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ArribaAbajoActo II


Escena I

 

Calle.

 
 

(MARCELA, con manto; FÉLIX.)

 
FÉLIX
Huélgome de haberte hallado
en cal de Francos: ¿qué esperas?
MARCELA
Creyéralo, como fueras
o veinticuatro o jurado.
Félix, el ánimo tuyo5
bien conocido le tengo.
A comprar chapines vengo,
que por momentos destruyo.
FÉLIX
Alabo tu discreción;
que viendo las prendas mías,10
no dijiste que venías
por tela, raso o gurbión,
no por holanda o cambray,
no por cortes milaneses,
puntas y encajes franceses,15
que por estas tiendas hay.
A chapines te humillaste;
concierto haremos los dos,
porque parece, por Dios,
que mi bolsa consultaste.20
Por la discreta humildad,
añado a chapines guantes;
que dan cosas semejantes
galanes de voluntad.
MARCELA
Por tu vida, que te engañas;25
que no te brindo a chapines;
voy con diferentes fines,
que verás si me acompañas;
que el gastar tantos agora
es buscar casa.
FÉLIX
Dejaste
30
la tuya porque pensaste
poder vivir con Leonora.
Dos de diversas naciones,
Marcela, vivir podrán
juntos, juntos vivirán35
dos tigres y dos leones,
un hidalgo y un villano,
y dos poetas en paz,
cosa extraña y incapaz
de trato y concierto humano;40
y dos damas no podrán
vivir juntas, siendo hermosas;
que envidiosas y celosas
eternamente andarán.
MARCELA
Añade, si es una dellas45
necia.
FÉLIX
No es poco Leonora.
MARCELA
Préciase muy de señora,
compite con las estrellas.
FÉLIX
¿No sabes cómo mi hermana
a la casa se pasó50
que tú dejaste, aunque yo
la vivo de mala gana?
MARCELA
¿A la casa que dejé?
FÉLIX
A la misma.
MARCELA
¿No es mejor
la suya?
FÉLIX
Fué cierto humor55
(que otra ocasión no la sé);
que siendo en la misma calle
y peor casa, fué locura.
MARCELA
Debe de probar ventura;
que es lástima que aquel talle60
no halle un rico marido;
que hay casas que topa en ellas.
FÉLIX
¿Casas hay contra doncellas?
Nunca lo he visto ni oído.
Notables supersticiones65
tenéis todas las mujeres.
MARCELA
Así nacimos: ¿qué quieres?
FÉLIX
Más valían los balcones
con las macetas que deja
de claveles y verduras,70
que un jardín.
MARCELA
Tristezas puras:
con razón della se aleja.
Pruebe otra casa, otras mil,
hasta que halle casamiento.
FÉLIX
Necedad.
MARCELA
Diré otras ciento;
75
mas si el ingenio sutil
de tu hermana Dorotea
de aquella casa se muda,
claro está que no la ayuda
para que dichosa sea.80
FÉLIX
Cuatro meses nos faltaban,
Marcela, del alquiler.
MARCELA
¿Habeisla arrendado?
FÉLIX
Ayer
ciertos hombres la arrendaban
que vienen con el Infante,85
y no se la quise dar.
MARCELA
Yo la quisiera ocupar
en ocasión semejante,
mientras junto a la Alameda
una me deja un letrado90
que han proveído.
FÉLIX
He pensado
que todo el tiempo que queda
será mucha discreción
que ahorres ese dinero.
MARCELA
Si tienes las llaves, quiero95
pasarme luego.
FÉLIX
Éstas son.
MARCELA
Vamos los dos.
FÉLIX
Luego al punto
haz que la ropa te pasen.
MARCELA
Si algunos hombres se hallasen,
podrá venir todo junto.100
FÉLIX
A traértelos me ofrezco.
La casa en el dueño gana.
MARCELA
Donde ha vivido tu hermana,
Félix, vivir no merezco;
mas no quiero ser ingrata105
al bien que los dos me dan.
FÉLIX
Con más razón te tendrán
a ti por niña de plata.
MARCELA
De su valor soy despojos;
y aunque su sombra he de ser,110
yo me contento con ser...
FÉLIX
Dilo.
MARCELA
Niña de tus ojos.
 

(Vase.)

 


Escena II

 

Sala en casa de DON JUAN.

 
 

(DON JUAN, LEONELO.)

 
DON JUAN
Como os lo cuento ha pasado.
LEONELO
Él ha sido extraño cuento.
DON JUAN
Pues nadie me lo ha contado;115
que yo en su mismo aposento
lo vi, corrido y turbado.
Cabestrillo el Rey le dió,
reliquias le dió el Maestre;
pero el Infante mostró120
más amor.
LEONELO
No hay más que muestre.
¿Quién su memoria olvidó?
DON JUAN
Memorias le dió el Infante,
con que yo pasé la mía
un mundo más adelante.125
LEONELO
Un desengaño de un día
es redención de un amante.
DON JUAN
Si los redimidos son
el enfermo y el cautivo,
yo llamo con más razón,130
pues del alma la recibo,
mi libertad redención.
La amorosa enfermedad
en salud se me ha trocado,
la cárcel en libertad;135
que a dármela se han juntado
la Merced y Trinidad.
La merced de un desengaño,
la trinidad del acuerdo
de tres potencias, que el daño140
miraron donde me pierdo
en el Argel de mi engaño,
que a desengañarme dél,
con la Trinidad que digo,
vino la Merced a Argel;145
mucho pudieron conmigo,
que estaba prendado en él.
Despertó mi entendimiento
a mi memoria dormida,
y dando consentimiento150
la voluntad ofendida,
fué trinidad en mi intento.
Y en librarme convenidos,
de limosnas de mis daños,
para cobrar mis sentidos,155
di por rescate dos años,
aunque ya estaban perdidos.
¡Oh santa Merced, yo adoro
la tuya y mi redención.
¡Oh libertad, gran tesoro,160
porque no hay buena prisión,
aunque fuese en grillos de oro!
No más Argel, pues engaña
la razón. Vamos, deseo;
que ha sido librarme hazaña.165
¡Gracias a Dios que me veo
entre cristianos de España!
LEONELO
Vuestro discurso, don Juan
(si como vos lo decís,
y este desengaño os dan,170
en el alma lo sentís),
os hace un cuerdo galán.
Ya por ejemplo os contemplo
del desengaño en el templo
¡dichoso vos, a quien hiela,175
pues lo que abrasa y desvela
os sirve de claro ejemplo!
Pero guardaos bien del daño
que suele hacer en quien ama
la pena de un desengaño;180
que es una secreta llama
de más rigor que el engaño.
Pensaréis que no queréis;
y cuando os imaginéis
más libre en más confianza,185
iréis a darle venganza,
y a sus puertas lloraréis.
DON JUAN
¡Plegue al cielo que ese día,
o primero que le vea
para tal desdicha mía,190
el fin de mi vida sea!:
tanto un desengaño enfría.
Yo quise mientras creí
que me querían; llegué
donde lo contrario vi,195
y de la suerte olvidé,
que se olvidaron de mí.
No más, no más, niña ingrata,
pues que ya tu edad de plata
se ha vuelto en hierro.
LEONELO
El valor
200
se muestra en rendir a amor.
DON JUAN
Cualquiera traición le mata.


Escena III

 

Un PAJE. DON JUAN, LEONELO; después, un ESCUDERO.

 
PAJE
Aquí de la señora Dorotea
un escudero quiere hablarte.
DON JUAN
Dile,
que se vaya con Dios y que me deje,205
por que crea Leonelo lo que digo.
LEONELO
Eso, don Juan, no es justo, ni conviene
al trato de tan noble caballero.
Recibid el recado en cortesía.
DON JUAN
¿Por vos he de hacer cosa tan mal hecha?210
LEONELO
Ponedlo por mi cuenta; que yo os juro
que no lo sentís mucho.
DON JUAN
Dile que entre.
 

(Retírase el PAJE, y sale el ESCUDERO.)

 
ESCUDERO
Este papel me ha dado mi señora.

 (Da a DON JUAN un papel y una caja.) 

¿Cómo con esa cara le recibes?
DON JUAN
No la tengo mejor para papeles215
de quien se deja visitar de príncipes.
ESCUDERO
Solías tú con palio recebirme,
mandarme regalar, darme aguinaldo;
ya te veo de suerte, que no quiero
pedirte aquellas calzas y ropilla220
que me mandaste. Ya conozco: amantes
son como arroyos que lloviendo corren,
tras sí lo llevan todo con la furia,
y en cesando, no dejan más de piedras.
Mas no quiero culparte, a mí me culpo;225
que siempre he sido desdichado en calza.
DON JUAN
Idos con Dios; que estoy con pesadumbre.
Decid a la señora Dorotea
que con Chacón responderé.
ESCUDERO
No quiero.
Parecer, en cansaros, escudero. 230
 

(Vase.)

 


Escena IV

 

DON JUAN, LEONELO.

 
LEONELO
¿Cómo no abrís el papel?
DON JUAN
Como ya el tiempo pasó
que diera mil besos yo
a cualquiera letra dél.
LEONELO
Acabad; que estáis muy necio.235
DON JUAN
Leerle quiero por vos.
LEONELO
Por mí y por vos; que por Dios,
que es ése mucho desprecio.
DON JUAN

 (Abriendo el papel.) 

¡Bueno es esto!
LEONELO
¿Cómo ansí?
DON JUAN
El papel es un soneto.240
LEONELO
Luego ¿es verdad en efeto
que hace versos?
DON JUAN
Estos sí.

 (Lee.) 

«Ingrato dueño mío, aunque pretendas
matarme con rigores y desdenes,
y sin oír las partes me condenes,245
quiero que mi verdad y amor entiendas.
    »Mas no es razón que sin razón me ofendas;
y pues en otros gustos te entretienes,
y de mi honor mayores prendas tienes,
triunfa también desas humildes prendas.250
    »Cesen, por vida mía, los enojos,
que príncipes conmigo son quimera,
sueño del gusto, engaño de los ojos.
    »Y cuando como piensas los rindiera,
¿qué pierdes en tenellos por despojos,255
pues a tus pies con ellos me pusiera?»
LEONELO
¡Notable humildad! No hay gracia
que no tenga esta mujer.
DON JUAN
De tantas pudo hacer
su desdicha y mi desgracia.260
LEONELO
El soneto es amoroso,
y muestra bien ser de dama.
Pero ¿cómo, cuando os llama,
estáis tan tibio y celoso?
En esa caja ¿os envía265
vuestras prendas?
DON JUAN
Por cobrar
las suyas; que es engañar
con regalo y cortesía.
Yo las enviaré, cruel.
LEONELO
Abrilda, a ver.
DON JUAN
¿Qué es aquesto?
270
LEONELO
¿Cómo?
DON JUAN
Otras prendas ha puesto;
mas éstas, dice el papel.
¡Las reliquias del Maestre
y memorias del Infante
me envía!
LEONELO
¡Dichoso amante!
275
¿Qué más fe queréis que os muestre?
DON JUAN
Hasta del Rey la cadena
viene aquí.
LEONELO
Tal desengaño
bien ha disculpado el daño
de la recebida pena.280
Id a ver Dorotea
humilde y agradecido.
DON JUAN
Hazaña discreta ha sido;
pero no sé si la crea.
LEONELO
Eso es grande ingratitud.285
Enojaréme con vos.
DON JUAN
Digo que iremos los dos:
tal es la fuerza y virtud
desta dulce encantadora.


Escena V

 

CHACÓN. Dichos.

 
CHACÓN
¿Está mi señor aquí?290
DON JUAN
¿Qué hay, Chacón?
CHACÓN
Escucha.
DON JUAN
Di.
CHACÓN
Quiere, sirve, alaba, adora
la niña de Bercebú,
que pasando por su calle...
Mas mejor es que lo calle.295
DON JUAN
Pues, necio, ¿no sabes tú
que una razón comenzada
no se puede dilatar?
Pues no supiste callar,
habla.
CHACÓN
No importa, no es nada.
300
DON JUAN
Habla, digo.
CHACÓN
En cuatro días
que no habemos parecido
por su calle, hay tanto olvido
de pasadas niñerías,
que agora acabo de ver305
a su puerta con mil cargos
de ropa dos carros largos.
¡Ah falsa, ah fiera mujer!
Vieras sillas, colgaduras,
camas doradas, tapices,310
colchas de seda...
DON JUAN
¿Qué dices?
CHACÓN
Vidrios, tarimas, pinturas,
hasta asadores, morillos
y aderezos de cocina.
DON JUAN
Bien el dueño se adivina.315
¿Son celos para sufrillos?
¿Paréceos que viene bien
con este papel, Leonelo?
LEONELO
Digo que me libre el cielo
de sus embustes.
DON JUAN
¿Que den
320
licencia un honrado hermano
y una tía semejante
a que tan libre el Infante,
sin otro respeto humano,
cubra de sus telas de oro325
casa que con tal limpieza
tuvo el honor por riqueza
y la virtud por tesoro?
¡Ah vil interés, que puedes
rendir la virtud y honor!330
¿No estaban, niña, mejor
desnudas esas paredes?
¿No supiera yo vestillas
de seda, sin ser infante?
No he visto amor semejante.335
¡Camas, tapices y sillas!
¡Bravo amor! De asiento están.
CHACÓN
Cuando vi los asadores,
me salieron más colores
que a un ave que asando van.340
¡Ah perros!, dije entre mí,
¿No era mejor un marido
noble, rico y bien nacido?
DON JUAN
Chacón, mejor es ansí.
Pues yo no pienso morirme,345
¿quién hay en todo el lugar
con quien la pueda picar,
y yo alegrarme y reírme?
LEONELO
En su misma calle vive
Marcela.
DON JUAN
Tienes razón.
350
¿Conócesla tú, Chacón?
CHACÓN
A escribilla te apercibe,
que es una dama gallarda,
que sabrá bien despicarte,
y yo la he visto mirarte,355
y sé que ha días que guarda
que te digas que deseas
visitalla.
DON JUAN
Yo querría
no verla agora de día.
LEONELO
Pues ¿no es mejor que la veas?360
DON JUAN
No; porque aquella cruel
no vea que a rogar voy,
sino que admitido soy.
LEONELO
Bien dices: rasga el papel,
y del oro que te envía365
haz un presente a Marcela,
para que el golpe le duela,
si se le viere algún día.
DON JUAN
Sí verá; que a San Antón
a misa las fiestas van.370
LEONELO
¡Linda venganza, don Juan!
DON JUAN
Esta noche tú y Chacón
iréis conmigo; que quiero
liberal del oro hacerme,
porque se arroje a quererme.375
LEONELO
Notable venganza espero.
CHACÓN
Yo quiero ser tu alcahuete,
y si te acierta a agradar
Marcela, bien puedes dar
con la niña en Tagarete. 380
 

(Vanse.)

 


Escena VI

 

Salón del Alcázar.

 
 

(El REY, el MAESTRE, DON ARIAS.)

 
REY
¿Adónde está mi hermano?
MAESTRE
No está bueno;
que desde ayer le ha dado una tristeza,
que de todo placer le tiene ajeno.
REY
¿Al Infante tristeza?
MAESTRE
La belleza
de una mujer le tiene desta suerte,385
preciada de su honor y su nobleza.
REY
Maestre, es el amor tanto más fuerte
que todos los venenos, que le dieron
muchos nombre de hermano de la muerte.
¡Oh cuántos a sus manos perecieron,390
de que se ven tan míseras memorias!
¡Oh cuántos de su triunfo esclavos fueron!
¿Está en Castilla esa mujer?
MAESTRE
Las glorias
de amor siempre consisten en violencias,
de que testigos son tantas historias.395
Los desdenes, señor, las resistencias
de aquella dama que una noche viste
(que dijera mejor impertinencias).
Tan mal Enrique y sin valor resiste,
que se deja morir de puro amante,400
ni duerme ya, de despechado y triste.
REY
¿Hay lástima, hay suceso semejante?
¡En dos días de amor!
MAESTRE
Verdad te digo,
y que de plata es niña de diamante.
REY
Esta noche los dos iréis conmigo;405
que yo se la traeré tan blanda y tierna,
si con regalos de quien soy la obligo,
que viva Enrique, a quien tan mal gobierna
la razón natural de su albedrío.
DON ARIAS
Piensa ganar la niña fama eterna410
con mostrar al Infante más desvío
que si fuera su igual: tanto se precia
del casto honor.
REY
¡Extraño desvarío!
Las casadas imiten a Lucrecia,
en resistirse digo, no en matarse;415
que en esto todos dicen que fué necia,
¿Que tal quimera pudo levantarse
la noche de la máscara, Maestre?
MAESTRE
No puede el pobre Enrique repararse,
no hay hombre a quien alegre el rostro muestre.420
DON ARIAS
Ya están aquí los moros de Granada.
REY
¿Y será menester quien los adiestre?
DON ARIAS
Bien saben nuestra lengua.


Escena VII

 

ZULEMA, ALÍ, moros. Dichos.

 
ZULEMA
En tu sagrada
frente pongan los cielos mil laureles,
ganados por los filos de tu espada.425
El alcaide, señor, de los donceles
con la embajada de Mahomad venía,
moro de lo mejor de los Gomeles;
pero llamóle Alá casi en el día
que entrara por Sevilla si viviera.430
El Rey, que fía de la ciencia mía,
partir me hizo; pero ya no era
tiempo de medicinas; que la muerte
nunca vuelve a envainar la espada fiera.
Murió, y en vez de Zaide vengo a verte,435
trayéndote las treguas confirmadas,
y la obediencia a rey tan alto y fuerte.
Con ellos treinta yeguas alheñadas,
con dos potros al lado cada una,
y con mantas de grana encubertadas.440
No se parece en el color ninguna,
y todas en las alas se parecen;
que corren más que el tiempo y la fortuna.
Adargas y jinetas las guarnecen,
cuyos campos ocupan más colores445
que en los verdes de abril cuando florecen.
Traigo cincuenta alfombras, que en labores
compiten con las nubes de los cielos,
al tiempo que las sombras son mayores.
Traigo dos cajas de listados velos450
de amarillo, de nácar, de morado,
de flor de malva y de color de celos;
y digno solamente de tu lado
un cuchillo de monte damasquino,
en un cinto de lobo tachonado,455
que por las cerdas del color marino,
sale también el oro y los diamantes
que deslucen desnudo el temple fino.
Esto, con otras cosas semejantes,
te presenta mi rey por obediencia,460
para que a tu grandeza le levantes.
REY
Bien debe vuestro rey correspondencia
justa a mi grande amor, moros honrados,
que le he puesto en tan alta preeminencia.
Vencí sus enemigos, que postrados465
yacen ante sus pies, y en paz procuro
conservar con mi fuerza sus estados.
Agradezco el presente, y aseguro
las treguas por los años del concierto.
ALÍ
Tú solo has sido su defensa y muro.470
Él queda de tu amor y amparo cierto,
y por nosotros a tus pies se inclina.
REY
Maestre...
MAESTRE
Gran señor...
REY

 (Aparte a él.) 

Agora advierto
que sabiendo este moro medicina
con la curiosidad que éstos la saben,475
que con yerbas en cosa peregrina,
podrá ser que curándole se acaben
las tristezas de Enrique.
MAESTRE
Ser podría,
o no será razón que los alaben.
REY
Moro...
ZULEMA
Señor...
REY
De gran melancolía
480
tengo un hermano enfermo, a quien adoro,
y que le cures deste mal querría.
ZULEMA
Pondré en darle salud, a fe de moro,
la diligencia que verás.
ALÍ
Bien puedes
fiarte de Zulema.
REY
Si un tesoro
485
me cuesta su salud, quiero que quedes
del amor que le tengo satisfecho.
ZULEMA
En mandarme, señor, me haces mercedes.
ALÍ
Curas notables en Granada ha hecho,
y adivinando cosas por las manos490
que hacen temblar el más robusto pecho.
REY
Juicios para mí son cuentos vanos.
Ve, Maestre, y enséñale mi Enrique.
MAESTRE
Ven conmigo.
ZULEMA
Los cielos soberanos
guarden tu vida.
 

(Vanse el MAESTRE y todos los moros.)

 


Escena VIII

 

El REY, DON ARIAS.

 
REY
En tanto que éste aplique
495
remedios a su amor o a su accidente,
don Arias, y su vida pronostique,
por otra parte quiero yo que intente
el interés curar a esta señora
de la dureza que en el pecho siente.500
DON ARIAS
¿Cómo?
REY
En la calle de las Armas mora;
son señas de su casa dos balcones
azules, que al salir el sol los dora.
Si a mano izquierda como vas te pones,
te llamarán las flores y claveles505
que encubren de su dueño las traiciones.
Llévale, pues, seis pares de doseles
(así llaman aquí las colgaduras),
con cuadros que envidiarlos pueda Apeles;
acompaña doseles y pinturas510
de dos piezas de tela y terciopelo.
DON ARIAS
El oro ablanda hasta las peñas duras.
REY
Llévale mil escudos (que recelo
que es pobre esa mujer) y dos cadenas
que valgan otros mil.
DON ARIAS
Cayó en el suelo.
515
REY
Como es Enrique nuevo en estas penas,
no sabe que las damas quieren oro;
que no viven de sangre de las venas.
Con él le curaré mejor que el moro.
 

(Vanse.)

 


Escena IX

 

Sala en la nueva casa de DOROTEA.

 
 

(DOROTEA, TEODORA.)

 
TEODORA
Tengo, por recién mudada,520
en esta casa temor.
DOROTEA
Todo nace del rigor
de tu condición cansada,
pues ya no tienes por quien
estar celosa de mí,525
porque con mudarme aquí,
todo se mudó también.
Después que el Infante entró
en la casa que dejamos,
y después que nos mudamos,530
nunca más don Juan me habló.
¿Qué es hablarme? Ni aun pasar
la calle.
TEODORA
¿Son celos dél?
DOROTEA
Hoy en un tierno papel,
tía, le quise obligar535
a nuestra amistad pasada,
y con tal satisfación,
que mereciera perdón,
no estando con él casada.
Pero ni me ha respondido,540
ni al criado preguntado
nuevas de mí.
TEODORA
Tu cuidado
merece tan justo olvido.
¡Ah sobrina!, ¡cuántas veces
te dije que este don Juan545
era un fingido galán!
Bien lo que tienes mereces.
Solamente pretendía
tu deshonor, no casarse;
pretendió desobligarse,550
vió tu firmeza y la mía,
y con tan poca ocasión
como entrar aquí el Infante,
muy a lo celoso amante,
finge mal de corazón.555
No quiso más de una sombra
para huir de obligaciones,
en que muy necia le pones.
DOROTEA
¿Sombra, si de un rey se asombra?
¿Qué sabes tú si ha sabido560
las diligencias que ha hecho?
TEODORA
Si no han sido de provecho,
¿de qué se muestra ofendido?
Que sólo el mudarte aquí
por que de ti no supiese,565
le obligaba a que te diese
satisfaciones a ti.
DOROTEA
De eso está tan olvidado,
que aun no sabe que aquí vivo.
Pena de verte recibo570
con tan injusto cuidado.
Y esta noche mucho más;
que con la pena que tienes,
a la reja vas y vienes,
pero sin provecho vas;575
que don Juan entretenido
en casa de alguna dama,
eso que debe a tu fama
tendrá ya puesto en olvido.
¡Bien te casarás agora!580
DOROTEA
Pues ¿qué he perdido?
TEODORA
Opinión.
DOROTEA
Ea, comience un sermón.
Váyase a acostar, señora.
Baste mi pena: ¿qué quiere?
TEODORA
Aún no ha venido tu hermano.585
DOROTEA
¿No sabes ya cuán liviano
por Marcela vive y muere?
¿No sabes ya que hoy le ha dado
la casa en que hemos vivido?
TEODORA
Harta desvergüenza ha sido;590
Dios sabe que me ha pesado.
DOROTEA
Pues ¿qué daño se te sigue,
si ya no vives allí?
Vete a acostar.
TEODORA
Eso sí.
¿Es posible que te obligue595
un desdén a tales celos?
Querrás muy loca esperar
a ver si te viene a hablar.
DOROTEA
Esos serán tus consuelos.
Vete con Dios; que a tomar600
el fresco voy al balcón.
TEODORA
Para fuego de afición
no hay aire fresco en la mar.
Tú te cansarás en vano.
DOROTEA
¿Pasaráslo tú por mí?605
 

(Vase TEODORA.)

 


Escena X

DOROTEA
¡Ay triste!, ¡cuan necia di
mi libertad a un tirano!
¿Qué más he podido hacer
que darle satisfación?
Yo mudé casa, en razón610
de pretenderme esconder
a los ruegos del infante,
promesas y montes de oro;
por el suyo y mi decoro
he sido un firme diamante.615
Yo le escribí y le envié
las joyas: ¿cómo su trato
con un desdén tan ingrato
paga mi amorosa fe?
No es posible. Subir quiero620
al balcón; que podrá ser
me venga esta noche a ver;
que bien creerá que le espero.
El no responderme abona
que para verme se apresta,625
porque no hay mejor respuesta
que de la misma persona.
 

(Vase.)

 


Escena XI

 

Calle en que están las casas de DOROTEA y MARCELA.

 
 

(DON JUAN, LEONELO; CHACÓN, a lo bravo.)

 
LEONELO

 (Señalando la casa en que vivió MARCELA.) 

Ésta es, don Juan, la casa de Marcela;
mas pienso que te inclinas con más gusto
a la de aquella niña en quien la tienes,630
porque después que entramos en la calle,
todo es mirar sus puertas y balcones.
DON JUAN
No te espantes, Leonelo, que se vayan
al hábito los ojos, que tenían,
y más viendo tan cerca aquella casa,635
donde está una mujer, que a ser de piedra,
y no de plata, mereciera de oro
estatuas por divina.
CHACÓN
Ya tenemos
memorias de la niña: ¡buenos vamos!
Pues porque se te quiten los bostezos640
con que sospiras ya, como borrico
que ha conocido el prado de su aldea,
quiero decirte lo que vi esta tarde.
DON JUAN
¿Qué?, por tu vida.
CHACÓN.
Que en su casa entraba
don Arias, gran privado del Infante.645
Llevaban dos criados ricas piezas
de telas de oro, y otros dos dineros
en cantidad, al fin joyas de príncipe.
Propuse no decírtelo; mas viendo
que te enterneces viéndote en su calle650
y que es contra tu honor volver a verla,
quise con este desengaño darte
de tu desdicha y su mudanza parte.
DON JUAN
Confiésote, Chacón, que enternecido
de memorias pasadas, me llevaba655
el alma a las ventanas de esa fiera,
y que pudiera ser que me rindiera,
mas ya con este santo desengaño,
con este saludable advertimiento,
para siempre de verla me despido.660
No más, no más: afuera, pensamiento.
Si alguno estaba en mí, que como espíritu
no quería salir a tanto apremio,
no se defienda a la violencia santa
deste conjuro que Chacón me ha dicho.665
¿No es ésta la ventana de Marcela?
Tira una china, llama. Aquesto es hecho.
LEONELO
Si va a decir verdad, yo te quería
conducir a tu niña, imaginando
que te hacía lisonja; que un amante670
suele siempre negar lo que desea,
y quiere que le rueguen lo que quiere;
mas viendo que ya tiene don Enrique
posesión tan pacífica en su casa,
digo que ni la busques ni la nombres.675
DON JUAN

 (Aparte.) 

Abrasándome estoy de puros celos.
Quiero disimular. Paciencia, ¡oh cielos!


Escena XII

 

DOROTEA, saliendo al balcón; dichos, en la calle.

 
DOROTEA

 (Aparte.) 

Tres hombres hay en la calle;
mirando el balcón están:
o es deseo de don Juan,680
o lo parece en el talle.
Sin duda es él, que celoso
no quiere llegar a hablarme.
DON JUAN
Todo fué determinarme.
Amor, ya estoy en el coso;685
muera del engaño el toro,
si el desengaño le mata.
Ríndete, Niña de Plata,
ríndete a Marcela de oro.
CHACÓN
Eso sí, juega al rentoy,690
y embida tres piedras más.
DON JUAN

 (A DOROTEA.) 

Si oyendo, Marcela, estás
que desde aquí tuyo soy,
abre ese balcón y advierte...
DOROTEA

 (Aparte.) 

¡Ay triste! Aquéste es don Juan695
que de Marcela galán,
la requiebra desta suerte.
Sin duda que no ha sabido
que a su casa me he mudado.
Él viene a verla engañado:700
ventura notable ha sido.
Fingirme quiero Marcela;
quiérome desengañar.
DON JUAN

 (A LEONELO y CHACÓN.) 

En las rejas oigo hablar;
los dos os poned en vela705
guardando esas dos esquinas.
LEONELO
Ponte a esa esquina, Chacón.
CHACÓN
Habla y venga un escuadrón;
yo basto a treinta gallinas.
DON JUAN
¡Marcela, Marcela, ce!710
DOROTEA

 (Fingiendo la voz.) 

¿Quién llama?
DON JUAN
Un nuevo galán.
DOROTEA
¿Es por ventura don Juan?
DON JUAN
Ventura el hallaros fué.
DOROTEA
¡Jesús!, ¿qué buscáis aquí?
DON JUAN
Días ha que os busco a vos.715
DOROTEA
¿A mí? Engañáisos, por Dios;
que no me buscáis a mí.
Si vuestra Niña de Plata
os ha hecho algún desdén,
o vos (con celos también720
de que nuevos gustos trata)
la queréis amartelar
tan enfrente que lo vea,
soy yo muy necia y muy fea,
y antes la podréis vengar.725
Id con Dios; que no soy buena
para dar celos conmigo.
DON JUAN
Oíd, oíd.
DOROTEA
¡Ay amigo!
A estas horas anda en pena.
Vaya, llame, llore, diga730
que se casará con ella.
DON JUAN
Si sabéis, Marecla bella,
lo que a olvidalla me obliga,
mirad que soy caballero.
DOROTEA
Luego ¿tratáis de olvidalla?735
DON JUAN
No; que olvidalla era honralla,
pues confiesa que primero
tuvo amor quien olvidó.
DOROTEA
Pues, ¿nunca la habéis querido?
DON JUAN
Quien la ha puesto en tanto olvido,740
¿cómo dirá que la amó?
DOROTEA
Eso es mentira.
DON JUAN
Esperad.
Hoy me ha escrito este papel,
me ha enviado con él,
para más seguridad,745
unas joyas que le dieron
el Rey y los dos Infantes:
si el dar prueba los amantes,
y amores las obras fueron,
para que vos entendáis750
lo que la estimo, un listón
echad por ese balcón,
puesto que al sol le pidáis
del cabello que os enlaza,
y atadas en él, veréis755
si quiero que las gocéis.
DOROTEA
No me disgusta la traza.
Pero ¿qué os mueve a desprecio
tan grande?
DON JUAN
Echad el listón;
que aun de hablar desta ocasión760
me afrento y tengo por necio.
DOROTEA
Bésoos las manos, don Juan,
por las joyas; y aunque siento
que es liviandad de mi intento
tomar joyas de un galán765
tan recién venido a verme,
por sola satisfación
de que es cierta esa afición,
y asegurarme a perderme,
quiero tomarlas; que a fe770
que deseaba este día,
porque en el alma os tenía
desde una vez que os hablé,
pasando acaso a Triana,
tapada en un barco.
DON JUAN
Echad
775
la cinta.
DOROTEA
Tomad y atad.

 (Echa la cinta.) 

Entrarán por la ventana,
y vos, joya de más precio,
por esa puerta otro día.
DON JUAN
En esta caja os envía,780
Marcela, un amante necio
los ricos despojos de oro
de aquella Niña de Plata.

 (Ata con la cinta la caja.) 

DOROTEA
Quien bien ata, bien desata.
Creed, mi bien, que os adoro.785
DON JUAN
Subid quedo.
DOROTEA
Gente viene.

 (Sube la caja.) 

Perdonad, mientras que pasa.
Por el honor desta casa.
 

(Vase.)

 


Escena XIII

 

FÉLIX, DON JUAN, LEONELO, CHACÓN.

 
FÉLIX

 (Aparte.) 

¡Que siempre esta calle tiene
gigantes por las esquinas!790
DON JUAN

 (A LEONELO.) 

¿Cómo Chacón ha dejado
pasar aquel embozado?
LEONELO
De miedo: ¿no lo adivinas?
¿Cómo te fué con Marcela?
DON JUAN
Todas las joyas te di.795
LEONELO
¿Las joyas?
DON JUAN
Sí.
LEONELO
¿Todas?
DON JUAN
Sí;
que amor sin alas no vuela.
LEONELO
¿Y tomólas?
DON JUAN
Con la mano.
LEONELO
¿De qué suerte?
DON JUAN
A su balcón
las subió con un listón:800
esto es negociar, hermano.
Mañana soy dueño aquí,
y a la niña doy martelo.
FÉLIX

 (Aparte.) 

Éstos andan con recelo,
pues que se encubren de mí.805
Quiérome entrar a acostar,
pues traigo llave.
 

(Abre y entrase.)

 


Escena XIV

 

DON JUAN, LEONELO, CHACÓN.

 
DON JUAN
Oye, espera.
LEONELO
¿Qué quieres? ¿Eso te altera?
DON JUAN
¿No viste aquel hombre entrar?
LEONELO
¡Y cómo!
DON JUAN
Pues ¿dónde entró?
810
LEONELO
¿Dónde? En casa de Marcela.
DON JUAN
¿Hay tan notable cautela?
LEONELO.
¿Cautela, don Juan?
DON JUAN
¿Pues no?
LEONELO
No, porque si éste era el dueño,
por fuerza habrás de callar.815
DON JUAN
Ya me ha pesado de dar
las joyas, mi fe te empeño.
¡Pesia tal con la!...
LEONELO
Deténte.
CHACÓN
¿Qué tenemos? ¿Hay quistión?
DON JUAN
Basta; que he dado, Chacón,820
mis joyas livianamente
a la dama desta casa.
CHACÓN
¡Bien!
DON JUAN
Y apenas se las di,
cuando entrar a un hombre vi.
¡Hay tal maldad! ¡Esto pasa!825
CHACÓN
¿Díjote que no entraría,
si se las dabas?
DON JUAN
No.
CHACÓN
Pues,
demás de que eso no es
traición ni descortesía,
¿no es justo que entre el primero,830
si es el platero?
LEONELO
¡Buen trato!
DON JUAN
   No lo entiendo.
CHACÓN
Al que hace el plato
llaman las damas platero.
DON JUAN
Pues si tengo de sufrir835
que entre un hombre como yo
donde el desdén me forzó,
más que el amor, a venir,
mejor es sufrir a un rey
donde tengo gusto: vamos840
a Dorotea, y suframos
de amor la tirana ley.
No me replique ninguno;
que más quiero a Dorotea
con gusto y rey, que a quien sea845
de otro, y yo sin gusto alguno.
En esta resolución
reventó mi amor celoso.
¡Guardaos; que corre furioso!
LEONELO
¿Qué dices desto, Chacón? 850

 (Aparte a él.) 

CHACÓN
Que esto ya me lo sabía,
y en parte está disculpado,
mas las joyas que le ha dado
fué gran moscatelería.
Pero él las sabrá cobrar,855
haciendo alguna invención.
DON JUAN
Llama a esa puerta, Chacón.
LEONELO
¿Mejor no fuera llamar
a la de Marcela, di,
y sacarle de los brazos860
el galán a cintarazos?
DON JUAN
¡Linda cabeza! Eso sí.
Cuando la quisiera bien,
perderme fuera razón.
Llama a esa puerta, Chacón.865
CHACÓN
¡Con qué gracioso desdén
te ha de recebir la Niña,
viendo que a rogarla vas!
DON JUAN
El amor me obliga a más.
¿Qué se me da que me riña?870
LEONELO
Quedo; que viene gente por la calle.
CHACÓN
Tres hombres son, señor, arrodelados.
DON JUAN
¿De qué tiemblas, gallina? Sean cuarenta.


Escena XV

 

El REY, el MAESTRE, DON ARIAS, en hábito de noche; dichos.

 
REY
Gente hay aquí.
MAESTRE
¿Qué importa que haya gente?875
REY
Preciado está el Maestre de valiente.
DON ARIAS
¿No tiene obligación?
REY
Pues yo os prometo
que aunque soy rey y reservarme es justo,
que me saben tan bien seis cuchilladas
como al bravo mejor de aquesta tierra.880
DON ARIAS
¡Y cómo si se sabe de experiencia!
Más quisiera topar con treinta bravos
que a vuestra majestad sin conocerle.
REY
¿Está avisada esta mujer que vengo
para ser su escudero?
DON ARIAS
En dando un silbo
885
saldrá a la puerta.
REY
Pues ¿qué aguardas? Silba.
DON ARIAS

 (Llegándose a la casa donde vivió DOROTEA.) 

Miraba aquellos hombres.
REY
Silba, acaba.
DON ARIAS
Silbé. Salió.


Escena XVI

 

MARCELA, con sombrerillo y rebocillo, saliendo de la casa donde vivió DOROTEA; dichos.

 
MARCELA
Las señas esperaba.
DON ARIAS
El Rey mismo está allí, que por ti viene.
MARCELA
¡Tanta merced, señor!
REY
Vente conmigo,
890
que esto puede la vida de un hermano.
 

(Vanse el REY, MARCELA, el MAESTRE y DON ARIAS.)

 
DON JUAN
Leonelo, el Rey es éste, y Dorotea
se va con él.
LEONELO
¿En qué le has conocido?
DON JUAN
En el traje, en el talle, en mi desdicha;
sin duda que es el otro don Enrique.895
¡Malo estaba de ver! ¡Yo soy perdido!
CHACÓN
¿Quieres que acuchillemos estos reyes?
DON JUAN
Hablas, gallina, en cosas imposibles.
¡Ay Dios! ¡Cómo pretende asir el viento,
parar el sol y detener los rayos,900
cuando abrasando las confusas nubes
rompen el aire con horribles truenos,
quien piensa en la mujer poner firmeza!
Pues no me he de morir. Ánimo, amigos,
volvamos a las rejas de Marcela;905
que sólo desquitarme me consuela.
LEONELO
Bien dices: por ventura habrá salido
el galán, y entraremos a conversa;
que canta un poco, y tiene dos esclavas
que bailan por extremo y bufonizan.910

 (Acércanse a la casa que habitó MARCELA.) 

DON JUAN
Tiro esta piedra. ¿Abrieron?
CHACÓN
No se acuestan
en esta casa hasta que sale el alba.


Escena XVII

 

DOROTEA, saliendo a la reja. DON JUAN, LEONELO, CHACÓN.

 
DOROTEA
¿Quién llama?
DON JUAN
Don Juan soy, Marcela mía.
DOROTEA

 (Fingiendo la voz.) 

Tú debes de hacer hora en esta calle;
y como tu ocupada Dorotea915
debe de estarlo, en tanto te entretienes
inquietando mis puertas y ventanas.

 (CHACÓN se aparta a un lado.) 

DON JUAN
Marcela mía, la verdad te digo.
Yo vine a despicarme, amartelado
de los celos de aquella ingrata niña,920
si de mis ojos, ya de mis enojos.
Volvióme amor a requerir sus puertas;
llegó (decirlo quiero) el Rey, y al punto
que hicieron una seña, Dorotea
salió a la puerta, y dél acompañada,925
y el Infante también, si allí venía,
se fueron al Alcázar. Mira agora
¡qué doncella serví para casarme!
¡De quién fié mis locos pensamientos!
Ábreme; que ya estoy desengañado.930
Mi hacienda te daré, todo soy tuyo.
Robaré al Veinticuatro, por Dios vivo.
Mañana te daré dos mil escudos.
DOROTEA
Quedo, quedo, don Juan; que si he callado,
mas cuando tocas tanto al honor mío,935
quiero que de tu error te desengañes.
¿No conoces mi voz? ¿Tan ciego vives?
Dorotea soy yo, no soy Marcela;
Marcela es la que el Rey lleva consigo.
Aquí vivió Marcela; que esta casa940
por huir del Infante vivo agora,
y esa Marcela, en la que yo vivía.
Óyeme bien, y mírame a la cara;
no me afrentes mañana por Sevilla;
que soy mejor que tú, y en honra puedo945
decir que puedo competir conmigo;
que no hay más honra que la que yo tengo,
testigos estas joyas que me has dado,
pues que yo te las di por no tenellas;
que quiero más desnudas mis paredes950
y vestido mi honor, que a treinta infantes.
Vete, villano, vete con Marcela;
síguela donde va: para ti es propria;
que los hombres queréis quien os abrase;
porque con malas obras andáis finos,955
y en amándoos, pagáis con desatinos.
DON JUAN
Quedo, quedo, señora Dorotea;
que esos blasones fueran muy bien dichos,
y los oyera yo de buena gana,
cuando no hubiera visto, ¡ah santo cielo!,960
entrar un hombre con su misma llave
por esas puertas.
DOROTEA
Y eso ¿quién lo niega?
Entró mi hermano; que mi hermano puede
entrar sin que mi honor manchado quede.
Y para que lo veas, vive el cielo965
(que otra vez no te he dicho tal palabra),
que has de entrar en mi casa y has de hablarle.
DON JUAN
No, mi vida, no es justo, yo lo creo,
sino que yo te adore, y que tú muestres
tu generosidad en perdonarme.970
Vesme aquí de rodillas a tus rejas.
DOROTEA
¿Perdonarte? ¡Oh qué bien! Vete en buen hora;
que Marcela saldrá por la mañana,
hermosa, linda, colorada y fresca,
y le darás tu hacienda y tus regalos,975
robando al Veinticuatro, a quien yo pienso
escribir un papel de tus maldades;
no piense que conmigo vas gastando
eso que con la rabia y la cautela
le pensabas robar para Marcela. 980
 

(Vase.)

 


Escena XVIII

 

DON JUAN, LEONELO; CHACÓN, retirado.

 
DON JUAN
Mi bien, espera; espera, niña mía,
hermosa plata, limpia, tersa, pura,
lustrosa más que suele estar la nieve
en los extremos de los altos montes.
Mi vida, escucha, o mataréme.
LEONELO
Advierte
985
que despiertas las gentes. ¿Estás loco?
DON JUAN
¿Habéis oído lo que aquí ha pasado?
LEONELO
Y ¿no es mejor que aquella sea Marcela
y sea Dorotea tan honrada?
DON JUAN
Tienes razón; y por mirar su honra,990
quiero dejar la calle; que mis voces
pueden ser causa de que alguna pierda.
Vamos al muro; que sus duras piedras
se moverán, Leonelo, al llanto mío.
LEONELO
Ven, Chacón.
CHACÓN
¿Qué tenemos? ¿Hay tinieblas?
995
LEONELO
¿Por qué lo dices?
CHACÓN
Si hay lamentaciones
y escuridad, ¿qué quieres que te diga?
LEONELO
La Niña está enojada por Marcela.
CHACÓN
Pues déle un tres, y cesarán las riñas;
que es antiguo remedio para niñas.1000
 

(Vanse.)

 


Escena XIX

 

Salón del Alcázar.

 
 

(DON ENRIQUE, melancólico; MÚSICOS, criados.)

 
DON ENRIQUE
Cantad otra, por mi vida;
que es ésa muy enfadosa.
MÚSICO
La de Cleopatra es famosa.
DON ENRIQUE
Vaya. ¿Es nueva?
MÚSICO
Es nunca oída.

 (Cantan.) 

El blanco y nevado pecho,1005
posada del dios Cupido...
DON ENRIQUE
No más; matáisme el oído.
MÚSICO
Que es triste el tono sospecho.
DON ENRIQUE
No topa en eso.
MÚSICO
¿Es secreta
la causa?
DON ENRIQUE
Fué porque llama
1010
a los pechos de esa dama
mesón de amor el poeta.
MÚSICO
Ésta escucha.
DON ENRIQUE
Quiero oílla.
MÚSICO
Si no te agrada, perdona.

 (Cantan.) 

Por los caños de Carmona1015
por do va el agua a Sevilla...
DON ENRIQUE
No más.
MÚSICO
Pues ¿qué te da pena
de aquesta letra, señor?
DON ENRIQUE
Cantalda a algún aguador.
Para algún enfermo es buena.1020
MÚSICO
Tú lo estás; oye te ruego.
DON ENRIQUE
Esta enfermedad no fragua
amor con deseos de agua;
hidrópico soy de fuego.
MÚSICO
Cantemos una letrilla;1025
que podrá ser agradarte.
DON ENRIQUE
Ni aun las letras serán parte,
que tiene toda Sevilla.
MÚSICOS

 (Cantan.) 

Caminad, suspiros,
adonde soléis,1030
y si duerme mi niña,
no la recordéis.
DON ENRIQUE
¡Extremada, y más que buena!
¡Linda letra!
MÚSICO
¿Ésta te agrada?
DON ENRIQUE
Niña dormida y guardada,1035
fué la causa de mi pena.
¡Excelente, linda cosa!
¿Quién la hizo?
MÚSICO
Yo, señor.
DON ENRIQUE
Agora diste en mi humor.
Con niña es letra famosa.1040
MÚSICO
¿Esto llamas novedad?
Sin niña y madre no hay letra.
DON ENRIQUE
Ésta el alma me penetra.
Cantad, que duerme, cantad.


Escena XX

 

Un CRIADO. DON ENRIQUE, músicos, criados; después, el moro ZULEMA.

 
CRIADO
El moro, a quien hoy mandaste1045
aquella figura hacer,
dice que te quiere ver.
DON ENRIQUE
Entre.
 

(Sale ZULEMA con un papel.)

 
A buen tiempo llegaste.
ZULEMA
Dame esos pies.
DON ENRIQUE
No es razón
que de esa manera estés.1050
¿Qué hay de la figura?
ZULEMA
Que es
contraria a tu pretensión
Venus, que a la Luna mira
con grande malicia opuesta,
y con Marte manifiesta1055
que por un hombre suspira
de su calidad igual.
Los dos se miran de trino;
después de tu alteza vino,
por celos se tratan mal.1060
Aquí muestra el sol que un día
sola contigo estará;
pero libre quedará
su honra de tu porfía.
Pero retírate más;1065
que aunque de aquesta mujer

 (Aparte a él.) 

miré tu amor, puede ser,
aunque tan seguro estás,
que haya visto algunas cosas
que son de más importancia.1070
DON ENRIQUE
¿Cómo?
ZULEMA
Tú has de hacer por Francia
dos jornadas peligrosas,
huyendo del rey tu hermano.
DON ENRIQUE
¿Qué dices, que adora en mí?
ZULEMA
Agora, Enrique, es ansí;1075
que también Nerón romano
cinco años gobernó
su república de suerte,
que una sentencia de muerte
con mil lágrimas firmó.1080
Séneca dél se admiraba;
pero matóle después;
y esta blandura que ves
en Pedro, ya el curso acaba.
A doña Leonor, tu madre,1085
ha de matar.
DON ENRIQUE
¿Estás loco?
ZULEMA
Esto que te digo es poco;
que a don Alonso, su padre,
pienso que no perdonara,
si en esta ocasión viniera.1090
Tú lo verás cuando muera
tu hermano el Maestre.
DON ENRIQUE
Para,
para, astrólogo cruel,
para esas locas mentiras.
ZULEMA
Enrique, ¿desto te admiras?1095
Pues tú has de matarle a él.
DON ENRIQUE
¡Yo a Pedro!
ZULEMA
Y has de quedar
rey pacífico en Castilla.
DON ENRIQUE
¿Sueñas?
ZULEMA
¿Qué te maravilla?
Sus hijos no han de heredar;1100
que han de morir en prisión.
DON ENRIQUE
Vete, moro, enhorabuena;
que quien aumenta la pena
no merece galardón.
¿Hay tan grandes desatinos?1105


Escena XXI

 

El MAESTRE. Dichos.

 
MAESTRE
¿Está aquí Enrique, mi hermano?
DON ENRIQUE
Aquí estoy, hermano mío.
MAESTRE
Echa fuera a los criados;
que el Rey y yo te traemos
para tu mal...
DON ENRIQUE
Habla paso.
1110
MAESTRE
Un Hipócrates divino,
un Galeno soberano,
una yerba de Tesalia,
una epítima, un reparo
y un alquermes de los cielos1115
en un cristalino vaso.
DON ENRIQUE
¡Ay Maestre! ¿Qué me dices?
Que no hay remedio en mis daños,
fuera de unos bellos ojos,
fuera de unos blancos brazos.1120
MAESTRE
Esos mismos que deseas,
ésos están guardando
que estés solo.
DON ENRIQUE
¿Es Dorotea?
MAESTRE
La misma.
DON ENRIQUE
Fuera, criados;
despejad la cuadra luego.1125
 

(Vanse los criados y músicos.)

 
Tú, moro astrólogo falso,
mira ¡qué presto mentiste!
Pues sin trinos ni cuadrados,
sextiles ni oposiciones,
me traen el bien que aguardo.1130
ZULEMA
¿Eso es cierto?
DON ENRIQUE
¿No lo ves?
ZULEMA
Haré mis libros pedazos,
si fuere verdad.
DON ENRIQUE
Despeja.
Di que entre, y déjame, hermano.
MAESTRE
Voy a decírselo.
 

(Vanse el MAESTRE y el moro.)

 
DON ENRIQUE
¡Cielos!
1135
No lo tengáis por agravio.
Perdonad; que amor me fuerza.
Dejad que roben mis brazos
aquesta imagen de plata,
aqueste raro milagro1140
del templo de la hermosura,
como otro Paris troyano.


Escena XXII

 

MARCELA. DON ENRIQUE.

 
MARCELA
Encareciéndome el Rey,
señor Infante, que cuando
vuestra alteza entró en Sevilla1145
con tantas fiestas y aplauso,
me vió en un balcón...
DON ENRIQUE.
¿Qué es esto?
MARCELA
...y que de amor y cuidado
estaba enfermo...
DON ENRIQUE
¿Quién eres?
MARCELA
La que agradecida tanto,1150
rompo la vergüenza justa,
atropello el honor casto,
por dar remedio a tu vida.
DON ENRIQUE
¡Maestre, Maestre, hermano,
hola! ¿Qué mujer es ésta?1155
MARCELA
Señor, Marcela me llamo.
DON ENRIQUE
¿No eres la Niña?
MARCELA
¿Qué niña?
DON ENRIQUE
Pues ¿cómo con este engaño
pensaste curar a amor?
¡Criados, hola, criados!1160
Llevad de aquí esta mujer;
que me muero, que me abraso.
¡Muerto soy!
 

(Vase.)

 
MARCELA
¡Desprecio extraño!
Pues aunque un rey me tripula
y me descarta enojado,1165
yo sé que para su runfla
me quisiera algún vasallo.