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ArribaJornada quarta596

CAU.597 [PER ALUAREZ].
Este largo camino,
tanto pasar de breñas y montañas,
y el bramido contino
de fieras alimañas,
me tienen de tal suerte,5
que pienso de acabarle598 con mi muerte.
El pan se me a mojado599,
y roto entre jarales el vestido;
los çapatos rasgado600,
el brio consumido,10
de modo que no puedo
un pie del otro pie pasar vn dedo.
Ya la hambre me aqueja,
y la sed insufrible me atormenta;
ya la fuerça me deja;15
ya601 espero desta afrenta
salir con entregarme
a quien de nueuo quiera602 cautiuarme.
E603 ya perdido el tino;
no se qual es de Oran la çierta via;20
ni senda ni camino
la triste suerte mia
me ofreçe; mas, ¡ay laso!604,
que, aunque la605 hallase, no ay mouer el paso.
-fol. 13r-
¡Virgen bendita y vella,25
remediadora del linage humano!
—81→
Sed vos aqui la estrella
que en este mar insano
mi pobre barca guie
y de tantos peligros me606 desuie.30
¡Virgen de Monserrate607,
que esas asperas sierras haçeis çielo!
Enbiadme rescate,
sacadme deste duelo,
pues es hazaña vuestra35
al misero caido dar la diestra.
Entre estas matas quiero
asconderme, porque608 es entrado el dia;
aqui morir espero;
santisima Maria,40
en este trançe amargo,
el cuerpo y alma dejo a vuestro cargo.
 

(Hechase a dormir, entre vnas matas, y sale un leon y echase junto a el muy manso, y luego sale otro CHRISTIANO, que tanbien se a huido de Argel, y diçe609:)

 
[CHRISTIANO]
Estas pisadas no son,
por çierto, de moro, no610;
christiano las estampó,45
que con la misma intençion
deue de ir que lleuo yo.
De alarabes611 las pisadas
son anchas y mal formadas,
porque es ancho su calçado;50
el nuestro mas escotado,
y ansi son diferençiadas612.
Yo seguro que no está
muy lejos de aqui escondido,
porque el rrastro e ya perdido;55
—82→
mas el sol alto está ya613,
y yo mal aperçebido.
Aqui me quiero esconder,
hasta que al anocheçer
torne a seguir mi viaje;60
que en este mismo paraje
Mostagan viene a caer.
Pues614 el sol sale de alli,
el Norte haçia aqui615 se inclina,
no está lejos la marina.65
¡O que mal que616 estoy aqui!
¡Buen Jesus, tu me encamina,
que mucho alarabe617 pasa
por esta campaña rasa!
Si oy618 me e açertado a esconder,70
no me despido de ver
mis hijos, muger y casa619.
 

(Escondese, y luego sale un morillo, como que va buscando yeruas, y ve escondido a este segundo christiano, y comiença a dar boçes: «¡Nizara, nizara!»620, a las quales acuden otros moros, y cojen al christiano, y, dandole de mojicones, se entran. En entrando, despierta el primer christiano que está junto al leon, y viendole, se espanta y diçe:)

 
[CHRISTIANO]
¡Sancto Dios! ¿Que es lo que veo?
¡Que manso y fiero leon!621.
Saltos me da el corazon;75
cumplido se a mi deseo;
libre soy ya de pasion,
pues lo quiere mi ventura.
Este, con su fuerça dura,
mis dias acabará,80
—83→
y su vientre seruira
al cuerpo de sepultura.
Pero tanta mansedumbre
no se ve622 ansi facilmente
en animal tan valiente,85
aunque su fiera costumbre
muestra a las veçes clemente.
Mas ¿quien sabe si, mouido
el çielo de mi gemido,
-fol. 13v-
este leon me a embiado62390
para ser por el tornado
al camino que e perdido?
Sin duda es diuina cosa,
y asegurame este intento,
que en mis espiritus624 siento,95
con fuerça marauillosa,
un nueuo625 creçido aliento;
y ya es caso aueriguado
que otro leon a lleuado
a la Goleta a626 un catiuo 100
que le halló en un monte esquiuo,
huido y descaminado627.
¡Obra es esta, Virgen pia,
de vuestra diuina mano,
porque ya está claro y llano 105
que, el hombre que en uos confia,
no espera y confia628 en uano!
Esperame, compañero,
que yo629 determino y quiero
seguirte do quier630 que fueres;110
que ya me pareçe que eres,
no leon, sino cordero631.
  —84→  
 

(Entrase, y buelue a salir en la quarta jornada, con el leon que le guia632. Diçe:)

 
[CHRISTIANO]
Nunca con menos afan633
e caminado camino,
y, a(quel)o que634 yo imagino,115
no está muy lejos Oran.
Graçias te doy, rey diuino!
¡Virgen pura, a vos alabo!
Yo ruego635 lleueis al cabo
tan estraña charidad;120
que, si me dais libertad,
prometo seros esclauo636.
 

(Vase, y en la quarta jornada salen dos cautiuos: PEDRO637 y SAYAUEDRA638.)

 
[PED.]
Siete escudos de oro e grangeado
[co]n mi soliçitud, industria y maña,
[y au]n son pocos, segun e trabajado.125
Nunca tuue otros tantos en España,
quando anduue en la guerra de Granada639,
armado nueue meses en campaña.
SAY.
¿Cómo cayeron, Pedro, en la çelada
los siete escudos oy, por vida mia?130
¿Qualque nueua campaña fabricada?
PED.
Muy mal se negará a tu cortesia
qualquier secreto mio. Escucha agora,
y ueras lo que e hecho en este dia.
En esta casa grande do Yzuf mora,135
renegado español, que está casado
con Zahara, la illustre hermosa mora,
—85→
está un catiuo nueuo, que es llamado
Aurelio, y una Siluia, hermosa dama,
de quien está el Aurelio enamorado.140
Los dos de prinçipales tienen fama,
y elo dicho yo al rey, y mandó darme
los tres escudos destos.
SAY.
¡Gentil trama!
PED.
Gentil o no gentil, si remediarme
no puedo de otra suerte, y cada dia145
e de dar mi jornal y sustentarme,
¿quieres que cate y guarde cortesia
a quien puede pagar bien su rescate?
¡No reça esa oraçion mi ledania!
SAY.
¿Los otros quatro?
PED.
Son de un xaque y mate
150
que e dado en una bolsa de un christiano
con un muy conçertado disparate.
Ele hecho tocar casi con mano
que tengo ya una barca medio hecha,
debajo de la tierra, allá en un llano.155
Queda desta verdad bien satisfecha
su voluntad, y çierto, el bouo piensa
alcançar libertad ya desta hecha,
y para ayuda, el gasto, y la despensa
de tablas, vela, pez, clauos y estopa,160
los quatro dio con que compró su ofensa.
SAY.
¡Desdichado de aquel que acaso topa
contigo, Pedro, y tu mas desdichado,
que asi cudiçias la christiana ropa!
¡En peligroso golfo as engolfado165
—86→
tu barca, de mentiras fabricada,
y en ella tu seras solo anegado!
PED.
La de Noe, que está bien ancorada
-fol. 14r-
en las sierras de Armeña, sería buena,
si no uale la mia acaso nada.170
Quiça nos lleuará a Sierra Morena.
Pero, por quatro escudos, buena es esta,
si acuden otros quatro a caer carena640.
Agenos pies an de subir la cuesta
agria de mi trabajo, y yo, holgando,175
hare gasajo, regoçijo y fiesta.
¿Que piensas, Sayauedra?
SAY.
Estoy pensando
cómo se hecha a perder aqui un christiano,
y mas, mientras mas va, va peorando.
Cautiuo e visto yo que da de mano180
a todo aquello que su ley le obliga,
y viue a veçes vida de pagano.
A otro le avasalla su fatiga,
y en Dios y en ella ocupa el pensamiento;
la abraça y la quiere como amiga.185
Y de ti se que tienes el intento
holgaçan, enbaidor y cudiçioso,
fundado sobre enbustes sin çimiento.
T[arde a]vra libertad...
PED.
¡Estás donoso!
[An]tes la tengo ya çierta y segura,190
sino que estoy un poco vergonçoso.
Pienso mudar de nombre y vestidura,
—87→
y llamarme Mami.
SAY.
¿Renegar quieres?
PED.
Si quiero. Mas entiende de que hechura.
SAY.
Reniega tu del modo que quisieres,195
que ello es muy gran maldad y orrible culpa,
y correspondes mal a ser quien eres.
PED.
Bien se que la conçiençia ya me culpa;
pero tanto el salir de aqui deseo,
que esta razon dare por mi disculpa.200
Ni niego a Christo, ni en Mahoma creo;
con la boz y el vestido sere moro,
por alcançar el bien que no poseo.
Si voy en corso, seme yo de coro
que, en tocando en la tierra de christianos,205
me huire, y aun no vaçio de tesoro.
SAY.
Laços son esos cudiçiosos, vanos,
con que el demonio tienta façilmente
con el alma ligarte pies y manos.
Un falso bien te muestra aqui aparente,210
que es tener libertad, y, en renegando,
se te irá el procurarla de la mente,
que siempre esperarás el cómo y quándo:
«Este año no; el otro sera çierto.»
Y ansi lo irás por años dilatando.215
Tieneme en estos casos bien esperto
muchos que e visto con tu mismo intento,
—88→
y a ninguno llegar nunca a buen puerto.
Y puesto que llegases, ¿es buen quento
poner un tan inorme y falso medio220
para alcançar el fin de tu contento?
Daño puedes llamarle tal remedio.
PED.
Si no puede esperarse, ni es posible
de mi neçesidad otra salida
para alcançar la libertad gozosa,225
¿es mucho auenturarse algunos dias
a ser moro no mas de en la aparençia,
si con esta cautela se grangea
la amada libertad que va huyendo?
SAY.
Si tu supieses641, Pedro, a do se estiende230
la perfection de nuestra Ley christiana,
verias cómo en ella se nos manda
que un pecado mortal no se cometa,
aunque se interesase en cometerle
la vniuersal salud de todo el mundo.235
Pues ¿cómo quieres tu, por uerte libre
de libertad del cuerpo, hechar mill hierro[s]
al alma miserable, desdichada,
cometiendo un pecado tan inorme
como es negar a Christo y a su Iglesia?240
PED.
¿Dónde se niega Christo ni su Iglesia?
¿Ay mas de retajarse642 y deçir çiertas
palabras de Mahoma, y no otra cosa,
sin que se miente a Christo ni a sus santos,
ni yo le negaré por todo el mundo,245
—89→
que aca en mi corazon estara siempre,
y el solo el corazon quiere del hombre?
SAY.
¿Quieres uer si lo niegas? Está atento.
Fingete ya vestido a la turquesca,
y que vas por la calle, y que yo llego250
delante de otros turcos, y te digo:
«Sea loado Christo, amigo Pedro.
¿No sabeis cómo el martes es vigilia,
y que manda la Iglesia que ayunemos?»
-fol. 14v-
A esto, dime, ¿que responderias?255
Sin duda, que me dieses mill puñadas,
y dijeses que a Christo no conoçes,
ni tienes con su Iglesia quenta alguna,
porque eres muy buen moro, y que te llamas,
no Pedro, sino Aydar o Mahometo.260
PED.
Eso harialo yo643; mas no con saña,
sino porque los turcos que lo oyesen,
pensasen que, pues dello me pesaua,
que era perfecto moro, y no christiano;
pero aca en mi intençion, christiano siempre.265
SAY.
¿No sabes tu que el mismo Christo diçe:
«Aquel que me negare ante los hombres,
de mi sera negado ante mi Padre;
y el que ante ellos a mi me confesare,
sera de mi ayudado ante el Eterno 270
Padre mio»? ¿Es prueua esta bastante
que te conuença y desengañe, amigo,
—90→
del engaño en que estás en ser christiano
con solo el corazon, como tu diçes?
Y ¿no sabes tanbien que aquel arrimo275
con que el christiano se leuanta al çielo,
es la imagen644 y pasion de Jesu Christo,
en cuya muerte nuestra vida viue,
y que el remedio para que aproueche
a nuestras almas el tesoro inmenso280
de su vertida sangre por bien nuestro,
depositado está en la penitençia,
la qual tiene tres partes esençiales,
que la haçen perfecta y acabada:
contriçion de corazon la vna,285
confesion de la boca la segunda,
satisfaçion de obras la terçera?
Y aquel que contriçion diçe que tiene,
como algunos christianos renegados,
y con la boca y con las obras niegan290
a Christo y a sus sanctos, no la llames
aquella contriçion, sino un deseo
de salir del pecado; y es tan flojo,
que respectos humanos le detienen
de executar lo que razon le diçe;295
y asi, con esta sombra y aparençia
deste vano deseo, se les pasa
vn año y otro, y llega al fin la muerte
a ponerle en perpetua seruidunbre
por aquel mismo modo que el pensaua300
alcançar libertad en esta vida.
¡O quántas cosas puras, excelentes,
—91→
verdaderas, sin réplica, sençillas,
te pudiera deçir que haçen al caso,
para poder borrar de tu sentido305
esta falsa opinion que en el se imprime!
Mas el tiempo y lugar no lo permite.
PED.
Bastan las que me as dicho, amigo; bastan
y bastarán de modo, que te juro
por todo lo que es liçito jurarse,310
de seguir tu consejo y no apartarme
del santisimo gremio de la Iglesia,
aunque en la dura esclauitud amarga
acabe mis amargos tristes dias.
SAY.
Si a ese pareçer llegas las obras,315
el dia llegará, sabroso y dulçe,
do tengas libertad; que el çielo sabe
darnos gusto y plaçer por çien mill vias
ocultas al humano entendimiento;
y asi, no es bien ponerse en contingençia320
que, por sola vna senda y un camino
tan áspero, tan malo y trabajoso,
nos uenga el bien de muchos procurado,
y hasta aqui conseguido de muy pocos.
PED.
¡Mis obras te daran señales çiertas325
de mi ar[rlepentimiento y mi mudanza!
SAY.
¡El çielo te de fuerças, y te quite
las ocasiones malas que te inçitan
a tener tan maluado y ruin proposito!
  —92→  
PED.
El mesmo a ti te ayude, qual mereçe330
la sana voluntad con que me enseñas.
¡Adios, que es tarde!
SAY.
¡Adios, amigo!645.
 

(Sale el RREY con quatro turcos646.)

 
REY.
De yra y de dolor hablar no puedo;
y es la ocasion de mi pesar insano
el uer que don Antonio de Toledo335
ansi se me a escapado de la mano.
Los arrazes, sus amos647, con el miedo
que yo no les tomase su christiano,
-fol. 15r-
a Tetuan con priesa le embiaron648,
y en çinco mill ducados649 le tallaron.340
¿Un tan yllustre y rico cauallero
por tan650 vil preçio distes, vil canalla?
¿Tanto os acudiçiastes al dinero,
tan grande os pareçio que era la talla,
que le añadistes otro compañero,345
el qual solo pudiera bien pagalla?651.
¿Françisco de Valençia no podia
pagar solo por si mayor quantia?
En fin, fauoreçioles652 la ventura,
que pudo mas que no mi diligençia:350
que esta es la que conçierta653 y asegura
lo que no puede haçer humana çiençia.
Conoçieron el654 tiempo y coyuntura,
y huyeron de no verse en mi presençia:
que si yo a don Antonio aqui hallara,355
cinquenta mill ducados me pagara.
—93→
Es hermano de un conde, y es sobrino655
de una prinçipalisima duquesa,
y, en perderse, perdio en este camino
ser coronel656 en una yllustre empresa.360
Ayrado el çielo se mostro y657 begnino
en haçerle cautiuo y darse priesa
a darle libertad por tal rodeo,
que no pudo pedir mas el deseo.
Pero, pues ya no puede remediarse,365
el tratar mas en ello es escusado658.
Mirad si viene alguno a querellarse.
MORO.
Señor, aqui esta Yzuf, el renegado.
REY.
Entre con intençion de aparejarse
a obedeçer en todo mi mandado;370
si no, a fe que le trate en mi presençia
qual mereçe su neçia inobidençia.
 

(Entra YZUF659.)

 
[REY.]
¿Dónde están tus christianos?660.
YZUF.
Alli661 fuera.
[REY.]
¿Quánto diste por ellos?
YZUF.
Mill ducados.
[REY.]
Yo los dare por ellos.
YZUF.
No se espera
375
de tu bondad662 agrau[i]os tan sobrados.
REY.
¿En esto me replicas?
YZUF.
Da siquiera
algun aliuio en parte a mis cuidados.
—94→
Al663 esclauo te doy, rey, sin dinero,
y dejame la esclaua, por quien muero.380
REY.
¿Tal osaste deçir, o moro664 infame?
Lleualde abajo, y dalde tanto palo,
hasta que con su sangre se derrame
el deseo que tiene torpe y malo.
YZUF.
Dame, señor, mi esclaua, y luego dame385
la muerte en fuego, a hierro, a gancho, en palo665.
REY.
¡Quitadmele delante! ¡Acabad presto!
YZUF.
¿Por pedirte666 mi haçienda soy molesto?
 

(Sacan fuera a YZUF a enpujones, y entran luego dos alarabes con el christiano que se huyó, que asieron en el campo, y estos dos moros diçen al rey: «Alicun çalema çultam adareimi guaharan çal çul»667.)

 
REY.
¿Adónde iuas668, christiano?
CAU.
Procuraua
llegarme a Oran, si el çielo lo quisiera.390
REY.
¿Adónde669 cautiuaste?
CAU.
En la almadraua670.
REY.
¿Tu amo?
CAU.
Ya murio; que no deuiera,
pues me dejó en poder de una tan braua
muger, que no la iguala alguna fiera671.
REY.
¿Español eres?
CAU.
En Malaga naçido672.
395
REY.
Bien lo mu[e]stras en ser ansi673 atreuido.
  —95→  
¡O yuraxa caur!674. Dalde seisçientos675
palos en las espaldas muy bien dados,
y luego le dareis676 otros quinientos
en la barriga y en los pies cansados.400
CAU.
¿Tan sin razon ni ley677 tantos tormentos
tienes para el que huye aparejados?
REY.
Cito cifuti breguedi678, ¡atalde,
abrilde, desollalde y aun matalde!
 

(Atanle con quatro cordeles de pies y de manos, y tiran cada vno de su parte, y dos le estan dando, y de quando en quando el christiano se encomienda a Nuestra Señora, y el rey se enoja y diçe en turquesco con colera: «Laguedi denicara, bacinaf679; ¡a la testa, a la tes[ta]!», y está diçiendo, mientras le estan dando680:)

 
¡No se que raza es esta destos perros405
cautiuos españoles! ¿Quien se huye?
Español681. ¿Quien no cura de los hierro[s]?
Español682. ¿Quien hurtando nos destr[uye]?
-fol. 15v-
Español683. ¿Quien comete otros mill hierros?684.
Español685. Que en su pecho686 el çielo influye410
un ánimo indomable, azelerado,
al bien y al mal contino aparejado.
Una virtud en ellos e notado:
que guardan su palabra sin reueses,
y en esta mi opinion me an confirmado415
—96→
dos caualleros Sosas portugueses687.
Don Francisco tanbien la a sigurado688
que tiene el sobrenombre de Meneses,
los quales sobre su palabra an sido
enbiados a España, y la689 an cumplido690.420
Don Fernando de Ormaza tanbien fuese
sobre su fe y palabra, y ansi a hecho,
un mes antes que el término cumpliese,
la691 paga, con que bien me a692 satisfecho.
De darles libertad, un interese693425
se sigue tal, que dobla mi prouecho694:
que como van sobre su fe prendados,
les pido695 los rescates tresdoblados.
Y este dalde a su amo, y llamad luego696
un christiano de Yzuf que está alli fuera697,430
que quiero que grangee su698 sosiego,
por uer si mi opinion es verdadera.
De pérdida y ganançia es este juego.
MORO699.
Señor, del bien haçer siempre se espera
galardon, y si falta deste700 suelo,435
la paga se dilata para el çielo.
 

(Entra AURELIO, y diçele el RREY701:)

 
[REY.]
Ya se quien eres, christiano;
—97→
tu virtud, valor y suerte,
y se que presto as de verte
en el patrio suelo hispano.440
Esta Siluia, ¿es tu muger?
AUR.
Si, señor.
REY.
Y ¿adónde yuas
quando en las hondas702 esquiuas
perdiste todo el plaçer?
[AUR.]
Yo se703 lo dire, señor,445
en verdaderas razones.
De otro rey y otras prisiones
fui yo esclauo, que es704 Amor.
Desta Siluia enamorado
[an]duue un tiempo en mi tierra,450
y la fuerça desta guerra
me a traido en705 este estado.
A su padre la pedi706
muchas veçes por muger;
pero nunca a mi querer455
solo un punto le rendi;
y viendo que no podia
por aquel modo alcançalla,
determiné de roballa,
que era la mas façil bia.460
Cunpli en esto mi deseo,
y, pensando ir a Milan,
trujome el hado al afan707
y708 esclauitud do me veo.
REY.
No pierdas la confiança465
en esta vida importuna,
pues sabes que de fortuna
la condiçion es mudança.
—98→
Yo te dare libertad
a ti y a Siluia al momento,470
si tienes709 conoçimiento
de pagar tal voluntad.
Mill ducados e de dar
por los dos, y solo710 quiero
que me deis dos mill; enpero475
aueismelo de jurar,
y asi sobre vuestra fe
os partireis luego a España.
AUR.
Señor, a merçed tamaña,
¿que graçias te rendire?480
Yo prometo de enbiallos711
dentro de un mes sin mentir,
aunque los sepa pedir
por Dios, y si no, hurtallos712.
REY.
Pues luego os aparejad,485
y en la primer saetia713
tomad de España la via,
que a los dos doy libertad.
AUR.
El suelo y çielo te trate
qual mereçe tu bondad,490
y toma mi voluntad
por prenda deste714 rescate;
que yo perdere la vida
o cunplire mi palabra:
que este bien la715 escarua y labra495
en mi sangre bien naçida.
MORO.
Señor, un nauio viene.
REY.
¿De que parte?
MORO.
De Oçidente716.
REY.
Mejor es que no de Oriente717.
—99→
¿Es de gauia?718.
MORO.
Gauia tiene.
500
REY.
Deue ser de mercançia.
MORO.
Podria ser; aunque se suena719
que la mercançia es buena,
si es limosna720.
REY.
Si sería721.
Vamos. Tu, Aurelio, procura505
tu partida, y ten cuidado
de aquello que me has jurado.
AUR.
Crezca el çielo tu ventura.
 

(Entrase el REY, y queda AURELIO722.)

 
-fol. 16r-
¡Graçias te doy, eterno rrey del çielo,
que tan sin mereçerlo as permitido510
que, por la mano de que723 mas temia,
tanto bien, tanta gloria me viniese!724.
 

(Entra FRANÇISCO, y diçe725:)

 
FRA.
¡Albriçias, caro Aurelio!; que es llegado
un nauio de España, y todos diçen
que es de limosna çierto, y que en el viene726515
un fraile trinitario cristianisimo,
amigo de haçer bien, y conoçido,
porque a estado otra vez en esta tierra
rescatando christianos, y da727 exemplo
de mucha728 cristiandad y gran prudençia.520
—100→
Su nombre es frai Juan Jil729.
AUR.
Mira no sea
frai Gorge de Oliuar730, que es de la orden
de la Merçed, que aqui tanbien a estado,
de no menos bondad y humano pecho731;
tanto, que ya despues que vuo espendido732525
bien733 veinte mill ducados que traia,
[e]n otros siete mill quedó enpeñado.
¡[O] caridad estraña! ¡O sancto pecho!
 

(Entran tres esclauos, asidos en sus cadenas734.)

 
ESC. 1.º735
¡Que buen dia, conpañeros!
La limosna está en el puerto.530
Mi remedio tengo çierto,
porque aqui me traen dineros.
[ESC. 2.º]736.
No tengo bien, ni le espero,
ni siento en mi ti[er]ra quien737
me pueda haçer algun bien.535
[ESC. 3.º]738
Pues yo no me desespero.
[FRA.]
Dios nos a de remediar,
hermanos; mostrad buen pecho,
que el Señor que nos a hecho,
no nos tiene de oluidar.540
Roguemosle, como a padre,
nos buelua a nuestra mejora739,
pues es nuestra interçesora
su Madre, que es nuestra Madre;
porque, con tan740 sancto medio,545
—101→
nuestro bien está seguro:
que ella es nuestra fuerça y muro,
nuestra luz, nuestro remedio.
 

(Hechan todos las cadenas al suelo, y hincanse de rodillas, y diçe el vno741:)

 
[VNO.]
¡Buelue, Virgen santisima Maria,
tus ojos, que dan luz y gloria al çielo,550
a los tristes que lloran noche y dia
y riegan742 con sus lagrimas743 el suelo!
Socorrenos744, bendita Virgen pia,
antes que este mortal corporeo velo
quede sin alma en esta tierra dura555
y carezca de vsada sepultura.
OTRO.745
Reyna de las alturas zelestiales,
Madre y Madre de Dios, Virgen y Madre,
espanto de las furias infernales,
Madre y Esposa de tu mismo Padre,560
remedio vniuersal de nuestros males:
si con tu condiçion es bien que quadre
vsar misericordia, vsala agora,
y sacame de entre esta gente mora!746.
OTRO.
En vos, Virgen dulçisima Maria,565
entre Dios y los hombres medianera,
de nuestro mar inçierto çierta guia,
Virgen entre las virgenes primera:
en vos, Virgen y Madre, en vos confia
mi alma, que sin vos en nadie espera,570
—102→
que me avreis747 de sacar con vuestras manos
de dura seruidumbre de paganos.
AUR.
Si yo, Virgen bendita, e conseguido748
de tu misericordia un749 bien tan alto,
¿quándo podre mostrarme agradeçido,575
tanto que al fin no quede750 corto y falto?
Reçibe751 mi deseo, que, subido
sobre un christiano obrar, dara tal salto,
que toque ya, oluidado deste suelo,
el alto trono del impereo752 çielo.580
Y en tanto que se llega el tienpo y punto
de poner en efecto mi deseo,
al yllustre auditorio que está junto,
en quien tanta bondad disçierno753 y veo,
si a estado mal sacado este trasunto585
de la vida de Argel y trato feo,
pues es bueno el deseo que a754 tenido,
en nombre del autor, perdon l[e755 pido].
  -fol. 16v-