Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice Siguiente


Abajo

La vida de Santo Domingo de Silos


Gonzalo de Berceo


[Nota preliminar: presentamos la edición de Vida de Santo Domingo de Silos de Gonzalo de Berceo, manuscrito 93 del Monasterio de Silos, basándonos en la edición de Brian Dutton (Berceo, Gonzalo de, La vida de Santo Domingo de Silos, London, Tamesis Books Limited, 1978), cuya consulta recomendamos. Se opta por mantener las grafías del original eliminando las variantes gráficas no significativas, y por eliminar las marcas de editor, asumiendo, cuando lo creemos oportuno, las correcciones, reconstrucciones y enmiendas propuestas por Dutton.]







ArribaAbajoLibro I


1 En el nomne del Padre          que fizo toda cosa,
e de don Jesu Cristo,          fijo de la Gloriosa,
e del Spíritu Sancto          que egual d'ellos posa,
de un confesor sancto          quiero fer una prosa.

2 Quiero fer una prosa          en romanz paladino
en cual suele el pueblo          fablar con so vecino,
ca non só tan letrado          por fer otro latino,
bien valdrá, como creo,          un vaso de bon vino.

3 Quiero que lo sepades          luego de la primera,
cúya es la historia,          metervos en carrera:
es de sancto Domingo          toda bien verdadera,
el que dicen de Silos          que salva la frontera.

4 En el nomne de Dios          que nomnamos primero,
suyo sea el precio,          yo seré su obrero;
galardón del lacerio          yo en Él lo espero,
qui por poco servicio          da galardón larguero.

5 Señor sancto Domingo,          dizlo la escriptura,
natural fue de Cañas,          non de basa natura;
lealmientre fue fecho          a toda derechura,
de todo muy derecho          sin nula depresura.

6 Parientes hobo buenos,          del Criador amigos,
que siguién los ejiemplos          de los padres antigos;
bien sabién excusarse          de ganar enemigos,
bien lis vinié en mientes          de los buenos castigos.

7 Juan habié por nomne          el su padre hondrado,
de linaje, de mañas,          un homne señalado,
amador de derecho,          de seso acabado,
non falsarié judicio          por haber monedado.

8 El nomne de la madre          decir no lo sabría,
como non fue escripto          no lo devinaría,
mas hayan la su alma          Dios e sancta María,
prosigamos el curso,          tengamos nuestra vía.

9 La cepa era buena,          engendró buen sarmiento,
non fue caña liviana,          la que torna el viento,
ca de luego fue cuerdo,          niño de buen cimiento,
de oír vanidades          no lo prendié taliento.

10 Sirvié a los parientes          de toda voluntad,
mostraba contra ellos          toda humilidad;
trayé, maguer niñuelo,          tan grand simplicidad
que se maravillaba          toda la vecindad.

11 De risos nin de juegos          habié poco cuidado,
a los que los usaban          habielis poco grado;
maguer de pocos días          era muy mesurado,
de grandes e de chicos          era mucho amado.

12 Trayé encontra tierra          los ojos apremidos,
por non catar follías          tenielos bien nodridos;
los labros de la boca          tenielos bien cosidos,
por non decir follías          nin dichos corrompidos.

13 El pan que entre día          li daban los parientes
no lo querié él todo          meter entre los dientes;
partielo con los mozos          que habié conocientes,
era mozo complido          de mañas convenientes.

14 Creo yo una cosa,          sé bien que es verdad,
que lo iba guiando          el Rey de majestad,
ca face tales cosas          la su benignidad,
que a la bestia muda          da racïonidad.

15 Esa virtud obraba          en esti su criado,
por esi condimiento          vinié tan alumnado,
si non, de tales días          non serié tan senado,
siempre es bien apreso          qui de Dios es amado.

16 Si oyé razón buena,          bien la sabié tener,
recordábala siempre,          no la querié perder;
santiguaba su cebo          cuando querié comer,
sí facié que se quiere          que habié de beber.

17 Dicié el Pater Noster          sobra muchas vegadas,
e el «Credo in Deum»          con todas sus posadas,
con otras oraciones          que habié costumnadas,
éranli estas nuevas          al dïablo pesadas.

18 Vivié con sus parientes          la sancta creatura,
el padre e la madre          queriénlo sin mesura;
de nula otra cosa          él non habié ardura,
en aguardar a ellos          metié toda su cura.

19 Cuando fue peonciello          que se podié mandar,
mandolo ir el padre          las ovejas guardar;
obedeció el fijo,          ca non quirié pecar,
ixió con su ganado,          pensolo de guiar.

20 Guiaba so ganado          como faz buen pastor,
tan bien no lo farié          alguno más mayor;
non querié que entrasen          en ajena labor,
las ovejas con elli          habién muy grand sabor.

21 Dábalis pastos buenos,          guardábalas de daño,
ca temié que del padre          recibrié grand sosaño;
a rico nin a pobre          non querié fer engaño,
que más querié de fiebre          yacer todo un año.

22 Luego a la mañana          sacábalos en cierto,
tenié en requerirlas          el ojo bien abierto;
andaba cerca d'ellas          prudient e muy espierto,
nin por sol nin por pluvia          non fuyé a cubierto.

23 Tornaba a la tardi          con ellas a posada,
su cayado en mano          con su capa bellada;
a los que lo ficieron          luego en la entrada,
besábalis las manos,          la rodiella fincada.

24 El pastor que non duerme          en ninguna sazón
e fizo los abisos          que non haben fondón,
guardaba est ganado          de toda lesïón,
non facié mal en ellas          nin lobo nin ladrón.

25 Con la guarda sobeja          que el pastor lis daba,
e con la sancta gracia          que Dios lis ministraba,
aprobaba la grey,          cutiano mejoraba,
tanto que a algunos          envidia los tomaba.

26 Abel el protomártir          fue el pastor primero,
a Dios en sacrificio          dio el mejor cordero;
fízolo Dios por ende          en cielo parcionero,
démosli al de Silos          por egual compañero.

27 Los sanctos patriarcas          todos fueron pastores,
que de la leÿ vieja          fueron contenedores;
aún como leemos          e somos sabidores,
pastor fue sant Millán          e otros confesores.

28 De pastores leemos          muchas buenas razones,
que isieron prudientes,          fueron sanctos varones;
esto bien lo trovamos          en muchas de lectiones,
que trae est oficio          buenas terminationes.

29 Oficio es de precio,          non cae en viltanza,
sin toda depresura,          de grant significanza;
David tan noble rey,          una fardida lanza,
pastor fue de primero          sin ninguna dubdanza.

30 Nuestro Señor, don Cristo,          tan alta podestad,
dijo que pastor era,          e bueno de verdad;
obispos e abades,          cuantos han dignidad,
pastores son clamados          sobre la Cristiandad.

31 Señor sancto Domingo          de primas fue pastor,
depués fue de las almas          padre e guiador;
bueno fue en comienzo,          a postresmas mejor,
el Reÿ de los Cielos          nos dé el su amor.

32 Cuatro años andido          pastor con el ganado,
de cuanto li echaron          era mucho criado;
teniese el su padre          por homne venturado,
que criado tan bueno          li habié Dios prestado.

33 Movamos adelante,          en esto non tardemos,
la materia es luenga,          mucho non demoremos,
ca de las sus bondades          maguer mucho andemos,
la milésima parte          decir no la podemos.

34 El sancto pastorciello,          pleno de buenas mañas,
andando con so grey          por término de Cañas,
asmó de seer clérigo,          saber buenas fazañas,
pora vevir honesto          con más limpias compañas.

35 Plogo a los parientes          cuando lo entendieron,
cambiáronli el hábito,          otro mejor li dieron;
buscáronli maestro,          el mejor que podieron,
leváronlo a glesia,          a Dios lo ofrecieron.

36 Diéronli su cartiella          a ley de monaciello,
asentose en tierra,          tolliose el capiello;
en la mano derecha          priso su estaquiello,
apriso fasta'l títol          en poco de ratiello.

37 Vinié a su escuela          el infant grand mañana,
non habié a decírgelo          nin madre nin hermana;
non facié entre día          luenga meridïana,
hobo algo apreso          la primera semana.

38 Fue en poco de tiempo          el infant salteriado,
de himnos e de cánticos          bien e gent decorado,
evangelios e pístolas          aprísolas privado,
algún mayor levaba          el mosto más baldado.

39 Bien leyé e cantaba          sin ninguna pereza,
mas tenié en el seso          toda su agudeza,
ca sabié que en eso          li yacié la proveza,
non querié el meollo          perder por la corteza.

40 Fue alzado el mozo          pleno de bendición,
salió de mancebía,          ixió sancto varón;
facié Dios por él mucho,          oyé su oración,
fue saliendo afuera          la luz del corazón.

41 Ponié sobre su cuerpo          unas graves sentencias,
jejunios e vigilias          e otras abstinencias;
guardábase de yerros          e de todas falencias,
non falsarié por nada          las puestas convenencias.

42 El bispo de la tierra          oyó d'est buen cristiano,
por cuanto era suyo          tóvose por lozano;
mandol prender las órdenes,          diógelas con su mano,
fue en poco de tiempo          fecho misacantano.

43 Cantó la sancta misa          el sacerdot novicio,
iba honestamientre          en todo so oficio,
guardaba su eglesia,          facié a Dios servicio,
non mostraba en ello          nin pereza nin vicio.

44 Tal era como plata          mozo cuatrogradero,
la plata tornó oro          cuando fue pistolero;
el oro margarita          en evangelistero,
cuando subió a preste          semejó al lucero.

45 Toda Sancta Eclesia          fue con él ensalzada,
e fue toda la tierra          por elli alumnada;
serié Cañas por siempre          rica e arribada
si elli non hobiese          la seíja cambiada.

46 Castigaba los pueblos          el padre ementado,
acordaba las yentes,          partielas de pecado;
en visitar enfermos          non era embargado,
si podié fer almosna,          faciela de buen grado.

47 Contendié en bondades          ivierno e verano,
qui gelo demandaba          dabal consejo sano;
mientre el pan duraba          nol cansaba la mano,
entenderlo podedes          que era buen cristiano.

48 De cuanto nos decimos          él mucho mejor era,
por tal era tenido          en toda la ribera;
bien sabié al dïablo          tenerli la frontera,
que no lo engañase          por ninguna manera.

49 El preste benedicto          de que fue ordenado,
sobo año e medio          allí do fue criado;
era del pueblo todo          querido e amado,
pero por una cosa          andaba conturbado.

50 Fue las cosas del sieglo          el bon homne asmando,
entendió como iban          todas empeyorando;
falsedat e cobdicia          eran fechas un bando,
otras muchas nemigas          a ellas acostando.

51 Dicié: «Aï, ¡mezquino!          si non cambio logar,
lo que yo non querría          habré a cempellar;
el lino cab el fuego          malo es de guardar,
suelen grandes periglos          de tal cosa manar.

52 Si yo peco en otri,          de Dios seré reptado,
si en mí pecar' otri          temo seré culpado;
más me vale buscar          logar más apartado,
mejor me será eso          que vevir en poblado.

53 Los que a Dios quisieron          dar natural servicio,
por amor que podiesen          guardarse de tot vicio,
esa vida ficieron          la que yo fer cobdicio,
si guiarme quisiere          el Don que dijo: 'Sicio'.

54 En los primeros tiempos          nuestros antecesores,
que de Sancta Eglesia          fueron cimentadores,
de tal vida quisieron          facerse sofridores,
sufrieron sed e famne,          heladas e ardores.

55 Sant Joan el Babtista,          luego en su niñez,
renuncïó el vino,          sizra, carne e pez;
fuyó a los desiertos          onde ganó tal prez
cual non dizrié nul homne          nin alto nin rafez.

56 Antonio el buen padre          e Paulo su calaño,
el que fue, como dicen,          primero ermitaño,
visquieron en el yermo,          un desierto extraño,
non comiendo pan bueno          nin vistiendo buen paño.

57 María Egipciaca,          pecadriz sin mesura,
moró mucho en yermo,          logar de grand pavura;
redimió sus pecados          sufriendo vida dura,
qui vive en tal vida          es de buena ventura.

58 El confesor precioso          que es nuestro vecino,
san Millán el caboso,          de los pobres padrino,
andando por los yermos          y abrió el camino,
por end subió al Cielo          do non entra merino.

59 El su maestro bueno,          san Felices clamado,
qui yacié en Billivio          en la cueva cerrado,
fo ermitaño vero,          en bondad acabado,
el maestro fue bueno          e nudrió buen criado.

60 Esos fueron sin dubda          homnes bien acordados,
qui por salvar las almas          dejaron los poblados;
visquieron por los yermos          mezquinos e lazrados,
por ent facen virtudes          onde son adorados.

61 Muchos foron los padres          que ficieron tal vida,
yace en Vitas Patrum          d'ellos una partida;
toda gloria del mundo          habienla aborrida
por ganar en los Cielos          alegría complida.

62 El Salvador del mundo,          que por nos carne priso,
de que fo bateado,          cuando ayunar quiso,
por a nos dar ejiemplo          al desierto se miso,
ende salió el demon,          mas fo ent mal repiso.

63 Los monjes de Egipto,          compañas benedictas,
por quebrantar sus carnes          faciense heremitas;
tenién las voluntades          en corazón más fitas,
fueron de tales homnes          muchas cartas escriptas.

64 Yo pecador mezquino,          en poblado, ¿qué fago?
Bien como e bien bebo,          bien visto e bien yago;
de vevir en tal guisa          sabe Dios non me pago,
ca trae esta vida          un astroso falago.»

65 El sacerdot precioso,          en qui todos fiaban,
desamparó a Cañas          do mucho lo amaban,
parientes e amigos          que mucho li costaban,
alzose a los yermos          do homnes non moraban.

66 Cuando se vio solo          del pueblo apartado,
folgó como si fuese          de fiebre terminado;
rendió gracias a Cristo          que lo habié guiado,
non tenié, bien sepades,          pora cena pescado.

67 El ermitaño nuevo          diose a grand lacerio,
faciendo muchas preces,          rezando su salterio,
diciendo bien sus horas,          todo su ministerio,
dábalis a las carnes          poco de refrigerio.

68 Sufriendo vida dura,          yaciendo en mal lecho,
prendié el homne bueno          de sus carnes derecho;
el mortal enemigo          sediel en su asecho,
d'estas aflictïones          habié él grant despecho.

69 Porque facié mal tiempo,          cayé fría helada,
o facié viento malo,          oriella destemprada,
o niebla percodida          o pedrisca irada,
él tod esti lacerio          no lo preciaba nada.

70 Sufrié fiero lacerio          las noches e los días,
tales como oyestes          en otras fantasías,
mas esti buen cristiano,          sucesor de Helías,
no lo preciaba todo          cuanto tres chirivías.

71 Cuntió grand negligencia          a los que lo sopieron,
el logar do estido          que no lo escribieron;
o creo por ventura          que no lo entendieron,
ca se cambiaba siempre,          ende no lo dijieron.

72 Do quier que él estido,          en val o en poblado,
era por el su mérito          el logar más honrado,
ca por el homne bono,          como diz el tractado,
e por el confesor          es el logar sagrado.

73 Año e medio sovo          en la ermitañía,
dizlo la escriptura          ca yo no lo sabía;
cuando no lo leyese          decir no lo querría,
ca afirmar la dubda          grand pecado habría.

74 Todos los sus lacerios,          todas las tentaciones,
no lo sabrién decir          los que leen sermones;
si non los que sufrieron          tales tribulaciones,
e pasaron por ellas          con firmes corazones.

75 Oraba el bon homne          de toda voluntad,
a Dios que defendiese          toda la Cristiandad,
diese entre los pueblos          pan e paz e verdad,
temporales temprados,          amor e caridad.

76 Oraba a enfermos          que diese sanidad,
a los encaptivados          que diese enguedad,
e a la yent pagana          tolliese podestad
de fer a los cristianos          premia e crüeldad.

77 Oraba muy afirmes          al su Señor divino,
a los herejes falsos          que semnan mal venino,
que El los refiriese,          cercaslis el camino,
que la fe non botase          la fez del su mal vino.

78 Oraba amenudo          a Dios por sí meísmo,
que El que era Padre          a luz de Cristianismo
guardáselo de yerro          e de mortal sofismo,
por non perder el pacto          que fizo al baptismo.

79 Non se li oblidaba          orar por los pasados,
los que fieles fueron,          murieron confesados;
por otros sus amigos          que tenié señalados,
dicié el homne bono          Pater Nostres doblados.

80 Señor sancto Domingo,          usado de lacerio,
non daba a sus carnes          de folgar nul remedio;
visco en esta vida          un buen año e medio,
sabet que poco vicio          hobo en est comedio.

81 Por amor que viviese          aún en mayor premia,
que non ficiese nada          a menos de licencia,
asmó de ferse monje          e fer obedïencia,
que fuese bien trabado          fora de su potencia.

82 No lo tenga ninguno          esto a liviandat,
nin que menoscabó          de la su sanctidat,
ca en sí hobo siempre          complida caridat,
qui en poder ajeno          metió su voluntad.

83 Descendió de los yermos          el confesor honrado,
vino a San Millán,          logar bien ordenado;
demandó la mongía,          diérongela de grado,
fo bien si acordase          la fin a est estado.

84 Apriso bien la orden          el novel caballero,
andando en conviento          ijió muy buen claustero,
manso e avenido,          sabroso compañero,
humildoso en fechos,          en dichos verdadero.

85 Grado bueno a Dios          e a sancta María,
non avinié nul monje          mejor en la mongía;
lo que dicié la regla          facié él todavía,
guardaba bien la orden          sin ninguna folía.

86 Señor sancto Domingo,          leal escapulado,
andaba en la orden          como bien ordenado,
los ojos apremidos,          el capiello tirado,
la color amariella,          como homne lazrado.

87 Quequiere que mandaba          el su padre abat,
o prior o prepuesto          de la socïedad,
obedecié él luego          de bona voluntad,
teniéngelo los bonos          a bona Cristiandad.

88 En claustra nin en coro          nin en otro logar
que vedaba la regla          él non querié fablar;
quiquiere que en cierto          lo quisiese buscar
fose a la eglesia          acerca del altar.

89 Si ad opera manuum          los mandaban exir,
bien sabié el bon homne          en ello avenir;
por nula joglería          no lo farién reír,
nin liviandat ninguna          de la boca decir.

90 Porque era tan bono          el fraire tan honesto,
e la obedïencia          lo trovaba tan presto,
e de tan bona guisa          era todo su gesto,
algunos habié d'ellos          que lis pesaba d'esto.

91 Si los otros sus fradres          lo quisiesen sofrir,
elli de la eglesia          nuncua querrié exir;
las noches e los días          y los querrié trocir,
por salvar la su alma,          al Criador servir.

92 A él cataban todos          como a un espejo,
ca yacié grand tesoro          so el su buen pellejo;
por padre lo cataban          esi sancto consejo,
foras algún maliello          que valié poquellejo.

93 Ante vos lo dijiemos,          si bien vos remembrades,
que serié luenga soga          decir las sos bondades;
movamos adelante          si nos lo consejades,
ca aún mucho finca,          más de lo que coidades.

94 El abad de la casa          fabló con su conviento,
asmaron una cosa,          ficieron paramiento:
de ensayar est homne          cuál era su taliento,
si era tal por todo          cual el demostramiento.

95 Dijieron: «Ensayémoslo,          veremos qué tenemos,
cuando lo entendiéremos          más seguros seremos,
ca diz la escriptura          e leerlo solemos,
que oímos la lengua          mas el cuer non sabemos.

96 Mandémosli que vaya          a alguna degaña,
que sea bien tan pobre          como pobre cabaña;
si fer no lo quisiere          o demostrare saña,
allí lo entendremos          que trae mala maña.»

97 Cerca era de Cañas          e es hoÿ en día,
una casa por nomne          dicha Sancta María;
ésa era muy pobre,          de todo bien vacía,
mandáronli que fose          prender esa bailía.

98 Consintió el bon homne,          non desuyó en nada,
fizo el enclín luego,          la bendición fo dada;
oró al cuerpo sancto          oración brevïada,
dijo palabras pocas,          razón bien acordada.

99 «Señor -dijo- que eres          de complido poder,
que a los que bien quieres          no los dejas caer,
señor, tú me ampara,          cáyate en placer
que lo que he lazrado          no lo pueda perder.

100 Siempre cobdicié esto          e aún lo cobdicio,
apartarme del sieglo,          de todo su bollicio,
vevir so la tu regla,          morir en tu servicio;
señor, merced te clamo          que me seas propicio.

101 Por ganar la tu gracia          fici obedïencia,
por vevir en tormento,          morir en penitencia;
señor, por el tu miedo          non quiero fer falencia,
si non, luego istría          de esta mantenencia.

102 Señor, yo esto quiero          cuanto querer lo debo,
si non, de mí faría          a los dïablos cebo;
contra la aguijada          cocear non me trevo,
tú saber esti vaso          que sin grado lo bebo.

103 Quiero algún servicio          facer a la Gloriosa,
ca lo yo bien entiendo          que es honesta cosa,
ca del Señor del mundo          fue madre e esposa,
plazme ir a la casa          enna cual ella posa.»

104 Ixió del monesterio          el señor ad amidos,
despidiose de todos          los sus fraires queridos;
los que bien lo amaban          fincaban doloridos,
los que lo bastecieron          ya era rependidos.

105 Fue a Sancta María          el barón benedicto,
non falló pan en ella          nin otro ningún victo;
demandaba almosna          como romero fito,
todos li daban algo,          qui media, qui zatico.

106 Con Dios e la Gloriosa          e la creencia sana,
vinieli buena cosa          de ofrenda cutiana;
de noche era pobre,          rico a la mañana,
bien partié la ganancia          con esa yent cristiana.

107 El barón del buen seso          por la leÿ complir,
queriendo de lacerio          de sus manos vevir,
empezó a labrar          por dejar de pedir,
que era grave cosa          pora él de sofrir.

108 Mejoró en las casas,          ensanchó heredades,
compuso la eglesia,          esto bien lo creades,
de libros e de ropas          e de muchas bondades;
sufrió en est comedio          muchas adversidades.

109 Yo Gonzalo que fago          esto a su honor,
yo la vi, así vea          la faz del Criador,
una chica cocina,          asaz poca labor,
retraen que la fizo          esi buen confesor.

110 Fue en pocos de años          la casa arreada,
de labor, de ganados,          asaz bien aguisada;
ya trovaban en ella          los mezquinos posada,
por él fue, Deo gratias,          la eglesia sagrada.

111 Confesó a su padre,          fízolo fradrear,
hobo ennas sus manos          en cabo a finar;
soterrolo el fijo          en es mismo fosar,
pésame que non somos          certeros del logar.

112 La madre que non quiso          la orden recebir
no la quiso el fijo          a casa aducir;
hobo en su porfidia          la vieja a morir,
Dios haya la su alma          si lo quiere oír.

113 Dejemos al bon homne          folgar en su posada,
ministrar a los pobres          elli con su mesnada;
demos al monesterio          de Sant Millán tornada,
ca aún non es toda          la cosa recabdada.

114 El abat de la casa,          como homne senado,
metió en esto mientes,          tóvose por errado,
por tal homne com esti          seer tan apartado,
por qui el monesterio          serié más ordenado.

115 Aplegó su conviento,          trataron esta cosa,
vidieron que non era          apuesta nin primosa,
tan perfecto cristiano          de vida tan fermosa
facerlo degañero          en degaña astrosa.

116 Dijieron todos: «Plaznos          que venga al conviento,
todos habemos d'ello          sabor e pagamiento;
conocemos en elli          de bondad complimiento,
d'él nuncua recibiemos          ningún enojamiento.»

117 Envïaron por elli          luego los compañeros,
rogar non se dejaron          mucho los mensajeros;
obedeció él luego          a los dichos primeros,
abriéronli las puertas          de grado los porteros.

118 Entró al cuerpo sancto,          fizo su oración,
desend subió al coro          prender la bendición;
hobieron con él todos          muy grand consolatión,
como con compañero          de tal perfectïón.

119 El perfecto cristiano          de la gran pacïencia
tan grand amor cogió          conna obedïencia,
que por todas las muebdas,          por toda la sufrencia,
nuncua moverse quiso          a ninguna falencia.

120 Dioli tamaña gracia          el Reï celestial
que ya non semejaba          creatura mortal,
mas o ángel o cosa          que era spirital,
que vivié con ellos          en figura carnal.

121 En logar de la regla          todos a él cataban,
en claustra e en coro          por él se cabdellaban;
los dichos que dicié          melados semejaban,
como los que de boca          de Gregorio manaban.

122 Porque era tan bono,          de todos mejorado,
el abat de la casa          dioli el priorado;
queriélo, si podiese,          escuchar de buen grado,
mas decir: «No lo quiero»,          tenielo por pecado.

123 Tovo el priorado,          dizlo el cartelario,
como pastor derecho,          non como mercenario;
al lobo maleíto,          de las almas contrario,
tenielo reherido          fuera del sanctüario.

124 Muchas cosas que eran          malament trastornadas,
fueron en buen estado          por est prior tornadas;
el abad si andaba          fuera a las vegadas,
non trovaba las cosas          al torno peoradas.

125 Beneíta la claustra          que guía tal cabdiello,
beneíta la grey          que ha tal pastorciello;
do ha tal castellero          feliz es el castiello,
con tan buen portellero          feliz es el portiello.

126 Una cosa me pesa          mucho de corazón:
que habemos un poco          a cambiar la razón;
contienda que li nasco          al precioso varón,
por que pasó la sierra          e la Fuend de Gatón.

127 El reÿ don García,          de Nágera señor,
fijo del rey don Sancho,          el que dicen mayor,
un firme caballero,          noble campeador,
mas pora Sant Millán          podrié seer mejor.

128 Era de bonas mañas,          habié cuerpo fermoso,
sobra bien razonado,          en lides venturoso,
fizo a mucha mora          vibda de su esposo;
mas habié una tacha,          que era cobdicioso.

129 Fizo sin otras muchas          una caballería,
conquiso Calaforra,          siella de bispalía;
ganoli su eglesia          a la Virgen María,
dioli un grand servicio          a Dios en esi día.
Indice Siguiente