Comparado con Novalis o Keats, pero, sobre todo, con Hölderlin, en su proyección que rebasa el canon estético del romanticismo, Mihai Eminescu (1850-1889), poeta, prosista y ensayista rumano, fija, igual que lo hicieron Dante, Cervantes o Camões en sus respectivas literaturas, el apogeo de la tradición literaria rumana. Eminescu se formó durante el decenio séptimo del siglo XIX en las universidades de Viena y Berlín, entrando en contacto con las corrientes más importantes de la cultura alemana. La comparatista rumana Zoe Dumitrescu-Buşulenga explica las conexiones del poeta con las Escuelas de Jena y de Heidelberg, concluyendo que el contacto con la cultura alemana no moldea, sino que cataliza
al poeta rumano, quien interioriza los preceptos románticos alemanes: el folclore, la literatura medieval, la cultura mundial y la indivisibilidad palabra-sonido. Eugen Simion identifica la duplicidad órfico-apolíneo o romántico-clásico en la obra de Eminescu, y Nicolae Manolescu lo define como el poeta que empuja el romanticismo hasta el modernismo, sin separarse del primero por completo, ni pertenecer en su totalidad al segundo
. Con esta página pretendemos difundir su obra en español, la cronología y los hitos gráficos que contextualizan su devenir, así como los estudios y bibliografía recogidos hasta la fecha, que, confiamos, se expandan.
«Ríos se desaguarán en sus lechos y sobre el lugar de su sepulcro brotarán bosques o ciudades. Y cada cierto tiempo, estrellas se marchitarán en lejanos firmamentos, hasta que esta tierra reúna toda su savia y la eleve en el tallo esbelto de otro lirio con la misma fuerza de sus aromas».
George Călinescu