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Habitación del REY en el Escorial. Es de noche: la estancia está oscuramente alumbrada. Puerta grande en el fondo, que da a un claustro.
Escena II | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
El REY. | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Escena III | ||||
El REY. FORTÚN. | ||||
Durante toda esta escena se oye a lo lejos sonido del órgano. | ||||
(Saliendo a su encuentro.) REY.- ¡Fortún! | ||||
(Con la mayor timidez.) FORTÚN.- ¡Señor! | ||||
REY.- Dame el papel. | ||||
FORTÚN.- Señor | ||||
REY.- ¿Y Antonio Pérez? ¿y la princesa? ¿qué ha sido de ellos? | ||||
FORTÚN.- ¡Se han fugado! | ||||
REY.- ¡Miserable! | ||||
FORTÚN.- Un momento antes de la ejecución han desaparecido —59→ de la torre: aquí tiene V. M. mi cabeza... no he faltado a la fidelidad. Sólo un milagro debe haberlos podido salvar de la cuchilla del verdugo... estoy asombrado... todas las puertas estaban cerradas... nadie... nadie los ha visto marchar. | ||||
REY.- (Aparte.) Comprendo este misterio: cometí una imprudencia... La princesa debía conocer alguna salida oculta, impenetrable a la vista... su marido fue gobernador de aquella torre en el reinado de mi padre. | ||||
FORTÚN.- (Aparte.) No lo toma tan a mal como yo había creído. Al llegar al monasterio no calculaba por cuatro horas la duración de mi vida... ¡Qué pensativo está! | ||||
(El REY abismado en sus reflexiones. FORTÚN se retira respetuosamente a un lado. El REY habla andando por la escena.) | ||||
REY.- ¡Se han fugado...! Sin duda va a dirigirse al reino de Aragón. He aquí justificada la segunda parte de las acusaciones de Escobedo en el día de su muerte... y no será por desgracia menos cierta que la primera. Mantiene íntimas relaciones con las principales familias de aquel país... fomenta el amor a los antiguos fueros y libertades, y apoya a los que intentan arrancar de Zaragoza la institución del santo oficio... Sí, harto he debido conocer sus ideas en el transcurso de tanto tiempo... Funesta me va a ser su fuga a Aragón... No, me será sumamente favorable. Él es aragonés. Sin duda va a reclamar el fuero patrio que impide la prisión de los naturales del país... tiene amigos... le defenderán... los aragoneses son celosos de sus libertades... He aquí la ocasión porque tanto suspiraba mi alma. ¡Me incomodan tanto estos fueros! ¡Es tan humillante para un Rey el tener que contar con sus vasallos para ejercer el poder...! Una revolución autorizó a mi padre Carlos Quinto para privar a Castilla de sus libertades. Una revolución privará también a Aragón de las Fortún, ¿estás bien seguro de la fuga de Pérez? | ||||
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FORTÚN.- Sí señor: ¡ojalá no fuese cierta! | ||||
REY.- No importa: Dios lo ha determinado así, no debemos oponernos a su voluntad. | ||||
FORTÚN.- (Aparte.) ¡Qué santa conformidad! | ||||
REY.- ¿Y adónde presumes tú que puede haberse dirigido ese miserable? | ||||
FORTÚN.- Indudablemente habrá tomado el camino de Zaragoza. Si queréis que marche en su seguimiento, tal vez antes de que llegue... | ||||
REY.- Déjale marchar, Fortún... ¿Tú no eres Aragonés? | ||||
FORTÚN.- De Tamarite de Litera, para servir a Dios y a V. M., y criado en Zaragoza. | ||||
REY.- ¿Es muy grande mi poder? | ||||
FORTÚN.- Señor, sólo el del Papa es mayor sobre la tierra. | ||||
REY.- Escucha. Debía castigarte con la muerte por tu poca vigilancia en la torre. Pudiste no haberlos perdido de vista desde el momento que di mis últimas órdenes... Te perdono sin embargo. Sólo pongo una condición a mi clemencia. | ||||
FORTÚN.- Señor, mi vida es vuestra... Juro por Dios y su Madre bendita obedeceros. | ||||
REY.- Temeroso de mi cólera por la fuga de Antonio Pérez, marcharás inmediatamente a Aragón: mis tropas empezarán a perseguirle desde esta misma noche... ¡ay de ti si te llegan a prender! Allí se habrá refugiado Pérez, tal vez en Zaragoza mismo. El virrey le perseguirá de muerte... | ||||
FORTÚN.- Los fueros del país le ampararán. | ||||
REY.- Justamente ése es mi designio... Tú serás su principal amigo, su defensor más celosa, secundarás los planes de sus parciales si para reclamar los fueros, que acaso podría violar el virrey, apelasen a la fuerza... | ||||
FORTÚN.- Podría estallar una revolución. | ||||
REY.- ¡Ah, Fortún, la deseo! ¡Una revolución en Aragón...! He ahí el objeto de mi política hace algunos años. Mis recursos son inmensos... mi ejército está pronto. Aragón es el único reino de España —61→ donde aún existen eso que llaman patrias libertades... donde repugnan la permanencia de la inquisición... donde desde la batalla de Villalar un silencio amenazador da muestras del mal reprimido enojo... una chispa bastará a encender el volcán que aún permanece oculto. ¡Puedo inflamarlo seguro de cerrar su cráter a mi voluntad! | ||||
FORTÚN.- Tal vez el furor popular sacrificará algunas víctimas... | ||||
REY.- ¡Víctimas...! ¡escasos...! nada debe detenerte. Mi recompensa será igual a tu celo. No lo olvides, Fortún. Los crímenes de la revolución justifican su aniquilamiento, y hacen tolerable el poder absoluto de los Reyes... | ||||
FORTÚN.- Os comprendo, Señor... ¡Yo me haré digno de tan alta misión! (Vase.) |
Escena
IV | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
El REY. | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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CAE EL TELÓN