Fantasía dramática para el aniversario de Lope de Vega
PERSONAS | ||
LOPE DE VEGA. | ||
MARÍA DE ARGÜELLO, | dama de la compañía. | |
MARIANA, | segunda. | |
CATALINA, | graciosa. | |
OLMEDO, | galán. | |
BENITO, | segundo. | |
BASURTO, | gracioso. | |
VIVAR, | galancete. | |
RIQUELME, | autor de la compañía. | |
QUIÑONES, | recibidor. | |
CARRILLO, | avisador. | |
UN ALGUACIL de corte. | ||
MAQUINISTAS del teatro. |
Primera parte
Escenario del teatro, dispuesto para el estreno de la comedia de Lope, titulada: El premio del bien hablar, en el año 1632.
Aparecen RIQUELME, autor de la Compañía, activando el arreglo de la escena, y varios MAQUINISTAS, ocupados en terminarlo.
RIQUELME, tiene puesto el traje con que va a representar el papel de DON ANTONIO en El premio del bien hablar.
Ea, que estáis gastando mucha flema. A las tres en punto quiero que se descorra la cortina, las dos y media no hay ya que esperarlas. -�Bien, bien está así! -Vaya, lo que es en cuanto al escenario todo está a punto. Ahora vamos a lidiar con los otros. -�Carrillo!... �Avisador!... (Sale Carrillo.)
�Señor Riquelme?
Por San Ginés, nuestro patrón, no los dejéis vivir: recorre los pasillos, toca a las puertas...: a las de ellos, fuerte... con los nudillos; a las de ellas no: con suavidad... con un dedo; sobre todo a la de María de Argüello. -�Es preciso un ten con ten! -Anda, hijo: �aprémialos, aprémialos! (Vase Carrillo.) Esta tarde habemos menester que todo salga con esmero y puntualidad. �Mi corral estaba perdido, desierto! -Ya decían las gentes: ��Pobre Riquelme! Se arruina: no tiene comedias.� Agora lo veredes, dijo Agrajes. -Ha venido en su socorro el ingenio de los ingenios, el gran Lope. -�Hoy estrenamos una comedia suya y se nos llenará la casa! -�Quiñones! -A estas horas ya debe columbrarse... �Quiñones!... (Sale Quiñones.)
�Señor Riquelme?
�Cómo va la cobranza? �Te has asomado? �Pica, pica?
�Que si pica? �Y aun muerde! -El patio ya está lleno. Los desvanes, atestados: las gradas y barandillas se van cuajando. En los balcones no hay nadie todavía; pero he visto que les ponen tapices...
�Soberbia noticia!... �Hoy se acredita el corral! -�Carrillo!... �Carrillo! -�Cómo andan esas gentes? (Sale Carrillo.)
Señor Riquelme, ya van abriendo las puertas de los cuartos.
�Gracias a Dios!
A Dios primero, y luego al ingenio, que ha ido saludándolos cuarto por cuarto.
�El ingenio está ahí!... �El señor Lope!... �Y no me lo dices!... Voy a su encuentro...
Aquí le tenéis. (Sale Lope de Vega. Viste balandrán negro, con la cruz de San Juan al cuello.)
Llegue en buen hora vuestra merced, Frey Lope.
Buen Riquelme, �cómo va el corral esta tarde?
�Qué sorpresa os guardo, señor! �Qué sorpresa!
�Y cuál es? �Que no acude la gente?
�Que no acude?... -�Quiñones!
Sí, andad, Quiñones; que no dejen entrar más que la que quepa.
Como estamos en invierno..., bien se podía abrir la mano...
No importa: días quedan. Andad; que cierren la puerta hasta que llegue el señor alcalde. (Vase Quiñones.)
�Días quedan! �Fiáis en que tendremos para días?
Si no con esta comedia, con otra.
�Otra me daréis?
Esta mañana la empecé a prevención. Veremos qué suerte tiene la de esta tarde; si el vulgo no la entiende, anunciadles La Moza de cántaro: mañana os la acabo.
�En dos días!
En dos mañanas: así debéis entender aquello de...
Y más de ciento en horas veinticuatro | |
pasaron de las musas al teatro. |
Hoy he escrito el primer acto y la mitad del segundo.
�Acto y medio! �Novecientos versos!
Y he dicho misa, y he escrito una carta de cincuenta tercetos, y he asistido a la congregación, y he regado mi jardín.
�Portentosa fecundidad!
�La de mi jardín?... No lo creáis. -De día en día se va arideciendo y agostando. Rosas, me nacen pocas y descoloridas; claveles, apenas he cogido un ramo para enviar a las trinitarias: mi naranjo favorito, por más que le riego, al fin se ha secado enteramente. Vamos, se niegan mis flores a conocer nuevo jardinero; y como el jardinero, amigo Riquelme, tiene ya setenta años y se va..., el jardín quiere irse con él.
�Qué importa el jardín que tenéis en la calle de Francos!... En vuestra cabeza hay uno que así, cubierto y todo con la nieve de esas canas, brota flores de hermoso color y de celestial aroma.
Veremos a qué le huele al pueblo la que le doy esta tarde. (Sale Olmedo. -Viste el traje de)
�A qué le ha de oler?... �A Lope!
Eh, ya tenemos a nuestro galán vestido. Es el primero.
Pues Olmedo, que es el primero en todo, �no había de serlo en esto?
�Gran entrada, Olmedo!... �Esta semana tomamos el cuarterón lo menos!
Nuestra la culpa será si no sucediere. El premio del bien hablar es una de las más delicadas fábulas que vuestra merced ha producido; si no agrada, consistirá en los representantes.
O en el público.
En el público, no.
�La moda tiene un imperio!...
Ese imperio no alcanza a obscurecer lo que por esencia es bueno, es bello, es grande. Lope de Vega será de moda mientras viva el habla castellana.
�Buen Olmedo!... �mirad no os alucinéis!
�Cómo puede ser eso? -Vos reináis en la escena como señor absoluto: sois el ídolo del pueblo, que os vitorea en el teatro, que os sigue por las calles, que alza a las nubes vuestro nombre. -Habéis alcanzado un modo tal de alabanza, que ningún mortal pudo imaginar. Por tan bueno se tiene cuanto habéis escrito que es adagio común, para elogiar una cosa, decir: �Es de Lope! -Joyas, pinturas, galas, telas, flores, espectáculos, manjares, saraos, cuanto Dios crió se encarece de bueno con decir: �Es de Lope! -�Señor Duque: �Qué tal la comida que os dio el embajador de Francia? -�Amigo! �Convite de Lope!� -�Doña Leonor: �Habéis estado en San Miguel? �Habéis oído predicar al padre Vitoria? -�Admirable orador! �Un sermón de Lope!� -�Jeromillo: Por aquí ha pasado la Belén derramando sal. -�Ay, qué cuerpo de Lope!� -En suma, todas las cosas buenas son de Lope. -Conque no hay que apurarse; la comedia que hacemos esta tarde es de Lope... y gustará sin remedio, porque el público que venga a verla será un público de Lope.
�Viva! �Qué cuarterón!... �La parte entera!...
No me desvanecéis con vuestras lisonjas. Sera así por ahora; pero el alma, Olmedo, el alma, destello de Dios, fuente de la inspiración poética, esta alma mía es inmortal y aspira a que lo sean también las obras que de ella emanan. �Lo serán? �O morirán con este miserable envoltorio de tierra que empieza ya a desmenuzarse? �Qué será de las mil y más comedias que dejo escritas? �Qué será para mí la posteridad?
�Una posteridad de Lope! (Se pone a estudiar el papel. -Un alguacil de Corte asoma al fondo.)
�La orden!
Al momento. Decid a su señoría que todo está pronto. (Vase el alguacil.) �Carrillo! �Carrillo!... �Esa gente!
Todos están vestidos.
Pero que vengan, que vengan a que Frey Lope los vea. -Y el consueta a su puesto, y a los músicos que templen. (Sale Benito, en traje de DON PEDRO de la comedia.)
Por mí se puede empezar.
�Bien, Benito! Lo que es el traje...
�Ay, señor Lope, que aún es tiempo!... �No se podría atajar mi última salida?
�Hombre!... �Queréis que no haya desenlace?
�Es tan desairada!
�Por qué?
Porque no me caso.
Pues sois el que libra mejor.
No importa, es situación desairada. Aquí la atajáis en un momento.
�Si ya van a empezar! No hay tiempo.
El que hace una comedia en un día...
Eso es: bien puede deshacerla en un minuto. -Vamos, vamos, Benito; decid aquellos últimos versos con nobleza, retiraos de la escena con gallardía, y...
�Y me aplaudirán?
�Oh! �Sin duda alguna! (Aparte.) �Esta es la ilusión de todos ellos! -Vamos, y la mía también... (Sale Basurto con un pañuelo atado a la cara, y quejándose de las muelas. -Saca el traje de MARTÍN en la comedia.)
�Ay, ay!... �Madre mía!
�Qué es eso, Basurto? �Qué tenéis?
�No lo estáis viendo?... Una fluxión a las muelas, que no sé dónde estoy de pie. No puedo hablar...
�Ay Dios mío! �Buenos estamos!
�Se me están saltando las lágrimas de dolor!...
�Y este es el gracioso!... �Pobre comedia!
Si hay caries, a sacarla.
�Y cuándo? �Y cómo? Salgo en la segunda escena.
Aquí... cualquiera de nosotros... mientras se empieza, bien podría...: �no es verdad?
Yo, si fuera escribir una comedia...; pero sacar una muela es cosa... (Sale Catalina con un falderillo en los brazos, vendado con un pañuelo. Saca el traje de RUFINA en la comedia.)
Señor Riquelme, yo me voy a mi casa...
�Catalinita!... �Qué estáis diciendo?
�Me voy a mi casa!...
Pero, hija, �qué ocurre?
O la Mariana o yo. Una de las dos no hace la comedia esta tarde... O se ataja su papel, o el mío.
�Friolera!
�Santos del cielo!... Pero �qué ha pasado con ella?
�Miren cómo me la ha puesto!... �Y ha sido adrede!... �A mi pobrecita Psiquis!... Ya que no puede hacerlo conmigo, lo ha hecho con el pobre animalito... �Pícara!... �Mal corazón!... �Miren qué lástima!... �Toda está derrengadita del cuarto trasero! -�Y tuerce la cabecita!... �Ay, Dios mío!... Se va a morir... Esa mujer me ha matado a mi Psiquis, �a mi pobrecita Psiquis! (Rompe a llorar.)
Pero, por los clavos de Cristo, no os aflijáis, hija mía.
�No hay consuelo para esto!
�Ay, mi muela!
�Los dos graciosos!... �Por dónde vamos a salir!... (Sale Mariana, vestida de DOÑA ÁNGELA en la comedia.)
�Es un falso testimonio! Fue sin querer, al abrir la puerta de mi cuarto. -Ya os lo habrá dicho Vivar, que habrá ido a consolaros...
Vivar no me ha dicho nada... ni Vivar viene a mi cuarto... �Entendéis? -�Pues! Y yo también lo entiendo, y por eso es todo.
�Ay que son celos!, �y se van a arañar!... �Ay mi comedia! (Sale Vivar, vestido de FELICIANO en la comedia.)
Aquí está Vivar... �Qué es lo que ha dicho Vivar?
Estabais en el cuarto de Catalina. �Falso!
No es cierto.
�Pues dónde?, �pues dónde?
Pero, señores, que van a dar las tres... Vaya cada uno a su puesto. -�Y esta María de Argüello!... (Sale María de Argiiello, vestida de LISARDA para la comedia.)
�Cuándo ha hecho falta María de Argüello? -Por mí se puede empezar.
Si tenéis el faldero en vuestro cuarto, cuidad no salga, que esta tarde por aquí pagan perros por galanes.
Ya me lo ha dicho Vivar.
�Hola!... �Estabais en el cuarto de María?
No tal.
�Conque a Mariana y a Catalina?... No volváis a mirarme.
�Pero, María!
Riquelme... �Ay!... �que suspendan la comedia!... yo me pongo mala.
�Mariana!... �hija!...
�Que me traigan la silla!...
�María de mis pecados!...
�A casa, a casa!
�No viene un sacamuelas!... (Sale el alguacil por el foro.)
Señor Riquelme, si no se alza la cortina, diez ducados de multa.
Que pagarán los que no estén en su puesto. (Todos a un tiempo empiezan a recitar en tono de estudio los primeros versos de su papel, que tienen en la mano.)
Deus ex machina!... El corchete serenó la tempestad. -Decid a su señoría de mi parte que se va a dar principio a la comedia.
El señor alcalde os ruega, Frey Lope, que honréis un asiento en su balcón.
Decidle que le beso las manos, y que yo seré el honrado. (Vase el alguacil.) Hijos, a vuestros puestos: el arte nos llama. �La gloria nos espera! Por dos horas vamos a olvidarlo todo: unas los celos, otro el desaire..., ésta el pisotón de Psiquis..., aquél el dolor de muelas... �y yo mis setenta años! -La comedia necesita de vosotros. No olvidéis lo que os he encargado:
A vos ternura, María; | |
a vos, Mariana, nobleza; | |
a vos, Vivar, gentileza; | |
a estos dos, bellaquería. | |
(Por Catalina y Basurto.) | |
A vos... Dejad que me ría; | |
(A Olmedo.) | |
a vos, �qué os he de encargar? | |
Hijos, adentro, a empezar. | |
Habládmela bien, os ruego; | |
que el público os dará luego | |
El premio del bien hablar. |
(Retíranse todos, y cae el telón. -Tocada la sinfonía, vuelve a alzarse, y se representa la comedia, al fin de la cual entra la segunda parte de la FANTASÍA como a continuación se expresa.)
Segunda parte
Todas las de la primera parte; y además DON FRANCISCO DE QUEVEDO y DON JUAN DE ESPINA.
(Dichos los últimos versos de la comedia, el telón cae hasta la mitad de su altura: así permanece un momento, y vuelve a subir muy lentamente, mientras el siguiente diálogo:)
Sale por el foro LOPE, acompañado de los que no están en escena al acabar la comedia.
�Aquí viene!
�Vítor, Lope! (Le rodean y felicitan con gran entusiasmo.)
�Bien, hijos, bien!
�Estáis contento?
�Muy contento! Todos habéis cumplido mis esperanzas. -�No es verdad que el arte es una cosa celestial?... �Ved lo que nos pasa ahora!... Miraos unos a otros... Miradme a mí... �El fuego del entusiasmo brota por nuestro ser!... �Mirad a Olmedo!...
Dejadme... dejadme besar esa mano que empuña todavía fuerte y robusta el cetro de la poesía. -�Arte divino!... Él es consuelo de las penas, medicina de los males... Con su contacto mágico todo lo sana, todo lo purifica...
�Todo! �Todo!
Mirad... mirad su poder. Las que eran rivales olvidan sus celos y se abrazan... (Las tres actrices se abrazan.)
�Amigas y compañeras!...
Con toda mi alma...
Con todo mi corazón.
�Y sin rencor para mí?
Sin rencor.
Hasta mi muela... �no sé qué ha sido de ella!...
El oro de los versos os la ha curado.
�Sois nuestro salvador! Lo menos a parte y media tocamos esta semana.
Por aquí, caballeros. Si buscáis a Frey Lope, allí le tenéis. (Salen por el foro don Francisco de Quevedo y don Juan de Espina.)
Lope, recibid mi parabién.
Quevedo amigo, y vos mis brazos.
Y el de este caballero, que desea estrechar vuestra mano.
Me honra con ese deseo.
Oíd quién es, y no os cause espanto.
Dejad las bromas, Quevedo.
�Cómo bromas! Vive Dios, que si dudáis del efecto que causa vuestro nombre, que vais a convenceros de ello ahora mismo. -Acercaos, amigos..., acercaos... y encomiéndese cada cual al santo que sea más de su devoción. -El caballero que está presente se llama don Juan de Espina.
�Jesús!... �El mágico! (Se alejan con espanto.)
�Don Juan de Espina!
�Lo estáis viendo?
�Pero es creíble que de tal manera se propague esa opinión! Señores, por Dios trino y uno, que soy tan cristiano viejo como el que más. No deis crédito a esas patrañas, en la forma que las cuenta el vulgo. Miradme: soy de carne y hueso como los demás mortales.
�Será eso verdad?
Su acento me tranquiliza.
Y en cuanto a persona, no es mal mozo.
�Es cierto! Y estas damas pueden cerciorarse de ello, si gustan..., no más que con acercarse. (Las damas se acercan poco a poco.)
Mi afición a las ciencias y a las artes me ha hecho estudiarlas hasta profundizar en sus arcanos. La física ha sido mi ocupación predilecta, y algo se me alcanza de astrología judiciaria. De aquí sin duda ha tomado origen esa voz que me acusa de mágico, de nigromante... �qué sé yo!... hasta de tener pacto con Satanás. (Se ríe.)
�Ave María! (Todos se santiguan.)
�Conque no es cierto? -Pues lo de mágico, todo el mundo lo cree.
Pero es mágica blanca, que es cosa muy distinta...
�De la negra?...
Se entiende. Esa, esa es la mala; que la otra...
�Pensáis que si lo que el vulgo dice de mí fuera cierto, no me hubiera ya pedido cuenta de ello el Santo Oficio?
Os confieso que en ocasiones lo he temido.
Es que el vulgo, amigo Lope, va más allá que el Santo Oficio, y quizá le moteja de laxo porque no le ha tostado ya.
Dicen, señor don Juan, que sabéis alzar figura.
�Alzar figura!...
Llámase así en Astrología evocar la presencia de un ser ausente, o que ya no existe, o que no ha existido aún.
�Evocarla!... Es decir, �ponerla delante? �En forma visible?
�Lo que no ha existido aún? �También lo venidero está sujeto a ese poder?
En ciertos casos, también lo venidero.
�En limitada distancia?
Sin límite alguno: hasta la consumación de los siglos.
�Lo venidero!... �Ver lo venidero!...
Leo en vuestro pensamiento, Frey Lope...
�Cómo!...
Como que recuerdo lo que antes de la comedia me dijisteis aquí mismo.
Sí... sí... Pero eso no es lícito creerlo... �Eso sería sobrenatural!...
Os engañáis. Existen dentro del orden natural misterios que la ciencia no ha penetrado aún; pero que algunos comienzan a vislumbrar. Vendrá una generación que se ría de nuestra ignorancia.
�Y vos habéis penetrado algunos de ellos?
Creo que sí.
�Válgame Dios! -Y es posible. �Oh, sí; es posible!
Don Juan de Espina ha sido el asombro de Italia: allí no le huyen: �le admiran!
Pues yo, señor don Juan..., y perdonad mi osadía, quiero haceros una súplica.
Olmedo, yo os estimo mucho por vuestro gran talento: la Talía española debe estar orgullosa de tan inspirado intérprete...
Me avergonzáis.
Hablad: �en qué puedo complaceros?
�Qué le irá a decir?
Ved aquí, señor don Juan, que el príncipe de la poesía, el fénix de los ingenios, el gran Lope, que tenéis delante, siente en su alma un torcedor que le martiriza.
�Lope!...
�Qué decís!...
Lo que es cierto, lo que vos mismo me habéis dicho... Sí, señor... sí... La voz poderosa de su ingenio le asegura que sus obras serán inmortales... Su modesta virtud le hace temer que se hundan en el olvido. No hace mucho, aquí mismo, me decía con amargo abatimiento: ��Qué será de las mil y más comedias que dejo escritas?... �Qué será para mí la posteridad?�
�Y lo duda!...
Es el único en España... para ser único en todo.
Pues bien; yo he leído ahora en su pensamiento... Lope no sabe en este instante si cree o no cree en esa ciencia que vos profesáis; pero crea o no crea..., desea... ambiciona... -�no me lo niegue!- que le digáis su horóscopo.
�Su horóscopo!
�Olmedo!... �Olmedo!... Yo no debo creer...
Pues bien, oídlo... y no lo creáis después.
Sí, Lope, yo leo también en vuestro semblante que es cierto lo que Olmedo dice; que os atormenta esa duda. Y pues no basta a tranquilizaros para el porvenir lo que veis al presente, esa aureola de gloria que os circunda, ese universal aplauso, ese delirio de entusiasmo con que no sólo España, sino Europa toda, levanta vuestro nombre a los cielos; yo me dirigiré a ellos... yo preguntaré a los astros vuestro horóscopo.
�Jesús!... �Jesús!...
Desde aquí mismo: la noche ha cerrado ya.
Y allí veis el patio de nuestro corral, que tiene por techumbre la bóveda de los cielos.
�Qué vais a hacer!...
Sentaos. Traedle un sillón... Las emociones pudieran afectarle.
(Acercan un sillón y le hacen sentar. QUEVEDO y OLMEDO se quedan a su lado; los demás alejan un poco. Las tres damas forman un grupo, abrazándose y mirando con cierto terror. ESPINA contemplando el cielo, y haciendo las pausas que se indican.)
El astro de Lope brilla con todo su esplendor. -�Mil y quinientas comedias! �Mil y quinientas!... No más. -�El astro se apaga?... No: es una nube que ha venido a cubrirlo... �Nube muy negra! -En ella leo: Siglo decimoctavo. Ya va pasando. -�Vuelve a brillar el astro de Lope? No: no es él... es otro.. es otra luz la que despide...: luz de cinco luceros... �hermosos, a fe mía!... pero no es Lope... no es Lope. -La nube pasó del todo, y el cielo se viste de nuevo resplandor. �Qué dice allí? Siglo decimonono. -�Qué miran mis ojos! �Otra vez el astro, el astro con todos sus resplandores! -Todo lo penetro, todo lo veo... -�Lope de Vega, no morirás! -Después de un siglo de olvido, vendrá otro de reparación; y en ese, la gloria de tu nombre se extenderá por el mundo. �España se llamará con orgullo tu madre! �Madrid se envanecerá de ser tu cuna! Allí distingo un modesto recinto... Es un teatro... La muchedumbre se agolpa a sus puertas... �Qué buscan? �Qué celebran? �Ah! �25 de noviembre de 1859!... �El aniversario de tu nacimiento! -Lope: �quieres asistir a él?... �Quieres verlo? Ahora, en este momento mismo, se canta un himno a tu gloria. -�Oyes?... �Oyes esa lejana armonía? -Se han cerrado sus ojos; pero ve con los del alma. Su vista interior penetra ahora los siglos. -Llevadle, llevadle de aquí, donde la obscuridad le circunde, donde no haya luz que le hiera.
(Se llevan a LOPE dormido en el sillón: todos desaparecen silenciosos y asombrados. -Cuando D. Juan ha dicho: ��Oyes esa lejana armonía?� ha empezado pianísimo el ritornelo del himno, que dura hasta la mutación.)
�Misterioso poder de la ciencia! �Influjo celestial! Obedece a mi voluntad. Ven a mi voz. Presenta a los ojos del septuagenario moribundo el cuadro de su inmortalidad. Concede este galardón a su virtud, a su saber, a su genio. Transpórtalo a esa noche en que, después de tres siglos, un público entero clama con entusiasmo: �Gloria a Lope de Vega! �Gloria al padre del teatro español! (A un signo de D. Juan, se abre el foro y aparece el busto de LOPE DE VEGA entre resplandores. Durante el coro, desfilan los actores por delante de él, colocando en el pedestal coronas de laurel.)
Versos
La noche del estreno de esta obra, que fue el 25 de noviembre de 1859, terminado el himno, se recitaron los siguientes versos:
Tres siglos menos tres años | ||
hoy hace que al mundo vino | ||
el ingenio peregrino, | ||
pasmo de propios y extraños. | ||
Envuelta en humildes paños, | 5 | |
obscura y pobre yacía | ||
la castellana Talía: | ||
y él le tejió un manto de oro | ||
con el fecundo tesoro | ||
de su rica fantasía. | 10 | |
Con él nuestra gloria empieza. | ||
Él con su ingenio sublime | ||
al arte español imprime | ||
el sello de su grandeza. | ||
Absorta naturaleza, | 15 | |
y rendida al propio instante, | ||
otro aborto semejante | ||
tarde a la tierra dará; | ||
porque descansando está | ||
de aquel esfuerzo gigante. | 20 | |
En la celeste mansión | ||
donde tu espíritu vive, | ||
Lope, esta ofrenda recibe | ||
de entusiasta admiración. | ||
Y pues de su postración | 25 | |
hora es ya que se levante | ||
el león de España arrogante (5), | ||
quiera el Dios de las victorias | ||
darnos para nuevas glorias | ||
nuevo Lope que las cante. | 30 |
Nota del autor
Limitado por las calles de Preciados, de Valverde y del Barco, había un antiguo convento, llamado de los Basilios, en el cual, poco después de la supresión de las órdenes religiosas, se estableció un teatro. Ya no existe: el convento ha sido demolido recientemente, y en su solar se fabrican casas.
Ocurriole a la compañía que trabajaba en aquel teatro el año de 1859 solemnizar el día 25 de noviembre, aniversario del natalicio de Lope de Vega, y me consultó el pensamiento, reclamando mi cooperación. Presteme a ello, y con muy pocas alteraciones logré reducir a escena fija la linda comedia del Fénix de los ingenios, titulada El premio del bien hablar; para la cual compuse, en forma de prólogo y epílogo, esta Fantasía dramática.
Hízose la función, y el público la aplaudió con entusiasmo.
La Fantasía se ha repetido después varias veces, así en Madrid como en las provincias, para celebrar el aniversario de Lope.
Si se quiere representar con cualquier otra de sus comedias, puede hacerse, con las variaciones siguientes:
Páginas 235 y 237, etc. -Donde dice: El premio del bien hablar, póngase el título de la comedia que vaya a hacerse.
Página 239. -En vez de lo que hay, dígase esto:
�Ay, señor Lope, que aún es tiempo! �No podríais atajarme esta salida? (Mostrándole el papel.)
�Cuál?
Ésta: �es tan desairada! -Aquí me la atajáis en un momento.
�Si ya van a empezar! No hay tiempo.
�Y cuándo? �Y cómo? (Suprímase lo demás que dice.)
Página 242. -La décima final sustitúyase con esta:
Si haciendo vuestros papeles | |
dais al auditorio gusto, | |
con vosotros, como es justo, | |
dividiré mis laureles. | |
Sed mis intérpretes fieles. | |
La orquesta da la señal: | |
a su puesto cada cual, | |
hijos, y hacedlo de modo | |
que clame el público todo. | |
��Vítor Lope y su corral!� |
En la segunda parte no hay que variar nada.
La tumba salvada
Loa representada en el teatro del liceo artístico y literario de Madrid con motivo de la solemne traslación de los restos del príncipe de los poetas dramáticos españoles don Pedro Calderón de la Barca.
Amenazaba ruina la iglesia del Salvador, situada en la calle Mayor, esquina a la de Luzán, frente a la plaza de la Villa. Acordose su demolición; y al estarla verificando, corrió la voz de que allí se hallaba enterrado nuestro gran Calderón. La piqueta oficial no se detenía por eso; y tuvieron que darse mucha prisa algunos amantes de las glorias patrias para llegar a tiempo de sacar de entre los escombros los huesos del inmortal poeta.
El día 18 de abril de 1841 se llevaron con gran solemnidad en un carro fúnebre al cementerio de la Sacramental de San Nicolás, donde quedaron colocados en un nicho, que para el efecto había sido destinado a perpetuidad por los individuos de aquella cofradía. -En el mismo nicho continúa.
Numerosísima fue la comitiva que acompañó el féretro, y compuesta de lo más distinguido que en artes, letras, ciencias y posición social encierra Madrid.
Por la noche se ejecutaron en todos los teatros comedias de aquel preclaro ingenio; y en el de aficionados que existía en el Liceo (sociedad artística literaria sostenida por contribución de sus socios) se representó Casa con dos puertas y esta Loa, que para aquella solemnidad compuse, y cuya música hizo el distinguido maestro D. Mariano Martín.
PERSONAS | |
LA IGNORANCIA. | |
EL TIEMPO. | |
EL INGENIO. | |
LA RELIGIÓN. |
Decoración de ruinas. -EL TIEMPO encadenado a los pies de LA IGNORANCIA, que tendrá corona y cetro. | ||
(MÚSICA LÚGUBRE) | Encadenado el Tiempo | |
a mis plantas está: | ||
cetro mi mano ostenta, | ||
mi sien corona real. | ||
�Mortales, silencio, | 5 | |
Silencio guardad! | ||
IGNORANCIA | �Cuán dulce suena en mi oído | |
ese lúgubre cantar, | ||
bostezo del negro infierno, | ||
con que adormece al mortal! | 10 | |
En vano a veces del cielo | ||
rara centella fugaz | ||
a iluminar de los hombres | ||
la obscura mente vendrá: | ||
mi helado soplo doquiera | 15 | |
sabrá su lumbre apagar; | ||
ya de algún bárbaro pueblo, | ||
ya de algún rey suspicaz, | ||
moviendo el ánimo altivo | ||
a romper y destrozar | 20 | |
feroces los monumentos | ||
que elevó la antigüedad. | ||
Así en Egipto, guiado | ||
de mi influjo, el fiero Omar | ||
mi imperio afirmó sombrío; | 25 | |
pues, por contraria al Corán, | ||
la biblioteca abrasando | ||
de Alejandría, en voraz | ||
incendio despareció | ||
toda la ciencia oriental. | 30 | |
Así también, revestida | ||
con el sagrado disfraz | ||
de la pura fe, erigí | ||
el tremendo tribunal | ||
que el pensamiento en sus hondos | 35 | |
calabozos supo ahogar. | ||
Y en fin, así encadenado, | ||
�oh Tiempo!, a mis pies estás, | ||
y repite mis acentos | ||
diciendo el coro infernal... | 40 | |
CORO | Encadenado el Tiempo | |
a mis plantas está, etc. | ||
TIEMPO | Pesa esta mano, y no en vano, | |
sobre cuanto existe, sí; | ||
y pues tú existes, es llano | 45 | |
que también pesa esta mano, | ||
�oh Ignorancia!, sobre ti. | ||
En balde a dura cadena | ||
tu ceguedad me condena; | ||
que tu imperio ha de acabar | 50 | |
cuando acaben de pasar | ||
aquesos granos de arena. | ||
IGNORANCIA | Con mi férreo cetro yo | |
romperé el vil instrumento | ||
que mi fin simbolizó. | 55 | |
(Da furiosa con el cetro, sin poder tocar el reloj.) | ||
TIEMPO | Dará tu cetro en el viento. | |
IGNORANCIA | �Que no he de tocarlo! | |
TIEMPO | No. | |
Que ese instrumento que ves | ||
símbolo impalpable es, | ||
y él te dice que si hoy puesto | 60 | |
estoy a tus pies, muy presto | ||
tú has de mirarte a mis pies. | ||
�Pues cómo! �Es tu orgullo tal | ||
y tan ciega tu demencia, | ||
que quieras ser inmortal, | 65 | |
contra la ley natural | ||
de toda mundana esencia? | ||
Nada ha de librarse, no, | ||
de esa ley que estableció | ||
Dios en su arcano profundo: | 70 | |
hasta un día señaló | ||
en que ha de morir el mundo. | ||
IGNORANCIA | Hasta entonces mi poder | |
moverá a los hombres guerra; | ||
que si inmortal no he de ser, | 75 | |
sabré al menos perecer | ||
cuando perezca la tierra. | ||
TIEMPO | Te engañas: antes será; | |
que más gallardo y lozano | ||
a renacer luego va | 80 | |
el Ingenio que tu mano | ||
sepultó. -�Míralo ya! | ||
(Música dulce. Una llamarada resplandece entre las ruinas: al disiparse, aparece, saliendo de su fuego, EL INGENIO.) | ||
Destello refulgente | ||
de la llama inmortal que el cielo alumbra, | ||
por quien la humana mente | 85 | |
a la región olímpica se encumbra; | ||
si la ignorancia pudo | ||
hundirte en las tinieblas, y desnudo, | ||
celeste Ingenio, de la luz divina | ||
que tu frente ilumina, | 90 | |
el hombre daba en vergonzosa calma | ||
a los sentidos vida, muerte al alma; | ||
renace ya a mi voz: las alas tiende, | ||
vuela, los aires hiende, | ||
y lleva a todas partes | 95 | |
la antorcha de las ciencias y las artes. | ||
INGENIO | Tiempo; que con recóndito poder, | |
el orbe todo dominando estás; | ||
que entre el dolor vagando y el placer, | ||
impasible a tu fin marchando vas; | 100 | |
que hombres, tronos, riquezas, honras, ser, | ||
alzas, hundes, repartes, quitas, das; | ||
de cuanto existe eterno animador, | ||
y de tus mismas obras destructor: | ||
hora es ya que con ímpetu viril | 105 | |
rompas el cetro a la Ignorancia audaz, | ||
que en negra obscuridad por siglos mil | ||
cubrió del mundo la tendida faz. | ||
Hora es ya que pincel, lira y buril, | ||
bellas ramas del árbol de la paz, | 110 | |
en lienzo, en son, en bronce, eternos den | ||
gloria a mi nombre, lauros a mi sien. | ||
Yo haré del Alpe al Etna resonar | ||
segunda vez los cantos de Marón: | ||
yo encenderé desde Pirene al mar | 115 | |
el fuego de Rioja y de León: | ||
yo haré en su misma tumba germinar | ||
las cenizas del grande CALDERÓN... | ||
TIEMPO | Detente ya; que pues su nombre oí, | |
a obedecerme vas: escucha. | ||
INGENIO | Di. | 120 |
TIEMPO | En el recinto famoso | |
de la coronada villa | ||
que con humilde susurro | ||
Manzanares acaricia, | ||
y a quien hizo, el que dos puentes | 125 | |
enormes le puso encima, | ||
que dos sarcasmos de piedra | ||
tuviera siempre a la vista: | ||
en aquella corte, esfera | ||
donde con llama benigna | 130 | |
de la SEGUNDA ISABELA | ||
el sol refulgente brilla: | ||
cercano al famoso sitio | ||
a quien llamó la morisma | ||
La Almudena, y hoy es templo | 135 | |
de la sagrada María; | ||
otro templo más humilde | ||
verás, que frontero mira | ||
a la torre que aún recuerda | ||
los laureles de Pavía (6). | 140 | |
El Salvador es llamado; | ||
caduca fábrica antigua, | ||
que ya a mi peso se rinde | ||
y va a desplomarse en ruinas. | ||
Allí en el rincón obscuro | 145 | |
de solitaria capilla, | ||
que con trémulos reflejos | ||
una lámpara ilumina, | ||
hay un sepulcro, que nadie | ||
por lo modesto diría | 150 | |
que encierra en su helado centro | ||
de alto varón las reliquias. | ||
No pórfidos lo sustentan, | ||
ni alabastros lo cobijan, | ||
ni sobre él descuella mármol | 155 | |
quien yace dentro ceniza. | ||
Mas allí los restos yacen | ||
del claro ingenio que un día | ||
a España admiró, y ahora | ||
a España y al mundo admira. | 160 | |
Del que a su placer moviendo, | ||
ora al llanto, ora a la risa, | ||
desde el celoso TETRARCA | ||
AL JARDÍN DE FALERINA | ||
agotó cuantos donaires, | 165 | |
cuantos conceptos la rica | ||
habla castellana ofrece | ||
a la hermosa poesía: | ||
del que noble por alcurnia | ||
(como en su pecho lo indica | 170 | |
del santo patrón de España | ||
grabada la roja insignia), | ||
a la nobleza heredada | ||
supo juntar la adquirida, | ||
inspirando en dulces versos | 175 | |
amor puro, amistad fina, | ||
orgullo sin vanidad, | ||
emulación sin envidia, | ||
honor, lealtad y firmeza, | ||
discreción y valentía, | 180 | |
y en fin, �para qué me canso | ||
cuando basta que te diga, | ||
CALDERÓN, que en este nombre | ||
todo lo grande se cifra? | ||
Más de treinta lustros son | 185 | |
que yace allí; y se aproxima | ||
el instante en que, cediendo | ||
a su pesadumbre misma, | ||
la bóveda se desplome, | ||
que en sus cimientos vacila, | 190 | |
y la ilustre tumba quede | ||
entre escombros confundida. | ||
Si impedir quieres que de ese | ||
torpe olvido la ignominia | ||
caiga sobre la presente | 195 | |
generación, parte aprisa; | ||
que en Madrid hallarás almas | ||
generosas, que a porfía | ||
sepan dar al gran poeta | ||
tumba de su nombre digna. | 200 | |
INGENIO | Antes que el golpe descargues, | |
rayo seré que divida | ||
los aires, y a la alta empresa | ||
mueva la corte y la villa. | ||
(Al son de una música agitada, una nube de vapor envuelve al INGENIO, y desaparece. LA IGNORANCIA vuelve de su letargo con movimientos convulsivos.) | ||
IGNORANCIA | �Ah! �Qué escucho!... �Pese a mí! | 205 |
�A su fin mi imperio toca! | ||
Mentida esperanza loca, | ||
�por qué me halagaste así? | ||
Ya raudo el Ingenio hiende | ||
sobre las alas ligeras | 210 | |
de los vientos las esferas, | ||
y a los mortales desciende. | ||
Mas no importa: su inconstancia | ||
dilatará mi agonía; | ||
que no perece en un día | 215 | |
el reino de la Ignorancia. | ||
Y en tanto, pues el poder | ||
que el cielo te dio no es tal | ||
que del curso natural | ||
puedas la ley suspender, | 220 | |
y el edificio que encierra | ||
esos restos, muy en breve, | ||
a tu mismo impulso debe | ||
igualarse con la tierra; | ||
yo haré que sordo al clamor | 225 | |
del Ingenio el hombre sea, | ||
y en calma estúpida vea | ||
su cercano deshonor, | ||
sin que ninguno en sus hombros | ||
la tumba mísera tome; | 230 | |
y que el templo se desplome | ||
y la esconda en sus escombros. | ||
TIEMPO | Pasa la arena veloz, | |
y ya cercana contemplo | ||
la ruina del santo templo, | 235 | |
�y aún no se escucha una voz! | ||
�Será que el letal beleño | ||
que la Ignorancia esparcía | ||
te adormezca todavía, | ||
�oh Madrid!, en torpe sueño? | 240 | |
�Será en vano que rasgando | ||
la venda que te cegaba, | ||
y de tu cerviz esclava | ||
el férreo yugo arrancando, | ||
el ardiente patriotismo | 245 | |
de tus hijos despertase, | ||
para que de ti arrojase | ||
el monstruo del fanatismo? | ||
Tú que en la futura edad | ||
mostrarte quieres ufana | 250 | |
con la pompa soberana | ||
de tu antigua majestad, | ||
�será que ignores la gloria | ||
que da a las cultas naciones | ||
de sus ilustres varones | 255 | |
saber honrar la memoria? | ||
(Pausa.) | ||
�Hondo silencio domina!... | ||
�Cruje el templo vacilante!... | ||
�La arena pasa! -�El instante | ||
llega ya de su ruina! | 260 | |
IGNORANCIA | �Llega, sí!... Tu vano ardid | |
no me arranca este trofeo; | ||
que ya el templo hundirse veo... | ||
y no responde Madrid. | ||
TIEMPO | �Tanto cede a tus engaños!... | 265 |
�Tanto tu poder se arraiga! | ||
IGNORANCIA | �Quieres que en un día caiga | |
imperio de tantos años? | ||
TIEMPO | �Y tú, Ingenio, no has de hallar | |
un corazón?... | ||
IGNORANCIA | No le halla. | 270 |
�Oyes?... �Oyes? -Madrid calla; | ||
�y el instante va a llegar! | ||
�Ah! �Llegue presto! -Salid | ||
veloces, granos de arena: | ||
�pasad!... �caed!... -Mas �qué suena?... | 275 | |
TIEMPO | �Ah!... �Ya responde Madrid! | |
(Música dulce y lejana.) | ||
CORO | (Distante.) | |
Venid, madrileños, | ||
venid a mi voz: | ||
salvemos la tumba | ||
del gran CALDERÓN. | 280 | |
IGNORANCIA | �Huid, madrileños! | |
Despreciad la voz | ||
que intenta halagaros | ||
con vana ilusión. | ||
�Qué os importa, amigos, | 285 | |
que perezca o no | ||
la tumba de un hombre | ||
que a lances de amor, | ||
a usadas intrigas | ||
de pobre invención, | 290 | |
a fútiles versos | ||
su ingenio aplicó? | ||
�Oh! �Cuán perezoso | ||
camina el reloj! | ||
TIEMPO | El concurso acude | 295 |
cada vez mayor, | ||
y al templo dirige | ||
su paso veloz... | ||
CORO | (De más voces y más cerca.) | |
Salvemos la tumba | ||
del gran CALDERÓN: | 300 | |
salvemos al padre | ||
del drama español. | ||
IGNORANCIA | �Oh rabia! -Teneos; | |
que insultáis a Dios, | ||
consagrando a un hombre | 305 | |
la ardiente ovación | ||
que sólo es debida | ||
al sumo Hacedor! | ||
Cercano el instante | ||
señala el reloj. | 310 | |
TIEMPO | �Ya Madrid entero | |
al templo llegó! | ||
CORO | (Mayor y aún más cerca.) | |
Entremos, salvemos | ||
de vil deshonor | ||
la tumba gloriosa | 315 | |
del gran CALDERÓN. | ||
IGNORANCIA | �Oh! �Pese al infierno! | |
�Desoyen mi voz! | ||
Mas �ay! aún es tiempo | ||
de que triunfe yo... | 320 | |
�Los últimos granos, | ||
los últimos son!... | ||
�Ya llegó la hora!... | ||
(Campanada.) | ||
�El templo se hundió! | ||
(Gran ruido de desplomarse un edificio.) | ||
TIEMPO | �Salvose la tumba | 325 |
del gran CALDERÓN! | ||
(Descúbrese en el foro un magnífico templo, en cuyo centro se eleva el sepulcro de Calderón, con su retrato o busto, iluminado todo de un vivo resplandor. Al pie del sepulcro está LA RELIGIÓN: a sus pies EL INGENIO adorándola. Al mismo tiempo que esto aparece, la corona y cetro de LA IGNORANCIA caen al suelo, y ella también a los pies del TIEMPO que le ha echado encima las cadenas, y amagándola con la segur, le señala el sepulcro. Música brillante.) | ||
CORO | Madrid generoso | |
la tumba salvó | ||
del ínclito padre | ||
del drama español. | 330 | |
Rindamos honor | ||
al poeta que admira la tierra, | ||
al genio sublime del gran CALDERÓN. | ||
RELIGIÓN | La cristiana religión | |
te acoge en su templo santo | 335 | |
y te cubre con su manto, | ||
tumba del sabio varón. | ||
En esta augusta mansión, | ||
donde postrado el mortal | ||
adora al Ser eternal, | 340 | |
descansa en tranquila calma, | ||
como descansa su alma | ||
en la mansión celestial. | ||
(Dirigiéndose a LA IGNORANCIA.) | ||
Y tú, aborto del abismo, | ||
que hiciste al mundo temblar | 345 | |
mostrándole en mi lugar | ||
el monstruo del fanatismo: | ||
ya del largo parasismo | ||
en que sepultado fue | ||
despierta el hombre, y me ve | 350 | |
en mi forma verdadera, | ||
sin más puñales ni hoguera | ||
que la esperanza y la fe. | ||
En estos dones me fundo: | ||
que con la fe y la esperanza | 355 | |
gloria en los cielos se alcanza | ||
y también gloria en el mundo. | ||
Que sin el celo profundo | ||
que da la fe al corazón, | ||
sin el punzante aguijón | 360 | |
de la esperanza de nombre, | ||
no hallara en su pecho el hombre | ||
el fuego de inspiración. | ||
De esa inspiración divina, | ||
rayo de lumbre fulgente, | 365 | |
que purifica la mente | ||
y a los cielos la avecina: | ||
no de la que el alma inclina, | ||
satánica inspiración, | ||
a romper de la razón | 370 | |
y de la virtud el freno | ||
y a revolcarse en el cieno | ||
de su indómita pasión. | ||
Ingenios de España, huid | ||
esa inspiración bastarda, | 375 | |
y del que esa tumba guarda | ||
el alto ejemplo seguid. | ||
No siempre en amarga lid | ||
rendido el hombre sucumba, | ||
si el vicio en torno retumba; | 380 | |
no le pintéis despeñado | ||
y, de Dios abandonado, | ||
buscando amparo en la tumba. | ||
No será: que al contemplar | ||
ese pueblo que a porfía | 385 | |
en este solemne día | ||
sabe las letras honrar; | ||
puedes, �oh España!, exclamar: | ||
�Alzo mi frente serena | ||
y espero, de gozo llena, | 390 | |
que tendrán con nuevo brillo, | ||
la pintura otro MURILLO, | ||
y otro CALDERÓN la escena.� | ||
CORO | Madrid generoso | |
la tumba salvó | 395 | |
del ínclito padre | ||
del drama español. | ||
Rindamos honor | ||
al poeta que admira la tierra, | ||
al genio sublime del gran CALDERÓN. | 400 |