Escena
I
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ROBLEDO.
RUPÉREZ.
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ROBLEDO |
Pues la cámara del Rey |
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ya está aseada y
compuesta, |
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vámonos,
Rupérez. |
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RUPÉREZ |
Larga
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parece que va la gresca |
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de risotadas y brindis. |
5 |
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ROBLEDO |
Dos horas hace que almuerzan. |
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RUPÉREZ |
¡Bravamente se desquita |
|
nuestro buen Rey de la dieta |
|
que ha sufrido! |
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ROBLEDO |
¿Has visto tú
|
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quién le acompaña en
la mesa? |
10 |
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RUPÉREZ |
Hernán Rodríguez de
Castro, |
|
Villalobos,
Castañeda... |
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ROBLEDO |
Harto será que don
Pedro |
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tome parte en esa fiesta. |
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RUPÉREZ |
No. Ya sabes que le ocupan |
15 |
los cuidados de la guerra... |
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ROBLEDO |
Sin duda está meditando |
|
otra militar empresa. |
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RUPÉREZ |
Mal gusto tiene el Infante. |
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Preferir crudas peleas |
20 |
a placeres y regalos... |
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¡Ah Robledo! ¡Que no
fuera |
|
infante yo de Castilla! |
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ROBLEDO |
No envidiara esa prebenda |
|
si el cielo me reservase |
25 |
el fin que a don Juan espera. |
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RUPÉREZ |
¿No sabes que se
escapó? |
|
¡Buen fin por cierto! Ahora
empieza. |
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RUPÉREZ |
El oro puede mucho
|
|
y el campo no tiene puertas. |
30 |
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ROBLEDO |
Sin duda
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a los moros, que es ya vieja |
|
esa costumbre en don Juan. |
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RUPÉREZ |
Bramando de cólera
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35 |
puso a precio su cabeza. |
|
Pero, di: ¿no es un
portento |
|
cómo ha cobrado la
fuerza |
|
y la salud en tres
días? |
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RUPÉREZ |
Era muy necia
|
40 |
su aprensión. Desde que
dijo: |
|
fuera doctor, vida nueva, |
|
venga vino, vengan aves |
|
y echemos a un lado penas, |
|
es otro hombre. Y le has de
ver |
45 |
como un rollo de manteca |
|
muy pronto si sigue
así. |
|
Y luego dicen que secan |
|
las maldiciones.
¡Bobada! |
|
Y aún habrá sandios
que crean |
50 |
porque el otro le
emplazó... |
|
Hoy que se cumplen los treinta |
|
está tan sano y tan
tieso |
|
que vaya, vaya, simplezas. |
|
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ROBLEDO |
Mientras el plazo no espire... |
55 |
|
|
RUPÉREZ |
Ni siquiera lo recuerda... |
|
|
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—41→
|
ROBLEDO |
Bien pudo hacer Dios
intérprete |
|
de su justicia suprema... |
|
|
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ROBLEDO |
La voz del pueblo
|
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atestigua su inocencia, |
60 |
y es voz de Dios. |
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RUPÉREZ |
O del diablo.
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|
Y en fin no seas babieca. |
|
No puede ser inocente |
|
hombre a quien el Rey condena. |
|
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ROBLEDO |
Basta que lo digas tú. |
65 |
Mas ¿qué
rumor...? |
|
|
RUPÉREZ |
(Acercándose a la puerta de
la derecha.)
|
¿Quién se
acerca?...
|
|
¡Cielos! El Rey...
Desmayado... |
|
Muerto tal vez... Aquí
llega... |
|
|
|
ROBLEDO |
Y ahora ¿qué
dirás, Rupérez? |
|
|
|
RUPÉREZ |
No sé... Las carnes me
tiemblan. |
70 |
|
|
Escena
II
|
|
RUPÉREZ.
ROBLEDO. El REY. CASTRO. CASTAÑEDA. LEIVA. Caballeros.
|
|
(El REY llega
desmayado entre CASTRO,
CASTAÑEDA y otros
dos caballeros, que ayudados por los dos camareros te colocan en un
sillón.)
|
|
|
|
|
|
CASTAÑEDA |
Llamad volando al doctor. |
|
|
|
|
(Vase RUPÉREZ.)
|
LEIVA |
(Llegando.)
|
¿Qué desgraciado
accidente...? |
75 |
|
|
CASTAÑEDA |
¡Mirad, Leiva! Hace un
momento |
|
que estaba sano, contento; |
|
y, ya lo veis, de repente... |
|
|
|
|
CASTAÑEDA |
Yo presumo que el
pulmón... |
80 |
|
|
ROBLEDO |
Una fuerte
indigestión... |
|
|
|
|
CASTAÑEDA |
Conduzcámosle a su
lecho... |
|
|
|
|
|
CASTRO |
¡Error!
|
85 |
Un baño le hará
provecho. |
|
|
|
|
|
CASTRO |
Los ojos abre, y suspira. |
|
|
|
CASTAÑEDA |
Ya los ha vuelto a cerrar. |
90 |
|
|
Escena
III
|
|
El REY.
CASTRO. CASTAÑEDA. LEIVA. ROBLEDO. RUPÉREZ. Caballeros. El
MÉDICO.
|
CASTRO |
¡Ah doctor! Está muy
malo. |
|
|
|
|
|
(El MÉDICO
pulsa al REY y le
observa.)
|
|
|
ROBLEDO |
(¡Que no le viera
|
|
agonizar don Gonzalo!) |
|
|
|
MÉDICO |
Fiebre mortal le devora. |
95 |
Si el santo Dios de Israel |
|
no hace un milagro con
él, |
|
no vive el Rey una hora. |
|
|
|
REY |
¿Dónde estoy?...
¿Quién es ese hombre? |
|
|
|
|
REY |
(Con voz muy débil que en
vano quiere esforzar.)
|
¡Oh qué
porfía!
|
100 |
¿No he dicho que no
quería |
|
ni verle ni oír su
nombre? |
|
Un leve insulto... No temo |
|
a la muerte. Mi salud... |
|
|
|
MÉDICO |
Sí, tal vez hay
plenitud... |
105 |
Una sangría... |
|
|
REY |
¡Blasfemo!
|
|
Ya tu intención
adivino. |
|
¡Sangrarme! Es una
maldad. |
|
De sus garras me librad. |
|
Prendedle. Es un asesino. |
110 |
|
|
LEIVA |
Fiad, Señor, en su
ciencia |
|
y en su probada virtud. |
|
No miréis vuestra salud |
|
con tan loca indiferencia. |
|
|
|
MÉDICO |
¡En buena hora por
cierto |
115 |
vuestro labio me
insultó! |
|
¿Qué interés
tuviera yo |
|
en asesinar a un muerto? |
|
|
|
|
(Grito general.)
|
|
MÉDICO |
Quien así me denigra
|
|
o merece un desengaño, |
120 |
mas no quiero vuestro
daño. |
|
¡Rey!, vuestra vida
peligra. |
|
|
|
|
MÉDICO |
Con noble calma
|
|
vuestra cólera provoco, |
|
que arriesgar mi vida es poco |
125 |
porque vos salvéis el
alma. |
|
|
|
|
MÉDICO |
¡Ay de vos
|
|
si estos instantes
perdéis |
|
y contrito no volvéis |
|
el alma, Fernando, a Dios! |
130 |
Él sólo en trance tan
fuerte... |
|
|
|
CASTRO |
(Al REY.)
|
Permitid que la
sangría... |
|
|
|
—42→
|
MÉDICO |
(Observando de nuevo al
REY.)
|
¡Es tarde ya!
Serviría |
|
para acelerar su muerte. |
|
Ya aquí es ocioso el
doctor. |
135 |
Me dais lástima, y os
dejo, |
|
pero tomad mi consejo. |
|
Llamad pronto al confesor. |
|
|
|
REY |
De Lucifer es tu arte, |
|
mas fuerza habrá que lo
enfrene, |
140 |
y si el sacerdote viene |
|
será para excomulgarte. |
|
Prended, matad al villano... |
|
¿No obedecéis?
¿Nadie habrá |
|
que me vengue? ¿No soy
ya |
145 |
vuestro Rey? Mi propia mano... |
|
|
|
MÉDICO |
¡Tu mano! ¡Prueba
siquiera |
|
a levantarte de ahí! |
|
|
|
REY |
(Pugna sin fruto por alzarse del
sillón.)
|
¡Desventurado de
mí! |
|
¡Soy de mármol!
¡Suerte fiera! |
150 |
Inmóvil el pie y el
brazo... |
|
¡Qué recuerdo!...
¡Ah! ¡Muerto soy! |
|
Setiembre... siete... ¡Hoy
es...! ¡Hoy |
|
se cumple el horrendo plazo! |
|
Y mi ciego desvarío... |
155 |
¡Oh perdón!...
Sángrame, sí. |
|
Haz lo que quieras de
mí. |
|
¡Piedad!... ¡Dios
mío! ¡Dios mío! |
|
|
|
MÉDICO |
(A los caballeros.)
|
Cuidadle. Vuelvo volando. |
|
(Vase corriendo.)
|
|
|
Escena
V
|
|
El REY.
CASTRO. CASTAÑEDA. LEIVA. El MÉDICO. Los dos
caballeros.
|
MÉDICO |
(Trae una bebida que presenta al
REY.)
|
Esta bebida tomad, |
|
Señor, que acaso
restaure |
|
vuestras abatidas fuerzas. |
|
|
|
REY |
Sí, sí. Dámela
al instante. |
|
(La toma.)
|
Consuelo me da el licor. |
175 |
Bien me sienta, bien me sabe. |
|
(Lo apura.)
|
Mi espíritu se recobra; |
|
más libre el pecho me
late |
|
y la esperanza
halagüeña... |
|
Jurara que mi semblante |
180 |
se reanima... |
|
|
|
REY |
¡Ah doctor! Eres un
ángel. |
|
|
|
MÉDICO |
Dad, Señor, gracias al
cielo |
|
que por mi mano ignorante |
|
os quiere fortalecer |
185 |
en este terrible trance. |
|
|
|
REY |
No; ya no... Mejor me
siento... |
|
Ya es excusado que llamen |
|
al confesor... |
(El MÉDICO
le pulsa.)
|
¿Eh? ¿Qué
dices?
|
|
|
|
MÉDICO |
Que temo no venga tarde. |
190 |
|
|
REY |
¿No digo que estoy
mejor? |
|
¡Qué empeño de
desahuciarme! |
|
Si esa bebida me alienta, |
|
otra que tú me prepares |
|
espero que en breves
días |
195 |
me restablezca y me sane. |
|
|
|
MÉDICO |
Señor, no basta mi
ciencia |
|
a curar un mal tan grave, |
|
tan singular, que ni acierto |
|
siquiera a calificarle. |
200 |
Mal con que el cielo a los dos |
|
quiere mostrar cuánto es
frágil |
|
la humana naturaleza |
|
y cuán pequeño el
alcance |
|
del humano entendimiento. |
205 |
|
|
REY |
Mi buen doctor, tú no te
haces |
|
justicia. ¡A cuánto
infeliz |
|
de los brazos no arrancaste |
|
de la muerte! Lo que hiciste |
|
por cualquiera miserable, |
210 |
¿no lo has de hacer por tu
Rey? |
|
¡Oh! Yo haré cuanto me
mandes. |
|
Si he sido hasta ahora
indócil, |
|
no culpes a mi
carácter; |
|
culpa a esa turba servil |
215 |
|
—43→ |
que te calumniaba infame. |
|
|
|
|
(Movimiento de indignación en los
cortesanos.)
|
CASTAÑEDA |
(A los otros aparte.)
|
¡Aprended! |
|
|
REY |
Sé generoso,
|
|
olvida injustos desaires, |
|
y vuélveme la salud..., |
|
¡la vida!
¡Sálvame, sálvame! |
220 |
¿Quieres riquezas en
premio |
|
de beneficio tan grande? |
|
Yo mandaré que a tu voz |
|
se abran las arcas reales. |
|
¿Ambicionas por ventura |
225 |
honores y dignidades? |
|
Yo haré que los
ricos-hombres |
|
te obedezcan y te acaten. |
|
Tú no serás mi
vasallo, |
|
sino mi amigo, mi padre... |
230 |
¡Ah!... La luz falta a mis
ojos... |
|
Otra vez... postrados caen... |
|
mis miembros... |
|
|
ROBLEDO |
(Anunciando.)
|
El religioso.
|
|
|
|
MÉDICO |
Cortos son ya los instantes |
|
de su vida, y Dios los pide. |
235 |
Con su ministro dejadle |
|
en libertad. |
|
|
|
(ROBLEDO introduce
a un fraile dominico por la puertecilla inmediata a la del
dormitorio. El RELIGIOSO,
cubierto con la capucha y con la cabeza baja, se para a muy corta
distancia de la puerta.)
|
LEIVA |
¡Desdichado!
|
|
(Haré que a su hermano
llamen.) |
|
|
|
|
(Todos se retiran por la puerta de la derecha. El
RELIGIOSO la
cierra.)
|
Escena
VI
|
|
El REY. El
RELIGIOSO.
|
REY |
¡Morir! ¡No hay ya
remedio ni esperanza! |
|
|
|
RELIGIOSO |
¡No! Dios te llama al
tribunal eterno, |
240 |
y, juez inexorable, en su
balanza |
|
los actos pesará de tu
gobierno. |
|
|
|
REY |
¡Ay del que ha provocado su
venganza! |
|
|
|
RELIGIOSO |
Y la muerte olvidaba y el
infierno, |
|
do no hay juez que se venda al
depravado |
245 |
ni púrpura que cubra su
pecado. |
|
|
|
REY |
Presa de la ambición mi
cetro ha sido. |
|
|
|
RELIGIOSO |
En sangre se tiñó de
la inocencia. |
|
|
|
REY |
Consejos de un traidor me han
seducido. |
|
|
|
RELIGIOSO |
¿Y nada te decía la
conciencia? |
250 |
|
|
REY |
¡Perdón, Dios de
bondad, y arrepentido |
|
yo viviré en humilde
penitencia! |
|
|
|
RELIGIOSO |
No aplaca ese terror al Dios que
adoro |
|
sino de ardiente contrición
el lloro. |
|
Si has de mentir al cielo, no le
nombres. |
255 |
Tanto vale ultrajarle
maldiciente. |
|
Engañar no podías a
los hombres, |
|
¿y engañarás a
Dios omnipotente? |
|
|
|
REY |
¡Piedad! De mi flaqueza no te
asombres. |
|
Viva o muera, le adoro
penitente. |
260 |
Él te envía a
salvarme y yo contrito... |
|
|
|
RELIGIOSO |
¡Él me envía a
acusarte! ¡Sí, precito! |
|
Mal hijo, mal esposo, rey
cruento, |
|
ya decretar tu pena al cielo
plugo. |
|
Por mí te acusa el pueblo
descontento |
265 |
que agobiado gimió bajo tu
yugo. |
|
Tus víctimas por mí
con sordo acento |
|
gritan: ¡execración,
muerte al verdugo! |
|
Por mí, cumplido el plazo
que te asombra, |
|
te habla de Carvajal la indulta
sombra. |
270 |
|
|
REY |
Tal vez, ¡ay! si en mi pecho
penetrara |
|
esa sombra cruel se
aplacaría; |
|
|
—44→ |
¡y el ministro de Dios que
desde el ara |
|
a confortar mi espíritu
venía, |
|
en el trance mortal me
desampara, |
275 |
y tal vez me escarnece en la
agonía! |
|
|
|
RELIGIOSO |
No soy quien me ha juzgado tu
delirio. |
|
(Descíñese el
hábito y se acerca más al REY.)
|
Mírame bien. |
|
|
REY |
¡Gonzalo!... ¡Atroz
martirio!
|
|
|
|
GONZALO CARVAJAL |
No ha permitido Dios que tu
cuchilla |
|
abriese a tres hermanos una
losa. |
280 |
Aún late aquí, tirano
de Castilla, |
|
sangre de aquella raza
generosa. |
|
(Saca un puñal.)
|
¿Ves este acero que desnudo
brilla? |
|
Venganza le aguzaba rencorosa. |
|
Yo, fiador de tu tremendo
plazo, |
285 |
la esperaba de Dios... y de mi
brazo. |
|
|
|
REY |
(Moribundo.)
|
Clávamelo; no escondas el
acero, |
|
que no será..., cual mi
dolor, impío. |
|
¡Buen Dios!... Acoge mi pesar
sincero... |
|
¡Madre!... ¡Esposa!...
¡Hijo mío!... ¡Alfonso mío!... |
290 |
¡Nadie me escucha!...
Abandonado muero... |
|
¡Señor, misericordia!
En vos... confío... |
|
(Logrando incorporarse y
dirigiéndose a GONZALO, grita.)
|
¡Perdón! |
(Da con el en el suelo, y apoya
espirante la cabeza en el sillón.)
|
|
|
GONZALO CARVAJAL |
Sí, desgraciado, que mi
encono
|
|
contigo espira. |
(En alta voz y con tono solemne
poniendo la mano sobre la cabeza del REY.)
|
¡Rey, yo te perdono!
|
|
(Vuélvese a cubrir
rápidamente, abre la puerta de la derecha y se desvía
de ella.)
|
|
|
Escena
VIII
|
|
DON PEDRO.
CASTRO. CASTAÑEDA. LEIVA. El MÉDICO. ROBLEDO. Caballeros.
Criados.
|
|
(Llegan todos apresurados. El MÉDICO reconoce el
cuerpo.)
|
DON PEDRO |
(Acercándose.)
|
¡Fernando mío! |
|
|
|
DON PEDRO |
¡Pobre hermano! ¡Con mi
sangre |
|
|
—45→ |
quisiera animar tu cuerpo! |
|
|
|
|
(Los grandes forman dos corrillos, y hablan entre sí
muy animados: CASTRO y
LEIVA en el uno;
CASTAÑEDA en el
otro. DON PEDRO y el
MÉDICO permanecen
silenciosos al lado del sillón.)
|
CASTRO |
(En voz baja a los suyos.)
|
Era un tirano. |
|
|
CASTAÑEDA |
(Aparte a sus parciales.)
|
Era un monstruo.
|
|
|
|
LEIVA |
¿Y a un niño
daréis el cetro? |
300 |
|
|
|
CASTRO |
Demos el trono a don Pedro. |
|
|
|
ROBLEDO |
(Entrando.)
|
A la puerta del palacio |
|
se agrupa impaciente el
pueblo... |
|
|
|
DON PEDRO |
(A LEIVA.)
|
Traed el pendón de
Castilla. |
305 |
|
|
|
(Vase LEIVA
corriendo.)
|
CASTRO |
(Aparte a los de su bando.)
|
Rey se declara. Esto es hecho. |
|
Yo a su lado... |
|
|
|
(CASTRO y sus
parciales se dirigen hacia donde está DON PEDRO.)
|
CASTAÑEDA |
(Aparte a los suyos.)
|
¡Usurpador!...
|
|
|
|
DON PEDRO |
(Tomando el pendón de manos
de LEIVA, que entra con
él.)
|
Abrid el balcón,
Robledo. |
|
(Abre ROBLEDO el
balcón, y DON PEDRO
se acerca a él. Óyese sordo murmullo de multitud
curiosa.)
|
¡Pueblo! Don Fernando el
Cuarto |
|
murió. Dios solo es
eterno. |
310 |
Mas si Fernando no vive, |
|
vive el Rey en su heredero. |
|
A Dios, el alma del padre; |
|
al hijo, el dosel supremo. |
|
(Tremolando el estandarte.)
|
¡Real, Real, Castilla,
Castilla |
315 |
por don Alfonso el Onceno! |
|
|
|