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Resultado número:21
Texto
- Título:
-
Entre Troya y Siracusa / Domingo Miras Molina - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Miras Molina, Domingo
- Portal:
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Asociación de Autores de Teatro
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- Materia:
-
Teatro español Siglo 21º
- Fragmentos
'Socrátes' en la obra
: (20
coincidencias encontradas)
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XANTIPA, esposa de Sócrates.
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SÓCRATES .- ¿Para qué he de subir?
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.- No has contestado a mi pregunte, Sócrates.
-
.- ¡Cómo, Sócrates! ¿Que yo soy partidario de
la guerra?
SÓCRATES .- Sí, tú.
-
SÓCRATES .- Nos conocemos, amigo.
-
ALCIBÍADES .- ¿Qué dices, Sócrates ? ¿De qué sacrilegio
hablas?
SÓCRATES .
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SÓCRATES .- ¿Tú has leído la obra?
-
ALCIBÍADES .- No, Sócrates, de ninguna manera.
-
ALCIBÍADES .- No, Sócrates, no.
-
SÓCRATES .- ¿Pero, qué es lo que sois?
-
SÓCRATES .- Vaya, menos mal.
-
.- ¡Sócrates, Sócrates, que vas a perder la
templanza!
-
SÓCRATES .- ¡Ah, el pobre Astianacte!
-
MIRRINA.- ¡Sócrates, qué alegría me das! ¿De verdad te
gusta mi trabajo?
SÓCRATES .
-
SÓCRATES .- ¡Bah, pero si no es nada!...
-
(SÓCRATES y ALCIBÍADES aplauden tibiamente.)
SÓCRATES .- M uy bien, muy bien.
-
SÓCRATES .- ¿De veras, Alcibíades?
-
ALCIBÍADES .- ¿Tú qué dices, Sócrates? ¿Es un tonto, o un
granuja?
SÓCRATES .- ¿Qué importa?
-
SÓCRATES .- ¡Dioses, mi mujer!
-
MIRRINA.- (A SÓCRATES.) Pero, ¿quien es es a horrible
mujer?
SÓCRATES .- (Algo avergonzado.)
- Formatos:
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Resultado número:22
Texto
- Título:
-
Diálogos : Fedón, o de la inmortalidad del alma; El banquete, o del amor ; Gorgias, o de la retórica / Platón; [traducción de Luis Roig de Lluis] - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Platón, aproximadamente 427 a.C. - 347 a.C.
- Portal:
-
Colección Austral
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- Materia:
-
Filosofía
- Fragmentos
'Socrátes' en la obra
: (600
coincidencias encontradas)
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SÓCRATES.- Pues entonces, adelante, y
examinemos todavía esto otro.
-
SÓCRATES.- ¿Y lo que se llama
creer?
GORGIAS.- También lo admito.
-
SÓCRATES.- ¿Te parece que saber y
creer, la ciencia y la creencia, son la misma cosa o dos
diferentes
-
GORGIAS.- Pienso, Sócrates, que son dos
diferentes.
-
SÓCRATES.- Piensas acertadamente, y
podrás juzgar por lo que te voy a decir.
-
SÓCRATES.- ¿Y hay también
una ciencia falsa y una verdadera?
GORGIAS.- No.
-
SÓCRATES.- Entonces es evidente que creer
y saber no son la misma cosa.
-
SÓCRATES.- Sin embargo, los que saben
están persuadidos lo mismo que los que creen.
-
SÓCRATES.- ¿Quieres que,
consecuentes a esto, admitamos dos especies de persuasión,
una que produce
-
SÓCRATES.- De estas dos persuasiones,
¿cuál es la que con la retórica opera en los
tribunales y otras
-
GORGIAS.- Es evidente, Sócrates, que con
la que engendra la ciencia.
-
SÓCRATES.- La retórica, a lo que
parece, es, pues, obrera de la persuasión que hace creer y
no de la
-
SÓCRATES.- El orador, pues, no se propone
instruir a los tribunales y a las otras asambleas acerca de
-
SÓCRATES.- ¿No es porque
también hay otros pintores que pintan animales?
-
SÓCRATES.- De manera que si Zeuxis fuera
el único que los pintara, me habrías contestado
bien.
-
SÓCRATES.- Dime, pues,
refiriéndome a la retórica: ¿te parece que es
la única que motiva la persuasión
-
GORGIAS.- Persuade con toda seguridad,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- Volviendo a las mismas artes
de que ya se ha hecho mención, ¿no nos enseñan
la aritmética
-
SÓCRATES.- ¿Y no persuaden al
mismo tiempo?
-
SÓCRATES.- ¿Y si nos preguntaran
en qué persuasión y de qué?
-
SÓCRATES.- La retórica no es,
pues, el único arte cuya obra es la persuasión.
-
SÓCRATES.- Por consiguiente, puesto que
no es la única que produce la persuasión y que otras
artes consiguen
-
SÓCRATES.- Ya que piensas así,
respóndeme.
-
.- Hablo, Sócrates, de la
persuasión que tiene lugar en los tribunales y las asambleas
públicas, como
-
SÓCRATES.- Sospechaba que tenías
en vista, en efecto, esta persuasión y estos objetos,
Gorgias.
-
SÓCRATES.- De la economía, de la
medicina y de la justicia.
-
.- La justicia las aventaja en mucho,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- Puesto que es la más
bella, es, pues la que procura el mayor placer o la mayor utilidad,
-
SÓCRATES.- ¿Tener que entregarse
en mano de los médicos es agradable?
-
SÓCRATES.- ¿Pero es una cosa
útil?
POLOS.- Sí.
-
SÓCRATES.- Porque libra de un gran mal;
así, pues, es ventajoso sufrir el dolor para recuperar la
salud
-
SÓCRATES.- Pensando sólo en el
cuerpo, quién es más dichoso, ¿el hombre que
está en manos de los médicos
-
SÓCRATES.- En efecto; la felicidad no
consiste, parece, en verse aliviado de un mal, sino en no estar
-
SÓCRATES.- Y de dos enfermos, lo mismo da
que lo sean del cuerpo que del alma, ¿quién es el
más desgraciado
-
SÓCRATES.- Hemos dicho que el castigo
procura la liberación del mayor de los males, que es la
maldad
-
SÓCRATES.- Porque el castigo vuelve
sensato, obliga a ser más justo y es la medicina del
alma.
-
SÓCRATES.- El más feliz, por
consiguiente, es quien no tiene maldad alguna en el alma, porque
hemos
-
SÓCRATES.- Y después de él
quien se ve libertado del mal.
-
SÓCRATES.- Que es quien ha sido
advertido, amonestado y ha sufrido el castigo.
-
SÓCRATES.- Pero quien vive más
desgraciado es el que comete injusticias y no se ve libre de
ellas.
-
SÓCRATES.- ¿De manera que beber es
tener un placer?
CALLICLES.- Sin duda.
-
SÓCRATES.- ¿Porque se tiene
sed?
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿O sea, porque se sufre
un dolor?
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿Ves que de esto
resulta que cuando dices: beber teniendo sed es como si dijeras:
experimentar
-
SÓCRATES.- Pero ¿no confesaste que
es imposible ser desgraciado al mismo tiempo que se es feliz?
-
SÓCRATES.- Acabas de reconocer que se
puede disfrutar de un placer sintiendo dolor.
-
SÓCRATES.- Entonces sentir un placer no
es ser feliz ni experimentar un dolor ser desgraciado, y por
-
CALLICLES.- No sé qué
razonamientos tan capciosos empleas, Sócrates.
-
SÓCRATES.- Lo sabes muy bien, pero
disimulas, Callicles.
-
CALLICLES.- Sócrates es siempre el mismo,
Gorgias.
-
Te has comprometido a dejar argumentar a
Sócrates como mejor le plazca.
-
SÓCRATES.- Puedes considerarte dichoso,
Callicles, por haber estado iniciado en los grandes misterios
-
.- Al menos tú lo crees,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- Y tú, Callicles,
¿aseguras de buena fe que lo que has dicho es la verdad?
-
SÓCRATES.- ¿Quieres que discutamos
tu opinión como si hablaras en serio?
-
SÓCRATES.- Perfectamente. Puesto que tal
es tu manera de pensar, explícame esto.
-
SÓCRATES.- ¿No hablaste hace poco
del valor unido a la ciencia?
-
SÓCRATES.- ¿No haces
distinción de estas dos cosas por la razón de que el
valor es otra cosa que la
-
SÓCRATES.- ¿La voluptuosidad y la
ciencia son la misma cosa o se diferencian?
-
.- Se diferencian, sapientísimo
Sócrates.
-
SÓCRATES.- Y el valor, ¿es
también distinto de la voluptuosidad?
-
SÓCRATES.- Espera para que grabemos esto
en la memoria: Callicles de Acharnea sostiene que lo agradable
-
¿Sócrates de Alopeka
está conforme con esto o no?
CALLICLES.- No está conforme.
-
SÓCRATES.- No creo tampoco que Callicles
lo esté cuando haya reflexionado seriamente, porque dime:
¿
-
SÓCRATES.- Puesto que estas dos maneras
de ser son opuestas, ¿no es de necesidad que ocurra con
ellas
-
SÓCRATES.- Escúchalo: tomemos, por
ejemplo, la parte del cuerpo que más te plazca. ¿Los
ojos?
-
SÓCRATES.- ¿Crees que es un bien
para uno hacer lo que le parece más ventajoso cuando
está desprovisto
-
SÓCRATES.- Pruébame que los
retóricos tienen buen sentido y que la retórica es un
arte y no una adulación
-
SÓCRATES.- ¿Cómo, pues,
tendrían los oradores y tiranos un gran poder en las
ciudades a menos que Polos
-
no obligue a Sócrates a confesar
que hacen lo que quieren?
-
SÓCRATES.- Digo que no hacen lo que
quieren. Refútame.
-
SÓCRATES.- Y sigo
sosteniéndolo.
POLOS.- Entonces hacen lo que quieren.
-
SÓCRATES.- Lo niego.
POLOS.- ¡Qué! ¿Cuándo
hacen lo que juzgan a propósito?
-
SÓCRATES.- Sin duda.
-
.- En verdad, Sócrates, mantienes
cosas insostenibles y deplorables.
-
SÓCRATES.- No me condenes tan de prisa,
Polos encantador, por hablar como tú66.
-
SÓCRATES.- ¿Juzgas que los hombres
quieren lo que hacen habitualmente o la cosa por la cual hacen esas
-
SÓCRATES.- Habla mejor, Polos.
POLOS.- ¿Por qué?
-
SÓCRATES.- Porque no hay que envidiar a
aquellos cuya suerte no debe excitar ninguna ni a los desgraciados
-
SÓCRATES.- ¿Podría acaso
juzgarlos de otro modo?
-
SÓCRATES.- De ninguna manera, pero
tampoco me parece digno de ser envidiado.
-
SÓCRATES.- Sí, querido; lo he
dicho del que condena a muerte injustamente, y además, que
es digno de
-
SÓCRATES.- Menos que el autor de su
muerte, Polos, y menos aún que el que ha merecido la
muerte.
-
POLOS.- ¿Cómo,
Sócrates?
-
SÓCRATES.- Porque de todos los males, el
mayor es cometer una injusticia.
-
SÓCRATES.- De ninguna manera.
-
SÓCRATES.- No quisiera ni lo uno ni lo
otro.
-
SÓCRATES.- No, si por tirano entiendes la
misma cosa que yo.
-
.- Pienso, Sócrates, que aunque no
supiera nada de todo eso, lo aprendería a mi lado.
-
SÓCRATES.- Detente, no sigas. Respondes
muy bien.
-
SÓCRATES.- Pero dime: el que ha aprendido
el oficio de carpintero, ¿es carpintero o no?
-
SÓCRATES.- Y cuando se ha aprendido
música, ¿se es músico?
GORGIAS.- Sí.
-
SÓCRATES.- Y cuando se ha aprendido la
medicina ¿no se es médico?
-
SÓCRATES.- Por la misma razón,
pues, el que haya aprendido lo que corresponde a la justicia, es
justo
-
SÓCRATES.- Entonces es de necesidad que
el orador sea justo y que el hombre justo quiera que sus acciones
-
SÓCRATES.- El hombre justo no
querrá, pues, cometer ninguna injusticia.
-
SÓCRATES.- ¿No se deduce
necesariamente de lo que se ha dicho, que el orador es justo?
-
SÓCRATES.- El orador, por consiguiente,
no cometerá jamás una injusticia.
-
SÓCRATES.- ¿Recuerdas haber dicho
un poco antes que no había que achacar la culpa ni expulsar
de las
-
SÓCRATES.- Pero lo que es bello es al
mismo tiempo bueno porque es agradable y útil.
-
SÓCRATES.- Por esto lo que sufre el
castigado es bueno.
POLOS.- Parece que sí.
-
SÓCRATES.- De ello deduce, por
consiguiente, alguna utilidad.
POLOS.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿Es esta utilidad la
que concibo, quiero decir, la de que mejora su alma, si es cierto
que
-
SÓCRATES.- Así es que el castigado
se ve libre de la maldad que hay en su alma.
-
SÓCRATES.- ¿No se ve así
libre del mayor de los males?
-
SÓCRATES.- Y refiriéndonos a la
constitución del cuerpo, ¿no llamas males a la
debilidad, a las enfermedades
-
SÓCRATES.- ¿Piensas, sin duda, que
el alma también tiene sus males?
-
SÓCRATES.- ¿No serán lo
que llamas injusticia, ignorancia, cobardía y otros defectos
parecidos?
-
SÓCRATES.- Con estas tres cosas, pues,
las riquezas, el cuerpo y el alma, se relacionan, según
tú, tres
-
SÓCRATES.- ¿Cuál de estos
tres males es el más feo?
-
SÓCRATES.- Si es el más feo,
¿no es también el peor?
-
.- ¿Cómo lo entiendes,
Sócrates?
SÓCRATES.- Helo aquí.
-
SÓCRATES.- Pero ¿no acabamos de
reconocer que la injusticia y todos los vicios del alma son los
más
-
SÓCRATES.- Sí, y tu también
y todo el mundo.
-
SÓCRATES.- ¿Quieres
responderme?
-
SÓCRATES.- Pues para saberlo,
contéstame, Polos, como si empezara a interrogarte por
primera vez.
-
SÓCRATES.- ¿Y qué es
más feo: cometer una injusticia o soportarla? Responde.
-
SÓCRATES.- Si es más feo,
será, pues, un mal mayor.
POLOS.- De ninguna manera.
-
SÓCRATES.- Comprendo.
-
SÓCRATES.- ¿Qué dices de
esto?
-
SÓCRATES.- De igual manera, ¿no
llamas bellas a todas las otras cosas, figuras, colores, por el
placer
-
SÓCRATES.- ¿No ocurre lo mismo con
los sonidos y con todo lo que pertenece a la música?
-
SÓCRATES.- Igualmente lo que es bello en
cuestión de leyes y de géneros de vida, ¿no lo
es, sin duda
-
SÓCRATES.- Lo que el paciente sufre,
¿no es de la misma naturaleza que lo que hace el agente?
-
SÓCRATES.- ¿Y si pega de prisa y
fuerte que la cosa sea golpeada de la misma manera?
-
SÓCRATES.- Lo golpeado experimenta, por
lo tanto, un efecto de la misma naturaleza que la acción del
-
SÓCRATES.- Por consiguiente, si uno quema
es preciso que haya alguna cosa que se queme.
-
SÓCRATES.- ¿Y si se quema mucho y
de una manera dolorosa que la cosa quemada lo sea precisamente de
-
SÓCRATES.- Y lo mismo si una cosa corta
porque otra tiene que ser cortada.
-
SÓCRATES.- Y si el corte es grande o
profundo o doloroso, la cosa cortada tiene que ser exactamente
-
SÓCRATES.- En una palabra: mira a ver si
me concedes respecto a todas las otras cosas lo que acabo de
-
SÓCRATES.- Después de estas
condiciones, dime si ser castigado es sufrir u obrar.
-
.- Sufrir, necesariamente,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- ¿Por parte de
algún agente, sin duda?
-
SÓCRATES.- El que castiga con
razón, ¿castiga justamente?
POLOS.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿Haciendo una obra
justa o no?
POLOS.- Haciendo una cosa justa.
-
SÓCRATES.- El que está castigado,
cuando se le castiga, sufre una cosa justa, por lo tanto.
-
SÓCRATES.- ¿No habíamos
convenido en que todo lo justo es bello?
POLOS.- Sí.
-
SÓCRATES.- Lo que hace la persona que
castiga y lo que sufre la persona castigada es, pues, bello.
-
SÓCRATES.- ¿No puede decirse lo
mismo refiriéndose a la belleza de las ciencias?
-
.- Indudablemente; definir lo bello,
Sócrates, como haces, explicándolo por medio de lo
útil y de lo
-
SÓCRATES.- Lo feo entonces
¿estará bien definido por los dos contrarios: el
dolor y lo malo?
-
SÓCRATES.- Si de dos cosas bellas una lo
es más que la otra, ¿no lo es porque la aventaja en
hermosura
-
SÓCRATES.- Y de dos cosas feas, si una es
más fea que la otra será porque causa más
dolor o más mal
-
SÓCRATES.- Veamos ahora.
¿Qué decíamos recién referente a la
injusticia cometida o sufrida?
-
SÓCRATES.- Si es más fea la
comisión de una injusticia que la desgracia de ser
víctima de ella, es o
-
SÓCRATES.- Examinaremos en primer lugar
si es más doloroso cometer una injusticia que tener que
sufrirla
-
la cometen experimentan más dolor que
los que son víctimas de ella,
POLOS.- Aquéllos, no, Sócrates
-
SÓCRATES.- La acción de cometer
una injusticia no es, pues, tan dolorosa como el sobrellevar
ésta.
-
SÓCRATES.- Si es así,
ocurrirá lo mismo con relación al dolor y al mal a su
vez.
-
SÓCRATES.- Entonces no nos queda
más que referirnos al último de los dos.
-
SÓCRATES.- ¿Al mal
sólo?
POLOS.- Me parece.
-
SÓCRATES.- Puesto que cometer una
injusticia hace inclinarse del lado del mal, es peor que
padecerla
-
.-
¿Por qué razón,
Sócrates?
-
SÓCRATES.- Por la razón, Polos,
de que habiéndote preguntado Chairefon en qué arte es
Gorgias hábil
-
SÓCRATES.- Convengo en ello; pero nadie
te interroga acerca de las cualidades del arte de Gorgias.
-
GORGIAS.-
La retórica, Sócrates.
SÓCRATES.- Entonces ¿hay que
llamarte retórico?
-
GORGIAS.- Y buen retórico,
Sócrates, si quieres llamar me lo que me glorifico de
ser64,
para servirme
-
SÓCRATES.- Consiento en ello.
GORGIAS.-
Pues bien; llámame así.
-
SÓCRATES.- ¿Podremos decir que
eres capaz de enseñar este arte a los otros?
-
SÓCRATES.- ¿Quisieras, Gorgias,
que continuáramos en parte interrogando y en parte
contestando, como
-
GORGIAS.- Hay algunas respuestas,
Sócrates, que por necesidad no pueden ser breves.
-
SÓCRATES.- Es lo que debe ser, Gorgias.
-
SÓCRATES.- Una casa en la que reina el
orden y el arreglo, ¿no es buena?
-
SÓCRATES.- ¿No debe decirse lo
mismo de una embarcación?
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- Y refiriéndonos a
nuestro cuerpo, ¿no podemos emplear el mismo lenguaje?
-
SÓCRATES.- ¿Será buena
nuestra alma si es desordenada?
-
SÓCRATES.- ¿Qué nombre
darías al efecto que el orden y el arreglo producen en el
cuerpo?
-
SÓCRATES.- Trata ahora de encontrar y
decirme precisamente el nombre del efecto que el orden y el arreglo
-
CALLICLES.- ¿Por qué no lo buscas
tú mismo, Sócrates?
-
SÓCRATES.- Si prefieres, lo diré;
pero si encuentras que tengo razón, convén en ello;
si no, refútame
-
SÓCRATES.- Así, pues, el buen
orador, el que se conduce según las reglas del arte,
tenderá siempre a
-
SÓCRATES.- ¿De qué le
sirve, en efecto, Callicles, a un cuerpo enfermo y mal dispuesto
que le presenten
-
SÓCRATES.- Porque me figuro que no es una
ventaja para un hombre vivir con un cuerpo enfermo, puesto
-
SÓCRATES.- Por esto dejan los
médicos en general en libertad a los que se encuentran bien
de satisfacer
-
SÓCRATES.- Pero, querido amigo,
¿no será preciso proceder lo mismo con el alma?
-
SÓCRATES.- Porque es el partido
más ventajoso para el alma.
CALLICLES.- Sin duda.
-
SÓCRATES.- Pero tener a alguien alejado
de lo que desea, ¿no es corregirle?
-
SOCRATES.- Entonces para el alma vale más
vivir corregida que silenciosamente, como pensabas ha poco
-
CALLICLES.- No comprendo nada de lo que dices,
Sócrates, interroga a otro.
-
SÓCRATES.- He aquí un hombre que
no podría consentir en lo que por él se hace ni
soportar la cosa misma
-
SÓCRATES.- ¡Sea! ¿Qué
haremos entonces? ¿Dejaremos incompleta esta
discusión?
-
SÓCRATES.- Lo son porque no hay nada
más doloroso o nada más perjudicial o por ambas
cosas.
-
SÓCRATES.- Entonces ¿es más
doloroso ser injusto, intemperante, cobarde e ignorante que ser un
indigente
-
SÓCRATES.- Los vicios del alma no son,
pues, lo más feo sino porque aventajan de una manera
extraordinaria
-
SÓCRATES.- Pero lo que se distingue por
el exceso de daño que causa es el mayor de los males.
-
SÓCRATES.- La injusticia, la
intemperancia y los otros vicios del alma son, de todos los males,
los
-
SÓCRATES.- ¿Qué arte nos
libra de la pobreza? ¿No es la economía?
POLOS.- Sí.
-
SÓCRATES.- Y de la enfermedad, ¿no
es la medicina?
POLOS.- Naturalmente.
-
SÓCRATES.- ¡Y de la maldad y de la
injusticia?
-
SÓCRATES.- ¿Y adónde a los
que se entregan a la injusticia y al libertinaje?
-
SÓCRATES.- Para que los castigue,
¿verdad?
POLOS.- Indudablemente.
-
SÓCRATES.- Los que castigan con
razón, ¿no siguen en eso las reglas de cierta
justicia?
-
SÓCRATES.- Así es que la
economía precave de la indigencia, la medicina libra de la
enfermedad y la
-
SÓCRATES.- Pero de estas tres cosas de
que hablas, ¿cuál crees, Polos, que es la más
bella?
-
SÓCRATES.- Cuando el enemigo se retiraba,
¿quienes te han parecido demostrar más júbilo,
los cobardes
-
SÓCRATES.- Eso no significa nada.
¿Los cobardes se alegran también?
-
SÓCRATES.- ¿Y los insensatos
también a lo que parece?
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- Cuando el enemigo avanzaba,
¿estaban tristes los cobardes solamente o también los
valerosos
-
SÓCRATES.- ¿Igualmente?
CALLICLES.- Los cobardes quizá
más.
-
SÓCRATES.- Y cuando el enemigo se retira,
¿no son los cobardes quienes más se alegran?
-
SÓCRATES.- De manera que los insensatos y
los cuerdos, los cobardes y los valientes, experimentan, por
-
SÓCRATES.- Pero los cuerdos y los
valientes son buenos y los cobardes y los insensatos malos.
-
SÓCRATES.- Los buenos y los malos
experimentan, pues, casi igualmente la alegría y el
dolor.
-
SÓCRATES.- Pero los buenos y los malos,
¿son aproximadamente igualmente buenos o malos?
-
SÓCRATES.- ¿No sabes que dijiste
que los buenos son buenos por la presencia del bien y los malos por
-
SÓCRATES.- El bien o el placer se
encuentran, pues, en aquellos que experimentan una alegría
mientras
-
SÓCRATES.- ¿Entonces los que
sienten alegría son buenos por la presencia del bien?
-
SÓCRATES.- ¿No se pierden
igualmente a la vez la sensación del hambre y de otros
deseos y la del placer
-
SÓCRATES.- ¿Se cesa, pues, al
mismo tiempo de sentir dolor y placer?
-
SÓCRATES.- Por consiguiente, no se pueden
perder a la vez los bienes y los males como estás
convencido
-
SÓCRATES.- Se deduce, mi querido amigo,
que lo bueno y lo grato, lo malo y lo doloroso, no son la misma
-
SÓCRATES.- Pero ¿cómo?
¿Llamas gentes de bien a los insensatos y a los cobardes?
-
SÓCRATES.- Dime, ¿has visto alegre
alguna vez a un niño privado de razón?
-
SÓCRATES.-¿ ¿No has visto
también alegre a un hombre demente?
-
SÓCRATES.- Por nada; contesta
solamente.
CALLICLES.- He visto algunos.
-
SÓCRATES.- ¿Y has visto
también a hombres razonables en la tristeza y en la
alegría?
-
SÓCRATES.- Quiénes sienten
más vivamente la alegría y el dolor, ¿los
cuerdos o los insensatos?
-
SÓCRATES.- Me basta. ¿No has visto
cobardes en la guerra?
-
SÓCRATES.- He dicho solamente que es una
parte de ella.
-
SÓCRATES.- ¿Me haces una pregunta
o empiezas un discurso?
-
SÓCRATES.- Me parece que ni siquiera se
los mira.
POLOS.- ¡Cómo! ¿Que no se
los mira?
-
SÓCRATES.- No, si crees que el poder es
un bien para quien lo tiene.
-
SÓCRATES.- Entonces te digo que de todos
los ciudadanos son los oradores los que tienen menos autoridad
-
SÓCRATES.- ¡Por el perro!
-
SÓCRATES.- Entonces, querido amigo,
¿por qué me haces dos preguntas a la vez?
-
SÓCRATES.- ¿No dijiste ahora mismo
que los oradores, como los tiranos, condenan a muerte a quien
quieren
-
SÓCRATES.- Pues bien, yo te digo que son
dos preguntas y voy a responder a la una y a la otra.
-
SÓCRATES.- Según pretendes, Polos,
no.
POLOS.- ¿Que yo pretendo eso? ¡Ca!
-
SÓCRATES.- Te digo que lo pretendes.
-
SÓCRATES.- ¿No reconoce la
mayoría de los hombres que es más repugnante, y
tú mismo lo has confesado
-
SÓCRATES.- ¿No acabamos de ver que
también es peor?
POLOS.- Parece que sí.
-
SÓCRATES.- ¿Preferirías
tú lo que es más feo y peor a lo que lo es menos?
-
SÓCRATES.- ¿Crees que habrá
alguien en el mundo que lo prefiera?
-
SÓCRATES.- Entonces tuve razón
cuando dije que ni yo, ni tú, ni quienquiera que sea,
preferirá cometer
-
SÓCRATES.- ¿Ves ahora, Polos,
comparando tu manera de refutar con la mía, que no se
asemejan nada?
-
SÓCRATES.- ¿Podrías negarme
que lo que es justo es bello en tanto que es justo?
-
POLOS.- Me parece que es así,
Sócrates.
SÓCRATES.- Considera todavía esto.
-
SÓCRATES.- A la vez no pueden tenerse los
ojos sanos y tener una oftalmía.
-
SÓCRATES.- Pero cuando está uno
curado de la oftalmía, ¿pierde la salud de los ojos o
pierde ambas cosas
-
SÓCRATES.- Me parece que sería una
cosa prodigiosa y absurda, ¿no es cierto?
-
SÓCRATES.- Porque me parece que la una
viene y la otra se va y recíprocamente.
-
SÓCRATES.- ¿No puede decirse lo
mismo de la fuerza y de la debilidad?
-
SÓCRATES.- ¿Y de la velocidad y de
la lentitud?
CALLICLES.- También.
-
SÓCRATES.- ¿Se adquieren de la
misma manera y, se pierden a la vez los bienes y los males, la
dicha
-
SÓCRATES.- Si descubrimos, pues, ciertas
cosas que se tienen aún en el momento en que uno se ve libre
-
SÓCRATES.- Volvamos ahora a lo que antes
convinimos.
-
SÓCRATES.- Te comprendo; pero el hambre
por sí misma, ¿es dolorosa o no?
-
SÓCRATES.- ¿Y la sed, sin duda
también?
CALLICLES.- Ciertamente.
-
SÓCRATES.- ¿Crees que es necesario
que te haga nuevas preguntas o convienes ya en que toda necesidad
-
SÓCRATES.- Perfectamente. ¿Beber
teniendo sed es en tu opinión una cosa agradable?
-
SÓCRATES.- ¿No es verdad que tener
sed es causa de dolor?
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿Y que beber es la
satisfacción de un deseo y un placer?
-
SÓCRATES.- Dime: ¿no se encuentran
el mal y el dolor en los que sienten penas?
-
SÓCRATES.- ¿Dices todavía o
no dices ya, que los malos son malos por la presencia del mal?
-
SÓCRATES.- De manera que los que
experimentan alegría son buenos y los que tienen
algún dolor malos.
-
SÓCRATES.- Y lo son más si estos
sentimientos son más vivos y menos si son más
débiles, e igualmente
-
SÓCRATES.- ¿No pretendes que los
cuerdos y los insensatos, los cobardes y los valientes experimentan
-
SÓCRATES.- Deduce conmigo las
consecuencias que resultan de estos reconocimientos, porque se dice
que
-
SÓCRATES.- ¿Y en que el insensato
y el malo son malos?
CALLICLES.- Sin duda.
-
SÓCRATES.- Además, en que el que
disfruta de la alegría es bueno.
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- Y en el que el que siente el
dolor es malo.
-
SÓCRATES.- En fin, en que el bueno y el
malo experimentan de una manera igual el placer y el dolor y
-
SÓCRATES.- El malo entonces se vuelve tan
bueno y hasta mejor que el bueno.
-
CALLICLES.- Hace ya rato, Sócrates, que
te estoy escuchando, y asintiendo a todo cuando dices, porque
-
SÓCRATES.- Pues yo sostengo que tal
aseveración es imposible.
-
SÓCRATES.- Por lo que dices, si el
culpable escapa a su merecido castigo será feliz, ¿no
es cierto?
-
SÓCRATES.- Pues yo pienso, Polos, que el
hombre injusto y criminal es desgraciado de todas maneras,
-
POLOS.- Presentas una extraña paradoja,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- Voy a intentar, querido Polos,
hacerte decir las mismas cosas que yo, porque te considero
-
SÓCRATES.- Y tú, que sufrirla es
mayor mal.
POLOS.- Sí, lo digo.
-
SÓCRATES.- También he dicho que
los que obran injustamente son desgraciados, y tú me lo has
refutado
-
SÓCRATES.- Mejor dicho, te figuras
habérmelo refutado.
-
SÓCRATES.- Por tu parte juzgas dichosos a
los malos cuando no los aflige el castigo de la justicia.
-
SÓCRATES.- Pues yo digo que son muy
desgraciados y que los que sufren el merecido castigo lo son menos
-
POLOS.- Esta aseveración es aún
más difícil de refutar que la precedente,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- No lo creas, Polos; pero es
una empresa imposible porque nunca se puede refutar lo que es
-
.- Respóndete tú mismo a esta
pregunta, Sócrates.
-
SÓCRATES.- Puesto que prefieres saber mi
opinión antes de darme a conocer la tuya, te digo que es
mejor
-
POLOS.- Es verdaderamente muy difícil
refutarte, Sócrates.
-
SÓCRATES.- Muy reconocido quedaría
a ese niño y no menos a ti si me refutas y me libras de mis
extravagancias
-
SÓCRATES.- ¿Qué sucesos son
esos?
-
SÓCRATES.- Si no lo veo, al menos oigo
hablar de él.
-
SÓCRATES.- No lo sé, Polos, porque
todavía no he hablado con él.
POLOS.- ¿Qué dices?
-
SÓCRATES.- Te aseguro que no.
-
.- Estoy seguro, Sócrates, que
también dirías que ignoras si el gran rey es
dichoso.
-
SÓCRATES.- Y diré la verdad,
porque ignoro cuál es el estado de su alma desde el punto de
vista de la
-
SÓCRATES.- A mi modo de ver, sí,
Polos, porque pretendo que cualquiera que sea probo o virtuoso,
hombre
-
SÓCRATES.- Sí, querido amigo, si
es injusto.
POLOS.- ¿Cómo no sería
injusto?
-
SÓCRATES.- De la economía, de la
medicina y de la justicia.
-
.- La justicia las aventaja en mucho,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- Puesto que es la más
bella, es, pues la que procura el mayor placer o la mayor utilidad,
-
SÓCRATES.- ¿Tener que entregarse
en mano de los médicos es agradable?
-
SÓCRATES.- ¿Pero es una cosa
útil?
POLOS.- Sí.
-
SÓCRATES.- Porque libra de un gran mal;
así, pues, es ventajoso sufrir el dolor para recuperar la
salud
-
SÓCRATES.- Pensando sólo en el
cuerpo, quién es más dichoso, ¿el hombre que
está en manos de los médicos
-
SÓCRATES.- En efecto; la felicidad no
consiste, parece, en verse aliviado de un mal, sino en no estar
-
SÓCRATES.- Y de dos enfermos, lo mismo da
que lo sean del cuerpo que del alma, ¿quién es el
más desgraciado
-
SÓCRATES.- Hemos dicho que el castigo
procura la liberación del mayor de los males, que es la
maldad
-
SÓCRATES.- Porque el castigo vuelve
sensato, obliga a ser más justo y es la medicina del
alma.
-
SÓCRATES.- El más feliz, por
consiguiente, es quien no tiene maldad alguna en el alma, porque
hemos
-
SÓCRATES.- Y después de él
quien se ve libertado del mal.
-
SÓCRATES.- Que es quien ha sido
advertido, amonestado y ha sufrido el castigo.
-
SÓCRATES.- Pero quien vive más
desgraciado es el que comete injusticias y no se ve libre de
ellas.
-
.- Al menos tú lo crees,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- Y tú, Callicles,
¿aseguras de buena fe que lo que has dicho es la verdad?
-
SÓCRATES.- ¿Quieres que discutamos
tu opinión como si hablaras en serio?
-
SÓCRATES.- Perfectamente. Puesto que tal
es tu manera de pensar, explícame esto.
-
SÓCRATES.- ¿No hablaste hace poco
del valor unido a la ciencia?
-
SÓCRATES.- ¿No haces
distinción de estas dos cosas por la razón de que el
valor es otra cosa que la
-
SÓCRATES.- ¿La voluptuosidad y la
ciencia son la misma cosa o se diferencian?
-
.- Se diferencian, sapientísimo
Sócrates.
-
SÓCRATES.- Y el valor, ¿es
también distinto de la voluptuosidad?
-
SÓCRATES.- Espera para que grabemos esto
en la memoria: Callicles de Acharnea sostiene que lo agradable
-
¿Sócrates de Alopeka
está conforme con esto o no?
CALLICLES.- No está conforme.
-
SÓCRATES.- No creo tampoco que Callicles
lo esté cuando haya reflexionado seriamente, porque dime:
¿
-
SÓCRATES.- Puesto que estas dos maneras
de ser son opuestas, ¿no es de necesidad que ocurra con
ellas
-
SÓCRATES.- Escúchalo: tomemos, por
ejemplo, la parte del cuerpo que más te plazca. ¿Los
ojos?
-
SÓCRATES.- Puesto que presumes de ser tan
hábil en el arte de la retórica y capaz de
enseñarlo a otro
-
SÓCRATES.- ¿Y la música la
composición de cantos?
GORGIAS.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¡Por Juno, Gorgias!,
admiro tus respuestas, que más breves no pueden ser.
-
.- También presumo,
Sócrates, de mi habilidad en este género.
SÓCRATES.- Dices bien.
-
SÓCRATES.- ¿Qué discursos,
Gorgias?
-
SÓCRATES.- ¿La retórica no
tiene entonces por objeto toda clase de discursos?
-
SÓCRATES.- Sin embargo,
¿enseña a hablar?
GORGIAS.- Sí.
-
SÓCRATES.- Pero la medicina, que he
citado como ejemplo, ¿no pone a los enfermos en
disposición de pensar
-
SÓCRATES.- La medicina, según las
apariencias, ¿tiene también por objeto los
discursos?
-
SÓCRATES.- ¿Los que conciernen a
las enfermedades?
GORGIAS.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿No tiene igualmente
por objeto la gimnasia los discursos referentes a la buena y mala
disposición
-
SÓCRATES.- Lo mismo puede decirse de las
demás artes: cada una de ellas tiene por objeto los
discursos
-
SÓCRATES.- Entonces ¿por
qué no llamas retórica a las otras artes que
también tienen por objeto los
-
GORGIAS.- Es porque todas las otras artes,
Sócrates, no se ocupan más que de obras manuales y de
otras
-
SÓCRATES.- Pues yo sostengo que tal
aseveración es imposible.
-
SÓCRATES.- Por lo que dices, si el
culpable escapa a su merecido castigo será feliz, ¿no
es cierto?
-
SÓCRATES.- Pues yo pienso, Polos, que el
hombre injusto y criminal es desgraciado de todas maneras,
-
POLOS.- Presentas una extraña paradoja,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- Voy a intentar, querido Polos,
hacerte decir las mismas cosas que yo, porque te considero
-
SÓCRATES.- Y tú, que sufrirla es
mayor mal.
POLOS.- Sí, lo digo.
-
SÓCRATES.- También he dicho que
los que obran injustamente son desgraciados, y tú me lo has
refutado
-
SÓCRATES.- Mejor dicho, te figuras
habérmelo refutado.
-
SÓCRATES.- Por tu parte juzgas dichosos a
los malos cuando no los aflige el castigo de la justicia.
-
SÓCRATES.- Pues yo digo que son muy
desgraciados y que los que sufren el merecido castigo lo son menos
-
POLOS.- Esta aseveración es aún
más difícil de refutar que la precedente,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- No lo creas, Polos; pero es
una empresa imposible porque nunca se puede refutar lo que es
-
acabó de hablar Alcibíades, se rieron de su franqueza
y de que parecía que todavía estaba enamorado de
Sócrates
-
-Creo, en verdad, Sócrates, que tienes razón, dijo
Agatón, y estoy seguro de que ha venido a sentarse
-
, dijo Sócrates; ven aquí a mi
derecha.
-
Permite al menos, maravilloso
Sócrates, que Agatón se coloque entre nosotros dos.
-
-Imposible, dijo Sócrates, porque acabas de pronunciar mi
elogio; ahora me toca a mí hacer el de mi vecino
-
medio de que me quede
aquí, Alcibíades, exclamó Agatón;
quiero cambiar de sitio para oírme elogiar por
Sócrates
-
Doquier se encuentre Sócrates, su
único sitio está al lado de los jóvenes.
-
Agatón se
levantaba para sentarse al lado de Sócrates, cuando un
alegre tropel se presentó ante la puerta
-
Agatón, Sócrates y
Aristófanes eran los únicos que estaban despiertos y
vaciaban por turno una copa muy
-
Al mismo tiempo discurría
Sócrates con ellos.
-
hablaron, porque como acababa de despertarse, no había
oído el principio, pero someramente me dijo, Sócrates
-
Sócrates, después de haber visto dormidos a los dos,
se levantó y salió como de costumbre
acompañado
-
SÓCRATES.- Habla mejor, Polos.
POLOS.- ¿Por qué?
-
SÓCRATES.- Porque no hay que envidiar a
aquellos cuya suerte no debe excitar ninguna ni a los desgraciados
-
SÓCRATES.- ¿Podría acaso
juzgarlos de otro modo?
-
SÓCRATES.- De ninguna manera, pero
tampoco me parece digno de ser envidiado.
-
SÓCRATES.- Sí, querido; lo he
dicho del que condena a muerte injustamente, y además, que
es digno de
-
SÓCRATES.- Menos que el autor de su
muerte, Polos, y menos aún que el que ha merecido la
muerte.
-
POLOS.- ¿Cómo,
Sócrates?
-
SÓCRATES.- Porque de todos los males, el
mayor es cometer una injusticia.
-
SÓCRATES.- De ninguna manera.
-
SÓCRATES.- No quisiera ni lo uno ni lo
otro.
-
SÓCRATES.- No, si por tirano entiendes la
misma cosa que yo.
-
SÓCRATES.- ¿De manera que beber es
tener un placer?
CALLICLES.- Sin duda.
-
SÓCRATES.- ¿Porque se tiene
sed?
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿O sea, porque se sufre
un dolor?
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿Ves que de esto
resulta que cuando dices: beber teniendo sed es como si dijeras:
experimentar
-
SÓCRATES.- Pero ¿no confesaste que
es imposible ser desgraciado al mismo tiempo que se es feliz?
-
SÓCRATES.- Acabas de reconocer que se
puede disfrutar de un placer sintiendo dolor.
-
SÓCRATES.- Entonces sentir un placer no
es ser feliz ni experimentar un dolor ser desgraciado, y por
-
CALLICLES.- No sé qué
razonamientos tan capciosos empleas, Sócrates.
-
SÓCRATES.- Lo sabes muy bien, pero
disimulas, Callicles.
-
CALLICLES.- Sócrates es siempre el mismo,
Gorgias.
-
Te has comprometido a dejar argumentar a
Sócrates como mejor le plazca.
-
SÓCRATES.- Puedes considerarte dichoso,
Callicles, por haber estado iniciado en los grandes misterios
-
SÓCRATES.- ¿Crees que es un bien
para uno hacer lo que le parece más ventajoso cuando
está desprovisto
-
SÓCRATES.- Pruébame que los
retóricos tienen buen sentido y que la retórica es un
arte y no una adulación
-
SÓCRATES.- ¿Cómo, pues,
tendrían los oradores y tiranos un gran poder en las
ciudades a menos que Polos
-
no obligue a Sócrates a confesar
que hacen lo que quieren?
-
SÓCRATES.- Digo que no hacen lo que
quieren. Refútame.
-
SÓCRATES.- Y sigo
sosteniéndolo.
POLOS.- Entonces hacen lo que quieren.
-
SÓCRATES.- Lo niego.
POLOS.- ¡Qué! ¿Cuándo
hacen lo que juzgan a propósito?
-
SÓCRATES.- Sin duda.
-
.- En verdad, Sócrates, mantienes
cosas insostenibles y deplorables.
-
SÓCRATES.- No me condenes tan de prisa,
Polos encantador, por hablar como tú66.
-
SÓCRATES.- ¿Juzgas que los hombres
quieren lo que hacen habitualmente o la cosa por la cual hacen esas
-
SÓCRATES.- ¿No puede decirse lo
mismo refiriéndose a la belleza de las ciencias?
-
.- Indudablemente; definir lo bello,
Sócrates, como haces, explicándolo por medio de lo
útil y de lo
-
SÓCRATES.- Lo feo entonces
¿estará bien definido por los dos contrarios: el
dolor y lo malo?
-
SÓCRATES.- Si de dos cosas bellas una lo
es más que la otra, ¿no lo es porque la aventaja en
hermosura
-
SÓCRATES.- Y de dos cosas feas, si una es
más fea que la otra será porque causa más
dolor o más mal
-
SÓCRATES.- Veamos ahora.
¿Qué decíamos recién referente a la
injusticia cometida o sufrida?
-
SÓCRATES.- Si es más fea la
comisión de una injusticia que la desgracia de ser
víctima de ella, es o
-
SÓCRATES.- Examinaremos en primer lugar
si es más doloroso cometer una injusticia que tener que
sufrirla
-
la cometen experimentan más dolor que
los que son víctimas de ella,
POLOS.- Aquéllos, no, Sócrates
-
SÓCRATES.- La acción de cometer
una injusticia no es, pues, tan dolorosa como el sobrellevar
ésta.
-
SÓCRATES.- Si es así,
ocurrirá lo mismo con relación al dolor y al mal a su
vez.
-
SÓCRATES.- Entonces no nos queda
más que referirnos al último de los dos.
-
SÓCRATES.- ¿Al mal
sólo?
POLOS.- Me parece.
-
SÓCRATES.- Puesto que cometer una
injusticia hace inclinarse del lado del mal, es peor que
padecerla
-
SÓCRATES.- Lo son porque no hay nada
más doloroso o nada más perjudicial o por ambas
cosas.
-
SÓCRATES.- Entonces ¿es más
doloroso ser injusto, intemperante, cobarde e ignorante que ser un
indigente
-
SÓCRATES.- Los vicios del alma no son,
pues, lo más feo sino porque aventajan de una manera
extraordinaria
-
SÓCRATES.- Pero lo que se distingue por
el exceso de daño que causa es el mayor de los males.
-
SÓCRATES.- La injusticia, la
intemperancia y los otros vicios del alma son, de todos los males,
los
-
SÓCRATES.- ¿Qué arte nos
libra de la pobreza? ¿No es la economía?
POLOS.- Sí.
-
SÓCRATES.- Y de la enfermedad, ¿no
es la medicina?
POLOS.- Naturalmente.
-
SÓCRATES.- ¡Y de la maldad y de la
injusticia?
-
SÓCRATES.- ¿Y adónde a los
que se entregan a la injusticia y al libertinaje?
-
SÓCRATES.- Para que los castigue,
¿verdad?
POLOS.- Indudablemente.
-
SÓCRATES.- Los que castigan con
razón, ¿no siguen en eso las reglas de cierta
justicia?
-
SÓCRATES.- Así es que la
economía precave de la indigencia, la medicina libra de la
enfermedad y la
-
SÓCRATES.- Pero de estas tres cosas de
que hablas, ¿cuál crees, Polos, que es la más
bella?
-
SÓCRATES.- Sí, y tu también
y todo el mundo.
-
SÓCRATES.- ¿Quieres
responderme?
-
SÓCRATES.- Pues para saberlo,
contéstame, Polos, como si empezara a interrogarte por
primera vez.
-
SÓCRATES.- ¿Y qué es
más feo: cometer una injusticia o soportarla? Responde.
-
SÓCRATES.- Si es más feo,
será, pues, un mal mayor.
POLOS.- De ninguna manera.
-
SÓCRATES.- Comprendo.
-
SÓCRATES.- ¿Qué dices de
esto?
-
SÓCRATES.- De igual manera, ¿no
llamas bellas a todas las otras cosas, figuras, colores, por el
placer
-
SÓCRATES.- ¿No ocurre lo mismo con
los sonidos y con todo lo que pertenece a la música?
-
SÓCRATES.- Igualmente lo que es bello en
cuestión de leyes y de géneros de vida, ¿no lo
es, sin duda
-
.- Respóndete tú mismo a esta
pregunta, Sócrates.
-
SÓCRATES.- Puesto que prefieres saber mi
opinión antes de darme a conocer la tuya, te digo que es
mejor
-
POLOS.- Es verdaderamente muy difícil
refutarte, Sócrates.
-
SÓCRATES.- Muy reconocido quedaría
a ese niño y no menos a ti si me refutas y me libras de mis
extravagancias
-
SÓCRATES.- ¿Qué sucesos son
esos?
-
SÓCRATES.- Si no lo veo, al menos oigo
hablar de él.
-
SÓCRATES.- No lo sé, Polos, porque
todavía no he hablado con él.
POLOS.- ¿Qué dices?
-
SÓCRATES.- Te aseguro que no.
-
.- Estoy seguro, Sócrates, que
también dirías que ignoras si el gran rey es
dichoso.
-
SÓCRATES.- Y diré la verdad,
porque ignoro cuál es el estado de su alma desde el punto de
vista de la
-
SÓCRATES.- A mi modo de ver, sí,
Polos, porque pretendo que cualquiera que sea probo o virtuoso,
hombre
-
SÓCRATES.- Sí, querido amigo, si
es injusto.
POLOS.- ¿Cómo no sería
injusto?
-
.- Y responderías muy bien,
Sócrates.
SÓCRATES.- Contéstame de igual
manera, Gorgias.
-
SÓCRATES.- Dime, pues, cuál es el
objeto con el cual se relacionan los discursos que emplea la
retórica
-
GORGIAS.- Los más grandes e importantes
asuntos humanos, Sócrates.
-
SÓCRATES.- Lo que dices, Gorgias, es una
cosa que está en controversia y acerca de la cual
todavía nada
-
SÓCRATES.- Porque los artesanos de estos
bienes cantados por el poeta, a saber, el médico, el maestro
-
gimnasia y el economista se apresurarán a alinearse en
filas contigo, y el médico me dirá el primero:
Sócrates
-
¿Puede alguien discutirlo,
Sócrates, me respondería, puesto que produce la
salud?
-
Después de éste vendría el maestro de
gimnasia, que me diría Sócrates, mucho me
sorprendería que Gorgias
-
gimnasia y
menospreciando todas las otras profesiones, me figuro que me
diría: Juzga por ti mismo, Sócrates
-
SÓCRATES.- Lo que el paciente sufre,
¿no es de la misma naturaleza que lo que hace el agente?
-
SÓCRATES.- ¿Y si pega de prisa y
fuerte que la cosa sea golpeada de la misma manera?
-
SÓCRATES.- Lo golpeado experimenta, por
lo tanto, un efecto de la misma naturaleza que la acción del
-
SÓCRATES.- Por consiguiente, si uno quema
es preciso que haya alguna cosa que se queme.
-
SÓCRATES.- ¿Y si se quema mucho y
de una manera dolorosa que la cosa quemada lo sea precisamente de
-
SÓCRATES.- Y lo mismo si una cosa corta
porque otra tiene que ser cortada.
-
SÓCRATES.- Y si el corte es grande o
profundo o doloroso, la cosa cortada tiene que ser exactamente
-
SÓCRATES.- En una palabra: mira a ver si
me concedes respecto a todas las otras cosas lo que acabo de
-
SÓCRATES.- Después de estas
condiciones, dime si ser castigado es sufrir u obrar.
-
.- Sufrir, necesariamente,
Sócrates.
-
SÓCRATES.- ¿Por parte de
algún agente, sin duda?
-
SÓCRATES.- El que castiga con
razón, ¿castiga justamente?
POLOS.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿Haciendo una obra
justa o no?
POLOS.- Haciendo una cosa justa.
-
SÓCRATES.- El que está castigado,
cuando se le castiga, sufre una cosa justa, por lo tanto.
-
SÓCRATES.- ¿No habíamos
convenido en que todo lo justo es bello?
POLOS.- Sí.
-
SÓCRATES.- Lo que hace la persona que
castiga y lo que sufre la persona castigada es, pues, bello.
-
SÓCRATES.- De contener tu afán de
pronunciar largos discursos, afán al que estuviste a punto
de sucumbir
-
SÓCRATES.- Sería tratarte muy mal,
querido mío, si habiendo venido a Atenas, el sitio de Grecia
donde
-
SÓCRATES.- Por consiguiente, te brindas a
contestar a cualquiera que quiera interrogarte sobre toda
-
SÓCRATES.- Pues bien, escoge lo que
prefieras: interroga o responde.
-
.- Acepto tu proposición;
respóndeme, Sócrates.
-
SÓCRATES.- ¿Me preguntas
qué clase de arte es la retórica a mi modo de
ver?
-
SÓCRATES.- Si te he de ser franco, Polos,
te diré que no la tengo por un arte.
-
SÓCRATES.- Por algo que tú
lisonjeas de haber convertido en arte en un escrito que leí
ha poco.
-
SÓCRATES.- Por una especie de rutina.
-
SÓCRATES.- Sí, a menos que tengas
tú otra idea de ella.
-
SÓCRATES.- A la vez no pueden tenerse los
ojos sanos y tener una oftalmía.
-
SÓCRATES.- Pero cuando está uno
curado de la oftalmía, ¿pierde la salud de los ojos o
pierde ambas cosas
-
SÓCRATES.- Me parece que sería una
cosa prodigiosa y absurda, ¿no es cierto?
-
SÓCRATES.- Porque me parece que la una
viene y la otra se va y recíprocamente.
-
SÓCRATES.- ¿No puede decirse lo
mismo de la fuerza y de la debilidad?
-
SÓCRATES.- ¿Y de la velocidad y de
la lentitud?
CALLICLES.- También.
-
SÓCRATES.- ¿Se adquieren de la
misma manera y, se pierden a la vez los bienes y los males, la
dicha
-
SÓCRATES.- Si descubrimos, pues, ciertas
cosas que se tienen aún en el momento en que uno se ve libre
-
SÓCRATES.- Volvamos ahora a lo que antes
convinimos.
-
SÓCRATES.- Te comprendo; pero el hambre
por sí misma, ¿es dolorosa o no?
-
SÓCRATES.- ¿Y la sed, sin duda
también?
CALLICLES.- Ciertamente.
-
SÓCRATES.- ¿Crees que es necesario
que te haga nuevas preguntas o convienes ya en que toda necesidad
-
SÓCRATES.- Perfectamente. ¿Beber
teniendo sed es en tu opinión una cosa agradable?
-
SÓCRATES.- ¿No es verdad que tener
sed es causa de dolor?
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿Y que beber es la
satisfacción de un deseo y un placer?
-
SÓCRATES.- Pero lo que es bello es al
mismo tiempo bueno porque es agradable y útil.
-
SÓCRATES.- Por esto lo que sufre el
castigado es bueno.
POLOS.- Parece que sí.
-
SÓCRATES.- De ello deduce, por
consiguiente, alguna utilidad.
POLOS.- Sí.
-
SÓCRATES.- ¿Es esta utilidad la
que concibo, quiero decir, la de que mejora su alma, si es cierto
que
-
SÓCRATES.- Así es que el castigado
se ve libre de la maldad que hay en su alma.
-
SÓCRATES.- ¿No se ve así
libre del mayor de los males?
-
SÓCRATES.- Y refiriéndonos a la
constitución del cuerpo, ¿no llamas males a la
debilidad, a las enfermedades
-
SÓCRATES.- ¿Piensas, sin duda, que
el alma también tiene sus males?
-
SÓCRATES.- ¿No serán lo
que llamas injusticia, ignorancia, cobardía y otros defectos
parecidos?
-
SÓCRATES.- Con estas tres cosas, pues,
las riquezas, el cuerpo y el alma, se relacionan, según
tú, tres
-
SÓCRATES.- ¿Cuál de estos
tres males es el más feo?
-
SÓCRATES.- Si es el más feo,
¿no es también el peor?
-
.- ¿Cómo lo entiendes,
Sócrates?
SÓCRATES.- Helo aquí.
-
SÓCRATES.- Pero ¿no acabamos de
reconocer que la injusticia y todos los vicios del alma son los
más
-
SÓCRATES.- Dime: ¿no se encuentran
el mal y el dolor en los que sienten penas?
-
SÓCRATES.- ¿Dices todavía o
no dices ya, que los malos son malos por la presencia del mal?
-
SÓCRATES.- De manera que los que
experimentan alegría son buenos y los que tienen
algún dolor malos.
-
SÓCRATES.- Y lo son más si estos
sentimientos son más vivos y menos si son más
débiles, e igualmente
-
SÓCRATES.- ¿No pretendes que los
cuerdos y los insensatos, los cobardes y los valientes experimentan
-
SÓCRATES.- Deduce conmigo las
consecuencias que resultan de estos reconocimientos, porque se dice
que
-
SÓCRATES.- ¿Y en que el insensato
y el malo son malos?
CALLICLES.- Sin duda.
-
SÓCRATES.- Además, en que el que
disfruta de la alegría es bueno.
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- Y en el que el que siente el
dolor es malo.
-
SÓCRATES.- En fin, en que el bueno y el
malo experimentan de una manera igual el placer y el dolor y
-
SÓCRATES.- El malo entonces se vuelve tan
bueno y hasta mejor que el bueno.
-
CALLICLES.- Hace ya rato, Sócrates, que
te estoy escuchando, y asintiendo a todo cuando dices, porque
-
SÓCRATES.- ¿De qué le
sirve, en efecto, Callicles, a un cuerpo enfermo y mal dispuesto
que le presenten
-
SÓCRATES.- Porque me figuro que no es una
ventaja para un hombre vivir con un cuerpo enfermo, puesto
-
SÓCRATES.- Por esto dejan los
médicos en general en libertad a los que se encuentran bien
de satisfacer
-
SÓCRATES.- Pero, querido amigo,
¿no será preciso proceder lo mismo con el alma?
-
SÓCRATES.- Porque es el partido
más ventajoso para el alma.
CALLICLES.- Sin duda.
-
SÓCRATES.- Pero tener a alguien alejado
de lo que desea, ¿no es corregirle?
-
SOCRATES.- Entonces para el alma vale más
vivir corregida que silenciosamente, como pensabas ha poco
-
CALLICLES.- No comprendo nada de lo que dices,
Sócrates, interroga a otro.
-
SÓCRATES.- He aquí un hombre que
no podría consentir en lo que por él se hace ni
soportar la cosa misma
-
SÓCRATES.- ¡Sea! ¿Qué
haremos entonces? ¿Dejaremos incompleta esta
discusión?
-
SÓCRATES.- Una casa en la que reina el
orden y el arreglo, ¿no es buena?
-
SÓCRATES.- ¿No debe decirse lo
mismo de una embarcación?
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- Y refiriéndonos a
nuestro cuerpo, ¿no podemos emplear el mismo lenguaje?
-
SÓCRATES.- ¿Será buena
nuestra alma si es desordenada?
-
SÓCRATES.- ¿Qué nombre
darías al efecto que el orden y el arreglo producen en el
cuerpo?
-
SÓCRATES.- Trata ahora de encontrar y
decirme precisamente el nombre del efecto que el orden y el arreglo
-
CALLICLES.- ¿Por qué no lo buscas
tú mismo, Sócrates?
-
SÓCRATES.- Si prefieres, lo diré;
pero si encuentras que tengo razón, convén en ello;
si no, refútame
-
SÓCRATES.- Así, pues, el buen
orador, el que se conduce según las reglas del arte,
tenderá siempre a
-
SÓCRATES.- Cuando el enemigo se retiraba,
¿quienes te han parecido demostrar más júbilo,
los cobardes
-
SÓCRATES.- Eso no significa nada.
¿Los cobardes se alegran también?
-
SÓCRATES.- ¿Y los insensatos
también a lo que parece?
CALLICLES.- Sí.
-
SÓCRATES.- Cuando el enemigo avanzaba,
¿estaban tristes los cobardes solamente o también los
valerosos
-
SÓCRATES.- ¿Igualmente?
CALLICLES.- Los cobardes quizá
más.
-
SÓCRATES.- Y cuando el enemigo se retira,
¿no son los cobardes quienes más se alegran?
-
SÓCRATES.- De manera que los insensatos y
los cuerdos, los cobardes y los valientes, experimentan, por
-
SÓCRATES.- Pero los cuerdos y los
valientes son buenos y los cobardes y los insensatos malos.
-
SÓCRATES.- Los buenos y los malos
experimentan, pues, casi igualmente la alegría y el
dolor.
-
SÓCRATES.- Pero los buenos y los malos,
¿son aproximadamente igualmente buenos o malos?
-
SÓCRATES.- ¿No sabes que dijiste
que los buenos son buenos por la presencia del bien y los malos por
-
SÓCRATES.- El bien o el placer se
encuentran, pues, en aquellos que experimentan una alegría
mientras
-
SÓCRATES.- ¿Entonces los que
sienten alegría son buenos por la presencia del bien?
-
SÓCRATES.- ¿No se pierden
igualmente a la vez la sensación del hambre y de otros
deseos y la del placer
-
SÓCRATES.- ¿Se cesa, pues, al
mismo tiempo de sentir dolor y placer?
-
SÓCRATES.- Por consiguiente, no se pueden
perder a la vez los bienes y los males como estás
convencido
-
SÓCRATES.- Se deduce, mi querido amigo,
que lo bueno y lo grato, lo malo y lo doloroso, no son la misma
-
SÓCRATES.- Pero ¿cómo?
¿Llamas gentes de bien a los insensatos y a los cobardes?
-
SÓCRATES.- Dime, ¿has visto alegre
alguna vez a un niño privado de razón?
-
SÓCRATES.-¿ ¿No has visto
también alegre a un hombre demente?
-
SÓCRATES.- Por nada; contesta
solamente.
CALLICLES.- He visto algunos.
-
SÓCRATES.- ¿Y has visto
también a hombres razonables en la tristeza y en la
alegría?
-
SÓCRATES.- Quiénes sienten
más vivamente la alegría y el dolor, ¿los
cuerdos o los insensatos?
-
SÓCRATES.- Me basta. ¿No has visto
cobardes en la guerra?
-
Pero se me figura,
Sócrates, que el Sol está todavía sobre los
montes y aún no se ha puesto: sé que muchos
-
Los que hacen lo
que dices, Critón, dijo Sócrates, tienen sus razones;
creen que es tiempo ganado, y
-
Al
verle entrar le dijo Sócrates: Muy bien, amigo mío,
pero ¿qué es lo que tengo que hacer?
-
Y al mismo
tiempo le tendió la copa, que Sócrates cogió,
Echecrates, con la mayor calma, sin mostrar
-
Sócrates,
respondió el hombre, no preparamos más que lo
necesario para ser bebido.
-
Comprendo, dijo
Sócrates, pero al menos estará permitido, porque es
justo elevar sus plegarias a los
-
remedio
que cubrirme con mi manto para desahogarme llorando, porque no
lloraba por la desventura de Sócrates
-
llorar,
empezó a gritar, lamentarse y sollozar de tal manera, que
nos partía a todos el corazón, menos a
Sócrates
-
Sócrates, que
continuaba paseándose, dijo al cabo de algún rato que
notaba ya un gran peso en las piernas
-
examinado un momento los
pies y las piernas, le apretó con fuerza el pie y le
preguntó si lo sentía; Sócrates
-
Y tocándolo nos dijo que cuando el
frío llegara al corazón nos abandonaría
Sócrates.
-
Ya tenía el abdomen helado; entonces se
descubrió Sócrates, que se había cubierto el
rostro, y dijo a
-
SÓCRATES.- Procurar agrado y
placeres.
-
SÓCRATES.- ¿No te he dicho ya lo
que entiendo es la retórica para que me preguntes, como
estás haciendo
-
SÓCRATES.- Puesto que tanta importancia
das a lo que se llama agradar y procurar un placer,
¿quisieras
-
SÓCRATES.- Pregúntame si considero
a la cocina como un arte.
Polos.- Consiento en ello.
-
SÓCRATES.- Ninguno, Polos.
POLOS.- ¿Qué es entonces?
Habla.
-
SÓCRATES.- Vas a oírlo: una
especie de rutina.
POLOS.- Dime, ¿cuál es su
objeto?
-
SÓCRATES.- Helo aquí: agradar y
procurar placeres.
-
SÓCRATES.- Absolutamente no, pero las dos
forman parte de la una misma profesión.
-
SÓCRATES.- Temo que sea demasiado grosero
contestarte categóricamente y no me atrevo a hacerlo por
Gorgias
-
Dilo,
Sócrates, y no temas ofenderme.
-
SÓCRATES.- Me parece, Gorgias, que es
cierta profesión en la que el arte en verdad no interviene
nada
-
SÓCRATES.- He dicho solamente que es una
parte de ella.
-
SÓCRATES.- ¿Me haces una pregunta
o empiezas un discurso?
-
SÓCRATES.- Me parece que ni siquiera se
los mira.
POLOS.- ¡Cómo! ¿Que no se
los mira?
-
SÓCRATES.- No, si crees que el poder es
un bien para quien lo tiene.
-
SÓCRATES.- Entonces te digo que de todos
los ciudadanos son los oradores los que tienen menos autoridad
-
SÓCRATES.- ¡Por el perro!
-
SÓCRATES.- Entonces, querido amigo,
¿por qué me haces dos preguntas a la vez?
-
SÓCRATES.- ¿No dijiste ahora mismo
que los oradores, como los tiranos, condenan a muerte a quien
quieren
-
SÓCRATES.- Pues bien, yo te digo que son
dos preguntas y voy a responder a la una y a la otra.
-
SÓCRATES.- Según pretendes, Polos,
no.
POLOS.- ¿Que yo pretendo eso? ¡Ca!
-
SÓCRATES.- Te digo que lo pretendes.
-
SÓCRATES.- ¿No reconoce la
mayoría de los hombres que es más repugnante, y
tú mismo lo has confesado
-
SÓCRATES.- ¿No acabamos de ver que
también es peor?
POLOS.- Parece que sí.
-
SÓCRATES.- ¿Preferirías
tú lo que es más feo y peor a lo que lo es menos?
-
SÓCRATES.- ¿Crees que habrá
alguien en el mundo que lo prefiera?
-
SÓCRATES.- Entonces tuve razón
cuando dije que ni yo, ni tú, ni quienquiera que sea,
preferirá cometer
-
SÓCRATES.- ¿Ves ahora, Polos,
comparando tu manera de refutar con la mía, que no se
asemejan nada?
-
SÓCRATES.- ¿Podrías negarme
que lo que es justo es bello en tanto que es justo?
-
POLOS.- Me parece que es así,
Sócrates.
SÓCRATES.- Considera todavía esto.
- Formatos:
-
-
Resultado número:23
Texto
- Título:
-
Juan Montalvo / [Estudios y selecciones de Gonzalo Zaldumbide] - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Montalvo, Juan, 1832-1890
- Portales:
-
Portal Nacional Ecuador
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| Biblioteca americana
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- Mat. aut.:
-
Montalvo, Juan (1832-1890) -- Biografía
- Fragmentos
'Socrátes' en la obra
: (43
coincidencias encontradas)
-
-
casa a ilustrarse en la sabiduría, no en la prostitución: Pericles aprendió de Aspasia la elocuencia; Sócrates
-
Dicen de Sócrates que cuando le quitaron los grillos experimentó una agradable, dulce comezón en la
-
Interrogada la sibila de Delfos cuál era el más sabio de todos, respondió que Sócrates.
-
Sócrates, el más noble de todos, había nacido de un pobre escultor y una partera.
-
Sócrates fue plebeyo, y este plebeyo sublime trajo el mundo al conocimiento del verdadero Dios y la práctica
-
Nobles, sed plebeyos como Sócrates.
-
No hemos sabido que Sócrates discutiese con su mujer acerca de la naturaleza de los dioses; contentábase
-
¿Los
treinta tiranos fundaron el gobierno de Atenas con dar a beber a Sócrates el vaso de cicuta?
-
Si hemos de hablar de sabiduría, nombremos
a Sócrates; si de virtud patricia, a Catón; si de desinterés
-
censurar vicios y defectos, apláudasele, anímesele; pero si es Aristófanes quien se quiere reír de Sócrates
-
La paz es el demonio de Sócrates, la ninfa Egeria de Numa, el genio de Pan.
-
Tanto como esto es verdadero el principio del divino Sócrates, cual es que sólo por medio de la virtud
-
Virtud fue la de Sócrates, sabiduría la de Platón. ¡Cómo!
-
Sócrates practicando y enseñando el sufrimiento; Sócrates sufriendo y aconsejando la pobreza, Sócrates
-
poniendo por obra y prescribiendo la modestia; Sócrates hablando en todo caso la verdad; Sócrates humilde
-
, morigerado, cuerdo; Sócrates benigno, pulcro, suave, ¿no fue virtuoso verdaderamente?
-
Todo lo que Jesucristo predicó después, Sócrates lo practicó antes; casi todo lo que Sócrates practicó
-
Si Sócrates viviera en tiempo de Jesús, hubiera sido el primero de sus discípulos, él le hubiera bautizado
-
Sócrates es uno como profeta, precursor del Mesías, en cierto modo, a quien han venerado los siglos como
-
Filósofo sin par, hombre inferior tan solamente a Jesús, alma sublime Sócrates, ¿no eres tú el mundo,
-
acometer su grande obra, y ya en la tierra había un hombre que le anunciaba con las suyas:
éste era Sócrates
-
que debemos sacrificar un gallo a Mercurio el rato de la muerte: fuera de esta vana condescendencia, Sócrates
-
exclama Erasmo, arrebatado de admiración por la virtud de este hombre excepcional: ¡San Sócrates, ruega
-
Ya oigo la respuesta del divino Sócrates: No puede obrar conforme a la razón, puesto que se opone a los
-
Echad de ver la similitud que reina entre Sócrates y Jesús; uno y otro nacen para humilde cuna; uno
-
otro mueren a manos de los a quienes querían salvar: Jesús murió por
la redención del género humano; Sócrates
-
Si deseamos imitar a Sócrates, no echamos en olvido a Jesucristo:
el punto fincará en la naturaleza
-
Tened conciencia, fariseos; y tener también cuidado: si empezáis ahora a echar piedras a Sócrates, podéis
-
Los
siglos y las generaciones han ungido a Sócrates; es uno como gran pontífice: el que le toca, queda
-
No de otro modo Sócrates recibe un bofetón en la calle, y sigue su camino sin dar señales de haber caído
-
Para un Sócrates un Anito, un Melito: en no existiendo estos antifilósofos, ¿quién acusara al maestro
-
Para un Sócrates un Aristófanes: sin este poeta-histrión, ¿quién se burlara de las virtudes?
-
Yo pienso que el acierto está en la moderación, y tengo por axioma digno de Sócrates el vulgar proverbio
-
Mi pobre Sócrates dijo una cosa que no me gusta:
¿Cuál es mejor, Sócrates, le preguntaron, casarse a
-
Pitágoras muere en el fuego; Sócrates apura la cicuta; Platón es vendido como esclavo; Jordán Bruno,
-
es soberbia; no lo fue
en Jesucristo, porque no cabe semejante pasión en la Divinidad; no lo fue en Sócrates
-
Sócrates en presencia de los treinta tiranos, recordándoles atrevidamente la sentencia de Apolo, es personaje
-
Delfos interrogado por Cerefón acerca de mi respondió: No hay hombre más justo, libre ni sabio que Sócrates
-
—318→
lo es, ¿y no lo sería en Sócrates
-
Demócrito, Empédocles, Parménides: Anaxágoras, quien hizo ver que el mundo era obra de un espíritu eterno: Sócrates
-
Carneades, Plutarco, y otros discípulos de Platón, discípulo de Sócrates, trajeron a Roma esta filosofía
-
antigua Roma, y ved allí la filosofía moral, la moral y la virtud, con las buenas costumbres a las cuales Sócrates
-
Y en uno y otro tratado aparecen asimismo Sócrates, Hudibrás, Duguesclin,
etc., en parejas actitudes
- Formatos:
-
-
Resultado número:24
Texto
- Título:
-
Antología filosófica : la filosofía griega / José Gaos - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Gaos, José, 1900-1969
- Portales:
-
Biblioteca americana
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| Biblioteca del Exilio
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| Biblioteca Virtual de las Letras Mexicanas
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| El Colegio de México
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| Exilio
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- Pub. orig.:
- [México], La Casa de España en México, [1940].
- Materia:
-
Filosofía clásica
- Fragmentos
'Socrátes' en la obra
: (139
coincidencias encontradas)
-
-
Reunidos
y acomodados todos, Sócrates plantea a Protágoras,
simplemente en términos distintos, la misma
-
Sócrates replica
que semejante «arte política» y «hacer buenos ciudadanos»
(319 a) no le parece «enseñable
-
Un en apariencia simple incidente de esta refutación,
la atribución de doctrinas de Anaxágoras a
Sócrates
-
Sócrates pasaba en la Antigüedad
por discípulo de Arquelao, a su vez discípulo
de Anaxágoras (cf. ps.
-
A la apología defensiva
que representa añade Sócrates una apología
-
que ha sido señalado al combatiente por sus jefes,
en este caso el dios, comparación que permite a Sócrates
-
vida con la idea de la sabiduría constitutiva
del fondo de todo el primer costado de la actividad de Sócrates
-
El anuncio de tal decisión da natural paso
a Sócrates para trazar -bajo la forma de una alocución
a los
-
Esta su actividad es estimada por Sócrates
como el mayor bien que les haya acontecido a los atenienses
-
Todo lo cual, don divino y su sentido y encarnizamiento
de Sócrates, más una indicación acerca
de la
-
—259→
de que Sócrates
-
La prueba de que su actividad pública y su destino
hubieran sido éstos la suministra Sócrates
recordando
-
los jóvenes amigos
suyos, pero más aún los familiares de éstos
(ps. 143 a 145); la forma digna en que Sócrates
-
universal contemporánea y a detalles de la
cultura circundante -y en este texto, la platónica
Apología de Sócrates
-
La Sofística El Mito y Discurso de Protágoras
Sócrates
-
Conmovido
por la noticia, anhelante de ser presentado al sofista, para
oír sus lecciones, viene a buscar a Sócrates
-
Para hacer tiempo hasta la hora de ir
a casa de Callias, Sócrates propone a Hipócrates
pasear por el
-
Entonces
Sócrates le hace ver su importancia y le convence
de la necesidad de examinarla, en compañía
-
personas de más edad -los hechos ocurrirían,
con arreglo a la obra platónica, en la juventud del
propio Sócrates
-
Al cabo de este momento, Sócrates se dirige
a Protágoras, y a sugestión de Sócrates
y proposición de
-
a Hippias
y a Pródico con los acompañantes respectivos,
para oír la conversación entre Protágoras
y Sócrates
-
que hacen posible a veces, y cuando más, por
una dracma a los compradores de la orquestra reírse
de Sócrates
-
«¿Es que descubrirá Sócrates, el sabio, que
hago gracias y que digo lo contrario de lo que digo, o conseguiré
-
—135→
mismo, como si dijese:
«Sócrates
-
-Éstos, Sócrates, los jueces. -¿Cómo
dices, Meleto?
-
Sócrates según Alcibiades
(Banquete. Cf.
-
Sócrates según su apología (Apología).
Sócrates según su muerte (Fedón).
-
Colleclion
Budé y en Las Obras Maestras de la Literatura Universal
de la Editorial Prometeo de Valencia);
Sócrates
-
Son
aproximadamente éstas: Sócrates, dicen, es
culpable de corromper a los jóvenes y de no creer
en los
-
sometidos así a examen por ellos se irritan
contra mí, pero no contra ellos, y dicen que hay un
tal Sócrates
-
Sócrates piensa haber encontrado quien le enseñe
la causa de lo existente.
-
Le parece pues, que le pasa exactamente lo mismo que si alguien,
diciendo que Sócrates hace por obra
-
personalidad de los sujetos pertenecientes a este tipo,
le acaeció lo que Platón en su Fedón
pone en boca de Sócrates
-
La sustancia, ejemplificada por Sócrates, es aquí
la materia o el sustrato de los accidentes que son
-
las cosas
mismas, ejemplificadas por las cualidades de Sócrates.
-
En el ejemplo de Sócrates y sus cualidades, el concepto
de sustancia oscila entre el de Sócrates como
-
Y parece
mencionar a Sócrates y servirse de mi nombre para
ponerme por ejemplo, como si dijese: «Aquel
-
de vosotros,
hombres, es el más sabio, que, como Sócrates,
reconoce que nada merece en verdad por su
-
Sócrates
-
Notas sobre Parménides
Notas sobre Platón
Mito y discurso de Protágoras
Apología
de Sócrates
-
Gorgias es mencionado por
Sócrates en su apología (p. 124).
-
y pronuncia el discurso insertos en esta antología
y a quien en su apología (p. 124 a 125) menciona Sócrates
-
un primer período,
de la física, desde la «filosofía antigua»
-los más antiguos presocráticos- hasta Sócrates
-
;
un segundo período, de la ética, desde Sócrates
-puesto en una relación directa con los últimos
presocráticos
-
Así, no decimos que Sócrates nazca, pura y
simplemente, por volverse bello o músico, ni que muera,
por
-
perder estas cualidades, puesto que permanece el sustrato,
a saber, el propio Sócrates.
-
La comprensión de algunos
detalles de la oración que en boca de Sócrates
pone la APOLOGÍA de Platón requiere
-
reaccionar a lo que escuchaban con la ruidosidad
natural dado su elevado número -en el caso del proceso
de Sócrates
-
Sócrates se dirige constantemente a los jueces llamándolos
«atenienses»; Meleto los llama «jueces» (p
-
. 134); Sócrates
no llamará «jueces» sino a los que le han absuelto,
en la alocución final (tercera parte
-
Penas posibles en el caso de Sócrates
son mencionadas por éste en la p. 140.
-
El juzgar que a Callias, aquejado de una determinada enfermedad,
le alivió tal cosa, y a Sócrates, y
-
misma tiene el aire del discurso no modelado y hecho en los
términos y modos cotidianos peculiares de Sócrates
-
De los términos y modos cotidianos
peculiares a Sócrates, éste mismo da excelentes
ejemplos en el curso
-
Primera parte) Después del exordio
aludido (ps. 121 y sg.), divide Sócrates a sus acusadores
en primeros
-
La misma Apología
certifica que los acusadores últimos de Sócrates,
los causantes del proceso, habían
-
Las palabras de Sócrates (p. 134
y ya antes una alusión a las edades de ambos, p. 133)
le presentan como
-
Como tal, y encima inexperto,
toda su intervención, en que resulta un cómico
juguete de Sócrates.
-
Es el caso de Sócrates
según se halla perennizado en la Apología:
en la actividad de su vida, justificada
-
Sócrates había incorporado para Platón
la filosofía.
-
Y es en este punto una metafísica de la existencia
y personalidad de Sócrates.
105.
-
Adimanto, hermano de Platón y Glaucón, es
con éste uno de los dos interlocutores de Sócrates
a lo largo
-
Apolodoro es el gran admirador y amigo de Sócrates
que acompaña a éste al banquete en el platónico.
-
V) Por último,
Sócrates se justifica de no recurrir a los ruegos
y súplicas con llantos, ni a la comparecencia
-
Como acabado retrato
de su íntegra personalidad que en conjunto es, la
platónica Apología de Sócrates
-
exhortar y enseñar a todos
en orden a la virtud y al alma (ps. 139 y sg.)-, concepto
de sí propio: Sócrates
-
146); «teniendo este nombre -verdadero o
falso, pero, en fin, se ha generalizado la opinión
de que Sócrates
-
Ahora bien, desde la filosofía
antigua hasta Sócrates, que había oído
a Arquelao, discípulo de Anaxágoras
-
Sócrates fue el primero que hizo
bajar a la filosofía del cielo,
-
Mas supongamos que uno de vosotros preguntase: «Pero, Sócrates,
¿cuál es tu ocupación?
-
No ya sobre Sócrates,
que no fue escritor, sino también
-
La obra de Platón debe tomarse, pues, como fuente
de conocimiento triple: de la sofística, de Sócrates
-
-Sócrates
es orador único en la Apología, e interlocutor
en todos los diálogos de Platón, con excepción
-
intercaladas menos importantes o ininteresantes, entre
ellas desde luego las de los interlocutores de Sócrates
-
aumentado en esta
parte platónica con sendos documentos nuevos y tan
importantes acerca de la sofística, de Sócrates
-
fuese la de unos acusadores formales,
hace falta tomar conocimiento de las palabras juradas por
ellos «Sócrates
-
por el estilo se trata, y tal habéis visto
vosotros mismos en la comedia de Aristófanes, un cierto
Sócrates
-
-Sócrates,
me respondió, es Eveno de Paros, y cobra cinco minas».
-
vosotros desde niños,
trataban de convenceros y me acusaban de puras falsedades,
como que hay un tal Sócrates
-
que
remonta ya a la Antigüedad, dividida en tres períodos:
presocrático; socrático -de los sofistas y
Sócrates
-
su actividad.
71. a) La
identificación con los físicos está
representada por los términos «un tal Sócrates
-
se dedica a estudiar las cosas celestes y a escudriñar
todas las subterráneas», de aquellos con que Sócrates
-
que quienes
se dedican a averiguar estas cosas no creen en los dioses»
(p. 122); la acusación contra Sócrates
-
fuego, tierra, son de
introducción posterior a los presocráticos,
proceden de las escuelas salidas de Sócrates
-
La argumentación
de Sócrates puede presentarse en esta forma:
en las
materias que pueden ser objeto
-
Para Sócrates, la competencia sería
especial en todos los casos, incluso en el de las cosas de
la ciudad
-
La manera de pensar de Sócrates se encuentra reiterada
en todas las alusiones de Protágoras a las declaraciones
-
anteriores de Sócrates y en las manifestaciones de
éste en la Apología que tienen alguna, relación
con
-
.): recuérdese
la posición de Sócrates frente a Protágoras
(p. 110)-, a fundar la defensa contra ambas
-
refutación de la acusación
de corromper a los jóvenes, como mostrará la
identidad de las comparaciones que Sócrates
-
confirmarlo (ps. 126 y sg.), conduce a una síntesis
esquemática de un primer costado de la actividad de
Sócrates
-
La relación de Sócrates
con sus predecesores, con la física, y el conato o
indicio de una crítica de
-
Sócrates reproduce el
diálogo sostenido en casa del anciano Céfalo.
-
Iniciado entre éste y Sócrates sobre el tema
de la vejez, pronto pasa de este tema al de la justicia,
-
entre Sócrates y Polemarco, hijo de Céfalo.
-
pronto la impetuosa intervención del sofista
Trasímaco convierte a éste en el principal
interlocutor de Sócrates
-
A partir del comienzo del libro II,
los presentes que van a continuar el diálogo con Sócrates
son los
-
Pero hacia el primer tercio del libro II, Sócrates
propone pasar del tema de la justicia al de la república
-
tema pedagógico, la superposición
a la educación musical y gímnica de la filosófica,
lo que trae a Sócrates
-
El interlocutor de Sócrates en este momento del
diálogo es Glaucón.
-
Tales son, Sócrates, el mito
y el discurso demostrativos de que la virtud es enseñable
y los atenienses
-
—121→
Sócrates
-
—119→
Sócrates
-
Mas ahora alegas
escrúpulos, Sócrates, porque todos son maestros
de virtud, en la medida de sus fuerzas
-
de éste del mismo oficio,
si buscases quién además pueda haberles enseñado,
no sería, pienso, fácil, Sócrates
-
Es de pensar, al menos, Sócrates.
-
política,
y que tienen la virtud por enseñable y susceptible
de apercibimiento, te lo he demostrado, Sócrates
-
Pero acerca de este punto, Sócrates, ya
no te diré un mito, sino un discurso.
-
El fondo de todo
este primer costado de la actividad de Sócrates lo
constituye la idea correspondiente
-
definitivo de la p. 130 a la
explicación del origen de las acusaciones obra de
los primeros acusadores, hace Sócrates
-
II) La defensa contra los acusadores
últimos la lleva a cabo Sócrates refutando
los dos puntos del escrito
-
Sócrates, que había reducido
las acusaciones de los primeros acusadores a fingido escrito
de acusación
-
La refutación
del escrito en el orden en que la lleva a cabo Sócrates
requería la inversión de los términos
-
refieren
todos a lo individual: el médico no cura al hombre,
salvo por accidente, sino a Callias, o a Sócrates
-
al proceso, los miembros del Consejo,
los de la Asamblea, en suma, todos los atenienses, y uno
solo, Sócrates
-
pasajes, ps. 125 y 132) denotan, además,
el fondo intelectualista de estas ideas ético-pedagógicas
de Sócrates
-
nuevos, y de corromper a los jóvenes enseñándoles
en particular a no creer en los primeros, la logra Sócrates
-
demoníacas», puede comprenderse por
el hecho de que, como descubrirá más adelante
(p. 141) el propio Sócrates
-
, los demonios nuevos del
escrito, de Meleto tienen su origen en el «demonio» socrático,
al que Sócrates
-
1º) La experiencia implica una suma de juicios individuales
como: Callias, enfermo de X, curó con Z; Sócrates
-
Callias, Sócrates,
tanto enfermos cuanto sanos, son individuos.
-
—276→
los individuos Callias y Sócrates
-
La experiencia implica el conocimiento de lo individual:
de Callias, de Sócrates, enfermos de X.
-
y los
conocimientos que implican se aplican prácticamente,
es decir, a los hechos, como el de estar Sócrates
-
enfermo de X, en actos de aplicación, como el de curar
con Z a Sócrates enfermo de X.
-
conocimiento
de lo individual que implica, el de Callias enfermo de X,
se aplica al hecho de estar Sócrates
-
enfermo de X,
en el acto de curar a Sócrates con Z; o el juicio
«el enfermo de X cura con Z», con el
-
Hechos y actos se refieren
a lo individual: a Sócrates enfermo de X.
-
E implican
el concepto de lo individual: de Sócrates enfermo
de X.
-
La experiencia
conoce que Callias estaba enfermo de X y juzga que curó
con Z, conoce que Sócrates está
-
El arte conoce que el enfermo de X cura
con Z, no conoce que Sócrates está enfermo
de X y lo cura con
-
Pero acaso diga
alguien: «¿Es que no te avergüenzas, Sócrates,
de haberte dedicado a esa vida por la
-
Ahora bien,
el médico tiene que curar a Sócrates enfermo
de X, no al hombre enfermo de X.
-
Pero como al enfermo Sócrates
le acaece ser hombre, lo que no acaecería al enfermo si fuese un animal
-
ser en la dirección
del cual se cambia; y la tercera, la compuesta de estas dos
e individual, como Sócrates
-
Así, Sócrates, y por estas razones, los atenienses
y los demás pueblos, cuando es cuestión de
virtud
-
Ésta es, Sócrates,
la causa.
-
ante vosotros que, si soy puesto en libertad, en adelante
vuestros hijos, dedicándose a hacer lo que Sócrates
-
enseña, se echarán todos absolutamente a perder;
si después de todo esto me dijeseis: «Sócrates,
esta
- Formatos:
-
-
Resultado número:25
Texto
- Título:
-
Anales galdosianos. Año VII, 1972 - Registro bibliográfico
- Portales:
-
Literatura
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| Anales galdosianos
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- Sumario:
-
14
artículos
- Fragmentos
'Socrátes' en la obra
: (12
coincidencias encontradas)
-
-
But those whose procreancy
is of the spirit rather than of the flesh -and they are not
unknown, Socrates
-
armonía y su contrario de facción,
en relación con los conceptos de justicia y de injusticia,
dice Sócrates
-
Sin embargo, miss Pich, Sócrates, Shakespeare...
MISS PICH. (Vivamente.)
-
La
razón para escoger una vida mixta queda explícita
en el siguiente fragmento del diálogo entre Sócrates
-
y Protarco en el Filebo: «Sócrates: Imagine one of
us choosing to live in the possession of intelligence
-
-Protarchus: Neither
of these lives seems desirable to me, Socrates, and unless
I'm very much mistaken
-
-Socrates: And what about the combined life, Protarchus,
the joint life consisting in a mixture of the
-
-Socrates: Yes, those are the sorts of ingredients
I mean.
-
-Socrates: Then do we realize what result
now emerges in our discussion?
-
-Socrates: Then surely it is obvious by this time that, if
you take these two lives, neither of them
-
, la una de agua y la otra de miel, corresponden
a la esfera de la inteligencia y a la del placer: «Socrates
-
cuenta la debida proporción
entre los ingredientes, a fin de que el resultado no sea
una masa informe: «Socrates
- Formatos:
-
-
Resultado número:26
Texto
- Título:
-
La psicología del razonamiento : investigaciones experimentales por el hipnotismo / Alfred Binet; traducción española de Ricardo Rubio - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Binet, Alfred, 1857-1911
- Portal:
-
Biblioteca Universitaria. BUA
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- Pub. orig.:
- Madrid, Fernando Fe, 1902.
- Materias:
-
Psicología | Percepción
- Fragmentos
'Socrátes' en la obra
: (28
coincidencias encontradas)
-
-
Nuestro espíritu no acepta esta proposición:
«Sócrates es mortal», sino porque conoce la verdad de
-
una operación de tres términos; en el
ejemplo que hemos analizado antes, estos términos son:
Sócrates
-
Este término medio decimos que prepara la
conclusión, porque si Sócrates no fuese hombre, no sería
-
La menor del razonamiento,
Sócrates es hombre,
es de otra naturaleza.
-
de
vista lógico, significa que hay semejanza perfecta, identidad, entre
ciertos atributos de Sócrates
-
Es un acto de asimilación
entre la imagen de ciertos atributos de Sócrates y la imagen
genérica
-
La conclusión
Sócrates es mortal
contiene la verdad descubierta por
deducción.
-
de vista objetivo, significa que
hay una relación de coexistencia entre el individuo llamado
Sócrates
-
y los atributos de la mortalidad, o en otras palabras, que
Sócrates posee estos atributos.
-
indica que se ha establecido una relación de
contigüidad en nuestro espíritu, entre la imagen de Sócrates
-
Menor:
Sócrates es hombre A=B.
Conclusión:
Sócrates es mortal (A=B)-C.
-
«Así; Sócrates coexiste con hombre. -Mortal coexiste con
hombre.
-
-Luego Sócrates y mortal coexisten entre sí.»
-
Decir que Sócrates es hombre, significa
que se parece a los hombres que conocemos: El mismo Mill
-
Por lo tanto, se debería decir más bien: Sócrates se
parece a hombre -hombre coexiste con mortal
-
- Sócrates coexiste con
mortal.
-
La menor de nuestro silogismo expresa
una semejanza entre la representación de Sócrates y la de los
-
conclusión de
nuestro silogismo indica que hay una asociación de contigüidad
entre la imagen de Sócrates
-
Cuando yo digo: Todos los
hombres son mortales, Sócrates es hombre, luego es mortal:
¿qué es
-
la percepción
de una naranja con un razonamiento en forma, que tenga por objeto la muerte de
Sócrates
-
percepción de una naranja, con el
silogismo vulgar de las escuelas:
Todos los hombres son mortales, Sócrates
-
Cuando recorremos mentalmente el
silogismo siguiente: «Todos los hombres son mortales, Sócrates es
-
hombre, luego Sócrates es mortal, pasamos de un hecho conocido (la
mortalidad de los hombres
-
) a un hecho desconocido (la muerte de
Sócrates), por la relación de semejanza que descubrimos entre
-
los
dos hechos; esta semejanza constituye el objeto de una proposición
especial: «Sócrates es
-
Deducir que Sócrates es mortal, sería
poner a Sócrates en la clase de los hombres, uno de cuyos atributos
-
cristal -todos los cristales tienen planos de fractura- esto tiene un plano de
fractura; o bien: Sócrates
-
es hombre -todos los hombres son mortales-
luego Sócrates es mortal.
- Formatos:
-
-
Resultado número:27
Texto
- Título:
-
El museo universal. Núm. 4, Madrid 24 de enero de 1864, Año VIII - Registro bibliográfico
- Portales:
-
Historia
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| Biblioteca Digital del Instituto de Historia del CSIC
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- Fragmentos
'Socrátes' en la obra
: (20
coincidencias encontradas)
-
-
Amoroso está Sócrates por su sabiduría y sana moral.
-
Si la empresa no sale bien l i - tro con inquietud , suplicándole que huyese ó tratase muera Sócrates
-
Sócrates leyó este discurso con creído deber hacerlo y decirlo lodo para salvarme, buSue .
-
Sócrates era muy elocuente y persuasivo en la con- jezas a que se os ha acostumbrado.
-
por masque su iniencion no haya sido sino hacerme dacon juramento á Sócrates, hijo de Sophronisco, de
-
Pero si por
Sócrates fue luego conducido á la prisión.
-
Sócrates pasó lodos
cargados de presentar en la asamblea del Senado y del es una opinión general que
-
Sócrates esla colocado sobre esos dias, de tan cruel espora para los condenados vulpueblo las medidas
-
, el giro irónico de su espíritu, la origi- volaron contra Sócrates, y 27
-
Como la
nalidad de su vida, no habían hecho mas (pie inveterar fallaron ¡i Sócrates para que hubiese
-
Con Sócrates
ses.
-
Sócrates estaba sentado al borde del
freno para los malvados.
-
Sócrates esta multa yo me condeno.
-
—Como queráis, contestó Sócrates.»
-
—Sócrates,—le dijo —espero (pie no tendré necesidad de reprenderle Como a los demás : cuando vengo
á
-
Sócrates le
dijo contemplándole:—«Y tú recibe también mi adiós;
haré lo que me dices.»
-
—Los que hacen lo que tú dices, Gritón,—respondió
Sócrates ,—tienen sus razones ; creen sin duda que
-
Sócrates la tomó con serenidad y entereza , sin la menor
emoción, sin cambiar do color su rostro.
-
—Sócrates,—respondió el hombre,—nunca desleimos
mas que. el preciso para beber.
-
Entonces fueron acusados los
acusadores de Sócrates.
- Formatos:
-
-
Resultado número:28
Texto
- Título:
-
Dulce dueño / Emilia Pardo Bazán - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Pardo Bazán, Emilia, Condesa de, 1851-1921
- Portales:
-
Emilia Pardo Bazán
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| Escritoras españolas
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- Materias:
-
Narrativa española -- Siglo 20º | Novela española -- Siglo 20º
- Fragmentos
'Socrátes' en la obra
: (8
coincidencias encontradas)
-
-
Y ante todo, que Necepso y el
discípulo de Sócrates no sean llevados al suplicio.
»-Oye, Catalina
-
Seguro
de sí mismo, con labio untado de ática melosidad, habló de
Sócrates, del excelso mártir
-
Recordó que Sócrates había
demostrado la existencia de Dios y su providencia; y que, después de
-
¡Sócrates! Uno de sus antiguos cultos...
-
Sócrates, en su mocedad, había
sido escultor, y nunca perdió la afición a la perecedera belleza
-
extravío del mundo pagano, a lo nefario que clama por
fuego del cielo, no había sido tal vez ajeno Sócrates
-
¡Oh, si Sócrates hubiese podido conocer a Cristo, llorar
con él, seguir sus pies evangelizantes!
-
, y, transportada, exclamaba la
princesa: ‘¡Habrá muerto Sócrates como un justo;
pero Cristo,
- Formatos:
-
-
Resultado número:29
Texto
- Título:
-
Novísimo tratado completo de filosofía del derecho ó Derecho natural... exponiendo las doctrinas de Ahrens, Taparelli, Krause, Kant, Hegel, Savigni, Almetyer... / Clemente Fernández Elías - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Fernández Elías, Clemente, fl. 1897
- Portal:
-
Biblioteca Universitaria. BUA
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- Pub. orig.:
- Madrid, Librería de D. Leocadio López, 1874.
- Materia:
-
Derecho Filosofía
- Fragmentos
'Socrátes' en la obra
: (28
coincidencias encontradas)
-
-
La moral de Sócrates, casi tan pura como
la del Evangelio; su cosmopolitismo, que contiene en germen
-
El movimiento de progreso
que Sócrates imprime a la moral deja muy pronto de
ser una especulación filosófica
-
Ciro, su héroe, respeta en los vencidos
la cualidad de hombres: otros discípulos de Sócrates
se apoderan
-
La doctrina
de Sócrates, no sólo fue interpretada por Platón,
el discípulo querido, sino por la secta
-
Partiendo
sus adeptos del cosmopolitismo de Sócrates y de Platón,
exagerándolo tal vez, creen que el
-
En oposición a sus doctrinas viene la
de Sócrates y Platón.
1.
-
Platón, el discípulo escogido de Sócrates,
nos describe en su Sinopsis hasta qué punto el carácter
y
-
No conocernos a SÓCRATES por sus obras, puesto
que, o no las escribió o se han perdido por completo;
-
Anaxágoras, la idea de Dios, como causa
eficiente, con más o menos fuerza, con más
o menos claridad; Sócrates
-
poderosos desarrollos, y en
efecto, la noción moral, la idea de virtud y la de
justicia se elevan con Sócrates
-
a tanta altura, que
sólo el cristianismo ha podido ir más allá:
Sócrates, reconociendo la unidad de
-
dogma divino
de una religión divina también y llamada a
regenerar el mundo: pero el cosmopolitismo de Sócrates
-
revelara; de aquí tal vez el que en medio de tan
levantados principios, al venir a la vida práctica,
Sócrates
-
analiza y combate y pulveriza
las nociones que de ella tenía la antigüedad,
y ridiculiza en nombre de Sócrates
-
eclipsan por completo, y Aristóteles
estaba impregnado de la rica savia que Anaxágoras
y Pitágoras y Sócrates
-
Pero aunque
así fuese, aunque Sócrates careciese de poder
para cambiar la manera de ser y las condiciones
-
lucha
era gigantesca y superior a las fuerzas de un hombre, la
materia tenía aún fuerza sobrada, y Sócrates
-
La doctrina de Sócrates, lanzada al mundo por sus
elocuentes labios, no murió con el maestro, y aunque
-
cuales alguna la torció y desnaturalizó,
PLATÓN, el discípulo querido, la encarnación
científica de Sócrates
-
griega
las dos magníficas figuras, los dos colosos de la
inteligencia que conocemos con los nombres de Sócrates
-
¡Sócrates, Platón, el gran
maestro, el divino36 discípulo, los dos colosos de la
Grecia, las más grandes
-
¡Sócrates, Platón, genios sublimes colocados
por la mano del Eterno en medio de un mundo que no os comprendía
-
Platón
acepta el Dios único, el Dios inteligente de Sócrates
y Anaxágoras, pero comprende que aun así
-
su filosofía la escuela estoica, había,
sin embargo, aceptado los principios capitales de Platón,
de Sócrates
-
movimiento espiritualista, idealista mejor dicho,
de Anaxágoras, de Pitágoras y de Genófanes;
vienen Sócrates
-
SÓCRATES. PLATÓN. Misión de ambos en
el mundo antiguo. Retrato de Sócrates hecho por Platón.-2.
-
Si Pitágoras y Sócrates
y Platón pueden considerarse como la protesta viva
y constante del espíritu contra
-
Sócrates, Platón y Aristóteles vienen
uniendo las ideas de sus escuelas respectivas a la doctrina
estoica
- Formatos:
-
-
Leer obra
Novísimo tratado completo de filosofía del derecho ó Derecho natural... exponiendo las doctrinas de Ahrens, Taparelli, Krause, Kant, Hegel, Savigni, Almetyer...
Concordancias
Novísimo tratado completo de filosofía del derecho ó Derecho natural... exponiendo las doctrinas de Ahrens, Taparelli, Krause, Kant, Hegel, Savigni, Almetyer...
-
Resultado número:30
Estudio crítico
- Título:
-
Campoamor y la ironía romántica. Reflexiones sobre "El licenciado Torralba" - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Navas-Ruiz, Ricardo
- Portal:
-
Ramón de Campoamor
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- Mat. aut.:
-
Campoamor, Ramón de (1817-1901) -- Crítica e interpretación
- Fragmentos
'Socrátes' en la obra
: (8
coincidencias encontradas)
-
-
IV, 1888],
KIERKEGAARD, Soren: El concepto de ironía con referencia constante a Sócrates.
-
Y cuando niego
es que imito el estilo
de aquel divino Sócrates que, ciego,
lanzó burlón
-
¿Cómo es posible equiparar a Sócrates y Torralba?
-
¿Por qué Sócrates y no Torralba, si ambos responden al mismo anhelo de encontrar la verdad, si ambos
-
Campoamor, conferir validez a las indagaciones de Torralba por la misma razón que la tienen las de Sócrates
-
Y la mantiene, no por la simple razón de su evidencia, sino porque, como en el caso de Sócrates, sólo
-
Nada tiene de sorprendente que, como Sócrates, sea también Torralba una víctima de la sociedad cuyos
-
confiere dignidad y respeto, llega a equipararlo al maestro de la ironía y gran buscador de la verdad, a Sócrates
- Formatos:
-
Filtros de la búsqueda
- Laín Entralgo, Pedro, 1908-2001 73
- Menéndez y Pelayo, Marcelino, 1856-1912 46
- Blázquez, José María, 1926-2016 22
- Hostos, Eugenio María de, 1839-1903 18
- Valera, Juan, 1824-1905 18
- Vega, Lope de, 1562-1635 17
- Campoamor, Ramón de, 1817-1901 15
- Hernández Guerrero, José Antonio 15
- Pérez Galdós, Benito, 1843-1920 15
- Bello, Andrés, 1781-1865 13
- Alas, Leopoldo, 1852-1901 12
- Baquero Goyanes, Mariano, 1923-1984 12
- Burgos, Carmen de, 1867-1932 12
- Sarmiento, Domingo Faustino, 1811-1888 11
- Castelar, Emilio, 1832-1899 10
- Gimeno de Flaquer, Concepción, 1850-1919 10
- Marías, Julián, 1914-2005 10
- Rodríguez Huéscar, Antonio, 1912-1990 10
- Cicerón, Marco Tulio, 106 A.C.-43 A. C. 8
- Feijoo, Benito Jerónimo, 1676-1764 8
- Derecho -- Filosofía 65
- Filosofía 60
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- Poesía española 44
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- Escuela de Salamanca2
- Sánchez Reyes, Enrique, 1887-1987 37
- Universidad de Alicante 17
- Imprenta Real (Madrid) 14
- Burgos, Carmen de, 1867-1932 11
- Sancha, Antonio de, 1720-1790 11
- Serna M. , Edgar 9
- Isla, José Francisco de, 1703-1781 8
- Alamán, Lucas, 1792-1853 7
- Cano, Benito, 1784?-1830? 7
- Ibarra, Joaquín, aproximadamente 1754-1785 7
- Universidad de Valladolid 7
- García González, Ramón 6
- Menéndez y Pelayo, Marcelino, 1856-1912 6
- Rovira, José Carlos, 1949- 6
- Fundación Caballero Bonald 5
- González Rojas, Felipe 5
- Parra Ramos, Josefa, 1965- 5
- Rivadeneyra, Manuel, 1805-1872 5
- Universidad de Santiago de Compostela 5
- Alemany Bay, Carmen, 1964- 4
- Machado, Antonio, 1875-1939 59
- Alas, Leopoldo (1852-1901) 41
- Cervantes Saavedra, Miguel de, 1547-1616 27
- Quevedo, Francisco de (1580-1645) 24
- Hostos, Eugenio María de (1839-1903) 21
- Menéndez y Pelayo, Marcelino, 1856-1912 19
- Unamuno, Miguel de, 1864-1936 19
- Cartagena, Alfonso de, aproximadamente 1385-1456 18
- Vega, Lope de (1562-1635) 13
- Zambrano, María, 1904-1991 13
- Ortega y Gasset, José, 1883-1955 12
- Pérez Galdós, Benito, 1843-1920 12
- Rojas, Fernando de, aproximadamente 1470-1541 11
- Iglesia Católica 9
- Juana Inés de la Cruz , Sor (1651-1695) 9
- Di Benedetto, Antonio, 1922-1986 8
- Platón, aproximadamente 427 A.C.-347 A.C. 8
- Sábato, Ernesto (1911-) 8
- Rodó, José Enrique (1871-1917) 7
- Altamira, Rafael (1866-1951) 6
- Biblioteca de la Universidad de Alicante 167
- Universidad de Santiago de Compostela. Biblioteca Universitaria 46
- Fondo Antiguo de la Universidad de Granada 5
- Fundación Joaquín Díaz 5
- BIVALDI 2
- Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla 2
- Fondo Antiguo de la Universidad de Valladolid 2
- Universitat de Barcelona. Fons de reserva 2
- Fondo Antiguo de la Universidad de Salamanca 1
- Universitat de Barcelona. Fons de Reserva 1
-
Resultado número:21 Texto
- Título:
- Entre Troya y Siracusa / Domingo Miras Molina - Registro bibliográfico
- Autor:
- Miras Molina, Domingo
- Portal:
- Asociación de Autores de Teatro Visitar sitio web
- Materia:
- Teatro español Siglo 21º
- Fragmentos 'Socrátes' en la obra : (20 coincidencias encontradas)
-
- XANTIPA, esposa de Sócrates.
- SÓCRATES .- ¿Para qué he de subir?
- .- No has contestado a mi pregunte, Sócrates.
- .- ¡Cómo, Sócrates! ¿Que yo soy partidario de la guerra? SÓCRATES .- Sí, tú.
- SÓCRATES .- Nos conocemos, amigo.
- ALCIBÍADES .- ¿Qué dices, Sócrates ? ¿De qué sacrilegio hablas? SÓCRATES .
- SÓCRATES .- ¿Tú has leído la obra?
- ALCIBÍADES .- No, Sócrates, de ninguna manera.
- ALCIBÍADES .- No, Sócrates, no.
- SÓCRATES .- ¿Pero, qué es lo que sois?
- SÓCRATES .- Vaya, menos mal.
- .- ¡Sócrates, Sócrates, que vas a perder la templanza!
- SÓCRATES .- ¡Ah, el pobre Astianacte!
- MIRRINA.- ¡Sócrates, qué alegría me das! ¿De verdad te gusta mi trabajo? SÓCRATES .
- SÓCRATES .- ¡Bah, pero si no es nada!...
- (SÓCRATES y ALCIBÍADES aplauden tibiamente.) SÓCRATES .- M uy bien, muy bien.
- SÓCRATES .- ¿De veras, Alcibíades?
- ALCIBÍADES .- ¿Tú qué dices, Sócrates? ¿Es un tonto, o un granuja? SÓCRATES .- ¿Qué importa?
- SÓCRATES .- ¡Dioses, mi mujer!
- MIRRINA.- (A SÓCRATES.) Pero, ¿quien es es a horrible mujer? SÓCRATES .- (Algo avergonzado.)
- Formatos:
-
Resultado número:22 Texto
- Título:
- Diálogos : Fedón, o de la inmortalidad del alma; El banquete, o del amor ; Gorgias, o de la retórica / Platón; [traducción de Luis Roig de Lluis] - Registro bibliográfico
- Autor:
- Platón, aproximadamente 427 a.C. - 347 a.C.
- Portal:
- Colección Austral Visitar sitio web
- Materia:
- Filosofía
- Fragmentos 'Socrátes' en la obra : (600 coincidencias encontradas)
-
- SÓCRATES.- Pues entonces, adelante, y examinemos todavía esto otro.
- SÓCRATES.- ¿Y lo que se llama creer? GORGIAS.- También lo admito.
- SÓCRATES.- ¿Te parece que saber y creer, la ciencia y la creencia, son la misma cosa o dos diferentes
- GORGIAS.- Pienso, Sócrates, que son dos diferentes.
- SÓCRATES.- Piensas acertadamente, y podrás juzgar por lo que te voy a decir.
- SÓCRATES.- ¿Y hay también una ciencia falsa y una verdadera? GORGIAS.- No.
- SÓCRATES.- Entonces es evidente que creer y saber no son la misma cosa.
- SÓCRATES.- Sin embargo, los que saben están persuadidos lo mismo que los que creen.
- SÓCRATES.- ¿Quieres que, consecuentes a esto, admitamos dos especies de persuasión, una que produce
- SÓCRATES.- De estas dos persuasiones, ¿cuál es la que con la retórica opera en los tribunales y otras
- GORGIAS.- Es evidente, Sócrates, que con la que engendra la ciencia.
- SÓCRATES.- La retórica, a lo que parece, es, pues, obrera de la persuasión que hace creer y no de la
- SÓCRATES.- El orador, pues, no se propone instruir a los tribunales y a las otras asambleas acerca de
- SÓCRATES.- ¿No es porque también hay otros pintores que pintan animales?
- SÓCRATES.- De manera que si Zeuxis fuera el único que los pintara, me habrías contestado bien.
- SÓCRATES.- Dime, pues, refiriéndome a la retórica: ¿te parece que es la única que motiva la persuasión
- GORGIAS.- Persuade con toda seguridad, Sócrates.
- SÓCRATES.- Volviendo a las mismas artes de que ya se ha hecho mención, ¿no nos enseñan la aritmética
- SÓCRATES.- ¿Y no persuaden al mismo tiempo?
- SÓCRATES.- ¿Y si nos preguntaran en qué persuasión y de qué?
- SÓCRATES.- La retórica no es, pues, el único arte cuya obra es la persuasión.
- SÓCRATES.- Por consiguiente, puesto que no es la única que produce la persuasión y que otras artes consiguen
- SÓCRATES.- Ya que piensas así, respóndeme.
- .- Hablo, Sócrates, de la persuasión que tiene lugar en los tribunales y las asambleas públicas, como
- SÓCRATES.- Sospechaba que tenías en vista, en efecto, esta persuasión y estos objetos, Gorgias.
- SÓCRATES.- De la economía, de la medicina y de la justicia.
- .- La justicia las aventaja en mucho, Sócrates.
- SÓCRATES.- Puesto que es la más bella, es, pues la que procura el mayor placer o la mayor utilidad,
- SÓCRATES.- ¿Tener que entregarse en mano de los médicos es agradable?
- SÓCRATES.- ¿Pero es una cosa útil? POLOS.- Sí.
- SÓCRATES.- Porque libra de un gran mal; así, pues, es ventajoso sufrir el dolor para recuperar la salud
- SÓCRATES.- Pensando sólo en el cuerpo, quién es más dichoso, ¿el hombre que está en manos de los médicos
- SÓCRATES.- En efecto; la felicidad no consiste, parece, en verse aliviado de un mal, sino en no estar
- SÓCRATES.- Y de dos enfermos, lo mismo da que lo sean del cuerpo que del alma, ¿quién es el más desgraciado
- SÓCRATES.- Hemos dicho que el castigo procura la liberación del mayor de los males, que es la maldad
- SÓCRATES.- Porque el castigo vuelve sensato, obliga a ser más justo y es la medicina del alma.
- SÓCRATES.- El más feliz, por consiguiente, es quien no tiene maldad alguna en el alma, porque hemos
- SÓCRATES.- Y después de él quien se ve libertado del mal.
- SÓCRATES.- Que es quien ha sido advertido, amonestado y ha sufrido el castigo.
- SÓCRATES.- Pero quien vive más desgraciado es el que comete injusticias y no se ve libre de ellas.
- SÓCRATES.- ¿De manera que beber es tener un placer? CALLICLES.- Sin duda.
- SÓCRATES.- ¿Porque se tiene sed? CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿O sea, porque se sufre un dolor? CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿Ves que de esto resulta que cuando dices: beber teniendo sed es como si dijeras: experimentar
- SÓCRATES.- Pero ¿no confesaste que es imposible ser desgraciado al mismo tiempo que se es feliz?
- SÓCRATES.- Acabas de reconocer que se puede disfrutar de un placer sintiendo dolor.
- SÓCRATES.- Entonces sentir un placer no es ser feliz ni experimentar un dolor ser desgraciado, y por
- CALLICLES.- No sé qué razonamientos tan capciosos empleas, Sócrates.
- SÓCRATES.- Lo sabes muy bien, pero disimulas, Callicles.
- CALLICLES.- Sócrates es siempre el mismo, Gorgias.
- Te has comprometido a dejar argumentar a Sócrates como mejor le plazca.
- SÓCRATES.- Puedes considerarte dichoso, Callicles, por haber estado iniciado en los grandes misterios
- .- Al menos tú lo crees, Sócrates.
- SÓCRATES.- Y tú, Callicles, ¿aseguras de buena fe que lo que has dicho es la verdad?
- SÓCRATES.- ¿Quieres que discutamos tu opinión como si hablaras en serio?
- SÓCRATES.- Perfectamente. Puesto que tal es tu manera de pensar, explícame esto.
- SÓCRATES.- ¿No hablaste hace poco del valor unido a la ciencia?
- SÓCRATES.- ¿No haces distinción de estas dos cosas por la razón de que el valor es otra cosa que la
- SÓCRATES.- ¿La voluptuosidad y la ciencia son la misma cosa o se diferencian?
- .- Se diferencian, sapientísimo Sócrates.
- SÓCRATES.- Y el valor, ¿es también distinto de la voluptuosidad?
- SÓCRATES.- Espera para que grabemos esto en la memoria: Callicles de Acharnea sostiene que lo agradable
- ¿Sócrates de Alopeka está conforme con esto o no? CALLICLES.- No está conforme.
- SÓCRATES.- No creo tampoco que Callicles lo esté cuando haya reflexionado seriamente, porque dime: ¿
- SÓCRATES.- Puesto que estas dos maneras de ser son opuestas, ¿no es de necesidad que ocurra con ellas
- SÓCRATES.- Escúchalo: tomemos, por ejemplo, la parte del cuerpo que más te plazca. ¿Los ojos?
- SÓCRATES.- ¿Crees que es un bien para uno hacer lo que le parece más ventajoso cuando está desprovisto
- SÓCRATES.- Pruébame que los retóricos tienen buen sentido y que la retórica es un arte y no una adulación
- SÓCRATES.- ¿Cómo, pues, tendrían los oradores y tiranos un gran poder en las ciudades a menos que Polos
- no obligue a Sócrates a confesar que hacen lo que quieren?
- SÓCRATES.- Digo que no hacen lo que quieren. Refútame.
- SÓCRATES.- Y sigo sosteniéndolo. POLOS.- Entonces hacen lo que quieren.
- SÓCRATES.- Lo niego. POLOS.- ¡Qué! ¿Cuándo hacen lo que juzgan a propósito?
- SÓCRATES.- Sin duda.
- .- En verdad, Sócrates, mantienes cosas insostenibles y deplorables.
- SÓCRATES.- No me condenes tan de prisa, Polos encantador, por hablar como tú66.
- SÓCRATES.- ¿Juzgas que los hombres quieren lo que hacen habitualmente o la cosa por la cual hacen esas
- SÓCRATES.- Habla mejor, Polos. POLOS.- ¿Por qué?
- SÓCRATES.- Porque no hay que envidiar a aquellos cuya suerte no debe excitar ninguna ni a los desgraciados
- SÓCRATES.- ¿Podría acaso juzgarlos de otro modo?
- SÓCRATES.- De ninguna manera, pero tampoco me parece digno de ser envidiado.
- SÓCRATES.- Sí, querido; lo he dicho del que condena a muerte injustamente, y además, que es digno de
- SÓCRATES.- Menos que el autor de su muerte, Polos, y menos aún que el que ha merecido la muerte.
- POLOS.- ¿Cómo, Sócrates?
- SÓCRATES.- Porque de todos los males, el mayor es cometer una injusticia.
- SÓCRATES.- De ninguna manera.
- SÓCRATES.- No quisiera ni lo uno ni lo otro.
- SÓCRATES.- No, si por tirano entiendes la misma cosa que yo.
- .- Pienso, Sócrates, que aunque no supiera nada de todo eso, lo aprendería a mi lado.
- SÓCRATES.- Detente, no sigas. Respondes muy bien.
- SÓCRATES.- Pero dime: el que ha aprendido el oficio de carpintero, ¿es carpintero o no?
- SÓCRATES.- Y cuando se ha aprendido música, ¿se es músico? GORGIAS.- Sí.
- SÓCRATES.- Y cuando se ha aprendido la medicina ¿no se es médico?
- SÓCRATES.- Por la misma razón, pues, el que haya aprendido lo que corresponde a la justicia, es justo
- SÓCRATES.- Entonces es de necesidad que el orador sea justo y que el hombre justo quiera que sus acciones
- SÓCRATES.- El hombre justo no querrá, pues, cometer ninguna injusticia.
- SÓCRATES.- ¿No se deduce necesariamente de lo que se ha dicho, que el orador es justo?
- SÓCRATES.- El orador, por consiguiente, no cometerá jamás una injusticia.
- SÓCRATES.- ¿Recuerdas haber dicho un poco antes que no había que achacar la culpa ni expulsar de las
- SÓCRATES.- Pero lo que es bello es al mismo tiempo bueno porque es agradable y útil.
- SÓCRATES.- Por esto lo que sufre el castigado es bueno. POLOS.- Parece que sí.
- SÓCRATES.- De ello deduce, por consiguiente, alguna utilidad. POLOS.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿Es esta utilidad la que concibo, quiero decir, la de que mejora su alma, si es cierto que
- SÓCRATES.- Así es que el castigado se ve libre de la maldad que hay en su alma.
- SÓCRATES.- ¿No se ve así libre del mayor de los males?
- SÓCRATES.- Y refiriéndonos a la constitución del cuerpo, ¿no llamas males a la debilidad, a las enfermedades
- SÓCRATES.- ¿Piensas, sin duda, que el alma también tiene sus males?
- SÓCRATES.- ¿No serán lo que llamas injusticia, ignorancia, cobardía y otros defectos parecidos?
- SÓCRATES.- Con estas tres cosas, pues, las riquezas, el cuerpo y el alma, se relacionan, según tú, tres
- SÓCRATES.- ¿Cuál de estos tres males es el más feo?
- SÓCRATES.- Si es el más feo, ¿no es también el peor?
- .- ¿Cómo lo entiendes, Sócrates? SÓCRATES.- Helo aquí.
- SÓCRATES.- Pero ¿no acabamos de reconocer que la injusticia y todos los vicios del alma son los más
- SÓCRATES.- Sí, y tu también y todo el mundo.
- SÓCRATES.- ¿Quieres responderme?
- SÓCRATES.- Pues para saberlo, contéstame, Polos, como si empezara a interrogarte por primera vez.
- SÓCRATES.- ¿Y qué es más feo: cometer una injusticia o soportarla? Responde.
- SÓCRATES.- Si es más feo, será, pues, un mal mayor. POLOS.- De ninguna manera.
- SÓCRATES.- Comprendo.
- SÓCRATES.- ¿Qué dices de esto?
- SÓCRATES.- De igual manera, ¿no llamas bellas a todas las otras cosas, figuras, colores, por el placer
- SÓCRATES.- ¿No ocurre lo mismo con los sonidos y con todo lo que pertenece a la música?
- SÓCRATES.- Igualmente lo que es bello en cuestión de leyes y de géneros de vida, ¿no lo es, sin duda
- SÓCRATES.- Lo que el paciente sufre, ¿no es de la misma naturaleza que lo que hace el agente?
- SÓCRATES.- ¿Y si pega de prisa y fuerte que la cosa sea golpeada de la misma manera?
- SÓCRATES.- Lo golpeado experimenta, por lo tanto, un efecto de la misma naturaleza que la acción del
- SÓCRATES.- Por consiguiente, si uno quema es preciso que haya alguna cosa que se queme.
- SÓCRATES.- ¿Y si se quema mucho y de una manera dolorosa que la cosa quemada lo sea precisamente de
- SÓCRATES.- Y lo mismo si una cosa corta porque otra tiene que ser cortada.
- SÓCRATES.- Y si el corte es grande o profundo o doloroso, la cosa cortada tiene que ser exactamente
- SÓCRATES.- En una palabra: mira a ver si me concedes respecto a todas las otras cosas lo que acabo de
- SÓCRATES.- Después de estas condiciones, dime si ser castigado es sufrir u obrar.
- .- Sufrir, necesariamente, Sócrates.
- SÓCRATES.- ¿Por parte de algún agente, sin duda?
- SÓCRATES.- El que castiga con razón, ¿castiga justamente? POLOS.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿Haciendo una obra justa o no? POLOS.- Haciendo una cosa justa.
- SÓCRATES.- El que está castigado, cuando se le castiga, sufre una cosa justa, por lo tanto.
- SÓCRATES.- ¿No habíamos convenido en que todo lo justo es bello? POLOS.- Sí.
- SÓCRATES.- Lo que hace la persona que castiga y lo que sufre la persona castigada es, pues, bello.
- SÓCRATES.- ¿No puede decirse lo mismo refiriéndose a la belleza de las ciencias?
- .- Indudablemente; definir lo bello, Sócrates, como haces, explicándolo por medio de lo útil y de lo
- SÓCRATES.- Lo feo entonces ¿estará bien definido por los dos contrarios: el dolor y lo malo?
- SÓCRATES.- Si de dos cosas bellas una lo es más que la otra, ¿no lo es porque la aventaja en hermosura
- SÓCRATES.- Y de dos cosas feas, si una es más fea que la otra será porque causa más dolor o más mal
- SÓCRATES.- Veamos ahora. ¿Qué decíamos recién referente a la injusticia cometida o sufrida?
- SÓCRATES.- Si es más fea la comisión de una injusticia que la desgracia de ser víctima de ella, es o
- SÓCRATES.- Examinaremos en primer lugar si es más doloroso cometer una injusticia que tener que sufrirla
- la cometen experimentan más dolor que los que son víctimas de ella, POLOS.- Aquéllos, no, Sócrates
- SÓCRATES.- La acción de cometer una injusticia no es, pues, tan dolorosa como el sobrellevar ésta.
- SÓCRATES.- Si es así, ocurrirá lo mismo con relación al dolor y al mal a su vez.
- SÓCRATES.- Entonces no nos queda más que referirnos al último de los dos.
- SÓCRATES.- ¿Al mal sólo? POLOS.- Me parece.
- SÓCRATES.- Puesto que cometer una injusticia hace inclinarse del lado del mal, es peor que padecerla
- .- ¿Por qué razón, Sócrates?
- SÓCRATES.- Por la razón, Polos, de que habiéndote preguntado Chairefon en qué arte es Gorgias hábil
- SÓCRATES.- Convengo en ello; pero nadie te interroga acerca de las cualidades del arte de Gorgias.
- GORGIAS.- La retórica, Sócrates. SÓCRATES.- Entonces ¿hay que llamarte retórico?
- GORGIAS.- Y buen retórico, Sócrates, si quieres llamar me lo que me glorifico de ser64, para servirme
- SÓCRATES.- Consiento en ello. GORGIAS.- Pues bien; llámame así.
- SÓCRATES.- ¿Podremos decir que eres capaz de enseñar este arte a los otros?
- SÓCRATES.- ¿Quisieras, Gorgias, que continuáramos en parte interrogando y en parte contestando, como
- GORGIAS.- Hay algunas respuestas, Sócrates, que por necesidad no pueden ser breves.
- SÓCRATES.- Es lo que debe ser, Gorgias.
- SÓCRATES.- Una casa en la que reina el orden y el arreglo, ¿no es buena?
- SÓCRATES.- ¿No debe decirse lo mismo de una embarcación? CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- Y refiriéndonos a nuestro cuerpo, ¿no podemos emplear el mismo lenguaje?
- SÓCRATES.- ¿Será buena nuestra alma si es desordenada?
- SÓCRATES.- ¿Qué nombre darías al efecto que el orden y el arreglo producen en el cuerpo?
- SÓCRATES.- Trata ahora de encontrar y decirme precisamente el nombre del efecto que el orden y el arreglo
- CALLICLES.- ¿Por qué no lo buscas tú mismo, Sócrates?
- SÓCRATES.- Si prefieres, lo diré; pero si encuentras que tengo razón, convén en ello; si no, refútame
- SÓCRATES.- Así, pues, el buen orador, el que se conduce según las reglas del arte, tenderá siempre a
- SÓCRATES.- ¿De qué le sirve, en efecto, Callicles, a un cuerpo enfermo y mal dispuesto que le presenten
- SÓCRATES.- Porque me figuro que no es una ventaja para un hombre vivir con un cuerpo enfermo, puesto
- SÓCRATES.- Por esto dejan los médicos en general en libertad a los que se encuentran bien de satisfacer
- SÓCRATES.- Pero, querido amigo, ¿no será preciso proceder lo mismo con el alma?
- SÓCRATES.- Porque es el partido más ventajoso para el alma. CALLICLES.- Sin duda.
- SÓCRATES.- Pero tener a alguien alejado de lo que desea, ¿no es corregirle?
- SOCRATES.- Entonces para el alma vale más vivir corregida que silenciosamente, como pensabas ha poco
- CALLICLES.- No comprendo nada de lo que dices, Sócrates, interroga a otro.
- SÓCRATES.- He aquí un hombre que no podría consentir en lo que por él se hace ni soportar la cosa misma
- SÓCRATES.- ¡Sea! ¿Qué haremos entonces? ¿Dejaremos incompleta esta discusión?
- SÓCRATES.- Lo son porque no hay nada más doloroso o nada más perjudicial o por ambas cosas.
- SÓCRATES.- Entonces ¿es más doloroso ser injusto, intemperante, cobarde e ignorante que ser un indigente
- SÓCRATES.- Los vicios del alma no son, pues, lo más feo sino porque aventajan de una manera extraordinaria
- SÓCRATES.- Pero lo que se distingue por el exceso de daño que causa es el mayor de los males.
- SÓCRATES.- La injusticia, la intemperancia y los otros vicios del alma son, de todos los males, los
- SÓCRATES.- ¿Qué arte nos libra de la pobreza? ¿No es la economía? POLOS.- Sí.
- SÓCRATES.- Y de la enfermedad, ¿no es la medicina? POLOS.- Naturalmente.
- SÓCRATES.- ¡Y de la maldad y de la injusticia?
- SÓCRATES.- ¿Y adónde a los que se entregan a la injusticia y al libertinaje?
- SÓCRATES.- Para que los castigue, ¿verdad? POLOS.- Indudablemente.
- SÓCRATES.- Los que castigan con razón, ¿no siguen en eso las reglas de cierta justicia?
- SÓCRATES.- Así es que la economía precave de la indigencia, la medicina libra de la enfermedad y la
- SÓCRATES.- Pero de estas tres cosas de que hablas, ¿cuál crees, Polos, que es la más bella?
- SÓCRATES.- Cuando el enemigo se retiraba, ¿quienes te han parecido demostrar más júbilo, los cobardes
- SÓCRATES.- Eso no significa nada. ¿Los cobardes se alegran también?
- SÓCRATES.- ¿Y los insensatos también a lo que parece? CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- Cuando el enemigo avanzaba, ¿estaban tristes los cobardes solamente o también los valerosos
- SÓCRATES.- ¿Igualmente? CALLICLES.- Los cobardes quizá más.
- SÓCRATES.- Y cuando el enemigo se retira, ¿no son los cobardes quienes más se alegran?
- SÓCRATES.- De manera que los insensatos y los cuerdos, los cobardes y los valientes, experimentan, por
- SÓCRATES.- Pero los cuerdos y los valientes son buenos y los cobardes y los insensatos malos.
- SÓCRATES.- Los buenos y los malos experimentan, pues, casi igualmente la alegría y el dolor.
- SÓCRATES.- Pero los buenos y los malos, ¿son aproximadamente igualmente buenos o malos?
- SÓCRATES.- ¿No sabes que dijiste que los buenos son buenos por la presencia del bien y los malos por
- SÓCRATES.- El bien o el placer se encuentran, pues, en aquellos que experimentan una alegría mientras
- SÓCRATES.- ¿Entonces los que sienten alegría son buenos por la presencia del bien?
- SÓCRATES.- ¿No se pierden igualmente a la vez la sensación del hambre y de otros deseos y la del placer
- SÓCRATES.- ¿Se cesa, pues, al mismo tiempo de sentir dolor y placer?
- SÓCRATES.- Por consiguiente, no se pueden perder a la vez los bienes y los males como estás convencido
- SÓCRATES.- Se deduce, mi querido amigo, que lo bueno y lo grato, lo malo y lo doloroso, no son la misma
- SÓCRATES.- Pero ¿cómo? ¿Llamas gentes de bien a los insensatos y a los cobardes?
- SÓCRATES.- Dime, ¿has visto alegre alguna vez a un niño privado de razón?
- SÓCRATES.-¿ ¿No has visto también alegre a un hombre demente?
- SÓCRATES.- Por nada; contesta solamente. CALLICLES.- He visto algunos.
- SÓCRATES.- ¿Y has visto también a hombres razonables en la tristeza y en la alegría?
- SÓCRATES.- Quiénes sienten más vivamente la alegría y el dolor, ¿los cuerdos o los insensatos?
- SÓCRATES.- Me basta. ¿No has visto cobardes en la guerra?
- SÓCRATES.- He dicho solamente que es una parte de ella.
- SÓCRATES.- ¿Me haces una pregunta o empiezas un discurso?
- SÓCRATES.- Me parece que ni siquiera se los mira. POLOS.- ¡Cómo! ¿Que no se los mira?
- SÓCRATES.- No, si crees que el poder es un bien para quien lo tiene.
- SÓCRATES.- Entonces te digo que de todos los ciudadanos son los oradores los que tienen menos autoridad
- SÓCRATES.- ¡Por el perro!
- SÓCRATES.- Entonces, querido amigo, ¿por qué me haces dos preguntas a la vez?
- SÓCRATES.- ¿No dijiste ahora mismo que los oradores, como los tiranos, condenan a muerte a quien quieren
- SÓCRATES.- Pues bien, yo te digo que son dos preguntas y voy a responder a la una y a la otra.
- SÓCRATES.- Según pretendes, Polos, no. POLOS.- ¿Que yo pretendo eso? ¡Ca!
- SÓCRATES.- Te digo que lo pretendes.
- SÓCRATES.- ¿No reconoce la mayoría de los hombres que es más repugnante, y tú mismo lo has confesado
- SÓCRATES.- ¿No acabamos de ver que también es peor? POLOS.- Parece que sí.
- SÓCRATES.- ¿Preferirías tú lo que es más feo y peor a lo que lo es menos?
- SÓCRATES.- ¿Crees que habrá alguien en el mundo que lo prefiera?
- SÓCRATES.- Entonces tuve razón cuando dije que ni yo, ni tú, ni quienquiera que sea, preferirá cometer
- SÓCRATES.- ¿Ves ahora, Polos, comparando tu manera de refutar con la mía, que no se asemejan nada?
- SÓCRATES.- ¿Podrías negarme que lo que es justo es bello en tanto que es justo?
- POLOS.- Me parece que es así, Sócrates. SÓCRATES.- Considera todavía esto.
- SÓCRATES.- A la vez no pueden tenerse los ojos sanos y tener una oftalmía.
- SÓCRATES.- Pero cuando está uno curado de la oftalmía, ¿pierde la salud de los ojos o pierde ambas cosas
- SÓCRATES.- Me parece que sería una cosa prodigiosa y absurda, ¿no es cierto?
- SÓCRATES.- Porque me parece que la una viene y la otra se va y recíprocamente.
- SÓCRATES.- ¿No puede decirse lo mismo de la fuerza y de la debilidad?
- SÓCRATES.- ¿Y de la velocidad y de la lentitud? CALLICLES.- También.
- SÓCRATES.- ¿Se adquieren de la misma manera y, se pierden a la vez los bienes y los males, la dicha
- SÓCRATES.- Si descubrimos, pues, ciertas cosas que se tienen aún en el momento en que uno se ve libre
- SÓCRATES.- Volvamos ahora a lo que antes convinimos.
- SÓCRATES.- Te comprendo; pero el hambre por sí misma, ¿es dolorosa o no?
- SÓCRATES.- ¿Y la sed, sin duda también? CALLICLES.- Ciertamente.
- SÓCRATES.- ¿Crees que es necesario que te haga nuevas preguntas o convienes ya en que toda necesidad
- SÓCRATES.- Perfectamente. ¿Beber teniendo sed es en tu opinión una cosa agradable?
- SÓCRATES.- ¿No es verdad que tener sed es causa de dolor? CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿Y que beber es la satisfacción de un deseo y un placer?
- SÓCRATES.- Dime: ¿no se encuentran el mal y el dolor en los que sienten penas?
- SÓCRATES.- ¿Dices todavía o no dices ya, que los malos son malos por la presencia del mal?
- SÓCRATES.- De manera que los que experimentan alegría son buenos y los que tienen algún dolor malos.
- SÓCRATES.- Y lo son más si estos sentimientos son más vivos y menos si son más débiles, e igualmente
- SÓCRATES.- ¿No pretendes que los cuerdos y los insensatos, los cobardes y los valientes experimentan
- SÓCRATES.- Deduce conmigo las consecuencias que resultan de estos reconocimientos, porque se dice que
- SÓCRATES.- ¿Y en que el insensato y el malo son malos? CALLICLES.- Sin duda.
- SÓCRATES.- Además, en que el que disfruta de la alegría es bueno. CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- Y en el que el que siente el dolor es malo.
- SÓCRATES.- En fin, en que el bueno y el malo experimentan de una manera igual el placer y el dolor y
- SÓCRATES.- El malo entonces se vuelve tan bueno y hasta mejor que el bueno.
- CALLICLES.- Hace ya rato, Sócrates, que te estoy escuchando, y asintiendo a todo cuando dices, porque
- SÓCRATES.- Pues yo sostengo que tal aseveración es imposible.
- SÓCRATES.- Por lo que dices, si el culpable escapa a su merecido castigo será feliz, ¿no es cierto?
- SÓCRATES.- Pues yo pienso, Polos, que el hombre injusto y criminal es desgraciado de todas maneras,
- POLOS.- Presentas una extraña paradoja, Sócrates.
- SÓCRATES.- Voy a intentar, querido Polos, hacerte decir las mismas cosas que yo, porque te considero
- SÓCRATES.- Y tú, que sufrirla es mayor mal. POLOS.- Sí, lo digo.
- SÓCRATES.- También he dicho que los que obran injustamente son desgraciados, y tú me lo has refutado
- SÓCRATES.- Mejor dicho, te figuras habérmelo refutado.
- SÓCRATES.- Por tu parte juzgas dichosos a los malos cuando no los aflige el castigo de la justicia.
- SÓCRATES.- Pues yo digo que son muy desgraciados y que los que sufren el merecido castigo lo son menos
- POLOS.- Esta aseveración es aún más difícil de refutar que la precedente, Sócrates.
- SÓCRATES.- No lo creas, Polos; pero es una empresa imposible porque nunca se puede refutar lo que es
- .- Respóndete tú mismo a esta pregunta, Sócrates.
- SÓCRATES.- Puesto que prefieres saber mi opinión antes de darme a conocer la tuya, te digo que es mejor
- POLOS.- Es verdaderamente muy difícil refutarte, Sócrates.
- SÓCRATES.- Muy reconocido quedaría a ese niño y no menos a ti si me refutas y me libras de mis extravagancias
- SÓCRATES.- ¿Qué sucesos son esos?
- SÓCRATES.- Si no lo veo, al menos oigo hablar de él.
- SÓCRATES.- No lo sé, Polos, porque todavía no he hablado con él. POLOS.- ¿Qué dices?
- SÓCRATES.- Te aseguro que no.
- .- Estoy seguro, Sócrates, que también dirías que ignoras si el gran rey es dichoso.
- SÓCRATES.- Y diré la verdad, porque ignoro cuál es el estado de su alma desde el punto de vista de la
- SÓCRATES.- A mi modo de ver, sí, Polos, porque pretendo que cualquiera que sea probo o virtuoso, hombre
- SÓCRATES.- Sí, querido amigo, si es injusto. POLOS.- ¿Cómo no sería injusto?
- SÓCRATES.- De la economía, de la medicina y de la justicia.
- .- La justicia las aventaja en mucho, Sócrates.
- SÓCRATES.- Puesto que es la más bella, es, pues la que procura el mayor placer o la mayor utilidad,
- SÓCRATES.- ¿Tener que entregarse en mano de los médicos es agradable?
- SÓCRATES.- ¿Pero es una cosa útil? POLOS.- Sí.
- SÓCRATES.- Porque libra de un gran mal; así, pues, es ventajoso sufrir el dolor para recuperar la salud
- SÓCRATES.- Pensando sólo en el cuerpo, quién es más dichoso, ¿el hombre que está en manos de los médicos
- SÓCRATES.- En efecto; la felicidad no consiste, parece, en verse aliviado de un mal, sino en no estar
- SÓCRATES.- Y de dos enfermos, lo mismo da que lo sean del cuerpo que del alma, ¿quién es el más desgraciado
- SÓCRATES.- Hemos dicho que el castigo procura la liberación del mayor de los males, que es la maldad
- SÓCRATES.- Porque el castigo vuelve sensato, obliga a ser más justo y es la medicina del alma.
- SÓCRATES.- El más feliz, por consiguiente, es quien no tiene maldad alguna en el alma, porque hemos
- SÓCRATES.- Y después de él quien se ve libertado del mal.
- SÓCRATES.- Que es quien ha sido advertido, amonestado y ha sufrido el castigo.
- SÓCRATES.- Pero quien vive más desgraciado es el que comete injusticias y no se ve libre de ellas.
- .- Al menos tú lo crees, Sócrates.
- SÓCRATES.- Y tú, Callicles, ¿aseguras de buena fe que lo que has dicho es la verdad?
- SÓCRATES.- ¿Quieres que discutamos tu opinión como si hablaras en serio?
- SÓCRATES.- Perfectamente. Puesto que tal es tu manera de pensar, explícame esto.
- SÓCRATES.- ¿No hablaste hace poco del valor unido a la ciencia?
- SÓCRATES.- ¿No haces distinción de estas dos cosas por la razón de que el valor es otra cosa que la
- SÓCRATES.- ¿La voluptuosidad y la ciencia son la misma cosa o se diferencian?
- .- Se diferencian, sapientísimo Sócrates.
- SÓCRATES.- Y el valor, ¿es también distinto de la voluptuosidad?
- SÓCRATES.- Espera para que grabemos esto en la memoria: Callicles de Acharnea sostiene que lo agradable
- ¿Sócrates de Alopeka está conforme con esto o no? CALLICLES.- No está conforme.
- SÓCRATES.- No creo tampoco que Callicles lo esté cuando haya reflexionado seriamente, porque dime: ¿
- SÓCRATES.- Puesto que estas dos maneras de ser son opuestas, ¿no es de necesidad que ocurra con ellas
- SÓCRATES.- Escúchalo: tomemos, por ejemplo, la parte del cuerpo que más te plazca. ¿Los ojos?
- SÓCRATES.- Puesto que presumes de ser tan hábil en el arte de la retórica y capaz de enseñarlo a otro
- SÓCRATES.- ¿Y la música la composición de cantos? GORGIAS.- Sí.
- SÓCRATES.- ¡Por Juno, Gorgias!, admiro tus respuestas, que más breves no pueden ser.
- .- También presumo, Sócrates, de mi habilidad en este género. SÓCRATES.- Dices bien.
- SÓCRATES.- ¿Qué discursos, Gorgias?
- SÓCRATES.- ¿La retórica no tiene entonces por objeto toda clase de discursos?
- SÓCRATES.- Sin embargo, ¿enseña a hablar? GORGIAS.- Sí.
- SÓCRATES.- Pero la medicina, que he citado como ejemplo, ¿no pone a los enfermos en disposición de pensar
- SÓCRATES.- La medicina, según las apariencias, ¿tiene también por objeto los discursos?
- SÓCRATES.- ¿Los que conciernen a las enfermedades? GORGIAS.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿No tiene igualmente por objeto la gimnasia los discursos referentes a la buena y mala disposición
- SÓCRATES.- Lo mismo puede decirse de las demás artes: cada una de ellas tiene por objeto los discursos
- SÓCRATES.- Entonces ¿por qué no llamas retórica a las otras artes que también tienen por objeto los
- GORGIAS.- Es porque todas las otras artes, Sócrates, no se ocupan más que de obras manuales y de otras
- SÓCRATES.- Pues yo sostengo que tal aseveración es imposible.
- SÓCRATES.- Por lo que dices, si el culpable escapa a su merecido castigo será feliz, ¿no es cierto?
- SÓCRATES.- Pues yo pienso, Polos, que el hombre injusto y criminal es desgraciado de todas maneras,
- POLOS.- Presentas una extraña paradoja, Sócrates.
- SÓCRATES.- Voy a intentar, querido Polos, hacerte decir las mismas cosas que yo, porque te considero
- SÓCRATES.- Y tú, que sufrirla es mayor mal. POLOS.- Sí, lo digo.
- SÓCRATES.- También he dicho que los que obran injustamente son desgraciados, y tú me lo has refutado
- SÓCRATES.- Mejor dicho, te figuras habérmelo refutado.
- SÓCRATES.- Por tu parte juzgas dichosos a los malos cuando no los aflige el castigo de la justicia.
- SÓCRATES.- Pues yo digo que son muy desgraciados y que los que sufren el merecido castigo lo son menos
- POLOS.- Esta aseveración es aún más difícil de refutar que la precedente, Sócrates.
- SÓCRATES.- No lo creas, Polos; pero es una empresa imposible porque nunca se puede refutar lo que es
- acabó de hablar Alcibíades, se rieron de su franqueza y de que parecía que todavía estaba enamorado de Sócrates
- -Creo, en verdad, Sócrates, que tienes razón, dijo Agatón, y estoy seguro de que ha venido a sentarse
- , dijo Sócrates; ven aquí a mi derecha.
- Permite al menos, maravilloso Sócrates, que Agatón se coloque entre nosotros dos.
- -Imposible, dijo Sócrates, porque acabas de pronunciar mi elogio; ahora me toca a mí hacer el de mi vecino
- medio de que me quede aquí, Alcibíades, exclamó Agatón; quiero cambiar de sitio para oírme elogiar por Sócrates
- Doquier se encuentre Sócrates, su único sitio está al lado de los jóvenes.
- Agatón se levantaba para sentarse al lado de Sócrates, cuando un alegre tropel se presentó ante la puerta
- Agatón, Sócrates y Aristófanes eran los únicos que estaban despiertos y vaciaban por turno una copa muy
- Al mismo tiempo discurría Sócrates con ellos.
- hablaron, porque como acababa de despertarse, no había oído el principio, pero someramente me dijo, Sócrates
- Sócrates, después de haber visto dormidos a los dos, se levantó y salió como de costumbre acompañado
- SÓCRATES.- Habla mejor, Polos. POLOS.- ¿Por qué?
- SÓCRATES.- Porque no hay que envidiar a aquellos cuya suerte no debe excitar ninguna ni a los desgraciados
- SÓCRATES.- ¿Podría acaso juzgarlos de otro modo?
- SÓCRATES.- De ninguna manera, pero tampoco me parece digno de ser envidiado.
- SÓCRATES.- Sí, querido; lo he dicho del que condena a muerte injustamente, y además, que es digno de
- SÓCRATES.- Menos que el autor de su muerte, Polos, y menos aún que el que ha merecido la muerte.
- POLOS.- ¿Cómo, Sócrates?
- SÓCRATES.- Porque de todos los males, el mayor es cometer una injusticia.
- SÓCRATES.- De ninguna manera.
- SÓCRATES.- No quisiera ni lo uno ni lo otro.
- SÓCRATES.- No, si por tirano entiendes la misma cosa que yo.
- SÓCRATES.- ¿De manera que beber es tener un placer? CALLICLES.- Sin duda.
- SÓCRATES.- ¿Porque se tiene sed? CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿O sea, porque se sufre un dolor? CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿Ves que de esto resulta que cuando dices: beber teniendo sed es como si dijeras: experimentar
- SÓCRATES.- Pero ¿no confesaste que es imposible ser desgraciado al mismo tiempo que se es feliz?
- SÓCRATES.- Acabas de reconocer que se puede disfrutar de un placer sintiendo dolor.
- SÓCRATES.- Entonces sentir un placer no es ser feliz ni experimentar un dolor ser desgraciado, y por
- CALLICLES.- No sé qué razonamientos tan capciosos empleas, Sócrates.
- SÓCRATES.- Lo sabes muy bien, pero disimulas, Callicles.
- CALLICLES.- Sócrates es siempre el mismo, Gorgias.
- Te has comprometido a dejar argumentar a Sócrates como mejor le plazca.
- SÓCRATES.- Puedes considerarte dichoso, Callicles, por haber estado iniciado en los grandes misterios
- SÓCRATES.- ¿Crees que es un bien para uno hacer lo que le parece más ventajoso cuando está desprovisto
- SÓCRATES.- Pruébame que los retóricos tienen buen sentido y que la retórica es un arte y no una adulación
- SÓCRATES.- ¿Cómo, pues, tendrían los oradores y tiranos un gran poder en las ciudades a menos que Polos
- no obligue a Sócrates a confesar que hacen lo que quieren?
- SÓCRATES.- Digo que no hacen lo que quieren. Refútame.
- SÓCRATES.- Y sigo sosteniéndolo. POLOS.- Entonces hacen lo que quieren.
- SÓCRATES.- Lo niego. POLOS.- ¡Qué! ¿Cuándo hacen lo que juzgan a propósito?
- SÓCRATES.- Sin duda.
- .- En verdad, Sócrates, mantienes cosas insostenibles y deplorables.
- SÓCRATES.- No me condenes tan de prisa, Polos encantador, por hablar como tú66.
- SÓCRATES.- ¿Juzgas que los hombres quieren lo que hacen habitualmente o la cosa por la cual hacen esas
- SÓCRATES.- ¿No puede decirse lo mismo refiriéndose a la belleza de las ciencias?
- .- Indudablemente; definir lo bello, Sócrates, como haces, explicándolo por medio de lo útil y de lo
- SÓCRATES.- Lo feo entonces ¿estará bien definido por los dos contrarios: el dolor y lo malo?
- SÓCRATES.- Si de dos cosas bellas una lo es más que la otra, ¿no lo es porque la aventaja en hermosura
- SÓCRATES.- Y de dos cosas feas, si una es más fea que la otra será porque causa más dolor o más mal
- SÓCRATES.- Veamos ahora. ¿Qué decíamos recién referente a la injusticia cometida o sufrida?
- SÓCRATES.- Si es más fea la comisión de una injusticia que la desgracia de ser víctima de ella, es o
- SÓCRATES.- Examinaremos en primer lugar si es más doloroso cometer una injusticia que tener que sufrirla
- la cometen experimentan más dolor que los que son víctimas de ella, POLOS.- Aquéllos, no, Sócrates
- SÓCRATES.- La acción de cometer una injusticia no es, pues, tan dolorosa como el sobrellevar ésta.
- SÓCRATES.- Si es así, ocurrirá lo mismo con relación al dolor y al mal a su vez.
- SÓCRATES.- Entonces no nos queda más que referirnos al último de los dos.
- SÓCRATES.- ¿Al mal sólo? POLOS.- Me parece.
- SÓCRATES.- Puesto que cometer una injusticia hace inclinarse del lado del mal, es peor que padecerla
- SÓCRATES.- Lo son porque no hay nada más doloroso o nada más perjudicial o por ambas cosas.
- SÓCRATES.- Entonces ¿es más doloroso ser injusto, intemperante, cobarde e ignorante que ser un indigente
- SÓCRATES.- Los vicios del alma no son, pues, lo más feo sino porque aventajan de una manera extraordinaria
- SÓCRATES.- Pero lo que se distingue por el exceso de daño que causa es el mayor de los males.
- SÓCRATES.- La injusticia, la intemperancia y los otros vicios del alma son, de todos los males, los
- SÓCRATES.- ¿Qué arte nos libra de la pobreza? ¿No es la economía? POLOS.- Sí.
- SÓCRATES.- Y de la enfermedad, ¿no es la medicina? POLOS.- Naturalmente.
- SÓCRATES.- ¡Y de la maldad y de la injusticia?
- SÓCRATES.- ¿Y adónde a los que se entregan a la injusticia y al libertinaje?
- SÓCRATES.- Para que los castigue, ¿verdad? POLOS.- Indudablemente.
- SÓCRATES.- Los que castigan con razón, ¿no siguen en eso las reglas de cierta justicia?
- SÓCRATES.- Así es que la economía precave de la indigencia, la medicina libra de la enfermedad y la
- SÓCRATES.- Pero de estas tres cosas de que hablas, ¿cuál crees, Polos, que es la más bella?
- SÓCRATES.- Sí, y tu también y todo el mundo.
- SÓCRATES.- ¿Quieres responderme?
- SÓCRATES.- Pues para saberlo, contéstame, Polos, como si empezara a interrogarte por primera vez.
- SÓCRATES.- ¿Y qué es más feo: cometer una injusticia o soportarla? Responde.
- SÓCRATES.- Si es más feo, será, pues, un mal mayor. POLOS.- De ninguna manera.
- SÓCRATES.- Comprendo.
- SÓCRATES.- ¿Qué dices de esto?
- SÓCRATES.- De igual manera, ¿no llamas bellas a todas las otras cosas, figuras, colores, por el placer
- SÓCRATES.- ¿No ocurre lo mismo con los sonidos y con todo lo que pertenece a la música?
- SÓCRATES.- Igualmente lo que es bello en cuestión de leyes y de géneros de vida, ¿no lo es, sin duda
- .- Respóndete tú mismo a esta pregunta, Sócrates.
- SÓCRATES.- Puesto que prefieres saber mi opinión antes de darme a conocer la tuya, te digo que es mejor
- POLOS.- Es verdaderamente muy difícil refutarte, Sócrates.
- SÓCRATES.- Muy reconocido quedaría a ese niño y no menos a ti si me refutas y me libras de mis extravagancias
- SÓCRATES.- ¿Qué sucesos son esos?
- SÓCRATES.- Si no lo veo, al menos oigo hablar de él.
- SÓCRATES.- No lo sé, Polos, porque todavía no he hablado con él. POLOS.- ¿Qué dices?
- SÓCRATES.- Te aseguro que no.
- .- Estoy seguro, Sócrates, que también dirías que ignoras si el gran rey es dichoso.
- SÓCRATES.- Y diré la verdad, porque ignoro cuál es el estado de su alma desde el punto de vista de la
- SÓCRATES.- A mi modo de ver, sí, Polos, porque pretendo que cualquiera que sea probo o virtuoso, hombre
- SÓCRATES.- Sí, querido amigo, si es injusto. POLOS.- ¿Cómo no sería injusto?
- .- Y responderías muy bien, Sócrates. SÓCRATES.- Contéstame de igual manera, Gorgias.
- SÓCRATES.- Dime, pues, cuál es el objeto con el cual se relacionan los discursos que emplea la retórica
- GORGIAS.- Los más grandes e importantes asuntos humanos, Sócrates.
- SÓCRATES.- Lo que dices, Gorgias, es una cosa que está en controversia y acerca de la cual todavía nada
- SÓCRATES.- Porque los artesanos de estos bienes cantados por el poeta, a saber, el médico, el maestro
- gimnasia y el economista se apresurarán a alinearse en filas contigo, y el médico me dirá el primero: Sócrates
- ¿Puede alguien discutirlo, Sócrates, me respondería, puesto que produce la salud?
- Después de éste vendría el maestro de gimnasia, que me diría Sócrates, mucho me sorprendería que Gorgias
- gimnasia y menospreciando todas las otras profesiones, me figuro que me diría: Juzga por ti mismo, Sócrates
- SÓCRATES.- Lo que el paciente sufre, ¿no es de la misma naturaleza que lo que hace el agente?
- SÓCRATES.- ¿Y si pega de prisa y fuerte que la cosa sea golpeada de la misma manera?
- SÓCRATES.- Lo golpeado experimenta, por lo tanto, un efecto de la misma naturaleza que la acción del
- SÓCRATES.- Por consiguiente, si uno quema es preciso que haya alguna cosa que se queme.
- SÓCRATES.- ¿Y si se quema mucho y de una manera dolorosa que la cosa quemada lo sea precisamente de
- SÓCRATES.- Y lo mismo si una cosa corta porque otra tiene que ser cortada.
- SÓCRATES.- Y si el corte es grande o profundo o doloroso, la cosa cortada tiene que ser exactamente
- SÓCRATES.- En una palabra: mira a ver si me concedes respecto a todas las otras cosas lo que acabo de
- SÓCRATES.- Después de estas condiciones, dime si ser castigado es sufrir u obrar.
- .- Sufrir, necesariamente, Sócrates.
- SÓCRATES.- ¿Por parte de algún agente, sin duda?
- SÓCRATES.- El que castiga con razón, ¿castiga justamente? POLOS.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿Haciendo una obra justa o no? POLOS.- Haciendo una cosa justa.
- SÓCRATES.- El que está castigado, cuando se le castiga, sufre una cosa justa, por lo tanto.
- SÓCRATES.- ¿No habíamos convenido en que todo lo justo es bello? POLOS.- Sí.
- SÓCRATES.- Lo que hace la persona que castiga y lo que sufre la persona castigada es, pues, bello.
- SÓCRATES.- De contener tu afán de pronunciar largos discursos, afán al que estuviste a punto de sucumbir
- SÓCRATES.- Sería tratarte muy mal, querido mío, si habiendo venido a Atenas, el sitio de Grecia donde
- SÓCRATES.- Por consiguiente, te brindas a contestar a cualquiera que quiera interrogarte sobre toda
- SÓCRATES.- Pues bien, escoge lo que prefieras: interroga o responde.
- .- Acepto tu proposición; respóndeme, Sócrates.
- SÓCRATES.- ¿Me preguntas qué clase de arte es la retórica a mi modo de ver?
- SÓCRATES.- Si te he de ser franco, Polos, te diré que no la tengo por un arte.
- SÓCRATES.- Por algo que tú lisonjeas de haber convertido en arte en un escrito que leí ha poco.
- SÓCRATES.- Por una especie de rutina.
- SÓCRATES.- Sí, a menos que tengas tú otra idea de ella.
- SÓCRATES.- A la vez no pueden tenerse los ojos sanos y tener una oftalmía.
- SÓCRATES.- Pero cuando está uno curado de la oftalmía, ¿pierde la salud de los ojos o pierde ambas cosas
- SÓCRATES.- Me parece que sería una cosa prodigiosa y absurda, ¿no es cierto?
- SÓCRATES.- Porque me parece que la una viene y la otra se va y recíprocamente.
- SÓCRATES.- ¿No puede decirse lo mismo de la fuerza y de la debilidad?
- SÓCRATES.- ¿Y de la velocidad y de la lentitud? CALLICLES.- También.
- SÓCRATES.- ¿Se adquieren de la misma manera y, se pierden a la vez los bienes y los males, la dicha
- SÓCRATES.- Si descubrimos, pues, ciertas cosas que se tienen aún en el momento en que uno se ve libre
- SÓCRATES.- Volvamos ahora a lo que antes convinimos.
- SÓCRATES.- Te comprendo; pero el hambre por sí misma, ¿es dolorosa o no?
- SÓCRATES.- ¿Y la sed, sin duda también? CALLICLES.- Ciertamente.
- SÓCRATES.- ¿Crees que es necesario que te haga nuevas preguntas o convienes ya en que toda necesidad
- SÓCRATES.- Perfectamente. ¿Beber teniendo sed es en tu opinión una cosa agradable?
- SÓCRATES.- ¿No es verdad que tener sed es causa de dolor? CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿Y que beber es la satisfacción de un deseo y un placer?
- SÓCRATES.- Pero lo que es bello es al mismo tiempo bueno porque es agradable y útil.
- SÓCRATES.- Por esto lo que sufre el castigado es bueno. POLOS.- Parece que sí.
- SÓCRATES.- De ello deduce, por consiguiente, alguna utilidad. POLOS.- Sí.
- SÓCRATES.- ¿Es esta utilidad la que concibo, quiero decir, la de que mejora su alma, si es cierto que
- SÓCRATES.- Así es que el castigado se ve libre de la maldad que hay en su alma.
- SÓCRATES.- ¿No se ve así libre del mayor de los males?
- SÓCRATES.- Y refiriéndonos a la constitución del cuerpo, ¿no llamas males a la debilidad, a las enfermedades
- SÓCRATES.- ¿Piensas, sin duda, que el alma también tiene sus males?
- SÓCRATES.- ¿No serán lo que llamas injusticia, ignorancia, cobardía y otros defectos parecidos?
- SÓCRATES.- Con estas tres cosas, pues, las riquezas, el cuerpo y el alma, se relacionan, según tú, tres
- SÓCRATES.- ¿Cuál de estos tres males es el más feo?
- SÓCRATES.- Si es el más feo, ¿no es también el peor?
- .- ¿Cómo lo entiendes, Sócrates? SÓCRATES.- Helo aquí.
- SÓCRATES.- Pero ¿no acabamos de reconocer que la injusticia y todos los vicios del alma son los más
- SÓCRATES.- Dime: ¿no se encuentran el mal y el dolor en los que sienten penas?
- SÓCRATES.- ¿Dices todavía o no dices ya, que los malos son malos por la presencia del mal?
- SÓCRATES.- De manera que los que experimentan alegría son buenos y los que tienen algún dolor malos.
- SÓCRATES.- Y lo son más si estos sentimientos son más vivos y menos si son más débiles, e igualmente
- SÓCRATES.- ¿No pretendes que los cuerdos y los insensatos, los cobardes y los valientes experimentan
- SÓCRATES.- Deduce conmigo las consecuencias que resultan de estos reconocimientos, porque se dice que
- SÓCRATES.- ¿Y en que el insensato y el malo son malos? CALLICLES.- Sin duda.
- SÓCRATES.- Además, en que el que disfruta de la alegría es bueno. CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- Y en el que el que siente el dolor es malo.
- SÓCRATES.- En fin, en que el bueno y el malo experimentan de una manera igual el placer y el dolor y
- SÓCRATES.- El malo entonces se vuelve tan bueno y hasta mejor que el bueno.
- CALLICLES.- Hace ya rato, Sócrates, que te estoy escuchando, y asintiendo a todo cuando dices, porque
- SÓCRATES.- ¿De qué le sirve, en efecto, Callicles, a un cuerpo enfermo y mal dispuesto que le presenten
- SÓCRATES.- Porque me figuro que no es una ventaja para un hombre vivir con un cuerpo enfermo, puesto
- SÓCRATES.- Por esto dejan los médicos en general en libertad a los que se encuentran bien de satisfacer
- SÓCRATES.- Pero, querido amigo, ¿no será preciso proceder lo mismo con el alma?
- SÓCRATES.- Porque es el partido más ventajoso para el alma. CALLICLES.- Sin duda.
- SÓCRATES.- Pero tener a alguien alejado de lo que desea, ¿no es corregirle?
- SOCRATES.- Entonces para el alma vale más vivir corregida que silenciosamente, como pensabas ha poco
- CALLICLES.- No comprendo nada de lo que dices, Sócrates, interroga a otro.
- SÓCRATES.- He aquí un hombre que no podría consentir en lo que por él se hace ni soportar la cosa misma
- SÓCRATES.- ¡Sea! ¿Qué haremos entonces? ¿Dejaremos incompleta esta discusión?
- SÓCRATES.- Una casa en la que reina el orden y el arreglo, ¿no es buena?
- SÓCRATES.- ¿No debe decirse lo mismo de una embarcación? CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- Y refiriéndonos a nuestro cuerpo, ¿no podemos emplear el mismo lenguaje?
- SÓCRATES.- ¿Será buena nuestra alma si es desordenada?
- SÓCRATES.- ¿Qué nombre darías al efecto que el orden y el arreglo producen en el cuerpo?
- SÓCRATES.- Trata ahora de encontrar y decirme precisamente el nombre del efecto que el orden y el arreglo
- CALLICLES.- ¿Por qué no lo buscas tú mismo, Sócrates?
- SÓCRATES.- Si prefieres, lo diré; pero si encuentras que tengo razón, convén en ello; si no, refútame
- SÓCRATES.- Así, pues, el buen orador, el que se conduce según las reglas del arte, tenderá siempre a
- SÓCRATES.- Cuando el enemigo se retiraba, ¿quienes te han parecido demostrar más júbilo, los cobardes
- SÓCRATES.- Eso no significa nada. ¿Los cobardes se alegran también?
- SÓCRATES.- ¿Y los insensatos también a lo que parece? CALLICLES.- Sí.
- SÓCRATES.- Cuando el enemigo avanzaba, ¿estaban tristes los cobardes solamente o también los valerosos
- SÓCRATES.- ¿Igualmente? CALLICLES.- Los cobardes quizá más.
- SÓCRATES.- Y cuando el enemigo se retira, ¿no son los cobardes quienes más se alegran?
- SÓCRATES.- De manera que los insensatos y los cuerdos, los cobardes y los valientes, experimentan, por
- SÓCRATES.- Pero los cuerdos y los valientes son buenos y los cobardes y los insensatos malos.
- SÓCRATES.- Los buenos y los malos experimentan, pues, casi igualmente la alegría y el dolor.
- SÓCRATES.- Pero los buenos y los malos, ¿son aproximadamente igualmente buenos o malos?
- SÓCRATES.- ¿No sabes que dijiste que los buenos son buenos por la presencia del bien y los malos por
- SÓCRATES.- El bien o el placer se encuentran, pues, en aquellos que experimentan una alegría mientras
- SÓCRATES.- ¿Entonces los que sienten alegría son buenos por la presencia del bien?
- SÓCRATES.- ¿No se pierden igualmente a la vez la sensación del hambre y de otros deseos y la del placer
- SÓCRATES.- ¿Se cesa, pues, al mismo tiempo de sentir dolor y placer?
- SÓCRATES.- Por consiguiente, no se pueden perder a la vez los bienes y los males como estás convencido
- SÓCRATES.- Se deduce, mi querido amigo, que lo bueno y lo grato, lo malo y lo doloroso, no son la misma
- SÓCRATES.- Pero ¿cómo? ¿Llamas gentes de bien a los insensatos y a los cobardes?
- SÓCRATES.- Dime, ¿has visto alegre alguna vez a un niño privado de razón?
- SÓCRATES.-¿ ¿No has visto también alegre a un hombre demente?
- SÓCRATES.- Por nada; contesta solamente. CALLICLES.- He visto algunos.
- SÓCRATES.- ¿Y has visto también a hombres razonables en la tristeza y en la alegría?
- SÓCRATES.- Quiénes sienten más vivamente la alegría y el dolor, ¿los cuerdos o los insensatos?
- SÓCRATES.- Me basta. ¿No has visto cobardes en la guerra?
- Pero se me figura, Sócrates, que el Sol está todavía sobre los montes y aún no se ha puesto: sé que muchos
- Los que hacen lo que dices, Critón, dijo Sócrates, tienen sus razones; creen que es tiempo ganado, y
- Al verle entrar le dijo Sócrates: Muy bien, amigo mío, pero ¿qué es lo que tengo que hacer?
- Y al mismo tiempo le tendió la copa, que Sócrates cogió, Echecrates, con la mayor calma, sin mostrar
- Sócrates, respondió el hombre, no preparamos más que lo necesario para ser bebido.
- Comprendo, dijo Sócrates, pero al menos estará permitido, porque es justo elevar sus plegarias a los
- remedio que cubrirme con mi manto para desahogarme llorando, porque no lloraba por la desventura de Sócrates
- llorar, empezó a gritar, lamentarse y sollozar de tal manera, que nos partía a todos el corazón, menos a Sócrates
- Sócrates, que continuaba paseándose, dijo al cabo de algún rato que notaba ya un gran peso en las piernas
- examinado un momento los pies y las piernas, le apretó con fuerza el pie y le preguntó si lo sentía; Sócrates
- Y tocándolo nos dijo que cuando el frío llegara al corazón nos abandonaría Sócrates.
- Ya tenía el abdomen helado; entonces se descubrió Sócrates, que se había cubierto el rostro, y dijo a
- SÓCRATES.- Procurar agrado y placeres.
- SÓCRATES.- ¿No te he dicho ya lo que entiendo es la retórica para que me preguntes, como estás haciendo
- SÓCRATES.- Puesto que tanta importancia das a lo que se llama agradar y procurar un placer, ¿quisieras
- SÓCRATES.- Pregúntame si considero a la cocina como un arte. Polos.- Consiento en ello.
- SÓCRATES.- Ninguno, Polos. POLOS.- ¿Qué es entonces? Habla.
- SÓCRATES.- Vas a oírlo: una especie de rutina. POLOS.- Dime, ¿cuál es su objeto?
- SÓCRATES.- Helo aquí: agradar y procurar placeres.
- SÓCRATES.- Absolutamente no, pero las dos forman parte de la una misma profesión.
- SÓCRATES.- Temo que sea demasiado grosero contestarte categóricamente y no me atrevo a hacerlo por Gorgias
- Dilo, Sócrates, y no temas ofenderme.
- SÓCRATES.- Me parece, Gorgias, que es cierta profesión en la que el arte en verdad no interviene nada
- SÓCRATES.- He dicho solamente que es una parte de ella.
- SÓCRATES.- ¿Me haces una pregunta o empiezas un discurso?
- SÓCRATES.- Me parece que ni siquiera se los mira. POLOS.- ¡Cómo! ¿Que no se los mira?
- SÓCRATES.- No, si crees que el poder es un bien para quien lo tiene.
- SÓCRATES.- Entonces te digo que de todos los ciudadanos son los oradores los que tienen menos autoridad
- SÓCRATES.- ¡Por el perro!
- SÓCRATES.- Entonces, querido amigo, ¿por qué me haces dos preguntas a la vez?
- SÓCRATES.- ¿No dijiste ahora mismo que los oradores, como los tiranos, condenan a muerte a quien quieren
- SÓCRATES.- Pues bien, yo te digo que son dos preguntas y voy a responder a la una y a la otra.
- SÓCRATES.- Según pretendes, Polos, no. POLOS.- ¿Que yo pretendo eso? ¡Ca!
- SÓCRATES.- Te digo que lo pretendes.
- SÓCRATES.- ¿No reconoce la mayoría de los hombres que es más repugnante, y tú mismo lo has confesado
- SÓCRATES.- ¿No acabamos de ver que también es peor? POLOS.- Parece que sí.
- SÓCRATES.- ¿Preferirías tú lo que es más feo y peor a lo que lo es menos?
- SÓCRATES.- ¿Crees que habrá alguien en el mundo que lo prefiera?
- SÓCRATES.- Entonces tuve razón cuando dije que ni yo, ni tú, ni quienquiera que sea, preferirá cometer
- SÓCRATES.- ¿Ves ahora, Polos, comparando tu manera de refutar con la mía, que no se asemejan nada?
- SÓCRATES.- ¿Podrías negarme que lo que es justo es bello en tanto que es justo?
- POLOS.- Me parece que es así, Sócrates. SÓCRATES.- Considera todavía esto.
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Resultado número:23 Texto
- Título:
- Juan Montalvo / [Estudios y selecciones de Gonzalo Zaldumbide] - Registro bibliográfico
- Autor:
- Montalvo, Juan, 1832-1890
- Portales:
- Portal Nacional Ecuador Visitar sitio web | Biblioteca americana Visitar sitio web
- Mat. aut.:
- Montalvo, Juan (1832-1890) -- Biografía
- Fragmentos 'Socrátes' en la obra : (43 coincidencias encontradas)
-
- casa a ilustrarse en la sabiduría, no en la prostitución: Pericles aprendió de Aspasia la elocuencia; Sócrates
- Dicen de Sócrates que cuando le quitaron los grillos experimentó una agradable, dulce comezón en la
- Interrogada la sibila de Delfos cuál era el más sabio de todos, respondió que Sócrates.
- Sócrates, el más noble de todos, había nacido de un pobre escultor y una partera.
- Sócrates fue plebeyo, y este plebeyo sublime trajo el mundo al conocimiento del verdadero Dios y la práctica
- Nobles, sed plebeyos como Sócrates.
- No hemos sabido que Sócrates discutiese con su mujer acerca de la naturaleza de los dioses; contentábase
- ¿Los treinta tiranos fundaron el gobierno de Atenas con dar a beber a Sócrates el vaso de cicuta?
- Si hemos de hablar de sabiduría, nombremos a Sócrates; si de virtud patricia, a Catón; si de desinterés
- censurar vicios y defectos, apláudasele, anímesele; pero si es Aristófanes quien se quiere reír de Sócrates
- La paz es el demonio de Sócrates, la ninfa Egeria de Numa, el genio de Pan.
- Tanto como esto es verdadero el principio del divino Sócrates, cual es que sólo por medio de la virtud
- Virtud fue la de Sócrates, sabiduría la de Platón. ¡Cómo!
- Sócrates practicando y enseñando el sufrimiento; Sócrates sufriendo y aconsejando la pobreza, Sócrates
- poniendo por obra y prescribiendo la modestia; Sócrates hablando en todo caso la verdad; Sócrates humilde
- , morigerado, cuerdo; Sócrates benigno, pulcro, suave, ¿no fue virtuoso verdaderamente?
- Todo lo que Jesucristo predicó después, Sócrates lo practicó antes; casi todo lo que Sócrates practicó
- Si Sócrates viviera en tiempo de Jesús, hubiera sido el primero de sus discípulos, él le hubiera bautizado
- Sócrates es uno como profeta, precursor del Mesías, en cierto modo, a quien han venerado los siglos como
- Filósofo sin par, hombre inferior tan solamente a Jesús, alma sublime Sócrates, ¿no eres tú el mundo,
- acometer su grande obra, y ya en la tierra había un hombre que le anunciaba con las suyas: éste era Sócrates
- que debemos sacrificar un gallo a Mercurio el rato de la muerte: fuera de esta vana condescendencia, Sócrates
- exclama Erasmo, arrebatado de admiración por la virtud de este hombre excepcional: ¡San Sócrates, ruega
- Ya oigo la respuesta del divino Sócrates: No puede obrar conforme a la razón, puesto que se opone a los
- Echad de ver la similitud que reina entre Sócrates y Jesús; uno y otro nacen para humilde cuna; uno
- otro mueren a manos de los a quienes querían salvar: Jesús murió por la redención del género humano; Sócrates
- Si deseamos imitar a Sócrates, no echamos en olvido a Jesucristo: el punto fincará en la naturaleza
- Tened conciencia, fariseos; y tener también cuidado: si empezáis ahora a echar piedras a Sócrates, podéis
- Los siglos y las generaciones han ungido a Sócrates; es uno como gran pontífice: el que le toca, queda
- No de otro modo Sócrates recibe un bofetón en la calle, y sigue su camino sin dar señales de haber caído
- Para un Sócrates un Anito, un Melito: en no existiendo estos antifilósofos, ¿quién acusara al maestro
- Para un Sócrates un Aristófanes: sin este poeta-histrión, ¿quién se burlara de las virtudes?
- Yo pienso que el acierto está en la moderación, y tengo por axioma digno de Sócrates el vulgar proverbio
- Mi pobre Sócrates dijo una cosa que no me gusta: ¿Cuál es mejor, Sócrates, le preguntaron, casarse a
- Pitágoras muere en el fuego; Sócrates apura la cicuta; Platón es vendido como esclavo; Jordán Bruno,
- es soberbia; no lo fue en Jesucristo, porque no cabe semejante pasión en la Divinidad; no lo fue en Sócrates
- Sócrates en presencia de los treinta tiranos, recordándoles atrevidamente la sentencia de Apolo, es personaje
- Delfos interrogado por Cerefón acerca de mi respondió: No hay hombre más justo, libre ni sabio que Sócrates
- —318→ lo es, ¿y no lo sería en Sócrates
- Demócrito, Empédocles, Parménides: Anaxágoras, quien hizo ver que el mundo era obra de un espíritu eterno: Sócrates
- Carneades, Plutarco, y otros discípulos de Platón, discípulo de Sócrates, trajeron a Roma esta filosofía
- antigua Roma, y ved allí la filosofía moral, la moral y la virtud, con las buenas costumbres a las cuales Sócrates
- Y en uno y otro tratado aparecen asimismo Sócrates, Hudibrás, Duguesclin, etc., en parejas actitudes
- Formatos:
-
Resultado número:24 Texto
- Título:
- Antología filosófica : la filosofía griega / José Gaos - Registro bibliográfico
- Autor:
- Gaos, José, 1900-1969
- Portales:
- Biblioteca americana Visitar sitio web | Biblioteca del Exilio Visitar sitio web | Biblioteca Virtual de las Letras Mexicanas Visitar sitio web | El Colegio de México Visitar sitio web | Exilio Visitar sitio web
- Pub. orig.:
- [México], La Casa de España en México, [1940].
- Materia:
- Filosofía clásica
- Fragmentos 'Socrátes' en la obra : (139 coincidencias encontradas)
-
- Reunidos y acomodados todos, Sócrates plantea a Protágoras, simplemente en términos distintos, la misma
- Sócrates replica que semejante «arte política» y «hacer buenos ciudadanos» (319 a) no le parece «enseñable
- Un en apariencia simple incidente de esta refutación, la atribución de doctrinas de Anaxágoras a Sócrates
- Sócrates pasaba en la Antigüedad por discípulo de Arquelao, a su vez discípulo de Anaxágoras (cf. ps.
- A la apología defensiva que representa añade Sócrates una apología
- que ha sido señalado al combatiente por sus jefes, en este caso el dios, comparación que permite a Sócrates
- vida con la idea de la sabiduría constitutiva del fondo de todo el primer costado de la actividad de Sócrates
- El anuncio de tal decisión da natural paso a Sócrates para trazar -bajo la forma de una alocución a los
- Esta su actividad es estimada por Sócrates como el mayor bien que les haya acontecido a los atenienses
- Todo lo cual, don divino y su sentido y encarnizamiento de Sócrates, más una indicación acerca de la
- —259→ de que Sócrates
- La prueba de que su actividad pública y su destino hubieran sido éstos la suministra Sócrates recordando
- los jóvenes amigos suyos, pero más aún los familiares de éstos (ps. 143 a 145); la forma digna en que Sócrates
- universal contemporánea y a detalles de la cultura circundante -y en este texto, la platónica Apología de Sócrates
- La Sofística El Mito y Discurso de Protágoras Sócrates
- Conmovido por la noticia, anhelante de ser presentado al sofista, para oír sus lecciones, viene a buscar a Sócrates
- Para hacer tiempo hasta la hora de ir a casa de Callias, Sócrates propone a Hipócrates pasear por el
- Entonces Sócrates le hace ver su importancia y le convence de la necesidad de examinarla, en compañía
- personas de más edad -los hechos ocurrirían, con arreglo a la obra platónica, en la juventud del propio Sócrates
- Al cabo de este momento, Sócrates se dirige a Protágoras, y a sugestión de Sócrates y proposición de
- a Hippias y a Pródico con los acompañantes respectivos, para oír la conversación entre Protágoras y Sócrates
- que hacen posible a veces, y cuando más, por una dracma a los compradores de la orquestra reírse de Sócrates
- «¿Es que descubrirá Sócrates, el sabio, que hago gracias y que digo lo contrario de lo que digo, o conseguiré
- —135→ mismo, como si dijese: «Sócrates
- -Éstos, Sócrates, los jueces. -¿Cómo dices, Meleto?
- Sócrates según Alcibiades (Banquete. Cf.
- Sócrates según su apología (Apología). Sócrates según su muerte (Fedón).
- Colleclion Budé y en Las Obras Maestras de la Literatura Universal de la Editorial Prometeo de Valencia); Sócrates
- Son aproximadamente éstas: Sócrates, dicen, es culpable de corromper a los jóvenes y de no creer en los
- sometidos así a examen por ellos se irritan contra mí, pero no contra ellos, y dicen que hay un tal Sócrates
- Sócrates piensa haber encontrado quien le enseñe la causa de lo existente.
- Le parece pues, que le pasa exactamente lo mismo que si alguien, diciendo que Sócrates hace por obra
- personalidad de los sujetos pertenecientes a este tipo, le acaeció lo que Platón en su Fedón pone en boca de Sócrates
- La sustancia, ejemplificada por Sócrates, es aquí la materia o el sustrato de los accidentes que son
- las cosas mismas, ejemplificadas por las cualidades de Sócrates.
- En el ejemplo de Sócrates y sus cualidades, el concepto de sustancia oscila entre el de Sócrates como
- Y parece mencionar a Sócrates y servirse de mi nombre para ponerme por ejemplo, como si dijese: «Aquel
- de vosotros, hombres, es el más sabio, que, como Sócrates, reconoce que nada merece en verdad por su
- Sócrates
- Notas sobre Parménides Notas sobre Platón Mito y discurso de Protágoras Apología de Sócrates
- Gorgias es mencionado por Sócrates en su apología (p. 124).
- y pronuncia el discurso insertos en esta antología y a quien en su apología (p. 124 a 125) menciona Sócrates
- un primer período, de la física, desde la «filosofía antigua» -los más antiguos presocráticos- hasta Sócrates
- ; un segundo período, de la ética, desde Sócrates -puesto en una relación directa con los últimos presocráticos
- Así, no decimos que Sócrates nazca, pura y simplemente, por volverse bello o músico, ni que muera, por
- perder estas cualidades, puesto que permanece el sustrato, a saber, el propio Sócrates.
- La comprensión de algunos detalles de la oración que en boca de Sócrates pone la APOLOGÍA de Platón requiere
- reaccionar a lo que escuchaban con la ruidosidad natural dado su elevado número -en el caso del proceso de Sócrates
- Sócrates se dirige constantemente a los jueces llamándolos «atenienses»; Meleto los llama «jueces» (p
- . 134); Sócrates no llamará «jueces» sino a los que le han absuelto, en la alocución final (tercera parte
- Penas posibles en el caso de Sócrates son mencionadas por éste en la p. 140.
- El juzgar que a Callias, aquejado de una determinada enfermedad, le alivió tal cosa, y a Sócrates, y
- misma tiene el aire del discurso no modelado y hecho en los términos y modos cotidianos peculiares de Sócrates
- De los términos y modos cotidianos peculiares a Sócrates, éste mismo da excelentes ejemplos en el curso
- Primera parte) Después del exordio aludido (ps. 121 y sg.), divide Sócrates a sus acusadores en primeros
- La misma Apología certifica que los acusadores últimos de Sócrates, los causantes del proceso, habían
- Las palabras de Sócrates (p. 134 y ya antes una alusión a las edades de ambos, p. 133) le presentan como
- Como tal, y encima inexperto, toda su intervención, en que resulta un cómico juguete de Sócrates.
- Es el caso de Sócrates según se halla perennizado en la Apología: en la actividad de su vida, justificada
- Sócrates había incorporado para Platón la filosofía.
- Y es en este punto una metafísica de la existencia y personalidad de Sócrates. 105.
- Adimanto, hermano de Platón y Glaucón, es con éste uno de los dos interlocutores de Sócrates a lo largo
- Apolodoro es el gran admirador y amigo de Sócrates que acompaña a éste al banquete en el platónico.
- V) Por último, Sócrates se justifica de no recurrir a los ruegos y súplicas con llantos, ni a la comparecencia
- Como acabado retrato de su íntegra personalidad que en conjunto es, la platónica Apología de Sócrates
- exhortar y enseñar a todos en orden a la virtud y al alma (ps. 139 y sg.)-, concepto de sí propio: Sócrates
- 146); «teniendo este nombre -verdadero o falso, pero, en fin, se ha generalizado la opinión de que Sócrates
- Ahora bien, desde la filosofía antigua hasta Sócrates, que había oído a Arquelao, discípulo de Anaxágoras
- Sócrates fue el primero que hizo bajar a la filosofía del cielo,
- Mas supongamos que uno de vosotros preguntase: «Pero, Sócrates, ¿cuál es tu ocupación?
- No ya sobre Sócrates, que no fue escritor, sino también
- La obra de Platón debe tomarse, pues, como fuente de conocimiento triple: de la sofística, de Sócrates
- -Sócrates es orador único en la Apología, e interlocutor en todos los diálogos de Platón, con excepción
- intercaladas menos importantes o ininteresantes, entre ellas desde luego las de los interlocutores de Sócrates
- aumentado en esta parte platónica con sendos documentos nuevos y tan importantes acerca de la sofística, de Sócrates
- fuese la de unos acusadores formales, hace falta tomar conocimiento de las palabras juradas por ellos «Sócrates
- por el estilo se trata, y tal habéis visto vosotros mismos en la comedia de Aristófanes, un cierto Sócrates
- -Sócrates, me respondió, es Eveno de Paros, y cobra cinco minas».
- vosotros desde niños, trataban de convenceros y me acusaban de puras falsedades, como que hay un tal Sócrates
- que remonta ya a la Antigüedad, dividida en tres períodos: presocrático; socrático -de los sofistas y Sócrates
- su actividad. 71. a) La identificación con los físicos está representada por los términos «un tal Sócrates
- se dedica a estudiar las cosas celestes y a escudriñar todas las subterráneas», de aquellos con que Sócrates
- que quienes se dedican a averiguar estas cosas no creen en los dioses» (p. 122); la acusación contra Sócrates
- fuego, tierra, son de introducción posterior a los presocráticos, proceden de las escuelas salidas de Sócrates
- La argumentación de Sócrates puede presentarse en esta forma: en las materias que pueden ser objeto
- Para Sócrates, la competencia sería especial en todos los casos, incluso en el de las cosas de la ciudad
- La manera de pensar de Sócrates se encuentra reiterada en todas las alusiones de Protágoras a las declaraciones
- anteriores de Sócrates y en las manifestaciones de éste en la Apología que tienen alguna, relación con
- .): recuérdese la posición de Sócrates frente a Protágoras (p. 110)-, a fundar la defensa contra ambas
- refutación de la acusación de corromper a los jóvenes, como mostrará la identidad de las comparaciones que Sócrates
- confirmarlo (ps. 126 y sg.), conduce a una síntesis esquemática de un primer costado de la actividad de Sócrates
- La relación de Sócrates con sus predecesores, con la física, y el conato o indicio de una crítica de
- Sócrates reproduce el diálogo sostenido en casa del anciano Céfalo.
- Iniciado entre éste y Sócrates sobre el tema de la vejez, pronto pasa de este tema al de la justicia,
- entre Sócrates y Polemarco, hijo de Céfalo.
- pronto la impetuosa intervención del sofista Trasímaco convierte a éste en el principal interlocutor de Sócrates
- A partir del comienzo del libro II, los presentes que van a continuar el diálogo con Sócrates son los
- Pero hacia el primer tercio del libro II, Sócrates propone pasar del tema de la justicia al de la república
- tema pedagógico, la superposición a la educación musical y gímnica de la filosófica, lo que trae a Sócrates
- El interlocutor de Sócrates en este momento del diálogo es Glaucón.
- Tales son, Sócrates, el mito y el discurso demostrativos de que la virtud es enseñable y los atenienses
- —121→ Sócrates
- —119→ Sócrates
- Mas ahora alegas escrúpulos, Sócrates, porque todos son maestros de virtud, en la medida de sus fuerzas
- de éste del mismo oficio, si buscases quién además pueda haberles enseñado, no sería, pienso, fácil, Sócrates
- Es de pensar, al menos, Sócrates.
- política, y que tienen la virtud por enseñable y susceptible de apercibimiento, te lo he demostrado, Sócrates
- Pero acerca de este punto, Sócrates, ya no te diré un mito, sino un discurso.
- El fondo de todo este primer costado de la actividad de Sócrates lo constituye la idea correspondiente
- definitivo de la p. 130 a la explicación del origen de las acusaciones obra de los primeros acusadores, hace Sócrates
- II) La defensa contra los acusadores últimos la lleva a cabo Sócrates refutando los dos puntos del escrito
- Sócrates, que había reducido las acusaciones de los primeros acusadores a fingido escrito de acusación
- La refutación del escrito en el orden en que la lleva a cabo Sócrates requería la inversión de los términos
- refieren todos a lo individual: el médico no cura al hombre, salvo por accidente, sino a Callias, o a Sócrates
- al proceso, los miembros del Consejo, los de la Asamblea, en suma, todos los atenienses, y uno solo, Sócrates
- pasajes, ps. 125 y 132) denotan, además, el fondo intelectualista de estas ideas ético-pedagógicas de Sócrates
- nuevos, y de corromper a los jóvenes enseñándoles en particular a no creer en los primeros, la logra Sócrates
- demoníacas», puede comprenderse por el hecho de que, como descubrirá más adelante (p. 141) el propio Sócrates
- , los demonios nuevos del escrito, de Meleto tienen su origen en el «demonio» socrático, al que Sócrates
- 1º) La experiencia implica una suma de juicios individuales como: Callias, enfermo de X, curó con Z; Sócrates
- Callias, Sócrates, tanto enfermos cuanto sanos, son individuos.
- —276→ los individuos Callias y Sócrates
- La experiencia implica el conocimiento de lo individual: de Callias, de Sócrates, enfermos de X.
- y los conocimientos que implican se aplican prácticamente, es decir, a los hechos, como el de estar Sócrates
- enfermo de X, en actos de aplicación, como el de curar con Z a Sócrates enfermo de X.
- conocimiento de lo individual que implica, el de Callias enfermo de X, se aplica al hecho de estar Sócrates
- enfermo de X, en el acto de curar a Sócrates con Z; o el juicio «el enfermo de X cura con Z», con el
- Hechos y actos se refieren a lo individual: a Sócrates enfermo de X.
- E implican el concepto de lo individual: de Sócrates enfermo de X.
- La experiencia conoce que Callias estaba enfermo de X y juzga que curó con Z, conoce que Sócrates está
- El arte conoce que el enfermo de X cura con Z, no conoce que Sócrates está enfermo de X y lo cura con
- Pero acaso diga alguien: «¿Es que no te avergüenzas, Sócrates, de haberte dedicado a esa vida por la
- Ahora bien, el médico tiene que curar a Sócrates enfermo de X, no al hombre enfermo de X.
- Pero como al enfermo Sócrates le acaece ser hombre, lo que no acaecería al enfermo si fuese un animal
- ser en la dirección del cual se cambia; y la tercera, la compuesta de estas dos e individual, como Sócrates
- Así, Sócrates, y por estas razones, los atenienses y los demás pueblos, cuando es cuestión de virtud
- Ésta es, Sócrates, la causa.
- ante vosotros que, si soy puesto en libertad, en adelante vuestros hijos, dedicándose a hacer lo que Sócrates
- enseña, se echarán todos absolutamente a perder; si después de todo esto me dijeseis: «Sócrates, esta
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-
Resultado número:25 Texto
- Título:
- Anales galdosianos. Año VII, 1972 - Registro bibliográfico
- Portales:
- Literatura Visitar sitio web | Anales galdosianos Visitar sitio web
- Sumario:
- 14 artículos
- Fragmentos 'Socrátes' en la obra : (12 coincidencias encontradas)
-
- But those whose procreancy is of the spirit rather than of the flesh -and they are not unknown, Socrates
- armonía y su contrario de facción, en relación con los conceptos de justicia y de injusticia, dice Sócrates
- Sin embargo, miss Pich, Sócrates, Shakespeare... MISS PICH. (Vivamente.)
- La razón para escoger una vida mixta queda explícita en el siguiente fragmento del diálogo entre Sócrates
- y Protarco en el Filebo: «Sócrates: Imagine one of us choosing to live in the possession of intelligence
- -Protarchus: Neither of these lives seems desirable to me, Socrates, and unless I'm very much mistaken
- -Socrates: And what about the combined life, Protarchus, the joint life consisting in a mixture of the
- -Socrates: Yes, those are the sorts of ingredients I mean.
- -Socrates: Then do we realize what result now emerges in our discussion?
- -Socrates: Then surely it is obvious by this time that, if you take these two lives, neither of them
- , la una de agua y la otra de miel, corresponden a la esfera de la inteligencia y a la del placer: «Socrates
- cuenta la debida proporción entre los ingredientes, a fin de que el resultado no sea una masa informe: «Socrates
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-
Resultado número:26 Texto
- Título:
- La psicología del razonamiento : investigaciones experimentales por el hipnotismo / Alfred Binet; traducción española de Ricardo Rubio - Registro bibliográfico
- Autor:
- Binet, Alfred, 1857-1911
- Portal:
- Biblioteca Universitaria. BUA Visitar sitio web
- Pub. orig.:
- Madrid, Fernando Fe, 1902.
- Materias:
- Psicología | Percepción
- Fragmentos 'Socrátes' en la obra : (28 coincidencias encontradas)
-
- Nuestro espíritu no acepta esta proposición: «Sócrates es mortal», sino porque conoce la verdad de
- una operación de tres términos; en el ejemplo que hemos analizado antes, estos términos son: Sócrates
- Este término medio decimos que prepara la conclusión, porque si Sócrates no fuese hombre, no sería
- La menor del razonamiento, Sócrates es hombre, es de otra naturaleza.
- de vista lógico, significa que hay semejanza perfecta, identidad, entre ciertos atributos de Sócrates
- Es un acto de asimilación entre la imagen de ciertos atributos de Sócrates y la imagen genérica
- La conclusión Sócrates es mortal contiene la verdad descubierta por deducción.
- de vista objetivo, significa que hay una relación de coexistencia entre el individuo llamado Sócrates
- y los atributos de la mortalidad, o en otras palabras, que Sócrates posee estos atributos.
- indica que se ha establecido una relación de contigüidad en nuestro espíritu, entre la imagen de Sócrates
- Menor: Sócrates es hombre A=B. Conclusión: Sócrates es mortal (A=B)-C.
- «Así; Sócrates coexiste con hombre. -Mortal coexiste con hombre.
- -Luego Sócrates y mortal coexisten entre sí.»
- Decir que Sócrates es hombre, significa que se parece a los hombres que conocemos: El mismo Mill
- Por lo tanto, se debería decir más bien: Sócrates se parece a hombre -hombre coexiste con mortal
- - Sócrates coexiste con mortal.
- La menor de nuestro silogismo expresa una semejanza entre la representación de Sócrates y la de los
- conclusión de nuestro silogismo indica que hay una asociación de contigüidad entre la imagen de Sócrates
- Cuando yo digo: Todos los hombres son mortales, Sócrates es hombre, luego es mortal: ¿qué es
- la percepción de una naranja con un razonamiento en forma, que tenga por objeto la muerte de Sócrates
- percepción de una naranja, con el silogismo vulgar de las escuelas: Todos los hombres son mortales, Sócrates
- Cuando recorremos mentalmente el silogismo siguiente: «Todos los hombres son mortales, Sócrates es
- hombre, luego Sócrates es mortal, pasamos de un hecho conocido (la mortalidad de los hombres
- ) a un hecho desconocido (la muerte de Sócrates), por la relación de semejanza que descubrimos entre
- los dos hechos; esta semejanza constituye el objeto de una proposición especial: «Sócrates es
- Deducir que Sócrates es mortal, sería poner a Sócrates en la clase de los hombres, uno de cuyos atributos
- cristal -todos los cristales tienen planos de fractura- esto tiene un plano de fractura; o bien: Sócrates
- es hombre -todos los hombres son mortales- luego Sócrates es mortal.
- Formatos:
-
Resultado número:27 Texto
- Título:
- El museo universal. Núm. 4, Madrid 24 de enero de 1864, Año VIII - Registro bibliográfico
- Portales:
- Historia Visitar sitio web | Biblioteca Digital del Instituto de Historia del CSIC Visitar sitio web
- Fragmentos 'Socrátes' en la obra : (20 coincidencias encontradas)
-
- Amoroso está Sócrates por su sabiduría y sana moral.
- Si la empresa no sale bien l i - tro con inquietud , suplicándole que huyese ó tratase muera Sócrates
- Sócrates leyó este discurso con creído deber hacerlo y decirlo lodo para salvarme, buSue .
- Sócrates era muy elocuente y persuasivo en la con- jezas a que se os ha acostumbrado.
- por masque su iniencion no haya sido sino hacerme dacon juramento á Sócrates, hijo de Sophronisco, de
- Pero si por Sócrates fue luego conducido á la prisión.
- Sócrates pasó lodos cargados de presentar en la asamblea del Senado y del es una opinión general que
- Sócrates esla colocado sobre esos dias, de tan cruel espora para los condenados vulpueblo las medidas
- , el giro irónico de su espíritu, la origi- volaron contra Sócrates, y 27
- Como la nalidad de su vida, no habían hecho mas (pie inveterar fallaron ¡i Sócrates para que hubiese
- Con Sócrates ses.
- Sócrates estaba sentado al borde del freno para los malvados.
- Sócrates esta multa yo me condeno.
- —Como queráis, contestó Sócrates.»
- —Sócrates,—le dijo —espero (pie no tendré necesidad de reprenderle Como a los demás : cuando vengo á
- Sócrates le dijo contemplándole:—«Y tú recibe también mi adiós; haré lo que me dices.»
- —Los que hacen lo que tú dices, Gritón,—respondió Sócrates ,—tienen sus razones ; creen sin duda que
- Sócrates la tomó con serenidad y entereza , sin la menor emoción, sin cambiar do color su rostro.
- —Sócrates,—respondió el hombre,—nunca desleimos mas que. el preciso para beber.
- Entonces fueron acusados los acusadores de Sócrates.
- Formatos:
-
Resultado número:28 Texto
- Título:
- Dulce dueño / Emilia Pardo Bazán - Registro bibliográfico
- Autor:
- Pardo Bazán, Emilia, Condesa de, 1851-1921
- Portales:
- Emilia Pardo Bazán Visitar sitio web | Escritoras españolas Visitar sitio web
- Materias:
- Narrativa española -- Siglo 20º | Novela española -- Siglo 20º
- Fragmentos 'Socrátes' en la obra : (8 coincidencias encontradas)
-
- Y ante todo, que Necepso y el discípulo de Sócrates no sean llevados al suplicio. »-Oye, Catalina
- Seguro de sí mismo, con labio untado de ática melosidad, habló de Sócrates, del excelso mártir
- Recordó que Sócrates había demostrado la existencia de Dios y su providencia; y que, después de
- ¡Sócrates! Uno de sus antiguos cultos...
- Sócrates, en su mocedad, había sido escultor, y nunca perdió la afición a la perecedera belleza
- extravío del mundo pagano, a lo nefario que clama por fuego del cielo, no había sido tal vez ajeno Sócrates
- ¡Oh, si Sócrates hubiese podido conocer a Cristo, llorar con él, seguir sus pies evangelizantes!
- , y, transportada, exclamaba la princesa: ‘¡Habrá muerto Sócrates como un justo; pero Cristo,
- Formatos:
-
Resultado número:29 Texto
- Título:
- Novísimo tratado completo de filosofía del derecho ó Derecho natural... exponiendo las doctrinas de Ahrens, Taparelli, Krause, Kant, Hegel, Savigni, Almetyer... / Clemente Fernández Elías - Registro bibliográfico
- Autor:
- Fernández Elías, Clemente, fl. 1897
- Portal:
- Biblioteca Universitaria. BUA Visitar sitio web
- Pub. orig.:
- Madrid, Librería de D. Leocadio López, 1874.
- Materia:
- Derecho Filosofía
- Fragmentos 'Socrátes' en la obra : (28 coincidencias encontradas)
-
- La moral de Sócrates, casi tan pura como la del Evangelio; su cosmopolitismo, que contiene en germen
- El movimiento de progreso que Sócrates imprime a la moral deja muy pronto de ser una especulación filosófica
- Ciro, su héroe, respeta en los vencidos la cualidad de hombres: otros discípulos de Sócrates se apoderan
- La doctrina de Sócrates, no sólo fue interpretada por Platón, el discípulo querido, sino por la secta
- Partiendo sus adeptos del cosmopolitismo de Sócrates y de Platón, exagerándolo tal vez, creen que el
- En oposición a sus doctrinas viene la de Sócrates y Platón. 1.
- Platón, el discípulo escogido de Sócrates, nos describe en su Sinopsis hasta qué punto el carácter y
- No conocernos a SÓCRATES por sus obras, puesto que, o no las escribió o se han perdido por completo;
- Anaxágoras, la idea de Dios, como causa eficiente, con más o menos fuerza, con más o menos claridad; Sócrates
- poderosos desarrollos, y en efecto, la noción moral, la idea de virtud y la de justicia se elevan con Sócrates
- a tanta altura, que sólo el cristianismo ha podido ir más allá: Sócrates, reconociendo la unidad de
- dogma divino de una religión divina también y llamada a regenerar el mundo: pero el cosmopolitismo de Sócrates
- revelara; de aquí tal vez el que en medio de tan levantados principios, al venir a la vida práctica, Sócrates
- analiza y combate y pulveriza las nociones que de ella tenía la antigüedad, y ridiculiza en nombre de Sócrates
- eclipsan por completo, y Aristóteles estaba impregnado de la rica savia que Anaxágoras y Pitágoras y Sócrates
- Pero aunque así fuese, aunque Sócrates careciese de poder para cambiar la manera de ser y las condiciones
- lucha era gigantesca y superior a las fuerzas de un hombre, la materia tenía aún fuerza sobrada, y Sócrates
- La doctrina de Sócrates, lanzada al mundo por sus elocuentes labios, no murió con el maestro, y aunque
- cuales alguna la torció y desnaturalizó, PLATÓN, el discípulo querido, la encarnación científica de Sócrates
- griega las dos magníficas figuras, los dos colosos de la inteligencia que conocemos con los nombres de Sócrates
- ¡Sócrates, Platón, el gran maestro, el divino36 discípulo, los dos colosos de la Grecia, las más grandes
- ¡Sócrates, Platón, genios sublimes colocados por la mano del Eterno en medio de un mundo que no os comprendía
- Platón acepta el Dios único, el Dios inteligente de Sócrates y Anaxágoras, pero comprende que aun así
- su filosofía la escuela estoica, había, sin embargo, aceptado los principios capitales de Platón, de Sócrates
- movimiento espiritualista, idealista mejor dicho, de Anaxágoras, de Pitágoras y de Genófanes; vienen Sócrates
- SÓCRATES. PLATÓN. Misión de ambos en el mundo antiguo. Retrato de Sócrates hecho por Platón.-2.
- Si Pitágoras y Sócrates y Platón pueden considerarse como la protesta viva y constante del espíritu contra
- Sócrates, Platón y Aristóteles vienen uniendo las ideas de sus escuelas respectivas a la doctrina estoica
- Formatos:
-
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Leer obra Novísimo tratado completo de filosofía del derecho ó Derecho natural... exponiendo las doctrinas de Ahrens, Taparelli, Krause, Kant, Hegel, Savigni, Almetyer...Concordancias Novísimo tratado completo de filosofía del derecho ó Derecho natural... exponiendo las doctrinas de Ahrens, Taparelli, Krause, Kant, Hegel, Savigni, Almetyer...
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Resultado número:30 Estudio crítico
- Título:
- Campoamor y la ironía romántica. Reflexiones sobre "El licenciado Torralba" - Registro bibliográfico
- Autor:
- Navas-Ruiz, Ricardo
- Portal:
- Ramón de Campoamor Visitar sitio web
- Mat. aut.:
- Campoamor, Ramón de (1817-1901) -- Crítica e interpretación
- Fragmentos 'Socrátes' en la obra : (8 coincidencias encontradas)
-
- IV, 1888], KIERKEGAARD, Soren: El concepto de ironía con referencia constante a Sócrates.
- Y cuando niego es que imito el estilo de aquel divino Sócrates que, ciego, lanzó burlón
- ¿Cómo es posible equiparar a Sócrates y Torralba?
- ¿Por qué Sócrates y no Torralba, si ambos responden al mismo anhelo de encontrar la verdad, si ambos
- Campoamor, conferir validez a las indagaciones de Torralba por la misma razón que la tienen las de Sócrates
- Y la mantiene, no por la simple razón de su evidencia, sino porque, como en el caso de Sócrates, sólo
- Nada tiene de sorprendente que, como Sócrates, sea también Torralba una víctima de la sociedad cuyos
- confiere dignidad y respeto, llega a equipararlo al maestro de la ironía y gran buscador de la verdad, a Sócrates
- Formatos:
Filtros de la búsqueda
- Laín Entralgo, Pedro, 1908-2001 73
- Menéndez y Pelayo, Marcelino, 1856-1912 46
- Blázquez, José María, 1926-2016 22
- Hostos, Eugenio María de, 1839-1903 18
- Valera, Juan, 1824-1905 18
- Vega, Lope de, 1562-1635 17
- Campoamor, Ramón de, 1817-1901 15
- Hernández Guerrero, José Antonio 15
- Pérez Galdós, Benito, 1843-1920 15
- Bello, Andrés, 1781-1865 13
- Alas, Leopoldo, 1852-1901 12
- Baquero Goyanes, Mariano, 1923-1984 12
- Burgos, Carmen de, 1867-1932 12
- Sarmiento, Domingo Faustino, 1811-1888 11
- Castelar, Emilio, 1832-1899 10
- Gimeno de Flaquer, Concepción, 1850-1919 10
- Marías, Julián, 1914-2005 10
- Rodríguez Huéscar, Antonio, 1912-1990 10
- Cicerón, Marco Tulio, 106 A.C.-43 A. C. 8
- Feijoo, Benito Jerónimo, 1676-1764 8
- Derecho -- Filosofía 65
- Filosofía 60
- Literatura española 53
- Poesía española 44
- Novela española 43
- Literatura española -- Historia y crítica 39
- Teatro español 38
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- Poesía española -- Siglo 20º -- Historia y crítica 33
- España 30
- Poesía española -- Siglo 19º 29
- Poética 29
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- Enciclopedias y diccionarios 25
- Literatura -- Historia y crítica 25
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- Educación 18
- Poesía española -- Siglo 18º 18
- Narrativa breve española 17
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- Romanticismo67
- realismo literario44
- Siglo de Oro19
- Generación del 9815
- Ilustración15
- naturalismo13
- librepensador12
- Ilustración en España9
- Escepticismo académico8
- Generación de 19147
- anticlericalismo6
- neoclasicismo6
- Escuela peripatética4
- Hermandad Prerrafaelita4
- estoicismo4
- idealismo alemán4
- humanismo3
- Bohemia literaria española2
- Dolce stil novo2
- Escuela de Salamanca2
- Sánchez Reyes, Enrique, 1887-1987 37
- Universidad de Alicante 17
- Imprenta Real (Madrid) 14
- Burgos, Carmen de, 1867-1932 11
- Sancha, Antonio de, 1720-1790 11
- Serna M. , Edgar 9
- Isla, José Francisco de, 1703-1781 8
- Alamán, Lucas, 1792-1853 7
- Cano, Benito, 1784?-1830? 7
- Ibarra, Joaquín, aproximadamente 1754-1785 7
- Universidad de Valladolid 7
- García González, Ramón 6
- Menéndez y Pelayo, Marcelino, 1856-1912 6
- Rovira, José Carlos, 1949- 6
- Fundación Caballero Bonald 5
- González Rojas, Felipe 5
- Parra Ramos, Josefa, 1965- 5
- Rivadeneyra, Manuel, 1805-1872 5
- Universidad de Santiago de Compostela 5
- Alemany Bay, Carmen, 1964- 4
- Machado, Antonio, 1875-1939 59
- Alas, Leopoldo (1852-1901) 41
- Cervantes Saavedra, Miguel de, 1547-1616 27
- Quevedo, Francisco de (1580-1645) 24
- Hostos, Eugenio María de (1839-1903) 21
- Menéndez y Pelayo, Marcelino, 1856-1912 19
- Unamuno, Miguel de, 1864-1936 19
- Cartagena, Alfonso de, aproximadamente 1385-1456 18
- Vega, Lope de (1562-1635) 13
- Zambrano, María, 1904-1991 13
- Ortega y Gasset, José, 1883-1955 12
- Pérez Galdós, Benito, 1843-1920 12
- Rojas, Fernando de, aproximadamente 1470-1541 11
- Iglesia Católica 9
- Juana Inés de la Cruz , Sor (1651-1695) 9
- Di Benedetto, Antonio, 1922-1986 8
- Platón, aproximadamente 427 A.C.-347 A.C. 8
- Sábato, Ernesto (1911-) 8
- Rodó, José Enrique (1871-1917) 7
- Altamira, Rafael (1866-1951) 6
- Biblioteca de la Universidad de Alicante 167
- Universidad de Santiago de Compostela. Biblioteca Universitaria 46
- Fondo Antiguo de la Universidad de Granada 5
- Fundación Joaquín Díaz 5
- BIVALDI 2
- Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla 2
- Fondo Antiguo de la Universidad de Valladolid 2
- Universitat de Barcelona. Fons de reserva 2
- Fondo Antiguo de la Universidad de Salamanca 1
- Universitat de Barcelona. Fons de Reserva 1