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31

Entre-Nos, ed. cit., I, pág. 206.

 

32

Ibid., II, págs, 58-9.

 

33

Ibid., II, pág. 60.

 

34

Los nombres citados forman una larga lista: Garcilaso, Alarcón, Bello, Ventura de la Vega, Alberdi, Mitre, Caro, Vicente Fidel y Lucio V. López, Magariños Cervantes, Quesada, Gutiérrez, Barros Arana, Amunátegui, Avellaneda, Sarmiento, Baralt, Estrada, Mármol, Goyena, Gorostiza, Izaza, Matta, Olmedo, etcétera. Es significativo el final del ensayo, que cierra un párrafo donde distingue a los escritores del país entre los que aspiraban a escribir como él y Fray Mocho, y los que aspiraban a escribir como Larra, Cervantes, Núñez de Arce, Quevedo, Castelar, Donoso Cortés, Pereda y Jovellanos:

«Que se pongan de acuerdo todos los hombres de pensamiento de este país, para que tuerto o derecho, se realice, cuanto antes, el gran pensamiento de entendernos con la Academia Española, a fin de que podamos en un porvenir, no lejano, tener un Diccionario de la lengua castellana, que, no por ser español, dejará de ser americanos». (Entre-Nos, ed. cit., II, pág. 68).

 

35

«Yo diré aquí en justificación mía lo que se ha dicho por la crítica, de Carlos Dickens, que la gloria del más inglés y del más londinense de los novelistas ingleses, consiste justamente en haber sido el más cosmopolita de todos ellos, y, de ahí, el menos nacional». (Entre-Nos, ed. cit., II, pág. 218).

 

36

Pudo llegar así a las excelencias históricas y literarias destacadas por Ezequiel Martínez Estrada, como reproche a los intérpretes de la sociedad argentina: «Ningún libro se ha leído peor que Facundo, Martín Fierro, Amalia y Una excursión a los indios ranqueles, las cuatro obras históricas por excelencia, y además las cuatro mejor escritas en el siglo pasado». (Sarmiento, Editorial Argos, Buenos Aires, 1946, pág. 121).

 

37

Véase en mi libro Rozas, Ensayo histórico-psicológico, cap. XVII. (N. del A.).

 

38

«Silbar» es un modo de decir. Ahora con las armas de guerra modernas, la bala no silba. Pasando cerca, suena como un latigazo o chasquido. (N. del A.).

 

39

Para informarse sobre estos dos caracteres, véase mi libro Rozas, Ensayo histórico-psicológico. (N. del A.).

 

40

Sobre este Mansilla véase principalmente a Saldías, Historia Argentina. (N. del A.).