudado, mi bien,
en cuanto de aquí salí?
ELENA
Menos mi bien, que no estoy 420
para ser su bien, y advierta
que es esta verdad tan cierta,
que el testigo no le doy.
En este papel tan tierno,
como de aquel su cuidado, 425
porque viene perfumado
con pastillas del infierno.
Aquí le trujo la esclava
del serafín que visita,
pues está la retroescrita, 430
¿para qué me la negaba?
Porque se ha de enamorar
con él, no le ha de leer,
ni yo, para no lo ser,
de quien quisiera matar 435
con las manos y los dientes.
DON JUAN
Elena, si agora vengo
del campo, ¿qué culpa tengo
de esos locos accidentes?
Tener celos con razón,440
no es mucho, pero sin ella,
quien lo quisiere, atropella
con tal determinación.
ELENA
Dice este señor muy bien,
y Pedro dirá que es justo, 445
y que no le den disgusto,
y yo lo diré también.
¿No es verdad, Pedro?
PEDRO
Señora,
no apruebo esa mansedumbre,
que callar con pesadumbre450
arguye traición traidora.
¿Qué importa que Serafina
haya escrito este papel?
ELENA
Ser moreno y moscatel
es un flamenco en la China; 455
pero porque es necesario
que la historia se declare,
lo que de aquí resultare,
sabrá para otro ordinario.
Y solo por culpa mía 460
le digo a más no poder,
que mal haya la mujer,
que de palabras se fía.
  -fol. 37-  
PEDRO
Espera un poco.
ELENA
No hay poco,
sino mucha rabia y pena.465

 (Vase.) 

DON JUAN
Yo pienso, Pedro, que Elena
pretende volverme loco.
PEDRO
No te espantes, si a sus manos
llegó este negro papel,
ya no blanco, pues lo es él 470
de celos tan inhumanos
declárate que es morir
andar templando el humor
deste jumento de amor.
 

(Salen RICARDO y FLORENCIO.)

 
RICARDO
Esto le vengo a decir.475
FLORENCIO
Quedo, que está aquí don Juan.
RICARDO
A vuestro padre buscaba.
DON JUAN
Que es señor lo que mandáis,
que presumo que descansa.
RICARDO
Señor don Juan, he pensado480
que notan en esta casa
que hable a esta esclava vuestra,
porque la malicia humana
siempre piensa lo peor,
y que con esto se cansa 485
de mí el señor don Fernando.
Y es que si con ella hablaba,
era para reducilla
por bien o por amenazas
que ante la justicia diga 490
los días que ha que me falta.
Porque un día me la hurtó
un soldado, que engañada
con casamiento y amores,
la embarcó y la trujo a España. 495
Ella porque a caso os mira,
niega, mas no importa nada,
que la verdad siempre vence.
DON JUAN
Y muchas veces se engañan
los ojos, y puede ser 500
que le parezca esta esclava
a la que os llevó el soldado.
RICARDO
El nombre, el rostro y la habla,
la ha de tener, sin ser ella.
Yo bien pudiera sacarla, 505
como lo haré, sin dinero,
probando que es prenda hurtada;
pero por estar aquí,
y respetar vuestra casa,
daré el precio que costó.510
DON JUAN
Vuesa merced, su probanza
haga por allá, y no crea
que toda la plata indiana
será de Bárbara precio;
y en esto, pocas palabras, 515
porque siento que me burlen.
RICARDO
Todo lo que aquí se trata
es tan de veras, que presto
os lo dirá la probanza,
remitiendo a la justicia 520
lo que no es justo a la espada.

 (Vase.) 

PEDRO
¿Hay semejante maldad?
DON JUAN
Mi paciencia ha sido tanta,
porque he pensado, y es justo,
que como los años pasan, 525
pensara este caballero
que esta es Bárbara, su esclava,
por el nombre y porque, a caso,
tendrá alguna semejanza
con la que en Indias tenía.530
PEDRO
Esa habrá sido la causa
de hablarla y de darte celos.
DON JUAN
Confieso que me los daba,
como Serafina a Elena,
mas dime qué haré.
PEDRO
Quitarla
535
este necio pensamiento,
de que con ella te casas.
DON JUAN
¿Cómo?
PEDRO
Hablando y regalando,
y jurando que si hablas,
juras y regalas, no es 540
mar, monte, ni tigre hircana,
-fol. 38-
sino mujer tierna, sola,
que oye, entiende y ama.
DON JUAN
Que desdichados amores,
cuando esto en Grecia pasara, 545
no era mucho, pero es mucho
entre Sevilla y Triana,
temo su honor y mi vida.
 

(Sale FABIO.)

 
FABIO
Si albricias, señor, me mandas,
sabrás las mejores nuevas 550
que pudo esperar tu casa.
DON JUAN
Yo te las mando.
FABIO
Han de ser
las que de tu mano aguardan
mi servicio y mi deseo.
DON JUAN
Di, presto.
FABIO
Vino la plata,
555
¿pudo ser más presto?
DON JUAN
¿No hay cartas?
FABIO
Trujo la carta
Leonardo, y por las albricias
a Serafina, su hermana,
tu padre un diamante envía, 560
y allá no sé qué se tratan
los dos.
DON JUAN
¿Y quién llevó el diamante?
FABIO
Bárbara.
PEDRO
De toda España
será esta plata el remedio,
suplirá, señor, las faltas 565
de las pasadas fortunas.
FABIO
Las albricias que me mandas
no te han de costar dinero.
DON JUAN
¿Qué quieres?
FABIO
Yo solo que vayas
y le pidas..., ¡ah, señor!570
DON JUAN
Di lo demás, ¿qué te paras?
FABIO
Que con Bárbara me case,
porque es india, aunque es esclava
y de gente principal.
DON JUAN
Pedro, solo esto faltaba.575
PEDRO
Si quiere lo que tú quieres,
milagros son de su cara.
DON JUAN
¿Hasla hablado?
FABIO
Ayer la hablé,
y púsose como un nácar.
DON JUAN
Ahora bien, a hablarla voy.580
FABIO
Vivas más por merced tanta
que un bando en ciudad pequeña.
DON JUAN
Hoy se juntan mis desgracias,
¿qué habrá que no me persiga?

 (Vase.) 

PEDRO
Brava mujer, Fabio.
FABIO
Brava.
585
PEDRO
Tuya pienso que será,
aunque el casamiento amansa.
 

(Vanse.)

 
 

(Sale ELENA, SERAFINA y FINEA.)

 
SERAFINA
Aquella ropa, Finea,
a Bárbara le darás,
y a tu señor le dirás590
que el rico diamante emplea
en sola mi voluntad.
ELENA
Y en vuestro merecimiento,
que aun le juzgo atrevimiento
si valiera una ciudad.595
SERAFINA
¿Ya, Bárbara, no me ves?,
solíamos ser amigas.
ELENA
¡Ay, señora, no lo digas,
por tu vida!, que después
que vino a casa don Juan,600
mi señor, no tengo un punto
de descanso, porque junto
todo el trabajo me dan.
Piensas que la hacienda es poca,
todo es lavar, jabonar605
y almidonar, no hay lugar
para ponerme una toca.
SERAFINA
Pues no se te echa de ver,
envidia tengo a tu aseo.
ELENA
Antes, si os veis, como os veo, 610
de vós la podéis tener,
que si ya por él no fuera,
veros fuera mi placer.
-fol. 39-
¿Pero cómo os puedo ver,
si nunca veros quisiera?615
SERAFINA
Eso que te cansa a ti,
tuviera yo por regalo.
ELENA
Pues es para mí tan malo
que vivo fuera de mí.
SERAFINA
Yo, como quiero a don Juan, 620
solo servirle deseo.
ELENA
Yo también, mas siempre veo
que pesadumbre me dan.
SERAFINA
Poca tendrás, que ya está
mi casamiento tratado; 625
porque se ha desengañado
don Fernando de que ya
es imposible volver
al hábito que solía.
ELENA
Deseando estoy el día630
que don Juan tenga mujer,
para pidir libertad.
SERAFINA
Tú la tendrás, si yo puedo.
ELENA
Si vós os casáis, ya quedo
libre, ¡ay, si fuese verdad!635
SERAFINA
Ruégalo, Bárbara, a Dios,
y aunque yo no lo merezca,
siempre que ocasión se ofrezca
de que estéis juntos los dos,
dile alabanzas de mí.640
ELENA
¡Y cómo si las diré!
SERAFINA
Un vestido te daré.
ELENA
Como eso espero de ti.
SERAFINA
Enamórale, que puede
mucho una buena tercera.645
ELENA
Puesto que no lo estuviera,
tengo de hacer que lo quede.
SERAFINA
Pues abrázame, y a Dios.
ELENA
Él os guarde, Reina mía.
 

(Abrázanse.)

 
SERAFINA
¡Ay!, llegue Bárbara el día650
que estemos así los dos.

 (Vase.) 

ELENA
Cansose la fortuna en perseguirme,
que ya no tiene mayor mal que hacerme,
qué necia he sido yo, por mujer firme,
¿qué puedo ya perder, sino el perderme? 655
Vamos a donde salga a recibirme
aquel traidor que acaba de venderme,
que fundado en el gusto de engañarme
por matarme no acaba de matarme.
Entrando voy por esta casa agora, 660
como quien sube pasos a la muerte,
y a penas tiene ya de vida un hora,
y en esa voy, dulce enemigo, a verte,
este yerro de amor que el amor dora,
esta crueldad de mi fineza advierte, 665
esta será blasón para mi nombre,
que ha de informar la ingratitud de un hombre.
 

(Sale DON JUAN con gabán, como que se levanta, y PEDRO.)

 
DON JUAN
Muestra ese espejo.
PEDRO
¿A qué efecto,
si está aquí Elena, señor?
DON JUAN
Con la tapa del rigor 670
-fol. 40-
no será el cristal perfeto.
PEDRO
Crïados hay por aquí,
mirad los dos cómo habláis,
que celosos no miráis
en que os miren.
DON JUAN
Es ansí,
675
llega y ponme esta valona.
ELENA
No quiero.
DON JUAN
Qué buena esclava.
ELENA
Cuando lo fuera, no estaba
obligada mi persona
a llegaros a la cara, 680
eso es de propria mujer,
llamadla que lo ha de ser,
que a mí me cuesta muy cara.
DON JUAN
Huélgome de que lo niegues,
pues quedo como es razón, 685
libre de la obligación.
ELENA
Que la escritura me entregues
aguardo.
DON JUAN
¿Cuál escritura?
ELENA
Esa de tu casamiento,
porque es el apartamiento 690
que mi libertad procura.
DON JUAN
No, sino lo que Ricardo
dice que tiene de ti.
ELENA
¿Qué Ricardo?
DON JUAN
Vino aquí
ese tu amante gallardo, 695
y dice que eres su esclava,
y que un soldado te hurtó,
y esto bien lo entiendo yo.
ELENA
Pues no, si tan claro estaba.
DON JUAN
¿Y cómo, si es invención700
que entre los dos se ha tratado
para irte sin cuidado
de mi padre y tu opinión?
ELENA
Cuando yo me quiera ir,
¿a dónde me han de buscar?705
DON JUAN
Pues yo me quiero vengar,
que sé amar, y no fingir,
llega, llega.
ELENA
Si llegara,
si en cada mano tuviera
cinco puñales.
PEDRO
Hiciera
710
rallo tu cara.
DON JUAN
Repara
en la crueldad con que vienes.
ELENA
Qué importa que te quitara
la cara, pues te dejara
una de las dos que tienes.715
PEDRO
Esta amistad quiere hacer.
ELENA
Con este principio.
PEDRO
Diome.
ELENA
Eso el alcagüete tome
mientras que le vuelvo a ver.
 

(Sale DON FERNANDO.)

 
DON FERNANDO
¿Qué es esto, Bárbara?
ELENA
Ha dado
720
Pedro en requebrarme.
DON FERNANDO
Ha hecho
muy bien.
PEDRO
Estoyme burlando.
ELENA
Conmigo se burla el necio.
DON FERNANDO
Don Juan, pues que ya estás vestido,
esta mañana vinieron725
Leonardo y el escribano,
entra por tu vida adentro.
Firmaremos la escritura,
que los suyos y mis deudos
han ido por Serafina,730
tu mujer, porque en sabiendo
que fue, por quien has dejado
aquel intento primero,
como ella propria me ha dicho,
y que siendo tu deseo,735
no tuve que preguntarte.
Hicimos nuestro concierto,
con el secreto que es justo;
en fin, te casas sin suegro
y con veinte mil ducados.740
  -fol. 41-  
DON JUAN
Agora señor, tan presto,
mirémoslo más despacio.
DON FERNANDO
¡Por Dios, don Juan!, que no entiendo
tu condición, ni casado,
ni clérigo.
DON JUAN
Yo no puedo
745
dejar de serte obediente,
pero digo que pensemos
si acertamos más despacio.
DON FERNANDO
¿Si acertamos, majadero?,
¿merecéis vós descalzar 750
a Serafina?, ¿qué es esto?
Dejáis cinco mil ducados
por ella, y agora, necio,
queréis quitarme el juicio.
Entrad dentro.
DON JUAN
Voy. ¡Ay, Pedro!,
755
quédate aquí con Elena.
PEDRO
Hablando de Elena quedo.
DON FERNANDO
¡Ea!, Bárbara, esta casa
me poned como un espejo,
aderezad ese estrado.760
¿Tristeza?, ¿pues qué tenemos?,
¿qué cara es esa?, no habláis,
días ha, perra, que os veo
muy triste y muy entonada.
Vós pensáis que no os entiendo, 765
érades ya la señora
y, con este casamiento,
os pesa que Serafina
a esta casa venga a serlo,
que desde que se trató,770
andáis que es vergüenza veros.
Estábades enseñada
a hombre solo, pues poneos
de lado, que tengo nuera,
que ha de tener el gobierno775
y las llaves de mi casa.
¿Pues que te parece, Pedro,
desta esclava?
PEDRO
Señor,
tiene poco entendimiento.
La mejor, cuando se emperra, 780
tiene estos reveses, creo.
DON FERNANDO
Creo
que la habremos de vender.

 (Vase.) 

ELENA
¿A dónde habrá sufrimiento
para tan grandes fortunas?
Ya no me bastaba, cielos,785
perder honra y opinión,
sino pasar por desprecios
de esclava, como si fuera
verdad que lo soy, mas pienso
que siempre lo fui, y el hombre 790
que me ha perdido, es mi dueño.
Pedro, ¿sabes tú quién soy?
PEDRO
¿Qué dices?
ELENA
En algún sueño
pensé que era de Triana
una mujer que trujeron 795
de México, allí, sus padres,
su nombre, si bien me acuerdo,
era doña Elena.
PEDRO
Mira
que este triste pensamiento
te vuelve loca; no eres 800
esclava, que amor te ha hecho
herrar el rostro.
ELENA
Es verdad;
si bien dices, amor tengo12;
pero, ¿sin duda soy yo?,
¿sábeslo Pedro de cierto?805
PEDRO
¡Pues no, y como sí lo sé!,
y que el hierro que te han puesto
te agradece mi señor,
porque han mentido los celos
si te dicen que pretende 810
ese injusto casamiento
de Serafina.
ELENA
¡Ah, traidor,
fementido, infame, perro!,
yo te quitaré la vida,
que, como fuiste el tercero815
-fol. 42-
de sus amores, me engañas.
PEDRO
Señora, envaina los dedos,
que me has deshecho la cara,
que se le antoje el pescuezo
a una preñada, está bien;820
muerda, pero no con celos.
 

(Salen LEONARDO y FINEA, SERAFINA de la mano y deudos.)

 
LEONARDO
¿Si habrá venido el notario?
FINEA
Aquí están Bárbara y Pedro.
SERAFINA
¿Pero dónde está don Juan?
PEDRO
Pienso que están allá dentro 825
él, su padre y el notario.
SERAFINA
Bárbara, no me hablas.
ELENA
Vengo
a aderezar los estrados
y componer los asientos
para los jueces, que hoy 830
han de sentenciar mi pleito.
 

(Salen DON JUAN, DON FERNANDO, y el NOTARIO.)

 
NOTARIO
Solo resta que firméis,
pues ya vino esta señora.
DON FERNANDO
Mi Serafina, en buen hora
esta vuestra casa honréis.835
ELENA
¡Que pueda yo estar aquí!,
¿qué perdón del Rey espero,
si llega el cordel primero?
SERAFINA
Señor, hoy tenéis de mí
una esclava en vuestra casa.840
ELENA
Pues si ya esclava tenéis,
¿para qué a mi me queréis?
PEDRO
Calla hasta ver lo que pasa.
ELENA
¿Cómo puedo yo callar?
PEDRO
Tú lo has de echar a perder.845
ELENA
¿Pues qué me falta de hacer,
sino dejarlos casar?
DON FERNANDO
Pedro, ¿qué dice esa esclava?
PEDRO
No sé qué pasión le dio
de tantos berros que cenó 850
si acaso en ellos estaba,
cual suele algún amapelo.
DON FERNANDO
Pues calle o llévela allá.
NOTARIO
Sabed, señores, que está
la ejecución, quiera el cielo, 855
hecho por esta escritura,
concierto de voluntad
de entrambos.
ELENA
¿Hay tal maldad?
PEDRO
Calla, sufre, ten cordura,
¿no ves que la están leyendo,860
y que la quieren firmar?
ELENA
¿Qué me queda que esperar,
Pedro, si me estoy muriendo?
PEDRO
Desde una reja miraba
un canónigo en Toledo 865
una mula que sin miedo
de una peña en otra daba.
Para despeñarse, al río,
dábanse prisa al salir,
y él, sin cesar de reír,870
daba en aquel desvarío,
hasta verla despeñar,
pero viendo como un rayo
ir tras ella su lacayo,
volvió el placer en pesar,875
sabiendo que era la suya.
Y puesto, Elena, que sea
comparación baja, y sea
para la desgracia tuya,
parece que está don Juan880
viéndote andar por las peñas,
y que ha visto por las señas
que ya mis ojos le dan,
aunque el dolor disimula,
para dar voces dispuesto,885
señores, acudan presto
que se despeña mi mula.
ELENA
Pues ya me ha desconocido,
él me dejará caer.
PEDRO
Ya acabaron de leer.890
  -fol. 43-  
ELENA
Yo he de perder el sentido.
NOTARIO
Con este podéis firmar.
Quítasela y rómpela.
ELENA
Mas yo firmaré por él,
que con rasgar el papel, 895
me acabo de despeñar.
DON FERNANDO
Suelta la escritura, loca.
ELENA
Pues suélteme él a mí,
por quien el seso perdí.
DON FERNANDO
¡A qué dolor me provoca!900
DON JUAN
Temblando estoy; ¡si diré
quién es!
NOTARIO
Toda la rompió.
DON FERNANDO
Llevadla de aquí.
ELENA
Si yo
soy loca, la culpa fue
este traidor, que me ha dado 905
la causa porque lo estoy.
 

(Sale FABIO.)

 
FABIO
Esperad, que a decir voy,
señores, que habéis entrado.
DON FERNANDO
¿Qué es eso, Fabio?
FABIO
Aquí están,
señor, con un mandamiento, 910
para que se deposite
esta esclava.
DON FERNANDO
Entre su dueño,
sin los que vienen con él,
que este no es día de pleitos,
y es mucha descortesía.915
 

(Salen RICARDO y FLORENCIO.)

 
RICARDO
Yo vine aquí, no sabiendo
esta ocupación, señores,
y que perdonéis os ruego,
que yo volveré otro día.
ELENA
Para que, si desde luego920
digo que mi dueño sois,
y que como a tal os quiero,
¡ea!, vámonos de aquí,
que cuanto decís, confieso.
Que si negaba ser vuestra, 925
fue la causa el amor ciego
que en esta casa tenía,
pero ya conozco el vuestro.
¡Ea!, ¿qué hacemos aquí?
RICARDO
Pues para que no entren dentro930
los que han venido conmigo,
guardando el justo respeto,
dadme, señores, licencia
para que como su dueño
lleve esta esclava a mi casa.935
DON JUAN
No pienso yo, caballero,
que basta para llevarla
que ella con el mucho exceso,
de la locura en que ha dado,
diga que es vuestra.
DON FERNANDO
Sin esto.
940
son cuatrocientos escudos
los que han de venir, primero
que la saquen desta casa.
RICARDO
Si me la hurtaron, no tengo
obligación de pagarla.945
Pésame de haberos puesto
demanda en esta ocasión;
pero esto tiene remedio,
depositándola en tanto
que averiguamos el pleito.950
DON JUAN
¿Qué depósito mejor
se le puede dar que el nuestro?
RICARDO
Eso no, mas por los dos,
la tendrá el señor Florencio.
ELENA
¿Para qué?, si yo soy vuestra, 955
y lo digo y lo confieso,
y si en el dinero topa,
vénganlo luego a contar,
que el mismo en escudos tengo,
como lo dio don Fernando.960
DON JUAN
Dejádmela hablar primero.
Oye a parte.
ELENA
¿Que me quieres?
DON JUAN
Elena, aunque estás sin seso,
no igualas a mi locura,
porque entre tantos estremos965
de confusión divertido,
-fol. 44-
solo pensar me detengo,
como guardando tu honor
podemos hallar un medio
para que lleguen al fin970
tu esperanza y mi deseo.
ELENA
Oh, que gracioso letrado,
preguntalde el cuento a Pedro
del canónigo y su mula,
que estáis muy despacio viendo975
que voy al profundo pico
de la ingratitud que veo
en vuestra crueldad, don Juan,
de peña en peña cayendo.
¡Ea!, vámonos de aquí, 980
Ricardo ha de ser mi dueño,
yo le daré posesión
de mi alma y de mi pecho.
Y tú, perro fementido,
quedarás trocando el hierro, 985
por infamia de los hombres,
cobarde, vil caballero,
mal parecido a tu padre,
sino a quien...
DON JUAN
Tente.
ELENA
No quiero.
DON JUAN
Tente, luz de aquestos ojos, 990
mi bien, tente.
DON FERNANDO
¿Qué es aquello?,
¿ojos y bien a una esclava?
RICARDO
Vamos, Bárbara.
DON JUAN
Teneos,
que os engaña el parecerse995
a quien piensas.
RICARDO
Lo que pienso
es que aquella esclava es mía.
DON JUAN
Mirad si el engaño es cierto,
pues es mi mujer.
DON FERNANDO
¿Quién?
ELENA
Yo.
DON FERNANDO
¿Mujer una esclava?, perro, 1000
¡oh, perro!, nunca viniera a mi casa,
llevalda, señor, os ruego,
llevalda, que yo os perdono
los escudos.
ELENA
Paso quedo,
que soy mejor que don Juan, 1005
que por agradecimiento
de que dejase por mí,
dignidad, padres y deudos,
sabiendo que vós, airado,
por venganza o por desprecio, 1010
queríades adoctar
por hijo y por heredero
de vuestra hacienda un esclavo,
desesperado consejo.
Hice que un criado mío 1015
me vendiese, que este hierro
es fingido, como veis,
pues me lo quito tan presto.

 (Quítasele.) 

Es doña Elena mi nombre,
vivo en Triana, no es tiempo 1020
de cansar con relaciones
disculpas de caballeros,
que me tuvo por su esclava.
Y a esta señora le dejo
a don Juan, porque es muy justo. 1025
Con que a Triana me vuelvo,
contenta de que he tenido
para ser valiente pecho,
esclava de su galán.
SERAFINA
La acción que a casarme tengo,1030
señora, os doy por hazaña
de tanto valor.
DON FERNANDO
Suspenso
de lo que mirando estoy,
digo que a don Juan le ruego,
la dé la mano y los brazos, 1035
porque tan heroicos hechos
merecen premios mayores.
RICARDO
Señores, oigan a Pedro.
DON JUAN
¿Qué quieres decir?
PEDRO
Que aquí,
senado ilustre y discreto,1040
la esclava de su galán
da fin a servicio vuestro.