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2,083 x 11,283
El Profeta de las revelaciones acerca del nacimiento de Jesucristo, setecientos años antes de su venida; el que con más clarividencia se ha expresado del Mesías, nacido de una virgen y brotado de la raíz de Jesé, se halla representado por Goríbar en su colección de Profetas, de la iglesia de la Compañía de Jesús en Quito, con la fisonomía de un amable viejo, arropado en gran manto amarillo sienoso, con el que oculta, en parte, su túnica interior verde azulada, dejando ver la manga ancha y colgante de la exterior en el brazo derecho, con cuya mano señala, no sin dificultad, la banderola que lleva escrita una de sus mejores profecías: «ECCE VIRGO CONCIPIET ET PARIET FILIVM. CP. 7»
, y que el pintor, en este único caso, la quitó de las manos del anciano Profeta (quien ya tenía mucho con el libro y la sierra que le puso en la izquierda), para colocarla bajo el grupo que representa el Misterio de la Anunciación, pintado como en los demás cuadros, en el extremo superior de la tela.
La figura del anciano Isaías se destaca sobre un paisaje, apenas animado por la triste escena del Martirio del Profeta. Es muy decorativa, pero de las inferiores por sus calidades. La cabeza es vulgar y sin carácter, y como pintura vale poco. El ropaje es bien compuesto, pero tiene arreglos inverosímiles y antipáticos, como el que ha inventado Goríbar para demostrar el dibujo de la pierna derecha, arreglo de difícil, si no imposible, explicación, a no ser que recurramos a medios reñidos con la lógica.
Los grupos de la Anunciación y del Martirio del Profeta son simpáticos, especialmente el de la Anunciación, lleno de novedad.
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Figura 101.- El Profeta Isaías
(Foto Mera)
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Figura 102.- Cabeza del Profeta Isaías
(Foto Mera)
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Figura 103.- El Profeta Isaías. Detalle
(Foto Mera)