Jornada II |
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Salen el
REY, el
PRÍNCIPE y
SEVERO.
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REY | Tanta tristeza en ti de pocos días, | | Alejandro, a esta parte estraña cosa. | |
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ALEJANDRO | Con ellos crecen las desdichas mías, | | ¿qué causa me preguntas más forzosa? | |
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REY | De mi justa obediencia te desvías | 5 | tan alabada en ti por milagrosa, | | algo te han dicho porque de otro modo | | blasón fue tuyo obedecerme en todo. | |
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ALEJANDRO | Ya sé la causa porque aquí me tienes | | en injusta prisión tan largos años, | 10 | que cada instante de sus horas vienes | | a entretener tu vida en mis engaños. | | Y ya de tal manera la entretienes, | | que por librarte de pensar mis daños, | | mi desesperación hará que pida | 15 | a la muerte remedio de mi vida. | | Por dicha quiero yo salir al monte, | | donde pueda matarme alguna fiera | | de las que mira el Sol en horizonte | | como si Venus tú y yo Adonis fuera. | 20 | Quiero ya que la caza me remonte | | por su crespa cerviz que en la ribera | | del mar se empina a la más alta nube | | que por escalas de peñascos sube. | | |
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| Quiérome no más de ver en compañía | 25 | del más leal que tu privanza crea | | cuatro arbolillos y una fuente fría | | que hacen adorno a una pequeña aldea. | | ¿Es mucho que me des licencia un día | | para que a cuatro labradores vea? | 30 | ¿Qué Cortes pido yo, ni qué ciudades, | | donde andan rebozadas las verdades? | | ¿En qué nave solícita me embarco | | por el rigor de la salada espuma? | | ¿Qué Cesar soy de Amidas en el barco, | 35 | cuando mi engaño tu valor presuma? | | ¿A quién voy a vencer? ¿Qué flecha de
arco | | dio el yerro al blanco y retiro la pluma? | | Mas bien será que el de la muerte sea, | | pues no me dejan ver tan pobre aldea. | 40 | (Vase.) |
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REY | ¿Qué es aquesto, Severo, cómo llega | | Alejandro a tan loco desvarío? | | ¿Qué aldea es esta contra el gusto mío? | | ¿No sabe que no puedo | | darle licencia para tanto daño? | 45 |
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SEVERO | Señor, de que es ciudad te desengaño, | | aquí vive una bella labradora | | que con menos clavel sale la aurora, | | y para verla lo que dice intenta. | |
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REY | Esa afición su entendimiento afrenta. | 50 | ¿No hay damas en la Corte, no hay señoras? | |
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SEVERO | La bendición, señor, del gusto ignoras. | | Tal vez agrada lo que no merece | | ser por amor amado y se aborrece | | lo que de amar es digno. No he podido, | 55 | en tanto amor, un átomo de olvido | | poner por más que persuadirle intento. | |
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REY | Un hombre de tan claro entendimiento | | no habla de aplicar a lo que es justo | | la inclinación y el gusto, y agradarse de damas | 60 | que en el yelo mayor encienden llamas. | | Sin duda es invención la labradora | | para poder salir hasta el aldea, | | salir, Severo, y aun huir desea, | | |
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| pues esa blanca aurora, | 65 | vestida de claveles y jazmines, | | véngale a ver, Severo; no imagines | | que ha de salir de aquí. |
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REY | Pues sufra y viva, que su bien deseo. | |
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(Vanse.)
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(Salen
LEONARDO y
PEROL.)
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PEROL | Laura hermosa, | | no hay más incrédula cosa | | que un pecho al amor rendido, | | y por vida de Perol, | | no porque lisonja sea, | 75 | que parece que en la aldea | | faltaba hasta agora el sol. | | Si crédito no me das | | pregunta al prado, a las flores, | | si vieron tales olores | 80 | en sus pimpollos jamás. | |
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LEONARDO | ¡Oh, qué bien se echa de ver, | | todo se alienta y restaura! | | ¿Cómo viene? |
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PEROL | Como Laura, | | que no hay más que encarecer. | 85 |
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LEONARDO | No lo hubiera dicho yo, | | ¡oh, qué envidia te he tenido! | |
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PEROL | Soy sabio, soy entendido, | | aunque venturoso no. | |
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LEONARDO | En fin, Laura vino ya | 90 | del peligro del palacio. | |
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PEROL | Peligro en tan breve espacio; | | segura en sí mi señora está, | | pues que dél Laura ha venido | | sin palabra descortés. | 95 |
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(Salen
CASANDRA y
CINTIA.)
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LEONARDO | Plegue a Dios, mas esta es. | |
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CASANDRA | Dicen que estaba ofendido | | y no ha tenido razón. | |
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CINTIA | Amor, Laura, todo es celos. | |
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CASANDRA | Guarden tu vida los cielos. | 100 |
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LEONARDO | Sí harán, que tus ojos son; | | ya te aguardaban los campos, | | bosques, árboles y fuentes, | | bellísima labradora, | | que de los palacios vienes. | 105 | Por tus ojos, que no he visto | | el Sol en el cielo alegre | | después que con tu partida, | | dando mi vida a la muerte. | | En los fines del estío | 110 | todo se alegra y florece, | | por ti presumen los campos | | que la primavera vuelve. | | No hay prado, bosque ni selva | | que no se vista de verde, | 115 | y sola está mi esperanza, | | tan desnuda como siempre. | | Envidia tengo a los prados | | que pisados reverdecen | | de esos pies a donde amor | 120 | tantas libertades tiene. | | No hay flor que a tomar olores | | no salga aunque al tiempo pese, | | las clavelinas por grana, | | las azucenas por nieve. | 125 | Yo solo en tu sol, ¡ay, Laura!, | | que no tenga vida quieres, | | pues anocheces en mí | | cuando entre dos amaneces. | | Pero dime de Alejandro | 130 | las nuevas que el alma tiene, | | que le vi inclinado a amarte. | | |
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| Tú sabes lo que mereces, | | sosiega, Laura, mis celos, | | que rayos de amor parecen. | 135 | Serás laurel para mí, | | que los rayos no le ofenden | | y así tengas tanta dicha | | como hermosura que dejes, | | atrevimiento a mis brazos, | 140 | licencia de los que vienen, | | que si respondes ingrata, | | flores, campos, prados, fuentes, | | abrasarán mis suspiros | | y llorarán tus desdenes. | 145 |
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CASANDRA | Después, querido Leonardo, | | que quiero pagarte así | | lo que mi causa encareces, | | pues tú no sabrás fingir. | | Después de rústico baile, | 150 | donde tan bien parecí | | a quien no me lo parece, | | porque yo no sé mentir. | | Después, digo, que te fuiste | | y me dejaste sin mí, | 155 | con lástima de mirarte, | | enmudecer y sentir. | | Quiso Alejandro que entrase | | donde en sus riquezas vi | | trasladar su plata el indio, | 160 | su rubio metal Ofir, | | la China el blanco diamante, | | Ceilán el rojo rubí, | | Ganges su topacio ardiente, | | Éufrates su azul zofir, | 165 | sus pensiles, Babilonia; | | que el más pequeño jardín, | | pudiera con mayor fama | | ser de sus muros pensil. | | Y abriéndome un escritorio, | 170 | que fue lo mismo que abrir | | puesta a las luces la noche, | | otras tantas joyas vi. | | Hurtar pudieran a Midas, | | igualar y competir | 175 | con las riquezas de Creso, | | causa de su triste fin. | | Díjome: «hermosa aldeana, | | aunque nunca yo lo fui, | | haz cuenta que todas estas | 180 | se labraron para ti. | | Cuantas te agradaren toma.» | | Yo, Leonardo, respondí: | | «no guarnecen ricas prendas, | | sayal tan grosero y vil. | 185 | Guarda, famoso Alejandro, | | para quien iguale en ti | | las riquezas destas joyas, | | que la aldea en que nací | | aún no sabe que es cristal, | 190 | porque se suele servir | | de arroyos para tocarse | | sin fingir rosa y jazmín.» | | Enojose y viendo yo | | un cupido relucir | 195 | que navegaba en un mar | | sobre un hermoso delfín. | | Tomele por contentarle | | y de la cuadra salí | | llamando a Cintia y a Nise, | 200 | y esto me dijo al salir: | | «Aunque al amor lleves, Laura, | | más amor dejas en mí, | | que eres la primer mujer | | a quien el alma rendí. | 205 | Venme a ver pues que me has muerto, | | venme a ver, Laura gentil, | | que si yo salir pudiera, | | yo fuera a buscarte a ti. | | Estoy en esta prisión | 210 | por una estrella infeliz, | | ya no la siento, que siento | | la del alma que te di.» | | Con esto quedose y triste, | | |
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| si fue de verme partir, | 215 | no lo sé, mas sé que luego | | que del castillo salí, | | me di prisa para verte | | porque ya con verte aquí, | | de fin la historia y la ausencia, | 220 | que el amor no tiene fin. | |
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LEONARDO | Nunca pensó mi paciencia | | de ver, ¡ay, pena mortal!, | | tanto bien a tanto mal | | como fue, Laura, tu ausencia. | 225 | Mi muerte fue tu partida, | | pero ya con solo verte | | corrida se fue la muerte | | y vino alegre la vida, | | si bien no pudo tener | 230 | seguridad del amor | | de un hombre cuyo valor | | tanto me da que temer. | |
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PEROL | ¡Ay, Cintia, qué linda mano | 235 | te has dado a lo cortesano! | |
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PEROL | A bulto en corte he visto, | | que es lo mismo que a río vuelto | | andar, Cintia, el diablo suelto. | 240 |
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CINTIA | ¿Qué importa si yo resisto? | |
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PEROL | Hubo pellizco de paje, | | necedad de gentilhombre | | y otras cosas deste nombre | | hizo novedad el traje. | 245 | Nadie se llegó al olor | | del tomillo del aldea, | | nadie te llamó Amaltea. | |
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CINTIA | A fe que vienes de humor. | |
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PEROL | Bonitos son los lindones | 250 | para que perdonen nada. | |
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CINTIA | Laura fue la festejada, | | que tiene ilustres razones | | y sabía responder. | |
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PEROL | ¿Qué te dio el Príncipe a ti? | 255 |
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CINTIA | A mí | | no me dieron a escoger, | | en rubíes y diamantes; | | esta cadena me dio. | |
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CINTIA | No te espantes, | | que no hay hombre que a mujer | | vuelva cosa que le preste. | |
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PEROL | Bravo desengaño es este | | y, ¿qué nos soléis volver | 265 | de todo cuanto os prestamos? | |
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CINTIA | Sois hombres, Perol, es justo | | que es traición sobre mal gusto | | dar la mujer. |
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PEROL | Bien medramos, | | Cintia, quien tiene de dar, | 270 | o sea hombre o sea mujer, | | cuando se llega a querer. | |
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CINTIA | La cadena he de guardar | | si más razones alegas, | | que en un pleito hay peticiones, | 275 | trampas, notificaciones, | | pasos y pasiones ciegas. | |
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LEONARDO | De todo estoy satisfecho; | | descansa, Laura, si acaso | | lo estás. |
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LEONARDO | No es aquel rústico techo | | a propósito de quien | | de tantas riquezas viene. | |
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CASANDRA | Aunque las que estimo tiene. | |
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LEONARDO | Vida los cielos te den. | 285 |
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(Vanse.)
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PEROL | En efeto, no hay que hablar | | en esto de la... |
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CINTIA | Ya entiendo, | | |
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| mucho me cansas pidiendo. | |
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PEROL | Pues yo tengo que te dar | | una cosa que es muy buena. | 290 |
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CINTIA | Si es alma, sácala al sol. | |
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PEROL | Pues no seré yo, Perol, | | si no os pesco la cadena. | |
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(Vanse.)
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(Salen el
REY,
SEVERO,
TEODORO y
CELIO.)
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REY | ¿Es posible que ha llegado | | el Príncipe a tal tristeza? | 295 |
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SEVERO | No se espante vuestra alteza. | |
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REY | Pues, ¿no me ha de dar cuidado? | |
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SEVERO | Quien de la prisión de amor | | se admira, no tenga nombre | | de hombre, porque en el hombre | 300 | es natural su rigor, | | pero tú juzgar no debes | | en tus años de sus daños. | |
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REY | No se me olvidan los años, | | que son los años muy breves | 305 | y en materia de querer | | Alejandro inobediente; | | pasar deste fuerte el puente, | | cosa que no puede ser. | | Sé lo que dijo Platón | 310 | describiendo en el Timeo | | su atrevimiento y deseo, | | pero no será razón | | que tal licencia le dé. | |
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TEODORO | Y si de pena se muere, | 315 | ¿qué remedio habrá que espere | | tu cuidado? |
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REY | Trae del aldea | | esa bella labradora, | | que como decís adora. | 320 |
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CELIO | ¿Y no puede ser que sea | | mujer de tanto valor | | que a su fuerza se resista? | |
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REY | Puede ser, mas con la vista | | templa su fuerza el amor, | 325 | que tampoco yo querría | | dar lugar a cosa injusta. | |
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TEODORO | Pues si vuestra alteza gusta | | de su salud... |
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TEODORO | Hoy iremos Celio y yo, | 330 | y le trairemos a Laura. | |
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REY | Lo que su vida restaura | | es mi salud, que otra no, | | y Severo la tendrá | | en guarda porque es razón | 335 | mirar su honor y opinión. | |
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CELIO | En viéndola templará | | la tristeza de su ausencia. | |
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(Vanse el
REY y
SEVERO, y sale el
PRÍNCIPE.)
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PRÍNCIPE | ¿Qué os ha dicho el Rey, Teodoro? | |
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TEODORO | Que con el gusto decoro | 340 | venga Laura a tu presencia, | | pero que la tenga en guarda | | Severo. |
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ALEJANDRO | Tenga en buen hora; | | vea yo mi labradora | | discreta, hermosa y gallarda, | 345 | que no pasa mi deseo | | la margen de la razón. | |
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CELIO | Vencer la propia pasión | | fue siempre el mayor trofeo. | |
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ALEJANDRO | Partid los dos a buscar | 350 | de mi salud el remedio, | | pues no hay montañas en medio, | | ni montes de airado mar. | | Id a ese pobre lugar, | | rico de tan gran tesoro, | 355 | amigos Celio y Teodoro, | | y para sol más bizarro | | pedid al del cielo el carro, | | todo de diamantes y oro. | | Y si el de Venus traía | 360 | |
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| cisnes por más majestad, | | caballos blancos llevad | | como nieve helada y fría. | | Decid a la prenda mía | | que mi padre, para darme | 365 | salud, quiere que a curarme | | venga aquesta ocasión, | | porque como no es león | | no teme que ha de matarme. | | Y engáñase, que recelo | 370 | que Laura tiene en su oriente | | al león por ascendente, | | séptimo signo del cielo. | | Pues, ¿qué importa su desvelo | | si el pronóstico ha cumplido? | 375 | Muerto a sus manos he sido, | | tan honrado, aunque encubierto, | | que es el león que me ha muerto | | dentro del cielo nacido. | |
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(Vanse.)
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(Salen
CASANDRA y
NISE.)
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NISE | Después, Laura, que veniste | 380 | a la aldea, estoy de suerte | | que se acobarda la muerte | | de matar vida tan triste. | | Fiando mucho en quien fuiste, | | nunca te he querido, ¡ay cielos!, | 385 | decir mis locos desvelos, | | porque cuando fuese culpa | | siempre tiene amor disculpa, | | pero no en pidiendo celos. | | Olvidome el labrador | 390 | que por güésped has tenido | | por quererte, que el olvido | | fue siempre sombra de amor. | | Pensé yo de tu valor | | que del Príncipe vinieras | 395 | enamorada y que dieras | | lugar a tus pensamientos | | sin que tus merecimientos, | | tan bajamente ofendieras. | | Pero engañeme, pues ya | 400 | pagas su necia afición. | |
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CASANDRA | Si tus palabras lo son, | | el efeto lo dirá, | | si te ha olvidado será | | porque nunca le has querido. | 405 | De mí, Nise, no lo ha sido | | y no he nacido en aldea, | | mas puede ser que lo sea | | si tú despiertas mi olvido. | | Es Leonardo muy buen hombre, | 410 | mas no bueno para mí, | | porque pienso que nací | | muy desigual a su nombre. | | Mi voluntad no te asombre, | | que se la debo tener, | 415 | pues no más de por mujer | | me ha dado tanto favor, | | que era no tenerle amor | | dejarle de conocer. | | Él es ido a la ciudad | 420 | a llevar muerto un león | | y a ciertos premios que son | | celo de honor en su edad; | | direle tu necedad | | cuando venga, si tú quieres. | 425 |
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NISE | No, mi Laura, no te alteres; | | el verme alterar te admira. | | ¿No sabes ya que es la ira | | mayorazgo en las mujeres? | |
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(Sale
PEROL.)
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PEROL | Lindamente ha sucedido. | 430 |
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PEROL | Leonardo vuelve | | de la ciudad vitorioso. | |
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CASANDRA | Albricias por él mereces; | | di a Nise que te las dé. | |
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PEROL | ¿Por qué, si tú me las debes? | 435 |
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CASANDRA | El porqué Nise lo sabe | | y con Leonardo se entiende. | |
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PEROL | Cólera tenemos ya, | | oye, ansí Venus aumente | | |
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| tus años y tu hermosura. | 440 |
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CASANDRA | Lo que ha pasado, refiere. | |
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PEROL | En la plaza del castillo, | | que está del jardín enfrente, | | estaba un alto teatro | | para tres nobles jueces. | 445 | El Príncipe, en un balcón | | sobre un bordado tapete | | de tela de oro, mostraba | | la luz que el sol en su oriente; | | colgadas diversas armas | 450 | la joventud noble encienden | | con los premios que a otra parte | | igualmente resplandecen; | | después de haber presentado | | Leonardo el león valiente, | 455 | que aun muerto causaba espanto, | | que aun muerto pueden temerle, | | bajamos a ver la plaza | | en que al Príncipe entretienen | | carreras, fuerzas y espadas, | 460 | y hacen señal que comiencen. | | Sale un fuerte luchador | | en camisa y zaragüelles, | | barbado de pecho y brazos, | | calzado de frente y sienes. | 465 | Quítase Leonardo un sayo, | | y como un toro arremete, | | alza el hombro, traba el brazo, | | nervios y güesos le tuerce. | | Gimen, anhelan, suspiran, | 470 | sudan, braman, finalmente | | al competidor cansado, | | Leonardo en la tierra tiende. | | Danle una cadena de oro | | y codicia conocerle | 475 | Alejandro, dando causa | | a que a más premio se aliente. | | Dentro de un hora a la plaza, | | digo a la palestra, vuelve, | | donde tiraban la barra, | 480 | mozos gallardos y fuertes. | | Tomola en la fuerte mano | | y una vez que la revuelve | | al mayor tiro de todos | | pasa seis palmos o siete. | 485 | Danle una copa de plata, | | descansa y partirse quiere, | | pero viendo las espadas, | | irse por bajeza tiene. | | Vase para su contrario | 490 | y con tajos y reveses | | rompió los cascos a cuatro, | | lo mismo hiciera de veinte. | | Danle una sarta de perlas | | tan bella que me parece | 495 | que la veo en tu garganta, | | aunque es nieve sobre nieve. | |
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(Salen
TEODORO y
CELIO.)
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CELIO | Aquí dicen que ha de estar | | con algunas labradoras. | |
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CASANDRA | ¿Qué esto, gente a estas horas? | 500 |
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NISE | Habrán llegado al lugar | | para pasar a la sierra. | |
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TEODORO | Venus os guarde, aldeanas, | | y logre vuestra hermosura. | |
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CELIO | ¿En qué damas cortesanas | | puede haber más perfección? | 510 |
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CASANDRA | ¿Qué es lo que buscáis, señores? | | Porque si sois cazadores | | de un espantoso león, | | vino un labrador ayer | | a dar nuevas al aldea. | 515 |
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CELIO | Como mi gente le vea | | no os dejará qué temer. | | ¿Destruyen mucho el ganado? | |
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CASANDRA | No llegan tanto al lugar. | |
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NISE | Di que nos dejen andar | 520 | en su coche por el prado, | | Laura, así te guarde Dios. | |
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CELIO | Entrad en él si queréis | | andar un rato las dos | 525 | por el prado o el aldea. | |
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CASANDRA | Ha tanto que no me vi | | en coche que aun por aquí | | tendré a ventura que sea. | |
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CELIO | Cochero, esas damas lleva. | |
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TEODORO | No es menester que le avise, | | que él sabe lo que ha de hacer. | | Pica al castillo, Danteo. | 535 |
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(Éntrense.)
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PEROL | ¡Ay, cielos!, ¿qué es lo que veo? | | Engaño debe de ser. | |
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CASANDRA | (Dentro.) | Menos priesa, porque quiero | | ir con mucha autoridad. | |
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NISE | (Dentro.) | No vais hacia la ciudad | 540 | sino hacia el prado, cochero. | |
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CELIO | Laura, al Príncipe os llevamos, | | no volveréis a la aldea. | |
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PEROL | ¿Quién habrá que aquesto crea? | | ¿En qué Libia o Citia estamos? | 545 | ¿Esto se ha de consentir? | | Como corren los caballos | | es imposible alcanzallos | | aunque los quiera seguir. | | ¡Ay, triste!, ¿qué hará Leonardo? | 550 |
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(Sale
LEONARDO.)
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LEONARDO | Del lugar donde me han dicho | | que salió Laura a la fuente. | | ¿Dónde está Laura, Perol? | | ¿De qué te turbas?, ¿qué tienes?, | 555 | ¿qué ha sucedido, que el alma | | hablar lo que callas quiere? | |
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PEROL | De ese príncipe Alejandro, | | a quien no sin causa temes, | | vinieron aquí en un coche | 560 | dos criados y otra gente. | | Hablaron con Laura y Nise, | | y como tienen mujeres | | espíritu ambulativo | | y no hay cosa que no intenten, | 565 | rogaron a los traidores | | que andar un rato las dejen | | en su coche por el prado. | | Luego los dos lo conceden, | | entran las dos y ellos entran, | 570 | y como el milano suele, | | en agarrando los pollos, | | volar por el aire leve, | | parten al castillo dando | | con ánimo diferente | 575 | ellas voces y ellos prisa, | | quedando yo desta suerte, | | que robando a Proserpina | | lloraba la diosa Ceres, | | o para decir mejor, | 580 | como gallina que pierde | | los pollos pues yo lo fui | | en no morir y atreverme. | |
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LEONARDO | No temía yo sin causa, | | ¡oh, cómo las almas siempre | 585 | son profetas de los daños, | | y lo que ha de venir temen! | | Cual suele cándida garza | | saber cuál halcón la prende, | | así el amante en sus celos | 590 | conoce al que ha de vencerle. | | ¡Oh, fuerza de poderosos! | | ¡Oh, Alejandro, que tú puedes | | solo en el mundo quitarme | | |
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| lo que tus prendas merecen! | 595 | Pero entre tantas desdichas, | | ¿de qué sirve entretenerme? | | Seguirla tengo, Perol, | | aunque mil vidas me cueste. | | Toda esta hacienda te toma, | 600 | que voy a morir. |
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PEROL | Detente, | | que es locura lo que intentas. | |
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LEONARDO | Pues, perro, ¿tú me detienes?, | | ¿no conoces mi valor? | |
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PEROL | Iré contigo a perderme. | 605 |
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LEONARDO | Sin Laura no quiero vida, | | con ella es vida la muerte. | |
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(Vanse y salen
SEVERO y el
REY.)
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SEVERO | Laura dicen que ha llegado. | |
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REY | Advertid que esté con vós | | y que tengáis con los dos, | 610 | Severo, mucho cuidado; | | basta que el Príncipe vea | | esta mujer, que no es bien | | que más licencia le den. | |
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SEVERO | Aunque es de una pobre aldea | 615 | miraré con justo celo | | su honor en esta ocasión, | | con más ojos que el pavón | | que puso Juno en el cielo. | |
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REY | Con Lisarda puede estar, | 620 | y honestamente la vea, | | de suerte que solo sea | | honesto ver, casto hablar. | |
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| (Vase.) |
SEVERO | Yo fío de su valor | | lo que del tuyo podría. | 625 |
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(Sale el
PRÍNCIPE,
CASANDRA, y
NISE,
CELIO y
TEODORO.)
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CASANDRA | Esto más es tiranía | | que desatinos de amor, | | darme la muerte es mejor | | si os causo desasosiego. | |
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ALEJANDRO | Si sabes que amor es ciego, | 630 | Laura, en tanta discreción, | | juzgas mi amor a traición. | |
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ALEJANDRO | Volver, ¿cómo o de qué suerte? | | ¿No sabes que enfermo estoy | 635 | de verte y que desde hoy | | me verás volviendo a verte? | | ¿No ves que escusas mi muerte | | y mi médico has de ser? | |
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CASANDRA | Pues si os he venido a ver, | 640 | quien el ser médico imita | | en haciendo la visita, | | ¿por qué no se ha de volver? | |
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ALEJANDRO | Cuando un hombre como yo | | enferma, un médico está | 645 | con él siempre y no se va. | |
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ALEJANDRO | Laura, no, | | y este mal que a mí me dio | | quiere el médico presente | | para cualquier accidente, | 650 | porque si me viene a dar, | | ¿cómo se ha de remediar | | estando el médico ausente? | |
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CASANDRA | ¿Qué accidente puede daros | | que no los haga mayores | 655 | el verme? |
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ALEJANDRO | Males de amores | | no son de curar tan claros | | y quieren tantos reparos | | cuanto son los pensamientos. | |
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CASANDRA | Pues de otros medicamentos, | 660 | mas que el veros, no soy yo | | dotor que los estudió | | en humildes nacimientos. | | Dejad que vuelva a mi aldea, | | que os doy palabra de ser | 665 | vuestro médico y volver | | a que vuestro mal me vea. | |
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ALEJANDRO | Sí, mas porque todo sea | | como en fin enfermedad, | | la mano, Laura, me dad, | 670 | |
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| que en el pulso del amor | | conoceréis de qué ardor | | enfermó la voluntad. | |
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CASANDRA | No me mandéis que lo intente, | | que en esta mala porfía | 675 | curo por astrología | | y conozco por la frente. | |
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ALEJANDRO | Vós haréis que mi accidente | | os las tome. |
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CASANDRA | ¡No haréis tal!, | | si ya no es que vuestro mal | 680 | se ha convertido en locura, | | y ese es mal que no se cura | | sino con locura igual. | | Obligadme honestamente, | | yo sabré corresponder. | 685 |
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ALEJANDRO | ¿Posible es que esta mujer | | ha nacido humildemente, | | Severo? |
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ALEJANDRO | Quien siente | | desta manera su honor | | no tiene oculto valor. | 690 |
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SEVERO | Déjala estar con Lisarda, | | que ha de ser su honesta guarda, | | que allá tratarán tu amor; | | ten esperanza y paciencia. | | Vamos, Laura, donde estéis | 695 | como vós misma queréis. | |
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CASANDRA | ¿Esto es amor o es violencia? | | Vamos, Nise. |
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(Vanse los tres.)
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ALEJANDRO | ¿Qué tengo de hacer, Teodoro, | | si un ángel hermoso adoro, | 700 | y en las desdichas que paso | | de sus tibiezas me abraso, | | de su desdén me enamoro? | |
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TEODORO | Señor, a tu gran poder | | no se podrá resistir, | 705 | principios son de sufrir | | aunque es humilde mujer. | |
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CELIO | Severo no ha de querer | | vete con ese cuidado, | | que en efeto te ha criado. | 710 |
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ALEJANDRO | ¡Ay, Celio!, pues con Lisarda, | | su hija mayor, la guarda; | | el rey se lo habrá mandado. | |
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(Salen
PEROL y
LEONARDO.)
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PEROL | Aquí está Alejandro, mira | | el desatino que intentas. | 715 |
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LEONARDO | A un amante persuades, | | viento coges, el mar siembras. | |
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ALEJANDRO | Mirad quién se ha entrado aquí. | |
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LEONARDO | ¿No conoce vuestra alteza | | a un labrador que luchaba, | 720 | que tiraba y hacía fuerzas, | | y que con diversas armas | | descalabró en tu presencia | | los maestros más famosos? | |
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ALEJANDRO | ¿Pues qué quieres?, ¿no te premian?, | 725 | ¿pretendes algún oficio? | |
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LEONARDO | No hay oficio que pretenda | | en palacio, porque soy | | pobre en una pobre aldea, | | a la cual pienso que son | 730 | los que están en tu presencia. | | Fueron dos crïados tuyos | | y sacaron con cautela | | una mujer en un coche, | | con quien sus deudos conciertan | 735 | casarme, que está sin padre, | | súpelo y vengo por ella | | o a morir determinado. | |
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ALEJANDRO | ¿Qué historia troyana o griega | | tal desatino de amor | 740 | como el deste amante cuenta? | | Esta es la causa, Teodoro, | | porque esta villana necia | | se resiste a quien yo soy. | |
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TEODORO | Estas, Señor, no se prendan, | 745 | sino allá con sus iguales. | |
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LEONARDO | ¿Qué respondes, no me entregas | | |
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| a Laura, no se lo mandas? | | Que no he de volver sin ella. | |
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ALEJANDRO | Esto ya pasa de amor, | 750 | o es locura o es soberbia | | notable. |
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LEONARDO | Probad, llegad, | | mataréis quien lo desea, | | ¿a qué aguardáis, cortesanos? | |
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CELIO | ¡Pues muera el villano, muera! | 755 | ¡Mételos a cuchilladas! | |
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PEROL | No debe de ser muy fácil, | | que lindamente les pega. | |
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ALEJANDRO | ¡Hola, guardadla, soldados! | | ¡No se vio cosa como esta | 760 | en casa de un hombre vil! | |
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(Sale
SEVERO.)
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ALEJANDRO | ¿Que sea | | un rústico de ese monte | | tan atrevido? ¿Que venga | | a pedirme a Laura a mí | 765 | y con locura tan ciega | | acuchille a mis criados? | |
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SEVERO | Ahorcalle de una almena, | | porque él no podrá salir | | con tanta guarda a la puerta. | 770 |
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(Salen
TEODORO y
CELIO.)
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TEODORO | Algún demonio es el hombre. | |
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CELIO | No he visto tigre tan fiera | | con un escuadrón de picas; | | pudieron prenderle apenas, | | no se ha visto igual valor. | 775 |
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ALEJANDRO | Ahórquenle porque sea | | escarmiento a sus iguales. | |
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SEVERO | Será afrentar la grandeza | | de tu generoso nombre. | | El castigo se suspenda, | 780 | pues está preso, que yo | | le haré ejemplo de su aldea | | por honor tuyo y por ser | | de toda aquella ribera | | del mar el mozo más fuerte. | 785 |
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ALEJANDRO | Como tú quisieres sea, | | y pues ya Laura no tiene, | | como este ejemplo lo muestra, | | tanto amor como blasona, | | permíteme que entre a verla, | 790 | que no es razón que queriendo | | a un labrador de una sierra, | | parto humilde, tenga en poco | | tan arrogante y soberbia | | a quien hoy Alejandría | 795 | por su Príncipe respeta. | | ¡Vive Júpiter sagrado | | que he de forzarla! |
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SEVERO | No creas | | que de aquesta puerta pases. | |
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ALEJANDRO | ¿Pues tú la puerta me cierras? | 800 | ¡Quítate della, Severo! | |
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SEVERO | No pienso quitarme della | | aunque me quites la vida. | |
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ALEJANDRO | ¡Toma! | (Dale un bofetón.) |
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SEVERO | ¿A mi rostro esta afrenta? | |
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TEODORO | Señor, ¿qué has hecho a tu ayo? | 805 |
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ALEJANDRO | ¡Apártate y agradezca | | que no le di con la daga! | |
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TEODORO | ¿Con poderosos paciencia? | |
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(Vanse los tres.)
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SEVERO | ¡Por los soberanos dioses | | que cielo y tierra gobiernan | 810 | que he de vengarme, rapaz, | | aunque mi Príncipe seas! | | Yo descubriré el secreto | | y haré que el Imperio pierdas, | | que en injuria y sin razón | 815 | no es la venganza bajeza. | |
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