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Manuel Ugarte

Introducción al epistolario de Manuel Ugarte

Por Franco Quinziano
(Università di Urbino Carlo Bo)

El epistolario de Manuel Ugarte: redes intelectuales entre Europa e Hispanoamérica a principios del siglo XX

Aproximarse a la ingente correspondencia de Manuel Ugarte comporta, en primer lugar, realizar una reflexión teórica del género epistolar como difusor y articulador de saberes y modelos discursivos en el seno de grupos y redes de intelectuales y escritores en la fase a caballo entre fines del XIX y los primeros decenios del XX. La crítica literaria primero y los estudios culturales después asignaron a los epistolarios de los escritores e intelectuales un lugar preponderante. Alejados de la hagiografía y de las cuerdas monocordes de los relatos oficiales, los epistolarios pueden desvelar nuevos significados y cartografías y -a veces también- impensadas relaciones intelectuales que hablan tanto sobre itinerarios personales como de aspiraciones colectivas.

En efecto, la correspondencia puede recuperar a otros emisores, que no siempre son los autores de los grandes textos o se refieren a destacadas personalidades, pero sí pueden aludir a participantes e interlocutores de un diálogo o debate que puede modelar aspiraciones personales, pero también proyectos culturales colectivos (emblemáticos en este sentido son, por ejemplo, los epistolarios que remiten a la generación del 27 y que han sido ampliamente estudiados en estos últimos años por la crítica especializada). De ese conjunto de escrituras centradas en la vertiente comunicativa y en la que se plasman nuevas subjetividades, la correspondencia se destaca por su importancia y aportación a la historia intelectual y cultural, desempeñando una significativa función como insustituibles articuladores sociales y culturales.

Las cartas exhiben la profunda densidad de los diálogos y el juego, nunca diáfano, entre la privacidad, con su cuota de intimismo y subjetividad, y las aspiraciones públicas de los corresponsales, conscientes de que el discurso epistolar constituye el espacio privilegiado en el que se entrecruzan los ámbitos de la vida pública con los de la vida privada. En dicha perspectiva emblemática resulta la ingente correspondencia que nos ha legado Manuel Ugarte y que remite a la amplia red de contactos que el escritor argentino entabló, principalmente, entre 1896, en vísperas de su primer viaje a Europa, y mediados de la década de 1930, cuando aislado y prácticamente sin oportunidades de continuar colaborando en la prensa cultural europea, optó por regresar a Buenos Aires, dando por finalizado su autoexilio de más de tres lustros en Niza y París.

Carta de Miguel de Unamuno a Manuel Ugarte del 27 de octubre de 1902 (Fuente: Archivo General de la Nación, Argentina, Legajo Manuel Ugarte 2215) Una parcela altamente significativa de este intercambio epistolar se halla depositada en los fondos documentales donados al Archivo General de la Nación (AGN) por la viuda del escritor argentino, Thérèse Desmard, en los inicios de los años 60 del siglo pasado. De modo más acotado, aunque no por ello menos significativo, es posible localizar otras epístolas en los documentos incorporados recientemente a los fondos del Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina (CeDInCI). Debe precisarse que este vasto corpus epistolar depositado en los dos archivos mencionados es esencialmente de carácter unidireccional, puesto que, con contadas excepciones, las misivas hacen referencia al escritor argentino como destinatario, siendo más escasas las que se refieren a su calidad de emisor. De allí que, todo estudio que se proponga explorar el intercambio de esta correspondencia en el cuadro de las potencialidades de las redes intelectuales de los primeros decenios del siglo XX y dar cuenta, en una perspectiva más articulada, del discurso epistolar de este corpus, deberá, allí donde sea posible, completar las indagaciones con las misivas remitidas por Ugarte a escritores latinoamericanos y europeos, localizadas tanto en archivos públicos y privados, como en fondos nacionales y extranjeros (Casa-Museo Miguel de Unamuno, Casa-Museo Blasco Ibáñez y Fundación Vicente Blasco Ibáñez, por citar sólo dos ejemplos), con el propósito de integrarlas a los materiales presentes en los dos archivos recientemente aludidos.

El epistolario ugarteano da cuenta en primer lugar de la amplitud de vínculos intelectuales que el autor rioplatense fue hilvanando en los diversos espacios geográficos en los que residió; lazos articulados en torno a ideales y proyectos compartidos con sus interlocutores en pos de la construcción de una cultura autónoma en el subcontinente latinoamericano. Las cartas ofrecen asimismo la posibilidad de precisar su colocación ideológica y estética, así como sus posicionamientos respecto a la cultura y literatura españolas, a las letras hispanoamericanas y, de modo especial, la cultura rioplatense, al tiempo que ofrecen claves para reflexionar sobre los ejes de debate de los primeros decenios de la centuria, indagando en las estrategias discursivas y de legitimación en ámbito cultural y social desplegadas por un escritor sin duda atípico en el panorama cultural de Hispanoamérica.

En dicha perspectiva la correspondencia ugarteana instala a Ugarte como propagador de saberes y mediador intercultural a ambos lados del Atlántico, al tiempo que revelan los circuitos y los ejes de debate cultural a los que el escritor se incorporó y en los que participó activamente. Su epistolario, además de proporcionar datos claves para comprender sus aspiraciones como escritor, descubriéndonos aspectos novedosos de su perfil intelectual y de los enunciados doctrinarios que alimentaron sus textos, ofrece consideraciones de indudable valor para comprender su mirada sobre las letras europeas y la hispanoamericana y, dentro de ella, la rioplatense. Del mismo modo las cartas encierran datos valiosos y modelos discursivos significativos que nos permiten reconstruir la naturaleza de los vínculos entre las nacientes literaturas nacionales periféricas y los centros culturales europeos, con París -y en menor medida Madrid- como meca anhelada por los jóvenes escritores hispanoamericanos de aquellos primeros decenios del siglo XX.

El estudio y la recuperación de este nutrido epistolario, que nos ha legado el escritor porteño, constituye una tarea aún pendiente con el fin de reconstruir las redes entre intelectuales españoles e hispanoamericanos y en el seno del mismo mundo hispanoamericano en los años de entre siglos. Dicho abordaje constituye asimismo una empresa necesaria que deberá acometerse para descubrir las preocupaciones, la colocación estética y los modelos discursivos del escritor rioplatense y, en una perspectiva más amplia, de los intelectuales hispanoamericanos, en su vinculación con el ambiente cultural hispánico de inicios de siglo y el más amplio espacio europeo, con París como innegable meca cultural. Ello implica abordar el corpus de cartas en una doble perspectiva que atienda, tanto a la interacción epistolar en los diversos ámbitos en los que el escritor porteño desplegó su actividad cultural como a la compleja trama de solidaridades, vínculos e intercambios que tejió con intelectuales y referentes culturales en aquellos años.

Carta de Alcides Arguedas a Manuel Ugarte del 18 de abril de 1909 (Fuente: Archivo General de la Nación, Argentina, Legajo Manuel Ugarte 2216) En Ugarte, como es bien sabido, el campo de la literatura y el de la política se implican mutuamente, pudiéndose reconocer a partir de la mitad del segundo decenio del siglo XX una progresiva reducción de sus aportaciones en el campo de los estudios literarios a medida que el escritor va priorizando su compromiso político; itinerario que lo llevará a abrazar el socialismo moderado europeo jauresiano y destacar como uno de los principales e incansables artífices de la unidad latinoamericana en el campo cultural y político. El epistolario da cuenta también de esta parcela significativa del escritor, destacando su correspondencia con exponentes del socialismo español, francés y argentino, entre los que destacan José Ingenieros, Mario Bravo y Alfredo Palacios, sin olvidar sus intercambios epistolares con exponentes significativos del latinoamericanismo antiimperialista, como el nicaragüense Augusto Sandino, Haya de la Torre, fundador del APRA, o el destacado director de Amauta, el peruano José Carlos Mariátegui.

Al abordar el corpus epistolar de Ugarte, el ingente fondo documental depositado en el AGN constituye una fuente indispensable. El fondo referido a la correspondencia se halla compuesto por 10 tomos que contienen más de 1500 piezas, en su mayoría enviadas al autor y que remiten a un amplio arco temporal que abarca desde fines del siglo XIX, en 1896, en vísperas de su primer viaje a Europa, hasta los últimos meses de su itinerario vital, mediados de 1951. Este copioso fondo documental, además de los amplios tomos dedicados a la correspondencia epistolar, exhibe, entre otros materiales, numerosas carpetas y legajos con comentarios en la prensa, reseñas de sus libros, artículos y recortes periodísticos sobre su labor literaria y su militancia política, borradores de redacción de algunas de sus obras y de los discursos pronunciados y anotaciones referidas a algunos de sus libros. Todos ellos constituyen tanto material inestimable como fuentes complementarias a la hora de abordar su amplia correspondencia.

Por lo que respecta al amplio corpus de cartas y piezas epistolares contiguas (tarjetas postales, esquelas, telegramas, etc.) depositadas en el AGN, el mismo ocupa 10 legajos del archivo personal del autor que, como se ha señalado, donó al Estado su viuda. Estos legajos se hallan organizados siguiendo un preciso criterio cronológico:

  • Tomo I: s. f.; 1896-1906
  • Tomo II: 1907-1910
  • Tomo III: 1911-1913
  • Tomo IV: 1914-1924
  • Tomo V: 1925-1927
  • Tomo VI: 1928-1930
  • Tomo VII: 1930-1931
  • Tomo VIII: 1932
  • Tomo IX: 1933-1938
  • Tomo X: 1939-1951; cartas a su viuda y otras anexas hasta 1955

Cubierta de «El epistolario de Manuel Ugarte». Buenos Aires: Archivo General de la Nación, 1999 Disponemos afortunadamente de una cuidada selección antológica del copioso número de cartas consignadas en el AGN de la capital argentina, compilada por el equipo de archiveros coordinado por la bibliógrafa del AGN, Graciela Swiderski (1999). Este Catálogo incluye los asientos de la totalidad de los documentos epistolares pertenecientes a los 10 tomos depositados en el AGN y ofrece un breve y muy útil resumen descriptivo de las algo más de 1500 misivas del fondo, presentando asimismo una selección antológica de las mismas en la que pueden leerse 88 piezas que han sido transcriptas (exentas empero de notas de referencias o aclaratorias). Como indica Swiderski en el breve apartado que abre la edición del AGN, el asiento consigna el número de documento, el tipo documental, el productor, el destinatario, el asunto, el lugar, la fecha completa y la cantidad de folios de cada pieza (1999: 9). Más allá de algunos errores de trascripción -y/o de imprenta- en la disposición cronológica de algunos folios (por ejemplo pp. 160/163: folios 111-114; pp. 174-175/178: folios 104-107, entre otros), este catálogo descriptivo constituye una inestimable aportación a los estudios dedicados al género epistolar y un punto de referencia obligado para todo investigador que se proponga abordar la obra, la vida y el ideario de Ugarte.

A pesar de las amplias relaciones epistolares que el autor de El porvenir de la América Latina entabló a lo largo de su intenso itinerario vital, no abundan los estudios críticos dedicados al tema. Se dispone sí de algunas aportaciones puntuales, como el artículo que Lara Astorga (2008) dedicó hace unos años al intercambio epistolar que el autor argentino entabló con el diplomático y escritor mexicano Isidro Fabela y las más recientes y valiosas consideraciones que al respecto trazó Merbilhaá en diversos pasajes de su tesis (2009) al abordar las redes epistolares y los vínculos intelectuales y culturales del argentino en ámbito europeo. En estos últimos años se han reproducido también un puñado de cartas, de las pocas salvadas de los celos de Thérèse Desmard, la mujer de Ugarte, referidas a la conocida relación afectiva y al intercambio epistolar que el argentino mantuvo con la poeta uruguaya Delmira Agustini entre 1913 y 1914 (Larre Borge 2006); dichas misivas habían sido publicadas a finales de los 50 del siglo pasado por el uruguayo Barbagelata, amigo de Ugarte, y se hallan dominadas por el fuerte carácter intimista y personal que las promovió. Por lo que concierne al caso más específico de los corresponsales españoles, se cuenta con sendas aportaciones de Maíz (2005 y 2009), referidas a Unamuno y al vínculo epistolar que el escritor bilbaíno entabló con el argentino. Dicho aspecto remite a la parcela mayormente examinada hasta ahora por los críticos al abordar los lazos que Ugarte estrechó con las letras hispanas; aspecto que reconoce como lejano antecedente las breves páginas que a dicha relación e intercambio epistolar dedicara en los años 60 del siglo pasado García Blanco (1964). Los citados trabajos de Maíz constituyen insustituibles estudios de referencia para abordar las relaciones epistolares de nuestro escritor con los autores españoles de inicios del siglo XX: en ellos el autor excede el marco de los vínculos entre ambos escritores para adentrarse en la configuración de afinidades y espacios de debate compartidos entre Unamuno y otros exponentes de la generación finisecular del 98 con los jóvenes intelectuales hispanoamericanos afincados, o de paso, por España.

Carta de Alfonsina Storni a Manuel Ugarte del 1 de noviembre de 1913 (Fuente: Archivo General de la Nación, Argentina, Legajo Manuel Ugarte 2217) La selección de cartas aquí incluida constituye un ejemplo representativo de la vastedad de vínculos y de la configuración de redes intelectuales transatlánticas que estableció el autor argentino, desde Europa y Buenos Aires, principalmente a lo largo de los tres primeros decenios del siglo XX. Entre los interlocutores privilegiados del escritor argentino destacan varias personalidades de renombre de las letras españolas del periodo -Unamuno, Pío Baroja, Juan Ramón Jiménez, Blasco Ibáñez, Salvador Rueda y Gómez de la Serna-, de las letras hispanoamericanas -Rubén Darío, Blanco Fombona, Amado Nervo, Vasconcelos, Gómez Carrillo y Gabriela Mistral-, y rioplatenses -José Enrique Rodó, José Ingenieros, Leopoldo Lugones, Manuel Gálvez, Ricardo Rojas, Florencio Sánchez, Alfonsina Storni y Payró- por citar sólo a algunos nombres significativos con quienes el escritor estrechó privilegiados vínculos de amistad literaria y personal..

En estas páginas que el portal dedica al epistolario ugarteano se ofrece sólo una apretada selección de las más de millar y medio de estas cartas depositadas en el AGN de Argentina. Sin embargo, como se ha apuntado, las mismas constituyen un muestrario más que significativo de la amplia red de contactos y solidaridades que el autor argentino fraguó a lo largo de los primeros decenios del 900, a partir de la multiplicidad de espacios y geografías desde los que fue urdiendo sus vínculos (Buenos Aires, París, Niza, Madrid, distintos espacios del subcontinente latinoamericano durante su gira continental de 1912-1913), confirmando la ubicuidad espacial desde la que el autor rioplatense interactuó y forjó sus redes de contactos e intercambios culturales.

Bibliografía citada:

  • GARCÍA BLANCO, Manuel. Unamuno y América. Madrid: Gredos, 1964.
  • LARRE BORGE, Ana I. Cartas de amor. Delmira Agustini. Montevideo: Cal y Canto, 2006.
  • MAÍZ, Claudio (ed.). El epistolario de Manuel Ugarte con Miguel de Unamuno. Salamanca: Universidad de Salamanca, 2005.
  • ——. «Epistolario de Manuel Ugarte y Unamuno», en Constelaciones unamunianas. Enlaces entre España y América (1880-1920). Salamanca: Universidad de Salamanca, 2009, pp. 127-151.
  • MERBILHAÁ, Margarita. Trayectoria intelectual y literaria de Manuel Ugarte (1895-1924). La Plata: Universidad Nacional de La Plata, 2009. Tesis doctoral.
  • SWIDERSKI, Graciela (dir.). El epistolario de Manuel Ugarte. Buenos Aires: Archivo General de la Nación, 1999.
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