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ArribaAbajoJornada II

 

Arrabal de Sena. Principia a anochecer.

 

Escena I

 

FRANCO y DATO, de soldados; un SARGENTO, con alabarda.

 
SARGENTO
Todo queda acomodado;
el mejor alojamiento
el Gobernador, atento,
a aquellas damas ha dado,
sólo por vuestro respeto. 5
Todo estará muy cumplido;
que como esta plaza ha sido
la que tomamos a Orbieto,
república con quien tiene
guerra nuestra patria Sena, 10
el Senado a mano llena
dentro della nos mantiene.
Y aunque iban ambas a dos
algo tristes y asustadas,
quedan ya más consoladas 15
de verse estimar por vos,
y el Gobernador contento
de tener, por al se obra,
consigo al buen Franco.
FRANCO
Sobra
que lo diga el buen Sargento. 20
SARGENTO
Aunque vienen disfrazadas
de aquellos trajes usados
entre damas de soldados,
bien se ve que son honradas.
FRANCO
Si son, y advertirle quiero 25
que las tengo obligación,
tanto por lo que ellas son,
como por lo que las quiero.
SARGENTO
Empeñado estáis de honrado.
DATO
Pues si anoche por sus bodas 30
las trajo las joyas todas,
¿no quieres que esté empeñado?
FRANCO
Calla tú. Señor Sargento,
ya uced nos ha convoyado,
y ya el Sena hemos entrado, 35
donde quedar solo intento
por si algún tropel me aguarda.
SARGENTO
Pues ¿yo no os iré a ayudar?
FRANCO
Nos hemos de embarazar
mucho con esa alabarda. 40
SARGENTO
¿Eso dice? en la ocasión,
la alabarda coro denuedo
jugada, a un santo da miedo.
FRANCO
Eso es allá en el Japón.
SARGENTO
Pues ¿quién al acometellos 45
resistirá, temerario,
dos botes?
DATO
Un boticario,
que se regala con ellos.
FRANCO
Solo he de ir.
SARGENTO
Pues al castillo.
FRANCO
Seor Sargento, Dios le guarde. 50
SARGENTO
Pues mirad que si vais tarde,
en echándose el rastrillo,
Juan soldado paga el pato,
y se queda a tragar viento.

 (Vase.) 



Escena II

 

FRANCO, DATO.

 
FRANCO
Pues ábranos Juan Sargento 55
si tardáremos un rato.
Aunque dejo en la beldad
de Lucrecia el corazón,
me trae más grave ocasión
del castillo a la ciudad. 60
DATO
Y ¿en ella (así Dios te guarde)
has de entrar?
FRANCO
Como lo hablo.
DATO
¿Estás loco, hombre del diablo?
FRANCO
Pues ¿qué te ofusca, cobarde?
DATO
¿Lucrecia no te contó 65
lo de su hermano?
FRANCO
Es así;
mas ni él me conoce a mí,
ni a él te conozco yo.
DATO
Pues una hermana robada,
un hermano sin honor, 70
y del ladrón de tu amor
tiranamente forzada;
que aunque ya echada la suerte,
suspende el llanto y te halaga,
¿quién hay que te satisfaga 75
de que no intente tu muerte?
Y cuando este riesgo aquí
no lo sea o no te asombre,
¿no diste la muerte a un hombre,
y te conocieron?
FRANCO
Sí.
80
DATO
Pues hombre que una mazorca
de culpas hilando está,
¿dónde tan seguro va,
sino a volar en la horca?
¿No imaginas que estará 85
llena de esbirros tu casa,
para saber lo que pasa?
FRANCO
Pues por eso voy allá.
Mi padre enfermo y tullido
está allí y desamparado, 90
de la justicia ultrajado,
y de nadie socorrido.
Aunque intente resistillo
toda Sena, allá he de entrar,
y della le he de sacar, 95
y llevármele al Castillo:
esta es mi resolución.
DATO
Por tu padre (¡ah hijo valiente!)
Mata doce, mata veinte;
que aunque te ponga en prisión, 100
atendiendo el juez severo
que fue por tu padre todo,
te ahorcará del mismo modo
que si fuera por Lutero.
FRANCO
Ya esta acción está resuelta; 105
hacia casa te encamina,
tomando vuelta a esta esquina.
DATO
Allá nos darán la vuelta.
 

(Entran por un lado y salen por otro.)

 
 

(Calle. Casa con una cruz en la pared, y su lamparilla delante. Es de noche.)

 
FRANCO
Mas ¿qué es esto?
DATO
¿No se ve?
Una cruz es, que está allí. 110
FRANCO
Sin duda la han puesto aquí
por el hombre que maté.
DATO
Es la verdad, y da miedo.
FRANCO
Si yo he de esperar aquí,
la luz estorba.
 

(Suena dentro ruido de cadenas.)

 
UNA VOZ

 (Dentro.) 

¡Ay!
FRANCO
¿Qué oí?
115
DATO
¡Válgame lo más del credo!
No suena a uno ni a dos,
sino, por más testimonios,
a trescientos mil demonios.
LA VOZ
Franco, encomiéndame a Dios. 120
FRANCO
¡Válgame el cielo! ¿Qué escucho?
¡De horrores estoy cubierto!
¿Qué es esto, Dato?
DATO
Ese muerto,
que se te encomienda mucho.
FRANCO
Hoy es sábado, y rezar 125
la salve se me ha olvidado.
DATO
Treinta veces la he empezado,
y no la puedo acabar.
FRANCO
Y aún imaginarlo es mengua;
el muerto hablar es locura. 130
DATO
Si es el muerto de grosura,
los sábados tendrá lengua.
FRANCO
¿Qué asusta a un pecho valiente?
Llega a casa, que aquí espero,
y matar esta luz quiero 135
mientras avisas.
 

(Va a apagarla, y sale un brazo que le detiene, sujetándole las manos.)

 
LA VOZ
Detente.
FRANCO
¿Qué miro?
DATO
¡San Baltasar!
FRANCO
Dato, llega.
DATO
¡Ay Dios, qué miedo!
Yo soy clérigo, y no puedo;
que ese es el brazo seglar. 140
FRANCO
Cobardía es, vive el cielo,
tenerme la mano asida.
LA VOZ
Pues me quitaste la vida,
no me quites el consuelo.
FRANCO
Pues ¿qué consuelo hay aquí? 145
DATO
¡Madre de Dios!
LA VOZ
Esta luz;
que el culto de aquesta cruz
es alivio para mí.
FRANCO
¿Qué quieres?
DATO
Pregunta vana;
calla por Dios.
FRANCO
¿Qué ocasión!...
150
DATO
No le armes conversación,
que estará de aquí a mañana.
LA VOZ
Ve, que antes de tu partida
con Dios privarás de suerte,
que aunque me diste la muerte, 155
tu ruego me ha de dar vida.
 

(Suéltanle y desaparece el brazo.)

 
FRANCO
¿Dato?
DATO
Por no oírte callo.
FRANCO
Ven.
DATO
¿Fuese ya?
FRANCO
Ya se fue.
DATO
¿Está ya lejos?
FRANCO
No sé.
DATO
¿Venía a pié o a caballo? 160
FRANCO
Ni sé de mí ni hablar puedo;
hecho, de hablarle, quedé
un mismo infierno.
DATO
¿Por qué?
FRANCO
Porque le he tenido miedo,
y mucho me enfadaría 165
que de visitarme trate.
DATO
Si le dieras chocolate
se viniera cada día.
FRANCO
Ven a casa.
DATO
Y ¿de esa suerte,
habiéndote un muerto hablado, 170
quieres ir tan descuidado?
FRANCO
¿Qué importa hablar con la muerte?
DATO
Señor, tu vicio malvado.
FRANCO
¿Estás borracho?
DATO
Insolencia
es no ir a hacer penitencia. 175
FRANCO
Sí haré, en siendo convidado.
 

(Entran por una parte y salen por otra.)

 
 

(Calle. Fachada de la casa de MANSTO.)

 
DATO
Ya estamos junto a la puerta.
VOCES

 (Dentro.) 

Echadle.
DATO
Oye lo que pasa.
VOCES

 (Dentro.) 

Vaya.
FRANCO
¿Voces en mi casa?
DATO
Por más señas que está abierta. 180
FRANCO
Entremos; que hay mucho ruido.
 

(Entran por la puerta del zaguán, y salen por otra interior.)

 


Escena III

 

Habitación de la casa de MANSTO.

 
 

FRANCO, DATO; luego, MANSTO, el ESCRIBANO y alguaciles.

 
DATO
¡Con gran miedo voy tras ti!
FRANCO
Retirémonos aquí,
para saber lo que ha sido.
ALGUACIL 1.º

 (Dentro.) 

Salga.
FRANCO
Retírate acá.
185
MANSTO

 (Dentro.) 

Señores, nada os resisto.
DATO
Hasta el pulso, vive Cristo,
se me ha retirado ya.
 

(Ocúltanse FRANCO y DATO. Salen MANSTO, el ESCRIBANO y los alguaciles; estos empujando al primero.)

 
ALGUACIL 1.º
Vaya el viejo, que a los dos
encubre el hurto y la muerte 190
MANSTO
No me arrojéis desta suerte.

 (Cae.) 

Sea por amor de Dios.
ALGUACIL 1.º
Sí, que no hubiera traición
si encubridores no hubiera.
MANSTO
No lo soy yo, a fe; y quisiera 195
serlo en aquesta ocasión,
de la tirana indecencia,
de la vergüenza en que os dejo,
de ultrajar a un pobre viejo,
que no tiene resistencia. 200
FRANCO

 (Aparte a DATO, donde están escondidos.) 

Voto a Dios, que a cuantos son
los he de hacer (y aun no hay hartos)
tajadas.
DATO
A siete cuartos
valen en el bodegón.
ALGUACIL 1.º
Miren pared por pared 205
la casa, y salga el vecino,
que declare el asesino,
y vaya escribiendo usted.
 

(Vanse algunos alguaciles, y vuelve uno con el VECINO.)

 


Escena IV

 

El VECINO. Dichos.

 
ALGUACIL 2.º
Aquí está.
ALGUACIL 1.º
Llegad, hermano.

  (Al ESCRIBANO.) 

Escriba en ese bufete. 210
 

(Siéntase el ESCRIBANO.)

 
ESCRIBANO

 (Disponiéndose para escribir.) 

¿A cuántos somos?
ALGUACIL 1.º
A siete.
DATO
Virgen está el Escribano.
ALGUACIL 1.º
Su declaración prosiga.
¿Quedan guardando la puerta?
ALGUACIL 2.º
Seis en ella están alerta. 215
ALGUACIL 1.º
Pues vaya escribiendo.
ESCRIBANO
Diga.
MANSTO
Que deseáis acumulalle
ese delito se infiere.
ALGUACIL 1.º
Oye, calle, si no quiere
que le echemos en la calle 220
o en la cárcel.
MANSTO
Si yo soy
digno della ya lo veis;
que harto preso me tenéis
de la manera que estoy.
Ni yo os puedo resistir, 225
ni moverme a ningún lado,
como me habéis arrojado
me estaré aquí hasta morir:
y no sin culpa, que yo
la confieso en no morir, 230
harto delito es vivir
quien a estas canas llegó.
No penséis que es vanidad
de mi inocencia fingida,
pues por ser culpa la vida, 235
me pone grillos la edad.
Tened la codicia queda,
si delito aquí haber puede;
castigadlo si sucede,
mas no queráis que suceda; 240
que el juez desapasionado,
del bien común codicioso,
castiga el delito odioso
con dolor de haberle hallado.
Mas si delitos ajenos 245
os deleitan, es mostrar
que os había de pesar
de que todos fuesen buenos.
FRANCO
Dato, buen ánimo ten;
que no ha de escapar ninguno. 250
DATO
Pues por si se acerca alguno
saco mi daga, ahora bien.
ALGUACIL 2.º

 (Al VECINO.) 

Vaya declarando agora.
VECINO
¿Ya eso no está declarado?
Franco es un hombre malvado: 255
anoche vino a deshora,
y la sangre del acero
entrando en casa limpió,
y esto todo lo vi yo,
y anda con mucho dinero. 260
Y aunque yo quién era ignore,
vi que uno le dijo: «Dale.»
ESCRIBANO
Más poco a poco; que vale
cada palabra un tesoro.
VECINO
Él, Señor, es un tirano 265
y en mil maldades le vi.
DATO
¡Que aquesto escuchemos, y
yo con mi daga en la mano!
VECINO
Su padre del asesino
sabe mejor, si lo sois. 270
MANSTO
Amigo, ¿yo? ¿Qué decís,
si anoche a casa no vino?
DATO
Demos por esas paredes.
FRANCO

 (Presentándose.) 

Loado Dios.
ALGUACIL 1.º
¿Quién está aquí?
FRANCO
Buenas noches.
VECINO
¡Ay de mí!
275
FRANCO
Sosiéguense vuesarcedes.
ALGUACIL 1.º

 (Al ESCRIBANO.) 

Él es; guardad el proceso.
FRANCO
¿Qué hay por acá desta suerte?
ALGUACIL 1.º
Averiguar esta muerte.
FRANCO
Yo vengo a ayudar a eso. 280
Déjelo usted, sin cuidado,
que todo se ha de hacer bien.
¿Viene ucéd a esto también?
VECINO
Yo, Señor, vengo llamado
a decir qué sé de vos, 285
y como tan buen amigo,
veréis todo cuanto digo;
que no ha sido más, por Dios,
de lo que debo en virtud
de ser vos tan bien hablado, 290
tan buen vecino y honrado.
DATO
Así tengas la salud.
FRANCO
Vos me haréis las amistades
que siempre de vos confío.
MANSTO
No creas tal, hijo mío; 295
que ha dicho dos mil maldades.
VECINO

 (Aparte.) 

¡Grave empeño en mis temores!
FRANCO
Padre, el honor les volved;
yo sé que me hacen m erced
todos aquestos señores, 300
que con piedad generosa
honrado habrán mi posada.
DATO
Entre tanta gente honrada
¿pudiera haber otra cosa?
ALGUACIL 1.º
¿Cómo con tal desacato 305
aquí os venís a poner?
FRANCO
Pues venirme yo a prender,
si soy culpado, ¿es mal trato?
ALGUACIL 1.º
Pues luego os dad a prisión.
FRANCO
¡Válgame Dios! Tiempo habrá. 310
ALGUACIL 1.º
Luego.
FRANCO
Todo se andará;
que es muchísima razón.
ALGUACIL 1.º
Pues ¿no venís...
DATO

 (A FRANCO.) 

¿Qué hacer quieres?
ALGUACIL 1.º
¿A prenderos?
FRANCO
Lo confieso.
DATO
Y traemos para eso 315
dos papeles de alfileres.
FRANCO

 (Tomando el proceso.) 

Mas esto lo echa a perder.
ALGUACIL 1.º
¿El proceso tomáis vos?
FRANCO
Quedo, por amor de Dios;
que no me lo he de comer. 320
Mas esta causa va errada,
porque este señor vecino,
y otros como él, imagino
que habrán, como gente honrada,
dicho de mí lo que dice 325
que da por declaración,
y yo no quiero opinión
que de mi opinión desdice.
Porque yo (¿entiendeme ucé?)
soy un hombre que en mi vida 330
sufrí acción descomedida,
que nada disimulé,
que junto a mí no hay quien pare,
que esta es mi ley y mi fe,
y sobre esto mataré 335
todo cuanto ucé mandare.
Que a los que no quiero bien
y me cansan a menudo,
si hacen por qué, los sacudo,
y si no lo hacen, también. 340
Con los que son ricos como,
mi dinero es mi delito;
si me lo dan, lo permito,
y cuando no, se lo tomo.
Y pisando este camino, 345
si hay quien no lo quiere así,
van puñaladas de mí
como sangre de un tocino.
Yo maté, por porfiar,
anoche un hombre importuno, 350
y por parecer poco uno,
lo vengo agora a enmendar.
Siendo así que aquí va expreso
lo que este hidalgo decía,
que es una alabanza mía, 355
está falso este proceso.
Y siendo tan ajustado
ucé como yo no ignoro,
por su honor y su decoro,
este quedará rasgado; 360

 (Rásgale.) 

y escriba otro desde aquí,
donde por mi confesión
ponga esta declaración.
DATO
Y ponga ucéd: «Ante mí.»
ALGUACIL 1.º
Hombre, que te has rematado, 365
¿todo el proceso has rompido?
Pues ¿cómo te has atrevido
contra la ley del Senado?
MANSTO
Hijo Franco, ¿a qué has venido?
¿qué intentas, que desta suerte 370
vienes a darme la muerte?
ALGUACIL 1.º
Mejor fuera haberos ido.
FRANCO
Pues ¿es mucho?
ALGUACIL 1.º
¿Hay tal torpeza?
Pues ¿no, cuando escrito está?
FRANCO

 (Saca la espada.) 

Pues tenga; que más será 375
el romperles la cabeza.
 

(Éntrase FRANCO, acuchillando al ESCRIBANO, los alguaciles y el VECINO.)

 
ALGUACIL 1.º

 (Dentro.) 

Favor al Senado, amigos.
FRANCO

 (Dentro.) 

Dato, dales tu favor.
DATO
Y ayuda fuera mejor.
ALGUACIL 1.º

 (Dentro.) 

¡Resistencia! Sean testigos 380
que me han muerto.
DATO
Va un corchete.
ALGUACIL 2.º

 (Dentro.) 

¡Jesús!
DATO
Dos.
ESCRIBANO

 (Dentro.) 

¡Muerto soy!
DATO
Tres.
UNO

 (Dentro.) 

¡Que me mata! ¡San Andrés!
DATO
Cuatro, cinco.
OTRO

 (Dentro.) 

¡Ay!
VARIOS
¡Ay!
DATO
Seis, siete.
MANSTO
Dato (¡el dolor no resisto!) 385
ayúdame a levantar.
DATO
Ya pocos pueden quedar;
ahora entro yo, vive Cristo.

 (Vase) 



Escena V

 

MANSTO; luego, FRANCO y DATO.

 
MANSTO
Cielos, Franco, ya empeñado,
no se podrá defender, 390
y no me puedo mover,
que estoy de mi suerte atado.
¡Ah vejez! que siempre lloras
por la vida, en que porfías;
¿qué sirve vivir dos días 395
quien muere todas las horas?

 (Procura en vano levantarse, apoyándose con el báculo, y se arrastra por el suelo.) 

FRANCO

 (Dentro.) 

De esta canalla insolente
no quede vivo ninguno.
DATO

 (Dentro.) 

Eso no; dejemos uno,
para que después lo cuente. 400
MANSTO
Las alas el mal cruel
me corta, porque no vuele,
no es el mal el que me duele,
sino el que resulta dél.
Otro pié el báculo es, 405
y a los dos no da favor;
¡qué pesado es mi dolor,
pues que no puedo con tres!
Aun arrastrando iré osado
a darle favor; ¡ah cielos! 410
¿No bastaban mis desvelos
para traerme arrastrado?
¡Ah fábrica, a quien trabuca
el barro que la guarnece!
Que el alma no se envejece, 415
el cuerpo es el que caduca.
Mas caí; ya he conocido
que es malo lo que intentaba,
pues si antes caído estaba,
agora estoy más caído. 420
¿No hay quien llegue a socorrer
mi mal?
DATO

 (Dentro) 

Franco, ¿dónde vamos?
FRANCO

 (Dentro.) 

Dato, a mi padre acudamos.
 

(Salen los dos.)

 
MANSTO
Hijo, bien lo he menester;
entra presto, y del sagrado 425
de la noche hagamos puerto.
DATO
Por San Pedro, que hemos muerto
mucho más que un obligado.
MANSTO
¿Hijo mío?
FRANCO
¡Extraño susto!
Padre, ¿quién llegó a injuriarte? 430
MANSTO
El deseo de ampararte,
que debe de ser injusto.
FRANCO
Dato, vence tus asombros,
y si entre los dos podemos,
de aquí a mi padre saquemos, 435
hasta ponerle en mis hombros.
DATO
Por dónde hemos de ir, te digo.
FRANCO
Por la puerta falsa iré.
DATO
Siendo así, saquemoslé
por encima del postigo. 440
FRANCO
Venid, padre.
MANSTO
¡Ay Franco! cesa;
¿Dónde me intentas llevar?
FRANCO
La noche me ha de amparar.
 

(Levanta a su padre, auxiliándole DATO.)

 
DATO
¡Cuerpo de Dios, cómo pesa!
MANSTO
Dios nos ayude a librar 445
del riesgo en que ya te vi.
FRANCO
Ayúdeme el diablo a mí,
pues le he dado de cenar.
Dato, al campo con cuidado.
MANSTO
¡De temor pierdo el sentido! 450
DATO
Ahora conozco que ha sido
este un lance muy pesado.
 

(Vanse.)

 


Escena VI

 

Cobertizo delante de la puerta de una casa; viéndose el interior de la muralla del Castillo, al frente.

 
 

LUCRECIA y LESBIA, de gorronas con mantillas.

 
LUCRECIA
No prosigas, Lesbia, calla;
en desdichas como aquestas,
¿qué añaden las circunstancias, 455
si no pueden ser más ellas?
Ni yo sé cómo discurra,
ni de quién forme la queja,
ni sé lo que me sucede,
ni lo alcanzo, aunque lo sepa. 460
Solo sé ¡ay de mí! que huyendo
de mi hermano la violencia,
pensando seguir mi esposo,
sin él me hallé y con mis penas,
sin mí me vi y con mis males, 465
sin palabras y con quejas,
sin favor y con peligro,
con riesgo y sin resistencia;
en un campo, donde siendo
testigos las sombras negras 470
(mas de tan torpe delito,
¿quién, sino sombras, lo fueran?)
con un hombre tan cruel,
que manchando la pureza
del rico adorno del alma, 475
me robó la mejor prenda;
me quitó el honor. ¡No sé
cómo ha podido la lengua
pronunciar esta desdicha,
que aunque son palabras estas, 480
son tan pesadas palabras,
que el viento no se las lleva!
Mas ya, sucedido el daño,
cuando procura mi afrenta,
no remedio a lo imposible, 485
sino alivio a la dolencia,
hallo, Lesbia, que es un hombre
para ser mayor mi pena,
con quien logrado el remedio,
se hace doblada la ofensa. 490
Con el disfraz deste traje
humilde y propio, encubiertas
a este castillo nos trajo,
donde yo sin darle señas
de que en mí quedó albedrío, 495
le seguí; que me vi, Lesbia,
con el que en la noche obscura
erró al camino la senda,
hallándose ya sin tino
en la intrincada maleza, 500
y al arbitrio de su intento
suelta al caballo la rienda,
yendo el gobierno de un bruto;
porque escarmentado piensa,
de haber errado el camino. 505
Que a cualquier parte le yerra.
Mas ya todos mis discursos
ni me alivian ni aprovechan;
que al mal sin medio le dobla
quien el remedio te piensa. 510
Y así, Lesbia, imaginemos
que el poder de las estrellas
nos hizo humildes mujeres,
que no tuvimos nobleza,
que no me dio honor el cielo; 515
que no es delito ni ofensa
pensar que no me dio honor
quien me le quita por fuerza.
Hagamos cara al destino,
sus inopinadas sendas 520
sigamos, y aquestos hombres
nuestro incierto norte sean.
Pues ya nuestro honor es suyo,
sea su suerte la nuestra;
que aunque el mundo lo murmure 525
cuando con ellos nos vea,
¿quién culpará al despojado
que entre ladrones encuentra,
viendo que se va tras ellos
por el amor de las prendas? 530
Nada del pesar me digas,
solo lo que alivio sea
por gusto o divertimiento,
torpe o lícito, me acuerda.
Pues el cielo nos da el daño, 535
que hemos de llorar por fuerza,
no despreciemos del gusto
las circunstancias que tenga.
Del árbol que enciende el rayo,
ya que verte arder dé pena, 540
aproveche el desabrigo
lo que el incendio calienta.
Ésta es mi resolución,
mi postrer razón es ésta,
permítalo o no el decoro, 545
súfralo o no la modestia,
condénelo o no el respeto;
que estoy a tomar resuelta
por elección el deleite
que trae el daño por fuerza. 550
LESBIA
Pues adiós, lágrimas mías,
y brindo a las castañetas.
¿Para persuadirme a mí
a esta vida haces arengas,
estando rabiando yo 555
por ser una Ana Bolena?
No llorarte más prometo,
si treinta veces me fuerzan,
y esta fuerza ya pasada,
que por pasar estuviera, 560
tomara para que vieses...
LUCRECIA
¿Qué harías?
LESBIA
Probar la fuerza.
LUCRECIA
Pues ¿te forzaron a ti?
LESBIA
Pues ¿no perdió también Lesbia,
no tanto honor como tú, 565
mas te juro en mi conciencia
que no eran dos puntos menos?
LUCRECIA
¿Vuelves a llorar?
LESBIA
De pena
de no haber perdido más.
LUCRECIA
Lo más que a mí me consuela, 570
es que mi hermano no puede
saber de mí.
LESBIA
Y aunque sepa,
¿que ha de hacer, teniendo tú
tantas armas en defensa?
LUCRECIA
Pues sigamos el destino. 575
LESBIA
Eso sí, Lucrecia bella.
LUCRECIA
Ya no soy Lucrecia yo.
LESBIA
Antes la misma Lucrecia
eres, pero no tan boba.
Mira qué vida te espera, 580
si a Franco le dan un puesto;
que el gobernador le precia
mas que a todo su presidio,
y le ha dado el juego en renta,
y yo saco las barajas, 585
y estoy en ello tan diestra,
que aunque quince más me paguen,
siempre seis debiendo quedan.
LUCRECIA
Parece que siento ruido.
LESBIA
Franco es, que llega a la puerta. 590


Escena VII

 

DATO, FRANCO; este trae sobre su hombro a MANSTO. Dichas.

 
FRANCO
Ayuda, Dato; que ya
me van faltando las fuerzas.
DATO
Buen hijo, Dios te haga padre,
porque te traigan a cuestas.
MANSTO
El cielo, en premio, hijo mío, 595
te dé luz de penitencia.
FRANCO
¡Pese a mi alma! ¿Esa paga
me das por esta fineza?
LUCRECIA
¿Qué es esto, Franco?
FRANCO
Este anciano
es, bellísima Lucrecia, 600
mi padre, a quien saqué ahora
de mil peligros y afrentas.
Él está enfermo y tullido,
y le traigo, porque deba
mi obligación a tu amor, 605
sobre tantas, la fineza
de cuidar de su regalo.
LUCRECIA
Será mi atención primera.
MANSTO
¿Quién es, hijo, esta señora?
FRANCO
Quien tú quisieras que sea; 610
esta señora es sin quien
no se puede hacer la cuenta:
la huéspeda desta casa.
LUCRECIA
Y quien serviros desea.
LESBIA

 (Aparte a LUCRECIA.) 

Como que el viejo es curioso. 615
LUCRECIA
¿Qué llamas curioso, Lesbia?
Si se te suelta algún punto,
Lo verás.
LESBIA
Ojo a las medias.
FRANCO
Llevadle donde descanse.
MANSTO
Eso mi humildad os ruega; 620
que a fe que lo he menester
LUCRECIA
Venid muy en hora buena.
MANSTO
Dios os pague tanto alivio.
Mas, Señora, no quisiera
embarazaros la casa: 625
donde no os haga molestia
me dad algún rinconcillo;
que según males me cercan,
ese de día y de noche
habrá de ser mi vivienda. 630
LUCRECIA
Yo os pondré donde estéis bien.
DATO
Lesbia, ayúdame; ¿qué esperas?
LESBIA
Vamos, aunque siento que haya
suegro en casa.
DATO
¿Por qué, Lesbia?
LESBIA
¿Hay cosa peor que un suegro? 635
DATO
Sí, y mucho.
LESBIA
¿Quién?
DATO
Una suegra.
 

(Vanse DATO, LUCRECIA y LESBIA, llevándose a MANSTO.)

 


Escena VIII

 

FRANCO; luego, el SARGENTO.

 
FRANCO
De lo que me ha sucedido
el alma traigo suspensa.
Pasando yo con mi padre,
para sacarle de Sena, 640
por donde maté aquel hombre,
la misma voz que en mi afrenta
me dio antes horror, me dijo:
«Franco, en el juego te emplea;
que hoy perdiendo has de ganar.» 645
Y hasta que llegué a esta puerta
vino sonando en mi oído
esta voz; ¿qué es lo que intenta
conmigo el cielo?¿Es acaso
esta la muerte primera? 650
¿No tengo (si esto le enoja)
otras muchas y mal hechas?
Pues ¿qué horrores me persiguen
por este hombre? Pero Lesbia
lleva barajas: juego hay; 655
y he de ir por alguna prenda,
pues cuanto tengo he perdido,
a ver qué ilusión es esta.
SARGENTO
Franco, esperando os está
un caballero de Sena, 660
que dice que viene a hablaros.
FRANCO
Venga muy en hora buena.
SARGENTO
Hidalgo, entrad.


Escena IX

 

FEDERICO. Dichos.

 
FEDERICO
Dios os guarde.
SARGENTO
Que despachéis con presteza
os encargo, porque es hora 665
de cerrar luego las puertas.
FEDERICO
Yo seré breve.
SARGENTO
Eso pido.

 (Vase.) 



Escena X

 

FEDERICO, FRANCO; luego, DATO, el SARGENTO y LESBIA, dentro.

 
FEDERICO

 (Aparte.) 

Si las noticias son ciertas,
valiéndome deste hombre,
he de averiguar mi afrenta 670
y asegurar mi venganza.
FRANCO
¿Qué mandáis?
FEDERICO
La opinión vuestra,
vuestro valor, señor Franco,
a conoceros me empeñan
por deseos de serviros. 675
FRANCO
Si es esa la intención vuestra,
yo soy esto que se ve.
FEDERICO
Más es, pues de vos quisiera
valerme para un empeño
que he de referiros.
FRANCO
Venga.
680
FEDERICO
Vos, señor Franco, es muy cierto
que no conocéis mis prendas.
FRANCO
Basta que vos lo digáis.
FEDERICO
Yo soy un hidalgo en Sena,
donde jamás tuvo nota 685
la opinión de mi nobleza,
y hoy por una mujer fácil
he quedado en una afrenta
de que he de vengarme.
FRANCO

 (Aparte.) 

Malo.
FEDERICO
Yo servía una dama bella 690

  (Aparte. 

Así encubro mi deshonra)
en tan finas asistencias,
que hice público mi amor;
y ella fue tan poco atenta
(mujer, en fin), que liviana 695
despreciando mis finezas,
con un soldado (que ignoro)
que admitió libre en mi ausencia,
se salió.
FRANCO
¡Cuerpo de Dios!
¿No es vuestra dama?
FEDERICO
Sí era.
700
FRANCO

 (Aparte.) 

Por Dios, que pensé que hablaba
el hermano de Lucrecia.
FEDERICO
Ella, en fin, sé que ha venido,
por avisos y por señas,
a este castillo, y que es 705
un capitán quien la lleva.
De vos me vengo a valer,
porque haciendo diligencia,
sepáis, con señas que os diere,
quien es, estando a mi cuenta 710
el justo agradecimiento.
FRANCO
¿Para qué es tan larga arenga?
¿Es más que hurtarle la dama,
y romperle la cabeza?
FEDERICO
Sí; que el ser público el caso 715
hace más viva la ofensa,
y el descrédito mayor
que a darle muerte me empeña.
FRANCO
Pues eso, apretar la mano,
y al sacudirle, correrla. 720
DATO

 (Dentro.) 

¿En cuánto dijo?
SARGENTO

 (Dentro.) 

Es engaño.
LESBIA

 (Dentro.) 

Siete barajas con esta
se deben.
FEDERICO
¿Qué es esto?
FRANCO
Nada;
voces son de los que juegan.
FEDERICO
Pues si en eso os empeñáis, 725
para que principio tenga
mi agradecimiento, os pido
(perdonando la licencia)
que os pongáis por mí una gala
del valor desta cadena. 730

 (Dale una cadena.) 

FRANCO
Si me hacéis esa merced,
yo debo muchas finezas
a la huéspeda de casa.
A llamarla iré, mas ella
sale ya, y en vuestro nombre 735
se la daré.
FEDERICO
Norabuena.


Escena XI

 

LUCRECIA. FEDERICO, FRANCO.

 
LUCRECIA
Ya, Franco, queda tu padre..,
mas ¿quién?
FRANCO
¿Señora Lucrecia?
FEDERICO

 (Aparte.) 

¿Qué miro? ¡Válgame el cielo!
FRANCO
Deste hidalgo a la fineza 740
debo tanto, que me pide
que en su nombre esta cadena
os pongáis; agradecedle
la merced.
LUCRECIA
Para que tenga
mi estimación, caballero, 745
basta no más de ser vuestra.
FEDERICO
¡Traidora, aleve!
LUCRECIA
¡Ay de mí!
FRANCO
Tened.
FEDERICO
Vengaré mi afrenta.
LUCRECIA
Franco, defiende mi vida;
que es ese mi hermano

 (Vase.) 

FRANCO
¡Buena!
750
Pues ¿ahora salís con eso?
FEDERICO
Aunque el mundo lo impidiera,
me he devengar.
FRANCO
Quedo, quedo;
que esta dama está a mi cuenta,
porque es de mi capitán. 755
Ahí está vuestra cadena.

 (Arroja la cadena.) 

FEDERICO
Yo he de ir a darle la muerte.
FRANCO
¿Sabéis si la quiere ella?
FEDERICO
Y a quien mi venganza estorbe.


Escena XII

 

El SARGENTO, dos soldados con arcabuces y cuerdas encendidas. FEDERICO, FRANCO.

 
SARGENTO
A cerrar tocan las puertas. 760
Vamos, señores soldados,
cese el juego hasta que vuelva;
que no me levanto yo.
FEDERICO
Cielos, mi venganza queda
imposible de vengar, 765
y publicada mi afrenta.
SARGENTO
Hidalgo, vamos de aquí.
FEDERICO
¡Pese al rigor de mi estrella!
¡Sin alma estoy!
SARGENTO
Vamos presto.
FRANCO
Yo os veré por allá fuera. 770
FEDERICO
Yo voy con ese cuidado.

  (Aparte. 

Disimular aquí es fuerza,
y hallar medio a mi venganza;
todo el Castillo pavesas
hiciera, a poder mi pecho 775
arrojar una centella.)
 

(Vase con el SARGENTO y los soldados.)

 


Escena XIII

 

FRANCO; luego, DATO.

 
FRANCO
¡Viven los cielos, que he dado
con todo el secreto en tierra!
Pero yo ¿de qué me aflijo?
¿No lo ha de remediar esta? 780

 (Señalando la espada.) 

Pues llueva, hermanos, el cielo,
aunque a hospitales los llueva.
 

(Sale DATO rompiendo los naipes.)

 
DATO
Malditos sean los trapos de que hicieron
el papel, el engrudo que os echaron;
maldito sea el color conque os tiñeron 785
y las tijeras con que los cortaron,
la tienda que los vende, y el tendero,
y yo pues he perdido mi dinero,
y vuélvase en el aire este manojo
de diablos, que se lleven lo que arrojo. 790
FRANCO
¿Qué es esto, Dato?
DATO
Franco, haber perdido
cuanto tengo, tendré y cuanto he tenido
en mi bolsa seguro,
de presente, pretérito y futuro;
una apariencia me ha dejado en cueros. 795
FRANCO
¿Por qué?
DATO
Porque volaron los dineros.
FRANCO
¿Quién te ganó?
DATO
El Sargento, y a las pintas,
que se puede ir al campo a ganar quintas.
FRANCO
¿A ti el sargento?
DATO
Sí, que en una cuba
pienso que ha de pintar masque la uva. 800
Damas deben de ser mis faltriqueras,
porque las destruyeron las terceras.
FRANCO
Más, vive Dios, de aqueso estoy picado,
que de todos los sustos que he pasado.
Mas aquí se dejó aquesta cadena 805
aquel hombre, y en honra de su pena,
con ella pienso (si el Sargento aguarda)
obligarle a que juegue la alabarda.
DATO
¿Cadena? Ángeles son nos eslabones,
pues él vuelve cercado de mirones. 810


Escena XIV

 

LESBIA, el SARGENTO, dos soldados. Dichos.

 
SARGENTO
No doy barato a nadie.
LESBIA
Yo no pido
sino siete barajas que han rompido.
SARGENTO
Cobrarlas en el juego.
LESBIA
No cabía.
SOLDADO 1.º
¿Pido yo más que mi contaduría?
SARGENTO
No he de dar blanca; no hay que hacer bambollas. 815
SOLDADO 2.º
Págueme usted la rifa de las pollas.
FRANCO
Quedo, seor Sargento, si uced gusta,
que el dar barato siempre es cosa justa.
Yo le quiero jugar esta cadena.
SARGENTO
Vengan barajas muy en hora buena. 820
LESBIA
Hélas de bermellón como escarlata.
DATO
De almagre, y vil.
LESBIA

 (Aparte.) 

Yo las haré de plata.
FRANCO
Sobre cincuenta escudos vusted pare,
que luego se verá lo que pesare.
 

(Juegan sobre un banco.)

 
SARGENTO
Mío es el naipe.
DATO
Para de buen modo,
825
que pierde las primeras hasta el codo.
FRANCO
Doblón más, y doblado en una.
SARGENTO
Buena.
Pues ¿dónde está el dinero?
FRANCO
En la cadena,
Y le pararé en quinta los mostachos.
SARGENTO
Pues digo, ¿son cabezas de muchachos? 830
DATO
A la sota.
SOLDADO 1.º
Al caballo.
DATO
Voy con ella;
ya está vista.
SARGENTO
Y la mía encima della.
Una, dos, tres, y encaje; cinco, siete.
DATO
La cadena voló, y el juicio y todo.
FRANCO
¿Y pierdo las primeras hasta el codo? 835
¡Por vida del infierno!
DATO
¡Oh naipes crudos!
FRANCO
Este aderezo juego en veinte escudos.

 (Quítase la espada.) 

SARGENTO
Venga baraja.
LESBIA
Y deben tres con esta.
DATO
¿Tres se deben?
LESBIA

 (Aparte a DATO.) 

¿Es mucho echar al cabo,
entre dos de pimienta, una de clavo? 840
FRANCO
A doblón, y tercera en cuatro.
SARGENTO
Digo.
DATO
Y a la cuarta está el cinco.
FRANCO
Mi enemigo.
SARGENTO
Tres están vistas.
FRANCO
Y tres mil demonios,
quede mi indignación dan testimonios.
SARGENTO
¿Hay otra alhaja?
FRANCO
Juego este coleto
845
en otros veinte escudos.

 (Quítase el coleto.) 

SARGENTO
Yo lo aceto.
Baraja.
LESBIA
Cinco van en el garito.

  (Aparte. 

Si dura el juego, a Franco te desquito.)
FRANCO
En viéndola en las cuatro.
DATO
Eso lo abona.
¡Ah buen hijo! que paras a la errona. 850
Tres y dos, pié de perro ayuda a Dato;
ven aquí porque seas pié de gato.
Visto está el tres de espadas.
SARGENTO
Tal no diga,
porque es el dos.
DATO
Faltóle la barriga.
LESBIA
Y a mí también.
SARGENTO
Aquesto está acabado,
855
si no hay masque jugar, seor soldado.
FRANCO
Tenga, pese a mi alma y mis enojos.
SARGENTO
¿Tiene más que parar?
FRANCO
Tengo los ojos,
y los juego en lo mismo; que descreo
de quien los hizo para tal empleo. 860
LESBIA
¡Qué blasfemia, Jesús!
SARGENTO
¿Qué dices, Franco?
FRANCO
Que me los juegue, o que si no, le arranco
los sujos de la cara.
SARGENTO

 (Aparte.) 

Él está ciego;
diré la suerte, y dejarélo luego.
FRANCO
Como he dicho, los ojos.
DATO
¡Raro intento!
865
En no viéndola van, seor sargento.
Honda está.
SARGENTO
No más honda que recelo
que este es el rey; ganéla, vive el cielo.
FRANCO
Y yo perdí. Mas, cielos, ¿quién me quita
los ojos? contra mí se precipita 870

 (Cae en el suelo.) 

todo el rigor de Dios. ¡Socorro, amigos!
¡Que me abraso!
SARGENTO
Dejadle, nadie siga
a un blasfemo, a quien Dios así castiga.

 (Vase.) 

SOLDADO 1.º
¡Qué horror!
SOLDADO 2.º
¡Qué asombro!
 

(Vanse los soldados.)

 
LESBIA
Dato, ¡ay Dios! ¿qué es esto? 875
DATO
¿Qué me preguntas, viéndome hecho un cesto?
FRANCO
¡Qué me queman! ¡Socorro, Dato amigo!
El fuego del infierno está conmigo.
LESBIA
¡Jesús!
DATO
¡Ah Lesbia! ¿Dónde vas ahora?
LESBIA
Temblando a dar aviso a mi señora. 880
DATO
Nadie está aquí.
FRANCO
No veo, Dato amigo;
los ojos he perdido.
DATO
Yo testigo.
FRANCO
A levantarme ayuda.
DATO
Eso pretendo,
que el corazón tu mal está sintiendo;
mas tente, que me abrasas, que me matas. 885
FRANCO
¿Dónde estás?
DATO
¡Hombre, que me desbaratas!
FRANCO
Tu ayuda, Dato, y tu favor me acuda.
DATO
No me calientes tanto para ayuda;
suéltame, hombre del diablo, que me quemas.
FRANCO
Aguarda, espera, mi dolor no temas. 890
DATO
¿Qué llamas esperar? A huir arranco.
¡Agua, señores, que se quema Franco!

 (Vase.) 



Escena XV

 

FRANCO.

 
Perdí el sentido del dolor terrible;
si levantarme intento, no es posible:
la fuerza, el movimiento me ha quitado 895
poder del cielo, contra mí indignado.
¡Los brazos no le valen a un caído!
¡Ay de mí, cielos! Ya yo estoy rendido;
ya conozco, Señor, que yerro en todo,
y no he levantarme deste modo. 900
A Dios indigné yo, y su providencia
le ha quitado a mi error la resistencia.
Pues levántele mi llanto,
y al postrado me miro,
lo que no pueden mis manos 905
alcáncenlo mis suspiros.
Señor, desa ardiente espada
(de cuyos airados filos
siento el rigor) cese el golpe,
que ya corta en un rendido. 910
Piedad, Señor, que si herir
a quien se rinde no es digno
de un noble valor humano,
¿qué será a un poder divino?
Perdón para tanto yerro, 915
mi Dios; que si mucho os pido,
vos sois Dios y yo soy hombre,
y uno es vuestro y otro es mío.
Mas ¿cómo os dudo piadoso,
pues aun el mismo castigo 920
que me hacéis, me le habéis dado
envuelto en un beneficio?
La vista me habéis quitado,
y sin ella más he visto,
pues con ojos no os miraba, 925
y ya sin ojos os miro.
Ciego estaba de ofenderos
por mirar, y hacéis benigno
que no mire, por quitarme
la ceguedad del delito. 930
Quien llora os templa, Señor;
riguroso os imagino,
si de llorar en mis ojos
sólo dejáis el oficio.
Señor, Señor, si este pecho 935
(que no veo) os ha ofendido,
quitarme agora los ojos
es alentarme a pediros.
Pues porque no me acobarde
su culpa, hacéis compasivo, 940
que cuando os busco piadoso,
no pueda yo ver lo indigno.
No quiero excusar la pena,
sino rogaros, Dios mío,
que al dolor de mis pecados 945
troquéis el de mis castigos.
Mas ¿cómo presumo yo
que me oís, cuando he seguido
(porque de vos me alejaba)
toda mi vida un camino? 950
María, abogada nuestra,
la fe que en vos he tenido
me valga ahora; al sagrado
de vuestro amor me retiro.
Tirano fuí y homicida, 955
falso, blasfemo y lascivo,
tener tantas culpas es
empeño con que os obligo;
pues si vuestra intercesión
me logra el perdón que pido, 960
de lo que podréis con Dios
son crédito mis delitos.
Pedid a un hijo por otro;
que si vos, por nuestro alivio,
sois madre de pecadores, 965
también yo soy vuestro hijo.
Ea, ¿qué esperáis, María?
Señora, sólo en vos fío.
MÚSICOS

 (Dentro.) 

Levantáte, Franco, y sigue de aquesta voz el camino.
FRANCO
¡Válgame el cielo! Ya puedo; 970
ya de piedad hallo indicios;
pues, aunque ciego, me han vuelto
los ojos a los oídos.
Norte vocal, sed mi gula.
MÚSICOS
Sigue esta voz.
FRANCO
Ya la sigo,
975
porque en mi pena, en mi llanto,
en mi corazón contrito,
en mi dura penitencia.
Vea el mundo, admire el siglo,
que estuvo ciego con ojos 980
el que sin ojos ha visto.



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