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ArribaAbajoCapítulo IX

Continuación de la historia del señorío o cabecera de Tepeticpac. Sucesión de sus Gobernadores. Disensiones. Castigo de los malos gobernadores. Exterminio de su parentela. Fundación o erección del señorío y cabecera de Tizatlan. Sucesión de sus Gobernadores y Señores. Xicotencatl el viejo. El primero que se bautizó en el territorio mexicano. Sus muchas mujeres e hijos. Le sucede en el señorío Xicotencatl el joven. Quejas de Cortés contra él. Sentimientos patrióticos que las motivaban. El Senado tlaxcalteca se lo entrega autorizando su castigo. Lo manda ahorcar Cortés. Sus sucesores. Leyes de la República sobre sucesión al Señorío.


Habiendo dado fin a lo tocante a la cabecera de Ocotelolco del Señorío de Maxixcatzin, que fue la segunda, tornaremos a tratar de la primera de Culhuatecuhtlicuanez, Señor de la cabecera de Texcalticpac Tepeticpac y por otro nombre Texcalla, y después Tlaxcala. A Culhuatecuhtli le sucedió en el señorío su hijo143 Teixtlacohuatzin, el cual gobernó con mucha quietud y paz en el reino de Tepeticpac, y después de sus días dejó en él por sucesor a Tlamacatzin144, el cual vivió muy poco tiempo,   —82→   porque como era hombre de guerra, yendo a una entrada con su gente murió en ella; mas quedó en su lugar Tlehuexolotzin su hijo, que por otro nombre se llamó Tlacaxcaltecuhtli145, a éste halló Fernando Cortés146, que asimismo le recibió de paz y le hizo buen acogimiento. Después de muerto Tlehuexolotzin le sucedió D. Gonzalo que fue muy buen cristiano como adelante veremos y diremos de su muerte y buen acabamiento, y a éste sucedió D. Francisco de Mendoza su hijo, y este D. Francisco dejó a otro D. Francisco, bisnieto de Tlehuexolotzin: de éstos han quedado dos niños, el uno se llama D. Diego y el otro D. Leonardo, que hoy viven.

Pues estando este reino dividido en dos partes con la muerte de Acatentehuatecuhtli, Señor que hubo sido de Culhuacan, Tecpan y Ocotelolco, con las disensiones y discordias de su muerte resultaron grandes trabajos en su reino: se dividió Tozpane147 de la cabecera de Ocotelolco, aunque todos bajaron de Tepeticpac; mas éste hizo barrio de por sí148, y así bajó a Teotlalpan, donde está el día de hoy una ermita de Nuestra Señora de la Purificación, donde vivió muy149 con sus gentes y amigos que le   —83→   quisieron seguir, y gobernando muchos años sin ninguna contradicción, y así fue en crecimiento su poblazón y en grande aumento; y habiendo pasado el discurso de su vida con mucha quietud, le sucedió en aquel gobierno Xayacamachan su hijo, que por otro nombre, después de armado caballero, se llamó Tepolohuatecuhtli. Este gobernó con mucha cordura, y con su buena industria ilustró tanto su barrio, que casi competía con Tepeticpac y Ocotelolco en grandeza y prosperidad; y como fue en tan gran crecimiento su negocio, luego se introdujo la envidia, y con acervo atrevimiento e ingrata imaginación de los suyos, conspiraron contra él, que estando salvo y seguro le dieron muerte cruel y lo acabaron, y a todos sus parientes hasta la quinta generación, que esta era la costumbre que tenían para castigo de los que eran traidores, y lo mismo se hacía contra aquellos que vivían gobernando en daño de la República.

Muerto Xayacamachan Yaotequihua Aquiyahuacatl, que por su fin sucedió en el señorío uno que era llamado Zozoe Atlahua Tlacaztalli, y pasó el gobierno y reino de Culhuatecuhtlicuanez en triunvirato, que de un reino se dividió en tres partes150; y este Aztahuatlacaztalli151 pasó en lo alto de Tizatlan su señorío, donde hasta hoy ha durado y permanecido, que es la tercera cabecera de Tlaxcala, llamada la cabecera de Tizatlan. A Aztahua Tlacaztalli, después de sus días, le sucedió Huitlalotecuhtli; mas   —84→   éste vivió muy poco, pues casi no hay memoria de él. Muerto Huitlalotecuhtli sucedió Xayacamachan, hijo de Aztahua, que tomó el nombre de Xayacamachan, el primero que mataron, el cual gobernó con mucha felicidad y se hizo muy gran Señor, y fue muy temido y reverenciado de los suyos en la parte de Tizatlan, el cual dejó su República puesta en gran razón y concierto. Por su fin y muerte sucedió Xicotencatl, persona valerosísima, que por su persona hizo grandes cosas en las guerras que se le ofrecieron en sus tiempos, el cual vivió más de ciento veinte años, y a éste halló Fernando Cortés y le hizo muy grande recibimiento porque entró por sus tierras, y se las hizo llanas y seguras hasta que le metió en Tlaxcala y le aposentó en sus propias casas y palacios. Este fue el primer cristiano que recibió el bautismo y se llamó D. Lorenzo Xicotencatl, aunque todos los cuatro Señores de las cuatro cabeceras se bautizaron en un día. Este era tan viejo, que quieren decir que para poder ver a Cortés y a los españoles, le alzaban los párpados de los ojos.

Tuvo este Xicotencatl muchos hijos hombres y armados caballeros, porque tuvo más de quinientas152 mujeres y mancebas, y no era posible menos sino que tuviese muchos hijos, y así el día de hoy, la mayor parte de los principales de Tlaxcala proceden del linaje de Xicotencatl. Éste, después de cristiano, no vivió tres años cabales, y le sucedió Ayacatzin153 Xicotencatl su hijo, aunque tuvo el gobierno antes que el padre muriese mucho tiempo, por estar tan viejo e imposibilitado. Este murió ahorcado en Tetzcuco, porque se volvió de la guerra de México, yendo con Cortés por general de su gente, el cual, teniendo amores con una Cacica muy principal Señora, y no pudiendo sufrir tan grande ausencia, se vino de la guerra, y lo mismo hizo otras dos veces, que le fueron perdonadas: no curó de mirar en lo más importante, que yendo últimamente con Cortés se volvió, y quejándose éste a la República de Tlaxcala,   —85→   que cómo se usaba con él tal traición en que se volvían de la guerra los más principales capitanes, que no podía entender sino que era traición la que contra él se trataba para entregarle a sus enemigos, y que si no fuese esto, que este caballero Xicotencatl había cometido traición y grande delito. Que los españoles que tal cometían, que morían por ello: que mirasen lo que les parecía y lo que en este caso debían hacer, y que le diesen nueva seguridad de la amistad y palabra que le habían dado.

Visto por los Señores de Tlaxcala querella tan formidable de Cortés, y la razón que tenía, le respondieron con los embajadores que le enviaron, diciéndole... Que ellos estaban tan confusos y admirados de cosa tan mal hecha, que si en sus costumbres y leyes de guerra hallaban que tenían pena de muerte los que en semejantes tiempos dejaban a sus capitanes, que la misma ley era la suya, y aun más rigurosa, y que por tanto que allá se lo enviaban preso, que él hiciera lo que más le convenía según costumbre de guerra, y mandase ejecutar la justicia en él para que le fuese castigo, y a los demás ejemplo; y esta sentencia final dio Maxixcatzin, porque en efecto lo tenía por de mal pecho y por traidor, porque cuando vino desbaratado Cortés de México, y enviando los príncipes Mexicanos a las cuatro cabeceras y Universidad de Tlaxcala diciéndoles que acabasen de matar a los cristianos, y que no consintiesen gente tan extraña y belicosa entre ellos, porque les venían a tiranizar y sujetar su monarquía, y a usurpársela debajo de engaño, con decir que eran caminantes y que iban de pasada a otras tierras, que mirasen lo que hacían, y que si les acabasen de matar ellos partirían la mitad del Imperio con Tlaxcala y que habría paz perpetua entre ellos; y entrando en consulta, siempre Maxixcatzin fue de contrario parecer, y este Xicotencatl Ayacatzin154 estuvo en que se hiciese y concediese lo que los Mexicanos pedían; de lo cual, enojado Maxixcatzin, le dio de empujones y hizo venir rodando por unas gradas abajo, diciéndole palabras   —86→   de gran vituperio y teniéndole guardada ésta; y viendo su mal respeto en haberse vuelto de la guerra, fue de parecer que muriese, y así preso y a buen recado de consentimiento de su padre Xicotencatl, que aún no era muerto: y aunque decimos que le había sucedido en el gobierno este Axayacatzin, es porque le tenía por coadjutor y por estar tan imposibilitado como estaba, gobernaba por el padre. Cortés tuvo en mucho negocio tan arduo e importante caso, porque así convenía; y como los de Tlaxcala sus leales amigos concedieron con su voluntad, y vista tan buena ocasión para hacerse temer, le mandó ahorcar en la ciudad de Tetzcuco a vista de todo el campo y Señores de aquel reino, y no puso poco espanto tan gran atrevimiento, en tierras tan remotas cometer osadía de tan gran temeridad, en ahorcar a un hijo tan querido de Xicotencatl; más como las cosas eran guiadas por Dios y conocida por Cortés su ventura y dichosa suerte, a ninguna cosa que acometía tenía por imposible, pues que los oráculos con su venida enmudecieron, y los encantamientos, ponzoñas ni las yerbas mortíferas, tuvieron fuerza para con el pueblo cristiano, ni menos la muchedumbre de gentes pusieron espanto a aquella pequeña suma de cristianos, que confiados en su verdadero Dios, todo se les hacía fácil, y nada el universo mundo para atropellar y conquistarlo en una hora, en nada lo tuvieron todo; y como son secretos de Dios, ninguno puede comprenderlos y así lo dejaremos para loarle con sempiternas gracias.

Muerto Axayacatzin Xicotencatl sucedió en el señorío Teuhtlipitl155 y Tzehecatzin el cual vivió poco, y por fin de éste sucedió su hermano Motenehuatzin Xicotencatl: este fue con Nuño de Guzmán a la guerra de Xalisco, que llaman Nueva Galicia de   —87→   Compostela, el cual murió en la guerra de Culhuacan, que por otro nombre se llamó Tlamacaztecuhtli. A este Motenehuatzin Tlamacaztecuhtli después de su muerte, sucedió en la cabecera de Tizatlan un sobrino suyo, hijo de Itzehecatzin su hermano, el cual se llamó D. Luis Xicotencatl y vivió muy poco tiempo. Este dejó un hermano que se llamó D. Bernardino Escobar, a quien venía de derecho la casa y señorío de Tizatlan; mas sucedió en la casa y Estado D. Juan Quauhxayacatzin Xicotencatl, hijo bastardo de Xicotencatl el viejo, y al tiempo que murió dejó en el señorío a D. Juachín de la Cerda su hijo, y Juachín dejó a Doña Francisca de la Cerda, su hija, la cual después casó con D. Leonardo Xicotencatl, nieto de Itzehecatzin Xicotencatl hijo de D. Bernardino de Escobar, que hoy viven, los cuales casaron por concierto, y porque se tenía sospecha que D. Juan Quauhxayacatzin ni su hijo D. Juachín de la Cerda no poseían con buena conciencia el Estado, y por quitarles de contingencia se dispensó con ellos, y poseen juntamente la casa de Xicotencatl; aunque se ha de advertir que en sus antiguos ritos y costumbres, como un padre tuviese tres o cuatro hijos nunca sucedían directamente, sino aquellos hijos que más aceptos estaban en la República, especialmente que era costumbre y ley muy usada que los hermanos iban sucediendo en las herencias y Estados hasta que todos se acababan, y después tornaban a heredar los hijos de los hermanos mayores, y por esta orden seguían sus herencias, y esto alegaba D. Juachín Xicotencatl Quauhxayacatzin, que era hermano menor de los hijos de Xicotencatl, y que él había de gozar del señorío de Tizatlán como lo gozó con buena conciencia: en lo que erró fue que no había de dejar por heredero a D. Juachín su hijo, sino que volviese la sucesión a los hijos del hijo mayor, y a esto respondía que ya vivía en la ley de Dios, y que conforme a las leyes y fueros de España y de la cristiandad, que los dejaba a su hijo D. Juachín. Finalmente, que para atajar razones se celebraron estos casamientos, y de hoy en adelante se guardará la sucesión según nuestras antiguas leyes, aprobadas por tan santas y católicas como lo son.



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ArribaAbajoCapítulo X

Fundación del señorío o cabecera de Quiahuitztlan. Sus primeros pobladores. Cronología de sus Gobernadores y Señores. Orden de sucesión.


Hemos tratado de la sucesión de los Xicotencas largamente: razón será que tratemos de la cuarta parte de Tlaxcala, que será de la cabecera de Quiahuitztlan, que no menos valor tuvo que las demás cabeceras, ni menos origen ni principio.

Es de saber que como los Chichimecas, primeros pobladores, vinieron poblando por Amaquemecan y vinieron rodeando las faldas de la sierra nevada y volcán, algunos de ellos siguieron el rumbo del Norte, y fueron a poblar las tierras de Tullantzinco y demás provincias de aquella sierra: como atrás dejamos referido, algunas cuadrilla, y legiones se quedaron en la provincia de Tepetlaoztoc, que es una legua de Tetzcuco hacia la parte del Norte, donde hallaron muy grandes cuevas en que vivir, y así se llama Tepetlaoztoc, porque quiere decir en lengua Nahual mexicana, en las cuevas de la Tezca156; y allí poblados, pasaron adelante capitanes más principales, y caminando llegaron a la provincia de Tlaxcala157, en la cual hallaron poblados a sus amigos   —90→   los Chichimecas que vinieron rodeando las sierras nevadas y volcán, y hallando pobladas y ocupadas tan buenas y fértiles tiernas, trataron con Culhuatecuhtlicuanez les acomodase en alguna parte de lo mucho que tenía como Señor Universal de toda la provincia de Tlaxcala, y Texcalticpac. Les dio cómodamente lo que fue necesario para su poblazón; de suerte que tuvieron conocido lo que habían de poseer, y esto les sucedió antes del gran cerco que se les hizo por los Huexotzincas, porque se hallaron en Texcalticpac a la defensa de su patria, y luego de como pasó la refriega se fueron a poblar la parte de Quiahuitztlan158, que es la cuarta cabecera de Tlaxcala que dicen de Citlalpopocatzin; y el primer Señor de ella fue Mizquitl159, al cual le sucedió Timaltecuhtli, a éste le sucedió Tozcoyohuatecuhtli160, a éste Cohuatzintecuhtli, a éste Quetzalhuitzin, a éste Zacaucatzin, que no reinó más de un año, y por su muerte le sucedió Iyactzin161 y a éste Citlalpopocatzin. Llamose así, porque cuando nació se vio en el cielo u cometa muy grande y espantoso que echaba muy grande humo de muy grande cola. En el tiempo en que éste reinaba vino Hernando Cortés, que asimismo le fue leal amigo y de todos los cristianos, y ayudó en la conquista contra los Mexicanos valerosamente, y después de sus días quedó en el Gobierno de esta cabecera Quetzalcohuatecuhtli; a éste sucedió Tlatlachtzintemilotecuhtli, llamado D. Antonio; muerto   —91→   éste sucedió D. Thomás de Santa Cruz, y porque fue incapaz para el Gobierno le sucedió D. Julián Motolinía, y a éste D. Antonio de Luna que hoy vive.

Se ha de advertir aquí, que al principio y origen de esta cabecera, fueron heredando por línea recta y derecha sucesión hasta Xipantecuhtli162 y hasta Citlalpopocatzin, y como fue la herencia sucediendo en hermanos, cuando vino a dar la vuelta que habían de heredar los hijos del primer hermano, hubo discordias; donde allí en adelante como eran todos primos y hermanos, acordaron que sucediese el señorío por elección como fuese ésta entre los mismos pretensores e interesados, y esto se ha venido guardando y observando hasta hoy. Finalmente, que con esto he acabado de tratar de la descendencia de las cuatro cabeceras de Tlaxcala, reinos y señoríos, que no fue otro nuestro fin, aunque para mayor claridad quiero ponerlo por más extenso, porque no se oscurezca su memoria por la venida de los cristianos y primeros españoles.



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ArribaAbajoCapítulo XI

Continuación. Población de las otras cabeceras y sus Señores. Etimología de la palabra Teochichimeca. Guerras intestinas. Capitanes Tlaxcaltecas que acompañaron a Cortés en la guerra de México. Armas y divisas de las cabeceras o señoríos de la República.


Principio y origen del Señorío y reinos de Tlaxcala, y de los primeros fundadores. La primera fundación fue la cabecera de Tepeticpac, la cual fundó y pobló el único Señor y Rey llamado Culhua Quanez, primer Señor de los Teochichimecas que quiere decir tanto como divinos Chichimecas163 Texcaltecas, venidos de las partes del Poniente en cuanto a nuestro centro, de muy lejanas partes desde las siete cuevas, pasando grandes desiertos, montañas, ríos, ciénagas y otros trabajos y peregrinaciones. Sucedió a Culhua Quanez en su señorío Atexcalihuehue, a éste Pantzintecuhtli, a éste Cocotzin a éste Teixtlacohuatzin, a éste Umacatzin, el cual murió en una guerra contra los mexicanos, y sucedió en su señorío Tlehuexolotzin Tlacaztallitecuhtli; y reinando   —94→   éste en su cabecera con feliz estado llegó Cortés, en cuyo tiempo se conquistó y ganó la tierra. Por muerte de Tlehuexolotzin sucedió en la cabecera D. Gonzalo su hijo Tecpanecatl Tlachpanquixcatzin, y a éste D. Francisco de Mendoza su hijo, que es en nuestros tiempos164. La cabecera de Ocotelolco: llegados que fueron los Teochichimecas, segundos pobladores de estas tierras y de las provincias de Tlaxcala, según sus historias antiguas, porque echaron de ellas a los Ulmecas y Xicalancas, luego que Culhua Quanez pobló en Texcalticpac, partió con un hermano suyo e hizo división de la tierra nuevamente poblada y ganada, dándole el señorío de toda la mitad de ella para que poblasen sus parientes, amigos y comilitones suyos, como en efecto pobló con gran pujanza y poder poniendo sus leyes y estatutos como Señor absoluto y poderoso, el cual fue llamado Cuicuitacatl165 haciendo su fundación en Ocotelolco, en la casa llamada Tecpan que quiere decir los Palacios Reales, y casa del señorío. A éste sucedió Papatotl, a éste Culhuateyohualminqui: todos estos vivieron poco tiempo, y al fin vino a suceder en esta casa de Tecpan Ocotelulco Acatentehuatecuhtli Tlatohuani,   —95→   que siendo muy viejo, y habiendo reinado dichosamente más de cincuenta años, y siendo de más de ochenta, por envidia conspiraron contra él y lo mataron en voz de que era tirano por usurparle señorío, y después de muerto; causada gran turbación en la República sin entender la causa por que tal cosa sucedía, andaban las gentes aturdidas sin saber que hacerse, y las mujeres y niños daban grandes alaridos. Los matadores y tiranos que tal crimen cometieron presentándose en su casa so pretexto de visitarle, le dieron muerte a porrazos, como se ha dicho, prendieron a sus hijos, hijas y mujeres y cuanto haber pudieron de su generación hasta la cuarta y quinta, y a todos los pasaron a cuchillo; con todo escaparon algunos niños de cuna, hijos de Acatentehuatzin que hoy viven, y son respetados por Señores aunque pobres.

Hecha esta crueldad y tiranía, los Señores de la casa de Texcalticpac acudieron al socorro y venganza de esta maldad algunos amigos y deudos; mas por no derramar más sangre patricia de la que se había derramado, considerando que el hecho no tenía remedio sino aplacar los negocios pasados, se dispuso que quedase el señorío en Cuitlizcatltecuhtotolin, por cuyo nombre se llamó la casa de Cuitlizco. Este vivió como un año en el señorío, y le sucedió Xohuatecuhtlimemeloc. Los que conspiraron contra el Señor Acatentehuatecuhtli eran advenedizos de Cholollan, recibidos por huéspedes de este Señor, como a deudos y parientes suyos que habían quedado poblados allí: les hizo amistad, y como fuese gente belicosa que no se contentaban con poco, procuraron con halagos pasarse a esta provincia con el ánimo ambicioso de enseñorear esta tierra, y con dádivas, mañas y buenas astucias, ganar la voluntad de muchos perversos para poner en ejecución sus odiosos propósitos como lo hicieron. A Xohuamemeloc sucedió en el señorío Tlacomihuatzin, el cual tiranizó de todo punto el señorío de Tecpan Ocotelolco, y lo gobernó en paz sin ninguna contradicción, siendo Rey y Señor absoluto de toda la cabecera de Ocotelolco. A éste sucedió Macatzin166   —96→   Chichimecatl Tecuhtli, y a éste167 Maxixcatzin su hijo, en cuyo tiempo llegó Hernán Cortés: le sucedió en el Estado D. Lorenzo Maxixcatzin Tianquiztlatohuatzin168 Señor del mercado, el cual murió en los reinos de Castilla yendo a besar las manos al emperador Carlos V, y a darle la obediencia. Por su muerte, y no dejar hijos, le sucedió D. Francisco Maxixcatzin Acuacuatzin169 Ultzetzlinhcatzin, hijo de Ullamanitzin, Señor del barrio de Atlamaxac y de una hermana suya, que es en nuestros tiempos.

La cabecera de Quiahuiztlan llamada Tlapitzahuacan, se gobernaba por elección porque eran muchos Señores deudos hijos de hermanos, y por evitar discordias, se elegía por ellos el que los debía gobernar: estos gobiernos eran de por vida. La fundación de este reino y cabecera fue la última de las cuatro de esta ciudad, que fueron los postreros que llegaron y vinieron en demanda de las demás, y se dividieron en dos o tres legiones y cuadrillas después de la gran mortandad y derrota de Poyauhtlan Cohuatlichan, que los más vinieron rodeando el volcán como está referido, por Tepetlaoztoc, Zacatzontitlan, Teomolixco, Zultepec, Iahualiucan, Mazapan, Quauhtepec, Ocelotepec, hasta que llegaron a esta provincia, y poblaron en Quiahuiztlan donde fueron muy bien recibidos de sus deudos. La otra cuadrilla llevó la vía de Tollantzinco, Xilotepec, Tototepec y Pahuatlan, como lo tenemos tratado.

Y tornando a la fundación del señorío de Quiahuiztlan, fue el primer Señor Mizquitl, le sucedió en el Gobierno Timatecuhtli,   —97→   a éste Taxcoyohua, a éste Cohuatzintecuhtli, a éste Quetzahuitzin170 Zacancatzin, el cual fue llevado de la cabecera de Ocotelolco del barrio de Contlantzinco por discordias que los Señores hubieron en la cabecera de Quiahuiztlan, y por eso el dicho Zacancatzin es descendiente de ellos por brazo femenino171. Estando por principal y Señor de Quiahuiztlan, fue llevado a la cabecera en conformidad de su República y fue Señor de ella dos años, y sucedió en el señorío Iyactzin Teohuatecuhtli, que también vivió poco en el Gobierno: por su muerte sucedió Citlalpopocatzin172 Quetzalcohuatecuhtli, en cuyo tiempo llegó Cortés: le sucedió Tlaltentzin Temilotzin173, a éste D. Tomás de la Cruz; y por ser de poco fruto en las ocasiones de aquellos tiempos, eligieron en el mando y gobierno de esta cabecera a D. Julián Motolinia Moquetlacatzin174, por cuya muerte sucedió D. Juan de Mendoza que actualmente vive, por ser hijo de D. Baltazar Cuauhtecolo, hijo de D. Julián Motolinia Moquetlacatzin.



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ArribaAbajo Capítulo XII

Formación de la sociedad Tlaxcalteca. Nobles y plebeyos. Distribución de las tierras. Organización feudal. Aumento y prosperidad de la nación. Extenso comercio que hacía. Se mantiene en paz con todos los comarcanos. Envidias que despierta. Ambición y conquistas del Rey mexicano Ahuizotl. Somete los Estados vecinos a Tlaxcala. Temores de la República. Resguarda sus fronteras. Los Estados limítrofes, ya subyugados, hostilizan su comercio. Excitan contra ellos la desconfianza de los Mexicanos.


Habiendo tratado de las tres cabeceras y de su principio, nos resta decir de la fundación y principio de la cabecera de Tizatlan, casa muy principal de Xicotencatl amigo leal de los cristianos, aunque es de la cabecera de quien habíamos de tratar antes en este lugar, y es por alargarnos más. Estos caudillos principales y muy señalados, bajaron de la cabecera de Tepeticpac y poblaron en un Valle y llano llamado Teotlalpan. El primer poblador y fundador de este señorío y casa fue llamado Xacayamachan Tzonpanetepelohuatecuhtli175, el cual, estando en su prosperidad, lo mataron por envidia que de él tuvieron, por ser tan bueno y bien quisto que atraía a sí muchas gentes por su afabilidad, regalos   —100→   que les hacía y grandes franquezas y liberalidades que usaba con los suyos; y como se iba engrandeciendo con tanto poder, hubieron temor de él no viniese a ser tan poderoso que los supeditase a todos y tiranizase. Estando en quietud, una noche conspiraron contra él y lo mataron, tomando por ocasión que era tirano; y después de muerto le asolaron las casas hasta el suelo, diciendo que se quería alzar con todo el reino de Tlaxcala, y que andaba llegando parcialidades para poner por obra su mal propósito y dar gusto a los ambiciosos, y con este color le hubieron de dar fin y cabo, y en este tiempo.

Por muerte de Xayacamachan se pasó el señorío y se subió al barrio de Tizatlan, sucediendo en el mando de aquella cabecera Zozoxyaotequihua Aquiahuacatl, que176 después de sus días sucedió en el señorío Aztamatlacaxtli Tecuhtli, y de éste sucedió otro Xayacamachan Tlazcatlecuhtli177, y de éste Xicotencatl, hijo de Aztahua, en cuyo tiempo vino el Marqués, y le recibió de paz él y los suyos, con muchos regalos y favores que le hizo. Después de muerto le sucedió Itzehecatzin Teuhtli Piltecuhtli178. Aunque   —101→   hubo el dicho Xicotencatl muchos hijos, que dejó en toda Tlaxcala grande generación, vivió más de ciento cuarenta años179, pues hubo más de cien hijos e hijas, y entre ellos muchas y muy valerosos hombres y capitanes. Después de su muerte sucedió en el señorío de Tizatlan Motenehuatzin Tlamacaztecuhtli: éste murió en la guerra de Culhuacan180, yendo con Nuño de Guzmán a aquella conquista. Por su muerte sucedió D. Juan de Vargas Quauhxayacatzin, quedando por tutor D. Luis Xicotencatl, hijo del dicho Motenehuatzin, y por su muerte sucedió D. Juachín de la Cerda; y por venir la sucesión por vía transversal salió a la causa D. Leonardo Xicotencatl, nieto de Itzehecatzin, diciendo pertenecerle a él el señorío por línea recta y derecha sucesión, y no a los herederos de D. Juachín de la Cerda181, llamada Doña Francisca de la Cerda Tehculhuatzin; y así han sucedido en el   —102→   Estado de Xicotencatl y lo tienen en nuestros tiempos su gran conformidad de toda su cabecera.

Los capitanes famosos y muy diestros en la guerra que llevó Cortés a la de México, son hijos de Señores y hombres de cuenta y calidad. Son los que siguen: primeramente de la cabecera de Ocotelolco, salieron Tecohuanitecuhtli Aexotecatl; Cehecatecuhtli, Tecpanecatl, Tenamazcuicuiltecuhtli señor de Tepoyanco, Calmecahuatecuhtli Petlacoltzintecuhtli; de la cabecera de Quiahuiztlan salieron Quanahtecatl Tecuhtli Quauhquentzin, Tepultzin, Tlachpanquizcatzin, Chichimecayaotequihua, Tepalnencatzin, Temaxahuitzin, Omemaní Nezahualcoyotzin Cocomitzin, Acxotecatl Tzinhcohuacatl, Quauhtapalcantzin, sin otros muchos que por la variedad del tiempo se han olvidado sus nombres antiguos.

Las divisas y armas principales de la casa de Ocotelolco de los Maxixcatzis, son una garza o pájaro verde llamado Quetzaltototl, sobre un peñasco, que es una ave de plumas verdes muy parecidas182: tiene el pico de oro, y en los encuentros de las alas dos patenas redondas de oro y sobre la cola otra183. La divisa y armas de la casa y cabecera de Quiahuiztlan, es un penacho de plumas verdes a manera de184 ala o aventador, que traían por divisa y armas los Señores de esta cabecera, y el día de hoy la estiman en mucho, llamado Quetzalpatzactli185. La cabecera de Tepeticpac, tiene por armas y divisa un lobo muy feroz sobre unas peñas, que tiene en la mano un arco y flechas186. No se hace   —103→   caso de otras armas y divisas, al ver que son muchas y diversas maneras a sus antiguas usanzas. Ahora tornaremos, prosiguiendo nuestra relación, a tratar lo que sucedió después de la derrota de los de Texcalticpac, y cómo se fueron amplificando y ensanchando, y la ocasión que tuvieron los Culhuas mexicanos de tener guerras, enemistades y disensiones con los Tlaxcaltecas, y en qué tiempos.

Después de ser pasada la guerra cruel de los Chichimecas de Texcalticpac, como atrás dejamos tratado, comenzaron a bajarse de allí, y a fundarse pueblos y lugares. Se fundó la cabecera de Ocotelolco, y la de Tizatlan y Quiahuiztlan. No tan solamente se ha de entender que fueron los cuatro Señores de esta República, porque ensimismo se poblaron muchos pueblos y lugares de otros principales Chichimecas que habían sido caudillos en su venida, capitanes, maestres de campo y de otros oficios y cargos tocantes a la milicia, de los cuales, el día de hoy, hay casas fundadas de muy buenos mayorazgos y otras casas solariegas, a las cuales tenían reconocimiento como casas mayores de donde procedía su linaje, como la que se fundó en Tepeticpac que fue la primera cabecera, que acudían a ella con reconocimiento y respeto de Rey, y lo mismo se hacía en la cabecera de Ocotelolco, Tizatlan y Quiahuiztlan. De cada casa de éstas y cabeceras, procedían otros muchos Tecuhtlis mayorazgos, que quiere decir Caballeros y Señores, y otras casas que llaman Pileales, que es como decir casas solariegas de principales hombres hidalgos, en lo cual se tenía particular cuenta, porque los descendientes de éstos son estimados como hombres calificados, que aunque sean pobrísimos no ejercen oficios mecánicos ni tratos bajos ni viles. Jamás se permiten cargar ni cavar con coas ni arados, diciendo que son hidalgos y que no han de aplicarse a estas cosas soeces ni bajas, sino servir en guerras y fronteras   —104→   y como hidalgos, y morir como hombres peleando; la cual locura virtuosa dura y permanece hasta ahora, diciendo que son hidalgos y caballeros desde ab initio, y que ahora lo son mejor porque se convirtieron al verdadero Dios y se han tornado cristianos, dando la obediencia al emperador D. Carlos *Rey de Castilla*187; además y allende de esta le ayudaron a ganar y conquistar toda la redondez y máquina de este Nuevo Mundo, dándole el derecho y acción que tenían contra las mexicanos para que fuese universal Rey y Señor de ellos, y que por esto son hidalgos y caballeros. Estas y otras fanfarrias y locuras dicen, que jamás acaban de blasonar, y así cuando un mal español los maltrata, le dicen que es mal cristiano, que no es hidalgo ni caballero188, que debe ser villano, moro o judío o vizcaíno, y al remate cuando no hallan palabras con que poderle vituperar le dicen... al fin eres portugués, pensando que en esto le han hecho muy grande afrenta.

Tornando a nuestro propósito comenzado, que es haber tratado de las casas de mayorazgos y señorío189, y de las casas solariegas, cualquiera capitán o Tecuhtli que fundada una casa o vínculo de mayorazgo, todos aquellos soldados que tenía a su cargo en aquel repartimiento de tierras y montes que se le había dado, hacía después otro repartimiento, el cual era de esta forma y manera que diremos. Cualquier Tecuhtli que fundaba un Tecalli que se casa de mayorazgo o Pilcalli que es casa solariega, todas aquellas tierras que les caían en suerte de repartimiento con montes, fuentes, ríos o lagunas, se tomaba para la casa principal la mayor y mejor suerte o pagos de tierra, y luego, las demás que quedaban, se repartían para sus soldados, amigos y parientes igualmente, y todos estos estaban obligados a reconocer la casa mayor, a acudir a ella, a alzarle, repararle y a   —105→   ser Continos190 en ella, con reconocimiento de aves y cazas, flores y ramos para el sustento de la casa del mayorazgo; y el que lo estaba obligado a sustentarlos y regalarlos como amigos de aquella casa y parientes de ella, así es que se llaman Teixhuihuan que quiere decir los nietos de la casa de tal parte; y en estos repartimientos de tierras se partieron a Terrazgueros e hirieron pobladores en ellas, y estos eran vasallos, y como tales les pagaban tributo y vasallaje de las cosas que criaban y cogían, y por esta orden vinieron a ser Caciques y Señores de muchas gentes y vasallos que los reconocían y pagaban vasallaje, de las cuales fundaron pueblos y lugares muy principales con que se sustentaron y gobernaron su República por buen modo y concierto, según su bárbaro y rústico talento.

Así poblada la muy insigne y no menos que leal provincia de Tlaxcala, tuvieron paz y concordia con todas las provincias comarcanas grandes tiempos, y así se comunicaban y trataban en gran conformidad con los mexicanos, y atravesaban los unos y los otros todas las tierras, y provincias y reinos que querían, y lo mismo hacían los de ésta, porque iban a contratar a todas partes, de una mar a otra, de la del Sur a la del Norte, de la de Levante a la de Poniente, y porque de los pobladores de esta provincia salieron a poblar la costa y serranía de hacia la parte del Norte y de la de Levante, hacia Cenpoalla, Tuxtla, Cohuazacoalco y Tabasco: finalmente, de estas tierras traían oro, cacao, algodón, ropa, miel, cera, plumería de papagayo y otras riquezas que mucho estiman; en tanta manera, que vino a ser el reino de Tlaxcala uno de los mayores que hubo en estas partes del Nuevo Mundo, gobernado por los cuatro Señores de las cuatro cabeceras191; tanto que fue envidiado de las provincias vecinas   —106→   y comarcanas, que aunque Cholollan; Huexotzinco, Quauhquecholla e Itzyocan192 que llaman los españoles Izúcar y Tecalpan, Tepeyacac193, Tecamachalco, Quecholac, Acantzinco, Teohuacan, Cozcatlan y Teutitlan194 Ahuilizapan, y todas estas provincias se tenían amistad, no por eso dejaba de reinar en ellos mortal envidia: la misma amistad se tenía con los Zacatecas Iztaccamaxtitlancalques, Tzacuhtecas y Tlatlauhquitepehuaques, Tecuhtecas y Atzopanecas195: todas estas naciones que son Ulmecas

Asimismo tenían alianzas con esta provincia196, que les traían la miel, cera, liquidámbar, gran muchedumbre de algodón y otras cosas que las tierras templadas producen, pescado y camarón; y como las cosas de esta vida ni la felicidad de ella es permanente, luego se introdujo la sediciosa ambición, que como hubiese paz y conformidad con los Tetzcucanos y Mexicanos, y fuese en crecimiento el Imperio de los Tepanecas Culhuas197, no contentándose con lo que era suyo propio, pretendió ponerse en armas contra los de Tlaltelulco198 y supeditarlos, sin otro   —107→   derecho alguno, sino sólo para que le reconociesen por Señor y Rey a Ahuitzotzin, que en aquel siglo reinaba sobre todos los Mexicanos Tepanecas; y como saliese con su propósito comenzado, procuró luego de ir contra Xochimilco y sujetarle, así como lo hizo, y de allí, como le sucedía todo tan prósperamente, fue engañando199 y conquistando tierras y provincias, sujetándolas así como Señor absoluto, pues que con los grandes ejércitos que hizo juntar, atemorizó toda la tierra: unas provincias se le daban de paz y otras por fuerza de arma; y como hubiese sujetado la mayor parte de los Matlatzincas, Cohuixcas y Tlalhuicas, pretendió pasar los puertos de la Sierra Nevada y volcán con sus ejércitos, hasta que rindió a los de Huexotzinco y Cholulla, haciendo partidos y conciertos de reconocimiento con ellos: de aquí hubo principio el ser único Señor del Reino Mexicano; y como a Ahuitzotzin le sucediese Axayacatzin, único Señor de México, pretendió hacer lo propio que su antecesor Ahuitzotzin, esto es, ir ensanchando su reino con ánimo de conquistar todo el mundo, y cuanto hallase por delante para su Rey universal200.

Le sucedió tan prósperamente todo lo que se imaginó y propuso, que a poco tiempo vino a ser Rey casi Señor de todo Huexotzinco, Quauhquechollan, Itzucan, Valle de Atlixco, Cholollan, Calpan, Tepeyacac, Tecamachalco, Quecholac, Teohuacan, Cozcatlan y Teotitlan; finalmente, toda la más tierra que pudo fue sujetando y conquistando de tal manera, que no había provincia ni reino que *se le parase delante*, no ganase y conquistase. Entendido por los Señores de Tlaxcala la prosperidad y pujanza con que iba creciendo el reino de los Culhuas Mexicanos Tepanecas, que ya en esta sazón se llamaban Tenuchcas201, determinaron de ponerse en arma y cuidado de las   —108→   cosa que les pudiesen suceder con poderío tan grande como este que se había levantado; y así porque no les entrase por alguna parte, determinaron de guardar y conservar sus tierras y tener con esto paz con todos como siempre la habían tenido; mas con todas estas prevenciones y recatos, movidos de mortal envidia los Huexotzincas Cholultecas y otras provincias sujetas a los Tenuchcas Mexicanos, procuraron por astucias y maña impedir la contratación de los Tlaxcaltecas por todas las partes que pudieron y que se recogieran en sus tierras, y para más incitar a los Tenuchcas Mexicanos y moverlos a ira, informaron los rendidos202 siniestramente contra ellos, diciéndoles cómo los Tlaxcaltecas se iban apoderando de muchas provincias de las que ellos habían ganado, así por amistades como por contratos, especialmente de las de Cuetlaxtlan203, Tuxtlan, Cempohuallan, Cohuatzacoalco, Tabasco, Campeche y otras provincias y lugares marítimos, y que avisaban de ello, que viesen lo que más les convenía; y como los Tenuchcas entendiesen que podía suceder así por ser los Tlaxcaltecas belicosos, y viendo que los Mexicanos iban señoreando toda le tierra, que podrían hacer lo mismo, y como el mando no permite igualdad para remediar un tan gran estorbo e impedimento, procuraron los Tenochcas apoderarse de toda la Totonacapan y de las provincias de los Tohueyos, Xalapanecas, Nauhtecas, Mexcaltzincas y otras muchas provincias de la Costa de Norte, que por evitar prolijidad no referimos, e impedir por tal medio de estorbar las contrataciones y granjerías a los tlaxcaltecas, que les daban mucha riqueza, como en efecto lo hicieron204.



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