Leucino,
galán y hombre rico, se aficiona de Eliodora, la cual
jamás quiso oír su razón, aunque persuadida
con continuos recaudos. Visto por Leucino que ninguna cosa
aprovechaba con ella, quiso por fuerza gozar de la doncella
Eliodora, la cual viéndose asida de un criado de Leucino,
llamado Ortelio, lo sacó la daga y lo mató.
Acudió la justicia, y Leucino declaró haberlo muerto
Eliodora infamando su virginal vida. Ella declara ser verdad la
muerte, y así fue llevada a la cárcel, y Leucino, y
Farandón, un criado suyo, también fueron presos por
la declaración della; y por los testigos, que fueron Leucino
y Farandón, fue condenada a muerte: aclarose la verdad, y
que ella lo había muerto, por diferente causa de la que los
testigos deponían, y fue libre, y Leucino y Farandón,
condenados a muerte, y ejecutados.
Fue representada
esta comedia la primera vez en Sevilla, por el excelente y gracioso
representante Alonso de Cisneros, en la huerta de Doña
Elvira, año 1581, siendo asistente don Francisco Zapata de
Cisneros.
Jornada I
|
|
LEUCINO,
TERCILO, ORTELIO, TEODORA, FARANDÓN, ELIODORA, FELICINA, NÉMESIS.
|
|
LEUCINO se sale
vanagloriando de lo que puede y hace con su riqueza.
Cuéntale ORTELIO,
un criado suyo, lo que pasó a TEODORA, alcahueta, entrando a hablar
ELIODORA. Viene
TEODORA, cuenta por
extenso tollo el caso que lo pasó. FARÁNDON, criado de
LEUCINO, viene al llamado
de su señor. ELIODORA y FELICINA salen de su casa,
encuéntralas LEUCINO, quiere hacerle fuerza a
ELIODORA, la diosa
NÉMESIS se lo
impide, y avisa del daño que lo amenaza, si no desiste de
tal pretensión.
|
LEUCINO |
Con próspero viaje |
|
y favorable viento |
|
navega a quien espera la
riqueza, |
|
del mar no siente ultrajo, |
|
que a su furor violento |
5 |
el oro aplacar hace la
fiereza. |
|
Huye dél la tristeza, |
|
todo le es favorable |
|
no le contrasta nada. |
|
Tiempla como le agrada |
10 |
a la fortuna fiera y variable |
|
cual yo que a mi deseo |
|
con mi riqueza lo que quiero
veo. |
|
No me pone en
cuidado |
|
ninguna cosa humana, |
15 |
porque a medida del deseo me
viene. |
|
De todos só estimado, |
|
y de gloria mundana |
|
por mi riqueza igual ninguna
tiene |
|
al que más le conviene. |
20 |
Por descendencia ilustre, |
|
si le falta el dinero, |
|
casi no es caballero. |
|
Si lo tiene un villano, es de gran
lustre, |
|
porque con la riqueza |
25 |
hoy se adquiere la gloria y la
nobleza. |
|
|
|
TERCILO |
Huélgome de hallarte tan
contento, |
|
y más de oírte
engrandecer tus bienes, |
|
haciendo alarde dellos dando al
viento |
|
cuenta particular de los que
tienes. |
30 |
|
|
LEUCINO |
Publico lo que siente el
sentimiento. |
|
|
|
TERCILO |
Bien está, mas que en eso te
refrenes, |
|
por parecer te doy, porque es
torpeza |
|
de ánimo amar tanto la
riqueza. |
|
|
|
LEUCINO |
Como te hizo el cielo incapaz
della, |
35 |
tienes oír su nombre por
odioso; |
|
que el pobre no se harta de
ofendella, |
|
de Invidia della, y no de
virtuoso. |
|
Publica que no quiero
poseella, |
|
que huye de su trato
peligroso, |
40 |
dando a entender que es justo
desprecialla, |
|
supliendo así el defecto de
alcanzalla. |
|
|
|
TERCILO |
No sé yo quien desprecia la
riqueza, |
|
porque me río cuando voy
leyendo |
|
de algunos que eligieron la
pobreza |
45 |
sus bienes libremente
repartiendo. |
|
Tenerla en tanto tengo yo a
torpeza. |
|
Que parece que vas
ennobleciendo |
|
tu persona, y que el ser, y la
memoria. |
|
Recibes de ella, y no de tu alta
gloria. |
50 |
|
|
LEUCINO |
Yo entendí que eras menos
majadero. |
|
|
|
TERCILO |
Y aun yo creí otra cosa que
no digo |
|
de ti, pues en mas tienes el
dinero |
|
que de tus padres el blasón
antigo. |
|
|
|
LEUCINO |
Necio, píntame agora un
caballero |
55 |
mas que el Cid, o que el godo rey
Rodrigo, |
|
que sea pobre, y ponlo en
competencia |
|
con un rico de oscura
descendencia; |
|
Verás a
cual se inclina la victoria, |
|
de las dos diferencias que
publico, |
60 |
y entenderás cual vive en la
memoria |
|
el noble pobre, o el villano
rico. |
|
El uno muere, el otro vive en
gloria; |
|
el pobre enfada, el rico,
certifico |
|
que es acepto, aunque sea el propio
enfado, |
65 |
y el pobre es confundido y
desechado. |
|
Y para prueba
desto quiero darte |
|
por ejemplo el discurso de mi
vida. |
|
Dejo la estimación que en
toda parte |
|
a mi persona ha sido
concedida, |
70 |
los troreos de amor quiero
acordarte, |
|
pues sabes que no hay dama que
rendida |
|
no traiga a mi querer, por mi
dinero, |
|
y no por ser ilustre
caballero. |
|
|
|
TERCILO |
¿Qué razón hay
que así generalmente |
75 |
ofendas por las malas, a las
buenas? |
|
|
|
LEUCINO |
¿Cuál mujer a mi amor
no fue obediente? |
|
¿Cuál no
aplacó de mi deseo las penas? |
|
|
|
TERCILO |
Muchas, y hay más que te
diría al presente |
|
que estrellas tiene el cielo y
Libia arenas. |
80 |
|
|
LEUCINO |
Bárbaro, si las hay,
nómbrame una, |
|
porque yo no me acuerdo de
ninguna. |
|
|
|
TERCILO |
¿Tan flaco de memoria
estás agora? |
|
Que no te acuerdas cuantas no
acetando |
|
te demanda, con saña
vengadora, |
85 |
te dieron la respuesta
amenazando. |
|
Dejando las demás, sola a
Eliodora |
|
te quiero señalar, a quien
amando |
|
tan encendidamente,
procuraste, |
|
y con tanto inquietud
solicitaste. |
90 |
|
|
LEUCINO |
Aún no está ese
negocio concluido, |
|
que a Ortelio estó
aguardando aquí que venga |
|
con Teodora, que a Eliodora han
ido |
|
a pedirle que oírme por bien
tenga. |
|
|
|
TERCILO |
¿Eso intentas, aún no
la has conocido? |
95 |
Espántome que tanto se
detenga |
|
en ti una pertinacia tan
molesta, |
|
sabiendo claro que tan poco
presta. |
|
|
|
LEUCINO |
¿Estás en ti? Agora
entiendo y creo |
|
que has perdido el juicio;
¿di villano, |
100 |
qué mujer hay que pida mi
deseo. |
|
Que no lo tenga fuego de mi
mano? |
|
|
|
TERCILO |
Quiero reírme de ese
devaneo, |
|
pues tienes conocido, y sabes
llano, |
|
la constancia de aquel constante
pecho, |
105 |
que siempre te ha tratado con
despecho. |
|
Y conociendo el yerro que
sustentas, |
|
y que no hay cosa humana que te
guarda, |
|
ruego a Dios, que no llores lo que
intentas. |
|
|
|
LEUCINO |
Qué tengo que llorar; calla,
cobarde, |
110 |
que hoy te haré que veas
claro, y sientas quien soy. |
|
|
|
TERCILO |
No hagas desto
más alarde, |
|
mas oye a Ortelio, que te trae el
recado |
|
que aguardas, darás medio a
tu cuidado. |
|
|
|
LEUCINO |
Ortelio viene, oh venturosa
empresa. |
115 |
Anda, mi Ortelio, ¿ya no ves
que aguardo? |
|
Y la respuesta a tu demanda
expresa, |
|
que en el deseo de saberla
ardo. |
|
|
|
|
LEUCINO |
Quien tiene el alma opresa
|
|
cual yo, tendrá por perezoso
y tardo |
120 |
al suelto Euro, al presto
pensamiento, |
|
si ellos le traen remedio a su
tormento. |
|
|
|
ORTELIO |
Señor, lo que podré
decirte en esto |
|
que fuimos do mandaste, lo y
Teodora |
|
la vieja; yo en la calle
quedé puesto, |
125 |
y ella entró a negociar con
Eliodora. |
|
No te sabré significar cuan
presto |
|
negoció, que no en medio
cuarto de hora |
|
volvió donde lo estaba de
manera |
|
que no podía conocer quien
era. |
130 |
Traía el
rostro así, cual si arrastrado |
|
fuera por riscos, y ásperos
abrojos, |
|
el cabello a raíz todo
cortado, |
|
lanzando sangre por la boca y
ojos, |
|
sin manto, saya, toca, ni
tocado, |
135 |
que dello hizo el vencedor
despojos, |
|
y desta suerte vino donde
estaba, |
|
que vencedora en triunfo la
esperaba. |
|
Llamome por mi
nombre, y advirtiendo, |
|
en el sonido de la voz
cansada, |
140 |
fue a la pobre Teodora
conociendo, |
|
aunque en todo venía
diferenciada. |
|
Preguntéle del caso; ella
temiendo |
|
que la viesen, y en verme
avergonzada |
|
con su mano alzó un lado de
mi capa, |
145 |
y así con ella lo que pudo
tapa. |
|
Díjome que
torciase una calleja, |
|
que con la casa de Eliodora
linda, |
|
y la llevase a casa de una
vieja, |
|
que vive allí, que llaman
Terecinda |
150 |
hícelo así, y al
punto que empareja |
|
con la puerta, la vieja se
reguinda |
|
por un desván y baja
más ligera |
|
que subir suele el fuego a su alta
esfera. |
|
Teodora, sin que
cosa me dijese |
155 |
de aquel caso, me dijo que al
momento |
|
con toda priosa a te buscar
viniese, |
|
que ella luego será en tu
acatamiento. |
|
Dejela cual mandó, y como
volviese |
|
por la calle real, mi
desatiento |
160 |
fue tal, por darte nuevas de
Teodora, |
|
que sin pensarlo di con
Eliodora. |
|
De su casa a la
calle iba saliendo, |
|
con sola su criada Felicina, |
|
y dijo, así como me vio,
riendo: |
165 |
bien negoció la nueva
Celestina. |
|
No le osé replicar, y ella
siguiendo |
|
su vía, sin hablarme
más camina, |
|
y el camino del río
dirigieron, |
|
y yo me vine, y ellas dos se
fueron. |
170 |
|
|
LEUCINO |
¿Qué, no te dijo
quien así la puso |
|
|
|
ORTELIO |
Señor, no se aclaró
comigo en cosa. |
|
|
|
LEUCINO |
¿Es posible? Alterado
estó y confuso, |
|
de horror tremiendo el alma
congojosa. |
|
Porque entender que sola se
dispuso |
175 |
Eliodora a maldad tan
rigurosa, |
|
es yerro, el padre y ella lo
trazaron, |
|
y los demás que al hecho se
allegaron. |
|
Y así
protesto y juro de vengame, |
|
y devengar la vieja en los que
fueron, |
180 |
que vida, hacienda y honra ha de
costarme |
|
satisfaciendo a quien por mí
ofendieron. |
|
|
|
|
|
TERCILO |
Osarete decir, que si hicieron |
|
a la maldita vieja tal
afrenta, |
185 |
que no es razón ponella
tú a tu cuenta. |
|
|
|
LEUCINO |
A mi cuenta la pongo, pues yo he
sido |
|
la causa, y por mí debe ser
vengada; |
|
y si Eliodora en ello ha
consentido, |
|
Eliodora será la
ejecutada. |
190 |
|
|
ORTELIO |
Señor Leucino, por merced te
pido, |
|
que no se alterque en este caso
nada. |
|
Pues viene allí la vieja,
ella dé cuenta |
|
del caso incierto, y de su cierta
afrenta |
|
|
|
TEODORA |
Hijo Leucino, ya veo, |
195 |
en verte, salud y vida. |
|
|
|
LEUCINO |
Madre, seas tan bien venida, |
|
cuanto el bien que más
deseo; |
|
aquí estoy sin ti
afligido, |
|
revuelto en mil pesadumbres, |
200 |
aguardando que me alumbres |
|
de todo lo sucedido. |
|
|
|
TEODORA |
Pensarte el caso contar, |
|
se me renuevan mis penas, |
|
y la sangre por las venas |
205 |
siento de temor helar. |
|
Mas siendo de ti mandada, |
|
aunque huye la memoria |
|
renovar la triste historia, |
|
de mí te será
contada. |
210 |
Sabrás,
Leucino, que fue |
|
hoy a la casa de Eliodora, |
|
y siendo oportuna la hora, |
|
a hablar con ella
entré. |
|
Hallela en un corredor, |
215 |
de muchas dueñas
cercada, |
|
ricamente aderezada, |
|
revuelta con su labor. |
|
Levantáronse en el punto |
|
que yo entré, y ella
alargando |
220 |
su mano, y la mía
tomando, |
|
me sentó consigo junto. |
|
Las dueñas se desviaron |
|
por no ser impedimento |
|
y usar de comedimiento, |
225 |
y así a solas nos
dejaron. |
|
Quedando a solas
con ella, |
|
que era lo que deseaba, |
|
queriendo hablar no osaba, |
|
y osando, paraba en vella. |
230 |
Volvía, en tan duro
aprieto, |
|
tras mil consideraciones, |
|
con prevenidas razones, |
|
y tampoco eran de efeto. |
|
Al fin
sacudí el temor |
235 |
y apresté la lengua
muda, |
|
viendo que al osado ayuda |
|
fortuna con su favor. |
|
Díjele: Bella Eliodora, |
|
vida mía y señora
mía, |
240 |
perdonalde esta osadía |
|
a vuestra sierva Teodora. |
|
Yo vengo a solo
deciros |
|
que deis lugar que Leucino, |
|
pues cual sabéis es tan
dino, |
245 |
ose ocuparse en serviros. |
|
Notoria es su gentileza, |
|
discreción y
cortesía, |
|
su donaire y bizarría, |
|
su hacienda y franqueza. |
250 |
No tenéis
en que dudar, |
|
bien podéis
condescender, |
|
que tan ilustre mujer |
|
tal varón debe gozar. |
|
Ella que estaba aguardando |
255 |
el fin de mi
pretensión, |
|
en oyendo esta razón |
|
dio un grito, al cielo
mirando. |
|
Y dijo:
¿Dime, traidora, |
|
que has visto en mí?
¿Qué has oído? |
260 |
¿O qué siente ese
perdido |
|
del nombre y ser de Eliodora? |
|
Si las cosas que contemplo |
|
no impidieran mi ira fiera, |
|
a bocados te comiera, |
265 |
dando de quien soy ejemplo. |
|
En diciendo esto se fue, |
|
y las dueñas acudieron, |
|
y de mí todas asieron, |
|
que sola entre ellas
quedé. |
270 |
Las unas me destocaban, |
|
los otras me
descubrían, |
|
otras recio me herían, |
|
con mil golpes que me daban. |
|
Después de estar muy
cansadas |
275 |
de tratarme como digo, |
|
dijeron: este castigo |
|
no nos deja bien vengados. |
|
Los cabellos me cortaron |
|
con crueza que da espanto, |
280 |
y sin tocado, ni manto, |
|
en la calle me arrojaron. |
|
Dejáronme desta suerte, |
|
y aunque sin fuerzas, ni
brío, |
|
vengo ante ti, señor
mío, |
285 |
a consolarme con verte. |
|
Aquí estó, y si
alguna cosa |
|
resta que hacer en esto, |
|
no entiendas que lo propuesto, |
|
me ha dejado temerosa. |
290 |
|
|
LEUCINO |
Madre Teodora, no sé |
|
con qué respuesta te
acuda, |
|
que tengo la lengua muda. |
|
Y el alma, cual no
pensé. |
|
Y así pues ha sucedido, |
295 |
y a lo hecho no hay remedio, |
|
acomodemos el medio |
|
que remedio lo perdido. |
|
Ve, Tercilo con
la madre, |
|
y treinta escudos doblados, |
300 |
que me tienes, le sean dados, |
|
sin que lo sienta mi padre. |
|
Y tú, madre, ve en buen
hora, |
|
que yo hago juramento, |
|
de vengarte a tu contento. |
305 |
|
|
|
LEUCINO |
Tercilo, di a Farandón |
|
que lo quedo aquí,
aguardando, |
|
|
|
|
LEUCINO |
Sin punto de dilación. |
310 |
Ortelio, ¿sabrás
llevarme |
|
adonde Eliodora fue? |
|
|
|
ORTELIO |
Por donde fue, bien
sabré. |
|
|
|
LEUCINO |
Eso bastará a guiarme. |
|
Yo determino ir allá |
315 |
puesto delante della |
|
proponelle mi querella, |
|
y oír qué respuesta
da. |
|
Si fuere en darme favor, |
|
pedirele el premio luego, |
320 |
y en no acetando mi ruego, |
|
he de usar todo rigor. |
|
|
|
FARANDÓN |
Con tan gran priesa a llamar me
envía mi amo, |
|
¿qué me puede querer?
Dios sea comigo, |
|
y me vuelva a los ojos de quien
ama, |
325 |
libre de riesgo, afán,
prisión, castigo. |
|
|
|
|
|
|
|
LEUCINO |
Dime presto, amigo,
|
|
¿Vienes de armas bien
aderezado? |
|
|
|
FARANDÓN |
La de Joanes me fecit traigo al
lado. |
330 |
|
|
LEUCINO |
No has menester tú
más, que tu braveza |
|
suple, y el corazón la falta
de armas, |
|
|
|
FARANDÓN |
¿De qué puede
servirte mi fiereza, |
|
si en los casos de riesgo no me
armas? |
|
|
|
|
FARANDÓN |
No temo yo, ni ésta es
flaqueza.
|
335 |
Lo que temo es a ti que te
desarmas, |
|
que yo, los cueros tengo de
serpiente. |
|
|
|
LEUCINO |
Vamos, que bueno vas, no venga
gente. |
|
|
|
ELIODORA |
Antes que nos deje el
día, |
|
Felicina, ¿qué
haremos? |
340 |
|
|
FELICINA |
Señora, que desechemos |
|
la triste melancolía, |
|
y vamos por este prado, |
|
cual solemos, a espaciarnos, |
|
que esto podrá
repararnos |
345 |
del riguroso cuidado. |
|
|
|
ELIODORA |
Tu parecer me contenta |
|
sigue ese estrecho camino |
|
por donde Betis divino |
|
de la vista no se ausenta. |
350 |
|
|
FELICINA |
Aquí te puedes sentar, |
|
que la vega deleitosa, |
|
y la ribera espaciosa, |
|
se dejan mejor gozar. |
|
¿No te
agrada este ruido |
355 |
que Betis hace hiriendo |
|
en las peñas, y
saliendo |
|
riega el prado y verde ejido? |
|
Mira como da la vuelta |
|
y se nos desaparece, |
360 |
y acullá se nos parece |
|
la frente en ovas revuelta. |
|
|
|
ELIODORA |
Deleitoso y agradable, |
|
Felicina, es todo esto, |
|
y la quietud deste puesto |
365 |
apacible y saludable. |
|
Aquí mitiga el cuidado |
|
su ansia y congoja dura, |
|
gozando del aura pura, |
|
y la suavidad del prado. |
370 |
|
|
FELICINA |
De muy buena voluntad |
|
pasára yo aquí la
vida. |
|
|
|
ELIODORA |
Restauralla de perdida, |
|
fuera esta suavidad. |
|
|
|
FELICINA |
¿Qué rumor es el que
suena? |
375 |
|
|
ELIODORA |
No sé, gente me parece; |
|
el alma se me entristece. |
|
|
|
|
ELIODORA |
Ay, sin ventura de mí, |
|
¿No ves quién viene?
Ay, cuitada, |
380 |
si viene a hacer vengada |
|
a la vieja en mí y en
ti. |
|
|
|
FELICINA |
No hablemos calla agora, |
|
podrá ser que no nos
vea. |
|
|
|
ELIODORA |
El cielo así lo provea. |
385 |
|
|
FELICINA |
Sí hará, esfuerza,
Eliodora. |
|
|
|
LEUCINO |
¿Dime, Ortelio qué
camino |
|
tornó Eliodora de
aquí? |
|
|
|
ORTELIO |
Aquel que se aparta
allí. |
|
|
|
LEUCINO |
Anda, que tras ti camino. |
390 |
|
|
ORTELIO |
Señor, dende aquí las
veo, |
|
|
|
LEUCINO |
¿Tú las ves? Yo no;
es verdad, |
|
las espadas aprestad, |
|
que ya estamos do deseo. |
|
Eliodora, el duro
amor |
395 |
cuyo poder me sujeta |
|
que venga ante ti me aprieta |
|
a ofrecerme a tu rigor. |
|
No llames atrevimiento |
|
el venir a tu presencia, |
400 |
pues amor me da licencia, |
|
y mi fe consentimiento. |
|
|
|
ELIODORA |
Estoy de tu pretensión, |
|
caballero, tan corrida, |
|
que quisiera dar la vida |
405 |
por respuesta a tu
razón. |
|
Mas por no hacer notoria |
|
tu demanda, y que se entienda |
|
cosa que mi honor ofenda, |
|
dejo de gozar tal gloria. |
410 |
Porque quiero
asegurarte, |
|
que si amor te trae encendido |
|
que es tiempo ocioso y
perdido, |
|
si piensas en mí
emplearte. |
|
Y así te ruego, si
sientes |
415 |
qué es honor, oh qué
es deshonra, |
|
que mires lo que es mi honra, |
|
lo que no, que no lo intentes. |
|
|
|
LEUCINO |
¿Cuál dureza de
diamante |
|
no se hubiera enternecido |
420 |
a mi ruego? ¿Cuál ha
sido |
|
en el mundo semejante? |
|
¿Solo tú quieres
triunfar |
|
de mi contento y victoria? |
|
Sola tú quieres la
gloria |
425 |
de ser amada, y no amar. |
|
Pues, Eliodora,
yo estoy |
|
determinado a morir, |
|
o darte muerte, o cumplir |
|
el fin que pretendo hoy. |
430 |
|
|
ELIODORA |
Bien podrás sacarme el
alma, |
|
forzado de tu pasión, |
|
mas cumplir tu
pretensión |
|
no, ni honrarte con tal palma. |
|
|
|
LEUCINO |
Quiero ver quien me defiende |
435 |
que no haga mi querer. |
|
|
|
FELICINA |
Señor, no quieras hacer |
|
lo que al cielo y Dios ofendo: |
|
pon delante la nobleza |
|
de los padres de Eliodora, |
440 |
para refrenar agora |
|
el furor de esa fiereza. |
|
|
|
LEUCINO |
No tengo que mirar nada, |
|
suéltame, no me
detengas. |
|
|
|
FELICINA |
Cuando en este pecho tengas |
445 |
esa espada atravesada. |
|
|
|
ELIODORA |
O dioses del cielo y tierra, |
|
que miráis mi triste
estado; |
|
alguno de mi apiadado, |
|
me dé ayuda en esta
guerra. |
450 |
|
|
LEUCINO |
¿Qué, no me quieres
soltar? |
|
|
|
|
ELIODORA |
Ninfas deste bosque y
río, |
|
salidme agora ayudar. |
|
y tú, Betis glorioso, |
455 |
que mi peligro estás
viendo, |
|
envíame un dios
corriendo, |
|
con socorro presuroso. |
|
|
|
LEUCINO |
¿Tanto ha de poder tu
fuerza, |
|
Felicina, que me impida |
460 |
ser mi voluntad cumplida |
|
y que de mi intento tuerza? |
|
Esto ha de ser desta suerte. |
|
|
|
ELIODORA |
Dioses, diosas; dadme ayuda. |
|
|
|
LEUCINO |
Yo quiero ver quien te ayuda, |
465 |
o quien osa defenderte. |
|
|
|
NÉMESIS |
Deja, Leucino, aquesa virgen
bella, |
|
y advierte atentamente lo que
digo, |
|
porque yo vengo a solo a
defendella, |
|
y darte, si la ofendes, cruel
castigo. |
470 |
|
|
LEUCINO |
¿Quién eres
tú, que a la defensa della |
|
osas ponerte, y a hablar
comigo? |
|
|
|
NÉMESIS |
Quien soy, yo lo diré; vete,
Eliodora, |
|
con quien la excelsa Hispalis se
honra. |
|
Y porque
entiendas la deidad que tengo |
475 |
y que soy de los dioses
celestiales, |
|
yo soy la diosa Némesis que
vengo |
|
a dar castigo a semejantes
males, |
|
los bienes premio, y los males
vengo, |
|
y véngolos de suerte en los
mortales, |
480 |
que con aquesta mano poderosa |
|
doy la vida, o la muerte
rigurosa. |
|
La cual te diera
aquí, y con este intento |
|
(Sin que me lo impidiera cosa
alguna) |
|
vine volando de mi etéreo
asiento, |
485 |
que está fijado encima de la
luna, |
|
y viendo que tu horrible
pensamiento, |
|
que te condena a muerte en cosa
alguna, |
|
no ofendió la doncella,
quiero darte |
|
aviso, aunque era justo
castigarte. |
490 |
Y por dar fin a
mi razón, concluyo |
|
que mudes parecer, y que a
Eliodora |
|
no sigas, que tu intento con el
suyo |
|
diferencian cual noche y blanca
aurora. |
|
Esto te cumple, y el remedio
tuyo |
495 |
es este que te doy, y desde
agora |
|
puedes aparejarte que
escediendo |
|
desto se te apareja fin
horrendo. |
|
|
|
LEUCINO |
¿Qué os parece del
caso, ha os espantado? |
|
|
|
FARANDÓN |
¿Qué llamas espantar?
Por el pesebre |
500 |
do el caballo del Cid estuvo
atado, |
|
que debes de entender que el hombre
es libre. |
|
¿Quieres si en algo te
dejó agraviado, |
|
le corte un brazo, o una pierna
quiebre, |
|
o a bofetas le deshaga el
rostro, |
505 |
de suerte que la deje hecha un
mostro? |
|
|
|
LEUCINO |
No pongáis duda, no lo
entiendo y creo, |
|
que esta es forma fantástica
que ha sido |
|
por hechizos sacada del Leteo |
|
al mundo, y no la diosa que ha
fingido; |
510 |
que Eliodora entendiendo mi
deseo, |
|
y que a forzarla estaba
resumido, |
|
conjuró aquel
espíritu, que fuese |
|
quien me ocupase mientras ella
huyese. |
|
Y así
quiero, pues ella usó de arte |
515 |
pura poder librarse de mis
manos, |
|
usar de industria yo, que no sean
parte, |
|
para libralla sus hechizos
vanos. |
|
Veré si hay otra diosa que
la aparte |
|
de mí, y para el efecto
oidme, hermanos, |
520 |
estad comigo, porque cumple al
hecho |
|
entenderme, y que sea al momento
hecho. |
|
Luego que
dé su luz la blanca aurora, |
|
una junta en mi casa hacer
quiero |
|
de alcahuetas que juntas a
Eliodora |
525 |
hablen, y entre ellas
enviaré a Porcero. |
|
Éste, como sabéis,
punto ni hora |
|
falta de estar comigo, y por
dinero |
|
venderá su linaje, y cada
día |
|
me dice que hará a Eliodora
mía. |
530 |
El padre de
Eliodora, que es Ircano, |
|
favorece a Porcero, y le da
entrada |
|
en su casa, do tiene tanta
mano |
|
que por él es regida y
gobernada. |
|
Éste hará lo que
deseo, llano, |
535 |
como lo sea alguna cosa dada, |
|
y así quiero, pues él
se me ha ofrecido, |
|
valerme de lo que él me ha
prometido. |
|
|
|
ORTELIO |
Camino es ese de alcanzar tu
intento, |
|
que no es posible no hacer
efeto, |
540 |
llevando tan seguro
fundamento, |
|
y siguiendo un acuerdo tan
discreto. |
|
|
|
LEUCINO |
Vamos a reposar, y el
descontento |
|
que me ha traído a su vigor
sujeto |
|
huya de mí, gozando de
Eliodora, |
545 |
aunque pese a la diosa
vengadora. |
|
|
|
Jornada II
|
|
Diosa VENUS, dios
del SUEÑO,
MORFEO, FARANDÓN. TEODORA. PORCERO. LEUCINO. TERCILO. TERECINDA.
|
|
La diosa VENUS se
querella de lo poco que puede ELIODORA. Pide al dios del
SUEÑO que lo
adormezca a FELICINA,
criada de ELIODORA.
Trasfórmase VENUS
en FELICINA, FARANDÓN, criado de
LEUCINO, por su mandado
llama a TEODORA y a
TERECINDA, y PORCERO, criado de ELIODORA, tratan de irle a hablar.
FARANDÓN cuenta un
suceso que le sucedió: conciertan la ida a casa de
ELIODORA. TEODORA y TERECINDA la hacen un conjuro del cual
sacan prósperos agüeros para el fin de su
negocio.
|
VENUS |
¿Tan grande atrevimiento ha
de sufrirse, |
|
que a mi deidad temida y
acatada |
|
la ofendan, sin que pueda
resistirse? |
|
Ay, triste Venus,
ya menospreciada, |
|
tenido en poco tu poder
eterno, |
5 |
de los dioses, y aún hombres
maltratada; |
|
Ay, triste Venus,
pues el llanto tierno |
|
se convierten los triunfos que has
ganado |
|
del mundo, el cielo, y del horrible
infierno. |
|
¿Soy Venus
yo? ¿No soy la que forzado |
10 |
truje al gran Jove, y convertirse
en toro, |
|
y pasar con Europa el mar a
nado? |
|
¿No le
hice volver en pluvia de oro |
|
por Danae, en cisne por gozar de
Leda, |
|
y dejar por Ejina el alto
coro? |
15 |
Pues si soy Venus
yo, ¿quién hay que pueda |
|
resistir el querer y mando
mío? |
|
Mas no lo soy, pues Némesis
lo veda. |
|
No vedará,
ni en mi deidad confío, |
|
si no saliere en esto con mi
intento, |
20 |
y pagaré su ciego
desvarío, |
|
que no sin causa
trascendiendo el viento |
|
vengo a buscar al Sueño
perezoso, |
|
aquí a Cimerio, desde mi
alto asiento. |
|
Y pues mi ansia
no me da reposo, |
25 |
quiero llamallo, y dar principio a
un hecho |
|
que ha de hacer mi nombre
más glorioso. |
|
¡Ah! Dios
del Sueño, deja el blando lecho, |
|
sal donde estoy, de aquesa cueva
oscura, |
|
presto, que así lo cumple a
mi derecho, |
30 |
|
|
SUEÑO |
¿Quién con tan
grandes voces me apresura, |
|
y me manda dejar mi blanda
cama? |
|
Váyase, no me estorbe mi
dulzura. |
|
|
|
VENUS |
La diosa Venus es la que te
llama. |
|
Sal, de ti sacudiendo la
pereza, |
35 |
y la flojedad torpe que te
ama. |
|
|
|
SUEÑO |
Diosa de Cipre,
¿quién a la aspereza |
|
deste monte Cimerio te ha
traído |
|
dejando al sacro Idalio tu
grandeza? |
|
|
|
VENUS |
Oye atento, sabrás que yo he
venido |
40 |
a tu horrible caverna, a
demandarte |
|
favor, en un negocio sucedido. |
|
Y porque
detenerme en recitarte |
|
el caso, no conviene: solo
quiero |
|
de lo que hacer debes
avisarte. |
45 |
Tú has de
enviar un sueño, con ligero |
|
vuelo, a la gran ciudad que Betis
riega. |
|
Que es Hispalis, de Marte y Febo
impero |
|
Aquí
está una doncella que me niega |
|
el vasallaje, y contra mí se
indina |
50 |
de vana presunción, y
altivez ciega. |
|
Tiene nombre
Eliodora, y aunque es dina |
|
de toda gloria, cumple a mi
servicio |
|
que se someta a mi deidad
divina. |
|
Y así
quiero que usando tu ejercicio, |
55 |
me aduerma a Felicina su
criada, |
|
que cumple para ver lo que
codicio. |
|
|
|
SUEÑO |
Gran diosa en Gnido y Pafo
celebrada, |
|
hija de Jove, y madre de
Cupido, |
|
temida de los dioses, y
adorada, |
60 |
tu mando
será presto obedecido, |
|
y así para cumplirse tu
deseo |
|
el sueño enviaré
luego que has pedido. |
|
No será
Joeladon, aunque dél creo |
|
que hará lo que mandas, ni a
Fantoso; |
65 |
mas el que allá
enviaré, será Morfeo. |
|
Éste es
tan diestro cual conviene al caso, |
|
y así quiero llamallo,
porque el vuelo |
|
Levante, y deje ya el terreno
paso. |
|
Ah ministros del
Sueño, donde el cielo, |
70 |
recordad a Morfeo, que dejando |
|
la blanda cama, pise el duro
suelo. |
|
Presto, no
aguardéis más, que estó aguardando. |
|
Ea, Morfeo, apriesa, apriesa,
amigo, |
|
apriesa, que la noche va
pasando. |
75 |
|
|
MORFEO |
¿Qué es lo que
quieres? Ya me ves contigo, |
|
desviándome así de mi
reposo. |
|
|
|
SUEÑO |
Oye, Morfeo, y advierte lo que
digo. |
|
Conviene que dejando el
perezoso |
|
sueño, a Hispalis vayas con
presteza, |
80 |
los vientos precediendo
presuroso. |
|
Allí has
de aquejarle con graveza |
|
a Felicina, moza de Eliodora, |
|
con sueño
profundísimo, y pereza. |
|
Has de tenerla
así, sin que señora |
85 |
sea de sí, sin que se mueva
o sienta, |
|
hasta que a Venus le parezca
hora. |
|
|
|
MORFEO |
Dios de Cimerio, si eso te
contenta, |
|
ne me detengas, déjame ir
corriendo, |
|
que detenerme tanto me
atormenta. |
90 |
|
|
SUEÑO |
Así cumple, y alas
descogiendo, |
|
haz camino por esa sombra
obscura. |
|
|
|
MORFEO |
Así será, tu mandado
obedeciendo. |
|
|
|
SUEÑO |
Venus, diosa de eterna
hermosura, |
|
ya que a cumplir tu mando va
Morfeo, |
95 |
¿Qué quieres
más desta caverna dura? |
|
|
|
VENUS |
Que a tu reposo vuelvas, que el
deseo |
|
de ver el fin que intento,
concluido, |
|
me llama, y la ocasión que
acercar veo. |
|
|
|
SUEÑO |
Así cual lo deseas veas
cumplido, |
100 |
y queda, excelsa diosa, en paz
agora. |
|
Que a restaurar el sueño voy
perdido. |
|
|
|
VENUS |
Yo quiero ir a casa de
Eliodora, |
|
y la forma tomar de Felicina, |
|
y ayudar a Porcero y a
Teodora; |
105 |
que teniendo
Eliodora tan vecina |
|
la llama de mi fuego poderoso, |
|
el odio perderá, y
será benina |
|
con Leucino, y yo habré
triunfo glorioso. |
|
|
|
FARANDÓN |
Bien medrarás,
Farandón, |
110 |
en esta mercadería, |
|
que aun bien no se muestra el
día |
|
y vas hecho postillón. |
|
Mal haya quien se sujeta, |
|
pudiendo libre vivir, |
115 |
por no venir a servir |
|
de alcahuete y estafeta. |
|
Mi amo quiere hoy
hacer |
|
de alcahuetas una junta, |
|
y desque la tenga junta |
120 |
pedilles su parecer. |
|
Vengo a llamar a Teodora |
|
que vive aquí, llamar
quiero, |
|
luego avisaré a
Porcero, |
|
y a Terecinda si hay hora. |
125 |
Durmiendo debe de
estar, |
|
¿No oye?
¿Quién está acá? |
|
|
|
TEODORA |
¿Quién llama?
¿Quién está allá? |
|
Han visto que golpear. |
|
|
|
FARANDÓN |
Abre, madre, que yo soy; |
130 |
¿Teodora, no me
conoces? |
|
¿Tan presto me
desconoces? |
|
|
|
|
FARANDÓN |
¡Cuán sin cuidado
dormía! |
|
Mal haya quien la
parió, |
135 |
y estoy levantado yo, |
|
antes que saliese el
día. |
|
|
|
TEODORA |
De aquí me puedes
hablar, |
|
que abrirte no puedo agora, |
|
que he menester más de un
hora |
140 |
para vestirme, y bajar. |
|
|
|
FARANDÓN |
Buena estás a esa
ventana, |
|
madre, a lo que vengo
aquí, |
|
es a que vayas tras mí. |
|
|
|
TEODORA |
Harelo de buena gana. |
145 |
¿Quieres otra cosa,
amigo? |
|
|
|
FARANDÓN |
Díjome más que te
diga |
|
que a Terecinda tu amiga |
|
llames y lleves contigo. |
|
|
|
TEODORA |
Hijo di que su demanda, |
150 |
al momento cumpliré, |
|
y comigo llevaré |
|
a mi comadre, cual manda. |
|
|
|
FARANDÓN |
Madre, yo voy a aguardarte. |
|
|
|
TEODORA |
Ve, hijo, que tras ti voy. |
155 |
|
|
FARANDÓN |
A los diablos te doy, |
|
y aun a quien me envía a
llamarte. |
|
Esto queda negociado, |
|
resta llamar a Porcero, |
|
que vive allí; llegar
quiero, |
160 |
que ya estará
levantado. |
|
Ah de casa, ¿aún
duerme agora? |
|
|
|
PORCERO |
¿Quién llama?
¿Quién está ahí? |
|
|
|
|
PORCERO |
¡Oh qué venturosa
hora! |
165 |
¿Qué hay por
acá, Farandón? |
|
|
|
FARANDÓN |
Mi amo te envía a rogar |
|
que le vayas a hablar |
|
luego, sin mas
dilación. |
|
|
|
PORCERO |
Vamos, ¿mas quieres que
echemos |
170 |
Un par de rehilanderas, |
|
con una tajada, y peras? |
|
|
|
FARANDÓN |
No, que en casa lo haremos. |
|
|
|
VENUS |
Quiero ver si puedo algo, |
|
y que se entienda quien soy, |
175 |
haciéndolo saber hoy |
|
a Eliodora, lo que valgo |
|
mudáreme en Felicina, |
|
a quien el sueño
detiene, |
|
y pues al hecho conviene, |
180 |
Venus, ¿qué aguardas?
Camina. |
|
|
|
LEUCINO |
Camina, pensamiento, donde
vivo. |
|
No te deviertas, ni el camino
tuerzas, |
|
dile a Eliodora el mal que sufro
esquivo, |
|
y que tú sólo en mi
dolor te esfuerzas; |
185 |
que las vitales fuerzas |
|
desfallecen, y el cuerpo
miserable, |
|
la parte corruptible |
|
le deja, en el terrible |
|
dolor que sufre, al mundo ya
notable, |
190 |
y que el alma desierta ando
vagando, |
|
el alma donde vive procurando. |
|
|
|
FARANDÓN |
Por buena priesa que traído
habemos, |
|
fuera de casa es ido ya
Leucino. |
|
|
|
PORCERO |
Bien cerca está, pues desde
aquí le vemos, |
195 |
y aun a nosotros tuerce su
camino. |
|
|
|
LEUCINO |
Ah Farandón,
¿qué haces? ¿Qué tenemos? |
|
Que ya me tienes de aguardar
mohíno. |
|
|
|
FARANDÓN |
Señor, ya vengo, y el
señor Porcero. |
|
|
|
LEUCINO |
Vengo, que a él solo por
remedio espero. |
200 |
|
|
PORCERO |
Beso, señor, tus manos
generosas. |
|
|
|
LEUCINO |
Porcero amigo, el cielo te
acompañe |
|
y repare mis ansias
trabajosas, |
|
de suerte que quien digo no me
dañe. |
|
|
|
FARANDÓN |
Teodora y Terecinda presurosas |
205 |
vendrán fuego, y
permíteme que engañe |
|
el sueño, con dormir solo un
momento. |
|
|
|
LEUCINO |
Anda, vete, oye tú mi
pensamiento. |
|
Ya sabes, oh Porcero amigo
mío, |
|
el deseo que enciende mi
cuidado, |
210 |
la pena, el odio, el áspero
desvío, |
|
con que soy de Eliodora
desdeñado. |
|
Y pues lo sabes, sabe que
confío |
|
que ha de ser mi tormento
remediado |
|
mediante tu favor, siguiendo un
orden |
215 |
que reduzca a razón este
desorden. |
|
Ya te
conté, que habiéndole a Eliodora |
|
dado un recaudo mío, las
criadas, |
|
viendo airarse de oírlo a su
señora, |
|
contra la vieja fueron
indignadas. |
220 |
Acordándome desto, quiero
agora |
|
venidas las dos viejas, que
llamadas |
|
son, para que tú y ellas
deis un medio |
|
que conmueva a Eliodora a mi
remedio. |
|
|
|
PORCERO |
Muchas veces pidiéndome
consejo, |
225 |
sobre este caso, he dicho
abiertamente |
|
lo que te cumple, como astuto y
vicio, |
|
y como aquel que más tus
ansias siente, |
|
y tú, sin advertir lo que
aconsejo, |
|
acudes al remedio diferente |
230 |
de tu salud, de suerte que ahora
dudo, |
|
que haga el ruego lo que mando
pudo. |
|
|
|
LEUCINO |
Porcero, no me hagas imposible |
|
lo que consiste en solo tú
querello, |
|
que bien sabes que sé que
esto es posible, |
235 |
y más que esto queriendo
tú hacello, |
|
remedia mi dolor, y mal
terrible, |
|
que yo te doy la fe, si alcanzo
habello, |
|
que de mí hayas tan honrosa
paga, |
|
que el galardón al hecho
satisfaga. |
240 |
|
|
PORCERO |
No es cosa nueva usar,
señor, comigo |
|
en mi necesidad de tu largueza |
|
que las obras presento por
testigo, |
|
pues han enriquecido mi
pobreza. |
|
Mas volviendo al negocio yo te
digo |
245 |
que me tiene perplejo su
graveza; |
|
mas ten cierto de mí, que
aunque perece |
|
he de hacer que hoy tu mal
fenezca. |
|
El tiempo es
conveniente cual demanda |
|
la pretensión del caso que
seguimos, |
250 |
que el padre no está en
Hispalis, que anda |
|
en su hacienda, que es lo que
pedimos. |
|
|
|
LEUCINO |
¿Que el padre no está
aquí? Yo veo mi banda |
|
prevalecer, y el premio
conseguimos. |
|
Sus, ¿amigo, qué
aguardas? Sigue un modo. |
255 |
|
|
PORCERO |
Vendrán las viejas que han
de ser el todo. |
|
|
|
LEUCINO |
¿Eso aguardas no mas?
Tercilo, parte |
|
llámale a Farandón
que venga luego, |
|
que las torne a llamar; ve sin
tardarte, |
|
que estoy aquí, y estoy
ardiendo en fuego. |
260 |
|
|
TERCILO |
Bien puedes de esa llama
resfriarle, |
|
si en su venida pones tu
sosiego; |
|
veslo allí donde viene
voceando, |
|
con la espada en la mano
amenazando. |
|
|
|
FARANDÓN |
Cualquiera que dijere que este
agravi |
265 |
puede satisfacerse sin
castigo, |
|
digo que miente, y salga luego al
campo, |
|
donde al contrario le haré
que diga, |
|
o a bofetones le haré que
lance |
|
la lengua, con el ánima
revuelta. |
270 |
|
|
LEUCINO |
Déjalo, oigamos qué
ocasión lo indina. |
|
|
|
FARANDÓN |
Reñegaré de cuanto el
duelo escribe. |
|
De las leyes germanas y
birlescas, |
|
y de cuanto aprendí del
padre Lorca, |
|
si hombre dejare en esta calle a
vida, |
275 |
si no es que Dios lo libra por
milagro, |
|
o a mí me traga el centro de
la tierra. |
|
|
|
LEUCINO |
Echando viene fieras amenazas. |
|
Sosiégate, veamos en
qué para. |
|
|
|
FARANDÓN |
Otro goce el abrazo, y los
regalos |
280 |
de doña Magancia mis
amores, |
|
si en la venganza del agravio
hecho, |
|
no hiciere hoy en hombres
más estrago, |
|
que hizo sobre Troya el poder
griego. |
|
|
|
TERCILO |
Historiador se hace, o yo me
engaño, |
285 |
o viene con la carga
delantera, |
|
y antes que caiga, es bien que lo
llamemos, |
|
si saber quieres qué lo trae
colérico. |
|
|
|
|
|
|
FARANDÓN |
O señor, que me coges de tal
suerte, |
290 |
que por mejor tuviera no
encontrarte, |
|
porque según la
cólera me enciende, |
|
el no verme te fuera más
seguro. |
|
|
|
LEUCINO |
Deja el enojo, y dime qué te
enoja. |
|
|
|
FARANDÓN |
Haré lo que me mandas como
debo, |
295 |
que a ser otro, llevara otra
respuesta. |
|
Sabrás, señor, que
vino, como suele, |
|
a la posada, doña
Magancia |
|
de Zúñiga, mi moza de
respeto; |
|
trújome unos arenques de
Galicia, |
300 |
con una media que mercó en
el pósito, |
|
y un pedazo de queso de
Mallorca, |
|
un plato de aceitunas, con
pimienta, |
|
con mucho alcaparrón y
berenjenas, |
|
curtidas en vinagre con
especias, |
305 |
y un gran jarro de mosto de
Cazalla, |
|
que pasaba de más de cinco
hojas, |
|
y dé más de un
azumbro la medida. |
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Tendió el canto del manto
sobre el poyo |
|
por manteles, sirvió de
servilleta |
310 |
el mandil del caballo, y desta
suerte, |
|
muy a nuestro sabor le dimos
fondo, |
|
y como hubiese en esto
deteníose, |
|
salió para volverse a su
botica. |
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LEUCINO |
¿Es boticaria doña
Magancia? |
315 |
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FARANDÓN |
No, mas llaman botica adonde
gana. |
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LEUCINO |
Eso no sabía yo, pasa
adelante. |
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FARANDÓN |
Al fin, señor,
poniéndose en la calle |
|
para ir su camino, volvió a
verme, |
|
y Argelilla, la moza del
vecino, |
320 |
sin respeto ninguno, le echó
encima |
|
una caldera de agua del
fregado, |
|
llena de berzas verdes, brodio y
mugre, |
|
que la cubrió de arriba
abajo toda |
|
aquel nublado espeso de
cocina. |
325 |
Yo que vi tal agravio, salí
fuera |
|
diciendo que era hecho de
ruines, |
|
lo cual sustentarla con la
espada. |
|
Aparose Argelilla, y
sonriéndose |
|
de vella cual estaba, dijo:
Amigo, |
330 |
tenga en esas razones más
templanza, |
|
o haránle que sea menos
bravo. |
|
Alcé el rostro, que nunca yo
lo alzara, |
|
queriendo responder, y a este
punto |
|
trastornó sobre mí un
noturno vaso |
335 |
con un hedor pestífero, que
el rostro |
|
me cubrió, y me dejó
de suerte, |
|
que conocerme nadie no
pudiera, |
|
si aún se llegara nadie a
conocerme, |
|
según era el olor que de
mí echaba. |
340 |
Que he menester mudar hasta los
cueros |
|
si quiero despedillo, que la
ropa |
|
a tiro de arcabuz no hay
aguardalla. |
|
Aquí acudieron más de
mil muchachos, |
|
y empiézanme a dar grita, y
con palmitos, |
345 |
y suelas de zapatos, a
tirarme, |
|
unos por una parte otros por
otra, |
|
de suerte, que temiendo su
violencia |
|
me encerré en casa, en su
poder dejando |
|
a doña Magancia mis
amores, |
350 |
que tomándola a cargo, la
pusieron |
|
peor que a mí, y sobre
aqueste agravio |
|
vengo a dar muerte a toda aquesta
calle. |
|
Y aún estoy por matar a los
poetas |
|
y a los historiadores, porque
oyendo |
355 |
tal hazaña, no quieran
escrebilla, |
|
y della hagan la memoria
eterna. |
|
|
|
LEUCINO |
Si hubieras de matar los que
conozco, |
|
tenías que hacer doscientos
años, |
|
aunque mataras cada día un
ciento. |
360 |
Mas dejando esto aparte, al punto
parte, |
|
y tráeme aquí las
viejas que llamaste. |
|
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|
FARANDÓN |
Ya vienen, mil diablos se las
lleven, |
|
y a quien con un amen no me
ayudare, |
|
|
|
TEODORA |
Salud tengas, señor
mío, |
365 |
tú, y la noble
compañía, |
|
convenciendo la porfía |
|
de Eliodora, y cruel
desvío. |
|
|
|
LEUCINO |
Madre, seas muy bien venida, |
|
a dar vida a quien te espera, |
370 |
tú, y la honrada
compañera. |
|
|
|
|
LEUCINO |
Dejemos comedimientos, |
|
y al propósito
vengamos, |
|
que lo que en hablar tardamos |
375 |
es atajar mis intentos. |
|
Y así quiero proponeros |
|
en dos razones el caso, |
|
que esto solo hace al caso, |
|
sin cansarme, y deteneros. |
380 |
Ya sabéis
cómo Eliodora, |
|
ocasión de mi cuidado, |
|
en oyendo mi recado, |
|
se volvió contra
Teodora. |
|
Resta agora, que no obstante |
385 |
su ira, busquemos medio |
|
que de ablandar sea remedio |
|
aquel pecho de diamante. |
|
Ésta ha
sido la ocasión, |
|
en vuestras manos he puesto |
390 |
mi honra, y por lo propuesto, |
|
entenderéis mi
intención. |
|
Conformaos en un acuerdo, |
|
y este acuerdo sea de suerte |
|
que acabe mi pena fuerte, |
395 |
y admire al hombre más
cuerdo. |
|
|
|
TEODORA |
Parecerá
cobardía |
|
decir lo que de esto entiendo, |
|
como quien estuvo viendo |
|
su constancia en mi
osadía. |
400 |
Mas con todo esto no huyo |
|
de tornarme a ver con ella, |
|
y aún hacer si alcanzo a
vella |
|
mover el intento suyo. |
|
|
|
PORCERO |
Yo, como quien tiene entrada, |
405 |
me profiero a dar la puerta, |
|
cuando quisieres, abierta, |
|
y a Eliodora apaciguada. |
|
Haré que oiga tu
razón, |
|
y si se altera de
oírte, |
410 |
podré también
acudirte, |
|
y aplacar su
alteración. |
|
|
|
TEODORA |
Como la entrada me des, |
|
y a Eliodora que me aguarde, |
|
yo quedaré por cobarde, |
415 |
si hoy rendida no la ves. |
|
|
|
TERECINDA |
Espantada estoy de
oírle, |
|
comadre, ¿do tu buen
seso? |
|
¿Que en cosas de tanto
peso |
|
al fin osas proferirte? |
420 |
Promete verte con
ella, |
|
no rendilla tan de presto, |
|
que es mucho lo que has
propuesto, |
|
conociendo el valor della. |
|
|
|
TEODORA |
Terecinda, ¿estás
burlando? |
425 |
¿Dó tu sutileza y
maña, |
|
tu esfuerzo, tu industria
extraña, |
|
que ha sido absoluto en mando? |
|
|
|
TERECINDA |
Teodora, con la experiencia |
|
he ya alcanzado a saber |
430 |
que es vanidad prometer |
|
las cosas en contingencia. |
|
Que Eliodora no es quienquiera |
|
para prometella luego, |
|
pues por interés, ni
ruego, |
435 |
convencella no se espera. |
|
|
|
TEODORA |
¿No es esa costumbre
tuya? |
|
¿Tú que habías
de animarnos, |
|
eres en desanimarnos? |
|
No sé a qué me lo
atribuya. |
440 |
|
|
TERECINDA |
Esto no es quitarte el
ánimo, |
|
ni enflaquecer de mi esfuerzo, |
|
por que en los riesgos
esfuerzo, |
|
y al flaco hago
magnánimo. |
|
No impido lo que
acometes, |
445 |
más digo que sea de
suerte, |
|
que aunque recibas la muerte |
|
salgas con lo que prometes. |
|
|
|
TEODORA |
Bien sabes que si me aguarda, |
|
aunque mas arisca esté, |
450 |
que tan mansa la
pondré, |
|
que sufra silla y albarda. |
|
|
|
TERCILO |
Que tú hagas ese
extremo |
|
aguardándote Eliodora, |
|
no me espantará,
Teodora, |
455 |
mas si te ha de aguardar,
temo. |
|
Y esta es la dificultad |
|
que en este negocio hallo, |
|
para poder acaballo |
|
con mucha facilidad. |
460 |
|
|
PORCERO |
Yo he dicho, y torno a decir |
|
que la puerta haré
daros, |
|
y a Eliodora haré
escucharos. |
|
|
|
TERCILO |
Eso sólo hay que pedir. |
|
Que si la puerta nos da, |
465 |
y nos oye, yo aseguro |
|
que el pecho de mármol
duro |
|
más que cera se
pondrá. |
|
|
|
PORCERO |
Pongamos mano en la obra, |
|
vámosle luego a hablar, |
470 |
porque en dejando pasar |
|
la ocasion, tarde se cobra. |
|
|
|
TEODORA |
Bien dices, vete con Dios, |
|
y de aquí a un cuarto de
hora |
|
que tú estés con
Eliodora, |
475 |
iremos ambos a dos. |
|
|
|
PORCERO |
A aguardaros allá voy, |
|
queda en paz, y tú,
Leucino. |
|
|
|
LEUCINO |
Al cielo tengas benino, |
|
porque acabe mi mal hoy. |
480 |
|
|
TEODORA |
Terecinda, consultemos |
|
este negocio, y veamos |
|
las señales que
hallamos |
|
o lo que en contra tenemos. |
|
|
|
TERCILO |
Paréceme que conviene. |
485 |
Tercilo, éntrate tú
allá; |
|
tú, Leucino, ponte
acá, |
|
y aguarda a ver lo que viene. |
|
Deste modo se asegura |
|
nuestro negocio; está
quedo, |
490 |
oyemos sin tener miedo, |
|
que en esta está tu
ventura. |
|
|
|
TEODORA |
Pon la vista al oriente, |
|
en cuanto que aderezo |
|
estos lizos, mojados en la
onda |
495 |
de Flegeton ardiente, |
|
y pongo el aderezo, |
|
para que el triste Averno me
responda, |
|
si de la estancia honda |
|
donde tiene su asiento |
500 |
del Erebo la reina poderosa, |
|
espíritu saliere, y otra
cosa, |
|
ten cuenta, y mira el viento, |
|
si cuervo o si paloma
pareciere, |
|
o siniestra corneja se
ofreciere. |
505 |
|
|
TERCILO |
Con prósperas
señales |
|
de fatídico agüero |
|
se nos demuestra el cielo
generoso, |
|
en ocasiones tales; |
|
si en esto es verdadero |
510 |
el disponer del hado
venturoso, |
|
hoy será victorioso |
|
Leucino desdeñado: |
|
que en este punto con ligero
vuelo |
|
dos palomas bajar vide del
cielo, |
515 |
que Venus ha enviado, |
|
y sobre un verde mirto se
pusieron, |
|
y cogiendo dos ramos dél se
fueron. |
|
|
|
TEODORA |
Tiende en torno esos lizos, |
|
por donde yo derramo |
520 |
estas cenizas del trinacrio
monte |
|
y con fuertes hechizos, |
|
a responderme llamo |
|
los espíritus negros de
Aqueronte. |
|
Antes que el horizonte |
525 |
se cubra, oh triste Huerco, |
|
a quien con ronca voz fuerzo y
apremio, |
|
date a mis obras el debido
premio, |
|
y ponme en este cerco |
|
una señal, que el fin que
intento aclare |
530 |
por donde yo lo que será
declare. |
|
|
|
TERCILO |
Por la virtud que tiene |
|
esta esponjosa piedra, |
|
desde el nevado Cáucaso
traída, |
|
que en este vaso viene; |
535 |
por esta blanca hiedra, |
|
que en la cumbre del Hemo fue
cogida, |
|
que luego sea movida |
|
tu voluntad al ruego, |
|
oh Plutón, oh
Prosérpina hermosa, |
540 |
y sin negarnos deste caso
cosa, |
|
nos deis aviso luego |
|
si la demanda mía, y de
Teodora, |
|
moverán hoy el pecho de
Eliodora. |
|
|
|
TEODORA |
No pases adelante, |
545 |
Terecinda, en tu apremio, |
|
que siento estremecerse el hondo
centro |
|
que tu voz resonante |
|
forzó que nos de el
premio |
|
que pedimos al dios que vive
dentro. |
550 |
|
|
TERCILO |
¡Oh congojoso encuentro! |
|
La muerte nos envía |
|
por respuesta, ¿qué
es esto, infierno duro? |
|
¿Tan poco es lo que puede mi
conjuro? |
|
¿Ésta es la fuerza
mía? |
555 |
Que hacer suele que ese reino
tema |
|
y de ver enojarme de horror
trema. |
|
|
|
TEODORA |
Refrena tu aspereza, |
|
que con la dura muerte, |
|
también se nos demuestra una
corona. |
560 |
Que el temor y crueza |
|
deshace, y dulce suerte |
|
promete, conque el miedo se
abandona; |
|
a Leucino corona |
|
dando a su pena dura |
565 |
descanso; ve, Leucino, y esas
sienes |
|
rodea con ella, que seguro
tienes |
|
el premio, y tu ventura |
|
te concede, que en triunfo de
vitoria |
|
des muerte a tus trabajos hoy con
gloria. |
570 |
|
|
LEUCINO |
Pues amor corresponde |
|
a mi deuda, debida, |
|
quiero con ella laurear mi
frente, |
|
¿Mas cómo se me
absconde? |
|
¿Cómo la veo
perdida, |
575 |
ante mis ojos viéndola
presente? |
|
¿Cómo agora
está ausente? |
|
Sin duda se fue al cielo, |
|
o algún dios la llevó
para ponerse. |
|
Quiero apartarme aquí; ya
deja verse, |
580 |
para el bien de mi duelo. |
|
Desta vez no es posible no
cogella, |
|
ya la tengo; ay de mí,
¿do ésa? ¿Qué es della? |
|
|
|
TERCILO |
Leucino, no te quejes, |
|
por ver que se te absconda |
585 |
esa corona, vuelve acá, y
advierte, |
|
que no está en que la
dejes. |
|
Que no te corresponda |
|
a tu deseo la piadosa suerte. |
|
Toma, y lleva esa muerte, |
590 |
que declara que muere |
|
hoy tu trabajo, y vamos ya,
Teodora, |
|
veremos la respuesta de
Eliodora. |
|
|
|
TEODORA |
Al caso se requiere |
|
que vamos ya, y más punto no
tardemos, |
595 |
pues señales tan
prósperas tenemos. |
|
|
|